Roland Barthes (Cherburgo, 12 de noviembre de 1915 – París, 26 de marzo de 1980) fue un filósofo, y semiólogo francés. Barthes estudio filología clásica en la Facultad de Letras de la Universidad de París. Al cumplir los 19 años sufrió su primer trastorno de tuberculosis. Luego de reponerse temporalmente, logró licenciarse en Letras Clásicas (1939) y posteriormente en Gramática y Filología (1943).
A los 47 años Barthes trabajó en la Escuela Práctica de Altos Estudios, en dicha institución desarrolló una sociología de los símbolos, los signos y las representaciones. Desde ese momento, creció como la espuma, y su fama se acrecentó gracias a sus artículos, libros, y gran docencia.
En la primavera de 1980 una furgoneta de una lavanderíale atropelló en la Rue de las Écoles, frente al Collége de France, y posteriormente,el 26 de marzo a los65 años Barthes murió. Su último libro “La cámara lúcida: nota sobre la fotografía”, había sido publicado unos días antes.
Su escuela es parte del estructuralismo influenciado por el antropólogo Claude Lévi-Strauss. Su vasta producción literaria sufrió diferentes fuentes, inicialmente con discursos sartrianos y brechtianos, aunque logró finalmente una investigación propiamente semiológicaenfatizada en la lingüística. Roland Barthes afirma que la intención u objetivo de un escritor al crearuna obra, no es el único enganche de sentido válido para interpretar un texto. Pues, en la literatura pueden hallarse distintas fuentes que le denun significado. Por lo tanto, según Barthes el significado no está definitivamente dado por el autor, ya que éste deberá ser creado e interpretado por el lector que tendrá que realizar un análisis textual.
En 1953 escribió su primer ensayo, “El grado cero de la escritura”, seguido de“Michelet” (1954), y Mitologías (1957), que le dio gran fama por su agudoanálisis sociológico. Luego, publicó dos libros más técnicos, “El Sistema de la moda” (1967) y “S/Z” (1970), un análisis del relato el Sarrasine de Honoré de Balzac.
Barthes publicó una veintena de libros que han sido traducidos a otros idiomas. Y dio conferencias en las mejores universidades del mundo, desde Oxford en Reino Unido, hasta Harvard, o Tokio, en América latina en Chile y en México.
Roland Barthes en la 20ª FIL Lima
La Cámara Peruana del Libro y la Casa de la Literatura Peruana organizaron un homenaje al filósofo francés Roland Barthes. En la mesa de la sala Blanca Varela intervinieron Carlos García-Bedoya Maguiña profesor e investigador de la facultad de Letras de la UNMSM; Sebastien Lacoste profesor de francés en el Colegio Franco-Peruano; y Camilo Fernández Cozman, Conferencista, miembro de Número de la Academia Peruana de la Lengua.
Carlos García Bedoya: El profesor sanmarquino afirmó que Barthes fue un gran animador de la escena cultural francesa, y quesu pensamiento tuvo un gran impacto social, y aún se mantiene vigente. Añadió que el ensayista francés fue un creador de ideas, y auténtico maestro del estilo, todo un creador verbal que promovió el renovado interés por la retórica. Incluso, trabajó en campos tan diversos como la moda. En los años sesenta Michel Foucault apareció como el primer estructuralista, sin embargo, Barthes fue uno de los exponentes de la corriente post-estructuralista, y acuño la palabra “Efecto de Realidad”. La vertiente estructuralista se entrelaza en sus libros con la post-estructuralista. Un trabajo implica una moral de la forma, y por tanto, una utopía del lenguaje.
Sebastien Lacoste: “Barthes no solo nos habló de literatura, sino, del mundo”. La semiología abrió muchos de los campos en que se entiende el mundo en su totalidad. “Los conceptos míticos se hacen o se deshacen”, decía él. Lacoste aseveró que el filósofo nos propone un método de análisis en la formación del mito. Barthes pone en práctica la semiología como una ciencia que estudia la vida de los universos sociales. Además, relacionó la ética con la estética, y “Mitologías” hace que nos deshagamos del estructuralismo. “Mitologías” es una obra muy política, y a su vez dogmática, como una máquina que detecta a los burgueses. Esta obra nos enseña a ser sumamente críticos, aunque su alma es muy variada. “En los años setenta se crea un verdadero fervor en honor a Barthes, ya que él cambió nuestra mirada al mundo”.
Camilo Fernández Cozman: “Barthes es un autor imprescindible, y tiene dos libros fundamentales. “El Grado cero de la escritura”, y “Mitologías”. “Él fue un escritor positivista y en el ámbito de las humanidades defendió la nueva crítica, de esa manera, fue un escritor polifacético y abrió un camino hacia el estructuralismo”. Fernández Cozman señaló que Barthes aproxima la crítica literaria al ensayo. “El Grado cero de la escritura” de 1953 fue su primer ensayo y ahí se percibe el influjo del existencialista Jean Paul Sartre, cuyo manifiesto es que el sujeto debía comprometerse con su entorno.
Para Barthes la escritura es un acto de solidaridad histórica, ¿Con quién nos comprometemos?De ahí,que la escritura es la moral de la forma; yes a partir de la forma artística que el escritor se sitúa en un espacio social especifico. Barthes afirma en la obra: que la ideología burguesa entra en crisis, y al darse este hecho se multiplican las escrituras. Entonces, el escritor se convierte en un artesano de la estilística. Con Gustave Flaubert el escritor es concebido como un autor que creó la escritura artesanal, y que luego sería sometida a crítica; ante ello, Barthes, empieza a cuestionarla independientemente del género del romanticismo.
“Entonces podemos decir que en los dos libros hay una influencia del marxismo”. Barthes pretende desenmascarar el mito, y también trata de desenmascarara los productos sociales, y ese mito puede ser estudiado como un signo. También afirma en su obra que el juguete francés pretende alienar a los niños, y los convierte en usuarios, y no precisamente en creadores. Barthes menciona también al juguete químico que es el juguete que se vende, y que es precisamente producto de un proceso químico. Y al juguete de madera, que tiene una procedencia natural mediante los árboles, y este juguete es el que salva y rescata la situación del tacto a través de la madera.