Si buscas la verdad, prepárate para lo inesperado, pues es difícil de encontrar y sorprendente cuando la encuentras. Heráclito.
I.
Vivimos en una etapa histórica de una intensa crisis a nivel político. Lo más trágico es que esta crisis política, en nuestro país, halla su debido correlato en los planos intelectual y artístico, sin mayores distinciones entre ellos.
Sería vano enumerar todos los elementos que conforman la mediocridad habitual de la escena artística peruana contemporánea, pero si debemos señalar que esta casi no ofrece excepciones.
En este sentido, el presente artículo tratará de esclarecer algunos conceptos respecto de una exposición que actualmente se realiza en la ciudad de Trujillo, “Cuando la Gráfica es Amarga” de Álvaro Portales, por considerar que es un buen ejemplo de la circunstancia descrita en las líneas anteriores.
II.
Esta exposición fue objeto de una ligera controversia hace un tiempo, específicamente en el mes de octubre de este turbulento 2016, puesto que se le censuró en un espacio que correspondía al Gobierno Regional de La Libertad.
Fui el primero en escribir al respecto en mi ciudad porque estoy en contra de toda forma de opresión y de estulticia y creí que era lo que correspondía habida cuenta del permanente silencio de Trujillo sobre todos estos temas polémicos que requieren de pronunciamientos, manifiestos y críticas. En caso que el lector guste revisar aquel documento, le facilito el enlace pertinente: https://www.limagris.com/la-censura-alvaro-portales-trujillo/.
Pese a la solidaridad que expresé en ese momento hubo muchos elementos que no fueron esclarecidos por los agentes intervinientes tanto en la muestra como en la censura y como indiqué en su oportunidad “Se entiende que en el inicio de esta gestión hubo un documento suscrito por el artista y por el representante de la institución donde se iba a realizar la muestra. Obviamente, ante este incumplimiento, a Álvaro Portales -y al resto de los involucrados- le queda la opción de recurrir ante el órgano jurisdiccional correspondiente a cuenta de ser acreedor de una indemnización por daños y perjuicios. De esta manera, se marcaría un precedente respecto de los límites y consecuencias que puede tener la censura en este país, la que generalmente sucede y queda impune como si no hubiera pasado nada, mala tradición que sin duda debemos erradicar”. Sin embargo, hasta la fecha no se recurrió a estamentos jurisdiccionales a fin de remediar el daño causado y se debe considerar que hubo tiempo de sobra desde la perpetración de la misma hasta el momento en que se inició la huelga del Poder Judicial.
III.
Arbitrariedad, ignorancia y desconocimiento fueron las “cualidades” que Portales indicó respecto de David Calderón de los Ríos, director de la Casa de la Identidad Regional luego de la “censura” efectuada en contra de la muestra de la referencia. Estas calificaciones me parecen una insolencia inconmensurable. Lo peor es que este artista y sus adláteres asumen ser lo contrario y yo no estoy de acuerdo con ese desopilante punto de vista, ni que fueran la vanguardia de la inteligencia nacional.
IV.
Luego de haber visto la exposición objeto de la censura en Trujillo, en el local del Centro Cultural Constante Traverso Lombardi, debo decir que es un espacio sobredimensionado para un diseñador gráfico con una propuesta tan inmediatista y tan limitada desde su inicio.
Aunque no es mi intención discutir si el diseño gráfico tiene categoría de arte, ya que eso sería como discutir si el cómic o el grafiti son muestras artísticas, debo argüir que, sin duda, en ocasiones excepcionales, todos los géneros y soportes existentes sí llegan a ser arte, pero gracias al descollante desempeño de los autores que los empleen trascendiendo de esa manera formatos que de por sí serían marginales. Sin embargo, no creo que Portales logre ese nivel descollante que he mencionado como conditio sine qua non para que una actividad menor como el diseño gráfico llegue a ser ARTE, a tal extremo que no he visto ni un solo símbolo propio en esa exposición, sino que en ella prolifera un despliegue monocorde de imágenes que se amparan en el montaje y en las intervenciones de signos ya conocidos, como si ese fuese el gran adelanto de una propuesta supuestamente radical y transgresora.
V.
Otro problema en relación a esta propuesta es si el humor gráfico político es un medio cabal para dar cuenta de la tragedia nacional que padecimos durante los años de la violencia política. Podría aducirse que eso dependerá de la perspectiva de cada uno y del despliegue de talento que ofrezca el artista, pero hay que ser verdaderamente brillante para lograr que el humor de cuenta de una tragedia. Indudablemente, ese no es el caso que estamos evaluando.
VI.
Ponderan en Portales una multitud de características que yo no reconozco, podría decir por cortesía, que es un problema aprehensivo mío, pero tengo cierta familiaridad con el arte como para descartar esa “posibilidad”.
Donde dicen ver que este autor efectúa una terapia inclemente de choque a la memoria histórica del Perú, yo sólo veo que sus gráficas no llegan a ser siquiera alfilerazos cuando bien podría uno usar hasta cuchillos más látigos y cadenas para tratar los mismos temas.
Hay una cierta carga de ingeniosidad, de viveza, en sus grafías oportunistas, pero ni un solo símbolo propio, condición fatal para cualquier potencial creador.
Su modus operandi consiste generalmente en intervenir otras obras, en su mayoría, fotos.
Quienes aseveran que hay un discurso crítico complejo en la obra de Portales debido a su sarcasmo están siendo tan cínicos como los cortesanos del famoso emperador del traje invisible.
VII.
Los temas históricos que trata Portales hasta la fecha no han sido asimilados por ningún artista peruano con la intensidad que tamaña carga significa para cualquier individuo con un cierto grado de sensibilidad y conciencia crítica, así que no es sólo un problema suyo sino de la colectividad artística nacional.
En este sentido, el verdadero problema es que haya mucha gente que equivocadamente ensalza la propuesta humorístico-satírica de Portales cuando, en verdad, esta es demasiado distante de todos los fenómenos expuestos como para ser aplaudida como una manifestación de lucidez y valentía, siendo, así, sólo otro bluff de los muchos que pueblan la escena artística nacional.
VIII.
No veo de qué manera las gráficas en cuestión servirán para hacer que la ciudadanía reflexione sobre los graves sucesos ocurridos desde los años ochenta * gracias al ejercicio desconsiderado de la violencia subversiva. Llama la atención en tal sentido que sólo se muestren escenas de la malsana componenda forzada establecida entre Sendero Luminoso y el Fujimorato más una que otra alusión a Alan García y nada más, nada en contra del MRTA, nada en contra de Belaunde, etc.
* (“La obra de Álvaro Portales no sólo nos permite reírnos y reflexionar de nuestras tragedias más duras, sino que nos da un lenguaje para expresar nuestra indignación y, en tal sentido, es reparadora”. Guillermo Valdizán Director del Centro Cultural de la ENSABAP).
Reitero, no hay forma alguna de que estas gráficas sirvan de simbolización respecto de nuestra historia reciente.
IX.
Según su propia confesión, Álvaro Portales ha comentado sobre su propuesta lo siguiente: “Aquí denuncio, crítico, busco informar. Es una data de 15 años donde hay hechos, personajes, e intento que nadie olvide”. “El humor gráfico debe tener un sentido punzante y crítico. Debe servir para burlarse, para hacer un poco de escándalo, para fregar a la clase política”.
Esa confesión es evidentemente pretenciosa y falaz respecto de los escuálidos resultados de su muestra.
X.
Según diversos reportes divulgados en medios de prensa y redes sociales, la exposición se realiza gracias al apoyo de la Municipalidad Provincial de Trujillo y no bastando con eso en el brochure aparece en la página final el indignante rótulo de organizador no sólo el logo de la MPT, sino que, repitiendo el detalle usado en la última Feria del Libro, se incluye el nombre del alcalde como gran gesto personalista que creo yo un auténtico transgresor no podría consentir.
La intervención de la Municipalidad Provincial de Trujillo en este ámbito de actividades es, por demás, lamentable, toda vez que una muestra regentada por personajes que se atreven a expresar frases como “Segundo día de instalación, con el sol de Trujillo que pulverizara el oscurantismo y la arbitrariedad”, deviene en un franco proceso antiético ya que un artista que presume de ser un agente de concientización social no sólo recibe ayuda de una institución cuya actual gestión es de las más cuestionadas de la historia trujillana reciente sino que inclusive llega a agradecerles*, configurando así un caso de doble moral como pocas veces se ha visto.
*(Álvaro Portales 6 de diciembre a las 9:36 · Y NOS VAMOS!
¡CUANDO LA GRÁFICA ES AMARGA RESISTE Y VUELVE A TRUJILLO!
Gracias a la Municipalidad Provincial de Trujillo es posible restablecer la exposición para beneficio de la ciudadanía. INAUGURAMOS este viernes 9 de diciembre a las 7:00 p.m. en el Centro Cultural Constante Traverso (Independencia 325 a media cuadra de la Plaza de Armas). #IngresoLibre.
Habrá gente linda, rock subterráneo representativo de los 80’s compilados en un cassette y transmitidos desde una grabadora, postales, catálogos, brindis, alegría, esperanza, reflexión y MEMORIA ¡Los esperamos!
Y mañana miércoles a las 9:30 a.m. daremos una conferencia de prensa para dar detalles de la exposición. Sala de prensa de la MPT (Primer piso Palacio Municipal)
Lamentablemente, esta vinculación con la Municipalidad Provincial de Trujillo desacredita los alcances morales de los participantes en esta muestra o, en todo caso, los dejan en el papel de ser unos grandes ingenuos. Mi “ingenuidad” me lleva a preferir la primera posibilidad descrita.
XI.
El Perú tiene un déficit de conciencia nacional, otro de identidad y uno mucho más grande de crítica y de memoria política. Pero no bastando con ello, dudo mucho que la gente no sepa o no deduzca los hechos de nuestra historia reciente, es decir, no es que sean ignorantes, sino que son cínicos o deliberadamente malvados. De hecho, no existe justificación alguna para un fujimorista que no estribe entre estos dos extremos, el cinismo o la maldad.
XII.
Pareciera que este tipo de propuestas pone sobre la atención del intelectual, el clásico problema del compromiso social del artista, pero este no es el caso, aquí no hay controversia ni arte posible tan sólo hay una hibridez mitad periodismo y mitad diseño gráfico y nada más. Un autor que presumiblemente es un mal dibujante y se dedica inocuamente a intervenir fotos.
XIII.
¿Cuál es el aporte de la comunicación gráfica para la recuperación y construcción de nuestra memoria histórica? En teoría, serían muchos aportes, pero en la práctica real nada o casi nada puesto que, qué puede aportar una gráfica cuando no hay ni siquiera esbozos teóricos ni manifiestos que den cuenta de los graves crímenes perpetrados contra el pueblo peruano por parte del Estado y de los terroristas.
XIV.
“Cuando la Gráfica es Amarga” en realidad no resulta amarga para nadie, en todo caso, es agridulce y si bien hace recordar episodios penosos de nuestra historia no alcanza a aproximarse siquiera a la situación tan demencial y sangrienta que vivió el país en el periodo que la muestra ha intentado comprender.
XV.
Se decía que “Cuando la Gráfica es Amarga” intenta ser una representación de la violencia política habida desde los años ochenta, pero parece haberse circunscrito casi exclusivamente al periodo fujimorista. Eso no sólo es inexacto, sino que, también, es incorrecto.
XVI.
Los esnobs clásicos de la ciudad de Trujillo se han arrojado contra el Gobierno Regional, durante meses, pero a la Municipalidad no la tocan públicamente para nada. Deben tener motivos de sobra para ello, pero, desde ya, es válido hacerles saber que su doble moral los desautoriza para cualquier manifestación pública que trate temas éticos y políticos.
XVII.
La función del arte como agente de crítica social e histórica, sin duda, es muy importante siempre y cuando no redunde en inmediatismos y en gestos hipersobrevalorados como creo que es el caso de la propuesta de Portales.
XVIII.
Existe, adicionalmente, a todo lo expuesto, una circunstancia digna de suspicacia por parte de todos los espectadores de esta muestra. Me estoy refiriendo al hecho de que los participantes u organizadores de esta exposición han manifestado criticas abiertas respecto del líder de APP, Cesar Acuña Peralta, quien sin duda merece ser objeto de todas ellas, en tanto que un individuo tan o más recusable que él, es decir, el actual alcalde de Trujillo, Elidio Espinoza Vásquez, no recibe ni un ápice de crítica ya que la MPT les facilita espacios y diversas coberturas, como ellos en “hidalgo” gesto reconocen públicamente.
Esto pese a que es de conocimiento público no lo dice nadie y es una vergüenza total para la ciudad de Trujillo. Digamos que puede ser un buen ejemplo de realpolitik pero no una justificación para aquellos que creen ser las columnas morales de una “nueva sociedad”.