Connect with us

Cultura

Ministerio de Cultura no cumplió con el apoyo económico a los artistas indígenas

Avatar photo

Published

on

Una grave denuncia contra el Ministerio de Cultura vuelve a poner en el ojo de la tormenta al cuestionado MINCUL, recordado por el escándalo del caso Richard Swing. El portal Servindi publicó un detallado reportaje sobre el incumpliendo de los pagos a los artistas indígenas. Pago que se estableció a raíz de la pandemia, mediante una convocatoria en octubre de 2020, con finalidad de ayudar a los artistas para que presenten sus trabajos a cambio de un apoyo económico.

Varios artistas indígenas postularon y sus trabajos fueron seleccionados. Lamentablemente nuestros hermanos indígenas denuncian que aún no reciben el pago prometido. «Desde el ministerio explican que parte de los pagos se realizarán este mes de febrero y que otra parte aún depende de la aprobación de un decreto», menciona el portal.

Aquí reproducimos el reportaje realizado por  Renzo Anselmo.

Silvestre Tello Cabrera, de 66 años, llegó hasta la sede del Ministerio de Cultura la mañana del miércoles 27 de enero. En su mano llevaba una carta dirigida al ministro del sector, Alejandro Neyra, que había terminado de escribir a puño y letra horas antes. “En esa carta lo único que le pido es que nos paguen lo que nos prometieron”, dice.

Tello, quien es natural del pueblo Murui de Loreto, se refiere al pago de apoyo que el ministerio les ofreció en 2020 por entregar una serie de audios en los que entona, junto a otros indígenas, canciones tradicionales de su pueblo. “Dejé mi carta y me dijeron que en 30 días me responderían. En ese momento me dije: con qué dinero me voy a mantener en la ciudad, si no tengo plata ni trabajo”, agrega.

La situación que atraviesa Tello es la misma que viven a la fecha al menos 91 artistas o colectivos artísticos, de los cuales 24 pertenecen a distintos pueblos indígenas de la Amazonía peruana. Todos ellos, aunque enviaron sus trabajos y fueron seleccionados por el Ministerio de Cultura como parte de una línea de apoyo al sector, hasta ahora no han recibido el pago prometido.

Desde el Ministerio de Cultura reconocen que los pagos a varios de los beneficiarios aún no se han concretado, pero indican que parte de estos se estarán realizando a más tardar el 15 de febrero. No obstante, varios de los artistas que son indígenas como Tello, piden que no los hagan esperar más tiempo porque necesitan con urgencia recursos para afrontar la pandemia.

Silvestre Tello mostrando la carta que presentó en mesa de partes del Ministerio de Cultura. Foto: Cortesía.

El apoyo prometido

El 21 de mayo de 2020 el gobierno publicó el Decreto de Urgencia N° 058-2020 que aprueba los “mecanismos de amortiguamiento para mitigar los efectos económicos en el sector cultura producidos en el contexto de la emergencia sanitaria por el COVID-19”. Para tal fin, ordenó que se destine una partida de S/50 millones al Ministerio de Cultura (Mincul).

En la norma se establecieron dos tipos de mecanismos para ayudar económicamente a aquellas personas naturales y jurídicas, sobre todo en situación de vulnerabilidad, que realizaban actividades culturales y se habían visto afectadas por la suspensión de estas: el apoyo económico (subvención) y la adquisición de contenidos culturales.

Por ser el área que comprende la presente denuncia, esta vez nos centraremos solo en la adquisición de contenidos culturales. Aquí podían postular las personas que realizaban actividades vinculadas a las industrias culturales y las artes, o aquellas dedicadas a actividades relacionadas al patrimonio cultural inmaterial.

En este último grupo, de patrimonio cultural, el Mincul habilitó la adquisición de licencias de fonogramas (audios) de música tradicional peruana y de piezas representativas de arte tradicional. La idea era lograr que los artistas envíen sus trabajos y otorgarles una retribución económica por los que quedaran seleccionados. A cambio, el ministerio podría difundir esos trabajos en plataformas virtuales o exposiciones.

La convocatoria se llevó a cabo durante octubre de 2020. Para elegir cuáles serían los trabajos seleccionados la entidad conformó un Comité de Expertos. Al cabo de un mes, a fines de noviembre, el comité emitió la lista de trabajos seleccionados. Entonces, solo restaba procesar el desembolso de los pagos; pero estos, como se verá a continuación, no han llegado hasta el momento en varios casos.

Indígenas en espera

Uno de los indígenas que se presentó a la convocatoria del Mincul fue Silvestre Tello Cabrera. El indígena del pueblo Murui se enteró de esta oportunidad por medio de unos amigos cuando se encontraba en su casa ubicada en la comunidad de Pucaurquillo, cerca del río Ampiyacu, en el distrito de Pebas, provincia de Mariscal Ramón Castilla, región Loreto.

Tello cuenta que se unió junto a cinco miembros de la comunidad y durante octubre se dirigieron a la maloca —casa comunal en la Amazonía— para grabar las canciones con las que postularían. Entre las 10 canciones que grabaron a capela (sin acompañamiento de instrumentos), están una que representa el pedido de alimentos que hace el pueblo en tiempos de necesidad y otra que entonan cuando están de fiesta.

Con la ayuda de unos amigos, su grupo logró subir los audios grabados a una plataforma virtual que el Mincul habilitó para el caso. A fines de noviembre, cuenta que les informaron que 3 de las 10 canciones que enviaron habían sido seleccionadas. Les dijeron que recibirían un apoyo económico, pero desconoce a cuánto dinero se referían.

“Con ese dinerito pensaba cubrir si quiera algunas de las muchas necesidades que tenemos en el pueblo. Desde allá me informan que ya no hay ni para el jabón y están a la espera del pago. Nosotros somos gente en extrema pobreza y de verdad lo necesitamos. No nos pueden hacer esto”, dice Tello que hace una semana llegó a Lima con el apoyo de sus hijos.

Carta que Silvestre Tello presentó en el Ministerio de Cultura. 

Un caso similar es el de Luz Franco Ahuanari. La mujer de 50 años que pertenece al pueblo Shipibo-Konibo tuvo un año 2020 muy difícil. En mayo, estando en la comunidad shipiba de Cantagallo (Lima), le detectaron COVID-19. Tras recuperarse, en agosto, viajó a Pucallpa, donde se encuentra su familia, pero allí sufrió otra recaída. Fue en esas circunstancias donde se enteró de la convocatoria del Mincul.

“Yo estaba muy mal, casi me muero. Llevaba nueve días sin comer, pero le dije a mi mamita que teníamos que participar. No sé de donde saqué fuerzas y con la grabadora de mi celular me grabé cantando cuatro o cinco canciones. Fue difícil porque a veces la lluvia interrumpía o por querer entregar un buen trabajo, grababa de nuevo varias veces”, cuenta.

Entre las canciones que envió Franco se encuentran el canto de bienvenida que los shipibos dedican a los apus o sabios de la comunidad y el canto de despedida que entonan cuando se despiden de una persona a la que estiman. Franco asegura que tres de las canciones que envió fueron seleccionadas por el Mincul; pero hasta ahora tampoco ha recibido el pago prometido.

“Mi gran preocupación ahora es la pandemia porque yo también soy padre y madre para mi hija que tiene 20 años. Ya han pasado dos meses y no es justo que nos tengan así. Lo que hemos grabado es un patrimonio cultural y deberían considerarnos”, dice Franco.

Foto referencial de jornada de descarte de COVID-19 en comunidad shipiba de Cantagallo. Luz Franco fue una de las que dio positivo. Foto: Andina

La misma situación se repite en el caso del artista awajún Dante Sejekam, de 23 años, y del maestro asháninka Enrique Casanto, aunque en estos casos ellos sí recuerdan el monto fijado por sus trabajos.

Sekejam, que tuvo que alternar sus clases universitarias con las grabaciones, asegura que envió ocho canciones. Cuatro fueron seleccionadas y por ellas afirma que le iban a pagar S/3.300. Mientras tanto, Casanto señala que envió 10 canciones, de las cuales siete fueron seleccionadas por un monto de S/7.000. A ninguno de los dos les han pagado hasta el momento.

Los cuatro artistas mencionados forman parte de la lista de 24 artistas o colectivos indígenas que fueron seleccionados como beneficiarios en la línea de adquisición de licencias de fonogramas de música tradicional peruana, pero que hasta ahora no han recibido sus pagos. Otro grueso de artistas tradicionales del Perú (67) del mismo grupo tampoco habría recibido su pago hasta el momento según pudo conocer Servindi.

Dante Sejekam y Enrique Casanto también afirmaron que el Ministerio de Cultura no ha cumplido con pagarles por las grabaciones que realizaron.

Este medio también tomó conocimiento de casos similares registrados en la línea de adquisición de licencias de piezas representativas de arte tradicional, que incluyen productos de cerámica, cestería, tejido y tallado, entre otros.

Susana Carreira, coordinadora de proyectos de la oenegé Asociación Civil Alianza Arkana, que trabaja con organizaciones shipibo-konibo de la región Ucayali, informó a Servindi que cuatro colectivos de artesanos indígenas a los que apoyaron para presentarse a la convocatoria del Mincul y fueron seleccionados como beneficiarios, no han recibido su pago hasta el momento.

Estos colectivos, representados por Lorenzo Lomas Pasquel, Emilda Sánchez Barbarán, Susana Dávila Urquía y Mery Rojas Mahua, presentaron en total 75 piezas de artesanía al Mincul por un monto total de S/41,120. Inicialmente les dijeron que el pago se realizaría el 15 de enero de 2021, pero esto no ocurrió.

Lo que sí ocurrió fue que el 22 de enero el Mincul hizo llegar una carta a Mery Rojas Mahua informándole que le aplicarían una penalidad de S/193 por haber entregado con un día de retraso las piezas de artesanía al ministerio. En comunicación con Servindi, Rojas consideró que esta penalidad es “injusta”.

“Nosotros necesitamos el dinero para comprar alimentos y medicamentos para nuestras familias. En nuestras organizaciones hay madres, jóvenes y hombres adultos que ahora no pueden trabajar, no pueden vender sus artesanías por las medidas que se han tomado ante la pandemia. Solo queremos que cumplan con nosotros”, dice Rojas.

Respuestas desde el Mincul

Frente a esta situación, Servindi buscó la versión del Ministerio de Cultura para conocer el motivo por el cual aún no han cumplido con pagar a los artistas indígenas cuyos trabajos resultaron siendo seleccionados.

En diálogo con este medio, la directora de la Dirección General de Patrimonio Cultural, Shirley Mozo Mercado, reconoció que los pagos a varios de los beneficiarios aún no se han concretado.

La funcionaria informó que si bien el proceso de adquisición de licencias de los productos culturales se realiza en el marco de la Ley N° 30225, Ley de Contrataciones del Estado, la situación es diferente entre la línea de adquisición de piezas de arte tradicional y la de fonogramas de música tradicional peruana.

En el caso de las adquisiciones de piezas de arte tradicional, informó que, a fines de noviembre, con las piezas ya seleccionadas, “se inició el proceso de cotización y se entregaron las órdenes de servicio, pero lamentablemente, llegamos a un cierre de año presupuestal”.

“Eso significa que, a inicios de este año, tuvimos que hacer un proceso de devengado. Se logró pagar a un grupo que pudo entregar con anticipación las piezas, pero hay otro grupo que sí están en este proceso de devengado y [para ellos] tenemos una proyección de pago hasta el 15 de febrero”, agregó.

Ministerio de Cultura reconoció que los pagos a varios de los beneficiarios aún no se han concretado. Foto: Gobierno del Perú

En el caso de adquisiciones de fonogramas de música tradicional peruana —que comprende a los indígenas presentados al inicio de este reportaje—  Shirley Mozo dijo que están a la espera de que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), apruebe un decreto de urgencia que ya han presentado solicitando un presupuesto adicional.

“Apenas recibamos los fondos, realizaremos el proceso de adquisición de los fonogramas y de retribución económica por estas piezas. El MEF nos ha dicho que [la aprobación del decreto de urgencia] está en prioridad. Seguramente en los próximos días se van a enterar porque se va a publicar y es justamente para cubrir este proceso, de los fonogramas”, apuntó.

Consultada sobre el caso de penalización impuesta contra un colectivo indígena por un aparente retraso en la fecha de entrega de las piezas, Mozo dijo que son conscientes de que existieron algunas dificultades para presentar las piezas, por la propia lejanía o geografía de los lugares a los que pertenecen los indígenas.

En ese sentido, aseguró que, a nivel interno, están elevando “reconsideraciones” para evitar que a los indígenas se les cobre estas penalizaciones. “No son muchos casos, pero sí hay algunos en los que, por la misma Ley de Contrataciones, se generó una penalización. Pero sí, estamos haciendo las acciones necesarias para que no se les cobre”, dijo Mozo.

Los indígenas entrevistados para este reportaje esperan que el Ministerio de Cultura cumpla esta vez con sus promesas y les paguen por sus trabajos. «Nosotros somos población vulnerable, deberían atendernos y no hacernos esperar tanto tiempo. Deben ponerse en nuestro lugar y pensar qué vamos a comer, con qué vamos a sustenarnos en esta pandemia», dice el artista del pueblo Murui, Silvestre Tello. 

Comentarios

Cultura

Mariana Enríquez: «El Papa era el poderoso más compasivo»

«Una cosa que sí me enseñó Francisco fue a bajar diez cambios con el anticlericalismo» la escritora argentina Mariana Enríquez se despide del Papa Francisco en sus redes con un mensaje de una agnóstica que deja de lado el orgullo y reconoce que hay puntos de encuentro y aceptación en las discrepancias que el magisterio de Francisco dejó. Tal vez aquí empieza el milagro.

Avatar photo

Published

on

Recientemente vimos un post en la cuenta de la escritora argentina Mariana Enríquez que no pudo dejar de sentir la muerte de Francisco como algo propio:


«Una vez, o dos, lo vi cuando era arzobispo de Buenos Aires en el subte E yendo para la villa. No me caía bien entonces: Jorge Bergoglio tuvo posiciones cuestionables. Cuando lo anunciaron como Papa me asusté. Con los años no me hice más ni menos católica, pero si me di cuenta de que se convirtió en un enorme líder y un buen pastor para sus fieles. Gente que jamás hubiese imaginado que podría siquiera respetar a un Papa le tenía afecto. Me incluyo. Solo conozco las acciones más visibles de su pontificado, porque no me pasé estos años prestando atención: no soy religiosa. Pero me da mucha pena su muerte y me da orgullo que haya sido alguien como Francisco el primer papa de América Latina. Se que estaba en contra de muchas cosas que me parecen elementales, pero está bien, no le pido a la Iglesia que vaya en contra de su doctrina, es un capricho eso. Sí me acuerdo que su primera misa fuera de Roma fue en Lampedusa y habló de los migrantes, una situación que sigue igual y que permanece bastante afuera de la conversación pública. Una vez, en Roma, en una heladería, se dieron cuenta de mi acento, gritaron «como el Santo Padre» y me regalaron un gelatto BENDECIDO. ¿Qué es esa pavada de ahora, de que hay que hablar del muerto y no de uno? ¿Cómo se hace eso? Esas son las necrológicas y las hacen los profesionales. Habrá muchos, espero, que puedan escribir sobre Francisco y dimensionar su figura. Lo normal es recordar lo personal, qué más vamos a hacer, y más aún en la despedida de un gran hombre. Me alegra por él y por los creyentes que haya podido dar la bendición de Pascua en la Plaza. Una cosa que si me enseñó Francisco fue a bajar diez cambios con el anticlericalismo y ser tolerante con los demás, con su fe y sus contradicciones. Los agnósticos somos muy arrogantes y nos creemos por encima del barro humano, a veces. Esta foto del Vaticano en la pandemia es mi favorita. Y ahora CONCLAVE: que DÍAS por delante. Espero que sea mejor que esa película horrenda que le gustó a todo el mundo. Un gran abrazo a mis amigos católicos y a todos los que sentimos que el Papa era el poderoso más compasivo y con más criterio de este Occidente».

Comentarios
Continue Reading

Cultura

Mario: una leyenda

Lee la columna de Alexander Campos Soto

Published

on

Conocí a ese señor por mi papá. Vivíamos lejos de la ciudad, en medio de unas colinas que tocaban el paraíso. Y solo los fines de semana íbamos al pueblo por suministros. A mí me gustaba ir, sobre todo, por las películas que pasaban en televisión abierta los sábados y domingos después del mediodía. Y siempre me llevaba alguna sorpresa. Mi hermano Haya —quien vivía con los abuelos— me esperaba en la puerta, corría hacia mí y sacaba de adentro de su polo (holgado como esos que usan los jugadores de béisbol) un VHS. Le he robado a doña Dorila…, me decía riéndose. Doña Dorila era una señora flaquita, de cabeza pequeña como la de un gorrión, y temperamento de hierro. En su casa, estaba nuestro Cinema Paradiso. Ella vendía y alquilaba películas en VHS y, desde luego, las que nos gustaban tratábamos de hacerle olvidar y, rara vez, se la devolvíamos.

En uno de esos fines de semana, papá cogió su carcacha y fue al pueblo sin nosotros. Recuerdo que me enojé mucho pues la semana anterior habían anunciado una película sobre un perro gigante que volaba. Y ya no la podía ver. Entonces, mamá me llevó hasta la casa de la familia Sánchez Quiroz (los únicos que tenían paneles solares en sus techos de teja); pero una lluvia intensa, acompañada de granizo, hacía bailar a la antena parabólica y era imposible terminar de ver la película. La pantalla se veía como bolitas de granizo que estaban golpeando sobre los vidrios de las ventanas.

El lunes, por la mañana, escuchamos la carcacha de papá estacionarse en el patio de la escuela. Yo no lo quería ver, por supuesto; pero Coco, mi otro hermano, se levantó de su cama y fue corriendo a su encuentro. Escuchaba su voz y la voz de mi mamá y la de mi hermano pequeño diciendo: ¿Me has traído el rompecabezas del hombre araña? Y papá se lo entregó y él llegó hasta mi cuarto y me decía: ¡Mira lo que me han regalado! Y bailaba dando vueltas de alegría.

Fui a comer y papá seguía en la mesa. Y cuando me vio, me dijo: Para ti, he traído el mejor regalo. Está ahí, en esa caja. Era una caja pequeña, aún más pequeña que una caja de zapatos de los que él compraba. Inmediatamente, sentí una ligera exaltación. Me había dicho que, si ese año aprendía a resolver una raíz cuadrada, me compraba un minitelevisor, de esos que funcionaban a pilas y tenían la pantalla pequeña, casi como de unas gafas de sol. No podía ser otra cosa; mi sueño se había hecho realidad. Abrí la caja apresuradamente y encontré, en vez de un minitelevisor, un libro de carátula blanca con la fotografía y el nombre de ese señor. Seguí buscando y había más libros parecidos. Entonces, miré a papá y le dije sorprendido: Pero, yo pensé que era el minitelevisor. Y papá, muy sereno, me dijo: Sí, de alguna manera, lo es. Si lees con cuidado y te concentras bien, esas páginas se van a transformar en imágenes, en colores, en voces, en sensaciones; y las podrás ver más claras y reales que las del televisor. Y, ¿dónde las podré ver?, le dije. Enseguida, respondió: Dentro de tu cabeza. Además, puedes tú participar en la historia. Pero, ¿cómo?, le dije. Arreglándola a tu modo, así como de los dramas que inventas con tus compañeros o los cuentos que mamá te leía de más pequeño. Y mamá dijo: ¿Te acuerdas de Ernesto, el niño que andaba a caballo con su papá y era huérfano de madre? Claro que me acuerdo, mamá: el que asistía a un internado y lo cuidaban unos curas. Mamá asentía con la cabeza. ¿Y recuerdas, también, que creábamos otras cosas sobre Ernesto?; que tenía mamá y papá y hermanos y amigos que lo querían. Sí, claro; me acuerdo, mamá. ¿Y quién las inventó? No lo sé, le dije. Y luego, ella pronunció su nombre: Arguedas. Sí, él; claro, mamá. Y ahora, ese señor que ves en las carátulas de esos libros hace lo mismo, inventa muchos Ernestos. Y luego, me alcanzó un libro: Los cachorros, de Mario Vargas Llosa, ese hombre entrecano de mirada seria e imperturbable.

Desde entonces, Mario, me has acompañado toda la vida. Te conozco más de lo que tú crees. Tú no me has visto crecer porque estabas demasiado ocupado pensando sobre este desafortunado país en cual nos tocó nacer. En cambio, yo sí te he visto andar como actor de cine, llevando el nombre del Perú por todos los confines de la tierra; andando como un sol entre las élites académicas más importantes del mundo; diciendo el Perú existe, yo soy el Perú. Y, en verdad, lo eres. Has dado luz al mundo a través de tus historias. Me alumbraste en la etapa más triste de mi vida porque, en algún momento, en mi sueño más irrealizable, quise ser como tú. Pero, un amigo de Arequipa —que te quiere tanto o más que yo— me dijo: Mario solo hay uno. Y aterricé en la realidad.

                Y te cuento, brujo de las palabras, que fue papá quien me hizo conocerte. Y también, hace un par de horas, fue papá quien entró a mi cuarto, con celular en mano y me dijo: Vargas Llosa ha muerto. Lo primero que se hace frente a la incertidumbre es no creer, que es algo imposible que el Perú haya muerto. Y, desde ahora, es demasiado triste saber que ese sol ya no nos alumbra. Saber que ya no te podemos buscar para mirarte desde lejos por los malecones de Barranco o Miraflores. Y Orlando, con sus dos metros de estatura y señalando con su dedo índice a tu casa, ya no me podrá decir: Hoy, veremos a Mario. Pero nunca nos acercamos. Te respetábamos mucho y también sabíamos que el sol nos puede quemar.  Ahora, todos los peruanos —aquellos que fueron tus críticos y nosotros, los devotos— quisiéramos ser cómo tú, Mario: ¡una leyenda!

Comentarios
Continue Reading

Cultura

Mario Vargas Llosa falleció en Lima

Su familia confirmó su deceso.

Avatar photo

Published

on

La literatura hispanoamericana ha perdido a uno de sus más grandes exponentes. Mario Vargas Llosa, novelista, ensayista, polemista y Premio Nobel de Literatura 2010, falleció este domingo en Lima a los 89 años, según informaron sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana. Su muerte cierra un capítulo trascendental de la narrativa en español y deja un vacío imposible de llenar.

Nacido en Arequipa el 28 de marzo de 1936, Vargas Llosa fue un autor universal. Desde sus primeras obras como Los jefes y La ciudad y los perros hasta su despedida con Le dedico mi silencio, su producción literaria moldeó el imaginario colectivo de generaciones de lectores. Dueño de un estilo poderoso y de una inteligencia feroz, supo retratar los entresijos del poder, la violencia y la resistencia con una lucidez pocas veces vista en la literatura contemporánea.

No solo fue novelista, sino también un intelectual en el sentido más clásico: comprometido, activo y provocador. Desde su tribuna en la prensa, como su recordada columna Piedra de Toque en El País, abordó con valentía y convicción los grandes debates de su tiempo, sin temor a contrariar sensibilidades ni a polemizar con sus propios lectores. Fue, hasta el final, un defensor apasionado de la libertad individual, aún a costa de las críticas que sus posturas políticas —liberales en lo económico, progresistas en lo moral— le granjearon.

Su partida, según sus hijos, será despedida en la más estricta intimidad, como él mismo lo pidió: sin ceremonias públicas, con la serenidad que caracterizó su madurez. “Deja detrás suyo una obra que lo sobrevivirá”, dice el comunicado. Y no hay frase más certera. Vargas Llosa ya era inmortal mucho antes de morir.

Obras como Conversación en La Catedral, La casa verde, La guerra del fin del mundo o La fiesta del Chivo consolidaron una carrera marcada por el rigor narrativo y la ambición temática. Fue parte del célebre boom latinoamericano, junto a Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, pero también un autor que se distanció de modas, que evolucionó hacia nuevos territorios sin perder la fidelidad a su esencia: contar la verdad a través de la ficción.

El Nobel, que muchos creían esquivo por razones ideológicas, le fue otorgado en 2010 por su “cartografía de las estructuras del poder y sus afiladas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”. Recibió también los más altos honores literarios: el Cervantes, el Rómulo Gallegos, el Príncipe de Asturias, el Planeta. Fue miembro de la Real Academia Española y, desde 2021, inmortal de la Académie Française. Su ambición no fue solo literaria: aspiraba a incidir, a influir, a incomodar.

Quiso ser presidente del Perú y perdió. Escribió sobre dictaduras, corrupción, historia y pasiones privadas con idéntica intensidad. En El pez en el agua, sus memorias, relató tanto su educación sentimental como su derrota política, con la honestidad de quien entiende que todo, incluso el fracaso, forma parte de una obra mayor.

Su vida fue una novela en sí misma, atravesada por amores, rupturas, amistades rotas (como la célebre con García Márquez) y pasiones ideológicas. Pero nunca se convirtió en estatua, como temía. Siguió escribiendo hasta el final, como si la literatura fuera una forma de derrotar a la muerte.

En su discurso del Nobel afirmó que “la lectura inocula la rebeldía en el espíritu humano”. Vargas Llosa fue, hasta el último aliento, un rebelde que eligió la palabra como su arma más poderosa. Y como los grandes escritores, vivirá mientras lo lean. Ha muerto el hombre; queda el legado.

Comentarios
Continue Reading

Cultura

Francisco de Zela, una cuestión pendiente con Panamá ¿Es hora de repatriar su cadáver­?

Hay algo que Dina Boluarte debería hacer, y es lo que hizo el alcalde del Cusco con la repatriación simbólica del hijo de Tupac Amaru, y es traer de vuelta a Francisco de Zela, prócer que murió en una cárcel de Panamá.

Avatar photo

Published

on

La leyenda cuenta que el 28 de julio de 1821 moría en una oscura cárcel en Panamá el prócer de la patria Francisco de Zela. Aunque en la década de 2010 el entonces embajador de Perú en Panamá, intentó buscar los restos del prócer, esto de manera autónoma y sin apoyo de la Cancillería peruana, las circunstancias resultaron en su momento infructuosas. Cabe mencionar que es muy probable que Zela en condición de traidor a la madre patria fuera enterrado en una fosa común. Cabría esperar del actual gobierno una búsqueda más infructuosa de dichos restos o al menos repatriar simbólicamente a Zela como se hizo con el hijo de Tupac Amaru y Micaela Bastidas recientemente. No debemos olvidarnos que el grito de Zela en Tacna fue el primer grito de independencia en Perú desde el grito ahogado en sangre de Tupac Amaru, esto en 1811. Grito que fue condenado en una mazmorra realista en Panamá.

Un héroe olvidado

Zela fue después de Tupac Amaru el primero luego de treinta años de silencio en lanzar el primer grito libertario del Perú en la ciudad de Tacna el 20 de junio de 1811. Eso lo hace meritorio de ser considerado el líder de la primera insurrección armada por la independencia del Perú. Su rebelión de Tacna estuvo en estrecho contacto con la Revolución Argentina, que se inició en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810. Si bien los argentinos enviaron un ejército a la Provincia de Charcas (Bolivia), al mando del general Antonio González Balcarce y del abogado (¿Quién envía a un abogado?) Juan José Castelli. Los rioplatenses enviaron proclamas a varias ciudades del sur del Perú, invitándolos a continuar con la revolución.

Zela, tal vez apresuradamente fue el primero en responder y en un «Bando al pueblo de Tacna» declaró su adhesión a la Junta de autogobierno de Buenos Aires y su fidelidad al rey de España, de acuerdo con la posición de la Junta (recuérdese que Fernando VII estaba apresado por Napoleón y en España reinaba José Bonaparte que no era reconocido ni por los españoles americanos ni por los peninsulares) y pretende asumir la jefatura político-militar de la plaza militar imponiéndose él mismo el título de «Comandante Militar de las Fuerzas Unidas de América». 

Zela quien tuvo un apoyo tanto de criollos, mestizos e indígenas, como es el caso del cacique de Tacna, Toribio Ara, y el cacique de Tarata y Putina, Ramón Copaja. No obstante, su insurrección no tuvo éxito.

Derrotado a causa del fracaso de la campaña de los rioplatenses que fueron aplastados por los realistas en Charcas se vio finalmente apresado por los españoles.

Así los principales dirigentes de la rebelión fueron sometidos a juicio, entre ellos Zela, quien fue llevado a Lima. Allí, gracias al nepotismo (algunas costumbres no cambian), es decir las influencias de su familia y a la mediación (compadrazgo) de importantes personajes se le conmutó la pena de muerte por la de encierro perpetuo en el morro de La Habana. No obstante, se consiguió modificar aún más la sentencia: una pena de diez años de presidio en la cárcel de Chagres, en Panamá, y terminados éstos, expatriación perpetua. Su prisión en Lima duró cuatro años y en 1815 fue trasladado a Panamá. Afectado por el clima tropical y las duras condiciones de su encierro, falleció algunos años después, en 1819. Una versión muy difundida que más huele a leyenda romántica afirma que su fallecimiento se produjo el 28 de julio de 1821, el mismo día de la Proclamación de la Independencia del Perú. Lo cierto es que murió en 1819, un 18 de julio, a la edad de 50 años.

La búsqueda del cuerpo del prócer

Allá por la década del 2010, el embajador de Perú en Panamá, Guillermo Russo Checa recordó la historia de Zela y se propuso encontrar sus restos. Sin instrucciones ni directrices o apoyo de Torre Tagle, buscó por las iglesias de Panamá y entré archivos donde podría descansar los restos del héroe. Consultó incluso con el entonces presidente de Panamá, el locuaz y alangarciesco presidente Martinelli. Finalmente, y tomando en cuenta que en su condición de traidor a la corona muy probablemente Zela fuera enterrado en una fosa común, hubo de parar sus investigaciones. No obstante, en un parque de Panamá se rindió homenaje a la memoria del héroe a través de un busto que recuerda al paseante distraído que en algún lado de Panamá todavía duerme el ilustre tacneño que espera el retorno a su patria libre.

Considerando la reciente repatriación simbólica al Cusco desde Madrid, del hijo de Tupac Amaru y Micaela Bastidas, es momento, aprovechando la visita del presidente Mulino en Perú, de recuperar los restos, aunque sea simbólicamente de Zela. Es momento que Zela regrese al Perú independiente tal y como un día de 1811 soñó.

Comentarios
Continue Reading

Cultura

La princesa Gominola

La nueva tragicomedia escrita por Helen Hesse.

Avatar photo

Published

on

Tras años de ausencia, Alejandra regresa al Perú con un único propósito: recuperar a su hijo Santi, a quien dejó al cuidado de sus abuelos cuando apenas tenía 7 años. Lo que parecía una sencilla reunión familiar se convierte en un escenario cargado de emociones, secretos y revelaciones inesperadas. En una cena familiar donde los recuerdos y las emociones están a flor de piel, una dolorosa verdad saldrá a la luz, ¿será capaz Alejandra de reconstruir lo que perdió?

“La princesa Gominola” es una tragicomedia escrita por Helen Hesse y forma parte de una serie de tres obras breves que forman parte de un innovador ciclo de microteatro inmersivo. Presentada por Paso de Gato Teatro, cada obra está diseñada para sumergir al espectador en una experiencia única, donde no solo serás testigo, sino también protagonista de las historias que se desenvuelven ante tus ojos.

Disfruta de una propuesta teatral en la que los límites entre el público y los personajes se desdibujan, creando una conexión emocional profunda y momentos inolvidables.

El dato

Estreno: Miércoles 09 de abril  a las 8:00 pm

Dirección: Milagros López Arias

Dramaturgia: Helen Hesse

Actrices: Pilar Delgado, Milagros López Arias y Sergio Velasco.

Las obras estarán todos los miércoles y jueves de abril hasta 01 de mayo a las 8:00 pm.

Lugar: La Residencia (Sáenz Peña 107 Barranco)

Entradas: Joinnus o al 959528540.

No te pierdas esta oportunidad de vivir el teatro como nunca antes lo habías hecho.

Comentarios
Continue Reading

Cultura

De la orilla al lienzo

Camila Rodrigo regresa a Lima con un sobrio conjunto de abstractos. La forma resignificada se inaugura el 9 de abril en La Galería de San isidro.

Avatar photo

Published

on

El inicio de su travesía en la abstracción surgió de manera intuitiva. Un día en la playa, conversando con su madre, recordó la pared vacía de su departamento y decidió pintarla. A partir de esa carencia física nació un proceso que convirtió el vacío en superficie, la nada en estructura. Fue un encuentro con el orden y la proporción, donde líneas y formas geométricas empezaron a definir un lenguaje propio.

Camila Rodrigo (Lima, 1983) concibe el lienzo como un espacio de transformación. Su proceso creativo está marcado por una metódica construcción de capas, donde el color y la textura emergen en un rito de serenidad y concentración. La tela, en su estado inicial, yace en el suelo, expectante. El negro, un tono fundamental en su obra, se convierte en un eje transcendente y el pigmento, diluido en agentes fluidos, se asienta sobre la superficie como una piel que se va formando en un orden temporal que la artista organiza y supervisa con exigente minuciosidad.

Geometría líquida

La artista recuerda con nitidez los diseños limpios de su abuelo y su padre, arquitectos. Su conexión con la materialidad se remonta a su infancia, cuando paseaba por La Punta y recogía piedritas en la orilla del mar. Hoy, esos recuerdos se transforman en una serie de obras que exploran la textura y la composición, como se evidencia en La forma resignificada, muestra que inaugura el 9 de abril en La Galería de San Isidro. Sus pinturas, de una estética minimalista, sugieren paisajes internos y una rigurosa investigación sobre la materia.

No en vano su obra transita entre el diseño y la pintura, el instinto y la precisión geométrica. Formada en Diseño Gráfico en la Universidad San Ignacio de Loyola (2010), complementó su aprendizaje con estudios de fotografía en el Centro de la Imagen de Lima (2006) y en el Rhode Island School of Design (2009). Su carrera ha estado marcada por una evolución que la llevó del arte figurativo y la ilustración infantil hacia una exploración profundamente abstracta, donde la forma y el equilibrio son el núcleo de su lenguaje visual.

Lenguaje que madura y desarrolla en su estudio en Las Condes, Santiago de Chile, donde trabaja de 8:30 a.m. a 3 p.m., cuando sus hijos están en el colegio. Allí se entrega por completo al proceso creativo, sin interrupciones. En ese silencio ha descubierto que su pintura es una traducción de su percepción de la vida. «Después de pasar tiempo en el taller, mirando los cuadros en soledad, empiezas a pensar lo que hay detrás de lo que pintas», reflexiona.

Así, las piedras, recurrentes en su imaginario, se convierten en una metáfora del lastre vital, de esas formas que, convertidas en peso, se resisten al cambio. En su pintura, Rodrigo busca liberarse de esas imposiciones, recuperar la espontaneidad y la ligereza de la infancia. Su taller, más que un espacio de trabajo, es un refugio donde la libertad toma forma y color, como alguna vez imaginó de niña. Este 2025 su obra ha sido seleccionada para ser presentada en el Stand de La Galería en la feria Pinta PArc, un reconocimiento a su creciente impacto en la escena artística contemporánea.

Comentarios
Continue Reading

Cultura

Seminario: «De los griegos a los juglares: la naturaleza antropológica del poeta en occidente como cantor sagrado en la épica, la lírica y el teatro»

Un seminario que recorre la poesía, el teatro, lo regioso y político.

Avatar photo

Published

on

El Centro Cultural de la Universidad de Piura los invita a participar de este seminario en el que se abordará las raíces de la civilización occidental en su poesía, la naturaleza del poeta desde un sentido antropológico/esotérico (los poetas arcaicos como mediums de la divinidad), la configuración del relato político, y la aparición del teatro como síntesis religioso y político.

Especial énfasis se dará en los vínculos del teatro trágico griego y su influencia en el drama moderno «Historia de una escalera» de Antonio Buero Vallejo. Así como también una comparativa de dos obras de tragedia clásica: La Electra de Sófocles frente a la Electra de Eurípides.

Dirigido a actores, dramaturgos y público en general.

SOBRE EL DOCENTE:

Alejandro Herrera. Bachiller de Derecho de la Universidad Hispanoamericana de Costa Rica. Periodista cultural especializado en poesía y narrativa. Es corresponsal del medio Contrapunto El Salvador Centroamérica, es también asesor literario, ghostwriter y editor. Cronista parlamentario en Perú para la revista Lima Gris.

SESIONES:

  • Narrando el Mito Griego: poetas épicos, líricos y autores trágicos
  • Roma, tuyo es el poder y la gloria: La política como teatro. De poetas bucólicos a oradores políticos.
  • La Espada, la Dama y la fe: de los cantares de gesta a los juglares y el ideal caballeresco medieval y la reaparición del teatro como evento sagrado.

Inicio: 3 Sesiones: martes 22 y 29 de abril, 06 de mayo
De 7:00 p.m. a 8:30 p.m.
Modalidad presencial: Casona Pardo (Calle Coronel Inclán 120, Miraflores – Lima)
Certificación a nombre de la Universidad de Piura
Inversión: 150 soles
Inscripciones: enlace:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScL44vg3O9kHpn4I4mojzBJBm9kPxzC3W0T49rK9uBVCX33-A/viewform?fbclid=PAY2xjawJeQbVleHRuA2FlbQIxMAABp8dcK4M01J7Dn8FaYp9SEwmQfiBwr1kitAZzKqxvSaUF8ywzNruEr8JXZ105_aem_-Ad4HYI_aFr0M8Tqp7THag

Comentarios
Continue Reading

Cultura

Festi CIX 2025: Feria del libro “Letras sin límites” se inauguró en Chiclayo

Gestión municipal chiclayana promueve la cultural con inauguración de feria del libro.

Avatar photo

Published

on

La ciudad de Chiclayo inició una fiesta cultural en el mes del aniversario y de las letras. El miércoles pasado al mediodía se inauguró el I FESTI CIX 2025 FERIA DEL LIBRO “LETRAS SIN LÍMITES”, un evento cultural que reunirá a escritores, editoriales, librerías y amantes de la literatura en un espacio de encuentro y aprendizaje.

La ceremonia de inauguración se llevó a cabo en el recinto ferial ubicado en la cuadra 1 de la Avenida Elías Aguirre, con la presencia de la alcaldesa de la Municipalidad Provincial de Chiclayo Janet Cubas, autoridades locales y representantes del sector cultural. Durante el evento, se anunciarán las actividades programadas, que incluyen presentaciones de libros, conferencias, talleres, shows artísticos, entre otros.

EL  FESTI CIX 2025 FERIA DEL LIBRO “LETRAS SIN LÍMITES” busca promover la lectura y el acceso a la cultura, ofreciendo una variada oferta a precios de promoción desde los 10 soles. Además, de publicaciones para todas las edades y gustos. Asimismo, contará con espacios dedicados a la literatura infantil, presentaciones de libros, recitales de poesía y las publicaciones académicas.

La organización invita a toda la comunidad chiclayana a participar de esta celebración cultural y disfrutar de una experiencia única en torno a los libros y el conocimiento.

Comentarios
Continue Reading
Advertisement

LIMA GRIS TV

PUBLICIDAD

PRNEWS

PARTNER

 

CONTACTO

Síguenos en Twitter


LIMA GRIS RADIO

Trending