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CUENTO: EL JUEGO DE LAS BUENAS INTENCIONES

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El tren salió con quince minutos de retraso. Los pasajeros aún se estaban instalando en sus respectivos compartimentos cuando apareció el revisor para hacer las comprobaciones pertinentes. Los hermanos Núñez se situaron uno frente al otro, junto a la ventana, posición de privilegio si no tenías en cuenta el aire caliente o frío que procedía de la rejilla. Curtidos en estos trayectos nocturnos, llevaban abundante acopio de líquidos para evitar llegar a casa con la garganta seca y la lengua estropajosa.

Una vez cada tres meses hacían aquel viaje infernal, más de seis horas sentados en unos asientos completamente rígidos, con las piernas encogidas e intentando evitar que la gorda del medio les aplastara durante el sueño o morir asfixiados por la costumbre de algunos de quitarse los zapatos para ponerse cómodos. Ese olor áspero y agrio les adormecía las fosas nasales y casi era preferible que fueran compartimentos para fumadores y un amable acompañante fumara a intervalos de diez minutos, dando unas cumplidas chupadas a sus cigarrillos negros malolientes. Aunque eso obligara a ventilar de vez en cuando para evitar que los demás se ahogaran.

 

Los pasajeros que serían sus compañeros de fatigas aquella noche eran peculiares. El primero en entrar fue un hombre de unos cincuenta años, estatura media, cuerpo indefinido y cabeza sobresaliente, tras él una mujer que rondaría los 70, formato tanque, con el pelo muy corto y pegajoso, los ojos muy abiertos y una sonrisa generosa. Cinco minutos después apareció una mujer algo más joven que la anterior, ojos opacos y gesto serio, que seguía de cerca de un tipo de pueblo de piernas interminables y chapas marcadas. Las últimas en llegar fueron una chica ausente que se deshacía en gestos amables hacia la mujer que la acompañaba, una anciana estirada y reseca, con ojos de hiena, que observaba a la chica con desprecio.

 

Pablo, el más arrogante de los hermanos, se concentraba en su lectura sin prestarles atención. Odiaba viajar en segunda. Él prefería el coche-cama, aunque su padre era muy claro respecto a esos lujos: Hay que aprender a mezclarse con la plebe. Él podía entender esa idea, pero pasarse casi siete horas impregnado de olores desagradables como el que rezumaban las viejas o los tipos de campo era superior a sus fuerzas. Para su fino olfato aquellos aromas eran una agresión, le producían nauseas. Estudiaba medicina y no tenía intención de tratar con la gente vulgar, no soportaba sus estupideces, sus miedos, sus frustraciones. Él iba a ser cirujano, le parecía la opción más adecuada dadas sus habilidades. Sólo le quedaban un par de años de viajes frustrantes, después BMV y a mantener a la chusma a distancia.

 

Irene no aprende. Cualquiera le dice que parece una zorra con esos vaqueros ajustados. Luego se quejará de que el depravado que tengo al lado babee mientras la mira o de que el otro, el joven, le haga semejante radiografía. Tanta pierna le va a dar problemas. Menos mal que esta vez no hay soldados. Qué viaje me dieron en septiembre. Y esa manía de confraternizar con cualquiera. Dos palabras y se aburre con facilidad. Luego le toca aguantarles.

 

Irene era curiosa por naturaleza y saludó a todos conforme iban entrando. Se ofreció a ayudar a la señora que viajaba sola  a colocar su equipaje en la parte superior. Ella era muy alta y ágil y con un par de movimientos consiguió incrustar aquella bolsa negra y beligerante entre su maleta, la mochila cuadrada de tamaño mediano de la chica y la maleta roja de su acompañante. Por la forma en que la señora le dio las gracias descubrió que era extranjera y no tenía paciencia para hacerse entender. Escudriñó al resto de los pasajeros una vez más y no encontró nada de su interés. Esta vez si iba a dormir. Su hermano se pasaba leyendo la mitad del tiempo y la otra roncando. Tan guapo, tan inteligente y tan arisco. Ella no leía por principios, siempre encontraba cosas más fascinantes que hacer. Su cita en la manicura era el martes a primera hora, habían traído a una chica nueva, china para más señas, que preparaba unas uñas de porcelana muy elegantes y recordaba haber visto un vestido perfecto para nochevieja en el Vogue. Menos mal que en navidades no paraba en casa. Así se ahorraba el discurso de la responsabilidad.

 

La chica del fondo es un desastre. No podía vestirse peor y ese pelo liso tapándole media cara hace que tenga pinta de chucho. No me extraña que ni la miren. Estos babosos solo me miran a mí. Ya me están cansando. Sacaré alguna de las revistas que tengo en el bolso, si hago como que leo el tipejo ese raro no intentará hablar conmigo. Dios si hasta sonríe. Como esta señora siga expandiéndose no voy a poder respirar.

 

II

A Carlota le tocó en suerte lidiar con las piernas del tipo de pueblo y tardó unos minutos en encontrar la postura adecuada. Era incapaz de mirarle de frente. Esos ojos oscuros y redondos, con el blanco reluciente, le daban pavor. La gente la asustaba. Había estado demasiado tiempo encerrada en aquella casa con la única compañía de su tía, Doña Carmen como le hacía llamarla -con demencia senil la pobre-, y del chico del piso de arriba, Francisco. A él le conoció una noche, le vio asomado a la ventana de su cuarto y estuvo observándole unos minutos hasta que él se dio cuenta y sonrió. A la mañana siguiente decidió mandarle la primera carta, se acercó sigilosa hasta la puerta, anotó el piso y esa misma tarde escribió unas líneas en un trozo de papel, las metió en un sobre y lo echó al correo. Fue una sorpresa que le contestara y desde entonces siguieron escribiéndose. Tenía  a alguien con quien hablar. Las cartas eran lentas pero le gustaba recibirlas.

Todos los días las buscaba en el buzón y esperaba a llegar a casa para abrirlas, sola en su cuarto. A él le contaba como su tía se había olvidado completamente de ella, como la confundía con la hija de una vecina o con la chica de la limpieza y la mandaba a dormir a casa. Ella fingía irse, daba un paseo  más o menos largo, dependiendo de lo inquietante de la sugerencia, y luego volvía, abría con sus llaves y se metía en su cuarto como si nada. Día a día su tía desconfiaba más y más de ella, le pedía explicaciones y ya no sabía qué responder.

Doña carmen sólo olvidaba personas, detalles, aunque recordaba muy bien su infancia y escribía un diario. Lo mantenía escondido dentro de uno de los cajones de su magnifico armario centenario que tras la puerta tenía un enorme espejo de cuerpo entero en el que a Carlota le fascinaba mirarse. Se imaginaba a su tía desfilando ante él con los vestidos que había visto en las fotos. Era una mujer muy guapa. Siempre melancólica y reservada. Había tenido muchos pretendientes y los rechazó a todos. Acabó casándose con el médico de la familia, un hombre veinte años mayor que ella. No tuvo hijos y se quedó viuda pronto. Desde entonces vivía sola, no recibía visitas ni se prodigaba por casa ajena, hasta que le diagnosticaron la demencia y Carlota llegó a esa casa. Delante de aquel espejo, se veía tan diferente a su tía. Su pelo negro largo, liso y brillante caía sin ánimo sobre su rostro. Era muy pálida, ojos pequeños y gallinescos y unas ojeras negras y profundas que formaban parte de su cara como una cicatriz imborrable.

Su corta estatura y su voz grave y metálica la avergonzaban. Quiso ser bailarina –Eres demasiado bajita-le dijeron. Quiso ser actriz –Tienes una voz muy desagradable- le dijeron, así que desde entonces hablaba poco. Con su tía no necesitaba hablar, cumplía su cometido con eficacia sin decir una palabra. Cuando el vecino de arriba quiso conocerla se asustó. Siguió respondiéndole a las cartas y leía para él delante de la ventana, por las noches, como le había pedido. Aunque tomó la decisión de irse. Su tía no iba a notar su ausencia, así que compró una mochila, la llenó de libros y dejó que creyera que era la asistenta. Se despidió al terminar la jornada y se fue. Nadie iría a buscarla, nadie sabría donde estaba. Había desaparecido de verdad. Poco a poco era muy triste. No sabía adonde ir y se arrepintió al alejarse demasiado. Aquel día al llegar, como si su tía hubiera recuperado la memoria por un instante, la propuso hacer un viaje largo y esa misma noche se subieron al tren en dirección Granada.

 

Desde que me subí al tren tengo la sensación de que mi tía ha tramado un plan. Creo que este viaje lo ha preparado para dejarme abandonada a la primera oportunidad. Parece que está esperando a llegar a Granada para escabullirse, para perderse por las calles de esa ciudad que no conozco. Es lo bastante retorcida para hacerlo. Lo malo es que si lo hace me tocará buscarla porque como se le olvide qué hace aquí va a tener un ataque de pánico. Me mira de una forma diferente, da miedo. El chico rubio de la ventana tiene unos ojos preciosos y una cara perfecta. Viste tan bien además. Me recuerda a un actor de cine.

 

III

Doña Carmen observaba a aquella extraña que tenía cuarto propio en su casa, que le cogía los libros de la biblioteca, que se colaba en su habitación para registrar sus cosas. Una vagabunda que fingía ser su sobrina, la cara que veía cuando se despertaba asustada en mitad de la noche desde hacía años. Tenía pesadillas con Marina, su hermana muerta, veía en sus sueños aquel horrible accidente una y otra vez. La veía hundiéndose en el agua mientras ella miraba sin poder hacer nada porque nunca aprendió  nadar. Eran niñas bien y no hacían ese tipo de cosas. Su hermana se hundió poco a poco porque el vestido se hinchó y la mantuvo a flote unos instantes y de repente desapareció bajo el agua.

Solo quedaba el lazo verde esmeralda que llevaba en el pelo, flotaba como un alga marina, ancha y plana. Y ella se quedó observándolo callada. No gritó, no avisó a nadie, abrió la boca y fue incapaz de emitir sonido alguno. Su padre apareció de improviso frente a ella preguntando por Marina y ella señaló el lazo y empezó a llorar desconsolada. Él se lanzó al agua y poco después salió con el cuerpo inerte de su hermana entre los brazos. La tumbó sobre el embarcadero y dándole golpes en el pecho y besos intentaba que se moviera, pero no se movía. Cuando le soltaba la cabeza esta se caía hacia un lado y aquellos ojos abiertos, nublados, se clavaban en ella. Sólo estaban jugando, había sido un empujón, no tenía que haberse caído al agua, ella tropezó. Su padre gritaba desesperado y preguntaba una y otra vez qué había pasado -Tropezó papa, salió corriendo, tropezó y se cayó al agua- repetía ella. Marina no la iba a delatar. Cuando su padre  se llevó el cuerpo de su hermana ella se agachó a recoger el lazo, se lo había cogido sin permiso. Sólo lo quería recuperar. Sin embargo, desde ese día, cada noche volvía al embarcadero del abuelo y cuando la empujaba la que caía era ella. Notaba como sus pulmones se llenaban de agua, la presión era insoportable. Se despertaba sudando, tosiendo y muerta de frío. La extraña la limpiaba el sudor, la abrigaba y se quedaba a su lado leyendo en voz alta hasta que se calmaba y se volvía a dormir.

 

Este señor es repugnante, que descarado, como mira a la chica de la ventana, claro en esta ni se fija. Transpira como un cerdo y qué hace con las manos, tiene unos dedos tan feos, gruesos y blandengues, como esas salchichas a manchas de la carnicería. Que manera de agarrar el periódico. Dios sabe en que estará pensando.

 

-Doña Carmen ¿Quiere agua?-.

-No tengo sed-.

-¿Y algo de comer? He traído sándwiches de pollo y de atún-.

-¿El de atún lleva huevo?-.

-No. Se que le sienta mal-.

-Sin huevo no lo quiero-.

-Pero Doña Carmen tiene que comer algo. El viaje es muy largo-.

-No tengo hambre y déjame dormir que con lo incómodo que es este asiento me duelen todos los huesos-.

-Lo siento Doña Carmen-.

 

Doña carmen cerró los ojos para cortar la conversación. No soportaba hablar con ella. Esta chica se toma unas libertades. Decirme a mi lo que puedo y no puedo comer. Que voz tan desagradable tiene.

 

Carlota volvió a guardar en el bolso la comida y la bebida. Ella no comía nunca después de las doce.

Creo que jamás me ha llamado por mi nombre, ni siquiera cuando era niña y la iba a visitar con mis padres. No se ha olvidado de mí. No sabe quien soy.

 

IV

Federico no apartaba los ojos de la pelirroja, los de ella eran verdes y era una chica despampanante, de piernas largas, de esas que solo veía en las revistas del kiosko por el que pasaba cada mañana para ir a trabajar. Solía pararse a mirarlas y luego seguía su camino porque ese tipo de mujeres jamás le miraron a él. Ningún tipo le miró nunca. Esta vez la pelirroja le sonreía y él se atrevió a intentar una respuesta más directa. La chica apartó la vista y se concentró en la señora enorme que tenía al lado, sus brazos rebosaban de tal forma que la arrinconaban contra la ventana. Por lo visto su curiosidad por él quedó satisfecha muy rápido. Realmente él era un personaje anodino de esos que nadie ve, pasaba desapercibido con facilidad.

De niño fue un oyente contumaz de conversaciones ajenas, en la adolescencia descubrió el placer de espiar la correspondencia de otros a través de las cartas que su hermana le enviaba a aquel novio suyo que estaba haciendo la mili en Lugo. Demasiado insulsas para su gusto. Sin embargo, el hecho de abrir los sobres con cuidado, apropiarse de los pensamientos íntimos de ella y volver a cerrarlas sin delatar su intrusión, le suponía una satisfacción indescriptible. Ante propios y extraños era un chico diligente y amable que se ofrecía solicito a recorrer tres manzanas de distancia para depositar la carta en el buzón más cercano. Era empleado de correos desde los veinte años, una verdadera vocación. Acababa de cumplir los 50 y su adicción había ido en aumento. Tenía acceso a las sacas de reparto y desde su primera semana en aquella oficina no podía evitar extraer un montoncito de cartas y observarlas detenidamente, elegía la afortunada para ser inspeccionada en base a la letra, el nombre del destinatario o del remitente, el tipo de sobre. Era un verdadero ritual para el que se tomaba su tiempo. Una vez hecha la selección dejaba las demás en su lugar y procedía a abrirla con pericia de cirujano. Durante los primeros meses se conformaba con leer una a la semana, poco a poco fue necesitando que fueran dos, luego tres, luego una diaria. Odiaba el día de descanso. Llegó un momento que consiguió apropiarse de algunas de aquellas cartas y las leía en casa, tranquilo sin estar pendiente de ser descubierto.

El lunes aparecía con un paquetito bajo el brazo al que nadie daba importancia y devolvía cada una a su saca correspondiente. Se convirtió en todo un experto en distinguir la edad aproximada de los que escribían las cartas, los estados de ánimo, las intenciones. La correspondencia no tenía secretos para él. Incluso llegó a tener autores favoritos. Le siguió la pista a un chico que escribía a su novia cartas de lo más explícitas y sugerentes aunque nunca encontró las que iban destinadas a él y mira que las buscó. Sin embargo, ese trabajo era más complicado. En las de él llegó a establecer la periodicidad y las buscaba en la saca correspondiente en las fechas adecuadas pero se volvió muy peligroso, no podía despertar el recelo de sus compañeros, al retrasar la entrega de las sacas, y tuvo que abandonar y seguir leyendo cartas al azar.

Algunas le rebelaban secretos inconfesables, otras eran insulsas como las de su hermana, otras narraban verdaderas historias increíbles, cada una con su propio encanto. Le intentaron ascender, sacarle del almacén y se negó tantas veces que sus jefes le dieron por perdido, así él siguió disfrutando de sus lecturas. Durante años rechazaba las vacaciones argumentando que era la época de más trabajo, se limitaba a cobrarlas y seguía en su puesto. Aquel año le obligaron por culpa de una nueva normativa de la empresa y ahora se sentía perdido.

 

Esa momia me está poniendo nervioso. ¿Por qué me mirará tanto? Y con esa cara además, ni que le hubiera hecho algo. Y la señora esa tan grande sigue aplastando a la pelirroja, va a acabar comiéndose la ventana, con la vieja no se atreve, tiene gracia como encoge el brazo, no quiere ni rozarla. Parece extranjera por lo colorada. Y ¿Por qué está tan pendiente de la otra señora y del chico extensible? A lo mejor les conoce de algo.  

 

V

Katerina estaba de vacaciones en España, todo le llamaba la atención y aquel chico tan larguirucho con ojos muy negros y piel curtida le parecía interesante. Le recordaba a los peones que trabajaban con su padre cuando ella era pequeña. Parecía que el tiempo se hubiera detenido en aquella cara. El mismo gesto frío y agresivo, reticente a la amabilidad, desconfiado y tan poco atento con la madre. Habían intercambiado apenas dos palabras aunque la actitud de ella era evidente. La mirada perdida, la distancia prudencial, dándole espacio para que se recostara con comodidad, las manos sobre el regazo, encogiéndose, y las vituallas que sujetaba y preparaba con mimo para él.

Aquel tipo seguro que era de buen comer y ella solo picotearía las migajas. Era como estar ante Pim y su madre, Mieke. Echaba de menos a Klaus, a él le hubiera encantado aquel viaje, se había ido hacía dos años pero no se hacía a la idea. Desde entonces cada lunes ponía una vela delante de su foto y hablaba con él. Ella ya era enfermera cuando le conoció, tan guapo con su uniforme de militar. Se casaron con prisa porque le destinaron a Curaçao y allí nacieron sus dos hijos: Marteen y Monique. Aquella época fue una de las mejores de su vida, adoraba el sol, la playa, aprendió algo de español con la criada de la casa, era de Santo Domingo, Rosa, muy divertida, muy loca. Quería ser peluquera y también daba masajes. Se había hecho amiga de un acupunturista chino que le enseñaba algunos trucos. Le daba recetas de bebidas milagro y ella, como alumna disciplinada, lo probaba todo con Katerina. Algún dolor de estómago si le tocó sufrir pero en general todas las pócimas eran inocuas, beneficiosas según ella para los riñones, el corazón, curaban migrañas y toda una lista de molestias.

Desde luego la que le preparó para el asma tuvo unos resultados fabulosos. Cuando el mayor de sus hijos cumplió los 10 años decidieron volver y Klaus consiguió el traslado a Holanda con facilidad. Fueron unos años muy tranquilos, los niños se hicieron mayores y acabaron quedándose solos. Estuvieron de vacaciones en Turquía, en Grecia, en Italia, nunca en España. Llevaba prótesis de titanio en las rodillas desde hacía un año y la habían tenido que operar de cataratas hacía unos meses pero nada de eso le estaba dando problemas durante el viaje. Lo que más le preocupaba eran sus pulmones.

Era invierno y aunque en Madrid los notó pesados por culpa de la contaminación, no había hecho demasiado frío. Esperaba que en Granada el aire fuera más limpio pero trataría por todos los medios de evitar coger una pulmonía, en ella era lo habitual en cuanto se exponía a temperaturas extremas. Sus 40 años de experiencia  como enfermera no le servían de mucho en esos casos aunque le granjearan algunos privilegios en el hospital de su ciudad. Cuando necesitaba una operación, y ya llevaba cuatro en un año, le dejaban elegir fecha y hora. Siempre le decían: El que ingresa en el cuerpo pertenece a él para siempre. Era muy charlatana y no le costó nada entablar amistad con la iraní del final de la calle, Farida. Casada a los cuarenta con un señor de 70 que sufría continuas anginas de pecho. Cada vez que le ingresaban en el hospital los hijos del marido la echaban de casa y buscaba refugio en la suya. Cuando al marido le daban de alta volvía y así hasta la próxima. La primera vez que apareció llorosa y compungida la recibió sin pensárselo, ahora era una rutina. Se habían hecho muy amigas, incluso intentó que la acompañara a España pero el marido no le dio permiso y Farida se vio obligada a rechazar su invitación.

 

¿Me traje el libro que me regalo Monique? Si, está en el bolso. No lo voy a sacar, esperaré un poco. A lo mejor la madre del chico tiene ganas de hablar, mi español ha mejorado mucho el último año. ¿Empiezo yo la conversación o dejo que lo haga ella?

 

VI

Manuel observaba desconcertado a la chica pálida. Nunca había visto a nadie tan blanco, tan transparente. Estaba demasiado cansado. Su madre y él habían ido a preparar la casa de la hija de Doña Gloria. Se mudaba a la capital. Dos días pintando y limpiando antes de que llegaran los de la mudanza. Luego tocó ayudar a dejar todo en su sitio. Habían acabado deslomados pero la señora pagaba bien esos favores y necesitaban el dinero para las peonadas que les firmaba el tuerto y para los sellos. Con eso podrían cobrar el paro agrícola y les salvaba parte del año. Llevaba más de tres años trabajando en el cortijo que le traspasó su hermano, Miguel, aunque él tenía peor mano para eso. Miguel lo alquiló muy barato porque estaba en ruinas, de eso hacía muchos años. Su hermano lo puso en pie a base de trabajo y se dedicó a criar animales, ovejas y pollos, se le daba bien pero sin suerte. Una riada le mató a la mitad de las ovejas un año y otro perdió a la mayor parte de los pollos por culpa de una enfermedad, el veterinario no le salió caro pero se gastó una fortuna en medicación para los animales y se murieron igual. Además la novia se quedó embarazada y decidió cambiar de oficio. Ahora era camionero y aunque no pasaba mucho tiempo en casa, mantenía a su familia sin problemas, incluso tuvo suerte en el sorteo y estaba comprando una vivienda protegida. Todavía trabajaban juntos de vez en cuando, Miguel entregaba los animales a los compradores. Y todo lo tenían bastante organizado hasta que un día él calculó mal la capacidad del camión, fue demasiado avaricioso.

Como se iba a imaginar que haría tanto calor o que eran demasiados. Cuando abrieron la puerta y vieron que estaban todos muertos, aplastados, se pusieron a llorar como críos. Era mucho dinero perdido. Miguel dejó de hablarle durante unos meses, su madre sólo permaneció en silencio. Ese día cuando llegó de vuelta a casa después de haberse desecho de los animales le recibió muy alterada, más preocupada por él que por el desastre y él se acostó sin querer hablar del tema. Ella tampoco dijo nada. Ni una palabra sobre los sacrificios que habían hecho para cuidar a los animales. Llevaba toda la vida conduciendo sin carné y ahora los picoletos le miraban demasiado, los esquivaba el día de las multas programadas aunque empezaba a encontrarlos apostados en el cruce que le llevaba al cortijo. No tenía más remedio que dar la vuelta y desviarse por la rambla.

El trayecto era mucho más largo pero llegaba con tiempo para darles comida y agua a los animales antes de entrar a la obra. Su madre lo hacía por las tardes mientras él trabajaba. -Solo serán unos días- decía cada vez y enlazaba una obra con otra, no soportaba pasar tanto tiempo en el campo. Aquel cortijo era repugnante, apestaba y hacía un frío endemoniado. Concha, su madre, siempre le decía -Hijo yo no se lo que es calor desde niña- y él se reía, no la hacía mucho caso. Él quería vivir de otra manera pero era un penco para los estudios, por lo menos sabía leer y escribir porque su madre estaba aprendiendo ahora. Iba a unos cursos del centro de mujeres de la estación y cuando podía hacía prácticas en casa. Algún día dejaría de firmar con una x temblorosa. No sabía muy bien que hacer con Lola, después de diez años se había presentado diciendo que la niña era suya. Su madre era una ingenua y la creía. Él no se fiaba. Tampoco la creyó cuando se lo dijo la primera vez, antes de que naciera.

 

Aquella señora rubia tan grande me estaba poniendo muy nervioso, ¿Por qué me sonríe y me mira tanto? Podía haberme tocado enfrente la pelirroja del fondo, menuda jaca. Me toco la desabrida, mira que es mustia. Tiene los ojos de la fina, a esta lo mismo también la patea alguien. Esa perra sólo sabe quejarse, no aguanta una patada y mira que se las merece.

 

 

VII

-¿Manuel quieres comer algo?-

-Ahora no. Después-.

-¿Y no vas a dormir un poco? Yo te despierto-.

-No.-

 

Concha observaba a su hijo. Era guapo, se parecía a su padre de joven. Lo malo era que también le había heredado el carácter y aunque estuviera acostumbrada a bregar con ellos, a veces la hartaban. El mayor era más tranquilo, se parecía más a ella. Ella estaba a punto de jubilarse y sólo lo notaría en la pensión porque iba a seguir trabajando como siempre, dejándose la piel en el campo para ayudar al hijo y tratando de mantener el empleo en la casa en la que servía desde hacía muchos años. Doña Gloria la hacía trabajar como un animal y sólo pagaba bien los extras pero era algo fijo que no podía perder. Aunque era una tirana, viendo como trataba a los empleados del concesionario de su marido y al marido incluso, no podía quejarse. Debía caerle hasta bien. La vida de Concha había sido demasiado triste, tanto que muchas veces ni ganas tenía de recordarla, pero no lo podía evitar. Sobre todo ahora que a su madre se le estaba hundiendo el techo de la casa, donde vivía con su otra hija, y precisamente a ella le tocaba convencerla para que ingresaran cada una en una institución. El retraso mental de su hermana obligaba a que se separaran y por mucho que odiara a su madre le daba lástima ver como luchaba para seguir al lado de su hija. Se las hubiera llevado a vivir con ella, haciendo de tripas corazón, pero su marido se negó en rotundo y como él pagaba la casa y los gastos con su pensión no pudo hacer nada. Su madre tampoco hubiera querido vivir con ella. La relación entre ellas era complicada. Poco después de nacer la abandonó en la puerta de la casa de su padre.

Ella no podía criar a las dos hermanas y se quedó con la mayor, había tenido meningitis de pequeña y quedó mal, la madre era recolectora y trabajaba de cosecha en cosecha, pueblo por pueblo y cuidar de las dos le resultaba imposible. Su padre era un pastor trashumante, casado y con más hijos, y cuando se encontró a la niña se la quedó. Pero su mujer no podía ni verla, así que en cuanto empezó a andar le acompañaba a llevar a las ovejas a la sierra en julio y no volvían hasta septiembre. Vivian en una finca muy grande y la dueña se llevó a la niña a servir a la casa grande en cuanto cumplió los diez años. A los quince conoció a su marido, un peón de la finca, se quedó embarazada y desde entonces le soportaba. Iracundo y malencarado, siempre enfrentado al resto de los trabajadores. Un día se cayó de un tractor y consiguió que le dieran la baja por depresión. Nunca le vio deprimido, siempre tuvo ese carácter desagradable.

Dejó de trabajar y ella tuvo que partirse el lomo desde ese momento. Abandonaron la finca y se fueron a vivir al pueblo. Los hijos se fueron haciendo un futuro. Con el mayor las cosas iban muy bien y el pequeño había heredado lo vago del padre. Se mataba para ayudarle pero era un chico sin suerte. Para hacer todo más difícil había aparecido con una niña de once años la novia que tuvo mientras hacía la mili y se la había presentado como su nieta. Ella se hizo la loca al principio, aunque la cría era igual que su hijo y acabó cediendo. Manuel se negaba a reconocer a su hija porque la madre había sido novia de los dos hermanos casi al tiempo. A Concha le importaba poco cual de los hijos fuera el padre, mejor el pequeño para evitar más problemas. Tenía nieta nueva. Arisca, hosca, malencarada y guapa. Demasiado rebelde y bruta.

 

Que triste es esa chica. Pobrecita. La señora que va con ella me recuerda a mi madre. ¿Por qué la habla así? Ni siquiera la llama por su nombre. Tengo que hacer que Manuel me coma algo. Salimos de casa de la señora muy tarde y cansado y hambriento se pone insoportable. Si por lo menos durmiera algo. Si se duerme lo hago yo que cuando lleguemos solo tengo tiempo para llegar a casa y desayunar. Doña Gloria me estará esperando. Hoy toca limpiar a fondo los baños y la cocina.

 

 

 

VIII

-Pablo, ¿te vienes a fumar?-

-No, ve tú sola-

Irene avanzó hacia el pasillo y parecía que solo tendría que esquivar las piernas del último pasajero pero este se levantó de golpe y salió con ella. Se sentía incómoda. Aquel tipo la miraba de reojo y no decía una palabra.

Manuel observaba cada movimiento de la pelirroja pensando en qué momento sacar una conversación, no era muy charlatán, se pasaba demasiado tiempo con los animales o en la obra y con las mujeres era demasiado directo. Aquella chica parecía de las finas. No podía entrarle como a las otras. Él no tenía mala planta. Era alto, fuerte y con una cara interesante. Eso le decían siempre las chicas. La pelirroja ni le miraba. Se estaban acabando el cigarrillo y nada.

Irene, cada vez más nerviosa, apuraba el cigarrillo. Este tipo es un gañán. Mi hermano me deja con cada papelón. Tiró la colilla por la ventana y entró. No fumo sola más.

Manuel se terminó el suyo con calma. Que aires se da la tía. Lo espachurró contra la ventana y lo lanzó como había hecho ella. Volvió a sentarse y estiró las piernas todo lo posible para molestar a la mustia. Ella se revolvió en su asiento tratando de esquivar aquellos apéndices tan desagradables. Llevaba unas botas de militar, sucias y viejas. Y ya la había pisado un par de veces.

 

-Manuel. ¿Qué vas a hacer con Lola?-.

-Eso es cosa mía, no te metas, Concha-.

-Ya viste como llegó la última vez. Ese animal la va a matar-.

-¿Y que quieres que haga? Es su marido-.

-Se quiere llevar a la niña-.

-Es su padre. Eso pone en los papeles-.

-Tú sabes que no. Si la reconoces se irá. Es mi nieta Manuel-.

-Tú ya tienes una nieta-.

-Una cosa no quita la otra-.

-Déjame dormir-.

 

Katerina no conseguía entender toda la conversación aunque por los gestos se notaba que estaban discutiendo. El chico había cerrado los ojos y la señora parecía nerviosa y preocupada.

-¿Agua?- le ofreció

-No, gracias-

Aquella mujer era de pocas palabras y su español no era tan fluido como para empezar una conversación. Decepcionada volvió a colocarse en su asiento. Sacó el libro y se puso a leer. La única opción de conversación que le había parecido razonable se había esfumado.

 

IX

Pablo levantó la cabeza y de un vistazo rápido recorrió el compartimiento entero, nada de su interés. Se topó con los ojos entrecerrados y legañosos de Federico y los esquivó pero no pudo hacerlo con los lacónicos de Carlota. Le observaba disimuladamente y asustada no supo reaccionar. Se quedó paralizada. Con un gesto de desdén volvió a su lectura y Carlota, avergonzada, bajo la mirada, concentrándose en las manchas de barro de las botas de Manuel. Doña Carmen la dio un golpe en el brazo creyéndola dormida.

 

-Tengo hambre-.

-¿Quiere un sandwich de pollo?-.

-Si no hay otra cosa-.

-Tome-.

-Tiene mayonesa. Entonces cómetelo tú. ¿No has traído nada más?-.

-Galletas-.

-Eres una desconsiderada. ¡Qué clase de chacha tengo!-.

 

-¿Le gusta el queso? Yo he preparado demasiados bocadillos-.

-Gracias, señora-.

-Llámame Concha-.

-Gracias, Concha-.

-Bueno, me conformaré con esto si no hay nada mejor-.

-Perdone, es que mi tia..-

-¡Qué le vas a contar! ¡Qué estoy loca! Y encima me llamas tía, lo que hay que aguantar-.

-Doña carmen no diga esas cosas-.

-¡Mejor te callas!-.

-¿Quieres salir a estirar las piernas un rato?-.

-Me encantaría. Doña carmen ¿Puedo?-.

-¡Vete y si no vuelves mejor!-

 

Concha hizo que el hijo se moviera, refunfuñando porque empezaba a coger el sueño, para que la chica pudiera salir de su asiento. La pobre estaba en una postura imposible con las piernas encogidas y revirada.

Las dos salieron al pasillo.

-¿Tu tía siempre es así contigo?-

-No se lo tengo en cuenta. Tiene demencia senil y a veces se altera por cualquier cosa. Ya estoy acostumbrada-.

-Tienes mucha paciencia. Se parece mucho a mi madre y a veces no puedo con ella-.

-¿También tiene demencia senil?-.

-No, ella sólo es vieja y tiene mal carácter-.

 

Federico sentía curiosidad por aquellas mujeres tan solicitas y apocadas. Se pensó si salir a su encuentro, aunque se levantó enseguida, no era momento para dudas, aquellas salidas al pasillo solían ser muy breves y si no era rápido ellas volverían a entrar. Se acercó sonriendo y ofreciéndoles tabaco por si alguna fumaba. Daba por hecho que la mujer mayor no, pero la chica tal vez. Las dos rechazaron su ofrecimiento y él no desistió.

-¿Les importa que las acompañe? Es un viaje demasiado largo para estar todo el tiempo sentado ¿No creen? ¿Les molesta que fume?-

 

Ellas se hicieron a un lado, dándole acceso a la ventana, y las confidencias se interrumpieron para dar paso a una conversación a tres sobre los inconvenientes de los viajes nocturnos. Diez minutos dejando que Federico se explayara y escuchándole atentamente porque ambas eran muy educadas. Él intentaba estirar aquel cigarillo que le fue traicionando poco a poco y cuando no tuvo más remedio que dejarlo ir la compañía también se le fue. Concha entró la primera y Carlota justo después. Ambas se sentaron sin dirigirse la palabra, aunque la chica no dejaba de mirarla. No le he dicho mi nombre, ahora lo hago, la señora me cae bien, es simpática. Carlota sacó su paquete de galletas y estiró el brazo tímidamente

-Concha, ¿Quiere una galleta?-dijo apenas susurrando

Sin embargo, Concha, sumida en sus propios problemas, ni la escuchó, concentrada en los pasos que debía dar con su hijo para asegurarse poder seguir viendo a su nueva nieta. Aquella mujer ya estaba ausente. Se había olvidado de ella. Carlota, decepcionada, volvió a guardar su pueril intento de comunicación en el bolso. Comprobó que Doña carmen dormía placidamente, buscó la postura más cómoda que pudo encontrar y cerró los ojos. Federico esperó unos minutos antes de volver y saltando por encima de las piernas de Manuel, con toda la agilidad de la que era capaz -lo que casi se transforma en una caída libre sobre Doña Carmen- consiguió sortear el obstáculo. Con cierta dignidad recuperó la verticalidad y se sentó rogando para que su maniobra no hubiera despertado el interés de nadie. No tuvo suerte, los ojos inquisidores de Pablo fue lo primero que encontró de frente y, una vez sentado, la sonrisa burlona de la pelirroja le hizo odiarla profundamente.

 

Katerina ya había abandonado su libro y también luchaba por encontrar la posición perfecta para descansar, aunque la pelirroja se empezaba a quejar. Ya no era la chica amable de un par de horas antes. A todos les pasaba factura el cansancio y se mostraban irritables. Irene era muy educada, pero estaba harta de aquel brazo grueso, que se desparramaba en su asiento. El codo afilado de la señora se le clavaba en las costillas. Por mucho que intentara moverse no conseguía deshacerse de la presión y terminó por llamarla la atención. Sin embargo con aquella mujer las frases amables no servían de nada y por gestos se hizo entender. Una hora pensando como decírselo sin ofenderla, por una cuestión de respeto a la edad, y al final todo quedó en un –Señora, me está clavando el codo- a lo indio.

 

 

El silencio pesado y asfixiante que invadía el compartimento ayudó a que todos se fueran quedando dormidos. La última en conciliar el sueño fue Carlota, torturada por los ronquidos guturales y desacompasados de  Doña carmen y Manuel, arrinconada por las piernas de uno y el cuerpo encorvado de la otra, inclinado como un árbol azotado por un huracán y a punto de ser arrancado de la tierra.

 

X

Carlota despertó sobresaltada y al abrir los ojos descubrió que era la única pasajera, todos habían desaparecido. Como si nadie se hubiera percatado de su presencia. Se desperezó con dificultad, había dormido enroscada como un gato y al estirarse le dolían las piernas, las rodillas, los tobillos, estaba entumecida, tenía un brazo adormecido y le costo ponerse en pie. Comprobó el compartimento de equipajes y allí encontró su mochila, abandonada, solitaria. Se asomó al pasillo, intrigada, y pudo ver a una señora de la limpieza, con su bata azul pálido, restregando los cristales de las ventanas mientras farfullaba mohína. El revisor apareció por la puerta del fondo y se acercó a la señora, no podía oír lo que decían, le zumbaban los oídos pero las caras de indignación de ella y de nerviosismo de él daban a entender que estaban cortos de tiempo. Confusa se acercó al revisor y él le informó que el pasaje había bajado del tren hacía una hora. Incluso había recorrido vagón por vagón despertando a los rezagados, solía pasar. Se disculpó por no haberla visto y desapareció por la puerta del fondo del vagón con la señora. Carlota volvió a recoger su mochila y se dio cuenta de que olía a limpio, aquella mujer también había estado allí, el suelo estaba húmedo. Nadie la había visto. Como una maleta abandonada en un asiento, la habían ignorado. Se colocó su mochila en la espalda y sonriendo recorrió el pasillo camino del andén. Había desaparecido por un momento. Si lo intentaba conseguiría desaparecer del todo.

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Estefanía Farias Martínez. Cartagena, España (1970). Doctora en Filología Árabe por la Universidad de Granada. ¨Lo que hace un nombre¨ en Los omniscientes (julio 2014); ¨Yolanda¨ en Revista Contra Estudio y -¨Un acuerdo sin palabras¨ en Periódico Irreverentes.

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Ministro Juan José Santiváñez: “La desactivación del equipo que apoyaba a la Eficcop es un tema cerrado”

El nuevo titular del Mininter se mostró optimista y también mencionó que los principales ejes en su gestión son la lucha frontal contra la corrupción, “empezando por casa” y la lucha frontal contra la delincuencia y la criminalidad organizada.

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El exviceministro de Orden Interno y flamante ministro del Interior, Juan José Santiváñez, anunció a los medios que está de acuerdo con la desactivación del equipo especial de policías que apoyaba al Eficcop y enfatizó que el “tema está cerrado” y que está en manos de una investigación fiscal.

“Este tema está cerrado. Nosotros hemos formulado los fundamentos jurídicos que han sustentado la emisión de la resolución del cierre de ese equipo especial y en este momento ya todo está en una investigación fiscal”, respondió.

“Procederemos a defender y sostener cuáles fueron las razones por las cuales la resolución fue dictada. No ha habido ningún desbalance o falta de operatividad de resultados con respecto a la existencia de este grupo especial. Por ejemplo, al día siguiente que se dictó esta resolución no se detuvo al señor Boluarte y otras personas”, refirió el ministro.  

El ministro se mostró optimista y anunció Ejes en el Mininter

El ministro del Interior Santiváñez anunció que los principales ejes en su gestión son la lucha frontal contra la corrupción, “empezando por casa” y la lucha frontal contra la delincuencia y la criminalidad organizada. 

“Primer eje de mi gestión, vamos a limpiar la casa y vamos a defender la institucionalidad de la Policía Nacional del Perú”, manifestó y agregó: “Saliendo a las calles, saliendo a buscar a los delincuentes. No nos vamos a quedar detrás del escritorio”.   

Finalmente, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, evitó responder y dar un juicio de valor sobre la anterior gestión en el Interior; y más bien subrayó que si lo quieren juzgar o cuestionar a él, que lo hagan por su trabajo: “Si quieren cuestionar, cuestionen mi gestión que empezó ayer”.

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Patricia Morales tras su viaje a Iquitos fue designada como directora en el Viceministerio de la Producción

La asesora de la Gerencia General del Senamhi, renunció a su cargo el 16 de mayo, para asumir el cargo de Directora de la Dirección General del Despacho Viceministerial del Ministerio de la Producción. ¿Un premio tras su viaje a Iquitos?

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El ministro de la Producción, Sergio Gonzales Guerrero designó hoy a Patricia Lacey Morales Franco en el cargo de Directora de la Dirección de Sanciones de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción del Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción.

Resolución Ministerial N° 000204-2024-Produce.

Entre tanto, la señora Morales Franco se encontraba laborando hasta ayer como Asesora de Alta Dirección para la Gerencia General del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI). Dicho cargo lo desempeñaba desde el 10 de mayo del 2023 y tras presentar su renuncia, conforme a la Resolución de Presidencia Ejecutiva N° 047-2024-Senamhi/Prej, desde el 16 de mayo, asume su nuevo cargo como directora en Produce.

La designación de la abogada Morales Franco, se da tras la publicación de Lima Gris del día 15 de mayo titulada: “Gerente General de Senamhi viajó a Iquitos acompañado de su asesora para participar por cinco minutos en inauguración de un taller”.

En el informe periodístico se detalla que en dicho viaje a la selva se desembolsó dinero para pasajes de avión y viáticos del gerente general Luis Carranza Micalay y su asesora Patricia Morales Franco. El viaje duró del 24 al 26 de abril pasado, pero la participación en el evento del Gerente General solo fue de 300 segundos.

Publicación: “Gerente General de Senamhi viajó a Iquitos acompañado de su asesora para participar por cinco minutos en inauguración de un taller”.

Del Senamhi al Ministerio de Producción

Según nuestras fuentes, la señora Morales Franco habría sido recomendada para asumir el nuevo cargo en la cartera de Producción, por Juan Carlos Requejo Alemán, quien hasta este año trabajó con ella en Senamhi.  

Curiosamente, Requejo Alemán renunció a su cargo de Gerente General del Senamhi hace más de dos meses; es decir el 4 de marzo, y se trasladó al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego para desempeñarse como Asesor de la Alta Dirección del despacho ministerial, apenas por 35 días; porque desde el 9 de abril, el ministro de la Producción Sergio Gonzales lo designó como Jefe del Gabinete de Asesores del despacho ministerial de Produce.

Así se ejercen los cargos en el aparato estatal, más allá de cumplir con los Términos de Referencia (TdR) que establecen los diversos Reglamentos de Organización y Funciones (ROF) de cada entidad pública, algunos servidores pasan de entidad a entidad, gracias a la típica recomendación de un colega de turno, a pesar de tener cuestionamientos.

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Gobierno de Dina Boluarte nombró a hijo de Jorge Montoya como ‘Agregado Naval’ en Estados Unidos

El congresista Jorge Montoya se ha mostrado en contra de una vacancia presidencial y aseveró que se ha armado todo un show mediático en la Fiscalía para involucrar a la mandataria. Entonces surge la pregunta ¿A un capitán de fragata de la Marina le correspondería ser destacado como Agregado Naval en el exterior?

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Es de conocimiento público que el congresista de Renovación Popular y almirante en retiro, Jorge Montoya es uno de los más férreos defensores del actual gobierno de la presidenta Dina Boluarte; e incluso, ante la prensa asevera tajantemente que se ha armado todo un show mediático en la Fiscalía para involucrarla. Asimismo, ha manifestado que de ninguna manera está a favor de una eventual vacancia presidencial contra la mandataria apurimeña.

Así las cosas, resulta que, desde el 30 de agosto del 2023, el hijo del congresista Jorge Montoya, el capitán de fragata José Carlo Montoya Ruibal, fue nombrado en una Misión Diplomática por el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte para que preste servicios en representación de su institución como Agregado Naval en Estados Unidos hasta el 31 de diciembre de 2025.

Durante la gestión del cuestionado “vizcarrista” exministro de Defensa Jorge Chávez Cresta se emitió la Resolución Ministerial 00870-2023-DE, que nombró, entre otros, al hijo del parlamentario Montoya, el oficial Montoya Ruibal como Agregado Naval Adjunto a la Embajada del Perú en los Estados Unidos de América y como Oficial de Enlace en el Componente Naval del Comando Sur de la Marina del país norteamericano.

Resolución Ministerial 00870-2023-DE, que nombró a hijo de legislador Montoya como Agregado Naval en USA.

Entonces surge la pregunta ¿A un capitán de fragata de la Marina le correspondería ser destacado como agregado naval en el exterior? tomando en cuenta que, entre la lista de Agregados Navales nombrados, todos son capitanes de navío y un contralmirante; a excepción del hijo del legislador de Renovación Popular. 

Congresista Jorge Montoya se enfurece y se pronuncia

Tras esta noticia del presunto favorecimiento a su hijo por parte del gobierno de Dina Boluarte, el congresista Jorge Montoya denunció una supuesta difamación y adelantó que presentará proyectos de ley para que la difamación sea castigada con prisión efectiva.

“La falta de escrúpulos llega al extremo de implicar a mi propia familia para servir a intereses que, tanto el presentador como yo, sabemos están manipulados. Esta situación no me debilita, al contrario, me impulsa a promover leyes más estrictas que castiguen con prisión la difamación, no solo para los perpetradores, sino también para los responsables de estos medios que permiten y promueven esta práctica”, manifestó Montoya en su cuenta X.

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Ministro del Interior Walter Ortiz renunció al cargo

El ministro Walter Ortiz, despachó en el portafolio del Interior solo 45 días y ha presentado su renuncia al cargo, en medio de constantes cuestionamientos hacia el gobierno de Dina Boluarte. Además, asumió responsabilidad por la desactivación del equipo policial que apoyaba al Eficcop.

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Walter Ortiz asumió el cargo de titular de la cartera de Interior el 1 de abril, tras la salida del fallido ministro Víctor Torres Falcón, y tras prometer que implementaría una estrategia contra la criminalidad y tras no observar resultados favorables, renunció. La noche de ayer se confirmó su dimisión.

Ortiz apareció públicamente por última vez el martes pasado, cuando salió del Congreso de la República asumiendo la responsabilidad completa por la desactivación del equipo especial contra la corrupción.

Walter Ortiz defendió decisión de desactivar el equipo policial que apoyaba al Eficcop

Walter Ortiz, defendió la decisión de quitar el apoyo policial al Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción en el Poder (Eficcop), e insistió en que la conformación de ese equipo policial fue “ilegal e irregular”.

Walter Ortiz agregó que la resolución no contaba con fundamento jurídico. Además, asumió responsabilidad por la desactivación y mencionó que se han solicitado informes tanto al Ministerio del Interior, como a la PNP.  

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Gerente General de Senamhi viajó a Iquitos acompañado de su asesora para participar por cinco minutos en inauguración de un taller

Para el viaje a la selva se desembolsó dinero para pasajes de avión y viáticos de Luis Carranza Micalay y su asesora Patricia Morales Franco. El viaje duró del 24 al 26 de abril pasado pero su participación en el evento del Gerente General solo fue de 300 segundos. Buscamos el descargo de Luis Carranza pero prefirió el silencio.

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El jueves 25 de abril de 2024, en la ciudad de Iquitos se desarrolló el taller titulado “Bajas temperaturas en la región Loreto, 2024. El Rol del Senamhi ante el cambio climático y la gestión del riesgo de desastres”. El evento se realizó en el auditorio del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Senarp-Loreto) y fue organizado por el propio Senamhi.

Dicho taller estuvo programado únicamente por un día, entre la mañana y la tarde del 25 de abril pasado. El evento inició desde las 9.05 a.m. hasta las 6 p.m. donde se abordaron siete temas, a cargo de profesionales entendidos en las respectivas materias climáticas e hidrológicas.

A este taller del 25 de abril asistió el gerente general del Senamhi, Luis Alberto Carranza Micalay, acompañado de su asesora Patricia Lacey Morales Franco y lo curioso es que el funcionario de Senamhi, solo participó cinco minutos en un evento . Es decir, Carranza Micalay —que actualmente gana un salario de S/15 mil soles mensuales— viajó acompañado de su asesora con todos los gastos pagados de fondos públicos hasta Iquitos, para dar solo las palabras de inauguración. Su participación fue de 09:00 a 09:05 horas. Es decir, solo 300 segundos.

Luis Alberto Carranza Micalay, gerente general del Senamhi.

Gracias a Transparencia tuvimos acceso a la documentación donde se constata la programación del evento, pasajes de avión, viáticos y todo lo gastado en este viaje a Iquitos. Supuestamente el gobierno viene aplicando una política de austeridad, pero nos damos cuenta que en Senamhi (entidad adscrita al Ministerio del Ambiente,) al Gerente General Luis Alberto Carranza no le preocupa el despilfarro de dinero mientras ese dinero no salga de su bolsillo.

Programa de actividades donde se evidencia que Carranza solo participó cinco minutos.

Tras las actividades del taller, en el programa también se lee que el viernes 26 de abril se realizó una visita a la Estación de Mazán en la provincia de Maynas y luego al distrito de Yarinacocha. Es decir, un recorrido por los ríos de la isla bonita.

¿Por qué llevó a su asesora a Iquitos?

Al evento de Iquitos el Gerente General de Senamhi Luis Alberto Carranza Micalay, fácilmente pudo ir solo, ya que se trataba de una participación de solo cinco minutos en un evento institucional. Es decir, no era necesario el viaje de su asesora para una estadía tan corta de dos noches. La pregunta es ¿Por qué la llevó?

Asesora Patricia Lacey Morales Franco.

Aquí hay que señalar que fue el propio Carranza Micalay quien envió a la directora de la Oficina de Administración, un memorando de fecha 17 de abril pasado, para pedirle por la compra de dos pasajes a Iquitos y la asignación de viáticos, tanto para él y para su asesora Patricia Morales Franco. Tal como se puede verificar en el documento que lleva su rúbrica.

Memorando D000035-2024-Senamhi-GG enviado por Luis Alberto Carranza Micalay.

Asimismo, la asesora de la gerencia general, Patricia Lacey Morales Franco le envió un correo a Edith Lima Martínez, de la Oficina de Administración, para pedir con carácter de MUY URGENTE, la adquisición de dos pasajes a Iquitos para ella y Luis Carranza Micalay.  En el mail se lee: “Estimada, Edith. En atención a lo mencionado se solicita que se realice la adquisición de los pasajes para el gerente general y para mi persona en los siguientes horarios: Latam ida: 13:30 a 15:20. Latam retorno: 15:50 a 17:40”.

Fuente: Transparencia.

¿Cuánto desembolsó el Senamhi por el viaje del gerente general y su asesora?

En total, el Senamhi gastó por ambos acompañantes la suma de S/2584 soles, para asistir a Iquitos por tres días. El Senamhi transfirió a Latam Airlines US$ 148.16 dólares (aproximadamente S/552 soles), por el ticket aéreo de Luis Carranza Micalay, cuya salida de Lima-Iquitos fue el 24 de abril de este año y el retorno el 26 de abril. El mismo desembolso se hizo para el ticket aéreo de su asesora Patricia Lacey Morales Franco.

Ticket aéreo para Iquitos de Luis Carranza Micalay.

Asimismo, para Carranza Micalay y su asesora Morales Franco, el Senamhi les asignó S/740 soles para cada uno, para sus gastos de viáticos por comisión de servicios, que incluyeron hospedaje, alimentación y movilidad.

Entre los gastos figuran hospedaje en el Hotel El Dorado, ubicado en jirón Napo 362, Iquitos. El hotel factura con la razón social de Turismo Santa Isabel S.R.LTDA. También se observa facturas de gastos en alimentación en Iquitos Produce E.I.R.L, Delfín Amazon Cruces S.A.C y Restaurante Peña Turística el Sombrero de Paja.

Fuente: Transparencia.

La asesora Patricia Morales Franco para sustentar sus gastos que no tienen factura, presentó un cuadro con precios inflados. Como se sabe, en la ciudad de Iquitos el costo de transporte en moto (ya que no se usa autos) es máximo de 5 a 6 soles. Sin duda, estos precios de movilidad sacarán más de una sonrisa a nuestros lectores de Loreto. Y esta declaración jurada quedará como un grosero hecho anecdótico. En la siguiente imagen pueden ver los costos detallados de la movilidad.

Fuente: Transparencia.

Cabe mencionar, que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) es un organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, y su misión es generar y proveer información meteorológica, hidrológica y climática para la sociedad peruana. Es decir, como es una entidad del Estado, sus fondos también proveen de él y por lo tanto son públicos.

Luis Carranza Micalay ya tiene experiencia laboral en el aparato estatal y trabajó en el Indeci a cargo de Jorge Chávez Cresta. Y de ser secretario general, en plena pandemia en agosto de 2020, pasó a ser jefe y asumió la encargatura del Instituto, luego que Chávez Cresta asumiera la titularidad del ministerio de Defensa. La norma la firmó el expresidente investigado Martín Vizcarra.

Así las cosas, tras haber autorizado el viaje a Iquitos del gerente general del Senamhi, Luis Carranza Micalay para su participación de solo 5 minutos en un taller, ¿por qué gastar los fondos del Senamhi para el traslado de su asesora? ¿Cuáles fueron las razones para incluirla? ¿Realmente hubo necesidad de llevarla? varias respuestas que contestar, porque esto parece más un viaje turístico con compañía.

Asesora Patricia Lacey Morales.

Antes del cierre de este informe, Lima Gris se comunicó con el señor Carranza Micalay y la señora Morales Franco para obtener sus descargos pero no tuvimos respuesta. Luego nos contactamos con Soledad Arévalo Leveau, ejecutiva de Comunicación e Información del Senamhi, quien nos propuso que la entrevista para el descargo del señor Luis Carranza sea recién el lunes por la tarde de la próxima semana. Le respondimos que estuvimos el día de ayer esperando el descargo que nunca llegó, y que el informe de todas maneras iba a ser publicado hoy.

Esperemos que al menos el ministro de Ambiente Juan Carlos Castro Vargas, tenga una respuesta sobre el manejo de los recursos públicos de su sector. Además, que la presidenta Dina Boluarte nos expliqué ¿qué pasó con la política de austeridad en su gobierno? ¿Así es como se gasta el dinero en un país con casi 10 millones de pobres?

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Candidato a contralor, Pedro Cartolín falló a favor de anular sentencia por demanda de alimentos contra César Acuña

Pedro Cartolín, cuando fue miembro de la Corte Suprema, en su calidad de ponente resolvió a favor de una demanda de amparo presentada por César Acuña, para anular la sentencia del Juzgado de Familia, que fijó en S/90 mil soles la pensión alimenticia para su último hijo.

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Gracias a la reciente decisión de la Subcomisión del Congreso, Pedro Cartolín se encuentra en carrera como candidato para ser el nuevo contralor general de la República, y para ello deberá pasar a la siguiente etapa del proceso en la Comisión Permanente. Y tras ser evaluado en dicho grupo de trabajo, su selección pasaría al Pleno para decidir si es que reemplazará a Nelson Shack.

Sin embargo, tras registrar investigaciones fiscales por la comisión del presunto delito de usurpación de la función pública o de la autoridad militar y policial por resistencia a la autoridad y por habérsele impuesto 5 papeletas por cometer diferentes faltas de tránsito; otro dato que llama la atención sobre Pedro Cartolín, es su participación como miembro de la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Lima, y que en su calidad de ponente resolvió a favor de una demanda de amparo presentada por el actual gobernador regional de La Libertad, César Acuña.

Expediente N° 37577-2023 de proceso de amparo que resolvió a favor de César Acuña.

En dicho proceso de amparo, Cartolín Pastor resolvió a favor de anular la sentencia decretada por el Juzgado de Familia de Lima, que fijó en S/90 mil soles la pensión alimenticia a favor del último hijo del dueño del partido político Alianza para el Progreso (APP).

En el documento del amparo, Cartolin recomendó que se revoque la sentencia emitida por la Segunda Sala Especializada Civil de Trujillo, que declaró infundado el recurso de apelación de Acuña Peralta.

Decisión que revoca la sentencia que declaró infundado el amparo presentado por César Acuña.

«En consecuencia, habiendo establecido que los argumentos expresados en los agravios del recurso de apelación referidos a las falencias en la motivación tienen sustento, se verifica que la apelada no ha sido emitida conforme a derecho y de acuerdo a los antecedentes, consideraciones por las que la venida en grado debe revocarse y declararse fundada; en consecuencia corresponde declarar la nulidad de la sentencia signada con resolución número seis, de fecha diez de julio del año dos mil veintitrés, Expediente N° 02974-2023-0-1801-JR-FC-17, debiendo el juez de la causa expedir nueva sentencia con arreglo a ley», se trascribe en el fallo.

Cabe remarcar, que hoy por la mañana, la Subcomisión del Congreso aprobó la candidatura de Pedro Cartolín para postular como contralor general, gracias a los votos de María Acuña Peralta (APP) y de José Luna Gálvez (Podemos Perú), quien en el mes de abril de 2023 lo presentó como candidato a Defensor del Pueblo. 

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Pese a que Machu Picchu se hunde, ministra de Cultura aprueba protocolo que aumenta aforo a 5,600 personas por día [VIDEO]

A pesar que el hundimiento de Machu Picchu se acelera a 15 centímetros cada año, la ministra de Cultura Leslie Urteaga a través de una Resolución Ministerial, ha dispuesto los circuitos habilitados y a partir del 1 de junio la ciudadela inca recibirá 5,600 personas por día. Esto es un claro atentado cultural que ha encendido las alarmas a nivel internacional.

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El Ministerio de Cultura a cargo de Leslie Urteaga, aprobó hoy el protocolo para la gestión de visitas a la Llaqta (ciudadela inca) de Machu Picchu, ubicada en la provincia de Urubamba, región Cusco.

La Resolución Ministerial N° 000207-2024-MC, publicada por el diario oficial El Peruano y firmada por la cuestionada ministra de Cultura, Leslie Urteaga, establece los tipos de circuitos habilitados y el aforo máximo de 5,600 personas por día para el periodo, del 1 de junio al 15 de octubre de 2024; y del 30 al 31 de diciembre de 2024.

Asimismo, indican que el inicio de la venta de boletos adicionales se informará a través de la página web del Ministerio de Cultura.

Resolución Ministerial N° 000207-2024-MC, firmada por la ministra Leslie Urteaga.

Nuevos circuitos de visita turística  

El Ministerio de Cultura también indica que a partir del 1 de junio de 2024 entran en vigor los nuevos circuitos de visita turística para la llaqta o ciudadela inca de Machu Picchu. En esa línea, los turistas que hayan adquirido los boletos de ingreso con anterioridad al 1 de junio de 2024, deben adecuarse a los nuevos circuitos, según las siguientes equivalencias:

Circuito 1 o 2: Llaqta de Machu Picchu

Circuito 1 o 2: Llaqta de Machu Picchu y Puente Inca.

Se puede elegir, de acuerdo con el aforo disponible, entre los siguientes dos circuitos:

Circuito 2 o Circuito de la Llaqta / Machu Picchu Clásico:

Se puede elegir cualquiera de las siguientes rutas, según el aforo disponible:

Ruta 2-A: Ruta diseñada

Ruta 2-B: Ruta terraza inferior

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Ruta 3-B: Ruta diseñada.

Circuito 3: Llaqta de Machu Picchu y Montaña Machu Picchu.

Se puede elegir, de acuerdo con el aforo disponible, entre los siguientes dos circuitos:

Circuito 1 o Circuito Panorámico

Ruta 1-A: Ruta hacia Montaña Machu Picchu

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Ruta 3-B: Ruta diseñada

Circuito 4: Llaqta de Machu Picchu y Wayna Picchu

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Ruta 3-A: Ruta Montaña Wayna Picchu

Circuito 4: Llaqta de Machu Picchu y Huchuy Picchu

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Se puede elegir cualquiera de las siguientes rutas, según el aforo disponible:

Ruta 3-B: Ruta Diseñada

Ruta 3-D: Ruta Huchuypicchu.

Los circuitos vigentes hasta el 31 de mayo de 2024 tienen equivalencia solo en determinados circuitos vigentes desde el 1 de junio de 2024.

La norma indica, además, que los visitantes que vienen del Camino Inca a la Llaqta o ciudadela inca de Machu Picchu mantienen el recorrido previsto en sus boletos de ingreso durante el año 2024.

Tabla de equivalencias de circuitos de vistita turística.

Horario de ingreso

La resolución establece que el horario de ingreso a cada circuito es el consignado en su boleto de ingreso. Se cuenta con una tolerancia de treinta (30) minutos para el ingreso a la Llaqta de Machu Picchu en temporada baja y de cuarenta y cinco (45) minutos en temporada alta.

Luego de este plazo, el visitante no puede ingresar a la Llaqta de Machu Picchu, salvo por motivos de fuerza mayor o caso fortuito debidamente demostrados.

Machu Picchu se hunde 15 centímetros cada año y ministra de Cultura aumenta el aforo

Machu Picchu cada año se hunde 15 centímetros, y la ministra de Cultura contra todo pronóstico y mediante una resolución firmada por ella, aprobó el aumento del aforo al santuario inca de 4,044, a 5600 personas por día desde el 1 de junio.

El hundimiento de Machu Picchu es una noticia que ha impactado a todo el mundo, y una de las causas de su hundimiento y deterioro se debe al número de turistas que lo visitan anualmente.

En vez de reducir el aforo para contrarrestar el hundimiento, desde el Ministerio de Cultura lo que hacen es acelerar el deterioro y hundimiento, aumentando el aforo brutalmente. A pesar que su suelo se hunde a un ritmo asombroso, esto no parece importar a la propia ministra de Cultura y a los empresarios turísticos, quienes se han convertido en una especie de vampiros de la arqueología.

Ministra de Cultura Leslie Urteaga, aprueba cuestionada resolución que atenta contra patrimonio en Machu Picchu.

Una vez más, nos damos cuenta que Leslie Urteaga es una ministra sin cultura, atenta contra nuestro patrimonio cultural con la finalidad de beneficiar a un puñado de empresarios.

Aquí, las declaraciones de la ministra de Cultura Leslie Urteaga que desde hace unos meses ya tenía planeado incrementar el aforo de la llacta de Machu Picchu; y los comentarios de nuestros panelistas en el programa de Lima Gris.

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Fiscal de la Nación exige al gobierno que reponga al equipo especial de la PNP que apoya a Eficcop [VIDEO]

El interino Juan Carlos Villena se pronunció para apoyar a los fiscales que combaten la corrupción y exhortó al Poder Ejecutivo reponer al grupo policial que apoyaba al equipo que lidera Marita Barreto.

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El Fiscal de la Nación interino Juan Carlos Villena, exige al gobierno, específicamente al Ministerio del Interior la inmediata reposición del equipo especial de la Policía Nacional que apoyaba al Equipo de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Eficcop), tras ser recientemente desarticulado por orden del gobierno de Dina Boluarte.

«La ciudadanía no debe tener duda que los fiscales del Ministerio Público defenderemos la legalidad en todas las instancias y especialidades», refirió Villena en la ceremonia del 43° aniversario del Ministerio Público.

El titular del Ministerio Público remarcó la importancia de mantener la legalidad y la integridad de las instituciones judiciales y resaltó la necesidad de apoyar a los fiscales que se dedican a combatir la corrupción. 

Según la tesis de la Fiscalía, la presidenta de la República, Dina Boluarte, habría ordenado a la presunta organización delictiva “Inteligencia criminal en la sombra” que realice acciones para “desacreditar, quebrantar y desmembrar” el Equipo Especial de Fiscales contra la corrupción del Poder (Eficcop) y al equipo especial de policías que, solo hace 24 horas fue desactivado.

Según acta del Ministerio Público, se hallaron elementos de convicción respecto a que altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP) habrían coordinado con la presidenta Dina Boluarte la destitución del coronel Harvey Colchado de la jefatura de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac).

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