Cultura
Alias ADARES, el último de todos los poetas malditos
Un artículo de Hans Herrera Núñez

Adares es un poeta casi totalmente olvidado, último de la raza de los malditos, lo fue a pesar de sí mismo. Empezó tarde la carrera y se entregó por entero a ésta. La tradición de los malditos queda por fin clausurada.
Una trágica tradición
Como todas las noticias en el campo de la literatura, ésta también llegó tarde, exactamente veintitrés años después del final. Porque los poetas malditos difícilmente pueden competir con el doble homicidio del día, la corrupción de un ministro o el último grito en la moda de escándalos de las estrellas fugaces de la farándula.
Atención gobernantes y gobernantas de la cultura, comisarios del mal gusto, versificadores del verso libre que solo prosifican. Oíd acémilas, heliogábalos, camastrones, encubridores, tramposos, roñosos, bellacos, camanduleros de la literatura. Hubo una vez un poeta que ya casi nadie recuerda que sintetiza todo un camino y un mundo ya viejo como acabado. Lo que se pretendió como poesía universal acabó en forma de poeta local.

El malditismo es un fenómeno moderno, nació en el siglo XIX y duró hasta Adares. Surgió como una degeneración del movimiento romántico. Podemos ubicar la paternidad en Allan Poe, a quien la posteridad castigó haciendo que sea recordado por sus cuentos y no por sus poemas que eran y son mejores que sus relatos de susto (padre del género policial, precursor del relato psicológico, que llevó el terror a otros campos). Continúo en Francia con Baudelaire, traductor de Poe, le siguió Rimbaud, uno de los primeros entusiastas lectores de Baudelaire, biografiado por Verlaine, y la línea de sucesión continuó como una enfermedad que se contagia. Entre pesimismo, canto a la tristeza, solipsismo y afán de letraherida, así creció el árbol de los malditos. Sin embargo pocos recuerdan la generación de la bohemia madrileña de la década de 1920. Pocos sospechan que entre esos malditos casi totalmente olvidados hubo un Pedro Luis de Gálvez, rufián y caballero que paseaba el cadáver de su hijo muerto en una caja de zapatos por los cafés de la Gran Vía, para colectar a través de la lástima, unos cuantos duros para el sepelio, pero que el infeliz por borracho se gastaba en tragos, por lo que volvía empezar el procedimiento de café en café hasta agotar la Gran Vía. Poeta que por cierto inspiró el primer poema (o al menos el primer soneto) de un joven Borges (“Rompe de pronto un hombre, el paisaje se achica (…)/ Es Pedro Luis de Gálvez, rufián y caballero/ Que viene con la frente fulgente como mica/ Y con las manos plenas de poemas de acero”. Pedro Luis en Martigny, 21). O ese otro poeta desgraciado, Armando Buscarini, hijo de una madre soltera que portaba el apellido de un presunto padre al que jamás conoció, y que se dedicaba sin éxito a la venta ambulante de sus poemas. Y así muchos otros de todas partes, de todas las lenguas, que por años abocaron su vida con afán al fracaso, como fue Pizarnik, judía, atea y bollera, leer sus obras completas es leer literatura hecha enfermedad. O Bukowski, el gran borracho con la cara picada, o Mario Santiago Papasquiaro, el Ulises Lima de los Detectives Salvajes de Bolaño que murió atropellado el mismo año del libro de la publicación del libro de su amigo, el mismo libro que le dio la fama que sus poemas jamás le dieron.
Hay en el maldito una vocación canalla, egoísta, de ser gafe, que lo es a pesar suyo, pero a veces pareciera que lo fuese adrede.

La última poeta maldita era catalana, fue Ana María Martínez Sagi, antes de los treinta años lo había logrado todo, primera jabalina de España, primera mujer miembro del directorio del FC Barcelona, única fotoperiodista mujer en el campo de batalla durante la Guerra Civil Española (y cuyas fotos aparecían bajo el título de “por el compañero Sagi”). Ésta mujer había descollado también como gran poeta, pero al final de la guerra, derrotada su causa huyó con los perdedores a un exilio largo que no acabó ni con la muerte de Franco ni la ley de amnistía. Sagi siguió escribiendo pero incluso al volver a España nadie la reconoció. Le tocó vivir mucho, demasiado tiempo. Durante sesenta años fue olvidada en vida. Pesaba sobre ella la peor ignominia, la de la indiferencia. Ella que era una gran poeta, hasta que un joven escritor la encontró y el resto es historia. Lo curioso de su caso viene de ésta suerte, esta condición de ser maldito a pesar suyo o a propósito. Cuando por fin alguien después de sesenta años publica un libro sobre su vida, el mismo día de la presentación del libro la misma homenajeada se muere. Tenía noventa y tres años.
Y es que el maldito se empeña en aumentar la vana gloria de su mala suerte. Tienen la capacidad de la poesía elevada pero la aprovechan desde su lado más miserable y malévolo. No son malas personas, tampoco es que estén enfermas sus almas más que la del resto, es que se trata de que están fascinadas con esa suerte que la fuerzan, se empujan con todas las ganas, con todo su deseo hacia el fracaso. Lo quieren, lo buscan y lo peor de todo es que empujan consigo a las personas que los aman, a sus padres y a sus hijos. Se rodean de inútiles para opacar su talento, para fingir ser también inútiles. Gustan de verle el mal a todo, adoran la tristeza como quien adora al diablo. En la sinagoga de Satanás prenden velas negras a su propio ídolo, se consumen en amargura, en resentimiento contra sí mismos, porque a diferencia del odio y la envidia, el resentimiento es un sentimiento que se vuelve contra uno mismo y lo depreda. “Tienes que perdonar Fernandito” le decía Ana de Pombo al poeta camarada Navales, “tienes que perdonar, aunque ellos implique que renuncies al genio de tu estilo. Perdonar es el único acto que amerita ser terminado en esta vida”.

A.D.A.R.E.S.
Si estabas por Salamanca allá por los noventas, en los corrillos, alcanzabas a encontrar a un viejo con una barba blanca como de rey visigodo. Sentado frente a la plaza en una mesa desplegable ofrecía sus poemarios que él mismo se autopublicaba. Y por cierto era un poeta que vendía, no por famosos o enchufado, sino porque tenías al poeta ahí, con poemas escritos a comisión para el comprador que quisiese un retrato hablado.
Adares es muy distinto a todos los demás malditos, no era borracho, ni mujeriego, era peor, era un tipo normal, o lo fue casi toda su vida hasta que un día a una edad muy avanzada, él que no leía más que probablemente novelas de vaqueros, un día pasado los cuarenta años lo fueron a visitar las musas. Y desde entonces ya nada fue igual.
Comenzó a escribir y escribir y no se detuvo. No era un buen poeta, escribía sin ritmo, sin música, pero coño cómo escribía, insistía, de tal manera que el talento ausente llegase a fuerza de escribir tanto.
En la vida de un hombre ocurre un instante en que algo más grande nos llama, podemos aceptar o no, pero una vez empieza ese camino, el hombre se vuelve héroe. Cuando uno por fin sabe para qué fue puesto en este valle de lágrimas, cuando sabe su misión, solo entonces sabe quién es, y a partir de ahí todo se vuelve épico.
Adares oyó el llamado y respondió. Se entregó a la poesía, él que nació con hambre, pobre de solemnidad, hijo de pobres que se fue a trabajar a Francia de obrero, que la pasó con los gitanos, que se dedicó a pastorear animales y a cuánto oficio bajo encontró para ganarse el pan, él, Adares, abrazó su vocación con total normalidad. De todas maneras siempre había sido pobre. Seguramente no le pesó ser fiel a su condición de perdedor, lo había sido toda su vida, de manera que no significó ningún cambio en su vida hacerse poeta. Su primer libro de poemas, Sangre talada, se publicó cuando ya pasaba de los cincuenta años.
El poeta callejero hizo de la calle su cátedra. Asentado ya en la ciudad de Salamanca, empezó a editar y vender sus libros en la Plaza del Corrillo, lugar de paso de viandantes y turistas. Entre la Plaza Mayor y la Calle de la Rúa, que lleva a las Catedrales, estaba su oficina de poeta a la intemperie.
Con todo empeño y tesón el resto de su vida hasta el mismo día de su muerte, se dedicó a ir a su centro de labores donde vendía sus poemas auto publicados. Desde los peldaños de los soportales de El Corrillo erigió “Adares” lo que él denominaba su “Cátedra de Poesía”. Mientras los académicos estudiaban a Lorca y a Vallejo, Adares hacía poesía, llevando la palabra a la calle. Era él aquel hombre que se atrevió a ser palabra.
Vendió muchísimos libros de esa primera veintena que se autoeditó y que reeditaba tras agotarse la primera tirada. Con lluvia o con sol, y de domingo a domingo, instalaba su mesa, exponía sus libros, en un cordel, de una cuerda que ataba a dos columnas, colocaba el pequeño cartel que dejaba bien claro el producto ofrecido: ‘POESÍA’.
El viejo era un buen manojo de poemas.
De su ciudad Salamanca escribió:
«La Plaza del Corrillo es poderosa./ Cada día que me puede recibir la hago un retrato/ para aquí terminar mi loco empleo./ Hasta que me respete la memoria.»
Y también este otro poema,
«Salamanca te amo porque tú amas al sol.
Porque tú te dedicas a quedarte.
Salamanca te amo en las cajas
Y entre el ramillete del vaho
Del amor.
Te amo en las goteras de la Peña Celestina
Y en todo el Tentenecio de aguardar
La monja.
Sólo te pido amor que te asegures y tantees,
Salamanca, antes de que te digan.
Yo no me iré jamás de tu palabra».
(De ‘No me preguntéis de dónde soy llegado’)

O este otro poema, del libro ‘Me enamoré sin permiso’ (1995): “Me llamaste venir y vine / como vengo / lleno de anochecidos mundos irradiables. / Este poema es verso / y a la vez un beso hacia abajo / y derecho / a tus cabelleras. / Tu manzana de amor es mi ban¬dera.”
Quizá los que más han preservado su memoria sean Juan Manuel de Prada y A. P. Alencart.
La obra de Adares están reunidos en treinta y cinco libros publicados y varios inéditos que conforman su producción poética. Difícil de hallar en especial es “Escrito a lápiz sin soltar el asa” (1993).
Su estilo es franco, rural y vivaz. Ejemplos de su sonoridad son versos como estos: “Es mi brazo cartabón que te ha trazado Salamanca” o este otro que juega con el famoso adagio bíblico, “Pulvis est et pulverum reverteris” (Polvo eres y en polvo te has de convertir), que Adares transforma en su verso escriba: “vuelto cenizas polvo héroes” (En Salamanca).
Como paraba horadando la realidad para hallar poesía, Adares, cuyo verdadero nombre era Remigio González, podemos destacarlo además de exponente de fin de raza en entronque y bisagra con una nueva poesía que emerge. El último maldito, ofrece dos coordenadas para el nuevo poeta que nace con el siglo: el comienzo de vocación tardío (fin del culto al poeta adolescente) y el desapego del culto a la tristeza por una nueva vitalidad, una más alegre. Ese es el significado de Adares en la literatura.
Siendo así el último eslabón de una cadena ya terminada, surge el interés de algo distinto que empezó a operar en la poesía, algo nuevo que en Adares se vislumbra aparecer.
El fin de los poetas malditos no debiera generar enfados, porque continuar en el malditismo es perseverar en la necedad, y ese árbol ya está muerto y no da fruto ni siquiera veneno. Esa teta está seca, y no da leche agria. Es una tradición que concluyó. Es demasiado egoísta en sí, y ese camino se experimentó hasta el vómito. ¿Con qué ojos nos verá el s. XXII o el s. XXIV? ¿Todavía habrá lectores de Vallejo? Nuestro siglo es entre los siglos un siglo petiso, ni el mundo acabará con nosotros ni la poesía se enquistara atorada en la misma ruina. Como cuando los bárbaros y la caída del Imperio, se perdió mucho, pero se conservó lo esencial del mundo antiguo. De la poesía maldita quedará tal vez nada, quizá solo unos versos de un mal poeta, y me atrevo a augurar que son los versos de otro poeta, del poeta niño Buscarini, quien en su poema orgullo escribió: “Es verdad que yo sufro; pero oídme:/¿ qué me importa sufrir si soy poeta?”. Esos versos resumen ciento cincuenta años de golpearnos contra la pared. Reafirma y sintetiza lo que fue ese movimiento que murió en el año 2001. Un sismo que no dejó más que unos versos a modo de grietas en la casa de la poesía y nada más.
Finalmente,
ADARES, son el acróstico de Adelante, Dolor de madre al dar a luz al hijo, Amor, Remigio (su nombre), España (su país) y Salamanca (su ciudad).
La última poeta maldita fue Ana María Martínez Sagi, que falleció en el año 2000, y el último poeta maldito fue Adares que murió el año 2001. Hasta el último día de su vida fue caminando con la espalda doblada y con un parkinson muy avanzado a su cátedra de poesía que jamás abandonó. No era un triste, era no obstante maldito olvidado, eslabón del nuevo camino que se abre. Como dice un poema suyo:
Mi poesía nunca engaña
Porque nunca la engañé
Silvestre malva o de alma
La subo porque la amé.
Yo sé por lo que resiste
Porque jamás está unida
Ni a la pena ni a lo
Triste
(Inédito)

Descansa en paz Adares, a la luz de la mejor ventana.
Y a ti, querido e hipócrita lector, posiblemente aspirante a escritor, si persistes en la necedad de ser maldito, déjame decirte que llegas veintitrés años tarde. El sepulcro ya fue tapiado y la lápida puesta. En el cementerio de los malditos ya no quedan vacantes. Dedíquese mejor a otra cosa.
Cultura
Diego Lazarte presenta su novela “Última salida de Palomino” en la FIL de Lima
Una novela donde el delirio y la marginalidad son una forma de redención.

En la Lima de hoy, donde la violencia se ha vuelto tan habitual como el humo de las combis, aún hay quienes insisten en escribir. No se trata de la escritura industrial de comunicadores con redes sociales, sino de la otra, la secreta, la solitaria, la que nace del encierro y la paranoia. Tal es el caso de Diego Lazarte (Lima, 1984), poeta y agitador cultural que ahora se lanza al ruedo narrativo con su primera novela, Última salida de Palomino (Narrar, 2025), un artefacto literario que parece haber sido armado en el taller de un mecánico punk: con herramientas oxidadas, piezas robadas y una belleza sucia y palpitante.
La novela será presentada el sábado 2 de agosto a las 7:00 p. m. en la sala Laura Riesco de la 29.ª Feria Internacional del Libro de Lima. Acompañarán al autor el escritor Enrique Carro y el periodista Marco Gonzales, quienes lo empujarán, probablemente sin mucha resistencia, a revelar los entretelones de una obra que se ha escrito entre la desesperación y la ironía, con ecos de El Lazarillo, acentos de Viernes 13, y guiños al videojuego Donkey Kong.
El protagonista de esta historia es Kennedy, un joven que vive en una Lima derruida, no por el terremoto que todos esperan, sino por una violencia más sutil, más constante, más nuestra. Su vida —gris, regular, periférica— se ve trastocada por la aparición de Dulcinea, una criatura extravagante con acento español impostado, que irrumpe en su casa y convierte lo cotidiano en una guerra absurda por la supervivencia doméstica. Desde allí, la novela se dispara como un pinball, como lo ha descrito el escritor español Alberto Guirao, rebotando entre el castellano castizo y el argot callejero, del cine slasher a la sátira política, del registro íntimo al periodístico, sin pedir permiso ni disculpas.
Última salida de Palomino es una obra que mezcla la tradición picaresca con la estética del desfogue contemporáneo. En ella, los márgenes de Lima no son un escenario decorativo, sino un personaje más, brutal, histérico, entrañable. La crítica de cine Mónica Delgado ha visto en la novela un retrato coral de la juventud precarizada en un país posconflicto, esa generación que se crió entre el miedo y la televisión por cable, que juega videojuegos mientras carga heridas invisibles, que se automargina como forma de resistencia.
Lazarte, quien debutó en poesía hace ya más de dos décadas con La clavícula de Salomón, y cuya obra Calaveras retóricas fue reeditada en México, se encerró en el piso 15 de un condominio en Lima Norte para parir esta novela entre maratones de películas de serie B y fantasmas personales. Estudió Derecho, aunque amenaza con ejercerlo, y dirige el Festival de Poesía de Lima, además de la productora Cinemapoesía, desde donde prepara documentales sobre figuras como Enrique Verástegui o José Ruiz Rosas, esos poetas tan intensos como clandestinos.
El libro es, en cierto modo, su testamento generacional, su ajuste de cuentas con una ciudad que ya no existe, o que existe solo como pesadilla compartida. Porque en la Lima de Diego Lazarte, uno no entra para vivir: entra para sobrevivir. O para escribir, que en estos tiempos viene a ser lo mismo.
Cultura
Libro «La ciudad de los cerdos» de Rodolfo Ybarra se presenta en la FIL de Lima
Una obra visceral que sacude los cimientos del sistema desde la narrativa policial y neorrealista.

Este sábado 2 de agosto, a las 4 p.m. en la sala “Clorinda Matto de Turner” de la Feria Internacional del Libro de Lima, el escritor peruano Rodolfo Ybarra presentará su más reciente novela La ciudad de los cerdos, una obra que consolida su estilo irreverente, provocador y profundamente crítico del sistema.
El evento marcará también la reedición de Matagente y Secreto de Estado por la Editorial Apogeo, formando así una trilogía de literatura neorrealista que se atreve a enfrentar la podredumbre estructural de la sociedad peruana desde la narrativa.
La ciudad de los cerdos es una novela policial negra, pero también una crónica feroz del deterioro moral, político y urbano de Lima. A través de un lenguaje afilado y un ritmo narrativo intenso, Ybarra nos introduce en un universo donde la violencia no es solo callejera, sino institucional. Es una ciudad en la que el crimen, el poder y la impunidad conviven y se retroalimentan. Pero no estamos ante una simple denuncia literaria: se trata de una obra antisistema, en el sentido más radical del término. Aquí no hay redención, ni héroes, ni esperanzas ingenuas. Hay confrontación.
Rodolfo Ybarra no es un autor que busque agradar. Es, más bien, un escritor incómodo, inclasificable y necesario. Su literatura se resiste al encasillamiento y se alimenta del caos, del dolor social y de la desesperanza convertida en arte. Con influencias que van del punk al existencialismo, y de la crónica urbana al cine de autor, Ybarra ha construido a lo largo de los años una obra coherente en su rebeldía. En un panorama literario a menudo domesticado por la corrección política o por las modas editoriales, su voz suena como un disparo.
La portada de La ciudad de los cerdos ha sido realizada por el artista y fotógrafo Juan Carlos Michilerio, cuya estética transgresora dialoga perfectamente con el contenido de la novela. La presentación estará a cargo del escritor y periodista Enrique Sánchez Hernani y del crítico literario Arturo Delgado Galimberti, dos nombres que conocen el ámbito cultural nacional.
Esta no será solo una presentación de libro, sino una celebración de la resistencia cultural, una provocación intelectual y un llamado a mirar de frente lo que muchas veces preferimos ignorar. La trilogía formada por Matagente, Secreto de Estado y La ciudad de los cerdos no solo representa un hito en la narrativa contemporánea peruana, sino también una advertencia: la literatura no siempre debe confortar; a veces, debe incomodar, sacudir, cuestionar.
La invitación está hecha. Este sábado, quienes buscan una literatura que no pacta con el poder ni con la complacencia tienen una cita obligada. Rodolfo Ybarra no escribe para entretener, sino para resistir. Y esa es, quizá, su mayor virtud.
Cultura
Ministro de Cultura desconoce intervención irregular en Sacsayhuamán [VIDEO]
Una intervención irregular en Sacsayhuamán revela la permisividad del Ministerio de Cultura frente a actores pseudocientíficos y proyectos sin control efectivo.

El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, declaró no tener conocimiento de la reciente intervención realizada por guardaparques en el parque arqueológico de Sacsayhuamán, donde dos ciudadanos extranjeros y un peruano fueron sorprendidos manipulando un georradar sin autorización. La escena, más cercana a una expedición clandestina que a una investigación formal, ha reabierto las críticas sobre el manejo del patrimonio arqueológico y la permisividad con ciertos actores que operan al margen de la normativa.
El ministro ante la pregunta del periodista Néstor Larico, mencionó: “Bueno, no estoy al tanto de ese dato. En todo caso, de haber alguna vulneración al ordenamiento jurídico, tendrá que sancionarse”, fue la escueta respuesta del titular de Cultura, esquivando una situación que involucra directamente a su sector.
Los hechos ocurrieron días atrás, cuando personal de vigilancia del parque detectó a los visitantes realizando estudios técnicos con maquinaria especializada. Según explicaron los guardaparques, los intervenidos no contaban con ninguna autorización del Ministerio. Sin embargo, el jefe del parque arqueológico mencionó que los sujetos presentaron un convenio suscrito con una entidad, sin mayores precisiones.
Uno de los arqueólogos a cargo del proyecto formal en la zona, Jorge Calero, se deslindó por completo del hecho. Aclaró que las personas intervenidas no pertenecen a su equipo y que el convenio que exhibieron los extranjeros no guarda relación con el proyecto “La Chincana”, oficialmente autorizado. “Ese convenio no es vinculante para las actividades que realizaban estos extranjeros. No tienen autorización para intervenir el sitio”, declaró enfáticamente.
Consultado sobre este mismo proyecto, el ministro Valencia optó nuevamente por la distancia. “Entiendo que la Chincana es un proyecto privado. Nosotros, más allá de autorizar su ejecución, no participamos del caso”, afirmó.
La postura oficial levanta suspicacias, sobre todo al conocerse que la Asociación Pi Rambla Heritage, dirigida por el español Anselm Pi Rambla —quien ha sido cuestionado por promover teorías pseudocientíficas y hacer uso indebido de tecnología en sitios patrimoniales sin rigor arqueológico—, estaría vinculada a estas actividades.
El proyecto “Chincana”, impulsado formalmente por los arqueólogos Jorge Calero y Nildrer Fernández, busca rastrear el legendario túnel incaico que conectaría Sacsayhuamán con el templo del Qoricancha, una idea que pertenece tanto a la tradición oral como a una serie de relatos históricos difíciles de comprobar. Pese a su atractivo mediático, la iniciativa se ha visto contaminada por la presencia de operadores no autorizados que, amparados en convenios oscuros, avanzan sin control institucional efectivo.
El incidente deja en evidencia no solo la falta de fiscalización del Ministerio de Cultura, sino también la existencia de vacíos normativos y permisividad con actores que utilizan el patrimonio nacional como terreno de especulación y aventura privada, sin garantías de un trabajo serio y científicamente validado.
Aquí el video de las declaraciones del ministro de Cultura.
Cultura
Presentan libro con material inédito de Wáshington Delgado
‘Mi tía Carolina y otros parientes. Cuentos y manuscritos’ es el libro inédito del poeta y escritor peruano Wáshington Delgado, que se presenta el 5 de agosto, en la Feria Internacional del Libro de Lima.

Un extraordinario rescate literario, a cargo de la Editorial Bisonte, se presentará el martes 5 de agosto, a las 4:00 PM, en el auditorio José María Arguedas de la FIL Lima. Se trata de la reunión de cuentos y manuscritos inéditos del poeta y escritor peruano Wáshington Delgado Tresierra (1927-2003). ‘Mi tía Carolina y otros parientes. Cuentos y manuscritos’ recoge un valioso material de una de las voces más importantes de la década del 50 de las letras peruanas.
Cabe señalar que Wáshington Delgado anunció este libro a mediados de los noventas, durante una entrevista, habló de un libro de cuentos cuya estructura y temática dio a conocer en 1996 en aquella nota periodística. Si bien buena parte de los cuentos fueron apareciendo en importantes medios de habla hispana, se publica el libro este 2025, con la inclusión de dos cuentos inéditos (con sus versiones manuscritas).
“Los manuscritos fueron cuidadosamente escaneados por su hija y heredera, Sonia Delgado. Este es un rescate y un homenaje al maestro Wáshington Delgado, autor polifacético que se desenvolvió con suma maestría como poeta, narrador, periodista, catedrático, ensayista y otras disciplinas intelectuales”, comenta Carlos Morales Falcón, quien estuvo a cargo de la compilación del libro, publicado y distribuido a nivel nacional por Editorial Bisonte.
‘Mi tía Carolina y otros parientes. Cuentos y manuscritos’, de Wáshington Delgado, será presentado en la 29° FIL Lima 2025, ubicada en el Parque Los Próceres de la Independencia en Jesús María. Los comentarios estarán a cargo de Carlos Morales Falcon y Rafael Ramírez Mendoza.
Datos:
Presentación del libro ‘Mi tía Carolina y otros parientes. Cuentos y manuscritos’
Día y Hora: martes 5 de agosto 4:00 PM.
Lugar: Auditorio José María Arguedas – FIL Lima 2025 (Parque Los Próceres de la Independencia en Jesús María).
Comentarios: Carlos Morales Falcon y Rafael Ramírez Mendoza.
Organiza: Editorial Bisonte.
Cultura
Nuestra respuesta a la Asociación Pi Rambla Heritage tras el cuestionamiento del convenio con el MINCUL
El Ministerio de Cultura abre las puertas a una asociación liderada por Anselm Pi Rambla, un autodenominado investigador sin título profesional, vinculado a teorías de extraterrestres, túneles ocultos y mitos celtas en el Cusco.

Referente a nuestra publicación de que el Ministerio de Cultura ha suscrito un convenio con la ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE, avalando investigaciones pseudocientíficas en sitios arqueológicos de Cusco, esta afirmación se sustenta en los antecedentes del señor Anselm Pi Rambla, quien dirige dicha asociación. Esta es una organización familiar que recoge las ideas trasnochadas y pseudocientíficas del señor Pi Rambla; por lo cual, la asociación, como parte de su denominación, considera la palabra HERITAGE, que significa herencia, develando que esta asociación hereda lo del señor Anselm Pi Rambla.
Solamente al citar la publicación de la revista Más allá de la Ciencia, en la cual el propio señor Anselm Pi Rambla afirma haber llegado a Perú por recomendación del ufólogo Erich Von Däniken, autor de varios libros que afirman influencias extraterrestres en el origen de la humanidad, personaje conocido internacionalmente, dueño de teorías de visitantes ancestrales, llenas de extraterrestres y teorías pseudocientíficas.

Foto de Erich Von Däniken tomada de Infobae con el rotulo “Sobre alienígenas ancestrales y estafas: vida y obra del bestseller que busca cambiar la historia de la humanidad”.

Página de la revista española Más Allá: la parte marcada en rojo es donde Anselm Pi Rambla relata cómo empieza la investigación de la Chincana de Cusco en el año 2000, continuando las investigaciones del ufólogo Erich Von Däniken, que afirma las influencias extraterrestres en el origen de la humanidad, autor de la teoría de los visitantes ancestrales, llena de extraterrestres y teorías pseudocientíficas.
También, en una entrevista a la revista española Más Allá, afirma buscar el Avalon en los Andes. El Avalon se asocia con una isla legendaria de la mitología celta, conocida por ser el lugar de descanso del Rey Arturo y un paraíso con abundancia de manzanas. ¿Esta afirmación de Anselm Pi Rambla no es acaso una afirmación pseudocientífica? ¿Qué tiene que ver la cultura celta con la cultura andina?
A todo este bagaje de experiencia pseudocientífica de Pi Rambla se suma la entrevista en el programa Sintonía Secreta, donde en el mismo rótulo del programa aparece Pi Rambla tras la pista hiperbórea, ovnis, lamas y el mundo subterráneo andino. Si esto no es pseudociencia, el océano Pacífico es solo un pequeño charco de agua.
Entrevista a Anselm Pi Rambla en el programa Sintonía Secreta, donde en el mismo rótulo del programa aparece Pi Rambla tras la pista hiperbórea, ovnis, lamas y el mundo subterráneo andino.

Página 27 de la revista española Más Allá nótese el titular Anselm Pi El Buscador del Avalon.
La carta notarial a la que estamos dando respuesta afirma que el señor Anselm Pi Rambla es un investigador profesional con más de 40 años de experiencia en investigación científica en la especialidad de culturas precolombinas. Al respecto, hemos revisado una serie de listas de artículos científicos, así como la producción académica de dicho señor, no encontrando ni un solo artículo académico o científico. Tampoco el referido señor es citado dentro de la comunidad académica y científica que se ocupa de las culturas precolombinas.
Esta búsqueda no hubiera sido necesaria si antes no nos hubiéramos cerciorado de que dicho señor no posee título profesional de ningún tipo; así consta en su hoja de vida publicada. Para un mejor entendimiento y aclarar que el señor Anselm Pi Rambla sorprende a la ciudadanía peruana indicando que es un investigador profesional, le aclaramos que un título profesional es un documento oficial que certifica que una persona ha completado con éxito los estudios requeridos para ejercer una profesión específica. Este título demuestra que el individuo posee los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñarse profesionalmente en su campo. Ser profesional, dentro de la normativa de Perú y de todas partes del mundo, es cuando una persona ha cursado la universidad y logrado un título profesional, el cual no tiene el señor Anselm Pi Rambla y, por consiguiente, miente al indicar que es un profesional.

Página personal de Anselm Pi Rambla donde claramente se refiere que no alcanza un título profesional.
A esto se suma que los estudios de culturas precolombinas son propios de arqueólogos, etnógrafos, antropólogos, historiadores y sociólogos. En este caso específico, Anselm Pi Rambla no cuenta con ningún grado ni título académico o profesional que acredite que está expedito para realizar estudios precolombinos. Es así que concluimos que Anselm Pi Rambla es un aficionado a dichos estudios, lo cual refuerza y justifica por qué sus afirmaciones son carentes de datos científicos, pasando a ser Anselm Pi Rambla un aficionado.
Asimismo, en la carta en referencia hacen constar tanto el señor Anselm Pi Rambla como su hijo Marcos Qumran Pi Peret que la Asociación Pi Rambla Heritage dispone de importantes pruebas científicas realizadas en detección de última generación (georradar) sobre la localización exacta del túnel Chincana. Esta afirmación es sumamente preocupante, pues últimamente Anselm Pi Rambla y la Asociación Pi Rambla Heritage no cuentan con permiso alguno para realizar ningún tipo de prospección arqueológica en la ciudad de Cusco y zonas aledañas.
Esto es una muestra clara de que la Asociación Pi Rambla Heritage y Anselm Pi Rambla vienen realizando investigaciones arqueológicas sin conocimiento del Ministerio de Cultura, so pretexto del convenio que firmaron con el Ministerio de Cultura-Cusco, pues los convenios no autorizan nada, solo promueven y fomentan. ¿Cómo realizaron estas investigaciones con georradar en territorio cusqueño si el ufólogo Anselm Pi Rambla y su asociación no tienen ningún proyecto de investigación arqueológica aprobado por el Ministerio de Cultura, y por consiguiente ningún permiso para nada? Esto es una evidencia clara del actuar incorrecto de los miembros de esta asociación y de que están tomando el Cusco y el Perú como si fuera parte de su feudo personal, realizando investigaciones arqueológicas violando el reglamento de intervenciones arqueológicas aprobado por el Decreto Supremo 011-2022-MC.
Anselm Pi Rambla, claramente en una conferencia (cuyo enlace copiamos a continuación), manifiesta querer sobrescribir la historia y que muros de factura inca inicial o estilo Killke no son incas, y que se tiene que reescribir la historia de la humanidad. Asimismo, manifiesta que los muros del Coricancha tienen 4000 años de antigüedad, cuando la sociedad más antigua del Cusco con alfarería tiene una antigüedad de 1000 años antes de Cristo, y todos los arqueólogos, tanto cusqueños como extranjeros, ratifican que el Coricancha es de construcción inca. ¿De dónde saca Anselm Pi Rambla que dichos muros tienen 4000 años de antigüedad cuando los incas se desarrollaron en el siglo XIV e inicios del XV? Si esto no lo llamamos delirios pseudocientíficos, ¿qué podrían ser estas afirmaciones que al parecer son parte de un programa de minimización de la cultura andina? Para lo cual el gobierno peruano tiene que tener sumamente cuidado, pues pronto, gracias al convenio suscrito entre el Ministerio de Cultura-Cusco y la Asociación Pi Rambla Heritage, que, como ya demostramos, da continuidad a las lucubraciones pseudocientíficas de la Asociación Pi Rambla Heritage y Anselm Pi Rambla, pronto correrá la noticia de que el Rey Arturo, enterrado en el Avalon, se encuentra en el Cusco y que el Coricancha fue construido por los celtas con apoyo de visitantes extraterrestres, y que los incas solo reocuparon dichas construcciones pétreas, agrediendo severamente la historia y la identidad nacional de nosotros los peruanos. ¿Se imaginan a un peruano, pseudocientífico sin formación académica, ufólogo autodenominado profesional que en España indique que el Paitití, la legendaria ciudad mítica de la selva y los Andes peruanos, se encuentra debajo de una ciudad española y que uno de los principales lugares arqueológicos de España tiene una antigüedad mucho mayor, no correspondiendo a los desarrollos sociales de la zona? ¿Qué dirían los arqueólogos españoles, las autoridades españolas? ¿Le darían permisos para realizar excavaciones, firmarían convenios y avalarían actividades pseudocientíficas con dicho pseudoprofesional?
En dicha carta también se niega el vínculo con el gobierno fujimorista. Nos preguntamos: ¿cómo es posible que un alto funcionario del gobierno fujimontesinista, en aquel entonces director del Instituto Nacional de Cultura (que hoy día vendría a ser el Ministerio de Cultura), haga un viaje a Cusco para dar una conferencia en defensa de un proyecto privado y pseudocientífico?, autorizando el gobierno fujimorista el gasto de pasajes y viáticos de dicho funcionario, así como los usados por su comitiva? Si esto no es tener un vínculo tan evidente, ¿qué es?

Luis Enrique Tord director del Instituto Nacional de Cultura del gobierno fujimontisista en la conferencia de prensa realizada en Cusco el 20 de diciembre del año 2000 en la que defendió las excavaciones realizadas por Anselm Pi Rambla que pusieron en peligro el templo de Santo Domingo.
Anselm Pi Rambla y su hijo Marcos Qumran Pi Peret, presidente de la ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE, en la carta notarial que respondemos afirman textualmente: “sabemos quiénes son las personas y exfuncionarios que están detrás de la propagación de información falsa y agraviante contra la ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE y el señor Anselm Pi Rambla, incluyendo la carta que el señor Gregorio Cano, presidente de la Unión de Comunidades Indígenas del Parque Arqueológico, dirigió al Ministerio de Cultura con fecha 3 de enero de 2025. Estas personas y exfuncionarios pretenden conseguir de manera absolutamente desleal, artera e ilegal la resolución de nuestro convenio y la desaprobación de nuestro Proyecto de Investigación Arqueológica porque quieren atribuirse ilícitamente el mérito de nuestros descubrimientos. Tenemos pruebas de la sustracción de información confidencial de los trabajos realizados por el señor Anselm Pi Rambla sobre la Chincana de Cusco e información confidencial de los informes arqueológicos presentados a la dirección desconcentrada de Cultura de Cusco por parte de la Asociación Pi Rambla Heritage, pruebas que en su momento haremos valer ante las autoridades civiles, penales y administrativas correspondientes en resguardo de nuestro derecho para que se apliquen las sanciones de ley”.
La afirmación de supuestas personas y exfuncionarios que estarían detrás de las presunta denuncias falsas y calumniosas en contra Anselm Pi Rambla y su ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE es totalmente descabellada, pues solo hay que ver la conferencia dada por Anselm Pi Rambla y su ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE en Europa, donde, en otras palabras, da permiso a la empresa… para hacer escaneos satelitales en territorio cusqueño y peruano sin el consentimiento y permisos de las autoridades peruanas, así como lo hemos mencionado en el artículo.
Asimismo, indican que han sido objeto de un robo de información clasificada y que prontamente harán las denuncias pertinentes. Al respecto, hace 7 meses los arqueólogos peruanos Mildred Fernández Palomino y Jorge A. Calero Flores dieron una conferencia en la cual anunciaron el descubrimiento de la Chincana, y que en unos meses iniciarían las excavaciones arqueológicas para demostrar las pruebas físicas de la existencia de dichos túneles. En aquel tiempo, Anselm Pi Rambla y su ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE mantuvieron un silencio sepulcral.

Arqueólogos Jorge Calero y Mildred Fernández en el descubrimiento de la Chincana.
Es curioso que dicha supuesta denuncia de robo de información, aún no presentada, sea mencionada cuando el proyecto arqueológico dirigido por Calero y Fernández está aprobado por el Ministerio de Cultura y está en plena ejecución, ya mostrando resultados de sus excavaciones arqueológicas. Es sintomático que la ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE de Anselm Pi Rambla, quien realizó excavaciones durante tres años en busca de la Chincana de Cusco sin obtener ningún resultado favorable, presente un proyecto paralelo al de los arqueólogos peruanos Calero y Fernández, entorpeciendo sus investigaciones y contraviniendo la resolución que los autoriza a investigar la Chincana en Sacsayhuamán y la ciudad de Cusco.
Era de esperar que, si Anselm Pi Rambla no tiene la formación académica para realizar trabajos de investigación arqueológica, como podía tener resultados en su búsqueda de la Chincana de Cusco o Avalon, durante los años 2000, 2001 y 2003, que según nuestras fuentes utilizó más de 700.000 € (euros) en dicha búsqueda, dinero que no se sabe de dónde vino y cómo se gastó. Este proyecto, según la carta notarial del señor Anselm Pi Rambla y su hijo, presidente de la ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE, afirman que el proyecto que dirigieron los años 2000, 2001 y 2003 fue realizado junto al gobierno peruano, a quien rindieron cuenta de ese dinero.
Al finalizar esta nota, nos comunicamos con el arqueólogo Jorge A. Calero Flores y le pedimos que se pronuncie referente a las graves acusaciones en contra de él y de su equipo vertidas en la carta de Anselm Pi Rambla y su hijo, presidente de la ASOCIACIÓN PI RAMBLA HERITAGE. Calero indicó enfáticamente que ya cursó carta a Anselm Pi Rambla dándole un plazo prudente para que se rectifique; caso contrario, junto al equipo del PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA CHINCANA SACSAHUAMÁN (CUSCO), dará una conferencia donde mostrará evidencias contundentes que desmienten las afirmaciones calumniosas vertidas en su contra y su equipo de investigación.
Cultura
Revista Tiempos presenta su edición bicentenario en la Librería de Lima
La edición de la revista trae artículos de Federico Kauffmann Doig, José Chaupis Torres, Arnaldo Mera, entre otros. La presentación será el 1 de agosto a las 7:30 pm.

En el marco de las noches culturales de la librería de Lima, primera librería anticuaria del Centro Histórico de Lima, el Taller de Investigaciones Históricas y el Instituto de Investigación y Desarrollo Andino, presidido por el historiador Juan San Martín, presentará la revista Tiempos.
La publicación en su año 18 exhibe un número doble 17-18 en conmemoración del bicentenario de las batallas de Junín y Ayacucho. Este número doble presenta 10 artículos de los más diversos temas vinculados a la historia y cultura del Perú, elaborados por destacados académicos como Federico Kauffmann, José Chaupis Torres, Arnaldo Mera, entre otros.
Lo acompaña un dossier cuatro artículos en conmemoración del bicentenario de las batallas de Junín y Ayacucho, destacando los trabajos de Raúl Chanamé, Juan San Martín, etc. Lo complementan 7 entrevistas a destacados estudiosos de nuestro pasado como Nelson Pereyra, Omar Esquivel, entre otros. Finalmente, la revista brinda 71 reseñas de importantes libros publicados en los últimos años.
La revista se presentará el viernes 1 de agosto a las 7:30 p.m. en la Librería de Lima, ubicada en el Cercado de Lima en Jirón Cailloma 843. Nos acompañarán en la mesa principal: El doctor Juan San Martín (editor y docente universitario), José Chaupis (historiador sanmarquino y director Académico y de Investigación del Centro de Estudios Andinos Jurídico-Sociales), Luz Ramos Dolorier (fundadora del Colectivo de Estudios Feministas y Género UNFV); y el historiador y youtuber Merlín Chambi.
Ingreso libre.
Cultura
Editorial CEDET: La voz de la literatura afroperuana en la FIL de Lima
El stand 241 trae una variedad de publicaciones de literatura afroperuana en la feria del libro.

En el vasto laberinto de stands de la Feria Internacional del Libro de Lima, hay uno que parece resistirse al anonimato y a la indiferencia. Es el de la editorial CEDET, un pequeño pero luminoso refugio de libros que, más que vender, parecen reclamar una memoria. Lilia Mayorga, habla con la convicción de quien sabe que lo que tiene entre manos es más que un catálogo: es un archivo vivo de la cultura afroperuana.
Allí reposan, como joyas discretas, los ensayos de Victoria Santa Cruz y el imprescindible “Con mi propia voz”, junto a poemarios, novelas, investigaciones y libros de ensayo que reconstruyen siglos de olvido. CEDET es, en esta feria dominada por el vértigo comercial, el único stand consagrado por entero a la literatura afroperuana. Quien se acerca, intuye de inmediato que no solo está hojeando libros: está escuchando las voces de una historia que se negó a morir.
Puedes ubicar la editorial CEDET en el stand 241. Aquí la entrevista con Lilia Mayorga.
Cultura
Fondo Editorial Abraham Valdelomar: poesía y nuevas voces en la FIL de Lima [VIDEO]
El stand 146 de la FIL de Lima se ha convertido en uno de los espacios más atractivos de la feria de libros.

En la bulliciosa Feria Internacional del Libro de Lima (FIL), donde los visitantes se mueven entre interminables pasillos de novedades editoriales, el stand del Fondo Editorial Abraham Valdelomar se erige como un punto de referencia para los amantes de la buena poesía y la literatura nacional. Ubicado en el stand 146, este espacio destaca por ofrecer ediciones cuidadas y por convertirse en una vitrina de autores peruanos con propuestas sólidas y contemporáneas.
César Panduro, director del fondo editorial, recibe a los lectores con la serenidad de quien conoce el oficio y la pasión de un verdadero curador literario. Bajo su guía, las estanterías revelan títulos que van desde Orkopata —una de las poéticas realizada por Ricardo González Vigil— hasta reediciones de clásicos imprescindibles. Cada ejemplar, explica Panduro, es trabajado con el máximo rigor editorial: tipografía clara, papel de calidad y corrección minuciosa. “Nuestro compromiso es con el lector y con el autor. No solo publicamos libros; buscamos que cada edición sea un objeto digno de ser preservado”, afirma.

El stand del Fondo Editorial Abraham Valdelomar se ha convertido en una parada obligatoria para quienes buscan poesía de calidad, ediciones bien trabajadas y voces emergentes de la literatura peruana. Allí conviven libros que apuestan por la exploración estética con otros que rescatan la memoria cultural del país. “Publicar es resistir al olvido”, dice Panduro, convencido de que la edición independiente juega un papel clave en el panorama literario nacional.
En medio del ruido de la feria, el stand 146 ofrece un respiro: un espacio donde el libro vuelve a ser protagonista. Los lectores hojean, conversan, se detienen. Valdelomar, cuya obra inspira el nombre del fondo editorial, parece estar presente en cada página, recordando que la literatura sigue siendo un refugio frente a la prisa y el ruido.
Finalmente, César Panduro también nos da su opinión sobre el recorte de la Líneas de Nasca y Palpa que pretendió realizar el Ministerio de Cultura.
Aquí el video de nuestra visita al stand 146.
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