Cultura
Conversando con el pintor Manuel Gibaja

Conciliar una época de contradicciones como la nuestra ejerciendo una constante de trabajo artístico, es una de las formas de superarla y trascenderla. Si a ello se une una ferviente pasión por lo telúrico y nativo, tendremos como resultado la permanencia de una escuela o expresión que perdura a más del siglo de creada.
Nos referimos al Indigenismo, término creado por José Carlos Mariátegui para definir una tendencia de la vanguardia latinoamericana que se manifiesta en particular como un género literario, una ideología política y un movimiento artístico.
E indigenistas fueron los artistas plásticos José Sabogal, Julia Codesido, Andrés Zevallos, Mario Urteaga, los del grupo puneño de Laikakota, Felipe Cosío del Pomar, Segundo Vinatea Reinoso, el escultor cusqueño Benjamín Mendizábal Vizcarra, único en su género y tantos más.
Pero la corriente envolvente, se proyectó también en México, Bolivia, Ecuador, Colombia y recaló por Europa sin casi proponérselo, especialmente en Francia.
Su permanencia se constata en los trabajos de artistas actuales, aun cuando su dinámica no sea la misma, pero conservando la misma esencia: el amor por el paisaje y el hombre andino. Uno de estos exponentes es cusqueño y se llama Manuel Gibaja Gonzáles.

Nacido en la provincia de Calca, donde los apus Sahuasiray y Pitusiray casi se bañan en las aguas del río Urubamba, descubrió el intenso amor por lo telúrico creciendo entre pisonays, arrayanes y avistando los arco iris más quechuas surgidos entre leyendas y mitos.
Después de iniciar estudios universitarios en la universidad de San Antonio Abad, accede a la especialización de arte en la EBAC y egresa como profesor. Su obra es múltiple: creador del suplemento forma que se edita en el Diario del Cusco, ya lleva 70 números, una galería de Arte y en la cuesta de San Blas, instala su taller ubicado en la calle de Tandapata.
Participó en numerosas exposiciones y eventos como también fundó el movimiento IMAPUS que concentra pintura, teatro, poesía, música, audiovisuales.
En fin, dejemos hablar a este artista plástico, editor, investigador, profesor y escritor que ha viajado mucho y fue reconocido por diversas entidades nacionales y extranjeras, por la calidad de sus trabajos.

1.-Estuviste de viaje por Europa antes de la pandemia. ¿Cómo respondió la crítica y el público a tu obra pictórica? ¿Existe interés por los motivos andinos?
Manuel: Europa es otra realidad cultural, hay mayores exigencias para exponer, no les interesa si está adaptada al modernismo de ultranza, exigen una obra resuelta técnicamente y bien presentada, y esto ha tenido comentarios favorables, en mi caso.
Hace años pensé que lo particular del arte andino tradicional podía impresionar, ellos conocen que este tipo de arte ha sido manipulado desde hace tiempo. Yo no tengo una línea de estilo de obras en serie como reproducidas lo mismo por años.
El lenguaje de mis obras es variado, sin dejar de lado mi opción por el mundo andino, que es de donde provengo y al que estoy ligado de por vida y experiencia. A los europeos les interesa una expresión artística más sensitiva, emocional y provocadora, siendo así, el pintor no debe ser parte de esa máquina creadora de productores en serie, que domina a individuos vacíos y enfocados en el arte comercial. No desmerezco las expresiones del arte actual, ni su evolución, ni los gustos personales individuales, cada quien es libre de pintar realismo o abstracto-conceptual o hacer instalaciones, pero se espera una obra resuelta, que emocione, que provoque la belleza que el arte suele expresar.
Mi obra está envuelta en este mundo andino, al que pertenezco, nada me desliga de sus motivaciones, ya soy parte de ellas, de la gnosis de sus colores y de sus impulsos diarios, que recreo en la visión personal de mis obras. Mi creación está ligada a la realidad del Cusco. Pinto hechos generales. Los temas precisos han ido desapareciendo de mi óptica, a fin de lograr una obra honrada, verdadera, atenta e inventiva, evitando literaturizar o ponerme a la moda. Es verdad que he tenido bastantes rodeos, por mi autodidactismo, pero tengo un camino muy claro, teniendo al hombre y todo lo que le concierne, creando medios abstraídos y figurativos al servicio de una visión personal de mi realidad andina.
2.- El arte que cultivas, tiene antecedentes telúricos, y se podría decir que responde a una nueva tendencia indigenista, aunque para algunos esta escuela ya no existe. ¿Qué nos respondes?
M: En la literatura realista suele aparecer la idea de novela telúrica, aunque para comprender su significado es necesario brindar un poco de contexto. Las historias escritas en esa época, exponen diversos problemas de carácter político y social, que han afectado negativamente a la gente, y narran la lucha de los pueblos en escenarios realistas y sin ornamentos que busquen suavizar las asperezas. Estamos acostumbrados que nos tilden de indigenistas o neo-indigenistas, porque ser de la sierra o cusqueños, es una pose racista.
Uno tiene que pintar desde el lugar donde esté, donde todos los días recorre su mirada y sus sentimientos, en mi caso, es el paisaje andino, abrupto y recio, que me captura con apasionado sentimiento; esta es la idea y motivación que me acompaña hace años, entonces, mis obras están respaldadas en aprehender las esencias de la gente y el paisaje andino.
Es la experiencia de toda una vida ordenada y sazonada con remembranzas y trabajo, con la dosis y bases de viajes de investigación, sustentadas en conceptos teórico conceptuales, que respaldan mis propuestas de arte visual.
Uno tiene que pintar sin acomodarse a las modas y a las imitaciones, que es lo que más hay en nuestro país, muchos tildarán estéticamente una obra diletante, pero no es así, porque para nosotros, el arte es un violento brasero, siempre ardiente, que produce su luz, inflamando desde la realidad, consumiendo enormes cantidades del contexto en bruto, que se reduce a una llamita brillante y pura, éste es el talento que uno guarda todos los días, y que no ha sido absorbido por las corrientes, ni las teorías estéticas alienantes, que sí han sido muy fuertes para otros artistas que han migrado desde sus lugares a fuera de sus realidades.
Ningún lugar como el Cusco, que es hace central para abordar sus raíces como tema, para comenzar a desenredar la madeja de los elementos identitarios, así mirando esta tierra, podemos lograr los lenguajes que se requieren para hacer un arte nuestro, en cualquier tiempo.
3.-Esta tendencia es muy popular en Cusco, o al menos lo era hasta antes de la pandemia. Se ha dicho que lo hacían por negocio, pues a los turistas les gusta ese estilo peculiar. ¿Qué de cierto hay en esta aseveración?
M: Es cierto, hay arte y artesanía para todo gusto, esto sucede en todas partes donde hay o habido influencia turística, en México, España o en cualquier otra ciudad, hay artes dirigidas para venderse como piezas de recuerdo, y entre estos artesanos hay unos muy buenos, que pueden destacar, pero ellos repiten el tema cien veces, entonces dejan de hacer arte y se convierten en distorsionadores de la vorágine turistera que, vía el mercado artesanal de la “cosa fácil”, se segmenta y denigra la integridad artística del Cusco.
Pero, en ese escenario, como una antípoda, hay también galerías y artistas que desarrollan lenguajes contemporáneos de arte, donde exponen obras de calidad, con visiones nuevas y valores estéticos, y venden; el turista culto sabe lo que va a adquirir, no podemos negar que se ha estado creando un mercado interesante en esta ciudad.
El arte es un oficio de inventores y no de artesanos que repiten en serie la misma obra, porque el acto de la creación está ligado a la invención y a la creatividad y cuando el artista se repite, se convierte en artesano de sí mismo y deja de ser artista.

4.-Hay otras tendencias en Cusco, quienes la cultivan?
M: Claro que sí, hay generaciones de jóvenes artistas que, por esfuerzo propio, talento o intuición, han creado nuevos lenguajes; también hay otros que imitan o copian obras de maestros extranjeros y les integran algunos elementos y símbolos de la «cultura inka», para chasquear a quienes no conocen esas expresiones, pero están resueltas, sin embargo, debemos decir, que hay pocos de estos, pero la formación técnica sigue siendo muy pobre.
5.- ¿Crees que se puede hablar de un arte pictórico peruano cuando existe tanta diversidad de tendencias? ¿Por qué no hay una escuela que nos defina como digamos la Cusqueña, en otra época? Lo que existe es arte regional y siempre pegado al costumbrismo. ¿Cuál es tu opinión?
M: Este cusqueñismo es buena bandera para sacudirnos del centralismo limeño, y para contribuir con la reivindicación de nuestros valores culturales andinos, marginados por ese centralismo y por las políticas de dominación cultural de siglos.
Ser cusqueño es haber nacido en el Cusco; así de simple. Algunos nacen en el Cusco y luego se convierten en sujetos sociales ajenos al imperativo histórico e insensibles a los requerimientos de la tierra en que nacieron; han nacido aquí, y nada más. Ya no hay escuelas o tendencias, esto ha quedado solo en denominaciones, nunca ha existido una escuela cusqueña de pintura.
Y el arte de hoy es una expresión regional, así como hay una expresión japonesa o mexicana, que se reconoce por su lenguaje, sus símbolos, el mejor ejemplo de esto: es la música o la literatura, y en el arte visual, también se demuestra cuando se hace una buena pintura, que surge desde las venas de su creatividad.
Ahora, el tema generacional también se está desvaneciendo en el plano de las expresiones culturales, sobre todo hoy, que nos hallamos en nuevos y difíciles momentos de la vida social, política y cultural, enmarañados en los avances tecnológicos que la modernidad impone cada vez; el neoliberalismo y la desideologización se incriminan y se repelen, y al mismo tiempo la corrupción se ha enraizado en todos los sectores sociales, especialmente entre los gobernantes politiqueros de turno. Este es el panorama en el que se desenvuelven las generaciones de este siglo, por estas razones se distinguen algunas particularidades como el individualismo exacerbado, la falta de ética, la falta de ideologías, la aplicación del bienestar de algunos, y otros siguiendo un conservadurismo tradicionalista.
Cuando digo compromiso ideológico, me refiero a ciertos principios estéticos, en y sobre los que se sostienen los contenidos de sus obras, es un principio idealista basado en la productividad y el compromiso con la realidad social, entonces la obra será considerada como algo fecundo en la espiritualidad de los observadores, desde un punto de vista de la evolución histórica.
6.- Con la pandemia, los artistas apuntan a exposiciones virtuales, pero se pierde contacto con el público, los críticos y el periodismo. Además, no sabemos si se pueden realizar ventas, existiendo el peligro de que se hagan reproducciones ¿Qué opinas?
M: Hoy en día, la visión y la práctica de la belleza ha sido trastocada y entremezclada con el arte moderno, donde la belleza ha descendido en su apreciación, y, sobre todo, en su propuesta; ya no cuesta trabajo pensar en el proceso creativo, éste ha quedado desbaratado, hay apuro en mostrar, sin terminar, ni lograr un buen concluso, es decir, alcanzar los niveles artístico-estéticos de la obra. Los nuevos modernistas sembraron las semillas del relativismo estético, la belleza está en el ojo del espectador decían, ¡hay que sorprenderlos con nuevas “estéticas” contemporáneas, hay que provocar reacciones inmediatas, bajo principios casi caricaturescos, esto es modernidad! Éstas son las bases de las últimas generaciones de artistas, especialmente de aquellos que se denominan “conceptuales e instalacionistas” y los medios en línea.
Esto significa crear escándalo, sensacionalismo, y por consecuencia una disminución de la calidad estética en las obras, es decir, fomentar la basura artística y lo peor de todo, bajo una formación de profesionales con una educación artística de mal gusto.
La sociedad actual, está atrapada por el sistema de las redes sociales y del Internet; por ello, se ha dejado de mirar lo nuestro, de mirarse a uno mismo, de aproximarse más a las manifestaciones de nuestra cultura, se vitorea con enajenación por todo lo que aparece y se impone con sutileza publicitaria en los medios.
Toda cultura se renueva, se adapta a las tecnologías de transformación, y hay necesidad de asumir una conducta más clara al respecto, porque las ideas no son de propiedad privada; como lo ejercen los conductores de la cultura; y algunos curadores, que repiten reglas alienantes.
Debemos responder a ciertas metodologías, a incendiar las praderas con valores por los signos identitarios, con métodos, alianzas e intereses, que correspondan a las auténticas democracias culturales. Creo que es necesario tomar en cuenta esto, para construir un discurso descolonizador para formar una cultura de la diferencia.

7.- ¿Qué pedirías al Ministerio de Cultura como soporte por esta imposibilidad de exponer?
M: ¡Que se le puede pedir al Ministerio de Cultura, si es una entidad burocrática ineficiente! Ya se revela la crisis en esta entidad, por las acciones de corrupción provocadas por un falso artista de la farándula limeña, pero también por la mala administración de este ministerio, al que han llegado más de una docena de ministros impropios, que demuestran no conocer las esencias de la cultura nacional y tener un vergonzoso desconocimiento de la multiculturalidad de nuestro país, ¿por esto es que dejan al abandono la defensa del patrimonio nacional?
Me pregunto – ¿Qué hará el Ministerio de Cultura para afrontar esta devastación de crisis sanitaria en su sector? La coyuntura está complicada, cerradas las galerías, los teatros sin público, consideran que los espectáculos solo tendrán la tercera y cuarta parte de su capacidad, y los espectadores deberán sentarse a dos metros de distancia, etc…
Pero ante toda esta crisis, debemos observar que el ministerio ha hecho una lista privilegiada para apoyar a los artistas, que han resultado ser amistades de los que trabajan cerca de estos administradores. Por lo que derivamos que no han hecho nada los trabajadores de Industrias Culturales de Lima.
Habrá que plantear nuevas alternativas para la sobrevivencia de las acciones y del trabajo, en todos los sectores artísticos de los distintos géneros, para eso hace falta una organización firme de todos los artistas del Perú.
Cultura
Mincul acepta la renuncia de la directora de la DDC de Pasco tras cuestionamientos
La arqueóloga Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui renunció a la dirección de la DDC de Pasco, en medio de cuestionamientos del personal por su escaso impulso a las industrias culturales, la falta de apoyo a artistas locales y la ausencia de diálogo con las comunidades nativas de la región.

El Ministerio de Cultura (Mincul) aceptó la renuncia de Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui al cargo de directora del Órgano Desconcentrado de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Pasco, función que asumió desde el 25 de junio de 2024, durante la gestión de la entonces cuestionada ministra Leslie Urteaga Peña.
La aceptación de su renuncia fue oficializada mediante la Resolución Ministerial N° 000157-2025-MC, firmada el 30 de junio por el actual ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja.

Cuadrao Mallqui es arqueóloga por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabajó previamente en el Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultura, donde estuvo a cargo de la gestión del tramo La Raya–Desaguadero, en Puno. Además, figura como accionista de la empresa Cika Construcciones Generales S.A.C. y fue socia de Imaina Consultores SAC.

Sin embargo, su gestión durante un año en la DDC de Pasco generó críticas internas. Fuentes consultadas en el Ministerio de Cultura señalan que Cuadrao Mallqui mantenía una relación conflictiva y de discordia con parte del personal, y que existieron tensiones relacionadas con contrataciones de locadores (politólogos, antropólogos y comunicadoras) cuyos resultados habrían sido insatisfactorios. También se le atribuye haber maltratado a subordinados, incluidos colegas arqueólogos.
Asimismo, indican que solicitó licencia del 16 de junio al 15 de agosto para dedicarse a su proyecto de investigación. Según información a la que tuvimos acceso, los proyectos que se desarrollaban en Oxapampa quedaron bajo la supervisión del arqueólogo Alex Guevara Liau, sin mayor participación de otros colegas especialistas como se hacía anteriormente. ¿Por qué solo se enviaba a Guevara Liau?

Otro punto crítico fue la aparente falta de coordinación con comunidades nativas, con quienes, según norma administrativa, se deben realizar mesas de trabajo para garantizar el enfoque intercultural. Además, no se habría promovido suficientemente a artistas, danzantes u otros gestores culturales de la región, lo que generó descontento en el sector.
La salida de Cuadrao Mallqui deja a la DDC de Pasco nuevamente sin una dirección estable, en un contexto donde se reclama mayor cercanía con las comunidades y el impulso real a las expresiones culturales locales.
Cultura
Entrevista: Luis Castellanos nos habla sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y su exposición por sus 30 años de trayectoria [VIDEO]
En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, tuvimos como invitado al talentoso artista plástico Luis Castellanos, quien viene presentando una exposición individual en el ICPNA del centro de Lima.

Hay artistas que pintan por oficio, otros por catarsis, y unos pocos —los más raros, los más necesarios— que lo hacen como quien respira o sueña. Luis Castellanos pertenece a esa casta secreta. En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, conversamos con él, en medio de la melancolía y la lucidez, sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y la manera en que la vida —esa vieja maestra caprichosa— lo fue modelando con la paciencia de un escultor.
Su más reciente exposición, La intuición de la extrañeza, presentada en el ICPNA del centro de Lima, no es solo una muestra, sino una retrospectiva íntima, donde confluyen los fantasmas y las revelaciones de treinta años de creación. En cada trazo hay una interrogante suspendida, una sospecha del mundo. Castellanos no busca retratar lo visible, sino ese temblor invisible que habita en las formas y se escapa de las palabras. Su obra es una meditación estética, un lenguaje de lo incierto, una poética de la duda.
Escuchar a Castellanos es como mirar uno de sus cuadros: uno sale distinto, con una inquietud nueva, con la impresión de haber asomado a un espejo que devuelve algo más que el reflejo.
El dato: la presentación del libro de la muestra de Luis Castellanos será el 11 de julio a las 7 pm en el ICPNA del Centro de Lima.
Aquí la entrevista completa.
Cultura
Trabajadores del Ministerio de Cultura de Cusco anuncian la toma de Machu Picchu [VIDEO]
La ciudadela inca se encuentra en una lista negra y a punto de ser tomada por los propios trabajadores del Ministerio de Cultura del Cusco ante la inoperancia del ministro Fabricio Valencia.

La problemática del Ministerio de Cultura se intensifica. No solo hay cuestionamientos contra el ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja. Además, los empleados de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, exhaustos y humillados, claman a la presidenta Dina Boluarte que lo reemplace. Y como si el drama fuera aún poco, lo último que se sabe es que estos trabajadores planean tomar Machu Picchu. No por vandalismo, sino por desesperación. Porque el Estado los ha dejado solos, igual que al Santuario.
A esto se suma que Machu Picchu ha sido incluida en la lista negra por el portal Travel and Tour World, que recomienda no visitar la ciudadela inca.
Mediante una comunicación telefónica, Andy Ancasi, representante del Sitracas, nos da todos los detalles de lo que viene sucediendo en Cusco.
Aquí el video del programa.
Cultura
Julio Barco Premio Juegos Florales de la UNI
El poeta peruano recibe reconocimiento en los Juegos Florales Túpac Amaru de la UNI.

En una ceremonia cargada de símbolos y solemnidad, el poeta Julio Barco fue galardonado con el segundo puesto en los Juegos Florales La Familia Túpac Amaru, organizados por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones académicas más prestigiosas del Perú. El reconocimiento fue acompañado por un premio de S/. 4,000 y una ovación cálida por parte del jurado, autoridades y asistentes.
La distinción no solo celebra el talento literario de Barco, sino también la creciente necesidad de reconciliar la ciencia con la sensibilidad, la técnica con la poesía. Que una universidad dedicada históricamente a la formación de ingenieros rinda homenaje a la palabra escrita es, sin duda, un signo de que el arte aún pulsa en los espacios más racionales del país.
Con más de treinta libros publicados, Julio Barco ha construido una obra intensa, vital, crítica. Su participación en este certamen reafirma su compromiso por llevar la poesía al centro del debate cultural peruano. «Este premio me impulsa —dijo al recibir el reconocimiento—. Tengo tantos proyectos para revolucionar el arte en nuestro país. La poesía no ha muerto, solo está esperando que le hablemos desde otro ángulo».
El evento se realizó el 27 de junio de 2025 en el campus principal de la UNI. La entrega de premios fue precedida por palabras de homenaje a la familia Túpac Amaru, símbolo de lucha, dignidad y resistencia cultural —valores que resuenan también en la poesía de Barco—.
Con esta distinción, el autor de Me da pena que la gente crezca y Cantar de Chancay suma un nuevo capítulo en su incansable travesía por devolverle a la poesía peruana su fuerza originaria.
Cultura
MINCUL: La cuestionada designación del CAS de Karla Alarcón
¿Cómo ganó el concurso? la arqueóloga Alarcón no cumple con el requisito clave: haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia se limita al trabajo técnico de oficina dentro del Ministerio de Cultura, sin evidencia de liderazgo en campo ni dirección de PMA, evaluaciones o gestiones de CIRA.

La convocatoria CAS N.° 216-2025-MC, lanzada en abril de 2025 por el Ministerio de Cultura (Mincul), tenía como objetivo contratar a un(a) Coordinador(a) para la Dirección de Certificaciones. Se trataba de un puesto clave, pues esta dirección es responsable de coordinar, planificar y ejecutar acciones orientadas a preservar, proteger y conservar el patrimonio arqueológico inmueble del país.

Fuente: Mincul.
Entre sus principales funciones, figura la revisión, aprobación y seguimiento de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) y de los Planes de Monitoreo Arqueológico (PMA), documentos indispensables para el desarrollo de proyectos de inversión pública y privada.
Concluido el proceso en mayo, la arqueóloga Karla María Alarcón García fue anunciada como la ganadora del concurso. Hasta ahí, nada fuera de lo común. Sin embargo, una revisión detallada de los requisitos y de la trayectoria de la ganadora revela una serie de inconsistencias que comprometen la transparencia del proceso y siembran dudas sobre su legitimidad.

¿Se cumplían los requisitos?
El perfil exigido para el cargo incluía, como mínimo, título universitario en arqueología con colegiatura vigente, formación complementaria en gestión o patrimonio cultural, así como experiencia general de al menos siete años en el sector público o privado. Más aún, se pedía una experiencia específica de al menos cuatro años en funciones vinculadas al cargo, o tres años en el sector público en áreas similares. Pero lo más importante: el postulante debía acreditar dos años de experiencia en la dirección de Planes de Monitoreo Arqueológico y/o Proyectos de Evaluación Arqueológica y/o gestión de CIRAs.

Karla Alarcón no cumple con requisitos de 2 años como directora de PMA y CIRA.
Este último punto no es un detalle menor. Se trata de un filtro clave, pues quien asume la coordinación de la ‘Dirección de Certificaciones’ debe tener conocimiento de campo y experiencia comprobada en dirigir intervenciones arqueológicas. No basta con conocer los documentos, hay que haber estado en terreno. De otro modo, resulta inviable liderar técnicamente la instancia más estratégica del sector.
¿Y cómo pasó Karla Alarcón la evaluación?
Según los documentos revisados, la arqueóloga Karla Alarcón no cumple con el requisito específico de haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia laboral no evidencia dirección alguna de PMA, proyectos de evaluación ni gestiones de CIRA en campo. Es más, su trabajo ha sido siempre de oficina, como técnica dentro del propio Ministerio. Sin embargo, en su ficha de postulación, consignó haber ejercido la “gestión de CIRAs”, una frase y/o formulación ambigua que se asemeja a una leguleyada y parece haber sido suficiente para que pasara la evaluación curricular, etapa que por norma es eliminatoria.

Karla Alarcón se amparó en una palabra, para validar su postulación.
Aquí surge la primera gran interrogante: ¿cómo validó el comité evaluador esa experiencia? ¿Desde cuándo dar conformidad a documentos administrativos desde un escritorio equivale a dirigir una intervención arqueológica en el campo?
La respuesta no es técnica, es política. Lo que aquí se ha validado es una interpretación forzada del término “gestión”, que abre peligrosamente la puerta para que personas sin experiencia real en campo postulen y ganen puestos clave, mientras otros profesionales con trayectoria probada quedan fuera.

Una plaza con nombre propio
El contexto del concurso no ayuda a disipar las dudas. Según fuentes cercanas al proceso, la convocatoria habría estado originalmente dirigida a Ruth Quispe Calderón, amiga cercana de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa Silva. Sin embargo, ante la filtración de esta información, se habría descartado ese nombramiento para evitar un escándalo mayor. Como alternativa, se habría optado por Karla Alarcón, quien ya se desempeñaba como directora encargada de la Dirección de Certificaciones y, por tanto, era una figura “de confianza” dentro del sector.

Viceministra Moira Novoa, la misma que firmó la Resolución Viceministerial para el recorte de las Líneas de Nasca y Palpa.
En este punto, el proceso se vuelve aún más cuestionable. La convocatoria fue ganada por Luis Felipe Mejía Huamán, pero mediante una fe de erratas se corrigió el resultado, otorgándole el puesto a Alarcón García en calidad de accesitaria. Mejía no habría llegado a firmar el contrato, y en un giro curioso pero conveniente, Alarcón asumió el cargo de forma oficial, pasando de ganar S/4,500 a más de S/11,264 mensuales.

El CAS fue ganado por Luis Felipe Mejía Huamán, pero luego corrigieron el resultado.
¿Quién dio la orden?
La pregunta es inevitable: ¿quién intervino para asegurar que Karla Alarcón se quedara con el puesto? Todo apunta a decisiones tomadas desde las más altas esferas del Mincul. Tanto la Oficina General de Recursos Humanos como la Alta Dirección —es decir, el ministro Fabricio Valencia y la viceministra Moira Novoa— estarían al tanto del proceso. Con el nombre de Ruth Quispe ya comprometido, y para no arriesgar la llegada de un profesional externo, se habría optado por consolidar a una figura que ya venía ejerciendo el cargo sin concurso y que, además, respondería fielmente a los intereses de quienes manejan el sector.

El 11 de junio convocaron como ganadora a Karla Alarcón García.
El cargo más codiciado
No se debe olvidar que la Dirección de Certificaciones es la joya de la corona del Ministerio de Cultura. Por esa oficina pasan todos los proyectos de inversión del país que requieren una evaluación arqueológica previa: minería, infraestructura, hidrocarburos, construcción, telecomunicaciones. Cualquier obra pública o privada necesita un CIRA o un PMA. Es decir, quien dirige esa oficina no solo tiene poder técnico, sino capacidad de incidencia en decisiones multimillonarias.
Por eso resulta tan preocupante que el proceso de selección no haya sido riguroso, ni transparente. En lugar de optar por la meritocracia, se ha preferido perpetuar prácticas que favorecen el amiguismo y el control político de una dirección técnica. Y si se valida como experiencia el trabajo administrativo desde una oficina, pronto veremos a otros funcionarios, sin experiencia real, disputando cargos estratégicos bajo el mismo criterio.
¿Y ahora qué?
Lo ocurrido en la convocatoria CAS N.° 216-2025-MC debe ser revisado con seriedad por los órganos de control del Estado. No se trata solo de un concurso más, sino de un proceso que compromete la legitimidad del sistema de contrataciones públicas, la credibilidad del Ministerio de Cultura y, sobre todo, la adecuada protección del patrimonio arqueológico del país.
Porque si quienes deben garantizar la conservación del patrimonio no saben ni siquiera cómo se ejecuta una intervención en campo, ¿Qué nos queda como ciudadanos? Solo mirar desde lejos cómo el poder se distribuye a puertas cerradas, mientras las formas legales se ajustan, como siempre, al tamaño de los intereses.
Cultura
Machu Picchu en la lista negra: el precio de la desidia
Machu Picchu, orgullo milenario del Perú, se tambalea bajo el peso de su propio éxito: hoy, más que una joya cultural, es una advertencia global sobre el turismo desbordado.

El esplendor de Machu Picchu, esa ciudadela suspendida entre la niebla y el abismo, ha dejado de ser solo un símbolo de orgullo nacional para convertirse, lamentablemente, en ejemplo de lo que ocurre cuando el patrimonio se subordina al lucro. La reciente inclusión del santuario inca en la lista de destinos que “ya no valen la pena visitar”, elaborada por la publicación internacional Travel and Tour World, es mucho más que una advertencia: es un grito de auxilio.
Junto a destinos igualmente emblemáticos como Venecia o Bali, Machu Picchu aparece ahora en un índice vergonzoso: el de los sitios donde el turismo masivo ha comenzado a erosionar lo que una vez se admiró. Las razones son contundentes: sobresaturación de visitantes, tarifas desproporcionadas y un impacto ambiental alarmante. A ello se suma la advertencia de la Unesco, que evalúa declararla Patrimonio en Peligro si el Estado peruano no actúa con urgencia y decisión.
No es una exageración. Según informes recientes, rutas diseñadas para no recibir más de 450 personas al día han llegado a registrar hasta 700 ingresos. El resultado es predecible: senderos desbordados, piedras milenarias al borde del colapso y una experiencia cada vez más parecida a la de una feria caótica que a la contemplación sagrada de un legado ancestral.
La Contraloría General de la República, por su parte, ha emitido un informe demoledor: aforos incumplidos, ausencia de fiscalización y una Aguas Calientes convertida en una máquina de exprimir turistas, donde los precios suben, pero la calidad se desploma.
El problema, claro está, no es el turismo, sino su pésima gestión. Especialistas en conservación han exigido una reestructuración del sistema de ingreso, la implementación de límites reales y no simbólicos, y un nuevo modelo de turismo sostenible que reconcilie el desarrollo con la protección. No se trata de clausurar el acceso a la maravilla, sino de salvarla de su propia fama.
La inclusión de Machu Picchu en esta lista negra debe interpelarnos como país. ¿Vamos a permitir que uno de nuestros mayores legados se pierda en manos de la improvisación y la codicia? ¿O tendremos, al fin, el coraje de actuar antes de que la historia nos pase la factura?
Mientras tanto, el ministro Fabricio Valencia continúa en su búnker solucionando sus problemas y haciendo seguimiento a la investigación de la fiscalía por el caso Shirley Hopkins.
Cultura
Ministerio de Cultura de Ica: ¿concursos CAS a medida?
Nuevas movidas en la DDC de Ica buscan coronar la dedocracia.

Por Luis Huertas
Desde hace años, las convocatorias CAS en el Ministerio de Cultura, tanto en la sede central como en sus Direcciones Desconcentradas, han sido señaladas por beneficiar a personas del entorno de confianza de ciertos funcionarios. Lo preocupante es que esta práctica no parece detenerse, y ahora el foco está sobre la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica.
Surgen preguntas inevitables: ¿Desde cuándo la DDC Ica ha sido terreno fértil para estas maniobras irregulares?, ¿A quién favorecen realmente estas contrataciones?, ¿Por qué en medio de la grave crisis por las Líneas de Nasca, se lanza una convocatoria que despierta tantas sospechas?
Primer intento: CAS N°072-2025-MC
El 4 de febrero de 2025, se publica en la web del Ministerio de Cultura un concurso CAS para cubrir el cargo de subdirector/a de la DDC Ica. El puesto exigía un perfil técnico exigente, con experiencia específica, título en arqueología y colegiatura vigente. El sueldo: S/ 6,906 nuevos soles. Todo parecía estar en regla, hasta que el concurso desapareció.
Fuentes internas revelaron que, el concurso fue retirado tras una denuncia desde la misma DDC Ica, advirtiendo que la subdirección es un cargo de confianza y no debería concursarse vía CAS. Así, el proceso fue abruptamente anulado. Coincidentemente, semanas después, el entonces director Alberto Martorell presentó su renuncia mediante Resolución Viceministerial N° 069-2025-MC. ¿Este CAS era algún premio, orquestado por algunos “amiguitos” para cierto funcionario de la sede Ica? Y todo con el aval del ex director Martorell, hoy involucrado en algunos chats internos con el ministro Valencia. Luego de su renuncia, asume el abogado Víctor Injante la dirección de la DDC Ica y, sorprendentemente, se vuelve a insistir con el mismo CAS pero maquillado con otras aristas.

Fuente: Ministerio de Cultura.
Segundo intento: CAS N°296-2025-MC
El 10 de junio —en plena tormenta por la reducción del área protegida de las Líneas de Nasca y la crisis de gestión en la DDC Ica— se lanza una nueva convocatoria. Esta vez, el puesto se denomina “Coordinador/a de Subdirección de Patrimonio Cultural, Industrias Culturales e Interculturalidad”. En la práctica, el mismo cargo de subdirección, pero con otro nombre. Lo curioso es que los requisitos ahora son más flexibles:
- Experiencia general: de 6 a 5 años
- Experiencia específica: de 4 a 3 años
- Experiencia en el sector público: de 3 a 2 años
- Sueldo: de S/ 6,906 a S/ 6,000

Fuente: Ministerio de Cultura.
Como para hacerlo más accesible, solo se exige haber sido “especialista” durante un año. ¿Coincidencia? Difícil de creer. Todo apunta a que, presuntamente, esta nueva convocatoria estaría hecha a medida para la actual subdirectora Jeanette Gutiérrez, quien pasaría de ganar S/ 3,000 a S/ 6,000, con una plaza concursada y mayor estabilidad. Algunos señalan que podría incluso pedir licencia sin goces de haber, de su puesto actual y postular, sin riesgo alguno. Desde hoy se puede postular a este CAS, y todo puede pasar.

Fuente: Ministerio de Cultura.
¿Puestos a la carta?
Lo más preocupante es el trasfondo: ¿Por qué insistir tanto en este puesto? ¿Por qué reducir los requisitos? ¿Por qué en medio de una crisis de credibilidad en la gestión cultural? La DDC Ica no necesita una coordinación adicional, ya que la actual subdirectora cumple esas funciones. Entonces, ¿por qué insistir?
Mientras los titulares nacionales apuntaban al escándalo de las Líneas de Nasca, en silencio se gestaba una convocatoria que huele a favoritismo. El patrón es claro: flexibilización de requisitos, coincidencias con cargos en funciones, y beneficios personales.
Una llamada a la reflexión
Este tipo de maniobras no son nuevas en el aparato estatal, pero es hora de ponerle freno. Si el Estado sigue siendo usado para beneficiar a ciertos círculos de poder, sin meritocracia ni transparencia, estamos condenando la institucionalidad.
La ciudadanía exige respuestas, pero sobre todo decencia en la gestión pública. Desde Lima Gris seguiremos vigilantes. Porque el patrimonio no solo se protege en el terreno, también se defiende en la transparencia de quienes lo administran.
Cultura
Presentación del libro «El misterio de las aves kanchu» de Lizbeth Pretell Romero
El miércoles 25 de junio en la Casa de la Literatura Peruana se presentará el libro “El misterio de las aves kanchu” de Lizbeth Pretell Romero, gestora cultural e investigadora luriganchina, y publicado por el sello editorial Jukucha Ediciones.

Este libro nos permite conocer la historia de las aves kanchu, míticas aves sagradas de quienes se toma el nombre para crear el vocablo Rurikanchu, que a su vez da origen a la denominación del distrito de San Juan de Lurigancho. Un relato que muestra personajes y hechos con trascendencia histórica y ficticia; fruto de una investigación basada en los manuscritos del padre Francisco de Ávila, el libro “Ritos y tradiciones de Huarochirí”, así como en evidencias arqueológicas halladas en el distrito.
El proyecto fue concebido desde el área de museo del Centro de Cultura, Recreación y Educación Ambiental Huiracocha (CREA Huiracocha), el cual estuvo ubicado en el parque zonal del mismo nombre en el distrito de San Juan de Lurigancho. La sala permanente Ruricancho, más conocida entre sus pobladores como el museo de San Juan de Lurigancho, tuvo como propósito difundir y revalorizar la historia del distrito (ubicado en un territorio con aproximadamente 11 000 años de historia) entre sus pobladores y el público en general, mediante visitas guiadas y talleres de educación patrimonial. Gracias a estas actividades y de manera lúdica, se realizaron también jornadas de cuentacuentos para niños, con relatos basados en la historia de la comuna.
En la presentación participarán Lizbeth Pretell Romero, autora del libro; Ricardo Puga Huamán, ilustrador; y Alan Concepción Cuenca, bibliotecólogo. Además, se contará con la participación especial de Gerardo García Chinchay, director de la Dirección de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura del Perú. La cita es el miércoles 25 de junio a las 6:30 p.m. en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana, ubicada en jirón Ancash 207, Centro Histórico de Lima. Ingreso libre con aforo limitado.
El libro podrá ser adquirido el mismo día de la presentación o a través de las redes sociales de la organización cultural Quebrada Canto Grande.
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