Cultura
Alfredo Alcalde e Ivette Taboada: un vals para dos

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12 meses agoon

Él era un pintor metafísico, ella una joven investigadora de la realidad a través del arte. En 1980 Bellas Artes era una ebullición de talento en medio de la miseria, la violencia y los atentados, sin embargo los buscadores de la belleza se abrían paso por entre una ciudad abarrotada de ambulantes con un fondo de música chicha, mientras estos dos jóvenes pintores leían a poetas turcos, iban a la búsqueda de un maestro caído en desgracia por calumnias entretanto conocían a otro gran maestro, Víctor Humareda, que les mostraba sus pinturas con una vela. La presente historia no es una pobre historia de éxito, o una crónica salvaje del mundo de los pintores, es una historia de dos vidas que se trenzan en un único compromiso: el arte. Una historia de amor al arte que cuarenta años después sigue tan joven como en 1980.
En una casa en el recóndito distrito de Magdalena del Mar, desde donde se ve la cúpula de la basílica más hermosa de Lima, viven dos pintores. En su casa no se sabe si hay más pinturas que plantas y flores. Eso sí, domina un color: el verde. A lo largo de un pasillo con olor a primavera se suben unas gradas que dan al gran taller de pintura. El ambiente es oscuro y silencioso. Hay piezas de grandes dimensiones y muchos bocetos y esbozos de próximos trabajos. Un retrato de un Quijote en azul, con la barba flotante empujada por el viento.
A Alfredo Alcalde se le conoce internacionalmente, no hace mucho fue noticia en México entre otras cosas por ganar premios, reconocimientos, pero también porque en su casa en el DF entraron unos ladrones que lo único que se llevaron fueron sus cuadros. Que te roben tu pintura, Sancho, es señal de que avanzamos.

Pero no siempre fue así.
Alfredo: la búsqueda de la imagen
“Gran parte de mi producción al inicio tiene una armonía verde casi en su totalidad”. Precisamente su casa en el DF la eligió por eso en San Miguel, por el predominio del verde en su paisaje, su color favorito. Alfredo nació en Chimbote, a dos cuadras del mar. A la edad de cuatro años la familia de Alfredo se desplaza a la campiña de la ciudad, una franja verde entre el mar y la arena del desierto. Entre campos de algodón, de frutales y sobre todo cerezas se desarrollará ese primer contacto, casi idílico, con la realidad. Una relación más hacia con el campo que con el mar o la ciudad. Pero será recién a los 9 años que nazca el pintor Alfredo, con el gran terremoto de 1970: “porque ahí recién desperté a ver el drama humano que estaba en primera fila”, cuenta Alfredo. De los escombros y muertes de aquella tarde, mientras temporalmente vivían en una casita armada de esteras forrado de papel periódico, el destino de la vocación se le revelará. “Es ahí donde veo las primeras obras de arte porque mi hermano era pintor y le gustaba pintar en las paredes paisajes con tigres. Fue él quién empezó a adornar las paredes de esa casita de esteras”. Cómo las pinturas rupestres la vida de pintor de Alfredo arrancaría entre ese imaginario que envolvía su vista al despertar y al irse a dormir durante aquellos recios días posteriores al terremoto. Así como admiraba la obra de su hermano también por esos tiempos empezó a admirar la obra de un amigo y vecino, Víctor Barrionuevo, quien pintaba réplicas de la Gioconda y La última cena, a quien Alfredo iba a mirar pintar.
Hijo de un arguediano y dirigente sindical (que ganó el primer puesto en un concurso de poesía en el norte del Perú) que no vio con malos ojos en su hijo la vocación de pintor, lo animó a acercarse a la alta cultura de la mano de buenas lecturas y la Enciclopedia de Oro, dónde Alfredo empezó a aproximarse a las grandes obras de arte de todos los tiempos. En palabras de la periodista Ruth Enciso: “el entorno que rodea forma el destino de un niño”. Y en efecto la presencia de un vecino pintor, un padre poeta, un hermano que pintaba tigres en las paredes o una abuela aprista (en el sentido revolucionario del nombre), solo podían apuntar a un único destino de ese niño. A medida que crecía empezaba a conocer a otros artistas de la región como Julio César Salamandra, un pintor surrealista que para Alfredo era “con él la mística del pintor se radicalizó porque para él la pintura era creación”. A partir de esta amistad y de otras amistades como el de un par de discípulos del pintor Azabache, Alfredo consolidará su vocación y se propondrá su primer viaje a Lima, rumbo a Bellas Artes.

Después de un viaje de un día y en medio por carretera, en un camión que transportaba harina de pescado conducido por su tío, Alfredo llegó a Lima, o a las afueras de Lima. Desde una de las panamericanas Alfredo tomo su primer autobús rumbo a la Av. Abancay. El primer pie en Lima fue con desconfianza, recordaba lo que le había dicho todo el mundo cuando les contó que iría a Lima: ten cuidado, en Lima mucho roban, y cosas por el estilo. Su impresión felizmente no fue el de un robo sino el de estar en una gran ciudad. Después de desempacar sus cosas en la casa de un amigo en el Rímac, se fue directo a Bellas Artes, en pleno corazón de Barrios Altos, “y apenas entré a Bellas Artes me chupe. Yo creí que sabía algo pero comparado a los estudiantes yo era una nulidad, porque mi profesor surrealista y el otro tenían sin embargo sus limitaciones”. Pero no se amilanó. “Yo venía con la intención de conocer a Humareda”. Fue en sus tiempos de estudiante en la ESEP que Alfredo supo de Humareda gracias a un raro libro editado por un tal Juan Villacorta Paredes sobre pintores peruanos, “y ahí estaba dedicado cuatro páginas a Humareda, una dedicada a su biografía con su retrato en terno todo serio, y tres cuadros en blanco y negro: Las brujas, El tango y La muerte. Yo Vi ese libro y me dije, este un artista famoso. Yo venía de admirar la pintura figurativa de Goya, Velásquez, Van Gogh, y en ese libro Humareda hablaba de estos pintores”. Pero volvamos a Lima en 1980. En una pensión que compartía, Alfredo se dedicaba en las mañanas a estudiar en Bellas Artes mientras el resto del día trabajaba para una librería haciendo reproducciones de Renoir. En las noches en la soledad de su pensión con vista a un callejón la mejor compañía eran los poemas de un poeta turco.
Ama la nube, la máquina y el libro
Pero ante todo, ama al hombre
Siente la tristeza
De la rama que se seca
Del animal inválido
Pero siente ante todo la tristeza del hombre.
Nazim Hikmet.
Ivette: la mujer que mira
-¿A qué has venido aquí?
-A estudiar derecho- le mintió su hija.
Ivette en 1980 era una chica que se había escapado de su casa en Huánuco para venir a Lima a estudiar pintura. Cuando su papá descubrió la verdad fue a su pensión para señoritas dónde le comunicaron que su hija no estaba en la universidad sino en Bellas Artes. “¿Bellas Artes?” Se preguntó incrédulo. Fue hasta allá de inmediato, no planeaba quedarse mucho tiempo en Lima, seguro le horrorizaba que su hija estuviese sola en una ciudad tan grande y ajena, es que en Lima mucho roban, y por Bellas Artes no escasean los pirañas. Allí la encontró, a su hija pintando feliz. Apenas reconoció a su padre, ella corrió a abrazarlo mientras se le caían las paletas y los pinceles de la mano. Con sequedad él le dijo: “vine a verte como estás andando”. Una pausa seca para voltear a ver el lugar con desdén, definitivamente no le encontraba belleza. “Estás estudiando está porquería con todos estos mequetrefes” le espetó mientras miraba a sus compañeros de pelo largo y pantalones acampanados. “Tú sabes que yo amo la pintura” fue lo primero que le respondió firmemente su hija. “Siempre has hecho lo que te dió la gana. Eres muy caprichosa”. Mientras continuaban conversando padre e hija, se acercó un compañero de Ivette, un escultor con su mandil todo manchado de yeso, a saludarla. “Hola Ivette”, y ella le respondió el saludo con “hola Tiburón”. El papá impresionado le dijo a su hija: “¿Qué has dicho? ¿Para eso te hice estudiar? ¿Para hablar jerga? Y ese mequetrefe es tu amigo. Bien Ivette, o te regresas conmigo a Huánuco a estudiar cualquier cosa y te sigo manteniendo, o te quedas acá pero solo te mando para que sobrevivas y no te mando para tus estudios”. “Me quedo, y no me mandes para nada”, le respondió su hija. Y así empezó su destino de pintora.

“Ibamos mi amiga Keiko y yo por el centro de Lima a buscar a los poetas malditos, a los intelectuales”. Lima entonces era una ebullición. Además de pirañas si uno se descuidaba se encontraba con Ribeyro, Oswaldo Reynoso o algún famoso pintor. ¿Y a ti y a tu amiga las gileaban? Le pregunto. “Algunos nos gileaban, pero entre mi amiga y yo repartíamos golpes” me responde entre risas. Keiko fue su primera amiga en Bellas Artes, una chica extraña que pasó de repartir volantes de ETA en el sur de Francia a estudiar pintura. Ivette por otro lado era una chica con consciencia política que se hacía muchas preguntas en una época en que no era seguro hacerlo. “Ivette vamos pero no hables cojudeces, aburres a los chicos”, le reclamaba su amiga cuando salían los sábados. Ivette no tenía remedio, le gustaban los libros y la política. Entonces como ahora muy pocos comprendían ese extraño afán. Como estudiante inquieta que era en una época inquieta, Ivette quería saber más, no solo pintar con una técnica limpia sino también con un sentido limpio, honesto, saber que su arte era un surco como trinchera desde donde combatir para contribuir a los demás. Un día se le acerca al maestro Revolledo diciéndole: “maestro yo quiero que usted me enseñe la hermosura de los trazos. Quiero que me enseñe a pintar”. Revolledo entonces era una de las máximas autoridades en grabado y uno de los primeros pinceles del Perú. “Y él me queda mirando, y me pregunta ¿Quién es tu maestro? Pancho Izquierdo, le respondo, a lo que el maestro me dice: lleva todas sus enseñanzas pero no su amor europeo”.
En el techo de un taller Pancho Izquierdo le enseñaba a pintar a Ivette. A la sazón entonces Izquierdo estaba en romances con la amiga de Ivette, Keiko, que para evitar la oposición de sus tradicionales padres japoneses lo tenía escondido en el taller donde les enseñaba a pintar a Ivette y a Keiko a la luz de las velas cuando un atentado dejaba en apagón la ciudad. Más tarde en la noche iban a Palermo con apagón o sin apagón. Eran días sin plata ni para los cigarrillos. Vida de estudiante. En esas salidas a Palermo el maestro Izquierdo le comentaba a Ivette: “hay un gran pintor, se los voy a presentar”. Poco después en la escuela Pancho les presenta a Víctor Humareda.
Bellas Artes: un juego de abalorios
“Alfredo era un pintor muy callado”, es la primera impresión que Ivette tuvo de Alfredo, “pero bien dedicado. El mejor del salón. Llamaba la atención”. Un día en que Ivette que veía a sus compañeros que no iban a almorzar, su buen corazón le hizo repartir entre ellos el manicito y habitas que había comprado en la calle. En eso cuando ya no tenía nada más para comer, salvó una manzana roja, ve a Alfredo, pintando callado y pálido, entonces se dió cuenta que no le había convidado a él. “Que voy hacer, le di mi manzana”, me cuenta Ivette. Y Alfredo lo recibe con gratitud diciéndole: “que chica tan buena”. Quizás ese fue el primer diálogo que tuvieron en Bellas Artes. Mientras Alfredo estaba absorbido por lo espiritual, Ivette estaba preocupada en investigar, qué estaba pasando en el país, por qué el Perú estaba así, por qué había tanta pobreza y qué se podía hacer para cambiarlo. Ivette leía a Lenin, al Che, a Nietzsche, a Allan Poe, a Vallejo, las cartas a Theo. En fin, era otra juventud. “Y encima sufríamos lo que leíamos, lo que vivíamos”, cuenta Ivette. Mientras ella leía a Lenin, Alfredo estaba más interesado por los Krishna. Más opuestos no podían ser. Fue a través de una especie de sacerdote socialista, un profesor de Bellas Artes en que los destinos de Ivette y Alfredo se trenzarían definitivamente. “El maestro Félix Rebolledo hablaba con tanto amor, quería tanto a la gente con su humanismo, que su salón se llenaba durante sus clases, había que escucharlo desde los pasillos o desde las ventanas agazapándonos solo para verlo hablar.” Rebolledo tiene el cariño de los alumnos, como quien dice del pueblo, pero no de los otros docentes y maestros en la institución, como quien dice del Poder. “Entonces cuando se postula para director de Bellas Artes es que lo calumnian de senderista”. Sorprende recordar que entonces era bien peligroso pensar en voz alta. Si hoy es fácil que acusen a un hombre de violador, ayer era más fácil ser acusado de terrorista o simpatizante de terrorismo. A pesar de su inocencia como Jean Valjean, Félix fue recluido en el Frontón. Eran años de plomo.

La política, las ideas, las vivencias, las cosas fuertes como las llama Ivette alimentaban el arte de esos años entre los estudiantes. “La pasión por el otro en Bellas Artes era muy fuerte entonces”, agrega Alfredo. Mientras que para algunos pintar a los campesinos bastaba para hacer del arte una pintura socialista, para otros se trataba de ir más allá: pintar un mar bravo era mejor metáfora, porque el Perú estaba así. “Un mar azul embravecido y una avecita roja volando, eso tenía un profundo sentido”, dice Ivette. “Entonces llegaban muchas voces, el simbolismo estaba muy fuerte” menciona Alfredo, quien añade, “en esa época había un poeta turco que nos alimentaba mucho la parte humana, Nazim Hikmet, que gracias a ediciones populares que sacó Pancho Izquierdo llegaron a oídos de los artistas. De manera que todas las artes se conjugaban en esas ansias de dignificación del ser humano”.
En un ambiente estudiantil inquieto, ansioso de buscar nuevos caminos y encontrar respuestas a un país ensangrentado, en un contexto peligroso, con presencia de policías infiltrados como estudiantes, en Alfredo comienza a operarse un acercamiento a los problemas concretos del Perú de los ochentas sin dejar de lado su profundidad espiritual. Es entonces cuando la relación de Ivette y Alfredo se ata definitivamente como un poema de Nazim Hikmet. “Cuando a nuestros maestro lo toman preso nos íbamos los dos a la cárcel a llevarle víveres”, cuenta Ivette, “pero el maestro descentralizada la poca comida que llegaba para sus compañeros de prisión. Al maestro lo movía un espíritu de comunidad”. Cómo Jesús, Rebolledo reparte la comida que le traen a sus compañeros. Como Jesús muere entre delincuentes siendo inocente. Faltando una semana para que salga se da la infame matanza del Frontón. Cómo Jesús resucita si no en la carne, si en quienes lo reivindican.
Lo máximo que se puede enseñar es a formar un ser humano. Se forma con palabras, pero sobre todo con el ejemplo. Rebolledo supo dar las dos cosas con generosidad.
Humareda: el oficio de pintor
“Un hombre muy inteligente, muy gracioso y muy sarcástico”, recuerda Ivette de la primera vez que lo conoció. “Me acordé que en quinto de secundaria lo había estudiado, pero en ese momento no le di mucha importancia. Otro día en la escuela yo sentía que llegaba porque escuchaba su carcajada, y todos los chicos de Bellas Artes le seguían como procesión. Apenas escuchaba su carcajada yo también arrojaba mis pinceles y bajaba a unirme. En la cafetería íbamos a escucharlo hablar. Él hablaba de los grandes personajes, de Víctor Hugo, de Gauguin, Shakespeare, Sartre, Van Gogh, Vallejo. Y un día el me pregunta ¿donde pintas? En el segundo piso, le digo, y él me dice: vamos a ver tu trabajo. Subimos. Lo vio y siguió mirando. Está bien, me dijo, vamos a seguir hablando. Salía de la escuela y me lo encontraba y lo primero que me decía era: ¿ya has terminado de pintar? Luego iba, veía mi trabajo y me daba sugerencias. Luego me invitaba a tomar un café en el centro. Entonces yo no lo llamaba maestro todavía, y tanto nos hicimos amigos que yo le llamaba Víctor, Victoloncito, Victolin, Victolito, porque era como un niño, era muy gracioso y nos divertíamos mucho. En la plaza 2 de mayo hacíamos que nos pusieran un tango y bailábamos en la calle. Y un día Víctor me queda mirando y me dice: “Ivette, tu vas a ser famosa”.
La primera vez que yo Hans Alejandro Herrera escuché de Víctor Humareda fue en la clase de mi malvada maestra de arte, allá por 1999. A Humareda lo llamaba cuellosucio y a nosotros, estudiantes de colegio estatal, nos llamaba Humaredas si notaba una pizca de sudor o mugre en el cuello de nuestras camisas. Para mí desgracia a mí me tocaba su clase siempre después de recreo. No recuerdo que nos hablara más de él.
Corbata roja, un tongo y un pañuelo blanco sobresaliendo del saco como si fuera un lirio. Esa es la imagen que se tiene de Humareda. Esa, y el dejarle con la mano en el aire al mismo Szyszlo cuando se la tendió para saludarle. “Pregúntame si conozco a Vargas Llosa. Por supuesto que no, porque soy amigo de Sartre”, recuerda Ivette le dijo Humareda el día que la llevó a la galería a conocer sus pinturas.
“Un día me invita a una exposición de sus cuadros. Él me dice, mira estas son mis obras. Y yo me quedé mirándolas, sentí como si mi cuerpo se hubiera congelado de solo verlas. Y él me preguntaba ¿qué te parece? Y yo no le respondía nada. Me acerco a otra obra y el me vuelve a preguntar ¿qué te parece? Y no le respondía nada. Y terminamos de ver toda la muestra y él otra vez: ¿qué te parece? No le respondí nada. ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? Me pregunta con preocupación. Me le quedé mirando en silencio. Había cambiado para mí”. Y esa fue la primera vez que Ivette llamó a Humareda maestro. Desde entonces Ivette se vuelve alumna de Humareda, quien le enseña los misterios de la pintura que en Bellas Artes no se enseñan.
“Para mí tú eres el hijo que nunca tuve.”

La trayectoria de la línea
“Nuestra amistad está condicionada. Tu ten su cuerpo, que yo me quedo con su espíritu”. Fueron las palabras de Humareda a Alfredo cuando se enteró que era novio de Ivette, y además que iban a ser padres. Para Humareda, la vocación de Ivette era un deber ser. Una entrega absoluta al arte para el arte, pero Ivette y Alfredo se habían enamorado y sus destinos eran pintar juntos. Humareda aunque enojado y algo decepcionado, lo aceptó.
Muchos años después y con dos hijos, Ivette fue a pedirle permiso al colegio para que sus hijos pudieran viajar con ellos a Europa para conocer de primera mano las obras maestras del arte en un viaje que tenían programado. El director accedió a darle ese permiso a cambio de una condición: que le dejé una rosa de parte suya a la tumba de Sartre.
Años atrás en Lima y con solo un niño todavía en pañales, Humareda era parte de la familia de Ivette y Alfredo. Humareda compartía el día con ellos, incluso comía la comida del bebé. Cómo un abuelo con su nieto.
En Amsterdam frente a un autoretrato de Van Gogh, Ivette quedó anonadada, no podía dejar de verlo y sentirlo en profundidad. Era la misma sensación cuando años atrás supo que Humareda era un Maestro. Después de un largo rato de estar de pie frente al cuadro, Ivette notó que sus manos se estaban mojando. Bajo la vista y vio que estaban húmedas. Estaba llorando y no se había dado cuenta. Con cierta sensación de vergüenza corrió al baño de mujeres para lavarse la cara, allí otra mujer que se miraba frente al espejo la vio entrar, reconoció esas lágrimas, también estaba llorando, fue al encuentro de Ivette y se abrazaron. Dos desconocidas que no compartían ni siquiera el idioma se abrazaban llorando. Casi cien años después Van Gogh era comprendido en toda su dimensión.
“El arte es la religión del sentimiento” , Juan Manuel de Prada.
Años antes Humareda visitaba por última vez a Ivette, hablaron poco o mucho, no importa. Humareda sabía que era su última visita cuando se subió al taxi y desde ahí se despidió con un largo adiós. Murió pocos días después.
De vuelta a París, Ivette y Alfredo fueron al cementerio a cumplir su palabra al director del colegio. Mientras buscaban la tumba de Sartre se encontraron con un viejo compatriota de sus años de estudiantes. Frente a la tumba de César Vallejo, Ivette se puso a llorar. La rosa que era para Sartre se quedó con Vallejo.
Cuando nació Diego, el primer hijo de Alfredo e Ivette, fue puesto en una incubadora. Humareda le pregunto por qué, y el médico le contesto que estaba prematuro. “¿Prematuro para ver a las chicas a las 5:30?” le dijo Humareda. El primer día de vida de Diego Alcalde Taboada, el pintor Humareda se dedicó a dibujarlo.
De Ivette y Alfredo se pueden contar muchas más historias, sus vidas dan para un libro o dos, historias tantas que apenas me atrevo mencionar una de cuando se fueron a vivir a la sierra de Lima mientras pintaban pueblitos, y como la gente más sencilla comprendió el valor de su oficio al punto de pedirles que les pintasen su casa, o de niños que se paraban largo rato frente al paisaje que retrataban para poder aparecer en sus cuadros. A ninguno de ellos les importaba cuánto valiese el cuadro o que famosos serían los pintores, pero si entendían lo mismo que el Papa Julio II cuando mando a Miguel Ángel pintar la Sixtina, y es la importancia del arte, lo que significa un paisaje, un retrato y aparecer ahí. El aliento de un instante congelado en la belleza de un trazo. El arte es un oficio cruel, porque duele al artista sacarlo de dentro y duele también al espectador al comprenderlo. Porque los artistas son los guardianes de la belleza, belleza que no se puede explicar, solo vivir, como Víctor Humareda que hizo de su vida una obra de arte.
HANS HERRERA NÚÑEZ. (Lima, 1985). Vivió parte de infancia en Costa Rica, de regreso a Perú estudio Derecho en la Garcilaso y luego literatura. Se especializa en la obra de Roberto Bolaño y Chesterton. Ha colaborado con Dedo Medio y actualmente escribe en Lima Gris. También co-conductor del programa en radio Lima Gris de "Mirada Critica". Además ha aparecido en el celebrada película de ficción de Gustavo Meza, "Ciudad Ausente" (2015).

Cultura
Poeta cusqueño representa al Perú en el 29º Festival Internacional de Poesía de La Habana
Pavel Ugarte, una de las jóvenes voces más representativas de nuestro país, estuvo como invitado en el Festival Internacional de Poesía de La Habana que se realizó del 22 al 27 de mayo.

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02/06/2023
Del 22 al 27 de mayo se realizó en La Habana (Cuba), uno de los encuentros poéticos más importantes del mundo y el Perú estuvo presente con la presencia del antropólogo y poeta cusqueño Pavel Ugarte Céspedes. Ésta vigésima novena edición del Festival Internacional de Poesía de La Habana, estuvo dedicado al 170 aniversario de José Martí, al centenario de Fina García-Marruz y los 30 años de Colección Sur-Editores. Gracias al Centro Cultural CUBAPOESÍA y diferentes instituciones como el Ministerio de Cultura de Cuba, la Casa ALBA y la Cámara Cubana del Libro, se realizó este evento literario reuniendo a más 100 voces de 20 países, con el fin de hacer relevante la palabra libre como su búsqueda por la paz y un mundo más justo y humano.
A 60 años del asesinato del poeta Javier Heraud, por sugerencia de Hildebrando Pérez Grande, se organizó un sentido homenaje en el marco del festival con la proyección del documental “El viaje de Javier Heraud” del documentalista Javier Corcuera. Fue Pavel Ugarte, el encargado de compartir ese valioso testimonio de un poeta joven que sigue brillando con su producción poética a raíz de la reciente publicación de su epistolario “Enteramente y eternamente / Cartas 1958 – 1963” (Compilación, introducción y notas de Cecilia Heraud). El libro también fue parte del homenaje y se demostró el enorme interés y cariño que le guarda el pueblo cubano al poeta acribillado por 19 balas en el río Madre de Dios.

Como director del Fondo Editorial de la Corporación Educativa Khipu, el poeta cusqueño, presentó el “Manual del guerrillero / Antología poética de Ana Bertha Vizcarra”, una destacada voz femenina para quien el trabajo de investigación de Pavel Ugarte, ha reunido décadas de su obra dispersa en los últimos años. Este aporte a la cultura impresa de nuestro país, ha sido posible gracias al apoyo de otras editoriales como Hanan Harawi con John Martínez y Arteidea con Jorge Luis Roncal, así como el Gremio de Escritores del Perú. Estamos convencidos de que la obra de Ana Bertha Vizcarra será una grata sorpresa para aquellos que aman la poesía que nace en la veta de los Andes.

El poeta nacido en La Convención en 1985, ha sido invitado a diferentes eventos literarios dentro y fuera del Perú; y cuenta con una vasta producción literaria que lo ha llevado a recibir diferentes premios y reconocimientos por libros como “Vermut” (2012), “Repatriación de la Aves” (2015), Andesground (2019) y Familia peruana (2021). Como investigador ha publicado el Mapa Literario del Cusco y escrito para diferentes museos de esa emblemática ciudad y también del Perú. Su aporte a la memoria y cultura nuestra, se ve reflejado en su labor como gestor cultural de la Corporación Khipu, desde donde realiza indesmayables esfuerzos para visibilizar la obra creativa e intelectual de cusqueños y cusqueñistas. En Cuba, desarrolló una activa participación brindando recitales en espacios como la Casa del ALBA, el Centro Fidel Castro Ruz, el Centro Cultural Dulce María Loynaz y la Universidad de la Habana. Una vez más podemos aseverar que las “provincias” del interior del país, tienen mucho que aportar y que mostrar, como herencia de esa gran poesía que nos legaran desde el incanato y que tras la invasión española encontró otro canal de expresión en un castellano que no perdió sus profundas raíces andinas.
Cultura
Pro Indie Music: una plataforma digital para los artistas independientes peruanos
Lee la columna de Renzo Lobato

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31/05/2023
Pro Indie Music es una plataforma digital que nació en el año 2019 con la misión de democratizar las oportunidades en la industria musical y mejorar la calidad de vida de los artistas independientes. Con alianzas con agregadoras, distribuidoras, festivales y marcas, Pro Indie Music apoya y desarrolla los proyectos musicales independientes mediante planes de trabajo automatizados basados en su nivel.
La plataforma digital se adapta a las necesidades y objetivos de cada artista independiente y emergente en el país, ofreciéndoles acceso al vasto ecosistema musical de la región. Los artistas peruanos pueden aprovechar los servicios de Pro Indie Music para crecer y desarrollar una carrera en la industria musical sin contratos exclusivos ni porcentajes mediante suscripciones.
Pro Indie Music fue fundada por Mario Vázquez, Toy Selectah y Marcelo Lara, tres profesionales con larga trayectoria en la industria musical. Su objetivo es ser la herramienta digital indispensable para facilitar el trabajo de managers, sellos y profesionales del negocio de la música.
La empresa mexicana dispone de un equipo de asesores especializados en el music business que orientan a los artistas independientes en temas como el contenido para redes sociales, el marketing y la promoción. Asimismo, tiene acuerdos con los festivales Sierravamos en Ayacucho y Selvámonos en Oxapampa.
Pro Indie Music también busca crear nuevos espacios para la escena emergente peruana, además de crear programas de exportación como “Música en movimiento”. Música en Movimiento es un programa que promueve la circulación de los artistas independientes latinoamericanos en México. “Estamos comprometidos con el desarrollo de la escena musical independiente en Perú y estamos emocionados de poder apoyar a los artistas locales en su crecimiento y éxito”, expresó el director de Pro Indie Music en Perú. “Nuestro objetivo es continuar fomentando alianzas y acuerdos que beneficien a los artistas y a la industria musical en general en el país”.
Cultura
Noe y Jhoel Mamani nos cuentan el trabajo cultural que vienen realizando con PopulArt
Lima Gris conversó con los fundadores de PopulArt, la Asolación Cultural que desde el año 2017 le pone color a San Juan de Lurigancho. Actualmente han realizado más de 300 que abarcan distintos distrito de Lima.

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31/05/2023
Un proyecto de tres hermanos viene transformando el distrito de San Juan de Lurigancho, que desde la Asociación Cultural PopulArt le ponen color al distrito más poblado del Perú. Noe, Jhoel y Aníbal Mamani Espinoza convencidos de que la cultura es un instrumento transformador se aventuraron desde el año 2017 a convocar a diversos artistas para realizar una muralización en las columnas de concreto del tren de la Línea Uno.
Hoy el concreto gris va quedando de lado convirtiendo el espacio en una galería de arte al aire libre con más de 300 murales, donde niños jóvenes y adultos pueden disfrutar del trabajo realizado por artistas egresados de diferentes escuelas de arte, como también de estudiantes y autodidactas radicados en San Juan de Lurigancho y en otros distritos de la capital.

En la cabina de radio tuvimos como invitados a Jhoel y Noe Manani, el primero es un artista plástico egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y el segundo un especialista en gestión cultural. Ellos junto a Aníbal y sus padres, han logrado iniciar una transformación en SJL y posicionar a PopulArt como una de las asociaciones culturales más representativas del país.
Los fundadores de PopulArt también nos hablan de “Barroco”, una institución fundada por ellos que forma parte de una nueva etapa. Aquí la entrevista con todos los detalles del proceso que ha tenido PopulArt y los nuevos planes que se vienen.
Cultura
Frédéric Robinel: “La cultura y las instituciones culturales necesitan apoyo económico”
En esta entrevista el Director General de la Alianza Francesa, nos habla sobre la importancia de la cultura y el apoyo económico que debe recibir. Además, nos comenta detalles del proyecto “Alianzas por el clima”, una serie de actividades que busca concientizar sobre el cambio climático.

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30/05/2023
El Director General de la Alianza Francesa de Lima, Frédéric Robinel, conversó con Lima Gris sobre el proyecto verde “Alianzas por el clima”, que presentará una serie de actividades que incluyen una conferencia con destacados científicos peruanos y franceses, una Exposición Inmersiva, visitas guiadas para los colegios, concursos y un hackathon con la finalidad de concientizar sobre las consecuencias a mediano y largo plazo del cambio climático.
Fréderic Robinel es un parisino que vivió gran parte de su vida entre Martinica y Toulouse, ciudad ubicada al sur de Francia. En su hoja de vida se destaca su trayectoria dentro del campo de la cultura y la educación. Además, durante varios años trabajó de la mano con el Ministerio de Educación de Francia. Antes de llegar al Perú, Robinel trabajó en varias Alianzas en Puebla (México), Chicago (EE. UU), y en Barranquilla. En su gestión en Colombia tuvo como principal aporte la mejora de infraestructura de la institución y la adaptación de la virtualidad en los estudiantes, ello debido al brote de la pandemia en el 2020.
“Alianzas por el clima inica mañana 31 de mayo con la conferencia “Cambio Climático y los Glaciares Andinos” que reúne a destacados científicos franceses y peruanos que explicarán de qué manera el hombre impacta sobre el clima y cómo se manifiesta en el Perú a través del Fenómeno del Niño y retrocesos de los glaciares andinos.
Además, se presentará la Exposición “Glaciares Andinos” del fotógrafo francés Nicolas Villaume, con el apoyo de la National Geographic Society. Sobre este evento, la Alianza Francesa de Lima realizará visitas guiadas a los colegios que se inscriban y podrán realizar un recorrido cultural y conocer la exposición y disfrutar de la Proyección de cortometrajes sobre Ecología.
Para los amantes del séptimo arte, también habrá el ciclo de cine “Reflexiones sobre el cambio climático”, una selección de 3 películas que reflexionan sobre los impactos de la contaminación sobre el planeta, desde diferentes perspectivas europeas y nacionales. El ciclo presenta largometrajes de documental y ficción.
En esta entrevista Frédéric Robinel, también nos habla sobre la gestión cultural y la importancias de el apoyo económico para la cultural y las instituciones culturales.
Cultura
Las diversas caras del arte
Lima Gris, conversó con la infatigable artista Marita Palomino, sobre sus trabajos y su participación en exposiciones como en la Feria del Libro de Huancayo.

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6 días agoon
27/05/2023
Marita Palomino, es una de esas artistas múltiples que ha hecho del arte un compromiso de vida. Ella dice que nació con la vocación latiéndole en las venas, quizá, pensamos, asimilando sus raíces cusqueñas que la fueron acercando a los paisajes multicolores de aquella región y a esa música andina que le inspiró múltiples imágenes.
Nacida en Lima, sintió despertar su inclinación a las formas, letras y sonidos desde muy pequeña, de ahí que estudió y se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú con diversas especialidades como: escultura, pintura y cerámica, además de arte visual y docencia en el arte.
Pero, como el universo del arte tiene muchas caras, también se decidió por la Historia de la civilización y del Arte, curso que llevó en la Universidad de Lima completando su formación con la especialización en Danzas, en el Centro de Folklore del Magisterio “Moisés Vivanco”.
En esta variopinta convergencia de inclinaciones, ha tenido tiempo para escribir y escribir bien. Cito sus poemarios Vida Avida, Convicta y confesa, Micaela de pólvora y de Esperanza.
Además ha sido compiladora de Los Trece del Cuento y es miembro de la Directiva de la Asociación Peruana de Artistas Visuales y del PEN.
Toda esta formación, tuvo su respuesta en diversos reconocimientos como la segunda Mención Honrosa, Trofeo la lucha contra la droga, organizado por el Ministerio del Interior en 1993.

Premio al Concurso de Carteles del Fondo de las Naciones Unidas, Población Clave del Siglo XXI, Primer Premio en la especialidad de Cerámica otorgado por el BCP en 1995, segundo Premio otorgado por el Fondo de Naciones Unidas con Carteles por la paz, en el 2000.
Otro de sus logros, fue llevar sus monólogos en gira y así recogió Ecuador, Costa Rica, México y Colombia.
Esta Marita, no se detiene y despertando de la modorra que nos dio la c uarentena, ella sigue en brega. Ahora se prepara para participar en la exposición individual Desconcierto Animal en el que presentará 12 óleos de técnica mixta en julio
Recientemente, la agrupación Kimochi Cultural, presidido por Doris Moromisato y Jaideth Sito, la invitó para que participe en la XIII Feria del Libro de Huancayo que se realizará del 19 de junio al 2 de julio en la Plaza Huamanmarca de esta ciudad del centro. Al evento han sido invitados 6 países y contará con más de 300 participantes. Marita Palomino, estará presente en la feria del 25 al 29 de junio.
Lima Gris, conversó con la infatigable artista sobre sus trabajos y su participación en exposiciones como en la Feria del Libro de los huancas.
¿Dónde presentarás tu DESCONCIERTO ANIMAL y cuándo?¿Por qué ese título?
Son una serie de 12 cuadros de mediano a gran formato. El título corresponde a una poema de Blanca Varela, mi poeta favorita.-Se presentara en la galeria de la libreria Vallejo y compañia el 22 de julio .
Mi trabajo pictórico es un proceso de independencia y creatividad, pues una vez que tengo la idea de las imágenes, debo buscar los colores y la atmósfera necesarios y solo cuando ya lo tengo todo claro, me entrego a mi trabajo con frenesí, aunque en el proceso decida ir haciendo cambios.

¿Es un trabajo que hiciste durante la pandemia?
No, en esa etapa de una experiencia tan fuerte, me sumí en una depresión que no me permitía ni siquiera leer.
¿No te sirvió de catarsis el Arte?¿No crees que el arte cura?
Quizás, pues recurrí a al baile para sentir algo de tranquilidad., fue como un desahogo y lo hice cuando más angustiada estaba
Eres ceramista y este 28 se celebrará el Día del ceramista, ¿Habrá presentaciones o sólo será un recordatorio?
Será un día para celebrarlo. Soy ceramista y sé por experiencia cómo de demandante es esta actividad. Primero requiero de una fuerza especial para levantar la pieza en mayor o menor medida. Es un proceso de interrogantes, pues una se dice ,¿qué pasará con esta combinación de óxidos y pigmentos? La respuesta solo se da cuando la pieza sale del horno.
¿Con qué libros participarás en la XIII Feria de Libros de Huancayo?
Con mi poemario inédito PATIO TRASERO .
¿Tienes preferencias en esta multiplicidad de especialidades? ¿Crees que aún te falta aprender alguna más?
Amo todas las cosas que hago, necesito expresarme con cada una de ellas a su tiempo, lo cual me llena de felicidad, no puedo escoger. Sé que si estaría en una sola especialidad conseguiría mejores resultados pero como necesito comunicarme en diversas formas, no puedo dedicarme a una sola disciplina
¿Qué escribes en la actualidad?
Una novela basada en mi abuelo paterno la acciones se desarrollan en Barcelona, Cusco y Lima y está ambientada en los años 40s. Mi inclinación literaria la fui puliendo asistiendo a diversos talleres de creatividad literaria.
Cultura
José Gálvez: entre el progreso social y la Lima que se iba

Published
7 días agoon
26/05/2023
José Gálvez Barrenechea (Tarma, 1885-Lima, 1957), integrante de la Generación del 900 o arielista, y que por sus tempranos y excepcionales dotes de hombre de letras en 1908 motejaron en las aulas sanmarquinas como el Poeta de la Juventud, es de quien me voy a ocupar en esta nota, resultado, en realidad, de una investigación conexa. Me interesa, puntualmente, comprender desde sus primeras crónicas cómo asumió el cambio que conllevó el desarrollo de los proyectos de modernización urbana, ocurrido ante sus ojos y que echaba abajo edificios y rincones de la vieja Lima, propios de su sello incontrastable.
Dieron inicio a aquella transformación la administración del presidente Balta (1868-1879), que para favorecer nuestra expansión urbana juzgó necesario derribar las murallas que desde 1687 la protegían, teniendo como base el proyecto formulado por Juan Coninck en 1673. En paralelo, débase mencionar la labor edil del alcalde Manuel Pardo (1869-1870), quien en cumplimiento de su oferta electoral del “embellecimiento de Lima”, y poco, al ser electo presidente de la República (1872-1876), mandó acabar de erigir el Monumento a la Victoria del 2 de mayo de 1866 —emplazado en el virreinal Ovalo de la Reina—, realizado en Francia en los talleres de Guillaume y Cugnot, y puesto en su pedestal entre los años 1873 y 1874; el mismo que, si cabe añadir, fue realzado recién algo más de medio siglo después, en 1924, al ser construidos los 8 edificios circundantes de estilo republicano con influencia francés, y que en opinión de Cerna Asencios, supuso una renovación arquitectónica concordante con la propuesta política del régimen de la “Patria Nueva”.
Es importante tener presente que la ejecución de los citados proyectos decimonónicos no afectó el Centro Histórico, a no ser un pequeño número de viviendas y un sector del pueblo del otrora Cercado de indios, inaugurado en 1571, en tiempos del virrey Toledo. Ese impulso reformador urbano adquirió acento al asumir al asumir la dirección del estado Nicolás de Piérola, al frente del Partido Demócrata (1895-1899); y, lo fue tanto que, desde el primer año de gobierno que señalo hasta 1920, constituyó lo que el arquitecto Gunther Doering denomina: “El tercer intento de modernización de Lima” (Lima). Este, comprendió en 1898 el trazado de lo que hoy es el Paseo Colón —que como recordó Porras Barrenechea solo dividió los parques de la Exposición (Lima “La ciudad de los Virreyes”)—, y al año siguiente su homólogo de la avenida La Colmena, iniciado desde la plaza 2 de mayo y realizado en largos cuatro tramos (1899-1909, 1909-1911, 1919-1921—es decir, durante el Oncenio presidido por Leguía y la celebración del Centenario de nuestra independencia y la inauguración de la Plaza San Martín— y el último, 1960-1962 (Lima te cuenta).
Ahora bien, conviene relevar, que un año antes del inicio del comentado periodo 1895-1920 fue cuando la familia de José Gálvez se trasladó a Lima, fecha de la que mantuvo vivo recuerdo, pues posteriormente, en 1921, en su crónica Evocaciones (Mundial), evoca haber frecuentado la plaza San Juan de Dios, “de genuino aspecto colonial” y en cuyo barrio hizo migas con un grupo de mataperros. Tiempo más adelante, en 1901, como es de sobra conocido, el estudiante hizo sus primeras armas como redactor de La Voz Guadalupana.
Desde entonces, José Gálvez fue testigo de aquel periodo de modernización urbana, frente al cual, desde 1910, sin otra arma que el uso de las letras, comenzó a escribir sobre el tema. No había que esperar más, las autoridades y la comba hacían su trabajo. Aparecieron así en el diario La Crónica y en la revista Variedades sus relatos bajo el seudónimo de Picwick, tratando sobre diversos aspectos tradicionales de la vida limeña, en continuo cambio. Estas publicaciones tuvieron un gran éxito, y tras la ocurrencia de un suceso fortuito, estudiantes, intelectuales y el Círculo de Periodistas acordaron publicarlas de conjunto, pidiendo para tal efecto el apoyo de la Municipalidad; pero la gestión quedó trunca, hasta que finalmente en 1921 con ocasión de la celebración del Centenario patrio, con revisiones, nuevas crónicas y depurado el estilo, sus infatigables promotores, que nos ilustran con estos pormenores, pudieron llevarla y sacarla de prensas en la Editorial Euforion.
Ese jalón es Una Lima que se Va. Crónicas Evocativas, Primera serie, que su autor dedicó a la memoria de don Ricardo Palma, de quien había recibido, el 22 de mayo de 1913, el sin par estímulo del obsequio de la pluma con que escribió sus famosas Tradiciones, «a fin de que la entinte para dar a luz cuadros históricos sociológicos de Lima». El insigne tradicionista desde 1910 veía en Gálvez el continuador de su obra. Gálvez, así honrado, reprodujo esta nota manuscrita en el referido libro, a su decir, a manera del mejor de los prólogos.
En la crónica que abre el libro, que lleva el epígrafe: “Visión de una Lima que se va. En la casa de pobres de San Carlos. Las irrespetuosidades del progreso”, dedicada al maestro José Sabogal, autor del grabado que ilustra la carátula correspondiente, Gálvez exterioriza sus motivaciones:
“La circunstancia de pasar por medio de la finca la Avenida Piérola: que habrá de cortar el Asilo, y el hecho, ya sabido, de que va a venderse la actual propiedad, para lo que se corren los trámites judiciales, nos movió a hacer una información minuciosa sobre esta vieja fundación que se irá también, como también otros rincones tradicionales de la Lima de nuestros abuelos (subrayado nuestro)”.
En esta crónica, redactada con anterioridad al año 1919 en que hasta 1921 se construyó el tercer tramo de la avenida La Colmena, el poeta se conmueve al saber la inminente y pronta desaparición de otro edificio y otros ambientes tradicionales de Lima; pero, al mismo tiempo, todo indica, entiende que es el precio del progreso social, el cual por definición valora positivamente. Las palabras que dispensa al presidente Nicolás de Piérola llevan a esa inequívoca conclusión. Aunque resulte inusual, José Gálvez cierra Una Lima que se Va con una semblanza encomiástica atinente a labor gubernativa de El Califa, cuyo título, por demás expresivo, reza así: “La transformación social por la revolución. Nuevas orientaciones, cambios en los órdenes social, económico, intelectual y político. Tradiciones y esperanzas”.
Gálvez, al mover la pluma, en el primer párrafo fija con rotundidad su parecer. Dice: “Piérola transformó radicalmente el país. No podría marcar ahora el que estas líneas escriben todas las benéficas modificaciones que en todo sentido le debe el país en esta su mesiánica aparición”. Agrega, “De 1895 parte la total transformación de nuestra vida, al punto que admira que en tan poco tiempo hayamos cambiado tanto”. Partidario del cambio, urbano inclusive, añade: “Lima empezó a ser ciudad en todo sentido. Hasta las costumbres se transformaron con rapidez… Cuando Piérola dejó el poder en 1899, otro Perú se alzaba sobre las ruinas del que encontró al asumir el mando”.
Ahora bien, aunque adepto, el poeta y cronista no es un hombre e intelectual de excesos; se percata que los proyectos en desarrollo despojan a Lima de su perfil y espíritu. Expresa: “El encanto aldeano de Lima desapareció, es verdad; muchos espíritus exageradamente modernistas contribuyeron y sigue contribuyendo implacablemente para hacer de Lima una ciudad sin carácter y mucho de la vieja personalidad limeña se ha ido tras el penacho arrebatador del progreso urbano y social”. Pero aun con ese juicio, a guisa de balance, José Gálvez se decanta por esa forma de entender el progreso. Y es que formula dos conclusiones en verdad militantes. La primera: “Y aunque deja una impresión de suave melancolía esta mutación tan honda, no debemos negar que hemos ganado y que parece que nos hemos incorporado ya sin vacilaciones al movimiento de la vida universal”. Y, la segunda, con aire poético —porque ante todo era un poeta—, seguro del acierto que entraña el camino reformador, aún, por cierto, inconcluso, añade: “Pertenezco a generación que ha tenido la fortuna de asistir a una de las más decisivas transiciones del país y aunque me entristece la desaparición de algunos aspectos románticos y característicos de la Lima de la gentil y picaresca leyenda, me complace profundamente, como una pena dulce, reconstruir estas remembranzas que orean mi madurez y traen a mi alma fatigada tantas inquietudes y combates, una brisa cariciosa y aromada de jardín en plena primavera”.
Jorge Falcón, otro dilecto amigo de Gálvez, en Hora del Hombre, revista que en 1957 le dedica como homenaje tras su fallecimiento, entiende su postura frente al reformismo urbano y vivencial limeño. Anota que el poeta y cronista no es “ni pasadista ni añorante; ni aferradamente pegado a la tradición… Gálvez quiere su Lima de principios de siglo. Gusta de la tradición hispánica de la capital…Pero ¡cómo palpita, igualmente ante el espectáculo diario del Columbus Circus!”
Por mi parte, sostengo que con el tiempo el reformismo urbano llevado al extremo expuso a al Centro Histórico de Lima a un peligro mayor, apoyado, como otrora, en la Nueva Ley de Expropiaciones de 1903 (Art. 9, en particular). En 1940, por Resolución Suprema se estuvo en condiciones autorizar la apertura de la avenida Tacna, que echó abajo la iglesia de Santa Rosa de los padres, y desde el año 1947 permitió el ensanchamiento del jirón Abancay, que con indolencia y enorme torpeza se llevó por delante gran parte del antiguo monasterio de monjas de La Concepción, de excepcional valor arquitectónico y artístico no solo capitalino, además de partir en dos el Convento Grande San Francisco de la Provincia de los Doce Apósteles —en su época tan extenso como su par de Sevilla—. Si con mi extinto querido amigo el padre Antonio San Cristóbal en su Arquitectura virreinal religiosa debo repetir que ambos edificios resistieron los desbastadores terremotos de 1687 y 1726; habrá que agregar con Porras Barrenechea, que los alcaldes fueron más letales que los temblores. Técnicamente, ninguna de estas dos ampliaciones fueron la mejor solución para resolver el problema de transitividad y comunicación necesarias, y porque también se hicieron al precio de afectar gravemente la integridad del Centro Histórico de Lima, que debió ser el punto de partida de la reforma urbana.
Cultura
Artista Diego Bejar denuncia presunta estafa y agresión en exposición “Maravillarte” del Ministerio de Cultura
Artista retiró su obra de la exposición del Ministerio de Cultura porque la encontró en una pared llena de agujeros y junto a un extintor con tubos de luz y un letrero. Además viene denunciando una presunta estafa y agresión. También compartimos la respuesta de la organización.

Published
1 semana agoon
26/05/2023
Lo que debió ser un concurso y exposición que albergue y difunda el trabajo de los artistas que postularon a Maravillarte 2023, se convirtió en el epicentro de una nueva polémica en el circuito cultural. La denuncia del artista Diego Bejar Luksic comenzó a recorrer las redes sociales evidenciando las carencias de una muestra de arte que se realiza con graves errores en las instalaciones del Ministerio de Cultura.
La muestra Maravillarte es organizada por la Asociación de Fomento y Apoyo al Arte Peruano (AFAP), y es liderada por Sandra Mavila, fundadora y directora. Dentro de AFAP también aparece Pedro Pablo Alayza como asesor honorario, y Antonio Zegarra Ávila como curador. Esta asociación por segundo año consecutivo contó con el apoyo del Ministerio de Cultura para realizar el mencionado concurso y exposición en la sede central del MINCUL.

En el video publicado por el artista Diego Bejar, quien postuló para ser parte de la muestra colectiva de Maravillarte, se observa claramente la paupérrima curaduría en uno de los salones de la exposición. Esto motivó que Bejar Luksic decidiera retirar su obra que formaba parte de la exposición colectiva en el Ministerio de Cultura.
Es así que el sábado 20 pasado, Diego Bejar llegó junto a la artista Nataly Salazar (enoramorada) hasta el MINCUL con la finalidad de desmontar su cuadro que se encontraba junto a un extintor y en una pared llena de agujeros, tubos de luz y una letrero. Para el artista la mala curaduría y museografía representa una falta de respeto. En medio de los reclamos e intercambios de palabras con la organizadora Sandra Mavila; Diego Bejar y Nataly Salazar denunciaron una presunta agresión por parte del señor Fernando Nakaya (pareja de Sandra Mávila).

Lo sorprendente es que hasta hoy, la ministra de Cultura Leslie Urteaga no se ha pronunciado sobre el caso y tampoco desde el MINCUL se han comunicado con el artista que señala que se ha sentido estafado y agredido. Lo concreto es que por un grave error en la curaduría, Maravillarte termina convirtiéndose en un evento decepcionante.
Además, a la organizadora se la cuestiona por exponer sus obras dentro de la muestra Maravillarte sin haber postulado. Es decir, Sandra Mávila, utiliza la exposición que organiza para promover su propio trabajo. Un accionar antiético que en los últimos años algunos personajes han tratado de normalizar.
Para conocer mejor de lo que pasó en las instalaciones del Ministerio de Cultura, nos comunicamos con el artista Diego Bejar Luksic, quien nos contó detalles de su decisión y de lo sucedido en la discusión con la organizadora. De la misma manera, también conversamos con Sandra Mavila, quien nos dio su versión de los hechos.
Aquí la entrevista con Diego Bejar:
Diego, lo que veo es que te has quedado sorprendido por la manera en que terminó siendo expuesta tu obra y la obra de los otros artistas. En ese sentido ¿por qué tomaste la decisión de retirar tu cuadro de la exposición?
Tomé esa decisión porque soy un artista profesional de pintura, licenciado de la Universidad Católica, estoy llevando una maestría de curaduría de Historia del Arte. Respecto al retiro de mis obras me percaté que la exposición no guardaba un espacio prudente entre los cuadros para que se puedan apreciar de una manera más óptima; y por otro lado, el hecho de los QR era uno de los motivos principales para que se pueda difundir el arte de los artistas de provincia; y otro de los motivos fue el hecho de no tener la capacidad de poder brindar un espacio adecuado para la muestra de las obras, por ejemplo, las paredes son de cemento o solo se pintaron de blanco, sin embargo están llenas de huecos. No han cubierto las cajas de luz ni los tubos de aluminio, los cuales se encontraban entre los cuadros, sumado a ello los extintores que también se encontraban entre las muestras de pintura, especialmente al costado de mi obra. Mi cuadro terminó en una esquina, al costado de un extintor rojo y un anuncio que decía “Exit”.
Entonces, la organización ni el Ministerio de Cultura han sabido elegir el espacio. Aparte de eso claramente se observa una curaduría deficiente
Lo que yo reclamo es que no hubo un disclaim museográfico profesional, y lo que me dijo la señora Sandra Mavila es que todo lo hizo con su propia plata, sin embargo, en la primera página del catalogo aparece la marca Dinners Club. Atiborra los cuadros, no coloca los QR, y cuando yo le pido una explicación me contestó que las señoras de limpieza al ver los QR en el piso los habían barrido. Cuando fui a dejar mis obra, ella me dijo que las obras se encontraban listas para ser instaladas; es más, mencionó que el curador Zegarra, ya había curado las obras.

¿Qué pasó luego de eso?
El día de la inauguración, en la tercera sala, iban a dar la premiación a los primeros puestos, y justo en el medio de la sala, donde es muy visible para todos los que acudieron, se encontraba un cubo acrílico con la obra de la señora Sandra Mavila, y al costado de esa obra estaba el único QR que se salvó. Ese QR te llevaba a una tienda virtual de la organizadora.
¿Y el 20 de mayo que retiraste tu obra pudiste conversar con algún representante del Ministerio de Cultura?
En realidad, con los únicos que pude conversar fue con la señora Sandra Mavila y con su pareja Fernando Nakaya, el cual es su asesor legal.
¿Qué sucedió exactamente con el señor Fernando Nakaya?
Hubo una agresión de parte de la pareja de la señora Mavila, quien, al ver que yo me encontraba con mi enamorada Nataly Salazar desmontando mi cuadro, intentó arrancar de manera violenta la placa de la ficha técnica de mi obra, pero mi enamorada le ganó el movimiento, siendo ella quien se encargó de retirar la placa pero de manera cuidadosa. Entonces, en ese ademán de querer retirar la placa, se dio un roce entre Fernando y mi enamorada, luego de ello el tipo empezó a gritar como si lo hubiese atropellado un camión, vociferando “agarren a la chiquitita”, en clara alusión a mi enamorada. Yo que en ese momento me encontraba en la sala contigua me percato del incidente por los gritos, voy y le encaro por la falta de respeto hacia mi pareja. Todo eso lo vio un señor de seguridad y él mismo le dijo al señor Nakaya que no le falte el respeto a Nataly.
¿Qué pasó después?
Luego se aparece la señora Mavila, sosteniendo que toda la exposición era ad honorem, pero en su catálogo en la primera página aparece la publicidad de Dinners Club, y muy aparte de eso, ella también cobra una comisión por cada cuadro expuesto. Lo que a mí me sorprende es que hasta ahora no se haya acercado ni un funcionario del Ministerio de Cultura para dar solución, porque el evento se realizó dentro de sus instalaciones. Ni un funcionario me ha llamado y tampoco he tratado de comunicarme con ellos porque no sabemos como realizar la denuncia y que llegue a las cabezas de esa institución.
¿Cuántos artistas fueron a exponer?
Ahí hubo otro problema porque metieron a más de 300 artistas, y también le reclamé eso porque la museografía no aguantaba a tantos, a lo que ella me contestó que lo hacía para dar cabida a todos los artistas, sin embargo, en el día de la inauguración no había ni un QR a excepción del que había en la obra de Sandra Mávila.
En el video que publicaste, mencionas que te sientes estafado por el Ministerio de Cultura.
Sí, porque es un concurso nacional de pintura y debería tener cierto nivel de curaduría y de profesionalismo. Deberían de contratar a la gente idónea y también deberían de darle el correcto seguimiento a la puesta. Cómo vas a poner cuadros en un edificio brutalista.
¿Para ti esta exposición fue realizada al caballazo?
Exacto, al ‘caballazo’, y echándoles la culpa a las señoras de limpieza por la pérdida de los QR. Yo no le creo esa versión.
¿Qué le pedirías a la ministra de Cultura Leslie Urteaga?
Que en el Perú hay personas calificadas para poder generar una muestra nacional de arte, que no humille al artista, que verdaderamente difunda su obra, y que dos personas no lucren con un concurso nacional y con Marca Perú. Ella, sin participar en el concurso, terminó exponiendo su obra y justo en el día de la premiación.

Luego de conversar con Diego Bejar, también nos comunicamos telefónicamente con la organizadora Sandra Mavila. Aquí su descargo sobre lo sucedido en el Ministerio de Cultura.

El espacio no se prestaba para ese tipo de exposiciones, ¿faltó una persona para que haga la curaduría?
Si hubo curaduría y estuvo a cargo del curador Antonio Zegarra, y también se encontraba una persona del Ministerio de Cultura. Es verdad que hubo un espacio, sobre todo en el tercer piso, donde las obras se pusieron muy juntas. Esa critica la aceptamos, pero tendrías que saber primero qué es Maravillarte, qué brindamos. Se ha hecho un concurso a nivel nacional y esta es nuestra segunda edición; más de 600 participantes se llegaron a inscribir y nosotros seleccionamos a 300, tal como el año pasado. Este año nosotros solicitamos otro piso más porque el año pasado también tuvimos ese problema y por querer darle oportunidad a más artistas nos quedó chico ese lugar. Si bien este año convocamos a menos artistas a la exposición, también convocamos a consagrados como Gerardo Chávez, Ramiro Llona o por ejemplo, el maestro José Coronado.
¿Quién organiza Maravillarte?
Lo organiza la AFAP, Asociación de Fomento y Apoyo al Arte Peruano, de la cual yo la dirijo. Nosotros hacemos casi el 100% de la organización y tenemos un convenio con el Ministerio de Cultura para poder usar sus instalaciones. En este convenio de apoyo hay claro un poco de marketing que sale del propio ministerio, pero todos los recursos los financiamos nosotros. El Ministerio de Cultura no nos da ni un sol. Yo soy la que pago los sueldos y tengo que buscarme un recurso para poder premiar con seis mil soles cada categoría.
¿Esas obras que se exponen se encuentran a la venta?
Por supuesto, eso es lo que buscamos.
¿De esa venta ustedes se quedan con un porcentaje?
Nosotros firmamos un contrato con el artista donde indica que el precio del cuadro que quieren poner a la venta le tienen que sumar un 10%, ese 10% es lo que nos corresponde. Sin embargo, hay casos en donde el potencial comprador esta interesado en contactarse con el artista, ya sea para pedirle una rebaja o para que le elabore otra obra, en esa gestión yo no intervengo para nada.

¿Qué sucedió con los QR que se iban a colocar al costado de las obras?
Eso fue en caso de algo más de 10 o 15 QR que se perdieron. Esa idea yo les sugerí a los artistas porque ya se han dado casos en que me piden más datos de ellos, como su número de contacto o su página web o de Instagram; eso era para que tenga un contacto directo con el mismo creador. Nosotros hemos tratado de mantener los QR siempre al costado de la obra, pero cuando ya se colgaron los cuadros algunos de esos QR quedaron en el piso, debajo de la obra, más o menos uno o dos días antes de la inauguración. Ya cuando quisimos colocar los QR en las obras nos percatamos que no estaban. Haciendo las indagaciones a los de seguridad empezamos a preguntar si tal vez el personal de seguridad los recogió pensando que era basura. Ahora, no sé si Diego (Bejar) trajo ese día su QR porque cuando vino acá estaba gritando; no se podía hablar con él.
Diego me comentó que su novia Nataly Salazar que también es artista, fue agredida por el señor Fernando Nakaya, que es tu pareja.
Esas son versiones. En ningún momento se ha agredido a alguien, al contrario, ellos vinieron con la cámara prendida, esa señorita era la que más se ponía a filmarme, diciendo que era medallista, que la habíamos ofendido, y cuando intentaba hablar con ellos seguían gritando que los habíamos tratado mal por poner su obra al costado de un extintor. Nosotros cuando clasificamos a los exponentes lo hacemos por porcentajes, es decir, hay medallistas, hay maestros, y también hay personas nuevas, autodidactas. Los artistas presentan dos formularios, uno con el nombre de la obra y su seudónimo, y otro donde sí se muestra la información completa pero eso lo vemos mucho después.
Entonces, en un principio nosotros, vemos el primer formulario. Por ejemplo, hay un cuadro calificado con “Mención honrosa” ubicado al costado de una escalera, así que probablemente el curador lo colocó ahí por una cuestión de espacios, así como el caso de la obra de Diego, que no era muy grande.
Respecto a mi pareja que es Fernando Nakaya, al ver que tanto Diego como su enamorada no paraban de gritar, se acercó hacia ellos para decirles solamente: “yo creo que todo tiene un límite”, a lo que Diego le contesta: “¿me estás amenazando? Si quieres nos agarramos afuera”.
Yo entiendo la molestia de Diego, pero el detalle es que ellos no dejaban de gritar sin que yo pueda responderles. Por último, ellos podían gritar todo lo que querían porque me parece democrático y están en todo su derecho. En un momento le digo a Diego si lo que realmente le molestaba era la ubicación de su obra y si deseaba que la recoloque en una pared escogida para los maestros, pero él igual no entraba en razones. Entonces, le digo que él había venido con una sola intención, porque nada le parecía conforme, es por eso que terminó llevándose su cuadro. Ahora, tú sabrás que en cada piso del edificio no es que haya un solo extintor sino varios, así que era inevitable que en algún momento se choque con uno de ellos, eso sumado al estilo brutalista de las paredes, las cuales de por sí ya tienen varios huecos y enchufes.

¿No crees que este tipo de espacios no es adecuado para esta exposición? Así como Diego, otros artistas también pueden llegar a sentirse ofendidos.
Acepto que el montaje está algo apretado, ahora no toda. Las luces del ministerio no me ayudan, el mismo lugar en sí, estamos hablando del ex Museo de la Nación.
Si se trataba de un concurso nacional ¿por qué una de tus obras se encuentra en la exposición?
Esa escultura ha sido creada para recaudar fondos para la AFAP. Solamente nosotros tenemos un solo auspiciador, el cual es Dinners Club, y por supuesto que esto es una tienda porque vendemos los cuadros y ese dinero va para los artistas.
¿No te parece que al colocar tu obra en esta exposición que organizas despierta suspicacias antiéticas?
Tengo que hacer un montón de cosas como pagar el camión para que recoja determinada obra, pagar al personal, al curador, gestionar permisos, hacer trámites, etc. y todo eso para el beneficio de los artistas no tan conocidos. Yo quisiera recaudar la mayor cantidad de fondos y eso por eso que está “La destapada”. A mí me da mucha pena lo de Diego, y si él me hubiera dado la oportunidad en ese momento, le hubiera pedido disculpas si se sintió ofendido por estar al lado de un extintor; lo entiendo perfectamente. Ahora, lo que para uno es una ofensa, créeme que para otro es una oportunidad; eso es muy relativo. Que malinterpreten el tema de mi obra “La destapada” me da mucha pena, porque yo tengo que buscarme los recursos para pagar a toda la gente que está detrás del concurso.

Lamentablemente exposiciones decepcionantes se vienen arrastrando en diferentes puntos a nivel nacional, y desde Lima Gris creemos que si este tipo de eventos se hace en las instalaciones del Ministerio de Cultura, la cual es una institución del gobierno peruano, no debería existir carencias curatoriales ni museográficas. Pasar por alto esto, es contribuir con la mediocridad y el conformismo que por mucho tiempo le viene haciendo daño al desarrollo del arte en nuestro país.
Diego Bejar, con su denuncia y retiro de su obra de la exposición, se atrevió a dar el primer paso para generar una ola de protestas en contra de las negativas exposiciones. A estas alturas no se puede permitir que estas cosas suceden en una institución del gobierno.
Hubiéramos querido tener el descargo de la ministra de Cultura Leslie Urtega, responsable de los que pasa en el MINCUL, pero desde hace varias semanas ella se niega a conversar con Lima Gris.
Cultura
Enrique Galdos Rivas celebra sus 90 años con un homenaje de la Municipalidad de Miraflores
Uno de los artistas más talentosos de la generación de oro de Bellas Artes, continúa vigente. Enrique Galdos Rivas, también conocido como el “Mago del color” presenta 70 obras en la sala Luis Miró Quesada Garland.

Published
1 semana agoon
25/05/2023
La municipalidad de Miraflores celebra la vida y obra de uno de los grandes maestros de las artes plásticas peruanas. Enrique Galdos Rivas, el mago del color: sinfonía de colores es la próxima exposición del Palacio de las Artes de Miraflores (PLAM) a inaugurarse el jueves 25 de mayo a las 7:00 p. m.
Con más de 70 años de trayectoria, Galdos Rivas (Lima, 1933) exhibirá cerca de 70 de obras en la sala Luis Miró Quesada Garland y la Sala Media del PLAM, que mostrarán su visión de libertad y de pintar lo que lo rodea, en su afán por no repetirse y explorar diversas temáticas. En su obra destaca la luminosidad y el color, como el rojo de los labios femeninos, la sangre y el vino.

El próximo 2 de julio, Galdos cumplirá 90 años de vida. Por ello, la muestra quiere revelar al público obras inéditas, entre ellas retratos, la figura femenina, los motivos del campo y la naturaleza, así como grabados y dibujos. La selección fue realizada por el propio maestro, en coordinación con Martha Galdos, productora cultural, encargada del acervo e hija del artista.
Sinfonía de colores será el preludio de la participación del pintor en la XIV edición de la Bienal de Florencia, exhibición internacional de arte contemporáneo y diseño, a realizarse en octubre, donde recibirá el premio a la trayectoria, por su contribución a la cultura mundial.
La exposición incluye su obra Mochica (1965), destacada en la Enciclopedia de Arte Contemporánea Treccani (Milán, 2021), publicación de referencia sobre el arte internacional. Su investigación de las culturas ancestrales peruanas le atribuyó ser citado en dicha publicación como protagonista del Ancestralismo.

La crítica internacional se rindió ante el Mago del color, mencionado en más de 40 publicaciones a nivel mundial: “Con Galdos, el arte peruano contemporáneo se abrió el camino de una geometralidad más humanizada en el arte, de tonalidades vivas; la transgresión metafísica de los colores”, señala la especialista rumana María Roxana Bischin. Mientras que el investigador italiano Maurizio Scudiero (2018) menciona que “se trata de un artista complejo, profundo, y cuyo trabajo puede conducir al error, con el riesgo de no entender la grandeza creativa y espiritual que lo sustenta”.
La inauguración se realizará hoy jueves 25 de mayo, a las 7:00 p. m., en el Palacio de las Artes de Miraflores (Av. José Larco 400). La sala estará abierta al público hasta el próximo 9 de julio, en horario de martes a domingo de 11:00 a. m. a 9:00 p. m. Se realizarán tres visitas guiadas abiertas al público en general los días 8 y 29 junio, y 6 de julio. El ingreso es libre.

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