Luis Ospina fue uno de los cineastas colombianos más importantes de Sudamérica, llevó más de 40 años dedicados al cine. Junto a Carlos Mayolo y Andrés Caicedo fundaron en los años setenta el Cine Club de Cali y la revista Ojo al cine.
Hoy me enteré de su muerte y no quise creerlo, pero la triste realidad es que uno de los pilares del cine colombiano dejó de existir a los setenta años en Bogotá.
Ramiro Arbeláez, quien fue integrante del llamado ‘Grupo de Cali’, reveló que Luis Ospina había pedido que no se realizarán ceremonias fúnebres a su nombre, por lo que al parecer su cuerpo será cremado.
En una de sus visitas a Lima en el año 2017, me reuní con Luis Opina en el auditorio del MALI. Yo lo admiraba por su cine, y fue la primera y única vez que estuvimos frente a frente. Acompañados entre más de cien butacas vacías comenzamos a conversar de la vida y del cine. Luego de nuestra conversación off record, prendí la grabadora.
Curiosamente, en una parte de la entrevista le pregunté ¿cómo se imagina su muerte? luego de una sonrisa me respondió: «Ojalá dormido».
Duerme en paz, estimado Luis Ospina.
(Aquí la entrevista publicada en la revista impresa Lima Gris N° 11)
Tu
padre era un apasionado del cine ¿Hay algún personaje que acercó a tu padre al
cine?
Bueno, yo no diría que mi padre fue un
cinéfilo. Él, como mucha gente en los años 50, descubrió el cine por un aparato
para registrar las escenas familiares, muy popular en esa época (home movies).
Pero, a su vez, él alquilaba y compraba películas en sus viajes. Compraba películas
animadas, de vaqueros, seriales y las veíamos en casa para disfrute de la
familia y de los vecinos. No era un cinéfilo pero si tenía afinidad por los
actores. Le gustaba Gary Cooper y siempre nos llevaba a ver las películas de
Cantinflas. El hecho de haber tenido proyector, una pantalla, una cámara y
aparato para editar, hizo que naciera mi pasión por el cine desde muy niño.
Hasta el punto que no sé cuál fue la primera película que vi, como digo en la
película Todo Comenzó Por El Fin. Mi
segundo gran aliado de mi cinefilia fue el servicio doméstico porque mi familia
nos mandaba al cine con las empleadas. Muchas veces ellas escogían las
películas que íbamos a ver. Así conocí películas muy interesantes, por ejemplo,
los grandes melodramas de esa época, directores como Douglas Sirk, Ross Hunter
y desde luego las películas con las grandes estrellas del momento como Rock
Hudson, Gary Cooper, Marilyn Monroe, Marlon Brando, y así se volvió una pasión
para mí que luego se acrecentó porque mi hermano Sebastián también era
cinéfilo. Íbamos juntos al cine.
Mencionaste
que ibas con el servicio doméstico al cine, ¿de alguna forma le reprochas la
falta de tiempo a tu padre?
Mi padre era un hombre muy ocupado.
Lamentablemente murió cuando era muy joven, tenía 22 años. Él trabajaba muchísimo.
Puso un negocio muy exitoso de planta de purificación para piscina. Su lema era
“si quiere hacer piscina, acuérdese de Ospina”. Todas las piscinas de ese país
eran de Pedro Ospina, su compañía. Entonces, él dejó de ir al cine. Mi mamá sí
seguía yendo y me llevaba al cine. Sobre todo, porque en los años cincuenta
Colombia tenía una censura muy estricta para entrar al cine. Estaba clasificado
para público 12, 18 y 21 años. Cuando la película era para mayores de 21, ella
me llevaba. Le agradezco mucho. Mi cinefilia se acrecentó en Boston donde hice
los últimos años de bachillerato. Allí conocí el fenómeno de las salas de arte
y ensayo como dirían en Colombia. El cine hindú, las películas japonesas, de la
nueva ola, cine checo, Polonia, Polanski, Antonioni. Me volví un cinéfilo
obsesivo hasta el punto que decidí estudiar cine y me fui a California en mayo
del 68.
Luis,
sin duda, tuviste cosas a tu favor. Una posición económica para acceder al cine
de esa época, además de estudiar en Boston. Una ventaja en tu generación. Ahora
con este grupo que formaron en Cali se generó todo un movimiento.
Tanto Andrés Caicedo como Carlos Mayolo eran unos chicos como yo del norte, con familias acomodadas. Quizá yo pertenecía a una familia con más dinero que ellos. Es por eso que tuve la oportunidad de estudiar en el exterior. Pero también hay que tener en cuenta que la época en que nosotros comenzamos todo fue muy agitada. Somos hijos de lo que pasó en mayo del 68. Sufrimos también y decidimos desplazarnos y buscar otras alternativas a lo tradicional, nuestra familia y clase social. Entonces, optamos por soluciones como pertenecer a una especie de comuna, de centro cultural que fue la Ciudad Solar y creer mucho en el trabajo comunitario.
A pesar
de ser ajeno a esa gente.
Sí, y también de descubrir lo popular. En el
medio donde vivíamos había poco contacto con las clases populares y para
nosotros fue todo un descubrimiento que se nota en la novela de Andrés Caicedo.
Hay que tener en cuenta que era una época muy politizada, se estaban dando las
teorías en el cine latinoamericano, cine cubano. Había esta efervescencia que
surgía de las dictaduras del cono sur.
Ya que
mencionas a Caicedo. Él dijo que vivir más de 25 de años es una vergüenza,
¿crees que se equivocó?
A veces yo creo que no se equivocó porque su lema era morir joven y dejar obra. Él realmente lo hizo. Dejó un gran legado. Cuando abrimos los baúles encontramos muchas obras de teatro, adaptaciones, cuentos, versiones de esos cuentos, fragmentos de diarios, poemas, guiones cinematográficos, varios intentos de novelas y varias versiones de música. En su caso, como la gente que muere joven y bella, no necesitaba vivir más. Así como Kurt Cobain, James Dean. Es una tontería ponerse a pensar sobre lo que hubiera pasado con Marilyn Monroe si hubiera sobrevivido, lo mismo con Janis Joplin o Jimmy Hendrix. Además, yo no lo veía como una persona que me lo puedo imaginar viva. No me lo imagino vivir el mundo que nos ha tocado a nosotros. Pienso que ha sido, a excepción de esta etapa de los 70 y 80, un mundo horrible. La humanidad se descarriló y todas las ideas que surgieron a finales de los 60 no tienen cabida.
Entonces,
¿ya no sigues pensando que se puede cambiar el mundo?
No. Viví esa ilusión, esa utopía, pero después
la historia ha sido implacable. Creo que el último momento en que la juventud
podía cambiar el mundo fue en esos años que mencioné. Vino un desencanto y
luego llegó una juventud autista que es la que tenemos ahora, dominada por los
teléfonos, computadoras, donde no hay esperanzas políticas. Lo que hay son
causas, no para cambiar el mundo sino para salvar el planeta. Temas ecológicas
y animalistas. Pequeñas causas con las que no creo que se cambie la humanidad. La
humanidad ya está jodida. Si bien el capitalismo triunfó y los milenios del
capitalismo ya están contados.
Sobre
este fenómeno que se creó en Cali, esta ciudad tiene mucha importancia en la
historia del cine colombiano, ¿Te gustó que lo llamaran Caliwood?
Nos acusan a nosotros de haber creado un mito.
No solo sobre Andrés Caicedo, diciendo que él era un escritor coyuntural que
delimitaba una región llamada Cali y que fue un mito que lo creamos sus amigos.
Pero si el mito ha perdurado más de 30 años y sus novelas están traducidas y
reconocidas en otros países, yo creo que teníamos razón en crear ese mito. Tan
pronto lo conocí y leí sus textos, me di cuenta que estaba ante un genio. Era
una persona con un talento excepcional y precoz desde luego. Sus obras están
traducidas al francés, inglés, finlandés, portugués. Reconocimiento tardío por
decisión de las editoriales que creían que era un fenómeno local.
¿Era
una especie de Bolaño colombiano?
Sí, en cierta medida. Respecto al grupo de
Cali, ellos decían que estábamos creando otro mito pero de un tiempo para acá
hubo festivales, museos, muestras, concentrados en el plano cinematográfico de
nosotros y tenemos una filmografía muy extensa para probarlo.
Dentro
de esa filmografía acuñaron el término “pornomiseria”.
Cuando hicimos esa película Agarrando Pueblo tuvimos la premier mundial en una pequeña sala en París, lanzamos un manifiesto sobre la pornomiseria, que también es un término que en estos años se han venido usando y agarraron más vigencia ahora porque sigue existiendo. Este término no solo se limita a ese cine que se hacía en los años 60, 70 sino en general a las artes plásticas y audiovisuales. Sigue siendo un problema ético de filmar al otro, de cómo enfocar el tema de la miseria y la pobreza. Lo de Caliwood fue un chiste que salió en una fiesta, nosotros borrachos dijimos que si existe Bollywood ¿por qué no Caliwood?, lo cual permaneció. Y se extendió mucho. Mientras iba en el taxi vi un letrero que decía “Venta de arepas y empanadas Caliwood”. Incluso hay un museo que se llama Caliwood y una canción de salsa choque que se llama igual, entonces, el chiste ha perdurado.
Sobre
este personaje que has creado Pedro Manrique Figueroa, ¿Perdurará?
Mi narración perdurará dice al final de la
película. Yo no inventé este personaje sino mi sobrino Lucas Ospina, cuando
estudiaba arte en 1996. A él y a sus amigos les pidieron que escribieran sobre
su artista favorito. Ellos decidieron crear uno. Yo terminé la película en el
año 2007 entonces pasó mucho tiempo. Lo que pasó con Pedro Manrique es que se
ha vuelto un referente, y hasta en Facebook tiene su página.
¿Hay
gente que te llama diciendo que lo conoce?
Me ha pasado que una vez terminada una proyección
en la costa colombiana y se me acercó un señor diciendo que era historiador y
que había conocido a Pedro Manrique en la cafetería de la universidad. Se me
hizo halagador que ese personaje se había vuelto real.
Hay una
especie de bisagra en tu obra, en un inicio visibilizas la otra Colombia y
luego viene el trabajo de reivindicar algunos personajes como el caso de
Manrique o Fernando Vallejo, ¿Has cambiado tu discurso?
Mi discurso ha cambiado porque al principio
había una preocupación, que nuestra ciudad y provincia del Valle del Cauca no
tenía una tradición audiovisual. La tuvo en la época del cine mudo porque Cali
fue pionero de ese cine. No fueron muchas pero aparentemente todas
desaparecieron. Prácticamente fue la ciudad donde nació el cine. Se hizo la
primera película muda colombiana que fue María en 1921. Por cierto, yo hice un
documental sobre esa película que se llama En
Busca de María. Entonces nos preocupó que no hubiera una cultura
audiovisual y que a partir del año 1971 vimos que la ciudad estaba cambiando.
No solo los cineastas sino también los artistas plásticos. Se dieron que los
Juegos Panamericanos iban a cambiar la ciudad para siempre. Por ejemplo, se
destruyó gran parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad y se trató de
convertir una pequeña ciudad de provincia en una gran ciudad. El lema de esos
juegos era “Cali, ciudad de América”. Nos preocupó registrar ese cambio sobre
todo porque los documentalistas trabajábamos con el tema de la memoria, siempre
filmando cosas que están en tránsito de morir. Si este momento es filmado, se
volverá pasado en un instante y tendremos un segundo más de vida, un segundo
más viejos.
¿Qué es
el cine para ti?
El cine para mí es memoria. El cine documental
es el medio ideal para hacer biografías y lo otro que te digo es que al
principio mi obra se dedicó mucho a guardar memorias sobre la ciudad y la
cultura popular de la ciudad. Mi obra cambió cuando me fui de Cali, se volvió
más intimista, más enfocada hacia personajes de la vida cultural, personajes
que quería rescatar de la vida cultural colombiana. Se volvió intimista también
por las condiciones técnicas que se dieron en los años 80 con equipos livianos
digitales de filmación y porque Bogotá no es una ciudad agradable para filmar
la calle. Trabajo de puertas para adentro. Antes, el cine para mí era como una
ventana hacia el exterior, ahora es hacia el interior, hacia la luz.
Este
tema de la tecnología tuvo un impacto en el cine. Veo que lo que haces es
filmar solo, tú y tu cámara.
Sí, me he ido reduciendo a mi más mínima expresión porque los medios digitales lo permiten. Trabajo solo, pero en edición necesito a alguien que se sepa operar las máquinas. La última película la hice con un grupo reducido de personas. Me gusta mucho que el cine sea hecho por un pequeño grupo de amigos que por una empresa militar como lo es el cine de ficción. Abandoné ese cine porque no me sentía a gusto manejando presupuestos tan grandes. Con tanto personal uno se ve en la obligación de ser un mariscal de campo.
¿Vives
del cine?
Afortunadamente he podido vivir del cine,
porque si bien tuve una fortuna, yo la perdí toda en algún momento de desgracia
que me tocó vivir. Inicialmente, viví de la docencia y después del cine.
Herzog
dice que imagina su muerte en una montaña, ¿tú la imaginas en algún lugar?
Ojalá dormido. Quizá la mejor manera sea morir
en un hotel porque llegan los ‘room
service’ y ellos se ocupan de llamar a la ambulancia y llevar a uno a la
morgue. No le toca a alguien cercano ocuparse de esas cosas. Una muerte
anónima. Respeto mucho a la gente que se suicida en los hoteles.
Para
finalizar, ¿qué conoces del cine peruano?
Lamentablemente conozco muy poco del cine
peruano. En una época comencé a ver las películas de Lombardi pero te hablo de
hace años. Del nuevo cine peruano he visto La
Teta Asustada, una película de Gálvez, una de los hermanos Vega. Veo que
hay como un resurgir del cine peruano que también veo que pasa en otros países
de Latinoamérica. En Chile se hace muy buen cine, en Colombia también. Estamos
en un buen momento y muy creativo.
Edwin Cavello Limas. Periodista y cinéfilo. Es CEO y director de la revista, radio y TV Lima Gris. Fue editor de la revista ONCE, Actualmente es columnista del diario La Razón, Editor de Cultura de Diario UNO y conductor del programa Lima Gris que se transmite por Radio Planicie 91.5.FM.
Murió a los 91 años leyenda de la música Quincy Jones
Su agente Arnold Robinson confirmó el fallecimiento del jazzista y legendario productor que llevó a la cima a Frank Sinatra, Ray Charles, Michael Jackson, y muchos otros artistas.
La industria musical en las últimas cinco décadas contó con una de sus figuras más influyentes; sin embargo, hoy se viste de luto porque acaba de reportarse la muerte de Quincy Jones, el productor estadounidense que se convirtió en el rey Midas de la música popular, y quien fue el responsable de la grabación del exitoso disco benéfico de 1985 ‘We Are The World’.
Arnold Robinson informó a los medios que el músico y productor estadounidense «falleció en paz» el domingo 3 de noviembre por la noche en su casa de Bel Air, a los 91 años de edad. La noticia la confirmaron a través de un comunicado los parientes cercanos del recordado artista.
«Esta noche, con el corazón lleno pero destrozado, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él», dijo la familia en un comunicado, aunque no se revelaron las causas de su deceso.
«Quincy ha hecho todo. Ha sido capaz de plasmar su genialidad en cualquier tipo de sonido», declaró el pianista de jazz Herbie Hancock a PBS en 2001. También se reveló que este hijo de Chicago produjo piezas desde Aretha Franklin, hasta Céline Dion.
Como se sabe, Quincy Delight Jones, fue conocido en la industria de la música simplemente como Quincy Jones. Este músico de jazz, que luego se convirtió en productor y arreglista, nació en Chicago, el 14 de marzo de 1933 y se inició como trompetista y pianista, hasta evolucionar como compositor, instrumentista y director de orquesta. Luego se desempeñó como directivo de una importante empresa discográfica norteamericana, hasta convertirse en un prominente productor discográfico y cinematográfico muy famoso y sobre todo premiado durante una prolongada carrera que duró más de 75 años, ganando 28 premios Grammy. Asimismo, fue denominado como uno de los músicos de jazz más influyentes del siglo XX por la revista ‘Time’.
Para la película ‘The Wiz’, Quincy Jones trabajó junto a Michael Jackson, de 19 años. Luego produjo el álbum de Jackson ‘Off the Wall’ y los siguientes álbumes del rey del pop, ‘Thriller’ (que vendió 34 millones de copias solo en los EE. UU.) y ‘Bad’. En 1985, reunió a 46 de los cantantes estadounidenses más famosos de la época, incluidos Jackson, Bruce Springsteen, Tina Turner, Ray Carles y Cyndi Lauper, para grabar ‘We Are the World’.
Quincy dejó un importante legado de producciones musicales que dieron la vuelta al mundo y recibieron todos los premios existentes en el mundo de la música. Entre ellos, los cinco mayores éxitos musicales producidos por él, están ‘Thriller’, ‘Billie Jean’, ‘We are the World’, ‘Off the Wall’ de Michael Jackson y ‘It’s My Party’ de Lesley Gore.
Dos gardenias hasta el cielo. El músico cubano Manuel ‘Guajiro’ Mirabal, falleció ayer en La Habana a la edad de 91 años, así lo informó el Instituto Cubano de la Música.
Mirabal, conocido como la ‘Trompeta de Oro’ de Buena Vista Social Club, es considerado uno de los trompetistas más grandiosos de la isla de Cuba, representando su deceso “una lamentable pérdida para la música y la cultura cubana”, señaló el Instituto en una nota publicada en su página en la red social Facebook.
Al enterarse de la noticia, la diva de Buena Vista, Omara Portuondo, de 94 años, reaccionó de inmediato en las redes sociales: “Gracias por tanto querido amigo”, escribió.
“Me acaban de dar la triste noticia que ha fallecido el ‘Guajiro’ Mirabal, hermano querido, gran amigo, gran músico, gran hombre”, añadió.
Nacido el 5 de mayo de 1933 en Melena del Sur, en la actual provincia de Mayabeque, vecina de La Habana, Mirabal comenzó su carrera musical en 1951, tocando la trompeta por más de 70 años.
Integró destacadas orquestas cubanas como el Conjunto Rumbahabana y la Orquesta Riverside, pero fue su participación en el proyecto Buena Vista Social Club la que coronó su fama.
Los principales músicos de Buena Vista, la mayoría de ellos ya fallecidos, integraron la vieja guardia musical pre revolucionaria.
A finales de la década de 1990, cuando ya estaban jubilados, fueron persuadidos para volver al escenario por la estrella cubana Juan de Marcos González, Nick Gold, del sello de grabación World Circuit, y el guitarrista estadounidense Ry Cooder.
Entonces, Buena Vista se convirtió en una banda de renombre mundial tras lanzar su álbum homónimo, que ganó un premio Grammy en 1998 y es el disco cubano más vendido de todos los tiempos.
Su experiencia fue recogida en el filme “Buena Vista Social Club”, del director alemán Wim Wenders.
En un emotivo evento celebrado en el Hotel Crowne Plaza de Miraflores, el periodista y escritor peruano Richard Morris Riofrio fue reconocido con dos distinciones internacionales por su novela histórica de ficción, “Rosalba de Altagracia”. La Lic. Issa Arguetas tuvo el honor de entregar estos prestigiosos reconocimientos, uno otorgado por la Real Academia de Arte y Literatura, Filial de los Estados Unidos de América, y el otro por el Consejo Mundial de la Paz, en el marco de su participación en el 1er Congreso Mundial de la Paz y las Artes celebrado en Michoacán, México, en 2024.
Richard Morris, quien también es Mensajero para la Paz de la ONU, se encuentra en el proceso de lanzamiento de su nueva novela de autoficción, “La Noticia Inversa”, un proyecto que promete generar un gran impacto en la comunidad literaria. Su compromiso con la paz y la promoción del arte continúa marcando su carrera como escritor.
Por su parte, su hija, Kiara Morris Rodríguez, a sus 13 años, ya es una figura destacada en el ámbito literario. Actualmente, es embajadora cultural del Bicentenario y recibió la Distinción Internacional Infantil Líder de Paz en Ecuador, otorgada por su contribución a la paz y la cultura. Su obra “Érase una vez en Moore” ha sido adaptada al teatro, lo que subraya su talento y su capacidad para conectar con diferentes públicos a través de las artes.
Ambos escritores representan un claro ejemplo del potencial creativo peruano, mostrando que la literatura puede ser un vehículo poderoso para la paz y la cultura. Richard y Kiara se han comprometido a seguir promoviendo el arte y la literatura, con la esperanza de inspirar a las futuras generaciones.
Una sana costumbre. Durante dos semanas, más de 13 mil espectadores podrán disfrutar de manera gratuita 35 películas de estreno provenientes de 13 países de la Unión Europea: Hungría, que lleva la presidencia del Festival, Alemania, Bélgica, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal y Rumanía; además de producciones de Ucrania, país invitado y de Perú.
A partir del lunes 4 de noviembre, el público podrá reservar sus entradas para las funciones en todas las sedes (a excepción de las sedes CCPUCP y Alianza Francesa de Lima) a través de Joinnus. Es importante tener en cuenta que la reserva no asegura un asiento, dado que las entradas se entregarán por orden de llegada en cada función. Asimismo, las personas que no realicen la reserva podrán asistir directamente a las funciones.
Hungría, país anfitrión
Este año, como ya es tradición, se llevará a cabo un Diálogo Cinematográfico entre Perú y Hungría, país que lleva presidencia del Festival. Este encuentro busca enlazar las creaciones de ambos países a través de un eje temático cuidadosamente seleccionado el cual será este año: “Las complejidades de las relaciones humanas en contextos de adversidad”.
Las dos películas elegidas son: “Szerelem”, de Károly Makk, un clásico del cine húngaro de 1971 que explora la represión política de la década de los 50; y “La piel más temida”, de Joel Calero, un intenso drama peruano del 2023 que examina un complejo entramado de poder, violencia y amor.
Ucrania, país invitado
Además, Ucrania se suma como país invitado especial, ofreciendo un Ciclo Especial, que refleja el impactante y desafiante contexto que este país enfrenta a través de cuatro películas: “El Francotirador de Donbass”, “Cultura vs. guerra”, “Buscando a Nika” y “Edurodonbás”.
Premio del público
El Festival no sólo será un escaparate del cine europeo, sino también una experiencia participativa dado que los asistentes podrán participar en la votación del “Premio del Público”, eligiendo la película más destacada del evento y convirtiéndose así en protagonistas de esta fiesta cinematográfica.
Con una variada cartelera, el Festival será una ventana única al cine europeo contemporáneo. Con 129 funciones distribuidas en 16 sedes de Lima, Cusco, Arequipa, Piura, Trujillo y Chiclayo, el público podrá elegir entre una variada programación de cine para todos.
Hijo de Mario Vargas Llosa afirma que su padre está bien de salud
Tras la cancelación del viaje de MVLL a Madrid para recibir un homenaje, y luego de filtrarse información que indicaba que su estado de salud se encuentra en un nivel muy delicado, su hijo Álvaro ha salido a responder que el Nobel ha tenido que reducir sus actividades debido a su avanzada edad.
El escritor Mario Vargas Llosa no asistió a la gala de la ‘Catedra Vargas Llosa’ en San Lorenzo de El Escorial en Madrid, en la cual iba a ser homenajeado y se quedó en Lima tras cancelar su viaje. En tanto, en su representación asistió su hijo Álvaro Vargas Llosa, quien aprovechó para afirmar que su padre, se encuentra bien. A pesar que su familia desde hace algunos meses se ha resistido a comentar sobre su real estado de salud.
«Mi padre tiene casi 89 años, está en el umbral de los 90 años, es una edad a la que uno tiene que reducir un poco la intensidad de sus actividades y él lo ha hecho», afirmó el hijo del Nobel de Literatura en un acto público.
Álvaro, además mencionó que la familia está “muy unida” y que su madre Patricia, “está muy pendiente de su padre”, y que “probablemente estará en Perú hasta fin de año” y que no puede dar una fecha exacta para su próximo viaje.
Contra todo pronóstico, la Academia Sueca decidió otorgarle el Premio Nobel de Literatura a la escritora surcoreana Han Kang, quien fue galardonada “por su intensa prosa poética, que saca a la luz traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”, según declaró el secretario permanente de la Academia, Mats Malm.
Para los miembros del jurado, la autora ilumina la “conexión entre el cuerpo y el alma, los vivos y los muertos”, y su “estilo experimental” supone una innovación en la prosa contemporánea.
La escritora de 53 años es hija del también escritor Han Seung –won. Nació en Gwangju en 1970, pero creció en Seúl desde los once años. Estudió Literatura Coreana en la Universidad Yonsej de Seúl y se licenció en 1993. Debutó con poemas que aparecieron en la revista Literatura y Sociedad, pero se dio a conocer como prosista.
En 1994, ganó el premio literario del periódico Seoul Shinmun. Posteriormente, publicó varios volúmenes de relatos. En 1999, ganó el premio a la mejor novela coreana. En 2000, el «Premio para Jóvenes Artistas de Hoy», del ministerio de Cultura y Turismo. Y, por último, en 2005, el premio de Literatura Yi-Sang.
La reciente galardonada con el Nobel de Literatura ha trabajado como periodista para las revistas Water of the Deep Spring, Journal of Publications y Spring. Su primera novela, La vegetariana (2007), fue llevada al cine en 2010 y recibió el prestigioso premio Booker Internacional en 2016. Está traducida al castellano, al igual que otra novela suya, La clase de griego. En la actualidad, Han enseña escritura creativa en el Instituto de las Artes de Seúl.
Un galardón inesperado
Como todos los años, las especulaciones sobre los posibles galardonados no se hicieron esperar. El chino Can Xue, la canadiense Anne Carson, el escritor indio-británico Salman Rushdie y el japonés Haruki Murakami eran considerados candidatos prometedores. Algunos se consideran ya eternos favoritos y, una vez más, se han ido con las manos vacías.
Después del Nobel de la Paz, el de Literatura es el más reconocido. Los galardonados y sus editores también se benefician de ello gracias al aumento de la demanda de libros.
Según contó Mats Malm, secretario permanente de la Academia Sueca, cuando llamó a la autora para comunicarle la buena noticia, Han Kang estaba almorzando con su hijo. La escritora ha prometido acudir a Estocolmo para la ceremonia de entrega del galardón, el 10 de diciembre.
Una serie de pinturas y acuarelas bajo el fulgor irónico del pop componen «El Evangelio según Prometeo», décima individual de Toto Fernández en La Galería de San Isidro.
Como el titán del mito clásico, que robó el fuego para la humanidad, Fernández Ampuero (Lima, 1971) desafía lo establecido y se resiste a toda domesticación del arte en la lógica del consumo. Lo hace presentando a personajes sumergidos en la estética fría y superficial de los emojis, los globos plateados y los filtros de las redes sociales. Así recontextualiza el mito griego asociando a sus figuras con modernos Prometeos que luchan por una chispa de autenticidad en un entorno mediático que parece ahogarlos con su falso brillo.
Así, los once óleos y seis acuarelas establecen una conversación íntima entre la estética pop y la profundidad filosófica. Los fondos grises y saturados contrastan con el cálido tratamiento de la piel de los personajes, como si la carne aún tuviera una esperanza de resistencia frente a una realidad impersonal. En un entorno de globos inflados y sonrisas plásticas, la humanidad aún late, aunque deformada por el espejo que la fibra óptica ha puesto frente a sus ojos.
En cada pincelada de «El evangelio según Prometeo” el artista homenajea la voluntad inagotable de crear y forjar el propio destino, incluso cuando las condiciones parecen empeorar. «Después de la pandemia, llegaron las guerras, el cambio climático, y otros desastres, lo cual me hizo cuestionar si aún podemos creer en nosotros como especie», dice Fernández Ampuero. La obra invita a cuestionarnos en qué, o en quién, podemos depositar nuestra fe y esperanza, especialmente en un mundo donde la fama efímera ha sustituido cualquier búsqueda profunda de significado.
Entre los tonos grises de la realidad digital y el delicado contraste de la carne, emerge una reflexión sobre la ilusión delirante que muchos viven a través de las redes sociales. Los globos plateados, en lugar de representar alegría, se convierten en espejos que distorsionan la figura humana reflejando una visión alterada de quienes buscan desesperadamente un momento de notoriedad. Esta deformación visual es una crítica precisa al positivismo tóxico y la obsesión por una felicidad superficial que la cultura digital ha impuesto como norma.
El artista parece advertirnos, con ironía oscura, sobre el carácter transitorio de esta nueva forma de existencia, donde, como diría Warhol, todos tenemos al menos quince minutos de fama. Pero, en última instancia, el eco de esta advertencia es más trágico que festivo: si bien robamos el fuego de los dioses, ¿qué hemos hecho con él?
Lugar: La Galería
Dirección: Conde de la Monclova 255 – San Isidro.
Hasta: 2 de noviembre 2024.
Horario: De lunes a viernes de 11 a 7 p.m., sábados de 3 a 7 p.m.
Se viene concierto benéfico en apoyo a Radio Filarmonía
«Unidos por Filarmonía» se llevará a cabo el sábado 12 de octubre en el auditorio del Colegio Santa Úrsula. Entradas a la venta en los módulos del auditorio y en Teleticket.
La Orquesta Atodivarius y Edison Adrian Animepianist, dos de las más reconocidas agrupaciones de la escena anime en nuestro país, unirán sus talentos en una noche solidaria en apoyo a Radio Filarmonía para presentar el Concierto Sinfónico Coral «Unidos por Filarmonía», que se realizará el sábado 12 de octubre a las 8 p.m. en el Auditorio del Colegio Santa Úrsula.
Para la ocasión, Alessandra Romero, conductora de ‘Estación Anime’, programa radial que se emite a través de Filarmonía, presentará en vivo cada una de las anison o canciones de anime que interpretará una orquesta integrada por más de 60 músicos, en un programa que reúne a populares animes como Dragon Ball, Pokémon, Neon Genesis Evangelion, Naruto, Candy Candy, Lady Oscar, Sailor Moon, entre otros.
Este concierto se realizará en el marco del 40° aniversario de Radio Filarmonía, emisora abocada a la música clásica y géneros populares relevantes, fomentando la cultura musical a través de una programación variada que difunde música selecta y programas especializados de manera ininterrumpida desde su fundación el 1 de enero de 1984, y que hoy transmite a través de los 102.7 FM en Lima y en todo el mundo por filarmonia.org.
Los asistentes al concierto podrán además participar de un sorteo exclusivo de un Meet & Greet con los músicos de Atodivarius, Edison Adrian Ánimepianist y la conductora de ‘Estación Anime’, quienes se tomarán fotos, firmarán autógrafos e interactuarán con el público.
Los fanáticos del anime ya pueden adquirir sus entradas de manera presencial en los módulos de Teleticket o de manera virtual en la web https://teleticket.com.pe/unidos-por-filarmonia, con un descuento adicional del 15% para los socios «Amigos de Filarmonía» presentando su carnet vigente.