Cultura
Entrevista con Kareen Spano: FIL Guadalajara ¿argolla o mancha?
La consultora editorial y actriz Kareen Spano, habla sobre la polémica del desembarco de los escritores de la delegación para la FIL Guadalajara.

Kareen Spano Klein, es una actriz con 30 años de trayectoria, en los últimos dos años ha fundado GrupoLobo consultora editorial y la agencia literaria Sueños Salvajes, ha editado y antologado Hastío, antología deliciosa del sinsabor, una compilación de relatos y poemas de autores de 6 países , y además participó en el rescate editorial de la única novela de la poeta Carmen Luz Bejarano. Actualmente trabaja en su primera novela después de acabar su primer poemario mientras se dedica en la promoción como representante de al menos media docena de autores. Viaja a la FIL Guadalajara con la suya y por el amor a la buena literatura peruana.
Estás metiéndote en polémica Kareen, ¿no has aprendido? – preguntó su hijo.
En esta oportunidad Kareen Spano Klein nos ofrece una entrevista como agente de autores literarios respecto a la polémica literaria causada por la nueva gestión, que a la mayoría de peruanos, como no se nos inculca el arte, le importa tres hectáreas de frejoles.
Kareen, ¿qué opinas del revuelo generado por la decisión del Ministerio de Cultura de cambiar súbitamente a miembros que ya estaban destinados a ser parte de la comitiva a la FIL de Guadalajara, donde Perú es este año invitado especial?
Me parece poco elegante “bajar del avión” a representantes peruanos de la literatura que ya eran parte de la delegación escogida por la administración anterior. Es de mal gusto desinvitar a una fiesta, a alguien ya invitado. Pero, se trata de un gobierno cuya política es la de hacer un cambio social. Esta medida tomada me parece consecuente con las ideas políticas del gobierno de turno. Pero esto, era de esperarse.
En el Perú, como en Colombia, tú levantas una piedra y encuentras un escritor. Es posible preveer que no faltará algún caso de nepotismo, cosa que podría pasar tanto en la derecha como en la izquierda. Lo cierto es que el error social de nuestro país es el mismo que percibió Valdelomar: “El Perú es Lima, Lima es Miraflores y Miraflores le pertenece a quienes tienen las llaves para acceder”. El gobierno de turno ha prometido integrar a todas las provincias en un intento de descentralización que particularmente, me parece urgente.
El malestar de los desinvitados me parece coherente, pero la verdad es que el Perú es el invitado especial de la feria más importante a nivel hispanoamericano este año. Es como que el Perú está yendo a un mundial. Puedes o no estar de acuerdo con el director técnico, pero no te vas a quitar la camiseta porque no invitan a tu amigo. No jodas ¿no? Están invitando al Perú, no a Lima, no solo a tus conocidos.

¿Lima o la argolla limeña?
Ese es un asunto importante cuando consideras que Lima esta formada por una legión de inmigrantes. Todos sus sueños y el esfuerzo que han hecho por la educación de sus hijos. Aquí están los hijos de distintos peruanos que dejaron todo en sus provincias por una mejora en su familia. Es decir: Lima, si es el Perú entero. Lima, si es Ayacucho, Huancavelica, Piura, Puno, Cusco, el oriente. Desde ese punto de vista debería haber más invitados limeños, porque sus padres sacrificaron todo, no para que fueran limeños, sino para que tuvieran mejores oportunidades en la vida.
Pero lo dramático es que muchas veces las cosas no funcionan así. La suerte que tuvo Jeremías Gamboa al ser un muchacho humilde que tuvo la fortuna de contactar con las cabezas del Grupo El Comercio, es digno de una película de Hollywood. Y lo respeto. Pero la realidad es que todos los escritores sabemos que existe un Centro y una Periferia en la literatura. Y ese Centro suele estar ocupado por personas que han tenido la fortuna de tener un apellido influyente, una educación superior, un mayor roce social. Pero no necesariamente un mayor talento. Y Arguedas, nos enseñó que el Perú es más grande que Lima.
¿Y la Argolla?
La Argolla es un hecho natural. Uno trabaja con quien se siente más a gusto. Los nexos de trabajo se dan por relaciones sociales. Es inevitable que si tus amigos tienen mejores contactos, tú accedas a la llave mágica. No lo considero reprochable. Lo triste es que existe un grupo inmenso que no posee estos contactos de la llave de oro y tiene que vivir en la miseria como escritores. Creo que como siempre existe un curioso desequilibrio de oportunidades. Lo que no es culpa de quienes participan de él. Dentro del ser humano el primer instinto es el de la supervivencia. El unirnos en grupo para sobrevivir. El miedo a que gane el otro grupo. Esto es ancestral y es comprensible. El miedo de unos por perder el poder y el hambre de otros, por obtenerlo.
Pero los limeños tenemos, por lo general, una visión cortoplacista. Las estructuras no nos permiten tener confianza en una linealidad a futuro. Quien esté en el poder intentará quedarse allí, porque el resto, es incierto.
También pienso que los limeños, crisol de todas nuestras razas, tienen por experiencia vivencial el objeto de pensar solo en el hoy, y poseemos fronteras vergonzosamente cercanas. Está claro: el poder a todo nivel reside entre San Isidro, Miraflores, La Molina y, a veces, San Borja y Barranco. El Tahuantinsuyo no pensaba así. Mira, la tristeza de Lima es el Temor y el Egoísmo de los limeños. El deseo de status y la urgencia de poder, nos deshumaniza. Tal vez hasta nos haga creer superiores, o más meritorios.
Yo soy limeña y me meto en el saco, pero eso no me quita el que me sienta imbécil, injusta. Por eso, tal vez, yo no compito con los limeños. No espero su venia. Muchos limeños esperan la aprobación de Lima. ¿Qué es esto? ¿Moscú, Nueva York, París? París tiene más nombre de prostituta, pero Lima es para los peruanos la meretriz más deseada. Pareciera que los limeños todos, quisiéramos estar bajo esas faldas.
Lima no es nuestra culpa, pero no se puede esperar progreso social de una actitud traidora. Debemos vivir con la competencia, con lo que convive en nuestro corazón. Pero no se puede comulgar con una bruja tan correcta. A mi me hizo un gran favor mi Lima: me destruyó. Pero como ella sabe que yo soy un fénix…
Si tu alma es limeña no puedes vivir en Lima al estilo limeño. Eso te pudre. Y si alguien tiene algo que decir al respecto… estoy segura que es limeño. Tú sigue pa’ lante nomás.

¿Tú confías en la gestión actual?
Yo no confío en nadie. He superado a Alan 1, Fujimori 1, 2 y 3 y medio, a los 4 suyos de Toledo y Karp, Alan 2, a Ollanta y su coneja, y hasta PPK. Hemos sobrevivido a Sendero y el MRTA. Y en un año hemos sobrevivido a Vizcarra, Merino el Breve y al Quijote Sagasti. Si algo sé de mi país, es que sabe flotar. No me interesa el gobierno que esté de turno. Me importa mi tierra, mi Patria.
Hoy puede tener a cualquier terrateniente en la cúspide. Siempre caen. Lo que queda es la Madre Tierra, y no te vas a quitar la camiseta por el chistoso de turno. Primero es la Lealtad y el Apoyo a la Patria. Esa palabra tan prostituida y tan básica.
¿Y qué piensa hacer al respecto?
Yo ya compré mi pasaje hace meses a Guadalajara. Porque así salen más baratos. No pienso ir como escritora, sino como agente de los intereses literarios de nuestros autores. Si se encuentra en el gobierno quien fuere, no es asunto mío. Es un asunto coyuntural e histórico. El asunto aquí, es la grandeza y seguridad económica de nuestros autores. De paso, hay autores a los que no se los bajó del avión, pero que, en “solidaridad” con sus iguales, han decidido patear el tablero. Yo no estoy de acuerdo con eso. Pueden pasar muchos gobiernos, muchas ideologías, pero cuando el Perú es invitado especial internacionalmente, me parece que no es el momento de sacar el pecho y peor aún dentro de Lima. Si tienes algo que decir al respecto, y tienes tanto coraje, anda a Guadalajara y muestra tus quejas en público para que tenga peso internacional. No te quejes solo en Lima, porque solo vas a quedar como un limeño que nunca queda mal con nadie. Qué importancia tiene tu postura, si nadie se va a enterar. Es interesante el concepto del heroísmo y del Riesgo Real.
Si mañana tengo algo de que desdecirme, lo haré desde Guadalajara. Desde un escenario internacional donde repercuta mi Voz, y yo, realmente pueda tenerle miedo a las repercusiones. No voy a jugar a la Correcta, dando mi voz en Lima, para que nadie la escuche, y yo le caiga bien a los limeños.
Que yo sepa solo existe ahora una agencia literaria. Nadie nos toma en serio. Yo creo que cualquiera que ame la Literatura Peruana tiene que saber navegar, no importa cuál sea el clima o las circunstancias.
Navegar y flotar,
como entre muchas otros entes,
los Sobrevivientes
y los Tercos.
Cultura
Cristóbal toma El Ateneo
Una constelación de escritores presenta la vibrante novela de Gabriel Núñez del Prado en la catedral de las letras de Madrid.

El Ateneo de Madrid, templo histórico de las letras hispánicas, albergó el pasado martes 27 de mayo la presentación de Cristóbal (2024), el enigmático libro del joven escritor peruano Gabriel Núñez del Prado (Lima, 1988). Un acto que, más que una mera presentación, fue un ritual de resurrección: el autor convocó en ese santuario bibliográfico —custodio de primeras ediciones decimonónicas— las voces enterradas por el canon, desde Vallejo hasta los márgenes que hoy reclaman su lugar en el centro.
La icónica biblioteca, con sus estanterías atestadas de clásicos, fue testigo de cómo un libro artesanal —impreso en Londres con un tiraje de solo 201 ejemplares— desafiaba las lógicas del mercado editorial. Marta Sanz, vicepresidenta del Ateneo, abrió el acto destacando la «rareza y potencia» de una obra que desde ya merece su lugar entre «las joyas de la Corona”. Le siguió el poeta Alonso Ruiz Rosas, quien exaltó el sobrio lirismo de la obra y evocó una anécdota personal: de niño conoció al abuelo de Núñez del Prado, tejiendo así un hilo generacional que conecta Lima con Madrid.
Adriana Jaramillo, presentadora del Premio Formentor, citó dos de las reseñas peruanas más enjundiosas sobre la novela —de Mirko Lauer y Czar Gutiérrez— antes de ceder la palabra al consagrado Jorge Eduardo Benavides, quien definió Cristóbal como «un collage de lenguas y ruinas: No es una novela, es un conjuro. Un libro que exige ser leído en voz alta para que respiren sus muertos».

-Un medium entre lenguas–
Núñez del Prado, filólogo y políglota, comenzó su intervención con una reflexión sobre las bibliotecas como «templos donde los muertos susurran». Ante un público atento, recitó de memoria El Redoble Fúnebre de César Vallejo —poema XIII de España, aparta de mí este Cáliz— y la sala enmudeció. «Leer aquí —dijo— es como abrir una tumba y dejar que la voz de los olvidados hable por nosotros».
Ese gesto no fue casual: Cristóbal es un laberinto de lenguas (quechua, latín, inglés) y una arqueología de saberes silenciados. El autor explicó que su libro «no busca ser entendido, sino ser habitado», citando a Glissant y su «derecho a la opacidad». «El quechua no es adorno, es un cuchillo —afirmó—. El latín no es prestigio, es un jeroglífico. Y el inglés, aquí, es un prisionero de guerra».

¿Y el libro? Es un rizoma contra el canon. Se estructura en 53 fragmentos que evocan bestiarios medievales y códices alquímicos. No hay linealidad, sino un «caos ordenado» que huye del realismo criollo para abrazar una Lima espectral: la de los mestizos que hablan en quechua entre paredes virreinales, la de los fantasmas de Arguedas y Moro paseando por Londres. Benavides lo resumió así: «Es como si Borges hubiera reescrito Los ríos profundos en clave gnóstica».
Publicado por una microeditorial londinense, Cristóbal encarna la resistencia epistémica de la que hablan Mignolo y bell hooks: «Escribo desde la herida —confesó Núñez del Prado—. Pero la herida ya no duele: es un portal». ¿Y el mensaje? Descentrar el sur para reinventar el centro. Al final, el autor dejó una pregunta en el aire: «¿Qué es el canon hoy? ¿Un museo o un campo de batalla?». Mientras los asistentes hojeaban los ejemplares —numerados como piezas de arte—, el eco de Vallejo parecía mezclarse con el rumor del quechua.

En ese instante, el Ateneo ya no era el centro: era un cruce de caminos donde lo marginal, por fin, tomaba la palabra. Porque, en efecto, Cristóbal es un acto de insubordinación literaria. Y esta noche, en Madrid, su rebelión comenzó a escribirse. Para que, al final, el evento cerrara con un brindis en un salón aledaño donde los asistentes discutían si lo que habían escuchado era una presentación o un «exorcismo en clave poética».
Alguien también preguntó en voz baja: ‘¿Esto es literatura o contrahistoria?’. La respuesta quizá esté en los 201 ejemplares numerados que, como municiones de guerrilla cultural, empiezan su viaje subterráneo en la grata compañía de las ilustraciones de Manuel Barahona. Porque en la era del algoritmo, la verdadera insurrección puede ser un libro que se niega a ser digitalizado.
Cultura
Cusco se levanta: confirman paro el 5 de junio contra la indiferencia de un ministro cusqueño [VIDEO]
Las protestas se realizan mañana tras la crisis que vive el Ministerio de Cultura durante la gestión de Fabricio Valencia Gibaja.

Patearon el tablero. Trabajadores del Ministerio de Cultura de la ciudad imperial, confirmaron que mañana de inicia un paro general donde participarán los distintos sindicatos del sector cultura del Cusco.
Según el pronunciamiento oficial emitido por el sindicato, los motivos centrales del paro incluyen la homologación salarial, el cumplimiento de pactos colectivos firmados con anterioridad, la reorganización interna de la DDC Cusco, la construcción de un local institucional propio y la designación de un titular para la Dirección, cargo que, según los trabajadores, permanece sin liderazgo efectivo.
Este 5 de junio, Cusco no solo paraliza actividades: se alza con dignidad. El sindicato SITRACAS, que agrupa a trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC), ha convocado a un paro preventivo de 24 horas. La razón: la creciente indignación ante la desastrosa gestión del ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja, un cusqueño que, para muchos de sus paisanos, ha dado la espalda a su tierra.
Andy Ancasi, dirigente del sindicato SITRACAS, no se anda con rodeos: “Esperábamos más de un cusqueño. Valencia conoce la realidad de la DDC Cusco, trabajó aquí, y sin embargo, su gestión ha sido una decepción. Pensamos que sería diferente a la anterior ministra, pero es más de lo mismo”. Sus palabras resumen el sentir de cientos de trabajadores y profesionales que cuidan día a día el patrimonio de la capital histórica del Perú.
Los reclamos son múltiples y urgentes. Desde la falta de uniformes para el personal que vigila y mantiene los parques arqueológicos, pasando por la ausencia de seguros de riesgo, hasta una injustificable brecha salarial entre los locadores del Ministerio y los trabajadores que, con título en mano, se parten el lomo en Machu Picchu por sueldos indignos.
Cusco es la joya turística del país, la gallina de los huevos de oro, como bien dice Ancasi. Y sin embargo, el 70% del presupuesto del sector cultura que se genera allí parece esfumarse en Lima, sin revertirse en mejoras concretas para quienes hacen posible esa riqueza. “¿A dónde va el dinero?”, pregunta Ancasi con frustración. A medio año, apenas se ha ejecutado el 24% del presupuesto de más de 138 millones asignado a la DDC Cusco. Mientras tanto, los guardaparques apenas sobreviven con 1,500 soles mensuales.
Pero la indignación no se detiene ahí. La presunta mafia de la venta de boletos a Machu Picchu sigue siendo un tumor sin extirpar. Tras múltiples escándalos y cambios forzados, la venta virtual fue trasladada a Lima bajo el argumento de que el sistema cusqueño era “vulnerable”. Hoy, sin embargo, las falencias continúan, y hay un presunto desfalco de más de 250 mil soles que no ha sido esclarecido. “Nos tildaron de corruptos sin pruebas. Y ahora los problemas son peores porque no saben manejar el sistema que nuestros profesionales crearon”, denuncia Ancasi.
Lo más doloroso para los trabajadores del sector es sentir que sus propias autoridades regionales los han traicionado. No solo Fabricio Valencia, sino también su antecesor Roger Valencia, quien cuando fue ministro exoneró a una empresa de una multa millonaria por construir en una zona arqueológica intangible. “Nos gobiernan cusqueños que actúan como enemigos del Cusco”, sentencia Ancasi.
El paro de mañana 5 de junio es más que una medida gremial. Es un grito colectivo de hartazgo. Una llamada de atención a un gobierno que ve al Cusco como caja registradora, pero no como corazón cultural del país. ¿Cuántas veces más tendrá que paralizarse esta ciudad para que la escuchen?
Aquí el video de la entrevista con Andy Ancasi.
Cultura
Pieter Van Dalen sobre el escándalo de las Líneas de Nasca: «En esta área que se está retirando existen evidencias arqueológicas»
El Decano del Colegio de Arqueólogos del Perú exige la renuncia del ministro Fabricio Valencia, debido a que su gestión viene empujando a nuestro patrimonio cultural al borde del abismo.

En medio de una creciente polémica por la reciente decisión del Ministerio de Cultura de reducir el área protegida de las emblemáticas Líneas de Nasca, el Colegio de Arqueólogos del Perú ha adoptado una posición firme y crítica. Su decano, Pieter Van Dalen, alza la voz en defensa del patrimonio arqueológico nacional y exige la renuncia del ministro de Cultura, Fabricio Valencia, a quien acusa de promover una medida arbitraria y sin sustento técnico, que expone al sitio declarado Patrimonio Mundial a riesgos irreparables, como la expansión de la minería informal.
En esta entrevista, Van Dalen denuncia una serie de omisiones y retrocesos en la gestión del ministerio, señala la falta de diálogo con el Colegio de Arqueólogos, y advierte sobre una institucionalidad cultural en crisis. Con preocupación, sostiene que la reducción del perímetro no solo es técnicamente insostenible, sino que responde a intereses ajenos a la protección del patrimonio. La situación —dice— sienta un peligroso precedente: hoy son las Líneas de Nasca, mañana podrían ser Caral o Machu Picchu.

En un comunicado, la posición del colegio de arqueólogos ha sido firme, y están pidiendo incluso la renuncia del Ministro de Cultura Fabricio Valencia.
Así es. El sustento que tiene el Ministro de Cultura para reducir el área de reserva del patrimonio cultural, líneas y geoglifos de Nasca, es su extensión, que es casi del tamaño del Departamento de Tumbes, pero esta no es una razón convincente; eso tiene que hacerse en base a estudios previos, trabajos de investigación, proyectos de evaluación arqueológica y otros que permitan corroborar que efectivamente en esa área no existen evidencias arqueológicas.
Ahora, nosotros hemos revisado el SIGDA y hemos revisado la bibliografía existente y estamos verificando que efectivamente en esta área que se está retirando existen evidencias arqueológicas, no solamente relacionadas con los geoglifos de Nasca, sino sitios de diferentes períodos culturales.
Entonces, lo que se está cometiendo es un atentado contra nuestro propio patrimonio. Y este atentado que viene desde la institución que debería defenderlo.
Así es. Es una situación muy lamentable que nos llena de consternación a todos los que estamos involucrados con los temas culturales, con el patrimonio arqueológico y su protección. Y en realidad, pues, esta situación hace que miremos hacia atrás y digamos: «¿Qué hemos hecho en estos casi 25 años de existencia del Ministerio de Cultura?»
Yo creo que antes, cuando era Instituto Nacional de Cultura, se tomaban medidas y acciones más efectivas para proteger el patrimonio. El Mincul ahora es una institución que se está llenando de burocracia y es más lo que pone trabas. El Ministerio de Cultura se está convirtiendo en el perro del hortelano, porque no defiende el patrimonio, no toma acciones ni deja que otras entidades las tomen. Porque solamente pone trabas administrativas a todos los procesos.

Ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja.
Esta reducción del perímetro de la línea de Nasca al final favorece a los mineros informales. Se habla de una presunta negociación política, ya que el alcalde de Nasca hace tres meses solicitó terreno de las Líneas de Nasca a la Superintendencia de Bienes del Estado.
Sí, pues esta es una situación sorprendente. No tenemos nosotros esa información del alcalde, pero sí, sabemos que en la zona, y el mismo Ministro de Cultura lo ha manifestado, operan mineros informales.
Hace unos meses él mismo hizo la denuncia señalando que las líneas de Nasca corrían peligro justamente por la presencia de la minería ilegal. Y hoy, tres meses después, saca esta normativa que a muchos nos crea suspicacia y llama mucho la atención.
La exigencia de la renuncia del ministro, ¿crees que será abordada por la presidenta Dina Boluarte?
Mira, nosotros venimos pidiendo la renuncia del ministro desde hace mucho tiempo. Desde enero y febrero son casi cuatro meses que nosotros venimos pidiendo y con un pronunciamiento solicitamos esto.

¿Por qué?
Porque el ministro de Cultura, más allá de velar por el patrimonio cultural, se estaba interfiriendo en los asuntos internos de nuestro colegio profesional. Entonces, después de ello hemos pedido una serie de reuniones conjuntas para plasmar nuevamente en las mesas de trabajo, que ya las habíamos planificado desde la anterior gestión, cuando estaba de director el arqueólogo Martín Córdoba, para ver diversos temas como la modificatoria del reglamento de intervenciones arqueológicas, ver la modificatoria a la ley de patrimonio y otros aspectos que competen también al colegio. Pero, lamentablemente, el señor ministro no nos ha querido dar ninguna reunión.
Mucho peor la viceministra Moira Novoa. Ella, pese a que es arqueóloga y miembro del colegio, que asumió la Dirección General de Patrimonio Arqueológico, no nos ha querido dar la cara. No ha querido tener una reunión con nosotros.
Cuando subió de viceministra, peor, la última reunión que aceptó fue para el jueves de la semana pasada, pero lamentablemente dos días antes nuevamente y por quinta vez nos canceló la reunión. Entonces, ese tipo de acciones, pues, sin transparencia, sin capacidad de diálogo, hacen ver que esta gestión está yéndose para abajo. Y el resultado es esto que estamos viendo con esta resolución viceministerial que tanto y tanto defiende el ministro.
Las líneas de Nasca son un sitio tan representativo, tan importante de la arqueología peruana, que, pues, hoy estamos frente al atropello y a la vulnerabilidad de este sitio patrimonio mundial. Imagínate, mañana será Caral, pasado mañana será Machu Picchu y así.

La crisis de esta gestión se ve a nivel nacional…
¿Cuántos sitios se vienen destruyendo cada día por la inacción del Ministerio de Cultura? La ciudad de Huari, por ejemplo, que se encuentra abandonada, se encuentra a su suerte. Ha tenido una serie de afectaciones. Durante las lluvias y diversos problemas. Y el Ministerio de Cultura no hace nada, a pesar de que hace tres años ha sido declarado en emergencia por Defensa Civil. Miren lo que pasó con el sitio de Vilcashuamán. ¿Qué es lo que ha pasado con el puente de Qeswachaka, en Cusco? O sea, estamos frente a diversas situaciones y la inacción del Ministerio de Cultura es total. Por eso el Colegio de Arqueólogos pidió, pide y se ratifica en pedir el cambio del ministro y el cambio de la viceministra a la presidenta Boluarte.
Has mencionado que la viceministra Moira Novoa Silva es parte del Colegio de Arqueólogos, ¿desde el colegio habrá alguna sanción disciplinaria? ¿Están viendo ese tema?
Mira, nosotros estamos prestos a cualquier denuncia. El otro día, en redes sociales, se han pronunciado varios sectores de nuestro colegio pidiendo una investigación y no podría yo adelantar opinión, pero, sin embargo, estamos prestos a recibir cualquier tipo de denuncia y será sometido al Tribunal de Ética y Disciplina como corresponde y ellos, con la autonomía que tienen, verán si es factible o no aplicar una sanción.

Minería ilegal en Nasca.
Explica al público la importancia de las Líneas de Nasca y el daño que se le hace con esta reducción del perímetro.
Las Líneas de Nasca son un sitio emblemático de la arqueología peruana; como dije, es un sitio de patrimonio mundial. Es un complejo arqueológico que es la evidencia tecnológica, cultural y religiosa de los antiguos Nasca, una de las sociedades que se desarrollaron en la costa entre el año 200 y el año 700 d.C. Y las líneas de Nasca guardan todavía información de la idiosincrasia de estas antiguas poblaciones que supieron dominar el desierto y sacar adelante una civilización de tanta complejidad cultural. Entonces, sabemos que, en los últimos años, salvo los estudios realizados por los japoneses de la Universidad Yamagata y algunos estudios realizados por algunos arqueólogos peruanos, no se han realizado investigaciones. Pero nos llama la atención que el Ministro de Cultura tome y cite los estudios de los japoneses de Yamagata, de los arqueólogos de Japón, como base a partir de la cual han hecho ellos este recorte.
Puesto que estos estudios son precisos y han abordado algunos polígonos dentro de la gran poligonal de Nasca. Pero ellos lo han dado a conocer hace un año, el descubrimiento de geoglifos muy importantes. Y que salen justamente del área considerada como el área nuclear, el área tradicional, con una gran cantidad de motivos diseminados por diversas secciones de la Pampa de Nasca. Entonces, ¿por qué el ministro Valencia Gibaja toma este tipo de actitudes?
¿Qué ha hecho el Ministerio de Cultura en los últimos años por las Líneas de Nasca?
No ha hecho nada. Tiene una dependencia encargada de velar por la protección, pero no ha hecho ningún tipo de trabajo de investigación. No tiene ninguna publicación, no tiene ninguna excavación, no ha hecho nada. Y esto está a cargo del arqueólogo Jhony Isla. Entonces, si el Estado peruano no ha invertido para conocer cuál es el significado, cuál es la extensión real de la línea de Nazca, ¿cómo puede sacar una resolución así de manera tan arbitraria?
Y esto también hay que investigar, qué es lo que está pasando en la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica. Existen múltiples denuncias y quejas sobre el accionar de esta DDC. Pero, lamentablemente, se hace caso omiso. Es necesaria una intervención urgente en esta DDC y verificar, pues, qué es lo que está pasando acá. Yo creo que ya es momento de que la Contraloría entre a tallar, cumpla sus funciones, intervenga esta dependencia para identificar posibles irregularidades que se estén dando.
Cultura
Ministerio de Cultura mutila la protección de las Líneas de Nasca
Fabricio Valencia y Moira Novoa deben responder ante la historia y un país que no tolera el canje político del patrimonio cultural material.

Una de las joyas del patrimonio mundial, las Líneas de Nasca, ha sido objeto de una mutilación disfrazada de “ajuste técnico”. La resolución firmada por la viceministra Moira Novoa Silva, y avalada políticamente por el ministro de Cultura Fabricio Valencia, ha reducido el perímetro de protección de esta zona sagrada sin justificación científica creíble. Pasamos de 297 km a 249 km de área resguardada, con una simple firma. ¿Coincidencia? Improbable.
Lo que a primera vista se presenta como una medida administrativa, en realidad abre peligrosos “accesos” para intereses privados. El trazo milenario de Nasca no fue alterado por el tiempo, sino por la mano interesada de quienes hoy habitan el poder. Y detrás de esta maniobra, asomarían los tentáculos de Alianza para el Progreso (APP), partido liderado por César Acuña, quien no esconde —más bien blanquea— su afinidad con los mineros informales.
No es menor el detalle de que el alcalde de Nasca, Wilman Bravo Quispe (de APP), pidió gratuitamente a la Superintendencia Nacional de Bienes Nacionales (SBN) un terreno de 600 mil m² en plena zona arqueológica de Poroma. ¿El objetivo? No fue declarado, pero la ubicación revela el interés: liberar tierras estratégicas en zonas ricas en minerales. El pedido fue archivado, pero semanas después se inició el proceso para modificar la delimitación patrimonial. ¿Casualidad? Cuesta creerlo.
La resolución viceministerial de Moria Novoa se basa en informes contradictorios y desoye las recomendaciones de la propia Dirección de Sitios del Patrimonio Mundial. No se respetó la sugerencia de incluir toda la zona de amortiguamiento. Además, dentro del nuevo polígono aún existen bienes sin sanear, es decir, legalmente desprotegidos. Prácticamente, se ha abierto la puerta al saqueo moderno.
No cabe ninguna duda de que esto no es torpeza; es cálculo. Porque lo técnico ha sido subordinado a lo político, y lo político al interés económico. Desde el Ministerio de Cultura Fabricio Valencia y Moira Novoa tienen mucho qué responder y deberán rendir cuentas no solo ante la historia, sino ante un país que no puede seguir permitiendo que su patrimonio cultural material sea moneda de cambio partidario.
Cultura
FIL de Lima, en la cola de las ferias del libro de la región [VIDEO]
Una comparación de la Feria del Libro de Lima con otras ferias de la región. Aquí el resultado.

Las ferias del libro son eventos culturales temporales dedicados a la exposición, venta y promoción de libros. Se realizan en lugares públicos como centros de convenciones, plazas o escuelas, y reúnen a editoriales, librerías, escritores, lectores y profesionales del mundo del libro.
Hay muchas ferias del libro importantes en todo el mundo. Entre ellas destacan: la Feria del Libro de Frankfurt en Alemania; la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en México; la Feria del Libro de Londres, en Reino Unido; la Feria del Libro de Bolonia en Italia; la BookExpo América en Estados Unidos; el Salon du Livre de París (Salun di libro de parrís) en Francia; y la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en Argentina.
En Latinoamérica, la FIL de Guadalajara es la feria del libro más importante en el mundo de habla hispana y una de las más grandes del mundo. Se realiza cada año en México, usualmente entre noviembre y diciembre y reúne a más de 800 mil visitantes, con autores y editoriales de todo el mundo y cada año tiene un país o región invitada de honor.
La FIL Lima también reúne a escritores, nacionales e internacionales; sin embargo, no suele invitar a literatos de la talla de un Nobel. Por otro lado, hay que reconocer que viene posicionándose cada vez mejor en la región y en 2024 registró un récord de más de 530,000 asistentes, superando la cifra del año anterior en un 23%. Y para la edición de este año 2025 se prepara un Homenaje que será dedicado al escritor peruano Mario Vargas Llosa, en reconocimiento a su legado literario.
En resumen, las ferias del libro son más que simples eventos comerciales: son celebraciones de la lectura, la cultura y el pensamiento. En esencia, nos recuerdan que leer es una forma de libertad y que los libros siguen siendo herramientas poderosas para entender el mundo y transformarlo.
Aquí el podcast de Lima Gris con todos los detalles de la FIL de Lima.
Cultura
San Juan de Lurigancho se convierte en un “Museo al Aire Libre” con más de 20 artistas urbanos
Arte en las calles del distrito más poblado del Perú.

En conmemoración del Día Internacional de los Museos, el distrito de San Juan de Lurigancho se prepara para acoger un evento que promete transformar su paisaje urbano en una explosión de color y creatividad. Los días 24 y 25 de mayo, la estación Bayóvar de la Línea 1 del Metro de Lima será el escenario de “Museo al Aire Libre”, una intervención artística sin precedentes organizada por POPULART, colectivo reconocido como Punto de Cultura por el Ministerio de Cultura.
Más de 20 artistas y colectivos del arte urbano peruano —entre muralistas, ilustradores, diseñadores y gestores visuales— se reunirán para convertir muros grises en lienzos vibrantes. La propuesta va más allá del arte: busca reivindicar el espacio público como un lugar de encuentro, memoria e identidad, acercando el arte a la comunidad como herramienta de inclusión y transformación social.
Entre los nombres confirmados destacan reconocidos referentes de la escena urbana como Ilustronauta, Jimbo, Jhoel Mamani, Roberto Peremese, Huansi, Majez, Robin Vela, Kaer y Blue Stef. Junto a ellos, propuestas innovadoras como Módulo.Lab, Gatonegro, y artistas emergentes como Crocketa, Sukey y Murgamdh, conforman un mosaico de estilos y generaciones que dialogan en un mismo espacio.

El evento cuenta con el respaldo de aliados como Línea 1, Barrroco, Colombia Tools y Canal Museal, y forma parte de una apuesta por la descentralización cultural, que busca llevar el arte a todos los rincones de Lima Metropolitana, más allá del circuito tradicional.
“Museo al Aire Libre” es de ingreso libre y abierto a todo público. La ciudadanía está invitada a ser parte de esta experiencia que hará de San Juan de Lurigancho una galería viviente y una referencia cultural en la ciudad.
Cultura
Dibujar las sombras
Crítica literaria al poemario Sombra Celeste de Ximena López Bustamante por Julio Barco (1)

Interior VI
“Mañana salgo de viaje enviaré una postal desde el centro del fuego” nos dice la voz poética de Interior VI técnica mixta (Aletheya, 2022) de Ximena López Bustamante y acaso nos manifiesta la construcción de una poética como un relato ardiente. Así, en este libro es latente la energía telúrica, un desborde que propicia la escritura fluida del poema en prosa. A este ir y venir, se añade la imagen que se sitúa de una frase versal a otra generando, siempre en fragmentos y destellos (como en Joyce) y propicia una caligrafía automáticamente mental: “(…) como quien anda con el corazón hecho polvo una gran culpa transformar las cenizas extinguir el nombre multiplicar el polen dejarlo en el aire en el intento por prescindir la palabra…” (pág. 6).
La emotividad del sentimiento genera un desborde musical y ético: detrás de la cantata hay un deseo de extender la bondad, la poesía y la libertad. Y poner, “todo mi amor reproduciéndose mil veces por segundo” (pág. 12)
Sin embargo, también se permite paisajes más existenciales: ¿Por qué escribir? / ¿Así de doloroso es cuando te crecen alas? / ¿Quién sino tuya? / ¿Cómo sino poseída por unamisma? (pág. 28). Así, el subtítulo del libro se comprende como una advertencia de las diversas técnicas literarias que aborda: prosa poética, poemas con versos reflejados y encadenados a los dos puntos (:); o poemas con forma de carta.

Sombra Celeste
Por otro lado, en Sombra Celeste (Comba, 2025) recorremos por un trabajo repleto de nocturnidad y creación. Ahora estamos frente a un poemario de breve aliento: las imágenes del desborde se contienen. La búsqueda similar: la luz y sombra de la individualidad. En ese sentido, se acerca a poetas como Pizarnik o Varela que se perfilan por una búsqueda intrapersonal. Además, se trata de un trabajo sistemático: todos los poemas llevan el rótulo de noches.
Es un escenario determinado: de la noche diecisiete a la noche veinticinco observamos la germinación de mirada particular. En medio de su búsqueda, se inclina por “la lluvia del aire teje desobediencia para zurcir eso/que tampoco entendemos/salvo la pasión qué entendemos salvo la pasión salvo la/pasión.” (pág. 18) Si para los poetas de la Edad Media la noche se situaba como síntoma de la libertad y el desparpajo, o para Novalis solo la noche era infinita, para la poeta es el espacio de liberar la enfermedad: el cuerpo y el síntoma. Entonces cada noche es un espejo, un medio (y médium) de permear las energías líricas. Y es esa pasión la que crea la posibilidad del andamiaje poético, donde los recuerdos y los suplicios se tornan poiesis: éste es el primer verso/donde serás carbón de tortura (pág. 20), porque, así como la poesía es reflejo, también se convierte en una hoguera donde el fuego (¿acaso el que buscaba en su primer poemario?) regresa como quehacer emancipador y significativo.
El fuego y la palabra liberan. Los que juegan con esas energías, hacen saltar las chispas de las palabras: así nace el fuego. Sin embargo, en la noche diecinueve se advierte: éste debe de ser / el suplicio contemporáneo (pág. 25). Reconocimiento, aceptación, tortura. Es decir, la afirmación de que el vacío —ese síntoma moderno (ese cisne negro) — se cristalice con su terror.
Pero, para no naufragar, el poetizar se transforma en ritual. Así, aparece, por ejemplo, la voz de la abuela, y entonces “(…) alumbra/ versos hambrientos” (pág. 48). Son esos versos, cargados de un lirismo velado, de sugerir antes que mostrar, los que manifiestan la creación de una mirada propia, es decir, una voz identificadora, o, como señala la poeta, un “morar unamisma”. Como un conflicto entre la danza del cuerpo y la expansión panteísta de la mente, oscilan los versos de Sombra Celeste.
¿De qué sombra hablamos entonces? De la sombra de la creación de una identidad a través de un oxímoron (sombra, como conflicto; celeste, como purificación) Esta sombra celeste es un telón a desplegar: ahí yace el corazón y su canto. Y esto genera una suerte de noche oscura del cuerpo, donde se intuye la pasión y la gracia, el desgarro de ser y estar. Es decir, se trata, como en Edipo Rey, de un descubrimiento de la identidad última: ahí la sombra, ahí lo celeste. ¿Y qué es ese lugar? Es el poema el lugar donde la poeta se hace materia de sí misma, conflicto y mutación.
Reflexión final
Finalmente, adentrándonos en la poesía arequipeña (donde podríamos encajar a Ximena, como también en la poesía escrita en el siglo XXI, en la poesía de menores de cuarenta años, etc) encuentro que su voz mantiene y explora el perfil subjetivo de las poetas sureñas (Medina Rondón, Román, entre otras) que buscan una redención interior en versos gráciles y amargos. Como en el ecuánime Alberto Hidalgo, la poesía brota del geiser del ser.
- Autor de más de 33 libros, profesor, columnista y dirige Café Barco, programa cultural.
Cultura
Julio Hevia: el psicoanalista que caminó la ciudad con alma de calle
Julio Hevia pensó al Perú, lo caminó, lo escuchó y lo acarició con palabras. Desde su mirada profunda nos enseñó que la calle es la verdadera escuela de sabiduría, y que la eternidad pertenece a quienes piensan con belleza y verdad.

Cómo no recordarlo. Cómo no pensar en ese andar ágil pero pausado, esa mirada escudriñadora de niño rebelde, ese verbo certero con el que diseccionaba la ciudad y sus habitantes. Este 20 de mayo, Julio Hevia Garrido-Lecca habría cumplido 72 años. Setenta y dos vueltas al sol que, de haber continuado, sin duda seguirían alumbrando con lucidez las veredas del pensamiento peruano. Pero un día gris, el 27 de junio de 2018, mientras permanecía internado en una clínica limeña, Julio partió. Y con él, una voz entrañable del psicoanálisis y de la reflexión crítica sobre el Perú urbano.
El velorio tuvo lugar en la iglesia Virgen de Fátima, en Miraflores. Allí acudieron sus alumnos, colegas, lectores y amigos. Algunos llevaban libros subrayados; otros, anécdotas en el bolsillo. Todos, sin excepción, llevaban dentro el eco de sus ideas lúcidas.
Julio era barranquino no solo por dirección postal, sino por identidad profunda. Su casona de estilo republicano, ubicada en una arteria tradicional del distrito, parecía brotar del mismo espíritu del barrio: bohemio, culto y resistente. Allí vivía con su familia. Y allí, además de libros y conversaciones, también florecía otra de sus pasiones: la pintura y el dibujo. Porque sí, Julio Hevia también dibujaba y pintaba durante años. Lo hacía con la misma intensidad con la que pensaba, con una línea vibrante que dialogaba con sus obsesiones teóricas. Años después de su partida, se organizó una muestra póstuma que reveló esa veta poco conocida, pero profundamente auténtica.

Aunque académico de formación, Julio fue, sobre todo, un observador. No del tipo que se oculta tras el vidrio de una biblioteca, sino el que recorre mercados, conversa con las caseras, con choferes, y escucha sin prejuicio. Fue una especie de sociólogo fáctico por vocación, y psicoanalista por convicción, pero por encima de todo, fue un amante de la polis: de sus lenguajes, tensiones, afectos y contradicciones.
Sus libros —“El limeño como estereotipo” (1988), “Pantallas, frecuencias y escenarios” (1994), “Lenguas y devenires en pugna” (2002) y “¡Habla, jugador!” (2008)— son, en el fondo, mapas del inconsciente colectivo limeño. Un archivo afectivo de nuestras maneras de ser, hablar, chonguear y sobrevivir.
Una conversación en Barranco
Un buen día, cuando yo editaba la sección de cultura de un diario local, decidí escribir sobre él y de sus filudos trabajos y publicaciones que siempre le median el pulso a la ciudad y a los habitantes de Perusalén. Y como buenos vecinos nos encontramos en el corazón de Barranco para dar rienda suelta a nuestra conversa, que primero empezó con rígidos enfoques metodológicos de academicismo y terminó con un lenguaje tan coloquial, en una charla chispeante, muy a lo “chocherita” como se decía antes, o a lo “brother”, como aún se sigue diciendo hasta hoy. La entrevista que le realicé en el mes patrio del 2015, la titulé: Julio Hevia: «Tener calle, ya es un valor positivo».
Aquella mañana, hablamos de Lennon, de Kubrick, del cine y de Freud. Saltamos de los barrios bravos del Llauca, la Rica Vicky y el Rímac, a la sabiduría “cayetana”.
Algo que siempre perdurará en el tiempo, es ese principio de la pedagogía fáctica, que nos predica: “Si quieres romper las reglas, primero apréndetelas”. Y entonces le pregunté: si tú fuiste un maestro de cátedras y le rendías tributo a la academia y a la metodología de la investigación, ¿cómo es que tienes tanta calle? Y con la frescura de quien nunca necesitó impostar sabiduría, Julio empezó a romper algunos sagrados mitos y agregó: “Los teóricos de gabinete no sirven de nada si no salen a la calle a contrastar sus epistemes”.

Las calles fueron su aula
Cuando le pregunté sobre su recorrido callejero, él recordó: “Yo siempre pisé la calle, porque tampoco me acomodaba por mi propio estilo al almidón académico, y ahí también experimenté anticuerpos. Yo he caminado mucho en la calle, y el primer libro que publiqué está hecho de experiencias que yo detecté en la calle”.
Fue entonces que le lancé la pregunta que había estado rondando mi mente… ¿si de niño alguna vez jugó la canga, matagente, y el trompo? su respuesta fue honesta: “Yo jugaba canicas. No era muy bueno, y me acuerdo que tenía un vecino que me andaba quebrando las canicas. También he sido pelotero de la calle toda la vida, y además aprendí que yo tenía que ser más rápido que el otro, porque yo no era muy grande”.
Su relato tenía la precisión de una escena de cine neorrealista: sudor, barro, y una pelota improvisada como centro de todo.
Julio Hevia era tan carismático y entrador, que tenía ese raro don de caer bien. Y aquel día me contó entre risas, que una vez subió a un taxi y empezó a hablar con el chofer. Al poco rato, el taxista detuvo el auto, lo miró y le dijo: —“Bájate”—. Sorprendido, Julio preguntó ¿por qué? —Porque yo te iba a cuadrar —le respondió el conductor—, pero me has caído bien. Así que bájate nomás—”.
Hoy, su voz sigue viva en sus textos, en sus otroras alumnos de la universidad de Lima que aún citan sus frases en sus vidas profesionales. En esa muestra pictórica que dejó como legado silencioso, y en esa casona de Barranco que aún parece esperarlo con la puerta entornada.
Julio Hevia no solo pensó al Perú. Lo escuchó, lo caminó, lo acarició con las palabras. Y desde ese lugar profundo —el de los que no se conforman con mirar desde la ventana—, nos enseñó que la calle no es solo un espacio geográfico, sino una gran escuela de sabiduría.
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