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Opinión

Perú crea la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau

Lee la columna de Raúl Allain

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El Perú ha creado una nueva reserva nacional en el Mar Tropical Grau para proteger la biodiversidad marina en un área de 115.675 hectáreas que corresponden al mar de las regiones de Tumbes y Piura, en la costa norte del país.

Tras más de una década de espera, el Gobierno aprobó el establecimiento de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, ubicado frente a las costas de Piura y Tumbes, un área protegida que conservará una muestra representativa de los ecosistemas marinos del norte del país con el fin de contribuir a la mitigación del cambio climático y la continuidad de los procesos ecológicos, y promover el uso sostenible de los recursos naturales.

El anuncio fue hecho por el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, tras la reunión que sostuvo hoy el Consejo de Ministros: “Hemos dado un gran paso en la creación de esta área. Es un área que va a potenciar el turismo en las regiones de Piura y Tumbes. Es un área que va a brindar seguridad alimentaria y el respeto a la cultura. Es un área que además cumple con los compromisos ambientales que el Perú se ha comprometido a nivel de los órganos de las Naciones Unidas”.

La creación de la ‘Reserva Nacional Mar Tropical Grau’ fue propuesta en septiembre del año pasado como una iniciativa para conservar los ecosistemas marinos, contribuir a la mitigación de la crisis climática y promover el uso sostenible de los recursos naturales.

El Ministerio del Ambiente (Minam) indicó que la reserva estaría dividida en cuatro sectores: Isla Foca, Cabo Blanco-El Ñuro, Arrecifes de Punta Sal y Banco Máncora, ubicados frente a las costas de Piura y Tumbes.

El jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), José Carlos Nieto, declaró que la nueva reserva permitirá a Perú avanzar en el cumplimiento de los compromisos internacionales para la conservación de áreas marinas.

Las autoridades peruanas señalaron que la reserva comprende una de las zonas de sustento alimenticio para el país, ya que 24 de las 35 principales especies de peces óseos desembarcados por la flota pesquera artesanal peruana tienen origen en Piura y Tumbes.

Además de contribuir “a la seguridad alimentaria de las poblaciones locales”, también se protegerán las prácticas ancestrales de pesca artesanal con veleros, reconocidas como ‘Patrimonio Cultural de la Nación’.

Entre los beneficiarios directos figuran más de 9.500 pescadores artesanales y se estima que también se obtendrán unos 18 millones de soles anuales (unos 4,8 millones de dólares o 4,5 millones de euros) por actividades de avistamiento de ballenas, a los que se sumarán los recursos económicos generados por servicios de provisión de alimentos, recreación y turismo.

El ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, señaló que la creación de la reserva nacional es “un hito importante” para proteger un ecosistema que representa el 1,5 % del mar tropical de Perú y el 0,14 % del área marina total del país.

“Esta área nace con la categoría de reserva nacional y con una zonificación que potenciará el turismo y las actividades económicas en las citadas regiones; además, garantizará la seguridad alimentaria y el respeto a la cultura de dichas zonas del país”, explicó.

Añadió que, de esa manera, Perú cumple con sus compromisos ambientales internacionales y atiende el pedido de organizaciones de pescadores para la conservación de la biodiversidad en un área natural compatible con su desarrollo económico.

Se anunció, además, que el Sernanp podría coordinar la suscripción de proyectos o programas de investigación en el ámbito de la reserva y que el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) desarrollará investigaciones con el apoyo de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú (Hidronav).

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Raúl Allain. Escritor, poeta, editor y sociólogo peruano (Lima, 1989). Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha sido incluido en antologías como Antología de poetas críticos (Cisnegro, México DF, 2019), Antología décimo aniversario de Lord Byron Ediciones (Liber Factory - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2013), Veinte poetas: muestra de poesía contemporánea (I.F.D. Editor; Lima, 2010), Poesía y narrativa hispanoamericana actual (Visión Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010), Abofeteando a un cadáver (Bizarro Ediciones - Centro Cultural de España, 2007), entre otras. Sus textos aparecen en diversos medios literarios tanto nacionales como internacionales. Actualmente preside el Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y dirige el sello independiente Río Negro. Ha publicado Poéticas, Poiesis hispanoamericana: selección de poesía contemporánea, Eros & Tánatos: poesía y arte contemporáneos, entre otras antologías, ¡Yo no hice nada!: Sobre la idiosincrasia peruana, ¡Palaciego In Memoriam!: Selección de textos de Humberto Pinedo, así como el ensayo La cientificidad del consciente (Editorial Emooby, 2011). Premio Mundial a la Excelencia Cultural y Premio Mundial el Águila Internacional a la Excelencia Sociológica de la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE).

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Mayo, un mes clave en el almanaque

Un mes que rememora acontecimientos importantes.

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El día del trabajo reivindica a la clase laboral desde hace 135 años. Se oficializó el 1 de mayo de 1889, en reivindicación de los mártires de Chicago que fueron ejecutados por protestar por la jornada laboral de ocho horas. Los peruanos felicitamos a los amigos por tener la dicha de ostentar un trabajo; “privilegio” que no alcanza al 75% de la PEA, que no sabe lo que es una planilla, vacaciones pagadas, CTS y mucho menos la carta de liquidación.  

En honor al combate del Callao de 1866, en 1874 se inauguró en el centro de Lima, la Plaza 2 de mayo, que luce el “Monumento a la Victoria del 2 de mayo”. Quién diría que uno de sus hermosos edificios de arquitectura parisina con diseños del francés Claudio Sahut y el polaco Ricardo Malachowski, terminaría destrozado y abandonado por causa de un incendio ocurrido en octubre de 2014.

El 5 de mayo fue el aniversario de mi ‘alma mater escolar’, la Gran Unidad Escolar Ricardo Bentín. Manuel Odría inauguró en 1951 esta gran escuela que formó hombres de bien y que abrió sus aulas con el nombre de Colegio Nacional José Granda. Actualmente se denomina Colegio Emblemático desde 2010 y de sus aulas egresaron ilustres, como el ‘poeta de la Zurda’ César Cueto, el nene Cubillas, el humorista Guillermo Rossini y los escritores Cronwell Jara y César Toro Montalvo.

Este mes, a pesar de tener fechas conmemorativas que merecen celebrarse, la más importante y que nos acompaña desde el inicio de nuestras vidas, es el día de la madre. Cada segundo domingo de mayo, más de 35 países y el Perú entero se copan de amor fraterno. Como dice el dicho —madre solo hay una— y a pesar de vivir épocas convulsas, donde campean la inseguridad, la recesión económica y un nivel de pobreza nunca antes visto en el país, en el día de la madre todos nos alentamos por abrazar a nuestras progenitoras que dieron todo por nosotros. Bienaventurados los que aún tienen la dicha de tenerla viva, porque gozan del privilegio de recibir la bendición que solo una madre nos envió desde que permanecimos en su bendita entraña.

(Columna publicada en Diario UNO)

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Si Dina es la mamá del Perú, Nicanor es el tío

Lee la columna de Edwin Cavello

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La autodenominada madre del Perú, hoy se come las uñas tras la captura y detención de su hermano Nicanor Boluarte y su abogado Mateo Castañeda, que han sido sindicados como parte de una presunta organización criminal. Siguiendo la analogía que la mandataria lanzó el 16 de febrero en Trujillo, podemos señalar que esa misma madre intentó esconder la pobreza de su hogar cerrándole la puerta en la cara a los encuestadores del INEI.

Y mientras ella se preocupa por sus cirugías, relojes Rolex y otras joyas, sus hijos en el Perú se volvieron más pobres. Con Dina como mamá, el país ahora tiene casi 10 millones de pobres y 3 millones de ellos en pobreza extrema. La realidad es que, con esta madre en Palacio de Gobierno, el Perú ha retrocedido 13 años en la lucha contra la pobreza.

El rechazo contra Dina Boluarte crece, pero también hay gente que la odia, que la detesta, gente que llora a sus muertos, gente que se siente traicionada por sus palabras llenas de mentiras. Hoy sus hijos putativos quisieran gritarle a la cara que renuncian a ella, porque ella no piensa en renunciar. Su renuncia le significaría no más cirugías, no más Rolex, no más vestidos de diseñador, no más joyas y no más desfalco. Es decir,  regresará a una vida insignificante sin poder.

Con la primera mujer presidente del Perú, la historia se repite como tragedia, pero también como farsa. Esta autodenominada madre en realidad es una mala madrastra, que viene despilfarrando el dinero con la única finalidad de sostenerse en el cargo. Pero en esta ecuación es importante entender que esta farsa es sostenida por 130 congresistas que han preferido cuidar su cuota de poder, sus negociados, sus arreglos bajo la mesa a cambio de no vacarla. Sabemos que está asustada, que desde Palacio se consultan posibles asilos. Porque ella sabe que si deja la presidencia, seguirá los pasos y el destino del hombre que la llevó al poder: Pedro Castillo.

Por 16 meses hemos tenido que aguantar a una autodenomina madre del Perú, pero encima tenemos que soportar a nuestro tío Nicanor, el hombre del teje y maneje, el que corta el jamón y, para muchos, el presidente en la sombra. Un oscuro personaje que hoy se encuentra preso. Sin duda, el mal ejemplo viene de familia.

(Columna publicada en Diario UNO)

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Mi madre, el fútbol y la vida

Lee la columna de Carlos Rivera

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En el 2019 Diego Armando Maradona saludó al club de sus amores, Boca Juniors con estas palabras: “Sos como un beso de mi madre”. “Lo primero será darle un beso a mi madre” fue la promesa de Ronaldinho Gaucho luego de dejar la cárcel en Paraguay. En el documental Identidad dedicado a la selección peruana que jugó el Mundial Rusia 2018 la mayoría de jugadores entrevistados invocaban los recuerdos dedicados a sus progenitoras. Casi entre lágrimas repasaban esas motivaciones que tuvieron cuando solo ellas creían en sus vástagos. Fueron el impulso para vivir —y no quebrarse al fracaso— que tenían en esos sagrados nombres mientras defendían una camiseta o consolidaban sus carreras en cualquier parte del mundo.

En mi casa era costumbre salir a las chacras el jueves santo a traer llantén, eucalipto,tikil tikil que crecían en las acequias o muy cerca a los estanques. Desde los 6 años fui con mi abuela. Salíamos de madrugada para regresar antes de las diez de la mañana. Recorríamos varios lugares hasta que tuviéramos un atado digno de llevar al hogar. Mientras caminábamos ella me cantaba huaynitos de su tierra, rezongaba las travesuras cometidas, tenía un sinfín de historias de sus ancestros en Acomayo(tierra de la que hablaba con una triste nostalgia) me instruía a diferenciar el tiki tikil de alguna mala hierba que se le parece mucho. Yo cargaba un costalito y ella una manta. Todo el recorrido lo hacíamos a pie y en ayunas como una penitencia para ayudar a pagar los pecados que Cristo asumió por la humanidad. Cuando quería descansar, siempre ella tan noble, buscaba la sombra de un molle y yo pataccala me subía por sus ramas mirando estupefacto como las aguas bañaban algún sembrío y exhalaba el delicado viento sobre mi cara. Al llegar, a casa el abuelo salía a recibirnos, y mi madre sacaba las hierbas colocándolas en la mesa grande de la cocina: las limpiaba y dejaba listas para preparar los mates. Ella me curaba la papera con barro que sacaba del estanque y cuando me agarraba el “aire” (viento malo le decía ella) quemaba en el fogón un poco de ruda y me la pasaba caliente al cuello y luego ya podía mover mi cabeza sin ningún problema. Han pasado los años y mama Juana ya descansa en paz pero, como un ritual que conservo de ella voy cada semana al puesto  del mercado San Camilo y traigo las hierbas para preparar unos ricos matecitos por las noches que mi madre gusta tanto.

Mi mamá Marcelina trajo a mis ojos de niño varias cajas de revistas y libros para leer, ella me contaba historias desde muy niño; me mandaba con mi pelota al patio y con su voz imaginándome goleador como el gran Eduardo “Patato” Márquez. Me relató cómo lloraron con mi tío cuando niños oyeron el partido que nuestra selección de Cubillas, Sotíl y Chumpitáz, perdió bravamente contra el poderoso Brasil de Pelé en el Mundial de México 70. Lloriqueando dos niños regresaron a casa y mis abuelos no entendían porque la pena. 

Mi madre me enseñó a cuidarme de los peligros del colegio y los abusivos que nunca faltan. Peleó en mi escuelita con mi tutora para que no me llevaran a un centro de educación especial por mi retraimiento y no poder hablar en clase. Ella me llevó el primer día con mi cartapacio negro bien limpiecito y con unos zapatos relucientes. Zurcía mis pantalones y me preparaba la avena caliente con manzana o la rica polenta para que me vaya con el estómago lleno.

Cuando visitaban la casa alguna paisana de mi abuela, mi madre salía hacerle compañía y yo me ponía al pie de ella y mi madre me traducía del quechua al castellano discretamente lo que las honorables paisanas conservaban. Para mí era una fiesta de ritos y cantos.

Con ella empecé a ver películas en las madrugadas o nos quedábamos leyendo juntos a vela cuando los apagones se prolongaban por horas. Siempre le preguntaba por tal o cual actor y me revelaba sus ídolos como, Franco Nero, Alain Delon o Marcello Mastroianni. Luego de leer en las tardes sus revistas Vanidades o Selecciones me las dejaba a un costadito de mi mesita. Nunca me trajo soldaditos o carritos porque sabía que no me gustaban. Mi madre adoraba los circos y cuando podía nos esperaba a la salida de la escuelita llevándonos –junto a mi hermano- a la carpa que se instalaba frente al mercado de mi barrio. Hasta ahora adoro los payasos, sean humildes o de algún espectáculo sofisticado. Cuando llegamos a Aplao a trabajar en una hacienda, pudimos ver desde el camión donde viajábamos, anunciar la llegada de los Hermanos Fuentes Gasta con el número especial de King Kong.

Vimos en mancha de mañanita la final de voleibol de los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Ella era hincha de Lucha Fuentes y juraba que no había otra jugadora más completa. Yo prefería a la zurda de oro, Cecilia Tait.

Con ella vi tres eliminatorias y renegamos juntos por tantas derrotas. El partido contra Nueva Zelanda lo vimos en familia. Apretando los dientes y nerviosos. Mi madre encomendó sus bendiciones a los jugadores implorando a su altar lleno de estampitas. Se volteaba, hacia contra con los dedos, seguía el relato y cerraba los ojos cuando el equipo rival llegaba a nuestra área. Ya luego de la victoria con los goles de Farfán y Ramos pude ver la sonrisa de mi madre como un pedazo de cielo, con sus cabellos blancos y su mirada de felicidad natural. Yo quería llorar en sus brazos. Afuera la gente festejaba con sus radios a todo volumen y prendían sus juegos artificiales. No salí. Me quedé tomando un tecito caliente junto a mis hermanos viendo la repetición de los goles. 

A veces se pone mal y los achaques de los años quieren torcer su voluntad. La veo levantarse por las mañanas luchando por la vida y acariciando a sus nietos y jugando con los animalitos que tenemos en casa. Tal vez no soy el hijo que ella quiso. No he triunfado ni tengo alguna fortuna por la cual sacar pecho y celebrar por todo lo alto. 

Eres mi barrio, las historias, un poema humano, un pedazo de las estrellas, el manjar que comíamos juntos, las primeras palabras que leí gracias a tu sacrificio. Eres sagrada y sencilla como las grandes cosas de la vida.

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Grass, de Hong Sang-soo (2018)

Lee la columna de Mario Castro Cobos

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Con mínimos recursos (factor ineludible, y no es voluntario, en las actuales circunstancias, si uno hace el tipo de películas que este director hace) se puede obtener -hay que decirlo- un resultado notable, sorprendente… ¡Qué ligereza, profundidad y encanto!

Blanco y negro sobrio y austero que aguza la percepción, decorado o locación limitada a un café y cercanos alrededores, casi como un pedacito de una ciudad de juguete; concentración -no menos sino más admirable que lo anterior- en personas ‘que abren su corazón’ o que ‘botan el alma por la boca’, que están enlazadas sentimentalmente y que a la vez, o por eso, también se confrontan; mayormente sentadas, mayormente en pareja, en principio con más planos de perfil o medio perfil que de frente, con zoom in que intensifica la mirada de la acción, y la acción es la conversación, pero entonces, atención: a los tonos de voz, los semblantes, los gestos, el ir y venir de las palabras, las extensiones e intenciones de los silencios.

¿Unas actuaciones que de tan naturales que se confunden con la vida? O que se unen a la vida, ya que ¿por qué cine y vida tendrían que ser (tan) diferentes? ¿Unos actores tan bien entrenados que solo parecen personas? ¿Unas personas que (que no sin un director) son actores para examinar mejor el misterio de las personas?  

Y de qué se trata. De emociones amorosas, de afectos desde sexuales hasta fraternales. Lo que se dice en una voz en off en la película lo reformularé a mi manera. ¿Y qué somos? En una palabra. Emociones. Sí, incluso lo trivial, lo insignificante, profundamente sentido. En el centro, en la base, están las emociones. Y poco más.

Grass evoca -y no solo por el fondo musical clásico del pequeño café donde se producen los encuentros- el decorado construido dentro de los estudios, cosa curiosa porque el presupuesto para películas como ésta es muy modesto. Y encima, con un homenaje final a las locaciones mismas. ¡Qué gracia! ¡Como en un musical! 

La joven que escribe en su laptop; tenaz observadora de personajes que podría estarse inventado o que podrían ser reales o que podrían ser una bonita mezcla de ambas cosas. Pero son emociones; lo que importa es que ‘sean lo que sean’ están vivos.  

(Columna publicada en Diario UNO)

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“La loca de la escoba”

Lee la columna de Raúl Villavicencio

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Por Raúl Villavicencio

“Ahí viene la ‘gringa’ loca. Viene con su escoba desde el horizonte”, decían los lugareños cuando veían pasar a Viktoria María Reiche Neumman. Para los que no la conocían solamente era una mujer que deambulaba día y noche por las pampas de Nazca, siempre cargando en una mano un cesto donde llevaba sus herramientas de medición y en la otra su escoba con la que barría las arenas depositadas durante siglos.

La bautizaron como “la bruja” por su peculiar vestimenta, y es que ella, en ese momento de su vida, había encontrado la razón de ser que durante muchos años había buscado en diferentes partes del mundo. Se había obsesionado tanto con los misterios de unas líneas que habían permanecido ocultas durante siglos que llegó a descuidarse de su apariencia y también de su alimentación. Y es que esas líneas, ubicadas a unos 400 kilómetros de Lima, solamente pueden ser visibles desde las alturas.

Los cronistas e historiadores pensaban que esas extrañas figuras se trataban de carreteras, pero no fue hasta que el antropólogo estadounidense Paul Kosok las definiera como un gigantesco calendario y mapa astronómico. Fue aquel científico que contrató como asistente María Reiche, que optó por quedarse a vivir en el Perú desde 1937. Desde esa fecha no volvió a regresar a su natal Dresde, en Alemania.

Fue en 1941 donde por primera vez María Reiche apreció en toda su magnitud esas figuras que para la gran mayoría solo eran simples surcos en la tierra.

Tras el retorno de Kosok a su país ocho años después, María se había quedado completamente sola en una empresa que solo ella sabía que el tiempo le daría la razón. Y no se equivocó.

Ella dedicó gran parte de su vida en publicar artículos, tocó infinidad de puertas en búsqueda de financiamiento, hasta que a base de perseverar durante tantos años los lugareños y autoridades empezaron a voltear la mirada a esas extrañas líneas. Pasó cerca de 50 años luchando para que la comunidad científica tome en cuenta esa maravilla olvidada en el desierto de Nazca.

Falleció a los 95 años y su ausencia se va sintiendo cada vez más con el pasar de los años, pues el polvo y la indiferencia nuevamente viene ocultado esas enigmáticas líneas.

(Columna publicada en Diario UNO)

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Pobreza paradojal

La eliminación de la pobreza es el primer objetivo de desarrollo sostenible que el Perú, se ha comprometido a erradicar al 2030.

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Por Edwin A. Vegas Gallo

Lamentablemente la impericia y avaricia política de la soterrada alianza de convivencia fujicerronista y en particular de la presidenta Boluarte (antes Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, gran responsable política y ni que decir del actual ministro Demartini su fiel escudero), más preocupada en sus vanidades personales estéticas y de utilería de gama, han permitido que la pobreza se desborde en el país y mucho me temo que el horizonte 2030 quedará corto.

Esto se agrava cuando estos malos políticos, usan a las personas, para su propia conveniencia, no importándoles sus derechos humanos más elementales.

Un acápite, para señalar la pobreza paradojal de la Región Piura, en contra posición con la generosidad de recursos que la naturaleza le ha prodigado.

Urgen acciones prioritarias y urgentes, para revertir esta situación apremiante, que pasen por la efectividad y eficiencia de la asignación verdadera de los recursos públicos-no de sus amigotes para la coima- y sobretodo no formalizando o normalizando la corrupción a todo nivel.

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La desesperación de Dina Boluarte y la desactivación del Equipo Especial

La presidenta Dina Boluarte ordenó desactivar al grupo elite de la Policía que trabajaba con el Eficcop, para entorpecer las investigaciones en su contra; sin embargo, la fiscal Marita Barreto, con los elementos de convicción obtenidos tomó la decisión y ordenó capturar al hermanísimo presidencial Nicanor Boluarte, para que no siga obstaculizando a la justicia.

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No cabe duda que el espurio ejercicio de corruptelas y tráfico de influencias cometido desde hace unos años por el hermanísimo Nicanor Boluarte Zegarra, no llegará más lejos. Si bien este señor no ocupa un cargo público, es evidente que es el numero 2 en esta organización presidencial para no gobernar. 

Él acaba de ser detenido preliminarmente junto a siete personas, entre ellas el abogado defensor y paisano de la mandataria, Mateo Castañeda, con el fin de que durante estos días no obstaculicen, ni oculten más evidencias que coadyuven a la investigación.

Sin embargo, esta escena que involucra a personajes oscuros, como el hermano de la presidenta y otros consejeros del entorno íntimo de la apurimeña, no es nueva y mucho menos una ‘pepa’ periodística. Es decir, se sabía desde hace mucho tiempo; incluso desde que Dina Boluarte realizaba su campaña electoral como candidata a vicepresidenta de la Republica. Y una vez elegida, y en su condición de ministra de Desarrollo e Inclusión Social, se rodeó de un sequito de asesores liderados por su hermano Nicanor para pretender limpiar sus “deudas con la justicia”, a través de cabildeos parlamentarios que dieron resultado, porque incluso el Congreso archivó su denuncia sobre su titularidad en el Club Departamental Apurímac y se libró de la inhabilitación.

Prácticamente, fueron limpiando el terreno fangoso para que asuma la jefatura de Estado, tras la barrabasada del 7 de diciembre de 2022 cometida por Pedro Castillo. No obstante, la muy traidora, desde un principio proclamaba: “Si se va el presidente Pedro Castillo, yo me voy con él”. Y nunca se fue.

Ahora podemos colegir claramente por qué ayer desactivaron al equipo policial de elite que apoyaba al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop), y que precisamente investiga a la mandataria Dina Boluarte.

Dicha resolución la firmó el ministro del Interior Walter Ortiz, —el mismo que dice que enviará a los criminales de Perú a purgar pena a Estados Unidos—.  El grupo policial desactivado lo lideraba el suspendido coronel Harvey Colchado y lograron captar importantes confesiones de colaboradores como Jaime Villanueva, que sindica a la exfiscal de la Nación Patricia Benavides, pero que, además, desentraña presuntos acuerdos con Dina Boluarte para subsistir en ambos aparatos estatales, a cambio de nombramientos claves.

Sin duda, la mandataria sabía de los avances de la Eficcop y del equipo policial que apoyaba la labor fiscal y ordenó desactivarlos justo antes que se dé el gran golpe que acaba de capturar a su hermano Nicanor. Pero no hay “mal que dure cien años”; la señora Boluarte que recibió relojes costosos de marca Rolex y que mintió siempre, ha tenido el descaro de proclamar su intención de luchar contra la corrupción, pero al mismo tiempo ordenó obstruir esa lucha anticorrupción, como una venganza contra el equipo policial, con el afán de limpiarse y de lograr el archivamiento de todas sus investigaciones y las de su hermano.

Este execrable acto cometido por la presidenta Boluarte, es causal suficiente para amonestarla con la sanción mayor, la vacancia e inhabilitación, por haber infringido la Constitución y tras el juicio político, saldar su deuda en el ámbito penal, aunque esté protegida por la inoportuna figura de la inmunidad presidencial.

A pesar de todo, nos preguntamos ¿Qué hará el Parlamento? ¿acaso continuará con su rol de socio-estratégico de la mandataria, sopretexto de atornillarse hasta el 2026? me refiero específicamente a las bancadas conservadoras; y no a las de izquierda, que han luchado para expectorar a la apurimeña desde que ingresó a Palacio.

Aún están a tiempo de reivindicarse. El Congreso ya tiene bajo el brazo su ‘ley de reelección’, y prácticamente Dina Boluarte ya no les serviría para otros propósitos. Esperemos cuál será el pronunciamiento del Legislativo.

Lo que sí es probable, es ver en los próximos minutos a ministros “voceros” y “abogados” de la mandataria, que con su afán de lambiscones saldrán a decir que todo esto es una persecución política y etcétera.

¿Acaso no podemos ser testigos de un poco de dignidad? ¿Quién será el primer ministro que dé un paso al costado y presente su renuncia?

La aún presidenta de la República acaba de dar un discurso en la ceremonia de inauguración del Seminario Internacional Constitución Política, Democracia y Valores Institucionales realizado en el Ministerio de Cultura y tenía el rostro desencajado. Estaba tan molesta que no podía ocultar su desfigurada expresión, a tal punto que exclamó: “No nos vamos a distraer con asuntos menores”.  

Ella persiste en su necedad de creerse poderosa, pese a sus criticas circunstancias personales y la del resto de integrantes de su organización para destruir al Estado y coparlo de “agentes” por “cuota”, no quiere convencerse que su ocaso ya inició, y si acaso tuviera algo de sangre en las venas, tendría que renunciar, pero no lo va a hacer, porque ella no tiene honor… y por más que vuelva a nacer, nunca sabrá lo que es la dignidad. 

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“La piel más temida” no es la del cholo ni la del indígena

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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La piel más temida (LPMT) es la del negro/zambo por toda la historia de dominio, esclavitud, segregación y exterminio que en nuestro país se dio hasta 1854, ya que Ramón Castilla necesitaba a los negros para vencer a Rufino Torrico en la batalla de Palma; y que se da hasta ahora de manera asolapada y ruin: sólo basta chequear los tragamonedas y los hoteles de Miraflores y ver a nuestros compatriotas negros/zambos vestidos con trajes de la “independencia. Eso sin olvidar a “los negros, pardos y morenos en el Ejército Auxiliar del Perú” (1810-1820) o los negros anónimos que pelearon dentro del Huáscar.

Y en doscientos años de seudo-democracia y sacha-república NO existe ningún negro/zambo Presidente (salvo que así consideremos al Negro León Escobar, ficcionalizado por el tradicionalista racista Ricardo Palma, o Luis M. Sánchez Cerro, a quien en Piura le decían el Zambo, y provenía tal vez del antiguo barrio de la Mangachería en el casco viejo de la ciudad norteña) ni ningún negro/zambo primer Ministro, ni ningún negro/zambo Almirante o Contra-Almirante de la Marina, etc. Partiendo de este equívoco fenotípico podemos adentrarnos en la película que ha tenido más revuelo en las redes sociales que en las propias salas de proyección, donde uno se da cuenta que este film podría catalogarse como de carácter étnico, justo ese tipo de películas que premian en Europa como si se tratara de una para-olimpiada porque nos ven algo así como monos con algún talento cinemero. Somos un poco más que su Planeta de los Simios que podemos usar cámaras cinematográficas para filmar la problemática de nuestras sociedades no contactadas o primitivas.

Entonces se obtiene un producto pasteurizado con malas actuaciones: Un superado Lucho Cáceres que quiere llenar los espacios a como dé lugar, pero que no le alcanza (solo sus amigos caviarosos y mediocres lo ensalzan, seguro porque ha dicho que quiere participar de la política y candidatear por ahí), una Juana Burga que mejor está callada al mejor estilo de Terminator, al igual que el senderista o filosenderista (Miguel Medina) que agoniza y cuyos vómitos y escupitajos son su mejor actuación, sumado a los personajes secundarios que no saben o no pueden leer el teleprompter como el caso del guardián de la casona. Y es que no se trata de ser perdonavidas. Y si es una película que se exhibe en un cine, merece ser tratada como cualquier película de Hollywood, Bollywood u otro.

Todo esto sumado a diálogos monocordes, cámaras en mano y cortes arbitrarios donde no se sabe qué ha querido hacer el director, quien puede hacer maromas y justificarse de mil maneras en todas las entrevistas y hablarnos del metalenguaje, las elipsis, los silencios o las metáforas, pero en lo esencial, lo que prima son los paisajes, los ríos, los atardeceres, los parques y las casas rústicas que funcionan también como personajes que nos cuentan su historia sin que nadie hable o diga algo. Incluyendo la escena de las ropas del difunto que se van por el río y que ha sido sacada de la película “Tiempo de Gitanos” de Emir Kusturica (1988). Así como la escena de la mandolina en el camión con Amiel Cayo fue sacada de “Sol Ardiente” y “Pieza inconclusa para piano mecánico” de Nikita Mikhalkov.

Para la escoria fujifacha o DBA’s, LPMT es pro-terruca y busca romantizar a los senderistas, es decir, se busca que Sendero se parezca a algo así como la Cruz Roja o una Apafa. Y seguro cuando vieron “Apocalipsis Now” de Coppola o “Cartas desde Iwo Jima” de Clint Eastwood lo hicieron tapándose la cara con las manos. Para los caviares, rojimios y demás rábanos, ketchups y entomatados, es una película buena que expresa un tiempo histórico y trata de mostrarnos la realidad, tal y como debía o debe verse (o como ellos cree que se ven).

El historiador Antonio Zapata señaló que las críticas negativas a la película reflejan la ausencia de consenso dos décadas después de la creación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Y entonces se mandan rollos cojudos y se meten a hablar de técnicas de cineastas y nos hablan de Francisco Lombardi y su “Boca de Lobo” (1988) cuando deberían hablar de Marianne Eyde y sus películas La vida es una sola (1993) o Los Ronderos (1987) con la participación de NO actores.

Por eso Juana Burga, una modelo peruana de casi un metro ochenta con rasgos andinos (“flaca como una estaca”), expresa su psicología aspiracional, la misma que la de Calero: Burga aparece blanqueada en la revista Cosas, tan linda ella y tan funcional a quienes la marginaron por su fenotipo, aceptando la utilización de su matrimonio con el director y productor danés Martin Landgreve y fue reportaje y noticia para ese pastiche caracterizado entre otras taras por su maltrato a quienes la DBA denomina “color puerta”. Eso seguro sirvió para elegirla como personaje principal o creen que uno no se da cuenta que cuando se hace una película todo es importante, tanto los pasivos como los activos. Y, sino que hable Cosas: “La novia (Juana Burga) lució radiante con un traje estilo sastre de YSL, inspirado en el look matrimonial de Bianca Jagger, y un sombrero de la portorriqueña Ellen Christine. Complementaron el look los zapatos de la casa de Christian Louboutin y bouquet de Molly Ford”. ¡Bah!

Y la abuela, María Luque, termina siendo la más natural de todos los personajes que aparecen en escena y se lleva todos los laureles (Premio APRECI 2023 como mejor intérprete de reparto). María Luque es actriz y forma parte del reconocido grupo teatral las Kory Warmis, que significa “mujeres de oro” en aymara. Sin embargo, Luque no es peruana, sino boliviana. (Off the record: ¿No existe ninguna actriz peruana que pudiera representar ese papel histórico y trascendental que es el papel de las abuelas en el conflicto armado interno de los ochenta en Perú?).

Y para esos necios acaviarados, que sin haber llevado ningún cursillo de semiótica de la imagen dicen que esta película tiene gran fotografía y gran música y gran todo, y se desgañitan diciendo que Calero es “nuestro Scorsese de los Andes”, sólo les invito a dar un par de vueltas por la realidad para encontrar por el centro de Lima a gente que toca la mandolina o la guitarra o el drama inacabable de los mestizos provincianos que han convertido el centro de Lima en algo así como una dependencia de Calcuta por culpa de esos que defienden el supuesto “estado de derecho”, la partidocracia y la democracia de desagüe que nos imponen la Confiep y las Sociedades Nacionales.

Así es que quede claro mis despreciables necios acaviarados, ya dejen de romantizar la realidad o de creer que la razón les asiste solamente porque son “políticamente correctos” y que por eso están aptos para combatir las “ideas” de un pobre diablo como Francisco de Piérola, descendiente del culpable de la derrota cruel de la batalla de San Juan y Miraflores, y los asnos de la ultraderecha. Si vuestra mejor arma es el libro “Nos habíamos choleado tanto” de Jorge Bruce, cuyo pensamiento está a la altura de Rosa María Palacios, Claudia Cisneros, Hugo Coya, Patricia Salinas, Eduardo Adrianzén, Cindy Díaz y otros hipócritas hijos de la guayaba, entonces mejor hagan suyas las palabras del desmonte de perogrullo y tibiezas Augusto Álvarez Rodrich: “La Piel Más Temida es una historia de amor de padres-hijos, tíos-sobrinos, familias que se reencuentran, historias de vida. Gran película y una gran actriz, la modelo Juana Burga (…) Una estupenda película del Perú post-Sendero.” Pffffffffffff!

Vamos, palomillas de ventana, gentita de un solo libro o una sola película, pónganle “me divierte” nomás a este post.

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