Cultura
¿Deconstrucción o desviación? Relaciones entre el juego derridiano y poemas de Víctor Coral y Rodolfo Ybarra

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Es sabido que Jacques Derridá creía que la técnica de la “deconstrucción” -basada en “el juego” de desemparejar significado de cualquier significante y abrir las interpretaciones en una infinita cadena de significantes, para desviarlo del signo lingüístico saussauriano (“significado/significante”); era una suerte de martillazo nietzscheano a toda la metafísica occidental. Verbigracia, Jacques Lacan –otro de los teóricos de los distintos posestructuralismos de fines de los 60’s- podría haber deslizado una ironía al referirse a sus seguidores en el “Seminario 27”: “Sean ustedes lacanianos, si quieren. Yo soy freudiano” –véase la traducción al español en “El seminario de Caracas” de 1982-.
La teoría de Derridá, ejemplificada por Lacan en el anterior fragmento citado, da cuenta de que la técnica de la “deconstrucción” está alejada de la “destrucción” y la “deformación” – juego de moda entre los académicos (y no académicos) de la reciente década (1). Más bien, uno podría interpretar que el juego de la “deconstrucción derridiana” se encuentra más cerca de una desviación o un “clinamem” (Bloom, 1973).
Lacan ejemplifica la técnica de la “deconstrucción” con sutil maestría, pues al absolverse de sus mismos seguidores: “sean ustedes lacanianos (…) Yo soy freudiano”; está descentrando el significado o deconstruyendo lo que llamamos “freudismo” y lo “lacaniano” mediante el uso de la “transferencia” (Lacan, 1966), la cual disociaría a la significación de su significado, haciendo una cadena de significantes que, en teoría, vendrían a ser similares (2).
De esta forma, podríamos encontrar aquí una suerte de metonimia con el famoso ejemplo de “anillos cuyo collar se sella en el anillo de otro collar hecho de anillos” (Lacan, 1966) y así, la escuela de los posestructuralismos franceses, se vería gravemente afectada por la complementariedad entre sus mismos teóricos.
Lo que me indujo a escribir esta introducción sobre la contradicción de los distintos postestructuralismos, es la relación que existe entre la técnica de la “deconstrucción” y dos poemas de autores peruanos: Víctor Coral y Rodolfo Ybarra. Poemas fuertes; revitalizadores; cuyo contenido se despliega más allá de la “intertextualidad” (Genette, 1962). Los mismos que comprenden en su ironía una música altisonante, valores estéticos y a mi parecer, deben ser leídos con gafas de científico en tiempos de guerra contra enemigos invisibles (ya sean fenómenos como el “Covid-19”; nuestra crítica cultural lóbregamente desperdiciada en el monopolio de los medios de comunicación; o el progresismo –en aparente decadencia-).
Dichos textos –inéditos y mordaces- podrían interpretarse como una crítica al exclusivo club de los poetas críticos patidifusos y enfrascados en su torre de marfil (3), temerosos de pasar de moda y hacerse añicos en el olvido. O también podrían evidenciar una estricta revisión de la técnica de la “deconstrucción derridiana” tan malamente interpretada por los inscritos en la crítica cultural de la Escuela del Resentimiento (4) con atisbos de cazadores de brujas, empeñados en derrumbar estatuas; enlodar textos universales; engrasar la memoria de autores clásicos; y autoflagelarse recortando sus propias alas bajo sus dedos de lana contra el teclado.
2
LA CANCIÓN DE LOS POETAS MALOS – VÍCTOR CORAL
“Nosotros los poetas malos
somos tan poetas como
Safo, Catulo o Dante.
Sólo que malos.
A diferencia de ustedes,
poetas sumidos en la medianía,
nosotros tomamos en serio el oficio,
como los buenos,
y leemos y estudiamos a poetas fundamentales
(Rubén Darío, Amado Nervo, Pablo Neruda)
que nos hacen mucho daño.
Tampoco compramos poemarios de moda,
en la librería de moda,
para comentarlos ligeramente
en nuestros muros y revistas virtuales
de moda.
¡Jamás!
Nosotros acudimos religiosamente
a la biblioteca del tatarabuelo
—noble poeta justamente olvidado—
que nos legó, además,
la pluma de plata
con que pergeñamos nuestros clásicos
alejandrinos, nuestros sonetos con rima macho
y nuestras sextinas perfectamente intonsas.
Nosotros —escuchen bien pobres mediocres—
sabemos que somos malos,
y lo asumimos con resignación y fortaleza:
tenemos un lugar (inenvidiable)
en el mundo de las letras;
ustedes,
son solo aves de paso grises
apenas destacadas sobre el cielo gris mediocre
de Lima.
Y cuidado,
que en un descuido de esos
que se dan cada mil años,
por un decreto del supremo sin duda
—nosotros los poetas malos
a diferencia también de ustedes,
somos teístas—,
podemos obtener un puesto entre los grandes
arriba mencionados, o acaso
junto a Garcilaso, Goethe o Coleridge.
Ustedes, pobres oportunistas angurrientos,
sólo confían en el vulgar éxito del presente
y se conforman con la alabanza pagada con vinos
o con favores inconfesables; pero
si una prueba irrefutable hay
de vuestra terrible mediocridad,
es su triste comprensión de lo poético:
‘Todo es político’, piensan,
‘Basta escribir regular y hacer mucha propaganda’,
sienten de corazón.
¡Alejaos, repulsivas alimañas!
Nosotros los poetas malos
Tal vez nunca salgamos en el diario
—ni tradicional ni virtual—;
pero nadie podrá negar nunca
nuestro respeto y amor
por el oficio más prostituido del mundo.
Respeto excesivo que ha marcado nuestro destino…”
Víctor Coral

***
La voz poética del texto “LA CANCIÓN DE LOS POETAS MALOS” de Víctor Coral, refiere como “poetas malos” a algunos de los poetas más importantes de la literatura occidental. Entre ellos destaca Dante Alighieri (autodenominado profeta en su época, unificador de lo político, económico y religioso en “La Divina Comedia”), sin olvidarse de incluir a otros poetas sumamente influyentes para los poetas críticos de todos los tiempos (entre ellos Samuel Taylor Coleridge, Pablo Neruda y un guiño especial a la poeta griega Safo de Mitilene).
La relación entre la técnica de la deconstrucción y el poema de Víctor Coral es posible porque todos los nombres inscritos en “LA CANCIÓN DE LOS POETAS MALOS”, representan a algunos de los mejores y más destacados poetas de sus respectivas épocas, quienes siguen vigentes por el “arte verbal” (Reisz, 2012) que salta y fluye en su indefectible fuerza poética. La desviación de tratar como “poetas malos” a estos autores fascinantes se devela como una ironía actual -y lamentable- que podría denominarse como una “exclusión desde los excluidos”.
Y es que los profesores y estudiantes empecinados en marginar y/o ignorar a estos autores bajo términos de “poder”, “género” y “religión”; son, precisamente, los encargados de llevar la bandera de la inclusión. Los llamados “luchadores sociales” tienen sus mecanismos para excluir –Foucault sentiría un dolor en su valiente pecho al ver la malicia de sus seguidores y su aprovechamiento del sufrimiento ajeno para separarse de lo incómodo, idealizando autores bastante cuestionables y olvidándose de todo tipo de valores estéticos en favor del hambre de sus banderas, intereses y luchas particulares. Jóvenes –y no tan jóvenes- dramáticamente aburridos y descreídos de la belleza, como lo sería una producción de Netflix sobre cualquier obra del supremo William Shakeaspeare.
3
S/T – RODOLFO YBARRA

SI YO TUVIERA SOLO UN PODER MÁGICO PARA CAMBIAR LO QUE YA NO SE PUEDE CAMBIAR, le depilaría las cejas a Frida Kahlo, le cosería la oreja a Van Gogh, le enderezaría los ojos a Sartre y de paso a Aldous Huxley. Le arreglaría la espalda al jorobado de NotreDame, las piernas al acondroplásico de Tolouse Lautrec y la papada al mostrenco de Alfred Hitchcock También le pondría pelo a Picasso y le alargaría más los bigotes a Salvador Dalí. A Marilyn le regalaría pelucas de colores. Le cortaría el cerquillo y le regalaría un cuerpo ortopédico a Betty Page, a Betty Grable y a Betty Blue. Le cambiaría el licor por jugos de fruta o yogurt a William Blake, Dylan Thomas y al viejo Bukowski. Le compraría una bolsa de panes a Vallejo. Le apagaría las hornillas a Silvia Plath. Sacaría a pasear al perro de Nietzsche y al gato de Cortázar y de Pérec. Le escondería la escopeta a Hemingway y a Burroughs y el revólver a Arguedas. Le enseñaría a flotar con piedras en los bolsillos a Virginia Wolf. Le regalaría un globo aerostático a Saint Exupéry. Le daría un espacio de mi casa a Dostoievski. Le devolvería la vista a Borges y los oídos a Bethoven. Le escondería las espadas a Mishima y las pastillas a Alejandra Pizarnik. Pasearía con Pasolini por las calles rosadas, solo para que nadie lo moleste. Sacaría del loquero a Ezra Pound, Antonin Artaud, Panero y Martín Adán. Rescataría a García Lorca del paredón de fusilamiento y le invitaría un café junto a Dalí y a Buñuel. Le curaría la artritis a Renoir. Le curaría la TBC a Antón Chéjov, a Guy de Maupassant, a Dashiell Hammett, Gorky, Kafka, Keats, D.H. Lawrence, George Orwell, Moliere, Rousseau, Schiller, Voltiere, Walt Whithman, etc. Le abrocharía el cinturón de seguridad a James Dean. Le patearía el trasero al diablo para que no moleste más a Baudelaire o a Edgard Allan Poe; y le daría otra patada a dios para que no atormente a santa Teresa de Jesús. Y después me pondría a escribir una carta en papel Japón que hablara de estas cosas que sé perfectamente no podré hacer jamás.
Rodolfo Ybarra
***
El poema de Rodolfo Ybarra nos revela una voz poética severa en tiempos donde tenemos que lidiar con la mortalidad. Una poesía dura y sólida, una contaminación y mezcla entre la serena escultura de Helena frente al mar y los sonidos geológicos y sísmicos de un Dionisos airado con la voluntad de comerse todos los miedos.
En este texto, la técnica de la deconstrucción podría referirnos a una realidad amarga e hiriente. De momento, la denominaré como una crítica a los poetas y colectivos contemporáneos. Y es que los más jóvenes, quienes declaran la guerra al “sistema”, “religión” y “patriarcado” acusando y prendiendo hogueras por la “desmitificación” de los autores, solían mostrarse en público con atavíos propios de la excepcional Frida Kahlo y de vez en cuando, suelen repetir el poema “Masa” de Vallejo como ingenuos monaguillos.
La voz poética en el poema de Ybarra da batalla con los puños cerrados contra la mala interpretación de las técnicas deconstructivistas derridianas. Sólo el inicio: “SI YO TUVIERA SOLO UN PODER MÁGICO PARA CAMBIAR LO QUE YA NO SE PUEDE CAMBIAR, le depilaría las cejas a Frida Kahlo, le cosería la oreja a Van Gogh, le enderezaría los ojos a Sartre y de paso a Aldous Huxley…”.
Entonces, además de descentrar lo tradicional con un golpe intertextual directo; también se da un cuestionamiento sobre cómo el uso desmesurado del juego derridiano, se ha transformado en un gatillazo contra la Humanidad –¿No es acaso la literatura y sus autores, la Vida que leemos; la memoria que forjamos; y los lentes que nos permiten viajar hacia dentro del abismo de nuestra soledad?
El mismo Roland Barthes se jalaría de los pelos que no tenía (mi querido francés autor de “La muerte del autor” era ya de por sí cuasi calvo), si tuviera en frente a esas hordas que, sin saber definir qué cosa es una fantasmagoría y sin leer a los teóricos que “sin querer queriendo citan”; se hacen llamar “deconstructivistas”; “interseccionales” y “anti-sistemas”, mientras afean lo bello de la literatura y marginan aquella “música callada de las palabras” de las cuales da cuenta la teórica y poeta feminista peruana Susana Reisz, en su ensayo “El rol de los valores estéticos en los estudios literarios”.
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Víctor Coral y Rodolfo Ybarra, en estos dos textos le ofrecen a los lectores algo que hemos perdido por la angustia de nuestra soledad confrontada con el miedo y la mala interpretación de las teorías francesas de los 60’s. Ambos poemas nos devuelven la ironía en la deconstrucción. En tiempos donde los humanos se sienten tan destruidos por la Pandemia Covid-19 –que arrasa familias enteras y devasta pueblos y hospitales-; la ironía sobrevive, resiste. Se fortalece.
NOTAS DE PIE DE PÁGINA:
- Este ensayo fue escrito el 18 de agosto del 2020, durante la Pandemia Mundial del Covid-19.
- Es innegable que el teórico francés inspiró sus teorías psicoanalíticas en base al maestro de la sospecha Sigmund Freud.
- Tomo el término “Torre de Marfil” en alusión al título del ensayo de José Carlos Mariátegui en el libro “Literatura y Estética” de la Fundación Biblioteca Ayacucho.
- Aunque lo expuesto genere angustias, la “Escuela del Resentimiento” – es una definición de Harold Bloom para designar a los críticos multiculturalistas obsesionados por encontrar en el contenido de los textos, cualquier rasgo de racismo, machismo, capitalismo, etc.; con el objetivo de censurar y marginar autores y obras clásicas del discurso de las Instituciones Académicas.
BIBLIOGRAFÍA
Bloom, H. (1973). La angustia de las influencias. Caracas: Monte Ávila Editores C.A.
Genette, G. (1962). Palimpsestos. En Teoría y Crítica Literaria. Madrid: TAURUS.
Lacan, J. (1966). La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud. En Escritos. Buenos Aires: SIGLO XXI.
Reisz,S. (2012). El rol de los valores estéticos en los estudios literarios. En Lexis, vol. 36, no. 2. Lima. Fondo Editorial de la PUCP.
Cultura
Revista Tiempos presenta su edición bicentenario en la Librería de Lima
La edición de la revista trae artículos de Federico Kauffmann Doig, José Chaupis Torres, Arnaldo Mera, entre otros. La presentación será el 1 de agosto a las 7:30 pm.

En el marco de las noches culturales de la librería de Lima, primera librería anticuaria del Centro Histórico de Lima, el Taller de Investigaciones Históricas y el Instituto de Investigación y Desarrollo Andino, presidido por el historiador Juan San Martín, presentará la revista Tiempos.
La publicación en su año 18 exhibe un número doble 17-18 en conmemoración del bicentenario de las batallas de Junín y Ayacucho. Este número doble presenta 10 artículos de los más diversos temas vinculados a la historia y cultura del Perú, elaborados por destacados académicos como Federico Kauffmann, José Chaupis Torres, Arnaldo Mera, entre otros.
Lo acompaña un dossier cuatro artículos en conmemoración del bicentenario de las batallas de Junín y Ayacucho, destacando los trabajos de Raúl Chanamé, Juan San Martín, etc. Lo complementan 7 entrevistas a destacados estudiosos de nuestro pasado como Nelson Pereyra, Omar Esquivel, entre otros. Finalmente, la revista brinda 71 reseñas de importantes libros publicados en los últimos años.
La revista se presentará el viernes 1 de agosto a las 7:30 p.m. en la Librería de Lima, ubicada en el Cercado de Lima en Jirón Cailloma 843. Nos acompañarán en la mesa principal: El doctor Juan San Martín (editor y docente universitario), José Chaupis (historiador sanmarquino y director Académico y de Investigación del Centro de Estudios Andinos Jurídico-Sociales), Luz Ramos Dolorier (fundadora del Colectivo de Estudios Feministas y Género UNFV); y el historiador y youtuber Merlín Chambi.
Ingreso libre.
Cultura
Editorial CEDET: La voz de la literatura afroperuana en la FIL de Lima
El stand 241 trae una variedad de publicaciones de literatura afroperuana en la feria del libro.

En el vasto laberinto de stands de la Feria Internacional del Libro de Lima, hay uno que parece resistirse al anonimato y a la indiferencia. Es el de la editorial CEDET, un pequeño pero luminoso refugio de libros que, más que vender, parecen reclamar una memoria. Lilia Mayorga, habla con la convicción de quien sabe que lo que tiene entre manos es más que un catálogo: es un archivo vivo de la cultura afroperuana.
Allí reposan, como joyas discretas, los ensayos de Victoria Santa Cruz y el imprescindible “Con mi propia voz”, junto a poemarios, novelas, investigaciones y libros de ensayo que reconstruyen siglos de olvido. CEDET es, en esta feria dominada por el vértigo comercial, el único stand consagrado por entero a la literatura afroperuana. Quien se acerca, intuye de inmediato que no solo está hojeando libros: está escuchando las voces de una historia que se negó a morir.
Puedes ubicar la editorial CEDET en el stand 241. Aquí la entrevista con Lilia Mayorga.
Cultura
Fondo Editorial Abraham Valdelomar: poesía y nuevas voces en la FIL de Lima [VIDEO]
El stand 146 de la FIL de Lima se ha convertido en uno de los espacios más atractivos de la feria de libros.

En la bulliciosa Feria Internacional del Libro de Lima (FIL), donde los visitantes se mueven entre interminables pasillos de novedades editoriales, el stand del Fondo Editorial Abraham Valdelomar se erige como un punto de referencia para los amantes de la buena poesía y la literatura nacional. Ubicado en el stand 146, este espacio destaca por ofrecer ediciones cuidadas y por convertirse en una vitrina de autores peruanos con propuestas sólidas y contemporáneas.
César Panduro, director del fondo editorial, recibe a los lectores con la serenidad de quien conoce el oficio y la pasión de un verdadero curador literario. Bajo su guía, las estanterías revelan títulos que van desde Orkopata —una de las poéticas realizada por Ricardo González Vigil— hasta reediciones de clásicos imprescindibles. Cada ejemplar, explica Panduro, es trabajado con el máximo rigor editorial: tipografía clara, papel de calidad y corrección minuciosa. “Nuestro compromiso es con el lector y con el autor. No solo publicamos libros; buscamos que cada edición sea un objeto digno de ser preservado”, afirma.

El stand del Fondo Editorial Abraham Valdelomar se ha convertido en una parada obligatoria para quienes buscan poesía de calidad, ediciones bien trabajadas y voces emergentes de la literatura peruana. Allí conviven libros que apuestan por la exploración estética con otros que rescatan la memoria cultural del país. “Publicar es resistir al olvido”, dice Panduro, convencido de que la edición independiente juega un papel clave en el panorama literario nacional.
En medio del ruido de la feria, el stand 146 ofrece un respiro: un espacio donde el libro vuelve a ser protagonista. Los lectores hojean, conversan, se detienen. Valdelomar, cuya obra inspira el nombre del fondo editorial, parece estar presente en cada página, recordando que la literatura sigue siendo un refugio frente a la prisa y el ruido.
Finalmente, César Panduro también nos da su opinión sobre el recorte de la Líneas de Nasca y Palpa que pretendió realizar el Ministerio de Cultura.
Aquí el video de nuestra visita al stand 146.
Cultura
Festival de Cine de Lima vuelve con más de 140 películas
El Centro Cultural PUCP se convertirá en el epicentro cinematográfico en nuestra capital.

Del 7 al 16 de agosto, Lima se convertirá una vez más en capital del cine latinoamericano. La 29ª edición del Festival de Cine de Lima PUCP, organizado por el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú, despliega una programación ambiciosa, diversa y profundamente comprometida con el arte cinematográfico y sus públicos. Más de 140 obras —entre largometrajes, mediometrajes y cortos— se proyectarán en siete sedes principales, además de funciones al aire libre en distritos populares como Comas, Canta Gallo y Huachipa.
Este año, el lema #CineDeEncuentro cobra especial sentido: se realizarán 265 funciones, con 90 invitados nacionales e internacionales y 85 actividades formativas que incluyen talleres, clases maestras, conversatorios y sesiones de preguntas con cineastas. El cine vuelve a ser no solo espectáculo, sino diálogo, memoria, crítica y posibilidad de transformación.

Como en toda fiesta auténtica, no faltarán los homenajes. Se celebrará la vida y la obra de tres figuras esenciales: la actriz Haydeé Cáceres, un ícono de la escena peruana que ha cruzado las fronteras del teatro, el cine y la televisión con la misma naturalidad con la que conmueve desde un escenario; el actor chileno Alfredo Castro, cuya presencia se enmarca en una retrospectiva de sus mejores interpretaciones; y Elena Vilardell, artífice silenciosa del cine iberoamericano a través de su incansable labor en Ibermedia.
El festival también reactiva la sección “Irresistibles”, con seis películas que abrazan géneros tan vitales como el terror, la comedia y el drama, provenientes de Argentina, México y Chile. Y bajo su columna vertebral —la competencia oficial— se presentarán 34 películas latinoamericanas inéditas. A ello se suma una gala de inauguración, 10 títulos aclamados en los festivales de Cannes, Berlín y BAFICI, y una decena de películas en homenaje a grandes nombres de la cinematografía.
Habrá espacio para lo clásico y lo restaurado en la sección Espacio Filmoteca PUCP, con joyas latinoamericanas rescatadas del olvido, y también un tributo al escritor recientemente fallecido, Mario Vargas Llosa, con dos cintas que dialogan con su legado literario. Además, el festival acogerá cortometrajes peruanos, obras premiadas del Ajayu y UNIFEST, y filmes en homenaje a leyendas del cine francés como Alain Delon y Jean Gabin.

La dimensión pedagógica y de industria no ha sido olvidada. Como cada año, la sección Encuentros ofrecerá actividades de acceso libre: desde clases maestras hasta talleres en regiones como Puno y Trujillo. Como novedad, el programa digital “Modo Festival” llevará el pulso del evento a las plataformas, con entrevistas en vivo y cobertura de las actividades diarias, conducidas por Javier Zavala, José Miguel Vidal y Andrea Brissolese.
En paralelo, la exposición “Andar por las nubes”, abierta desde el 23 de julio en la Galería del CCPUCP, rendirá tributo al trabajo del sonidista Guillermo Palacios Pareja, pieza clave en la historia del sonido del cine peruano. Junto a él, las pinturas de su hijo, Guillermo Palacios Pomareda, compondrán una experiencia sensorial que entrelaza imagen, memoria y sonido.
Por décimo año consecutivo, la Zona Industria reafirma su apuesta por el cine peruano en desarrollo. Este 2025, el Work In Progress ha alcanzado un récord de 31 postulaciones, testimonio del vigor —y también de los desafíos— que enfrenta la producción nacional.
El Festival de Cine de Lima PUCP no solo proyecta películas. Reúne miradas, acoge debates, forma audiencias y lanza preguntas urgentes desde las pantallas. Y en tiempos en que la cultura suele ser postergada o banalizada, este festival persiste como un acto de resistencia luminosa. Toda la programación ya se encuentra disponible en festivaldelima.com.
Cultura
La Inteligencia Artificial analizó la programación de la FIL de Lima: «La feria parece no distinguir entre popularidad e impacto cultural»
Le pedimos a la IA que analice la programación de la Feria Internacional del Libro de Lima, y esto fue lo que nos dijo.

Italia llegó a la Feria Internacional del Libro de Lima como un vendaval refinado: autores de trayectoria, ilustradores premiados, cine, jazz, exposiciones y pensamiento. Con el lema “Conexiones latinas”, la delegación italiana dotó a la feria de un contenido transversal y estéticamente cuidado. Un pabellón de 200 m² acoge actividades que transitan desde la novela contemporánea hasta la migración histórica, con aciertos innegables. Pero más allá del oropel europeo, la FIL Lima 2025 exhibe, una vez más, sus grietas internas.
Quien ha caminado por la FIL de Buenos Aires o la de Guadalajara sabe que las grandes ferias no solo convocan nombres internacionales: construyen pensamiento crítico, impulsan el debate sobre políticas culturales, descentralizan la oferta y apuestan por la renovación del canon. En cambio, la FIL de Lima sigue atrapada entre el espectáculo superficial y el formalismo protocolar.
La programación, extensa y variada, peca de dispersa. La sobrecarga de actividades y la escasa curaduría temática hacen que muchas propuestas —incluso valiosas— se pierdan entre la saturación horaria y la falta de promoción. El ciclo de cine italiano es impecable, sí, pero sin el más mínimo esfuerzo de articulación con la producción audiovisual peruana o latinoamericana. Se proyecta cine como si fuera una nota al pie, cuando bien pudo ser el punto de partida para un diálogo más profundo entre literatura y pantalla.
Otro problema es la débil presencia crítica nacional. Mientras en Guadalajara se celebran mesas con voces disidentes —desde jóvenes poetas indígenas hasta editores independientes latinoamericanos—, en Lima persiste una lógica excluyente. El programa sigue dominado por autores mediáticos, nombres repetidos y lo que podríamos llamar «la corte editorial limeña». Faltan las regiones, faltan nuevas escrituras, faltan los márgenes.
La sección dedicada a Mario Vargas Llosa, si bien justificada por la dimensión de su obra, resulta desproporcionada. Tres exposiciones, una docena de eventos y una maquinaria simbólica construida para sostener una narrativa que ya no interpela a las nuevas generaciones. ¿Dónde están los diálogos intergeneracionales? ¿Dónde el debate sobre la vigencia y las sombras de su figura? La feria lo celebra, pero no lo interroga.
Italia, en contraste, sí trajo complejidad: Ilaria Gaspari, Marta Cai y Nadeesha Uyangoda ofrecen miradas frescas sobre la identidad, el deseo y la otredad. El ciclo de poesía curado por Claudio Pozzani conecta con la tradición y la contemporaneidad. Los ilustradores y autores de novela gráfica participan en conversaciones que dialogaban con el presente, no solo con el archivo.
Otro flanco débil es la programación juvenil, dominada por autoras de Wattpad y fenómenos virales que, si bien convocan público, desbalancean la oferta. En lugar de incluirlos como parte de un ecosistema diverso, se les ha otorgado protagonismo casi absoluto, dejando fuera a propuestas juveniles más arriesgadas o con enfoque social. La feria parece no distinguir entre popularidad e impacto cultural.
El espacio para editoriales independientes, siempre relegado, vuelve a ser marginal. Sin un pabellón propio ni una agenda de visibilidad, las pequeñas editoras sobreviven a la sombra de los grandes conglomerados. En Buenos Aires, sellos como Godot o Eterna Cadencia son actores centrales; en Lima, sus equivalentes peruanos no tienen voz ni presupuesto.
Y finalmente, el enfoque educativo sigue siendo el gran ausente. Ninguna mesa aborda de manera sustancial el vínculo entre lectura y escuela pública, ni la crisis estructural del libro de texto. Tampoco se discute la precariedad de las bibliotecas o la ausencia de políticas sostenidas de fomento a la lectura desde el Estado.
En suma, la FIL Lima 2025 brilla por momentos —sobre todo gracias a Italia—, pero se apaga en su falta de riesgo. Se celebra a los clásicos, se endiosa a las estrellas de redes, se invita a nombres seguros. Lo que no se hace es incomodar, renovar, problematizar. Y sin eso, una feria no puede aspirar a más que a la autocomplacencia.
Cultura
Lima Gris Radio: Comenzó la Feria Internacional del Libro de Lima [VIDEO]

En el programa Lima Gris Radio, que se transmite todos los viernes de 5 a 6 p.m. por Radio Planicie, los conductores Edwin Cavello y Luis Felipe Alpaca criticaron varios temas de actualidad.
Comentaron sobre la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL), que este año tiene como invitado de honor a Italia, pero cuestionaron el alto precio de la entrada, que cuesta 10 soles, a pesar de que la feria se presenta como una organización sin fines de lucro.
En otro momento, comentaron sobre la gestión del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien anunció con bombos y platillos la llegada de trenes diésel tipo Caltrain. Sin embargo, señalaron que todo fue otra de sus mentiras, ya que actualmente no existen vías habilitadas para que esos vagones funcionen en Lima.
También mencionaron a su teniente alcalde, Renzo Reggiardo, quien está siendo investigado por el Jurado Electoral Especial (JEE) por supuestamente romper la neutralidad electoral al promocionar la candidatura presidencial de López Aliaga.
Finalmente, hablaron del precandidato presidencial Carlos Álvarez, quien ha sido criticado por sus vínculos con personajes como Vladimir Meza —presidente de su partido, actualmente en juicio oral por presunta colusión agravada— y Delsy Romero, Secretaria General Nacional. Ambos tienen un pasado polémico. Los conductores cerraron con una pregunta directa: ¿Dónde está Carlos Álvarez?

¿Qué películas o series están basadas en libros? ¿Qué programa de televisión está basado en un libro? Para aquellos que aman tanto las novelas como la televisión, existe un universo de adaptaciones de libros famosos. En este artículo, te proponemos un recorrido por algunas de las series más reconocidas inspiradas en libros.
Del libro a la pantalla: series adaptadas de libros
¿Qué series se destacan como adaptación de libros famosos? Algunos ejemplos son:
El cuento de la criada
Margaret Atwood ya era un nombre famoso en la literatura canadiense y mundial, pero la adaptación de su novela El cuento de la criada, serie lanzada en 2017, amplió su público aún más.
Este universo distópico presenta a Gilead (un nombre que recuerda a aquellos encontrados en la biblia), un estado autoritario en el que las mujeres fértiles son esclavizadas y usadas para concebir bebés.
Aunque la novela de Atwood tuvo una sola secuela (The Testaments, publicada en 2019), la serie cuenta con 6 temporadas, lo que significa una gran ampliación de la historia de la escritora canadiense.

Juego de tronos
George R. R. Martin publicó los primeros libros (considerada una saga, por contener más de 4 libros) de la Canción de hielo y fuego en los años noventa. Sin embargo, fue recién en 2011 cuando la serie de HBO emitió su primer episodio y dio origen a uno de los fenómenos más importantes de la televisión moderna.
Premios como los Emmy, los Golden Globe y muchos más sellaron el prestigio de esta serie, que ya había cosechado millones de espectadores (que, a su vez, también habían comprado millones de copias de los libros originales).
La serie duró 8 temporadas y presentó el mapa de los Siete Reinos, gobernado por aquel que se sentara en el Trono de Hierro. Esta concentración de poder da lugar a guerras y a conflictos entre las grandes familias de las diferentes regiones.
Así, las casas deberán usar todo su arsenal (desde ejércitos hasta estrategias, sin dejar de lado los dragones) para poder conquistar Poniente.
La casa del dragón
Después del final de Juego de tronos, Poniente todavía tenía historias para contar. La casa del dragón viene a contar la historia previa a Juego de tronos, cuando los Targaryen reinaban los Siete Reinos y la lucha por el control del Trono de Hierro era un conflicto entre familiares.
Esta precuela está basada en la saga Fuego y sangre (también de George R. R. Martin), aunque los guionistas moldearon ese material a su propio formato y con sus propias decisiones artísticas.
A pesar de que comparte muchas casas con Juego de tronos, esta serie se centra en la casa Targaryen y en la Danza de dragones que marcó su historia.Todavía se encuentra en sus primeras temporadas, pero promete más.
Sherlock
El personaje de Arthur Conan Doyle encantó a los lectores del siglo XIX y sigue fascinando a los espectadores de hoy en día. Aunque no sean pocas las adaptaciones de las historias del icónico detective (desde las películas Sherlock Holmes, protagonizadas por Robert Downey Jr. hasta la reciente Enola Holmes de Netflix), la serie de la BBC ha logrado destacarse.
Quizás sea por la estructura de la serie (tan solo 13 capítulos divididos en 4 temporadas, de 90 minutos aproximados de duración cada uno), por la actuación de Benedict Cumberbatch como Sherlock o por la cantidad de premios (desde Emmys hasta Critics’ Choice Television Awards, sin dejar de lado nominaciones a los Golden Globes); esta emisión, que se desarrolló entre 2010 y 2017 sigue siendo un éxito.
La maldición de Hill House
Shirley Jackson escribió esta novela en 1959; Netflix puso su atención en ella en 2018. Jackson fue una autora reconocida en el género de terror, y la serie sabe hacerle honor a ese tono, aunque tomó ciertas libertades creativas en su adaptación.

La producción de Netflix sigue a una familia que habitó Hill House, pero que no pudo abandonarla a pesar de haberse mudado lejos de ella. Así, los miembros de esta familia siguen atormentados por sus experiencias en la vieja mansión.
La serie cuenta con una temporada de diez episodios. Además, forma parte de la serie de antología The Haunting; conjunto que comparte con La maldición de Bly Manor, estrenada en 2020.
La maldición de Bly Manor
Esta segunda parte de la serie de antología The Haunting también está basada en un libro de gran éxito, aunque anterior a la aparición de la novela de Jackson. En este caso, a pesar de que la inspiración es más abstracta, la serie sienta sus bases en Otra vuelta de tuerca, del escritor norteamericano Henry James.
A pesar de las diferencias que puedan analizarse, la serie de Mike Flanagan respeta el aire terrorífico y la incertidumbre que caracterizan el relato de James. La producción de Netflix cuenta con una sola temporada de 9 episodios.
Anne (Anne with an “E”)
Ana la de Tejas Verdes es una serie de libros escritos por Lucy Maud Montgomery alrededor del 1900. Es uno de los clásicos de la literatura canadiense y uno de los clásicos de la literatura infantil a nivel mundial (aunque, en principio, se publicó sin un límite de edad en mente).
Netflix llevó esta historia a su plataforma en 2017, con un éxito que garantizó su expansión a 3 temporadas y un total de 27 episodios.
Tanto la serie como la novela cuentan las aventuras de Anne Shirley, una huérfana que es adoptada por los hermanos Cuthbert. Anne se destaca por su imaginación y su bondad, lo que hace que se vuelva muy querida en la comunidad de Avonlea.
Los Bridgerton
Las series de época ya eran queridas y famosas desde la aparición de Downton Abbey. Sin embargo, las novelas de Julia Quinn, que comparten ese aire de época, no habían sido adaptadas hasta que Shonda Rhimes (quien estuvo al frente de éxitos como Grey’s Anatomy) tomó las riendas del proyecto de Netflix y estrenó la serie en 2020. El éxito fue rotundo e inmediato: más de 82 millones de espectadores vieron Bridgerton en su primer mes.
Tanto las novelas como la adaptación de Netflix llevan al espectador a la sociedad londinense durante el período de Regencia, a principios del siglo XIX. Cada libro de Quinn y consecuentemente, cada temporada, se centra en uno de los hijos de la familia Bridgerton, parte de la aristocracia inglesa.
La primera temporada se centra en Daphne y en su historia con el Duque de Hastings. La segunda temporada se enfoca en la relación de Anthony y Kate y la tercera temporada cubre el desarrollo del amor entre Colin y Penélope. Cada temporada cuenta con 8 episodios y su éxito garantiza la publicación de más contenido.
Además de la serie principal, Netflix ha ampliado el universo Bridgerton con precuelas como La reina Carlota: Una historia de Bridgerton, que introduce al espectador a los orígenes de la Reina Carlota, un personaje que ya es conocido desde la primera temporada de la serie original.
Lo mejor de la literatura, lo mejor de la televisión
Propuestas que traen un aire nuevo a un clásico de siempre, que permiten establecer un diálogo entre un libro querido y una serie que ha convocado a millones en su propio tiempo; las adaptaciones siguen demostrando que las buenas historias siguen convocando espectadores.
Cultura
Mañana se inaugura la expoferia Ruraq Maki 2025
Tradicional feria de arte popular irá del 18 de julio al 29 de julio, en la sede central del Ministerio de Cultura.

Hecho a mano, eso significa en quechua Ruraq Maki, la feria más importante a nivel nacional donde artesanos de todos los departamentos del país saldrán a exponer y vender sus más elaboradas creaciones.
Esta edición marca un hito al congregar al mayor número de colectivos de artesanos y artistas tradicionales, teniendo a 210 colectivos presentes durante los días en que estará abierta la feria. Esa cifra representa el más alto número desde que Ruraq Maki fuera creada en el año 2007 por el entonces Instituto Nacional de Cultura (INC), dirigida en esa ocasión por la doctora Cecilia Bákula.
Entre los seleccionados para esta edición, hay 48 colectivos reconocidos oficialmente por el Ministerio de Cultura (Mincul) y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), así como 50 nuevos colectivos que participan por primera vez.
Además, los expositores representan a 17 pueblos indígenas u originarios y al pueblo afroperuano, y cuyas piezas están vinculadas con 35 manifestaciones culturales declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, o registradas como Denominación de Origen. Un sello que garantiza la calidad de las piezas y trabajos que podrán ser apreciados y adquiridos por el público asistente.
También se podrá encontrar la sección Gastronomía Viva, a cargo de la Casa de la Gastronomía Peruana, con platillos representativos de la cocina tradicional peruana.
A la vez, habrá talleres demostrativos, presentaciones de música y danzas tradicionales, y capacitaciones a favor de los colectivos de artesanos tradicionales participantes.

Según el Mincul, en 2024, se superaron en 58 % las ventas generadas por las ediciones del 2023, y la Edición Nacional Julio 2025 de Ruraq Maki, hecho a mano, busca superar los 2 millones de soles en ventas para el beneficio de los colectivos de artesanos y artistas tradicionales.
Entrada libre.
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