Opinión
Dina Boluarte debe renunciar y convocar a nuevas elecciones
Su descredito empezó desde que la izquierda la llamó: ¡traidora! Sin embargo, su traición, la emprendió contra el pueblo, porque primero dijo que se iría de Palacio y convocaría a elecciones generales, pero finalmente se perpetuó en el poder hasta 2026, junto al Congreso, mientras que en las calles exclamaban: ¡Que se vayan todos! Ya es hora que Dina Boluarte dé un paso al costado, porque el país ya no requiere de más desgobierno.

Sin duda, para algunos mortales, la vida cambia radicalmente de un día para otro. Y para la mandataria Dina Boluarte no fue diferente. Esta señora que primero postuló sin éxito a la alcaldía de Surquillo, en 2018, con el partido de Vladimir Cerrón cuando aún se llamaba Perú Libertario, y que posteriormente, tentó una curul en 2020, sin poder ser electa, no tuvo más remedio que retornar a su puesto de jefa de una oficina de RENIEC; sin embargo, hoy ella goza de la primera magistratura del Perú y hace lo que quiere… o, mejor dicho, aún no sabe qué hacer con el país, que cada vez más, va perdiendo el rumbo.
La señora Boluarte y compañía, fue electa primera vicepresidenta en las elecciones presidenciales de Perú de 2021, acompañando la lista del iletrado Pedro Castillo, y ocupó el cargo desde el 28 de julio de 2021, hasta el 7 de diciembre de 2022; tras la pateadura del tablero que emprendió el chotano, cuando decidió anunciar un inconsumado golpe de Estado. Eso sin contar, que Boluarte se aprovechó para ser ministra de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, entre julio de 2021 y noviembre de 2022.
Si el comunista Jorge Salas Arenas, hubiera cumplido cabalmente con su rol de magistrado coherente en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), quizá hoy no tendríamos que criticar el indeseable mandato de la apurimeña; y aunque le impidieron postular al Congreso, finalmente, fue habilitada para postular como parte de la plancha presidencial de Perú Libre.
Hoy, el resto es historia… viajes pomposos, vestidos de diseñador y tratamientos no invasivos para rejuvenecer su rostro; aunque la parte retórica, la descuidó, y no se tomó el menester de contratar al menos un profesor de comunicación política, pero al menos sabe leer con pausas en los mensajes a la nación.
Todas esas falencias son de forma; sin embargo, hay graves carencias de fondo, que empiezan desde el plano moral, y en especial, en el plano de la capacidad y competitividad. No basta saber de gestión pública; digamos que, a través del sentido común y la sensatez, se puede pretender poner la primera piedra para un cambio positivo en el rumbo del país, ¿Y cómo? Rodeándose de técnicos y expertos, que además tengan el valor de la honestidad; hoy sabemos que no fue así.
Dina Boluarte traicionó y mintió al pueblo peruano
Su descredito empezó desde que el ala radical de la izquierda la llamó: ¡traidora! Y por más que esa sindicación en su momento provocó riñas y peleas entre zurdos y conservadores, lo cierto es que sí. Dina Boluarte es una real traidora. Primero lo fue con el partido que la llevó a Palacio, cuando afirmó que “nunca abrazó la ideología del Perú Libre” y ante ello, el secretario general del partido, Vladimir Cerrón, la expulsó y publicó un tuit: “Siempre leales; traidores nunca”.

Y posteriormente traicionó a Pedro Castillo, porque cuando era vicepresidenta le preguntaron muchas veces, que, si el presidente llegara a ser vacado, ¿ella renunciaría a la sucesión? Y su respuesta siempre fue enfática y positiva… ¡yo también renunciaré!
Ante el escozor de los fanáticos de izquierda, colegimos que Dina Boluarte sí es traidora; más no, usurpadora. Ella asumió el sillón presidencial licita y legítimamente, ciñéndose al mandato constitucional; más allá, de que no haya sido santo de nuestra devoción y que no tuviera ni idea de cómo gobernar. Sin embargo, su traición, la extendió hasta el Perú entero, y la emprendió contra el pueblo, porque primero aseguró que se iría de Palacio porque convocaría a elecciones generales, y de pronto cambió de opinión, y en contubernio con el Congreso de la República, finalmente decidieron perpetuarse en ambos Poderes del Estado, hasta 2026; dándole la espalda al sentir de la opinión pública, y que incluso en las encuestas reflejaban una desaprobación de ambos poderes, mientras exclamaban: ¡Que se vayan todos!
Errores no; despropósitos sí de la presidente Dina Boluarte
¿Desde cuándo Perú anda a la deriva? Empezó con el proyecto de Pedro Castillo, pero por más que pretendamos responsabilizar al chotano como autor primigenio de esta barbarie política y económica, él ya no existe en la escena institucional política y ya empezó a descomponerse como cadáver político.
En tanto, la responsabilidad para Boluarte Zegarra empezó desde el 7 de diciembre de 2022, y es ella, quien tiene que rendir cuentas a todos los administrados, porque es la que hoy ostenta la investidura. Sin embargo, siempre rehúye a las preguntas incomodas de la prensa, como cuando se negó a responder por las decenas de muertes durante las marchas violentistas y al final le echó la culpa al Ejército peruano: “Yo comando las FF.AA. pero no mando”.
Eso sin contar la tremenda recesión económica, que cuyo PBI retrocedió en 0.63%, acumulando un cierre de fin de año en negativo, algo nunca visto desde hace 33 años.
¿Y cuándo cesarán los excesos en los ministerios de este gobierno?, en especial, en las carteras de Cultura, Transportes, Vivienda, Educación y la Mujer. Y con respecto a la PCM, total desfachatez e impunidad; mientras que el calentón premier Otárola, favorece ilegalmente, a sus amiguitas personales con plata del Estado, la señora Boluarte mira para otro lado, y lo baña de inmunidad. Así como a su asesor tras las sombras, su hermano mayor Nicanor, que se mueve con los “prefectos” para impulsar su nuevo partido político Ciudadanos por el Perú.
Así es la presidente viajera que gastó más de un millón S/330 mil en viajes en solo cuatro itinerarios. En realidad, solo fue a pasear al APEC, con toda su excesiva comitiva; mientras su “Plan Boluarte” fue todo un fracaso, con declaraciones de emergencias inefectivas y que encima alertaron a los criminales. Todos los días, ellos continúan extorsionando y matando a nuestros compatriotas. Y en el colmo de la indolencia, el gobierno emitió un Decreto Legislativo para el deshacinamiento de las cárceles, para sacar a los delincuentes de las cárceles y retornarlos a las calles.

Poder Ejecutivo vs Fiscalía de la Nación
Justamente, antes de llegar a fin de año, la escena política nuevamente se encuentra convulsionada tras el destape de la existencia de una presunta organización criminal de carácter vertical en el Ministerio Público y que sería liderada por su titular, Patricia Benavides. Esta noticia ha vuelto a enfrentar a facciones de izquierda y derecha.
Por un lado, los huestes caviares en sintonía con grupos de izquierda radical piden la cabeza de la fiscal Benavides; y por el otro, radicales de ultraderecha, defienden su permanencia en el cargo, para lograr que los actuales miembros de Junta Nacional de Justicia (JNJ) sean extirpados, y así evitar que la lagarta Zoraida Ávalos, por ser más antigua, retorne al cargo de Fiscal de la Nación.
Es decir, es una especie de guerra de mafias, acaso con el propósito de ostentar el poder judicatorial, para eventualmente archivar los casos de correligionarios políticos que tienen procesos penales por corrupción y otros ilícitos.
Precisamente, esa dinámica es la que se ha evidenciado en la reciente detención del exasesor de la Fiscal de la Nación, Jaime Villanueva, y en cuyo chats de WhatsApp se revelan conversaciones con un presunto congresista, para negociar con el favor de más de 37 legisladores, el cambio y la recomposición de la JNJ, y a cambio, el asesor de Benavides ofrecía archivar los procesos penales de varios parlamentarios denominados “Los Niños”; todo ello con la presunta venia, de su jefa, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Tras la “bomba”, ambas mujeres se han visto enfrentadas. Benavides se lo ha tomado como algo personal y en una conferencia de prensa denunció por asesinato a la mandataria Boluarte, a su premier Otárola y otros ministros.

Esta guerra, esta vez no va a acabar bien, porque los sectores políticos están más friccionados que nunca y los Poderes del Estado ya están muy desgastados, tanto el Congreso como el Ejecutivo. En tanto, las supuestas alianzas entre ellos corren el riesgo de ser concluidas, y ambos podrían pedir sus “cabezas”, en un contexto que ya no da para más, ya que el próximo 7 de diciembre se vendría una masiva asonada de protestas en Lima, y que con todo pedirán la salida de Dina Boluarte, en conmemoración del primer año del golpe de Castillo, en Palacio de Gobierno.
Entre tanto, en los medios de comunicación el ministro de Justicia, Eduardo Arana Ysa, viene afirmando sandeces, con tal de pasarle la mano a su jefa Dina Boluarte, y ha aseverado que la mandataria se despojará de su inmunidad presidencial para llevar su investigación. Esa es la actitud de este gobierno que continúa mintiendo descaradamente. ¿Qué mandatario puede renunciar a su inmunidad? Eso es imposible, e inviable porque es una prerrogativa constitucional que por decisión propia uno no se la puede despojar.
Finalmente, ya es hora que la señora Dina Boluarte no les haga más daño a los peruanos y que dé un paso al costado, no solo por la capacidad de embuste que tiene su figura, sino, porque el país ya no requiere de más desgobierno.
Renuncie ya, señora Boluarte, y convoque nuevas elecciones generales, por lo menos, para que ambos poderes del Estado, no continúen con sus contubernios y gollerías hasta 2026.
Opinión
Dina Boluarte, la madrastra de todos los peruanos
¡Feliz día de las madres! No lo es tanto para los hijos y las madres de los 50 peruanos fallecidos en diciembre del 2022.

Dina Boluarte, la autodenominada presidente “madre de todos los peruanos”, no es más que la madrastra. Aquella que llegó por accidente a la casa de gobierno, hogar que no le pertenece y, lejos de proteger a los hijos ajenos bajo su cuidado, los mira con desprecio, los disciplina con crueldad y los desplaza como si fueran intrusos en su propio hogar.
¿Acaso no es esta la perfecta metáfora de lo que vivimos los peruanos?
Somos los peruanos uchura de mi madrastra como lo fue José María Arguedas. Relegados a la cocina, obligados a comer después que los «legítimos», castigados por existir. Maltratados en nuestra propia casa mientras el padre —la institucionalidad democrática— permanece ausente o quizás, como sugieren las circunstancias, ha fallecido en la acción terrorista institucional que vivimos desde diciembre de 2022.
La cocina —ese espacio marginal donde Arguedas encontró consuelo entre los sirvientes indígenas— es hoy la calle, donde el pueblo peruano busca hacerse escuchar frente a un poder que lo desconoce. Y ella, la madrastra Boluarte, se niega a reconocer el parentesco.

Una madrastra que permite el cambio de nombre del Programa Nacional Aurora a “Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar – Warmi Ñam” en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, o de Qali Warma a Wasi Mikuna por parte del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, demuestra que cada fracaso del Estado solo necesita un nuevo rótulo para disfrazar el abandono estructural. Cambian los nombres, pero no los resultados: los mismos fracasos, la misma indiferencia, el mismo desprecio hacia los hijos pobres y vulnerables de la patria.

Un gobierno que obliga a sus hijos a sentarse en el rincón de la vergüenza para comerse las sobras de caballo del programa Wasi Mikuna; un gobierno que solo visita a sus hijos pobres —como lo hicieron ayer las ministras de la Mujer y de Inclusión Social en Condorcanqui, Amazonas— únicamente para tomarse la foto, engañarnos con regalos, pelotas y motores, y luego enviársela a nuestros hermanos mayores en el extranjero, esperando que nos envíen la “propina” disfrazada de ayuda humanitaria.

Mientras tanto, nuestra madrastra faculta a sus amigos, que nos desprecian, para que se encarguen de nosotros, como lo hizo el ministro de Educación, Morgan Quero al encargar a su amiga Marilú Martens la administración de las residencias estudiantiles de Amazonas, premiándola con una subvención de 3 millones y medio, de fondos cuestionables tras su defensa pública.

Los 13 hijos en Pataz, peruanos sacrificados en el altar de la ambición por la fiebre del alza de los metales, son testimonio del abandono. ¿Cuántas madres hoy lloran a sus hijos fallecidos por las malas decisiones de quienes se presentan como la madre y el padre de la patria? Dina Boluarte y César Acuña, cómplices en este pacto de desmemoria y cálculo político, reparten puestos y privilegios mientras el pueblo entierra a los suyos.

En cada protesta aplastada, en cada periodista amenazado, en cada nombramiento de funcionarios mediocres pero leales, la madrastra Boluarte coloca otra cerradura más en las puertas de nuestra propia casa. Y ella, imperturbable, sigue hablando de «recuperar la paz» mientras ordena cargar los fusiles.
¿Hasta cuándo aceptaremos ser los hijos no queridos en nuestra propia patria?
El reloj corre, presidente. Cada día en el poder es un día más lejos de la reconciliación nacional. Cada decreto autoritario, cada negación de responsabilidad en las muertes de nuestros hermanos, cada gesto de complicidad con las fuerzas más retrógradas del país, es un clavo más en el ataúd de su legitimidad.
Recuerde que los hijos maltratados eventualmente crecen, el gobierno termina y las cárceles se abren de par en par para encerrarla junto a quienes hoy nos reparten las sobras, mientras a sus amigos les reparten millones.
No somos sus hijastros. Somos los legítimos dueños de esta casa llamada Perú. Y recuerde la lección final de Arguedas: incluso el niño desplazado encuentra eventualmente su voz. Y cuando la encuentra, su grito retumba por generaciones.
Señora Boluarte, la historia no termina bien para las madrastras de los cuentos. El pueblo, eventualmente encuentra su camino de regreso al hogar que les pertenece.
El Perú no olvida. El Perú no perdona…

Grand Tour me toca muy de cerca (no hubiera querido hablar tan cerca de mí, pero esta vez no puedo evitarlo) porque soy alguien que trabaja el registro documental (he vivido, y, francamente, vivo ahí). Sé que el encanto y la complejidad a menudo desapercibidas y no lo suficientemente valoradas de gente real en entornos reales -realizando acciones hasta cierto punto imprevisibles, y no por eso menos ‘reales’- no tiene parangón. Como un sabor que evidencia su densidad, sus capas, con inmediatez. No quiero idealizar; y es precisamente desde mi práctica, que contravino muchas ideas iniciales, que hablo.
Es, como diríamos, entre ambigua, metafísica, ridícula o románticamente, ‘la vida’. Que, valga el cliché, es más extraña que la ficción. Y claro, qué será la ficción, no solo la realidad, a fin de cuentas. La supuesta realidad ‘verdadera’ (altamente dudosa, lo sé) es algo que, creo, atraviesa las categorías de pensamiento. Sobre esa base tan fresca, moderna y ‘real’, mediante y junto con este modo de hacer y mezclar (la tierra de nadie o la tierra de todos o el momento o el lugar ‘indecidible’ entre documental y ficción) Gomes despierta al mismo tiempo, o según él, los saberes, y las ignorancias, del cine clásico, el cine dentro del estudio, de las actuaciones, éstas sí, mucho más previsibles y predecibles.
Controladas, estipuladas, codificadas, tiempo ha, y lógico, burocratizadas incluso. Ese cine clásico que para Gomes es el cine mismo. Por mi parte, y para volver al tema del registro documental, esta mitad de la película, en texturas y atmósferas me llevó de manera directa al primer largo de Weerasethakul, que siempre me pareció su obra más desafiante y alucinante, Objeto misterioso al atardecer (2000). El objeto de Grand Tour no es tan misterioso.
El objeto de Grand Tour es un hermoso salto hacia atrás. Que, haciendo eso, lo que quiere, es ir hacia adelante. Lo entiendo. La ficción es en muchos casos lo documental colonizado, me pregunto, ante el gusto manifiesto de Gomes. Y me pregunto si será justo mapear esta obra en y a partir de dos mitades tan diferenciadas. El hecho patente sin embargo es que los ricos juegos que practica la película, incluyendo toda la red de caminos de las voces en off plurilingüísticas, me llevan a la cerradura ‘clásica’ de la ficción. No a la liberación que se fusiona con la experiencia de lo impredecible.
Opinión
La elección del Papa Robert Prevost y la elección de Ricardo Belmont
Lee la columna de Rafael Romero

Por Rafael Romero
Respecto de la reciente elección papal y de cara a las elecciones peruanas del 2026, por supuesto salvando las distancias entre el Vaticano y el Estado peruano, existen dos comunes denominadores: uno, la elección de una autoridad; y dos, son ciudadanos en la condición de candidatos. Uno ya salió elegido y el otro falta.
Las comparaciones o paralelos son cuestionables, pero no dejan de ser útiles o necesarios formularlos, especialmente cuando se trata de analizar la realidad y buscar la verdad.
Pues bien, estando las cosas así planteadas, metámosle diente al parangón de marras, empero siguiendo con rigor los hechos.
Primero, el hoy papa peruano-estadounudense, Robert Prevost Martínez, no era el favorito para suceder a Francisco (Jorge Bergoglio). Es más ni siquiera aparecía su nombre en la lista de cardenales con mayores posibilidades para convertirse en el nuevo sumo pontífice. Esto coincide con el caso de Ricardo Belmont Cassinelli, pues su nombre fue obviado en el lejano 1989 y lo es ahora en el 2025 por parte de las encuestadoras. Es decir, no aparece como favorito para ganar las elecciones del 2026.
Segundo, Robert Prevost llegó a Perú en 1985, y desde entonces sumó 21 años de servicio al prójimo mediante la iglesia Católica, sobre todo entre los humildes de Chulucanas, Trujillo, Chiclayo y el Callao. Por su parte Ricardo Belmont, desde 1981 acumuló 21 años de labor social en beneficio de los niños de la Hogar Clínica San Juan de Dios, a través de la Teletón, entre otras obras en provecho del prójimo.
Tercero, Robert Prevost es agustino. Es decir, pertenece a una orden religiosa mendicante, que es aquella que se desprende de las riquezas y del poder material para practicar mejor los valores morales. Por su parte, Ricardo Belmont, descendiente de Ramón Castilla, proviene de dos familias acomodadas (los Belmont y los Cassinelli), optó por el don de servicio y así ingreso a la política con vocación de servicio, pero en ese proceso lo pierde todo, hasta sus radios y un canal de televisión, que le son arrebatados por la codicia y la avaricia de personas perversas, y todo por predicar valores y una sana peruanidad.
En cuarto lugar, Robert Prevost se pone el nombre de León XIV, para referenciar el legado de León XIII, que escribió la encíclica Rerum Novarum y aporto al mundo la doctrina social de la iglesia en un momento donde el capitalismo de la primera revolución industrial produjo tanta muerte y explotación. Por su parte, Ricardo Belmont, también confronta al sistema de poder y abuso, desde 1973 con su programa «Habla el Pueblo», y a finales de los ochenta se convirtió en un outsider al derrotar a un agotado sistema tradicional de partidos, venciendo su Movimiento Cívico Obras a las colectividades políticas más poderosas del Perú (APRA, IU, Libertad de Mario Vargas Llosa, AP y el PPC). Pero hay una coincidencia más evidente, y es la preocupación de Prevost y de Belmont por los más humildes y por la cuestión social en el Perú desde los ochenta y noventa del siglo pasado.
En quinto lugar, el papa peruano Robert Prevost, al ser agustino, y al adherir a la doctrina social de León XIII, refuta tanto al liberalismo económico de la revolución industrial como rechaza al marxismo o socialismo de ayer y de hoy, pues la Rerum Novarum abrió una tercera vía equidistante de esos dos extremos. Por su parte, Ricardo Belmont, con su Movimiento Cívico Obras, fundado el siglo pasado, y hoy con su partido político del mismo nombre, plantea una visión distinta al de la derecha y la izquierda. En otros térninos, su ideoligía es diferente a la del capitalismo corporativista globalista y es distante al marxismo cultural, que es igualmente globalista. Además Ricardo acota que, tanto la derecha y la izquierda, son inventos de los mega grupos de poder con el objetivo de dividir a los pueblos y así explotarlos abusivamente. Por tanto, para salvar al ser humano y a los pueblos no se necesita de izquierdas ni derechas.
En sexto lugar, Robert Prevost, hoy papa León XIV, emplazó a Alberto Fujimori a pedir perdón a las personas sobre las que su dictadura las agravió. Como también cuestionó la violación de los derechos humanos perpetrada tanto por el fujimorismo como por Dina Boluarte. Esta es otra coincidencia del actual papa León XIV con Ricardo Belmont, víctima este de la persecución fujimontesinista. De manera que Prevost y Belmont rechazan el abuso de poder y los atentados a los derechos humanos de Fujimori y de la actual mandataria Boluarte.
En séptimo lugar, Robert Prevost, es un papa con un claro conocimiento de la realidad latinoamericana, y al hablar en castellano a los pocos minutos de haber sido elegido el vicario de Cristo en la tierra, no solo le daba su lugar a Chiclayo, donde fue obispo, sino que le decía al mundo que su mirada también es la de un latinoamericano, siguiendo los pasos de su antecesor el papa Francisco. Por su parte, Ricardo Belmont ha dado a su pensamiento y acción política una permanente atención no solo respecto de los problemas del Perú sino también mira a la gran nación latinoamericana y al mapa geopolítico desde México a la tierra del fuego. Y ambos tienen una concepción más madura de los problemas y las posibilidades de América Latina, como se puede comprobar en los editoriales de Ricardo Belmont.
En octavo lugar, Robert Prevost postula la unidad de la iglesia, pues habla de la iglesia sinodal, y desde ahí busca el saber escucharnos y el saber llegar a la armonía por encima de credos, razas, doctrinas o intereses. Por su parte Ricardo Belmont, postula la unidad de los peruanos mediante la transparencia, la buena voluntad, el diálogo abierto y la defensa del débil.
Finalmente, en noveno lugar, Robert Prevost promueve la paz y la reconciliación, porque sostiene que Dios nos ama a todos y nos recuerda que estamos en las manos del Padre Eterno. Prevost se ha pronunciado en contra de las guerras. Por su parte, Ricardo Belmont, desde su periodismo cotidiano de mas de 53 años y de filosofía humanista, así como desde su estoicismo y disciplina espartana, busca la unidad, la paz y la reconciluación entre peruanos. Allí están las banderas blancas del Partido Cívico Obras, que son más que elocuentes en la búsquesa y en el encuentro de esa paz para el Perú.
Sin duda, hay muchas coincidencias entre estos dos peruanos, Robert y Ricardo, desde su humildad, sencillez y amor por el ser humano, por la justicia y la dignidad.
Como dice la palabra, Dios mira de cerca al humilde y de lejos al altivo, pero esa humildad a veces es incómoda para la soberbia y la arbitrariedad de los poderosos, quienes optan por silenciar mediáticamente al mensajero, quienes complotan por censurarlo o declarar infantilmente su «muerte civil». Pero, como lo comenté el pasado sábado 3 de mayo con unos compatriotas contertulios en una convención de Lima Provincias, «si el Vaticano elige como papa a un peruano, eso significará un presagio de que Belmont sería el próximo presidente del Perú». Lo dije coloquialmente a mis sorprendidos interlicutores. Pero la Santa Biblia también refiere la existencia de señales, prodigios y milagros. Y si alguien lo duda, por lo menos tenga en mente que existen en el mundo coincidencias y mejores augurios. ¡Viva el Perú! ¡Vamos juntos por las nuevas y buenas generaciones que nos sucederán y reemplazarán!
Opinión
Llegó la represión a Pataz: consejos legales para que nuestros hermanos y hermanas de Pataz, que nada tienen que ver con actividades ilícitas, puedan defenderse
Lee la columna de Jorge Paredes Terry

Por: Jorge Paredes Terry
Hermano y hermanas de la Provincia de Pataz. Ya se emitió el Decreto Supremo donde se establece las acciones de las Fuerzas Armadas en nuestra Provincia, ante ello es importante que se conozcan algunos recursos que como población se puede interponer ante los órganos correspondientes de sentirse vulnerado sus derechos.
Los requisitos clave para interponer un Recurso de Habeas Corpus y un Recurso de Amparo (para proteger el derecho al trabajo) ante el Tribunal Constitucional (TC) en el Perú:
- RECURSO DE HABEAS CORPUS (Art. 25° CP y Ley 23506)
Se presenta cuando hay una detención arbitraria, restricción ilegal de libertad o amenaza inminente contra tu libertad personal.
Requisitos:
Demandante: La persona afectada, su familiar o cualquier persona (incluso sin mandato).
Demandado: La autoridad que ordenó o ejecutó la detención (policía, militar, fiscal, juez, etc.).
Escrito simple (no necesita abogado en primera instancia).
Narración clara de los hechos (dónde, cuándo, quién te detuvo).
Pruebas (testigos, fotos, videos, partes policiales).
Pedido concreto (que te liberen, que cesen las amenazas).
¿Dónde se presenta?
-Ante cualquier juez penal (incluso por teléfono o correo en casos urgentes).
- Si no te hacen caso, puedes ir al Tribunal Constitucional vía recurso de agravio.
- RECURSO DE AMPARO (para defender el derecho al trabajo) (Art. 37° CP)
Sirve cuando una autoridad o particular vulnera tu derecho al trabajo (despidos injustos, discriminación, impedimento de trabajar, etc.).
Requisitos:
Demandante: El trabajador afectado o su representante.
Demandado: El empleador, la entidad estatal o quien restringe tu derecho.
Escrito fundamentado (mejor con abogado).
Narrar los hechos (qué derecho laboral violaron).
Pruebas (contrato, despido escrito, testigos, comunicaciones).
Pedido claro (reincorporación, pago de salarios, cese de amenazas).
¿Dónde se presenta?
- Primero en un juez laboral o mixto (es obligatorio agotar esta vía).
- Si el fallo es negativo, puedes elevarlo al TC mediante recurso de agravio constitucional (aquí sí necesitas abogado).
¿Cómo llegar al Tribunal Constitucional (TC)?
- Primero debes agotar la vía judicial ordinaria (juez penal para Habeas Corpus / juez laboral para Amparo).
- Si el fallo es negativo, en 15 días puedes presentar recurso de agravio constitucional ante el TC.
- El TC revisará si hubo violación constitucional.
Consejos de un luchador que ha peleado sus derechos:
- Documenta todo (fotos, videos, copias de documentos).
- Busca apoyo legal (organizaciones de DDHH o colegios de abogados).
- No te dejes intimidar, porque el Habeas Corpus y el Amparo son herramientas del pueblo.
¡Mucha fuerza, compañeros! Si el sistema no te hace justicia, sigue peleando hasta el TC.
Opinión
El Papa no es charapa, es Mochica: León XIV y su tensión con Trump
Lee la columna de Hans Herrera Núñez

Quien hasta hoy era llamado Robert Prevost, ahora Papa León XIV, parece ser el justo medio entre reformistas y tradicionalistas al interior de la iglesia. Por un lado su experiencia misionera dirigida a los marginados, los pobres y en especial a los emigrantes, lo cual lo contrapone frente a la agresiva política de deportaciones del presidente Trump, y por otro lado está el detalle de la recuperación en su investidura de las prendas tradicionales del santo padre.
León es hijo de Matilde Martínez, bibliotecaria española, su padre es de ascendencia franco italiana, creció en el difícil Chicago y pertenece a la orden de los agustinos. Tal vez este origen de una orden antiquísima explique su revalorización de los símbolos pontificios como son el uso de la muceta, la estola y la cruz dorada que Francisco al asumir la cátedra de Pedro no lució, este detalle es muy significativo pues viene a tranquilizar a los sectores más tradicionales de la Iglesia pero sin dejar de lado el acercamiento desde el amor hacia todos los cual dejó patente en su primer discurso, el de que el mal no vencerá y el amor debe ser para todos.
De ahí una perspectiva en defensa de los migrantes que lo ha vuelto un duro critico a las políticas de Donald Trump sobre este punto. Al respecto en su cuenta de X, Prevost twittea criticando al vicepresidente de Trump, y le dice:
“JD Vance se equivoca : Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás”.
Sobre el nombre elegido por el santo padre es una referencia a la continuidad del Papa preconciliar, León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum, que va dirigido a la clase trabajadora, especialmente importante en estos momentos en que se venera e idolatra a los super ricos. Recordar a los pobres, a los emigrantes es recordar a los marginados.
También es conocida su postura en contra de la pena de muerte durante su episcopado en Chiclayo. Lo cual lo dista de las políticas de mano dura de los gobiernos en boga.
Tal vez su elección como Papa signifique también un reconocimiento a la Iglesia misionera , en especial al clero estadounidense y canadiense que vino a suplir a los misioneros españoles a partir de la década de 1980 y que ha estado en la primera linea en la lucha contra la pobreza en América Latina. Entonces este es un reconocimiento a todos esos sacerdotes americanos que se dejaron y se dejan la piel en el continente de la esperanza. Honor a ellos y en especial al padre Christopher Dunne, el cura de mi pueblo en Mateo.
Sobre su obra episcopal en Perú ya todos han hablado hasta por los codos. Una cosa sí es cierta, y lo dijo Fred Rohner: el Papa no es charapa. El Papa es mochica. Y tiene toda la razón.
Opinión
El final de un bufón en la PCM
Pese a proclamar una “amplísima vocación de renuncia”, Gustavo Adrianzén se aferra al cargo en la PCM con el cinismo de quien cree que quedarse es inofensivo. Su salida, dice, no acabaría con el crimen, pero su permanencia tampoco aporta solución alguna. Su continuidad no solo es inútil: es un insulto a un país harto de discursos vacíos y líderes sin honor.

En un país sacudido por el crimen organizado, donde las balas ya no distinguen entre mineros, comerciantes o ciudadanos de a pie, el aún premier Gustavo Adrianzén Olaya ha demostrado que su promesa de “amplísima vocación de renuncia” es, en la práctica, una declaración vacía, embustera y hasta traidora. Actualmente, cuatro mociones de censura que más parecen “apariencias parlamentarias” pesan sobre él, pero ninguna lo mueve del sillón del Ejecutivo. Su justificación: irse no resolvería la inseguridad ciudadana. Como si quedarse sí lo hiciera.
En conferencia de prensa, Adrianzén afirmó con solemnidad que abandonaría el cargo si eso ayudara a erradicar el crimen. Lo dijo justo después de la masacre en Pataz, donde 13 trabajadores fueron asesinados. Frente a ese horror, su único aporte fue un tibio llamado a la unidad y colaboración entre poderes del Estado. ¿Dónde están las medidas concretas? ¿Dónde la acción real?

El premier, más preocupado por evitar la confrontación con el Congreso que por enfrentar a las mafias, pide «diálogo político y responsabilidad», mientras el país entero se sumerge en una espiral de miedo. La falta de liderazgo y respuesta efectiva del Gobierno de Dina Boluarte es realmente alarmante e insostenible; sin embargo, Adrianzén Olaya insiste en aferrarse a un cargo que, por sus propias palabras, está dispuesto a dejar. Por lo visto, la vocación de servicio solo queda en el discurso, sencillamente porque esta gente carece de todo honor.
Peor aún, en medio del escándalo por el injustificado aumento de sueldo presidencial, Adrianzén salió a blindar como siempre a Dina Boluarte. Negó tajantemente que la mandataria haya solicitado el incremento y deslindó responsabilidades, apuntando al Ministerio de Economía (MEF) y a Servir. Pero los peruanos no olvidan: este no es su primer acto de servilismo.
En 2015, como ministro de Justicia del gobierno de Ollanta Humala, Adrianzén cumplió con la oscura consigna de remover a la procuradora Julia Príncipe, quien investigaba a la hoy fugitiva Nadine Heredia. Tras consumar el “encargo”, renunció y desapareció del escenario político. Ahora, casi una década después, vuelve como el fiel escudero de Boluarte Zegarra, repitiendo el mismo libreto de sumisión.

Gustavo Adrianzén no es nuevo en el arte de sostener gobiernos oscuros y cuestionados. Su resistencia a irse no es por compromiso con el país, sino por “complicidades políticas” que hoy huelen a encubrimiento. Su permanencia en el cargo no solo es insostenible, es una afrenta a una ciudadanía hastiada que solo exige resultados y no discursos de baja estofa.
Opinión
Ministro Morgan Quero entregó más de 3 millones y medio a ONG CARE Perú dirigido por Marilú Martens
Lee la columna de Leonardo Serrano Zapata

Con Resolución Ministerial N° 187-2025-MINEDU publicada el 30 de abril de 2025, el Ministerio de Educación a cargo del Dr. Morgan Quero Gaime, le entrega más de tres millones y medio de soles de subvención a CARE Perú bajo la dirección de Marilú Martens para que se haga cargo de las residencias estudiantiles en Amazonas.

Recordemos quién es la ex ministra Marilú Martens. La misma que en 2024 denunciaba con indignación los «abusos sexuales de docentes contra alumnas en Condorcanqui» y exigía «inhabilitación de por vida» para los perpetradores.

La misma que, como ministra de Educación, presentó el informe «Desenrollando la madeja de la impunidad» poniendo en evidencia que durante su gestión supo de los casos en Condorcanqui e Imaza (Amazonas) y no hizo nada. Ahora en calidad de representante legal de CARE PERÚ, desde la llegada de Marilú Martens a la dirección de CARE Perú en 2020, la organización ha recibido S/ 16 784 617,18 (DIECISÉIS MILLONES SETECIENTOS OCHENTA Y CUATRO MIL SEISCIENTOS DIECISIETE Y 18/100 SOLES), lo que equivale a aproximadamente el 88% del total transferido entre 2019 y 2025, una millonaria subvención para implementar servicios educativos en Amazonas y otros departamentos justo en zonas donde cuando fue ministra jamás ha demostrado competencia real.
¿Y cómo olvidar sus despectivas declaraciones sobre nosotros los docentes? «No son los más talentosos los que dicen ‘me voy a Educación'» o «No son las carreras más consideradas», afirmó sin pudor en septiembre de 2024. ¿Esta es la persona a quien entregamos millones para mejorar las residencias en Amazonas? ¿La que menosprecia públicamente a quienes deben ejecutar su proyecto?
(Vídeo de las declaraciones de Marilú Materns respecto a las declaraciones de Morgan Quero en diciembre)
Exministra de Educación Marilú Martens defiende a Morgan Quero por millonaría entrega de dinero a ONG.https://t.co/tcV7vjIwHb pic.twitter.com/Mffv82v0mr
— Revista Lima Gris (@Limagris) May 8, 2025
En diciembre de 2024, Marilú Martens evitó pronunciarse sobre una posible renuncia del ministro de Educación, Morgan Quero, tras sus polémicas declaraciones, en las que afirmó que «los derechos humanos son para las personas, no para las ratas». Martens justificó su postura, señalando que los cambios en la conducción del sector perjudican a los más de nueve millones de estudiantes y ralentizan los procesos educativos. Sin embargo, el 7 de mayo, el Ministerio Público, a través de la Fiscalía de la Nación, “presentó una denuncia constitucional contra Quero, acusándolo de incitación a la discriminación en su modalidad agravada, en agravio de las víctimas de las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, ocurridas entre 2022 y 2023”. La denuncia se basa en las declaraciones de Quero, de acuerdo a la Fiscalía, las cuales promueven la exclusión y desvalorización de las personas afectadas por las protestas, contribuyendo a su estigmatización.

Desde la firma del Convenio N° 123-2019-MINEDU en julio de 2019, CARE Perú ha recibido presupuesto del Ministerio de Educación (MINEDU) para ejecutar diversas intervenciones en instituciones educativas del país. Cabe señalar que, desde el año 2020, Marilú Martens Cortés, exministra de Educación, se desempeña como directora de dicha organización.
Entre los años 2019 y 2025, el Ministerio de Educación ha otorgado subvenciones a CARE Perú mediante convenios y resoluciones ministeriales. En 2019, bajo la gestión de la ministra Flor Aideé Pablo Medina, mediante el Convenio N° 123-2019-MINEDU y la RM N° 393-2019-MINEDU, se transfirieron S/ 2 187 000,00; en 2020, bajo el ministro Carlos Martín Benavides Abanto, mediante el Convenio N° 010-2020-MINEDU y la RM N° 147-2020-MINEDU, se otorgaron S/ 4 498 208,00; en 2021, bajo el ministro Ricardo David Cuenca Pareja, a través del Convenio N° 072-2021-MINEDU y la RM N° 236-2021-MINEDU, se entregaron S/ 2 658 417,18; en 2022, bajo el ministro Rosendo Leoncio Serna Román, mediante el Convenio N° 016-2022-MINEDU y la RM N° 300-2022-MINEDU, se transfirieron S/ 1 592 400,00; en 2023, bajo la ministra Miriam Janette Ponce Vértiz, a través de los Convenios N° 016-2023-MINEDU y N° 019-2023-MINEDU, se otorgaron S/ 1 981 000,00 y S/ 665 649,00, respectivamente; en 2024, bajo el ministro Morgan Niccolo Quero Gaime, mediante el Convenio N° 058-2024-MINEDU y la RM N° 475-2024-MINEDU, se entregaron S/ 1 796 000,00; y finalmente en 2025, también bajo Morgan Niccolo Quero Gaime, con el Convenio N° 007-2025-MINEDU y la RM N° 187-2025-MINEDU, se transfirieron S/ 3 592 943,00.

El CONVENIO 016-2022-MINEDU, se deriva de la propuesta presentada por CARE PERÚ el 26 de mayo de 2023, la cual fue revisada y aprobada por el MINEDU en un plazo de 13 días hábiles, es decir, el 13 de junio de 2023. Esta aprobación permitió que CARE PERÚ, mediante la Resolución Ministerial N° 531-2023-MINEDU del 29 de septiembre de 2023, accediera a una subvención de S/1 981 000,00 (UN MILLÓN NOVECIENTOS OCHENTA Y UN MIL Y 00/100 SOLES). Resulta llamativo que un expediente de apenas 10 páginas haya sido revisado y aprobado en tan solo 13 días hábiles por los técnicos de DIGEIBIRA.
Cabe señalar que la mayoría de los convenios han sido revisados y aprobados por la DIGEIBIRA, dependencia donde anteriormente la exministra de Educación Marilú Martens se desempeñó como directora de Educación Básica Alternativa.

Respecto al CONVENIO 019-2023-MINEDU, de 116 folios, CARE PERÚ presentó su propuesta educativa mediante carta del 21 de junio de 2023, y subsanó observaciones el 5 de julio de 2023. La propuesta fue evaluada por el Comité de Evaluación, conforme consta en el Informe N° 00287-2023-MINEDU/VMGP-DIGEIBIRA-DISER, de fecha 13 de julio de 2023. Es destacable que la revisión y aprobación de esta propuesta, de considerable extensión (116 folios), haya sido realizada en solo 5 días hábiles. Esta evaluación permitió que CARE PERÚ, mediante la Resolución Ministerial N° 538-2023-MINEDU del 4 de octubre de 2023, accediera a una subvención de S/665 649,00 (SEISCIENTOS SESENTA Y CINCO MIL SEISCIENTOS CUARENTA Y NUEVE Y 00/100 SOLES). Sin duda, sorprende la eficiencia mostrada por los técnicos de DIGEIBIRA en este proceso.

En la gestión del hoy ministro de Educación, Morgan Quero, en el marco del CONVENIO 058-2024-MINEDU, de 203 folios, CARE PERÚ presentó su propuesta educativa el 9 de julio de 2024. La propuesta fue evaluada por el Comité de Evaluación, conforme consta en el Informe N° 00283-2024-MINEDU/VMGP-DIGEIBIRA-DISER y en el Informe N° 00310-2024-MINEDU/VMGP-DIGEIBIRA-DISER. Es destacable que la revisión y aprobación de esta propuesta, de considerable extensión (203 folios), se haya realizado en menos de 20 días hábiles. Esta evaluación permitió que CARE PERÚ, mediante la Resolución Ministerial N° 475-2024-MINEDU del 20 de septiembre de 2024, accediera a una subvención de S/ 1 796 000,00 (UN MILLÓN SETECIENTOS NOVENTA Y SEIS MIL Y 00/100 SOLES). Sin duda, se trata de una muestra de la eficiencia demostrada por los técnicos de DIGEIBIRA en este proceso.

Finalmente, en el marco del CONVENIO N° 007-2025-MINEDU de 11 de abril de 2025, de 180 folios, CARE PERÚ presentó la “Propuesta de servicio educativo en el modelo de secundaria con residencia estudiantil del ámbito rural de Amazonas” el 14 de marzo de 2025, y la “Propuesta de servicio educativo en el modelo de secundaria tutorial del ámbito rural de las regiones de Áncash y Huancavelica”, el 5 de marzo de 2025. La propuesta fue evaluada por el Comité de Evaluación, conforme consta en el Informe N° 0063-2025-MINEDU/VMGP-DIGEIBIRA-DISER y en el Informe N° 0087-2025-MINEDU/VMGP-DIGEIBIRA-DISER. Al igual que en el proceso anterior, resulta destacable que la revisión y aprobación de esta propuesta, de considerable extensión (180 folios), se haya realizado en menos de 20 días hábiles. Esta evaluación permitió que CARE PERÚ, mediante la Resolución Ministerial N° 187-2025-MINEDU del 30 de abril de 2025, accediera a una subvención de S/ 3 592 943,00 (TRES MILLONES QUINIENTOS NOVENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y TRES Y 00/100 SOLES). Ello reafirma la eficiencia demostrada por los técnicos de DIGEIBIRA en este proceso.
Es importante señalar que, mediante Resolución Ministerial N° 205-2024-MINEDU de 7 de mayo de 2024, se designó al señor José Moreno Ocampo como director de la Dirección General de Educación Básica Alternativa, Intercultural Bilingüe y de Servicios Educativos en el Ámbito Rural, dependiente del Viceministerio de Gestión Pedagógica del Ministerio de Educación (DIGEIBIRA). Cabe destacar que, durante su gestión, se realizaron la revisión y aprobación de los convenios suscritos con CARE PERÚ en los años 2024 y 2025.
La misma dirección que indicó a los CEBA del país celebrar los 20 años de la Educación Básica Alternativa ‘de acuerdo a sus posibilidades’ y la imagen del oficio.
Cabe señalar que solo durante la gestión del ministro Morgan Niccolo Quero Gaime (2024-2025) la organización CARE PERÚ ha recibido un total de S/ 5 388 943,00 (CINCO MILLONES TRESCIENTOS OCHENTA Y OCHO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y TRES Y 00/100 SOLES) por concepto de subvenciones.
Nos preguntamos; ¿Qué papel cumplió el ministro Morgan Quero en el otorgamiento de dinero público a los amigos o entre quienes evitan pronunciarse en su contra? Habría que transparentar cómo se desarrollaron los procesos de entrega de subvenciones.
Estas subvenciones se otorgan tras un proceso que presumiblemente se desarrolla entre diversas organizaciones, las cuales presentan sus propuestas al Ministerio de Educación, entidad encargada de evaluar y seleccionar a las organizaciones beneficiarias; en ese contexto, CARE PERÚ resultó seleccionada como entidad beneficiaria. Sin duda, se trata de un hecho que amerita una investigación más acuciosa por parte de la Contraloría General de la República, el Congreso y, de corresponder, la Fiscalía. Cabe señalar que, durante el período 2019-2025, CARE PERÚ recibió S/ 18 971 617,18 (DIECIOCHO MILLONES NOVECIENTOS SETENTA Y UN MIL SEISCIENTOS DIECISIETE Y 18/100 SOLES).
Con respecto al presupuesto de S/ 3,5 millones otorgado a CARE Perú para este 2025, cabe preguntarse: ¿Cuántos programas efectivos de prevención del abuso sexual infantil podrían implementarse con dichos recursos? ¿Cuántas investigaciones reales podrían impulsarse para esclarecer los 524 casos de abuso denunciados en la región Amazonas? ¿Cuántas cámaras de seguridad podrían instalarse en las instituciones educativas públicas que hoy enfrentan amenazas del sicariato? Estas interrogantes no solo ponen en evidencia la urgencia de priorizar los recursos del sector educación, sino que también invitan a reflexionar sobre la eficiencia y pertinencia de las subvenciones otorgadas en relación con las necesidades más apremiantes de nuestras comunidades escolares.
Pero no. El dinero va hacia los bolsillos de siempre. La hipocresía política se viste de indignación selectiva. La metáfora es perfecta: mientras Martens señalaba con el dedo la llaga abierta del abuso sexual en las escuelas, su otra mano ya estaba extendida para recibir el premio a su «preocupación». Como esos médicos charlatanes que diagnostican enfermedades que nunca sanan, pero cobran cada consulta puntualmente.
Voy a tomar las palabras de la exministra de Educación, pronunciadas en diciembre de 2024: “Quiero un balance de los avances que se han dado en el incremento del 2024”. Por transparencia, el Ministerio de Educación debería explicar a los docentes y a todos los peruanos qué se ha logrado con los casi 19 millones de soles otorgados a CARE PERÚ durante los últimos siete años. Es hora de exigir cuentas claras. De pedir resultados medibles. De castigar no solo a los abusadores, sino también a quienes lucran sin ofrecer soluciones reales.
¿Hasta cuándo permitiremos que los fondos públicos sean el premio consuelo para quienes fracasaron en sus cargos oficiales? ¿Hasta cuándo toleraremos que las víctimas sigan esperando mientras los despachos ministeriales firman cheques millonarios a sus amigos? ¿Cuáles son los resultados?
No más millones para los amigos del poder.

Miguel Arribasplata (Cajamarca, 1951) es un profesor universitario, novelista y ensayista de cuño. Su libro “La Guerra Cultural de baja intensidad en la literatura peruana” nos plantea una nueva revisión y severos retos en nuestra última novelística donde nos dice: “los intelectuales pequeñoburgueses y clasemedieros, arribistas a cuál más, son los soldados de esta contienda alienante promovida por el capitalismo tardío”.
Antes es necesario revisar sus libros como La niña de nuestros ojos (2010) donde se repasa la guerra interna y los procesos vividos en los ochenta y noventa. Así como otros textos: Tierra sin cosecha (1978), Bajada de reyes (2001), Tandal (1982) y Santiago el menor (2016) del cual Ricardo González Vigil dice: “Miguel Arribasplata derrocha humor y esmero estilístico cincelando una prosa de sabrosa textura oralizada”.
En La Guerra Cultural, Arribasplata se arma con métodos marxistas-leninistas para comprender esta última camada literaria citando a Mariátegui: “Nos interesa la sinceridad, la desnudez de la literatura burguesa. Más aún nos interesa su cinismo. Que nos haga conocer toda la complejidad, todos los desfallecimientos, todos los deliquios del espíritu burgués” (El artista y la época, p. 35).
Y entonces nos plantea los siguientes subtítulos: “Karina Pacheco y su prosa de artificio”: “levantar un mundo de ficción le cuesta caro a KP, El año del viento (2021) no es una operación estética de desautomatización del lenguaje cotidiano; es una novela cuyo rollo está envuelto en opiniones y noticias periodísticas de la época, a más del pobre comentario sociopolítico, que la narradora en primera persona adereza en la historia”.
Otros citados son: “La Sangre de la aurora: Sendero Luminoso en el asador feminista” donde prácticamente el autor nos habla de una literatura de la falsificación, “al punto de alterar todo un acontecimiento real y adaptarlo a sus fines utilitaristas”.
“Gabriela Wiener y Huaco Retrato: la nostalgia por ser diferente” a quien acusa de no tener identidad ni representación política con una temática de búsqueda traumática “que remueve el cotarro del mestizaje por el lado feminista con el pretexto de retorno a las raíces”.
Otro texto analizado sería “Cien cuyes, novela del fiasco”, puesto dentro del discurso literario de intelectuales clasemedieros en la nostalgia del conservadurismo pro-establishment.
En otras palabras, Arribasplata no-deja-títere-sin-cabeza y nos plantea repensar esta última novelística –para él– carente de fondo y forma, “que pretende formar lectores inadvertidos”, huérfana, además, por la partida de MVLL.
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