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Literatura

POETAS SUICIDAS. Ellas decidieron irse…

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POETAS SUICIDAS

Ellas decidieron irse…

Escribe Luis Humberto Moreno

Sylvia Plath

Morir es un arte, como todo lo demás. Yo lo hago excepcionalmente bien. Lo hago para que se sienta como el infierno. Lo hago para que se sienta real. Se podría decir que he recibido un llamado”, dice Sylvia Plath en su poema “Lady Lazarus”, como dejando sobre un altar su pulsión desesperada por alejarse, de forma perentoria, de un mundo en el que sentía que jamás podría encajar. Al igual que Sylvia, muchas mujeres entregadas a las letras terminaron siendo dueñas absolutas del punto final, luego de danzar durante tantas noches con la tentativa de la muerte entre páginas cargadas de tormento y melancolía.

La soledad no sólo se ceñía sobre su oficio: la soledad era para ellas un absoluto, era el mundo por completo, cargado de sinsabores. Prisioneras en su tiempo, visionarias en una sociedad que las relegaba constantemente, buscaron siempre una manera de aplacar la carga que significaba pulular sin sentido a través de esa realidad insoportable.

La peor soledad, dicen, es aquella que te acompaña incluso cuando estás rodeada de mucha gente.Esta, sumada al desamor, tiende el puente perfecto para el paso final. Sylvia Plath (Boston, 1932) tenía 30 años cuando decidió suicidarse, luego de sucesivos intentos en diferentes etapas de su vida en el que la constante era esa marcada distancia que tenía con una sociedad que creía farsante y congestionada por reglas absurdas, y una sobrecargada melancolía que la llevaba a profundos niveles de depresión.Ya de joven había intentado tomarse una botella completa de tranquilizantes, pero fue salvada a tiempo y tuvo que estar internada en un manicomio donde recibió terapias de electroshock. Alumna sobresaliente, siempre distinguida, trabajaba de manera compulsiva por pulir su estilo. Esa exigencia la llevó a buscar una conexión perfecta entre la realidad y sus poemas, aunque nunca pudo alcanzarla. ‘El no ser perfecta me hiere”, escribió en su diario en 1957. Ese aire de desánimo condujo a que, en 1963, luego de su terrible fracaso amoroso (su esposo Ted Hudges la abandonó por otra mujer) y sumida en una profunda perturbación melancólica, se encerrara en su cocina luego de servir el desayuno a sus hijos, sellara la puerta y metiera su cabeza en el horno, muriendo por envenenamiento con gas. Plath dejó una obra cargada de un aire siniestro: un cuarto oscuro apenas iluminado por una luz ambarina que batalla duramente contra la penumbra. (‘Ahora yaces bajo una lápida / quieta, más allá del frío, /más allá de los voltios azules, mas allá / de tu luna perturbadora.’, escribió en ‘Piedras y Rosas’, como si se tratara de una bola de cristal.

Once años después, su rival literaria y amiga Anne Sexton (Massachusetts, 1928) haría algo similar inhalando monóxido de carbono en el garaje de su casa, sentada en su Cougar rojo modelo 1967, con un vaso de vodka en la mano y la música de The Doors en la radio. Sylvia y Anne, ganadoras del Pulitzer por su obra (Plath lo recibió de forma póstuma), hicieron migas rápidamente por sus interminables veladas de copas en las que conversaban sin tapujo alguno sobre la depresión, la desdicha y la muerte. Sexton, si bien dejó testimonio de lo mucho que amó a su familia, nunca pudo acoplarse al rol de esposa, ni silenciar los fantasmas que la atormentaban desde el nacimiento de su primera hija. Sus poemas son un canto penoso a la carga que sentía por ser mujer, y en muchos de sus versos coquetea tenazmente con la muerte (basta con leer su poema “Herkind”, sobre todo el final: ‘Una mujer así no se avergüenza de morir. Yo he sido una de esas’). Anne perdió el control con el alcohol y la ingesta de sedantes, hasta que finalmente, luego de pasar una tarde con su mejor amiga Maxine Kumin, regresó a su casa y se aisló de todo aquello que la lastimaba, para siempre.

La lucha interna puede ser una batalla de toda la vida, como un cilicio permanente que afecte el espíritu de acuerdo al momento. Sin embargo, a veces la salud termina quebrándose, creando la grieta por donde se cuela la decisión del suicidio. Alfonsina Storni (Suiza, 1892), aquejada por los dolores del cáncer, termina con toda la morfina que queda en su pensión de Mar de Plata. “Gracias. Adiós. No me olviden. No puedo escribir más”, son sus últimas grafías antes de perderse entre las aguas de la playa La Perla. La poetisa argentina había luchado toda su vida por mantenerse con la cabeza erguida en una sociedad machista e ingrata. Despreciada por Borges –no así por Horacio Quiroga-, Storni crea una poesía pionera, adentrada en el manifiesto del deseo. El suicidio de Quiroga la devastaría eternamente. ‘Si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido…’ escribe en su poema “Voy a dormir”, cinco días antes de su muerte. Tenía 46 años.

Alejandra Pizarnik

Su compatriota, Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 1936), de infancia difícil, severa autocrítica a su físico y consumidora compulsiva de anfetaminas, dedicó su oficio a reverenciar la soledad, el dolor y la muerte. Sus continuos cuadros depresivos la llevaron a buscar el punto final para su vida en dos ocasiones, sin éxito. Siempre de cara a la pobreza y a la frustración de tener que optar por trabajos lastimeros para poder ganar algo de dinero, cultivó sus mejores momentos poéticos en un pequeño cuarto en Francia, donde logra una nutrida amistad con Octavio Paz y Julio Cortázar (a quien luego critica sardónicamente por su politización a favor de la Cuba comunista). En sus últimos días, ya en Buenos Aires, la depresión que la aquejó durante toda su vida se intensifica a pesar del tratamiento recibido para su crisis dramático-emocional. Sus últimos libros publicados dejan claras alusiones al suicidio (‘el soplo de la luz en mis huesos cuando escribo la palabra tierra. Palabra o presencia seguida por animales perfumados; triste como sí misma, hermosa como el suicidio’). En 1972 es internada en el hospital siquiátrico de Buenos Aires pero, aprovechando un día de permiso para descansar en casa, realiza un tercer intento por acabar con su tormento, e ingiere una sobredosis de Seconal. Había dejado de creer en la poesía y la posibilidad de que la literatura la hiciera notoria entre sus conocidos. Tenía 36 años.

La pobreza no sólo fue un lastre para Pizarnik, también hizo mella en el cuerpo y la mente de Marina Tsvietáieva (Moscú 1892), poetisa rusa que tuvo que ver morir a su esposo –partidario del ejército blanco antibolchevique- ante un pelotón de fusilamiento y que, sumida en la miseria, tuvo que dejar a su hija en un orfanato ya que no contaba con los medios para mantenerla. Devota a pie juntillas de la poesía, amparada por la dimensión de su lenguaje –la simbología y profundidad de idioma ruso-, sufrió un golpe contundente cuando Nabokovla criticara sin miramientos: ‘Leerla solo causa estupor y dolor de cabeza’). Los problemas de su esposo con el gobierno ruso la condenaron a una desaprobación oficial, que le impidió conseguir vivienda y trabajo. Luego de la muerte de su esposo, su hija Adriana sería arrestada y su hija Irina, ya en el orfanato, moriría de hambre debido a las pésimas condiciones del lugar. Terminó exiliada en Tarataristán mientras Moscú sufría el férreo bombardeo de las tropas Nazis. En 1941, Marina se ahorca usando la cuerda de su maleta de exilio (‘Hace mucho pongo la vida y muerte entre comillas, como chismes notoriamente vacíos’, escribe en su ‘Carta de año nuevo”). Su obra, finalmente, ha sido traducida al español y es considerada como un tesoro cargado de musicalidad como nunca antes lo hubo en la poesía rusa.

Virginia Woolf (Londres 1882), figura destacada del modernismo literario, no pudo lidiar con la muerte de sus familiares, en especial la de su padre, lo cual afectó drásticamente su estabilidad mental. Afectada por estados de psicosis breves, trastorno bipolar: “un mundo de histeria, desesperación y violencia”, en palabras de su esposo Leonard, Virginia inició su flirteo con la muerte a los 13 años, cuando se arrojo por una ventana, momento desde el cual estuvo internada en un sanatorio en diversas ocasiones. En 1913 se brinda una segunda chance tras ingerir Veronal, pero es salvada de milagro. Dos años de fuerte reclusión en el sanatorio le brindaron la estabilidad necesaria para empezar su rica producción literaria, que no la abandonaría hasta 1936, año en el que recaería temporalmente, para luego escribir “Los años” y “Entre actos”. Finalmente, en 1941, Virginia, se ahogaría en el río Ouse. Le encontraron piedras en sus bolsillos.

Todos los que la conocían sabían que la situación de Virginia era crítica: incluso en sus momentos de estabilidad, Virginia afirmaba oír voces demoníacas, voces que la atormentaban, que no la dejaban en paz. Por momentos risueña, muchas veces pesimista y depresiva, Virginia decidió ponerle fin a ese conflicto en su cabeza y acabar con el desencanto que le producía la vida (“Esto es lo que me espanta de mi melancolía: ves pasar una aleta a lo lejos, un atisbo de la esencia de la realidad”, escribió en “Mrs. Dalloway”). Tenía 59 años.

Una fuerte depresión fue, según quienes la conocieron, la que llevó a María Emilia Cornejo (Lima, 1949) a ingerir una sobredosis de pastillas a los 23 años. Dicen que un embarazo fallido fue el detonante de una crisis existencial que la sumió en una vorágine de excesos para paliar la melancolía que la acechaba. Finalmente las fiestas y el alcohol no lograron mermar el deseo suicida que crecía en su interior. Tres poemas la hicieron famosa (“Soy la muchacha mala de la historia”, “Como tú lo estableciste” y “Tímida y avergonzada”), y la elevaron casi de forma mítica como la voz enarbolada del feminismo. Mucho se habló de su potencial, de la promisoria condición poética truncada por su muerte prematura en 1972 hasta que, 17 años después, el Centro de la Mujer Flora Tristán publicó todos los poemas de María Emilia, en un libro dividido en cinco partes, ubicando los tres poemas consagrados en la parte final. Los versos intimistas, cargados de sensualidad y erotismo, son el reflejo fiel de los apuntes que María Emilia había hecho en su cuaderno de notas.Y sin embargo el contraste con sus tres poemas emblemáticos, ubicados en el final del poemario, salta a la vista.Los lectores minuciosos repararon rápidamente en una serie de versos repetidos, en una diferencia marcada entre sus poemas consagrados, que arrostran al machismo con desenfado, y el resto de escritos, sumisos, quejumbrosos: apuntes timoratos similares a los que cualquier adolescente atormentada haría sobre su diario (claro que con un poco más de consecuencia).

La explicación tardó algunos años en llegar. José Rosas Ribeyro contó que, junto a Elqui Burgos, armaron tres poemas con el material que Hildebrando Pérez, amigo de María Emilia, les alcanzó un año después de su suicidio. Fueron estos tres poemas los que, hechos a manera de homenaje, consagraron a una muchacha cuya vocación no estaba del todo decidida. Ni José Rosas, ni Elqui Burgos imaginaron la trascendencia que tendrían estos tres poemas, ni la significancia que cobrarían para la voz poética femenina. María Emilia, a diferencia de las otras poetas aquí citadas, se marchó inédita, y, dadas las circunstancias, es difícil saber cuál hubiera sido el derrotero de su novicio talento. “Es sólo el tiempo que viene en mi contra y no me deja morir porque ya no, ya no le temo a la muerte…”, escribe en el último verso de su poemario.

Dueñas de un talento particular, imposible de determinar si este fue afectado o no por la vida caótica en la que estuvieron sumidas, estas mujeres dejaron para la posteridad obras con una voz que fue más allá del simple oficio de escribir: páginas cargadas de sentimiento, de dolor, de pesadumbre, como si cada hoja en blanco fuera una ventana a esa libertad que tanto ansiaban; un paliativo a su dolor, una bandera de tregua a esa lucha tenaz que libraron contra la desolación, la locura y el desamor y, como dignas contendientes, vendieron cara su derrota, y no permitieron que la vida se saliera con la suya y las doblegara. No sólo supieron huir de ella, supieron plasmar su verdadero rostro –ese que el común de los mortales nunca quiere ver- de distintas maneras, creando una justa simbiosis entre talento, carácter y obra. La muerte, lejos de acallarlas, sólo consiguió elevar sus voces al lugar que ellas querían, a ese espacio entre la perfección y la inmortalidad.

 

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Literatura

“Controversia”, un cuento de Giovanna Gutierrez Narrea

Un triangulo amoroso en medio de próximo casamiento.

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Por Giovanna Gutierrez Narrea

6:00 a.m. (riiin, riiin, riiin)

_ Aló

_ Hola, ¿eres Iván?

_ Sí, ¿quién habla?

_ Soy, José Carlos, el novio de karla.

_ ¿El novio de Karla? ¿Es una broma?

_ No es broma. Te llamo porque he visto en su celular que la llamas y le escribes, y quiero hacerte unas preguntas.

_ Uff…, está bien, pero antes respóndeme: ¿desde cuándo estás con ella y de dónde la conoces?

_ Estamos desde el 2022 y trabajamos juntos en la misma oficina.

_ Mmm…, bueno, pregúntame ahora.

_ Te preguntaba, ¿por qué la llamas tanto y escribes mensajes?

_ Lo hago, porque hasta donde yo sé, somos pareja, desde el 2022, también. En todo caso, creo que es a ella a quien le tendrías que preguntar.

_ Karla y yo nos vamos a casar. Así que, por favor, ya no te entrometas en mi relación.

_ Eso dícelo a ella. No soy yo quien está en falta.

_ No entiendo por qué me engañó contigo si a mi lado tiene  amor, comprensión, detalles, sexo. Por favor, ya no la busques.

Lee el cuento completo aquí https://cuentroversia.blogspot.com/2024/05/alo-ivan-600-a.html

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Literatura

23 de abril, Día Internacional del Libro, ¿por qué se celebra en esa fecha?

En ese día, a nivel mundial, también se conmemora el Derecho de Autor.

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Leer o no leer, he ahí el dilema. Cada 23 de abril el mundo celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, una fecha que destaca la importancia de la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.

Esta conmemoración encarna el esfuerzo colectivo por promover el libro como pilar fundamental de la cultura y el progreso social. Además, durante esta fecha, distintas organizaciones buscan instruir a las personas sobre los derechos de autor, fundamentales para asegurar que los creadores reciban el reconocimiento y los beneficios económicos por sus obras.

El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor tiene su origen en una iniciativa de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) que se remonta a 1995.

La UNESCO promueve esta jornada no solo como un acto de celebración sino también como un llamado a la acción para que gobiernos, instituciones educativas, bibliotecas, grupos culturales, autores y editores trabajen de manera conjunta en pro de la difusión del libro y la defensa de la propiedad intelectual.

23 de abril, la fecha elegida

La elección de esta fecha se debe a varios acontecimientos históricos relacionados con la literatura que coinciden en este día. El 23 de abril de 1616 murieron tres grandes escritores: Miguel de CervantesWilliam Shakespeare y Garcilaso de la Vega, aunque cabe mencionar que las fechas no son exactamente contemporáneas debido a la diferencia entre los calendarios juliano y gregoriano. Además, la fecha también coincide con el nacimiento o fallecimiento de otros destacados autores en diferentes años.

La celebración tiene como propósito principal incentivar a las personas a descubrir el placer de la lectura y respetar la invaluable contribución de los autores a la cultura y al progreso social.

La decisión de trasladar la Fiesta del Libro al 23 de abril de manera definitiva se tomó en España en 1930. La propuesta fue iniciativa del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, quien sugirió establecer una fecha específica para celebrar y fomentar la lectura entre el público de su país.

En 1995, después de varios años, la propuesta de la Unión Internacional de Editores, presentada por el gobierno de España a la Unesco, buscaba designar esa fecha como el Día del Libro a nivel global. El organismo especializado de las Naciones Unidas respondió rápidamente y aprobó la propuesta en el mismo año.

Biblioteca Ateneo, en Argentina, considerada con una de las más hermosas del mundo.

Actividades por el Día del Libro

Dentro de este marco festivo, la Alianza Francesa de Lima ya empezó a tejer una serie de eventos que se vienen desplegando desde el 13 y culminan este sábado 27 de abril en sus sedes de Miraflores, Jesús María y La Molina, marcando el inicio de las conmemoraciones.

La Alianza Francesa abrirá sus puertas en sus sedes de La Molina y Miraflores para acoger dos imperdibles ventas de libros de segunda mano. Estos eventos no solo presentan una excelente oportunidad para encontrar libros a precios inigualables, sino que también brindan la posibilidad de explorar una diversidad de géneros literarios. Con la promesa de hallazgos únicos y joyas escondidas entre sus estantes, estas ventas se convierten en el escenario perfecto para aquellos ávidos de aventuras literarias y tesoros ocultos.

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Literatura

40 años de poesía y terquedad

Entrevista a Ángel Yzquierdo Duclós por Julio Barco

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Por Julio Barco

Hace 40 años, Ángel Yzquierdo Duclós tomó la decisión más importante de su vida: dedicarse a vender libros en el Perú. Y no solo eso, sino a venderlos en la calle, y no en cualquier calle, sino en el mismo corazón de La Victoria, a unos metros de Gamarra, en la misma avenida Aviación. El poeta popular, cantautor de fina estirpe, promotor de la literatura peruana, entonces miembro de la ANEA, no se imaginaba que los siguientes años viviría, a puro esfuerzo, de la venta de libros y sus derivados. Esta es la historia de una pasión desesperada, pero también de un ejemplo para todos los pesimistas ilustrados.

1.Ángel, celebramos contigo, estos cuarenta años de entrega a la cultura del libro en el Perú, ¿qué significa para tu este casi medio siglo?

Hasta ahora no me he puesto a pensar, ah… yo vine acá solamente para ver si podía hacer un vals, una canción, un poema, un cuento. Ya pasaron 40 años, pero todavía no los he culminado. A lo mejor sí, pero en estos cuarenta años me sorprende descubrir que este sitio sigue siendo mágico. De tal forma, uno viene a diferentes sitios de Lima, pero algo me decía que acá estaba mi futuro no en dinero, porque en dinero podíamos hacerlo en otra parte, pero acá sucedía algo extraño, pero positivamente hablando. Así que hace tres (o dos años) me di cuenta de que habían pasado cuarenta años, y me siento contento conmigo mismo, como si fuera el primer día que empecé a vender libros en esta calle, entre la Avenida Aviación y con 28 de Julio. Un primero de abril de 1984.

En recientes encuestas, observamos que nuestra sociedad no consume más de cinco libros al año. En ese sentido, ¿cómo ves actualmente la realidad del libro en el Perú?

¿Eso es antes del celular o después del celular?

Después del celular…

Si antes del celular la gente leía poco, y como decía San Agustín, de lo poco, poco. Pero, no, es una mentira. Si nadie lee en el Perú entonces cómo me explicas que hay infinidades de editoriales, cómo me explicas, por ejemplo, que una sola obra alrededor del país lo masifiquen por dos mil, tres mil ejemplares; y los pongan como gancho en el Plan Lector. La gente lee, uno por obligación hablando en términos escolares, y hay que ser realista ahora es menos, pero siempre hay ese batallón humano que muere en su ley, que se desespera por los libros. O sea, hay pocos, por el celular disminuyó bastante, en el término escolar, universitario; pero realmente hay un buen ejercito humano que lee. Por ejemplo, tú lees, tú devoras libros y tienes una computadora en tu cerebro- Así como tú hay chicos que vienen y se alegran cuando viene, papá mira ese libro…Qué bacán, ¿no? Y su mamá y su papá le compran con cariño su libro, caray, y son pocos, escasos. Hay que ser bien tercos para seguir trabajando como librero, te das cuenta. Yo puedo poner otra chamba y ganar mil veces más que como librero, pero… me gusta pues. Además, los libros mientras yo todavía esté con vida, todavía van a seguir existiendo. ¿Por qué? ¿Qué es mejor? ¿Hacer el amor en la pantalla o en persona? Así es el libro con uno. Tú lo ves, tú lo palpas, sientes su vibra. Yo no sé qué conclusiones podrás sacar.

3.Al margen de tu faceta de librero legendario, sabemos que tú gran pasión es la escritura, de versos y valses, ¿Cuándo los lectores conoceremos tu hasta la fecha inédito poemario Albatros de la Esperanza?

Yo quisiera que sea este año, pero es bien difícil. Primero porque yo quiero hacer una edición de cincuenta mil ejemplares. Todos dicen que es una obra pero, ¿qué son cincuenta mil ejemplares para todo el país? Somos como veinte millones de lectores, te das cuenta… Yo quisiera imprimirlos, creo, pero económicamente hablando, no puedo… no puedo… yo quisiera publicarlo, pero como no he podido publicar mi libro Albatros en pleno campo de Agramante, y el otro que tú sabes, Pequeña garua del cielo limeño…lo pude publicar. Uno ya esperaba listo para publicarlo, mil ejemplares… pero quinientas ejemplares son de los amigos nomás. Si yo he rechazado la portada de los mil ejemplares. He roto las portadas. Y a ti te consta. Yo he pedido por mi libro tres mil dólares, porque con eso se iba a hacer una especie de ONG, con el auspicio de la Cachina peruana podíamos publicar más de cien poetas, escritores, de Piura, Tumbes, Ayacucho… O sea, nuestro país es rico en literatura, en narrativa. Yo quizá me muera y sin publicar, piña pues, pero estoy contento conmigo mismo. Ya si Dios quiere, si la doña dama me sorprende, están mis amigos que van a publicar mi obra póstumamente. Ya hay proyectos empaquetados para que vayan a la casa y simplemente después los editen. Ahora, ¡mis canciones! Quizás también me vaya de este mundo y lamente, valga la redundancia, que después de muerto me conozcan como compositor. Yo estoy contento conmigo mismo. Me voy a cualquier parte del Perú y recorro las pistas y comienzo a cantar mis propias canciones y es un placer de la putamadre, ¿no?

Ángel, el futuro es ahora: ¿Qué le dirías a los chibolos de nuestro país, lo que sueñan con los universos de los libros?

Pueden estar pegados a los celulares, porque es un buen material de información. Pero nuestros libros son como nuestros perritos fieles: los puedes tirar, abandonar, pero llega un momento donde ese libro te va a ser un bálsamo para ese día. Porque tu ánimo va a estar de acuerdo a lo ya escrito. Por más que venga la tecnología puedes tener tu libro en un rincón de cuatro paredes, hay que amar a los libros. Gracias a los libros estamos acá.

Vendes libros en una zona empapada de comercio textil y alimenticio, ¿Cuánto te ha costado mantenerte durante tantos años?

¿Qué es mantenerse en este rico oficio? ¿Cuánto me ha costado? Me ha costado. Yo he mantenido esto. La venta de libros. Mi función como librero me ha mantenido a mí. Recuerda ese poema El buen samaritano. Ya. Tuve un amigo que generosamente me ayudaba a cubrir los gastos que la poesía demanda placer dinero tiempo y dinero para compartirlo a los demás gracias a este negocio pude estilizar algunos textos. Y he sido monstruo en ventas. He sido varias veces vendedor de artefactos eléctricos en los setentas… Desde 1976, como tú que te enamoras y haces unas cuantas letras, sin pensar en tu puta vida que con el tiempo se iba a convertir en un oficio. Y me convertí en poeta y me convertí en compositor. Yo me voy a morir y estoy alegre conmigo mismo, pero eso no sirve como conformismo, sino que también hay que seguir sacándole jugo a la vida. Por eso, en un poema digo, hazte amigo de la muerte; por eso, cuando te vea simplemente te dé una oportunidad.

Gracias Ángel.

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Literatura

30 años de “Sieteculebras”, revista andina de cultura (1991 -2021)

“Publicar en Perú es cosa de locos… pero me gusta ser loco y seguiré con mi locura hasta que mi cuerpo y mis energías lo permitan”.

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Por: Mario Guevara Paredes.

En 30 años de «Sieteculebras» hemos publicado 50 números. Somos una revista independiente que no recibe patrocinio ni estatal ni privado, se mantiene vía publicidad, en un medio como el peruano donde las revistas culturales mueren en los primeros números porque el Estado no tiene una política cultural en torno a las revistas. Somos la revista independiente más longeva de Perú después de «Hueso Húmero» que todavía continua editándose.

En cifras, son más de 3000 páginas editadas hasta el momento. Hemos publicado desde artículos de ciencias sociales, como historia, arqueología, folklore, política y cine. Como también textos de crítica literaria, lingüística, ensayos sobre literatura peruana y latinoamericana, poesía, cuento, crónicas, entrevistas, fotografía. Y sobre todo hemos resaltado el trabajo de nuestros artistas plásticos peruanos. En 21 de las 50 carátulas ilustraron pintores cusqueños de varias generaciones, como también de otras ciudades fuera de Cusco, como Lima, Arequipa, Iquitos y Puno. Asimismo ilustraron pintores de Bolivia, Ecuador y México.

Articulos sobre poetas  peruanos  publicados en Sieteculebras

En los 49 números editados, se han publicado más de 70 artículos sobre la poesía de los peruanos: Juan del Valle Caviedes, César Vallejo, José Emilio Westphalen, Ángela Ramos, Carlos Oquendo de Amat, Washington Delgado, Gamaniel Churata, Alejandro Romualdo, Efraín Miranda, Javier Heraud, Juan Ramírez Ruiz, Enrique Rosas Paravicino, Vladimir Herrera, Antonio Cisneros, Ricardo Quesada, Boris Espezua, Andrés Alencastre (Kilku Waraka), Luis Nieto Miranda, Alberto Mostajo, Gustavo Pérez Ocampo, Raúl Brozovich, Ángel Avendaño, Jorge Flores Aybar, Ana Bertha Vizcarra, Edwin Segovia, Juan Alberto Osorio, Rosina Valcárcel, Leoncio Bueno, Yvan Yauri, Juan Gonzalo Rose, Domingo de Ramos, Sonia Luz Carrillo, Antonio Cilloniz, Carlos Velásquez Iwaki, Monica Carrillo, Catalina Bustamante, Enrique Verastegui, Houdini Guerrero, Dida Aguirre, Jesús Cabel, Amaro Nay, Mario Pantoja, Shelma Guevara, Antonio Cisneros, Ángel Avendaño Farfán, Alejandro Romualdo, Víctor Alvarado, Gloria Mendoza Borda, Leopoldo Chariarse.

Articulos sobre poetas  extranjeros  publicados en Sieteculebras

Como también de poetas de otras nacionalidades como: Octavio Paz (México), Jorge Luis Borges (Argentina), Pablo Neruda (Chile), Gabriela Mistral (Chile), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Vicente Huidobro (Chile), Atila József (Hungria), Alejandra Pizarnik (Argentina), José Martí (Cuba), Alfonsina Storni (Argentina), Diamela Eltit (Chile), Juan Antonio Alix (Dominicano), Bernardo de Balbuena (España), Carmen Bruna (Argentina), Dulce María Loynaz (Cuba), Haroldo de Campos (Brasil), Allen Ginsberg (USA), Jorge Teillier (Chile), Vicente Hidobro (Chike), Sheyla Bravo (Ecuador), Nicanor Parra (Chile), Vinicius de Moraes (Brail), Roque Dalton (Salvadoreño), Nelson Romero Guzmán (Colombia), Raúl Zurita (Chile), Elvira Hernández (Chile), Tomas Tranströmer (Suecia), José Ángel Cuevas (Chile), Alvaro Mutis (Colombiano), Bruno Pino (Ecuador), Paul Celan (Rumania), Santiago Montobio (España).

Entrevista  a escritores peruanos y extranjeros

Ángel Avendaño, Alejandro Romualdo, Luis Figueroa Yábar, Pablo Guevara, Raúl Brozovich, Cronwell Jara Jiménez, Vladimir Herrera, Horacio Villanueva, Gustavo Pérez Ocampo, Oswaldo Reynoso, Luis Nieto Miranda, José Tamayo Herrera, Juan Zevallos Aguilar, Tomás G. Escajadillo, Feliciano Padilla, Francisco Lombardi, Miguel Gutiérrez, Zein Zorrilla,  Eduardo Gonzales Viaña, Alfredo Herrera, Mario Curasi, Feliciano Mejía, Pedro Granados, Tulio Mora, William Rowe (Ingles), Eraclio Zepeda (México), Martín Lienhard (Suizo), Luis Beiro Álvarez (Cuba), José Luis Iturrioz (España), Jorge Miguel Cocom Pech (México), César Itier (Francia), Pedro Antonio Valdez (Dominicano), Juan Villoro (México), Raúl Zurita (Chile), Bernardo Carvalho (Brasil).

Artículos sobre narradores peruanos

José María Arguedas, Oscar Colchado, Feliciano Padilla, Walter Lingan, Socrates Zuzunaga, Mario Guevara Paredes, Enrique López Albujar, Manuel Scorza, Enrique Rosas Paravicino, Francisco Izquierdo Ríos, Inca Garcilaso de la Vega, Ricardo Palma, Clorinda Matto, Julio Ramón Ribeyro, Miguel Arribasplata, Carlos Calderón Fajardo, Gregorio Martínez, Jorge Flores Aybar, Mercedes Cabello, Gregorio Martínez, Mario Vargas Llosa, Luis Nieto Degregori, José Carlos Mariátegui, Miguel Garnet, Luis Enrique Tord, Tomás G. Escajadillo, Alonso Cueto, Ciro Alegría, Carlos Rengifo, Houdini Guerrero, Gamaniel Churata, Antonio Cornejo Polar, Christian Reynoso, Ruben Sueldo Guevara.

Artículos sobre narradores extranjeros

Alejo Carpentier (Cuba), Jorge Luis Borges (Argentina), Eduardo Galeano (Uruguay), Carlos Fuentes (Mexicano), Italo Calvino (Italia), Augusto Céspedes (Bolivia), James Joyce (Irlanda), Augusto Monterroso (Guatemala), Sergio Pitol (México), Juan Bosch (Dominicano), José Saramago (Portugal), Gabriel García Márquez (Colombia), Alberto Blest Gana (Chile), Michael Foucault (Francia), Ernesto Sábato (Argentina), Lucio Cabañas (México), Victoria Ocampo (Argentina), Juan Rulfo (México), Juan Gabriel Vásquez (Colombia), Mo Yan (Chino), Patrick Modiano (Francia), Miguel de Cervantes Saavedra (España), Jorge Amado (Brasil), Eduardo Barrios (Chile), Eustaquio Rivera (Colombia), Gunter Grass (Alemania), Walter Benjamin, Gilles Deleuze (Francia), Ludwig Wittgenstein (Austria), Reinaldo Arenas (Cuba), Julio Cortázar (Argentina), Elisa Lerner (Venezuela), Carlos Monsiváis (México), Manuel Puig (Argentina), Sergio Ramírez (Nicaragua).

Poetas cusqueños cuyos textos fueron publicados en Sieteculebras

Carlos Velásquez Iwaki, Ana Bertha Vizcarra, Raúl Brozovich, Juan Alberto Osorio, Shelma Guevara Zamalloa, Beatriz Salas, Hugo Contreras Rosas, Martín Moya Delgado, Miguel Ángel Fuentes, Pasos Paz, Odi Gonzales, Luis Nieto Miranda, Harry Marmanillo , Juan Mescco, Yvan Yauri, Mario Pantoja, Orlando Granda, Willny Dávalos Orduña, Franklín Sequeiros Soto, Soledad Araóz Cartagena, Martín Zúñiga, Ángel Avendaño Farfán, Pavel Ugarte, Elías Jara, Jorge Vargas Prado, Luis Vargas Cereceda, Gonzalo Valderrama Escalante, André Chacón Santander, Luz María Crevosier, Américo Yábar Zevallos, Luis Calderón Ugarte, Jhon Paucar, Frida Ibañez Ayerve y Carlos Candia Muriel.  

Publicar revistas culturales es cosa de locos

Publicar una revista de cultura en Perú es cosa de locos porque en un país que no lee, que tiene pocas bibliotecas y contadas librerías, y que para el Estado la cultura no es asunto de prioridad nacional, es simplemente cosa de locos. Además, si esta publicación no recibe patrocinio alguno de una municipalidad, gobierno regional, universidad, organización no gubernamental, o de la empresa privada; es también cosa de locos.

Sin embargo, ¿qué motiva publicar una revista y que esta se mantenga durante años a sabiendas de los problemas económicos que ocasiona cada edición? Posiblemente es la simple vanidad de lograr algo que muchos quisieran realizar pero no lo hacen por la sencilla razón de que publicar no es rentable; es perder el tiempo, es de ácratas, de bohemios, de idealistas, de vagos; y sobre todo, no es considerado un trabajo. Así de simple, como no es trabajo, lo nuestro es cosa de locos.

Ahora bien, dicen que el tiempo es dinero, y tienen toda la razón del mundo: el tiempo es dinero. ¿Por qué creen que existen los ricos? Por el simple hecho de que no pierden tiempo, y menos editando revistas que pocos compran. Además la gente las quiere gratis, porque el trabajo intelectual es cosa de locos, y como es cosa de locos, no debe costar dinero. ¿Observaron alguna vez que un panadero les done sus panes, que un taxista no les cobre la carrera, que el peluquero les corte gratis el cabello, o que el canillita les obsequie el diario? Pero sí quieren que un escritor, poeta o editor de revistas les regale su producto de trabajo, algo que les cuesta interminables noches de insomnio, acompañado de febriles horas de desasosiego. Asimismo, el editor de revistas hace y consigue artículos, diagrama, corrige textos, vende publicidad, reparte revistas, etcétera, etcétera, etcétera.

Entonces, me reafirmo en lo mismo, publicar en Perú es cosa de locos. Debo estar bien loco, como muchos editores de mi país, para mantener “Sieteculebras” durante treinta largos años. Pero me gusta ser loco y seguiré con mi locura hasta que mi cuerpo y mis energías lo permitan.

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Literatura

Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa cumple 88 años

Amado por muchos y odiado por algunos, el premio Nobel de Literatura disfruta su cumpleaños con su familia en plena semana santa.

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Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936), conocido como Mario Vargas Llosa, sin duda es uno de los personajes más connotados en la historia peruana, por su calidad literaria y por haber alcanzado la cumbre en las letras, al cosechar a lo largo de su carrera diversos premios y en especial por ser designado como Premio Nobel de Literatura 2010.

Por ello, es considerado como uno de los novelistas contemporáneos más importantes y es uno de los autores supervivientes del boom latinoamericano.

Tapa de la novela La ciudad y los perros, publicada en 1963 por Seix Barral.

Varguitas como le llamó su tía y ex mujer Julia Urquidi, también se dedicó al periodismo y tuvo un programa televisivo ‘La Torre de Babel’ con interesantes entrevistas a personajes destacados, como Jorge Luis Borges y Corín Tellado; pero antes ya había incursionado en la prensa peruana, escribiendo para los diarios La Crónica y La Industria, hasta encallar en la legendaria columna propia, surgida en 1977 y llamada ‘Piedra de Toque’.

El Nobel peruano, soñó con ser presidente del Perú y estuvo a punto de lograrlo con el Fredemo, porque contaba con todo. El financiamiento millonario para su campaña, los mejores técnicos para aplicar las mejores políticas públicas y todo un equipo multidisciplinario de comunicación que lo colocaron como el candidato favorito; sin embargo, por decir la verdad en plena campaña electoral, al afirmar que su eventual gobierno tendría que aplicar la medida del schock económico para lograr estabilizar la economía peruana que García Pérez destrozó, perdió las elecciones en 1990, gracias a la campaña devastadora que le interpusieron los apristas para “allanarle” el camino a un profesor universitario de origen nipón, que luego de tomar el poder presidencial terminó siendo un dictador.

Tapa de la edición número 17 de la revista impresa Lima Gris publicada en 2019.

Entre tanto, Vargas Llosa se exilió en Europa y no quiso saber nada del Perú. Se sintió decepcionado y su derrota política quizá haya significado una de las más grandes frustraciones en su vida, aunque él lo haya negado en reiteradas ocasiones.

Sin embargo, el autor de Los Cachorros supo reponerse y reconciliarse con la tierra que lo vio nacer y tras vivir en Europa, siempre se afinca en Arequipa y en Lima, donde goza del cariño de los amigos, e incluso de los que no lo son, porque finalmente, siempre tendrán algo qué decir de él.

¡Feliz cumpleaños Mario y que sean muchos más!

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Literatura

Hijos del premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez lanzan al mercado la novela póstuma ‘En agosto nos vemos’

Tras diez años de la partida del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, el 6 de marzo se realizará el lanzamiento de su novela inédita ‘En agosto nos vemos’.

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Finalmente se cumplirá lo que Gabo García Márquez les prometió a sus hijos, Gonzalo y Rodrigo; que, después de su muerte, ellos podían disponer de su obra como quisieran. Por ello, este miércoles 6 de marzo de 2024, llegará a las librerías de todo el mundo “En agosto nos vemos”, la novela póstuma del premio Nobel de literatura, justamente el mismo día que habría cumplido 97 años.

Precisamente, a mediados de 2023, Rodrigo García Barcha adelantó:

“Pensamos que el libro tenía muchos méritos y yo creo que de verdad los lectores van a apreciar el libro, porque es muy de Gabo, y eso se extraña. Él siempre nos dijo a Gonzalo y a mí que cuando ya no estuviera más, nosotros podíamos disponer de su obra como quisiéramos. De manera que, le tomamos la palabra”.

“Nuestra impresión, de mi hermano y yo, es que la falta de facultades que le impidió a Gabo acabar el libro, su pérdida de memoria, su pérdida de la concentración, también le impidió darse cuenta de que el libro estaba mejor de lo que él pensaba. Yo creo que cuando él decía que no funcionaba, era también porque estaba luchando por entender el libro, pero su estado se lo impedía. Volvimos a leer el libro y nos dimos cuenta de que estaba en mejor estado del que recordábamos. Entonces, decidimos que valía la pena rescatarlo y lo que se hizo fue una edición óptima de todas las varias versiones que él tenía. En ningún momento se alteró el texto, no hay nada allí que él no haya escrito. El libro es la mejor versión de lo que él escribió”, reveló a Infobae Rodrigo García Barcha.

Con esa respuesta, sus hijos, años después de revisar el manuscrito que escribió íntegramente su padre, y con las correcciones pertinentes, tras compararlo con las distintas versiones que alcanzó a escribir Gabo, decidieron rescatarlo.

Portada de la nueva y póstuma novela de Gabriel García Márquez.

La publicación saldrá a la luz, justo antes del décimo aniversario del fallecimiento de Gabo, el 17 de abril de 2014 y la revista “Lengua” de Penguin Random House dio un adelanto de “En agosto nos vemos”

Aquí las primeras líneas de la nueva novela inédita de Gabo:

“Volvió a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde. Llevaba pantalones vaqueros, camisa de cuadros escoceses, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias, una sombrilla de raso, su bolso de mano y cómo único equipaje un maletín de playa”.

Penguin España anunció el lanzamiento de la nueva novela “En agosto nos vemos”.

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Literatura

NUEVA EDITORIAL DE ARTURO DELGADO GALIMBERTI

Lee la columna de Rodolfo Ybarra.

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El reconocido escritor y periodista Arturo Delgado Galimberti (La Ruptura, Los Espejos del Infierno, Karma Instantáneo para John Lennon, etc.) ha decidido inaugurar una novísima línea editorial: Nuevos Artesanos Editores. Al respecto, aprovechamos para conversar con el autor de este y otros temas trascendentes en la industria editorial.

1.-¿Cómo así y bajo qué parámetros, un escritor decide fundar una editorial?

La idea de fundar una editorial siempre ha sido algo latente. Incluso en los años noventa creé una de similar nombre para publicar mi primera novela, La Ruptura, y a un par de poetas. De algún modo estoy retomando ese antiguo proyecto con Nuevos Artesanos Editores, pero con las exigencias de esta época marcada por las nuevas plataformas digitales. Por otro lado, no es para nada insólito que un escritor sea al mismo tiempo editor, como sabes acá en el Perú están los casos de Scorza y Congrains, para no remontarnos a uno de los mayores pensadores que tuvimos, José Carlos Mariátegui. Y hay muchos ejemplos más.

2.-¿No crees que el mercado editorial está copado de alguna manera, hay una atomización de editoriales pequeñas y medianas que no logran hacer el balance con las editoriales mainstream?

Creo que, para decirlo deportivamente, pertenecen a ligas diferentes. No es posible competir con las transnacionales en ningún rubro, no solo editorial. Sin embargo, a pesar de la atomización de las pequeñas y medianas editoriales, la demanda a esa escala aún no ha sido cubierta del todo, sobre todo si se tiene en cuenta que muchos autores optan por editoriales con cierta presencia mediática, pero que no satisfacen los mínimos criterios de calidad y credibilidad.

3.-¿Qué es lo nuevo o lo novedoso que estaría ofreciendo tu editorial?

En principio, algo que parece elemental, pero de las que muchas carecen, un verdadero sentido editorial. No es una editorial para todo el mundo, sino para cierto tipo de autores. Y una clave la da el nombre del sello: Nuevos Artesanos. Toma la idea de las vanguardias, que irrumpían contra el concepto de Arte como institución y que reivindicaban el rol de artesano del verdadero creador. A partir de allí, mi intención es que la labor de editor y el compromiso con el autor sea permanente, y eso incluye la preocupación por la difusión de su obra en todos los medios y canales posibles. Por esa razón, un objetivo de esta primera etapa es tener un catálogo de obras que pueda cimentar el prestigio y la identidad del sello. Eso presupone, por supuesto, un filtro en relación con las propuestas estéticas que me parecen pertinentes y se condicen con el enfoque de la editorial. Si bien no se puede renunciar a la posibilidad de hacer un servicio por el servicio mismo, desde ya sólo me interesa incluir dentro del catálogo y las colecciones del sello a los autores y obras que se desmarcan de quienes tienen un prurito comercial y nulo pensamiento crítico.

4.-¿Estaríamos hablando de una editorial de culto (que no es lo mismo que una editorial de élite)?

Bueno, la identidad de la editorial se irá perfilando en su catálogo, pero repito, sí hay una intención de ser una vitrina de escritores en la medida de lo posible con una postura crítica ante la realidad y un trabajo ficcional sobresaliente.

5.-¿Estarías dispuesto a hacer alguna alianza con otras editoriales o trabajar en plataformas anchas, red editoras, etc.?

Por supuesto, eso ya ha sido conversado por el equipo que me acompaña en este proyecto, pero considero que ese tipo de alianzas pueden darse a mediano plazo. A corto plazo, creo que la tarea que queda por desarrollar es constituir un catálogo mínimo que deje en claro para los lectores y los autores la identidad y singularidad de la editorial.

6.-El trabajo de un editor es más amplio que el de un impresor, esto parece que se confunde cuando el escritor busca precios bajos y se encuentra con los “manchapapeles”. Y al parecer, es difícil para un neófito ver las diferencias. ¿Podrías explicarnos este punto?

Sí, es muy común que muchos autores, por ahorrar costos, prefieran prescindir de editores y recurrir directamente a una imprenta. Es cierto también que a veces es difícil distinguir entre algunos “editores” y un simple impresor (lo digo negativamente). Y como escritor, editor, corrector y ante todo lector, formado en Literatura en la universidad de San Marcos, ese lastre lo he notado incluso entre editores muy solicitados. Y me refiero a la falta de pulcritud de los textos publicados, que usualmente están llenos de erratas, algunas bochornosas. Además, un buen editor garantiza que el libro impreso no se deshoje a la segunda leída y que el diseño de portada y diagramación no sea realizado de manera chapucera. Y finalmente interviene en todo el proceso de edición del texto, que no solo ve la corrección gramatical y ortográfica, sino por ejemplo la pertinencia del título con relación a la obra, observaciones sobre el contenido, y los llamados paratextos. Obviamente para esa tarea, un prerrequisito es leer con ojo crítico cada obra presentada, lo cual en nuestro medio no es lo común entre los editores, que apenas leen los libros que publican, aunque sí facturan. Y entre los que sí leen, la mayoría quizá son buenos escritores o poetas, pero no son gramáticos, y por tanto, suelen cometer pifias tras pifias.

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Cultura

Mi epitafio lleva tus versos

Lee la columna de Joe Guzmán

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A fines del año pasado, Nectandra Ediciones publicó el poemario “Dedicatorias” de Carlos Tataje, gran referente de la poesía liberteña y recientemente fallecido. Carlos Santa María, director de la editorial, tuvo la gentileza de pedirme un texto que sirviera como prólogo para dicha edición. He aquí el texto:

Conservo su imagen como la descubrí aquella noche del 2010, mientras recitaba a Martín Adán en un bar del centro de Trujillo. Conservo su imagen severa, presuntuosa, insobornable y arrogante como la de alguien que sabe que no es profeta en su propia tierra. En ese entonces, yo tenía diecinueve años y él cincuenta y uno; yo acababa de ingresar a la universidad y él de ganar el Copé de Plata en Poesía. Él se hallaba en camino de ser un autor consagrado; yo, de intentar alcanzar una vocación que hasta el día de hoy me es un poco esquiva. Ahora, recordando todo esto, comprendo que el tiempo no es más que una metáfora inefable, extraña e intraducible.

Él podía ser todas las épocas, los lugares y los escritores que amó hasta el fin de su vida (Homero, Borges, Cervantes, Vallejo, Wilde, etc.); pero a veces simplemente solía ser Carlos Tataje: pintor, declamador, poeta, narrador y estudioso de las civilizaciones primitivas y de la filosofía inca.

Su postura artística me hace recordar a los escritores poco reconocidos que formaron parte de las insurgencias provincianas (el grupo “Norte” en Trujillo, “Aquelarre” en Arequipa, “Orkopata” en Puno) y que cuestionaron un modernismo desgastado en las primeras décadas del siglo XX, para luego explorar e iniciar los nuevos caminos de la vanguardia peruana y reivindicar el mundo andino. Esto último conllevó a que, en el 2018, saque a la luz, fruto de una investigación de más de treinta años, unos pocos ejemplares de “Fundamentos y pensamiento mágico”, la primera parte de su monumental obra llamada “Mundo Inca”. En ella nos mostró distintos elementos que sirven como herramientas para una mejor interpretación de la cosmovisión prehispánica. Cabe decir que tampoco está exento de polémicas y discusiones.

Pero el objetivo de este texto es comentar su obra poética, aunque esta también tenga como punto de referencia lo histórico.  Son tres los poemarios que se conocen de él: “Dedicatorias”, “Epitafios” y “Kay Pacha”. Los dos primeros formaban uno solo, pero los tuvo que dividir para poder participar en distintos concursos. Así que uno lo envió a Madrid y el otro a Lima. Los dos salieron ganadores. Con “Dedicatorias” recibió en el año 2002 el Premio Gastón Baquero, convocado en Madrid por la editorial Verbum. Con “Epitafios”, siete años después, ganó el Premio Copé de Plata. Asimismo, Kay Pacha” quedó finalista en el Premio Copé del 2015.

En “Dedicatorias” y “Epitafios” se poetiza la vida y obra de personajes que pertenecen a distintos ámbitos: filósofos, matemáticos narradores, conquistadores, políticos, poetas, religiosos, pintores, cantantes, emperadores, reyes, científicos, etc. En cada discurso poético, Tataje demuestra el amplio conocimiento que posee, además de su gran habilidad para construir imágenes simples y herméticas. La escritura, entonces, consolida un gran diálogo histórico, a través de una apropiación estilística, rítmica, musical y, en algunos sentidos, psicológica.

En “a Isidore Ducase, Conde de Lautreamont”, por ejemplo, refleja la energía de la agresión (la violencia es un pretexto en el proceso de aprendizaje) y la exaltación de una vida no convencional y enjuiciadora que caracterizaba la poética del escritor uruguayo:

Ya tengo las armas, Isidore:

he pulido el brillo de las navajas de dientes de escualo,

arden las hogueras de ginebra y el aroma

               ya embriaga a los querubines más apetitosos.

Adelante, falso Conde Maldoror, ¡adelante! …

¡Eah!, atrás Escrúpulos,

aliaos con la aristocracia para terminar con ella

En “a Zhuang Zé”, construye un juego verbal a partir del texto “Sueño de mariposa”, siguiendo la premisa junguiana de que las creaciones literarias pertenecen al mundo onírico y que un autor no es inventor, sino un explorador que se sumerge en su propio inconsciente y en su propia tradición literaria.

Soñé que soñaba contigo

un sueño que no tuviera testigos.

Sueño de vigilia y de absoluto

silbos y luciérnagas, todo junto.

La luna sosiega los campos,

Y el mundo duerme tan cansado.

Mención aparte merecerían “a César Vallejo” y “a Arthur Rimbaud”, dos de los poemas más logrados de “Dedicatorias”. Los títulos indican un destinatario en específico, generando una atmósfera más íntima y personal entre el sujeto empírico, el locutor y los enunciadores.

El texto que sirve como el núcleo de su poética es la dedicada a Edgar Lee Masters (se encuentra en “Epitafios”), autor de Spoon River, gran obra polifónica que reúne a más de doscientos poemas en forma de epitafios.

Son tres las influencias que puedo percibir en Tataje:

  • El recurso de la simultaneidad de voces que forman parte de su corpus poético, descubriendo el carácter polifacético de la vida y la complejidad de las vivencias humanas.
  • La Antología Palatina, colección de poemas, en su mayoría epigramas, escritos durante el periodo clásico de la literatura griega. Resaltan por su brevedad, de dos a ocho versos, aunque hay unos pocos que son extensos. Fueron escritos para ser grabados en inscripciones de tipo sepulcral. Esta obra sirvió como influencia para otros poetas como Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Fray Luis de León, entre otros.
  • Los poetas satíricos romanos que en el pasado enjuiciaron a sus contemporáneos. En algunos poemas, Tataje recurre a la ironía y al sarcasmo para generar una crítica severa hacia algunos personajes.

Los hablantes líricos se adecuan al tono y contexto del poema, la gran mayoría de ellos están en segunda persona, generando un desdoblamiento de la personalidad en el campo de la ficción. Además, encontramos una variedad de propósitos (homenajes, admiración, crítica, acusación, etc.) hacia cada uno de los destinatarios. Lo curioso es que el único que aparece en ambos poemarios es Borges. Quizás por compartir la fascinación hacia el intelecto y encontrar la verdad en lo estilístico.

“Epitafios” y “Dedicatorias” se ven enriquecidos por la confrontación entre discursos ilustrados y populares, demarcando una gran heterogeneidad poética y enalteciendo la labor de un poeta auténtico, ambicioso y crítico que exige conocimientos a sus lectores. Para Tataje es un acierto no elegirse uno mismo como materia de su obra. La despersonalización requiere de una gran destreza, y en ella demuestra su talento y singularidad en la tradición de la poesía peruana. 

Su postura estética evita la protesta personal, la catarsis y la retórica, iniciando una gran búsqueda hacia la poesía crítica y clásica, en su forma erudita, minimalista, atemporal, extravagante, vitalizadora, trágica, irónica y acusadora.

Sinceramente a mí me creen escritor, pero yo solo soy un poeta, que es una extraña especie de la que no encuentro muchos ejemplares, me comentó alguna vez.

Gaston Bachelard menciona que el ser humano debe sufrir una metamorfosis con la verdadera poesía y que esta tiene una tendencia, casi invencible, de regresar a la vida.

En este libro, Tataje nos demuestra que el fenómeno poético pertenece al espacio de la antropofagia y de la ritualización, ya que, en cada texto, el sujeto lírico manifiesta una invocación sagrada para reconstruir el mundo y reconstruirse a sí mismo, a consta de los demás. 

Tu poesía, querido Carlos, es una pakarina andina que siempre arrojará cenizas, verbos y huesos al viento y hacia nosotros, tus lectores.

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