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Cultura

Andrea Cruzado, la poesía entre nómades y sedentarios

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En el siglo XVII el escritor Francois de La Rochefoucauld escribió que la gente no se enamoraría si nunca hubiera oído del amor. Posiblemente haya tenido razón. El amor es una ficción, un discurso fragmentado, una exageración, un malentendido que sirve para prolongar la especie (Schopenhauer). El amor nos enferma hasta convertirnos en seres marginales. El amor eterno debe estar prohibido.

Un elemento que está unido al amor es el erotismo, sea cual sea su tipo (transgresor, sagrado, etc.), ya que ambos nos conducen a lo opuesto de un comportamiento “civilizado”. Se emprende, entonces, una búsqueda hacia lo imprevisible, anhelando alcanzar un espacio sin represiones ni censuras.

Estos tópicos han sido utilizados por distintos autores en el transcurrir milenario de la poesía. Nuestro país no ha sido la excepción, mayormente en el caso de escritoras.  Algunos señalan que la vertiente erótica femenina dentro de nuestra tradición se inicia con María Emilia Cornejo en la década de los setentas. Yo, en su lugar, colocaría a César Moro con “La tortuga ecuestre” ya que el hablante lírico que se utiliza en esos poemas,  lo hace desde una postura totalmente femenina, teniendo en cuenta que a quién se dirige constantemente es a un personaje masculino llamado “Antonio. Incluso ciertas autoras que han utilizado el tópico del erotismo han reforzado esta idea, considerando a Moro como el gran precursor de esta corriente.

En el año 2015, la escritora laredina Andrea Cruzado publicó un poemario titulado “Materia” con la editorial  trujillana “Paloma ajena”. Tres años después, este mismo libro formaría parte (junto a “El animal es un acto”) de un proyecto mayor llamado “Museum”, publicado por el Fondo Editorial de la Municipalidad de Trujillo. Sobre Andrea se puede escribir muchas cosas, empezando por su prematura inclinación a la poesía y al desenfreno; de “Materia” también se puede hacer lo mismo, empezando porque los poemas que contienen el libro fueron escritos entre los quince y los dieciochos años. De mi amistad con Andrea también podría decir muchas cosas, desde los eventos poéticos que organizamos durante nuestra época universitaria, hasta las largas conversaciones de madrugada que teníamos con nuestros demás amigos en cualquier parque de la ciudad.

La poesía de Andrea tiene como punto de referencia a la vertiente erótica femenina que se consolidó en Lima durante las décadas de los setentas y ochentas. Tal es el caso de escritoras como, la ya mencionada, María Emilia Cornejo, Carmen Ollé, Rocío Silva Santisteban, Giovanna Pollarolo, Mariela Dreyfuss, entre otras.  Obviamente cada una de estas autoras tienen distintos estilos de escritura respecto al erotismo.

La oposición entre hembra-varón ha sido poetizada desde dos formas: la primera, desde una pasividad femenina, donde solo queda la escritura y la ficción como elemento de resguardo; y la segunda, desde una postura más confrontacional y subversiva. En esta última está la poesía de Carmen Ollé, en la otra la de María Emilia Cornejo. Inclusive el registro poético es distinto, Cornejo utiliza una forma confesional y espiritual, Ollé lo hace desde la transgresión, la experimentación y el salvajismo. Se ha dicho que la vertiente del erotismo femenino tiene como trasfondo reivindicar el papel de la mujer en la sociedad, mostrándola como un ser que también está destinada al goce, pasión y plenitud erótica.  Puede ser que así lo sea, pero desde mi perspectiva la poesía de Cornejo no logra un paradigma de la liberación femenina, pues en sus poemas se percibe que la voz lírica femenina está subordinada a una figura masculina. Se logra una reivindicación social, por el contexto, antes que literaria.

La poesía de Andrea Cruzada se sitúa en la vereda de María Emilia Cornejo, pues sus poemas van a reflejar un total condicionamiento de la voz femenina hacia la figura masculina, inclusive se utiliza la confesión como recurso poético.

Como ya lo he mencionado, el libro “Museum” está formado por dos poemarios: “Materia” y “El animal es un acto”.  Voy a argumentar lo mencionado respecto a la subordinación de la voz femenina, teniendo en cuenta los poemas que conforman “Materia”, para luego hacer un breve comentario acerca del otro poemario.

Para poder analizar los poemas, voy a tener en consideración las ideas que plantea el semiólogo Roland Barthes en su libro “Fragmentos de un discurso amoroso”. Aquí, el francés plantea que toda situación amorosa trae consigo un “discurso” de extrema soledad que existe por arrebatos de lenguaje, utilizado como tributo por el enamorado (a) para reconciliarse con el mundo.

Es natural que en toda relación amorosa encontramos a alguien que da más que el otro, entregándose irremediablemente al triste destino que le depara la vida. En el discurso amoroso que plantea Barthes, encontramos a dos sujetos:

  • El sujeto amoroso: vive en una irrealidad por culpa de la ilusión que ha tejido entorno al objeto amado. Es el que entrega sin escrúpulos por los tormentosos caminos del amor. Vive entre el júbilo, la angustia y el desamparo. Es un prisionero de sí mismo
  • El ser u objeto amado: centro de adoración y de entrega por parte del sujeto amoroso. Se le conoce también como “atopos”, porque es inclasificable e imprevisible. Es considerado como inocente de cualquier reacción o respuesta ocasionada por el otro sujeto, ya que desconoce el daño y mal que ocasiona.

Al no conseguir nombrar la singularidad de su deseo por el ser amado, el sujeto amoroso desemboca en esta palabra un poco tonta: ¡adorable!

No puedo clasificarlo puesto que es precisamente el único, la imagen singular que ha venido milagrosamente a responder a la especifidad de mi deseo.

Hay que tener en cuenta que la poesía y la literatura es un medio de salvación que utilizará el sujeto amoroso ante la violencia del amor y de la soledad.  Entre el sujeto amoroso y el objeto amado, se esparcen distintos tópicos que ayudarán a complementar la idea inicial por Barthes.

Estos elementos temáticos vamos a encontrar claramente en “Materia”. Andrea Cruzado utiliza distintos recursos que van abriendo el camino para la confrontación entre el sujeto y el objeto amado. El libro contiene diecinueve poemas donde ronda la figura del eros como un fantasma que engrandece la tristeza del sujeto amoroso.

El libro se abre con el poema “Sobre la limpieza”. Texto corto, simple y confesional, donde el elemento central es el sentimiento de culpabilidad respecto a una mala acción. Se puede deducir que está representada desde un plano sexual. Nos hace recordar a la “muchacha mala de la historia” de María Emilia Cornejo. El siguiente poema “Inocencia interrumpida” prosigue con este tópico de maldad y culpabilidad:

Debe ser difícil para mi padre/ escuchar a los vecinos/ tildarme de niña malvada/ debe ser difícil, aun así, mi padre/ puede tomarme de la mano/ y llevarme a misa todos los domingos/ …

En estos poemas aún no aparece consolidada la figura del objeto amado, pero igual hacen referencia a la pasividad femenina ante la figura masculina, en este caso se trataría de la paterna.

Esta subordinación seguirá en el transcurso de todo el poemario, cambiando la figura subordinante del padre por la del objeto amado, es el caso de “Sobre el olvido”:

Podré cambiar las sábanas de mi cama/ culpándome de puta/ podré vestirme frente al espejo/ mirando lo sucio de mi carne/ podré limpiar la mugre incrustada entre /mi almohada y mi boca/ golpeándome una y otra vez el pecho/ …

Es a partir del poema “Mujer arqueóloga”, que se va a utilizar de forma prolongada el recurso del erotismo, logrando una mayor subordinación del sujeto amoroso ante el objeto amado. Es curioso que en todos los poemas que conforman el libro, se utilice una locutora femenina en primera persona que dirige su discurso poético hacia un hombre. Esto marca una semejanza con las ideas propuestas por Barthes, ya que en su libro se utiliza la voz de sujeto amoroso para reflexionar acerca del objeto amado.

Barthes plantea que un tópico recurrente en el discurso amoroso es el de la ausencia. Entre los dos sujetos siempre existe la ausencia por parte del objeto amado (sea cual sea la causa), esto ocasiona una transformación en el pensamiento y la acción del sujeto amoroso. En algunos casos ocasiona hasta la locura.

En el poemario, este tópico está bien consolidado, ya que en casi todos los poemas siempre el objeto amado está ausente. Es el caso del poema “Caminante enamorada”

Camino despacio/ por los lugares/ que hemos recorrido/, pronunciando tu nombre en mi vientre/ bautizando a cada árbol/ otorgándole un nombre nuevo/ los beso/ y deseo/ que ningún perro/ se anime a mearlos/ despacito/ contándote una historia/ aunque no la escuches/ ….

En este poema el sujeto amoroso recurre a la ficción para apaciguar el desamparo en el cual se encuentra debido al abandono del objeto amado. Es más, se recurre a un utópico embarazo que el sujeto amoroso tanto anhela.

En “He mirado” se consolida la relación entre ausencia, sujeto amoroso y objeto amado.

El exilio de hombres salvajes/ en la frontera de mi pelvis/ de mujer con complejo de antílope/ y te he hablado del amor/ en setiembre/ mitómano/ ¿Por qué huyes cuando hablamos de amor?

Este último verso resulta muy pertinente para el análisis. Se menciona tres términos claves: exilio, salvaje, huyes.

Roland Barthes plantea lo siguiente desde el discurso del sujeto amoroso:

Es el otro quien parte, soy yo quien me quedo. El otro se encuentra en estado de perpetua partida, de viaje; es , por vocación, migratorio, huidizo; soy yo, yo que amo, por vocación inversa, sedentario, inmóvil, predispuesto, en espera, encogido en mi lugar, en sufrimiento, como un bulto en un rincón perdido de una estación.

Según el francés, el sujeto amoroso se ve representado en la figura del sedentario, y el objeto amado en la del nómade, ya que siempre anda en constantes desplazamientos. Además, el discurso de la ausencia lo pronuncia siempre una figura femenina

(…) la mujer es fiel (espera), el hombre es honrador (navega).

La mujer es quien le da distintas formas a la ausencia, elaborado una ficción de su propia historia, haciendo del amor una figura hiperbólica y exagerada. En otros poemas también se evidencia lo expuesto.

La figura del nómade, representado en la figura masculina también se deja entrever en “Un poema” que tiene la siguiente dedicatoria A mi chico futurista. Al inicio se colocan adjetivos que fortalecen la semejanza entre objeto amado – masculinidad-nomadismo:

Animal ciego /rutinario, rústico/ …/ tú eres el animal ciego/ que inventé con mis besos/ animal ciego/ escribe /escribe /escribe/ escríbeme un poema/ sobre tu viaje de exploración a los espacios/

El eros que utiliza Andrea Cruzado en el poemario entra a la clasificación de lo sagrado, ya que el cuerpo del objeto amado, es un completo objeto de deseo que no reduce solo a saciar lo carnal, sino que busca cierta espiritualidad, eliminando la cosificación del cuerpo.

Para Barthes, el abrazo es un gesto que cumple el sujeto amoroso con el sueño de una unión total con el objeto amado.

Abrazándote con estos/ dos brazos aunque no los sientas/ y otros más/ que se agregan en el acto/ …

Siento que he desayunado 48 horas antes/ que me pesan los párpados/ tanto o más/ que estas ganas de abrazarte/ tengo adormecida la boca/ y el cuerpo fracturado/ …

Otro tópico que considera Barthes es el de la catástrofe, que consiste en una destrucción de sí misma en un acto de desesperación. Esta se puede dividir en lenta y violenta.

En el poemario se percibe que el sujeto amoroso recurre a una lenta desesperación y destrucción de sí misma, ya que encontramos cierta resignación:

Voltear a mirar el espacio roto/ ubicado a mi lado derecho/ sin extrañarte/ y llorar de angustia/ porque la soledad/ ya no me ha dado miedo/ porque la soledad se ha atrevido a acompañarme/ en esta procesión. (Del poema Sobre el olvido)

Mirar los abismos de la locura/ y fundirme en tres segundos/ de cobardía/ pintar los espejos/ …

Hay algunos fragmentos que se recurre a la descomposición de lo corporal, pero utilizando un tono sensible y muy pasivo:

Toma esta lata/ llena de carne/ fría y estropeada/ ponle una etiqueta nueva/ cámbiale la fecha de vencimiento/ no dejes que se pudra/ t/r/a/z/a/ una línea/ … (del poema “Conserva”)

A veces siento/ la exagerada necesidad/ de verter mi cuerpo/ sobre la sopa/ des/com/po/ner/me/ en ella si es posible/ …

La forma de violentarse a sí mismo está unida al tópico de la ascesis (otro tópico propuesto por Barthes). El sujeto amoroso se siente culpable con respecto al ser amado, para ello recurre a sorprenderlo representando un total infortunio y autocastigo, por medio del erotismo y del encuentro sexual:

Dejo que aprieten vibrosos en mí/ en mis diecinueve costras arrancables/ en los diecinueves comisuras/ que surcaron silvestres/ tus ramas en mi boca/ dejo que aprieten vibrosos en mí/ (…)/ a tus raíces/ crece despiadado en mí/ en mi piel cicatrizada.  (del poema “Silvestre”)

Como ya lo he mencionado anteriormente, aquí también se puede visualizar una total subordinación de la figura femenina (sujeto amoroso) ante la figura masculina (objeto amado).

Aprovecha mis sectores/ analfabetos, faltos de razón/ siémbrate en mí/ juro nadie vendrá a cosechar/ en este terreno. (Del poema “Mujer fértil”)

En todo el poemario se utilizan otros tópicos, como es el caso de la masturbación, el conflicto familiar, los vicios, la reinvención del amor, etc. Andrea Cruzado ha elaborado su propio discurso amoroso lleno de conflictos, culpas, tristezas, aventuras, pero sobre todo, de amor.

Los dos últimos poemas establecen un puente con el otro poemario “El animal es un acto”, donde se va a explorar la figura de la maternidad, y que servirá como análisis para otro texto. El poemario consta de dieciocho poemas donde se va a poetizar desde el alumbramiento hasta el crecimiento del hijo. Todo en una atmósfera de alegres y dolorosos descubrimientos, de soledad y compañía, de muerte y de renacimiento. 

Con “Materia”, Andrea Cruzado prosigue una tradición ya establecida por escritoras de generaciones anteriores. Esto tiene sus ventajas y desventajas. Esperemos que el poemario represente una etapa cerrada de su inclinación hacia la vertiente de lo érotico, lo cual le permita explorar otros espacios que demuestren el gran talento que tiene, y así pueda alcanzar una madurez poética que le haría muy bien a la literatura trujillana y también a la nacional (¿por qué no?). Aún tiene mucho por vivir, corregir y escribir. Esperemos que no sea una más de esas voces que se diluyen en el tormentoso camino de la poesía. Estoy seguro de que no, valentía le sobra, eso lo sabemos todos, en especial sus amigos.

Ojalá este pequeño, pero significativo análisis de su poemario “Materia” sirva en algo para que pueda tener mayor difusión de la que ya tiene.  

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Joe Guzmán Rodríguez. (Trujillo, 1991) Docente. Estudió la carrera de Educación Secundaria, en la mención de Lengua y Literatura, en la Universidad Nacional de Trujillo. Autor de El devenir de lo incierto (Paloma Ajena Editores, 2014). Segundo (2010) y primer (2012) puesto en los Juegos Florales Interuniversitarios de la Universidad Nacional de Trujillo; segundo puesto en el Concurso Nacional de Relato Corto “A toda página” de El Cultural (2012); y menciones honrosas en el Concurso Nacional de Poesía (2016) organizado por la Feria Internacional del Libro de Trujillo, el II Concurso Nacional de Poesía Huauco de Oro (2017) y el XVII Concurso Nacional Juvenil de Cuento “Germán Patrón Candela” (2017)

Cultura

IX Festival Nacional “Pianistas del futuro”

No te pierdas el festival que se realizará en Trujillo.

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Este importante Festival se vienen consolidado en un evento importante a nivel nacional, agrupando a entidades educativas de piano del Perú, donde niños y adolescentes, demuestran sus habilidades musicales a través de la interpretación de obras de grandes compositores: Mozart, Beethoven, Rachmaninov, Schubert, Liszt, Schumann, entre otros, reflejándose el trabajo en equipo que realizan pianistas, maestros y padres de familia.

Este festival brinda a los pianistas una experiencia de aprendizaje, enseñándoles sobre la preparación para una competencia, donde se enfrentan a un público y un gran jurado, además de una valiosa autosuperación la cual les permite a muchos pianistas llevarse a casa premios, para lograr esto implica muchas horas de práctica para dominar cada aspecto de las piezas musicales, asimismo les ayuda a crecer como músicos aprendiendo de sus errores, fallas, les ayuda a identificar problemas, trazarse metas y crecer de sus experiencias, los ganadores de este festival vienen participando en concursos internacionales y ganando interesantes premios.

Pueden participar de este Festival: niños y adolescente del Perú de 6 hasta los 17 años de edad, categoría A, B, C y D. Etapas: inscripciones hasta el 09 de junio Preselección-virtual y las etapas presenciales Semifinal y Final, el viernes 13 y sábado 14 de septiembre 2024, en el Teatro Municipal de Trujillo.

PREMIOS: Primeros Puestos:  Categoría, A: S/ 1,500.00, B: S/ 1,500.00, C: S/ 2,500.00 y D: S/ 4,000.00. Medallas, diplomas y 02 conciertos como solistascon dos orquestas sinfónicas en Trujillo y Lima.

Segundos Puestos:  A: S/ 800.00, B: S/ 800.00, C: S/ 1,000.00 y D: S/ 1,500.00. Medalla y diploma.

Terceros Puestos, categorías A, B, C y D: S/ 400.00, medalla y diploma.

PREMIO EXTRAORDINARIO: Premio “mejor interpretación de la música peruana”: S/ 500.00 soles, para categoría: B, C, D. Medalla y diploma y 02 conciertos como solistascon dos orquestas sinfónicas en Trujillo y Lima.

Mantener la continuidad por 10 años consecutivos de este proyecto musical ha sido difícil, pero se logra gracias al importante apoyo de la Municipalidad Provincial de Trujillo y personalidades amantes del arte: Aarón Miranda, Nina Pinillos, Piedad Aramburú, Enrique Goytizolo, Vicente Bustamante, Lura Mannucci, la Asociación Pro Música, Hotel Paraíso y Hotel Colonial, realmente estos apoyos son un ejemplo de colaboración pública y privada.  Así expresó la presidente de CEPROCUT Sra. Maruja Alemán.

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Cultura

Percy Murguía: acordes a la luz de una vela

Lee la columna de Hélard Fuentes Pastor

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Por Hélard Fuentes Pastor

Percy Murguía creció en un entorno familiar de mucha música, donde las reuniones se realizaban en medio de cantos y sus tíos las engrandecieron tocando una guitarra. Él, aún pequeño, los vio y no solo los admiró, también quiso imitarlos, darle continuidad a esa destreza con que sostenían el cuerpo y rasgaban las cuerdas de dicho instrumento, sin imaginar que sería el guitarrista más notable de su hogar.

― Mi papá y mamá no practicaban música, pero mis tíos sí tocaban. Mirándolos aprendí a los trece años ―comentó con entusiasmo el músico peruano que, además, recuerda haber estudiado apenas con la iluminación de una vela.

Aquellos tíos fueron Justo Murguía y Walter Escarza Murguía, quienes lamentablemente fallecieron. Ambos se volvieron su principal referente, dada la cercanía que tenían con su padre, Percy; no obstante, también los parientes de su madre, Gloria Huillca ―quien es natural de Tinta― tocaban música, pero él no los llegó a conocer en ese momento debido a la distancia geográfica entre Arequipa y Cusco.

― De mi abuelo de línea paterna decían que tocaba música, pero yo nunca lo vi y de parte de mi mamá, tampoco vi tocas a mis abuelos ―recordó Percy―. El instrumento que predominó en mi familia fue la guitarra y en otros la mandolina. 

La educación media fue esencial en su quehacer artístico, pues en el colegio N° 40381 organizaban veladas culturales, allí sus compañeros bailaban y él tocaba la guitarra, a veces junto a sus tíos y otros profesores. Aquellas presentaciones tenían una dinámica particular, no solo participaban en el distrito de Caylloma, donde nació, también visitaban pueblos aledaños: Orcopampa, Andahua, la Mina Bateas, Espinar, por mencionar algunos. Esas salidas se realizaron cuando ya estaba en quinto año de secundaria, con la finalidad de recolectar fondos para su promoción.

― Íbamos como una caravana artística, la Mina nos ponía el carro y nosotros cobramos entrada para recolectar fondos.

Esas veladas solían realizarse por la noche y generalmente en los últimos años de estudio. Unos cantaban, otros bailaban, recitaban poemas, en una dinámica sencilla y plenamente artística, pues no se bebía licor. Hoy en día, aquellas experiencias pasaron al recuerdo, pero en su memoria permanecen intactas como la enseñanza de sus maestros.

― Tuve como profesor de matemáticas a Jorge Concha Flores, quien era chuquibambino y tocaba guitarra. Él organizaba al grupo y nos llevaba. Pero todos los profesores colaboraron, los que sabían danza, etcétera. Tengo la dicha de encontrarme con mis maestros de primaria y de secundaria. Estoy en permanente comunicación con ellos. Siempre me dieron su apoyo.

Entonces, supo que la guitarra lo acompañaría el resto de su vida, pese a que a lo largo de su desarrollo musical llegó a utilizar como complemento la mandolina o el charango. El momento clave para ese profesionalismo fue el tránsito del colegio a los estudios universitarios, en los años 80.

― Cuando estaba estudiando todo iba bien, pero al terminar la secundaria, salí becado. Mi papá trabajaba en la mina, por lo que tenía una relación con los ingenieros y me dijo tú tienes que estudiar ingeniería. Vine a Arequipa a seguir mecánica eléctrica. Soy bachiller y me sentí obligado a elegir esa carrera.

Felizmente, cuando cursaba tercer año, se enteró de la existencia de la Escuela de Música en la Universidad de San Agustín. Es curioso, porque se integró a la estudiantina, donde conoció a un profesor que le dijo: «si tú eres bueno, por qué no estudias música». Se trataba del catedrático Óscar Bueno Ramírez. Y sin que sepan sus papás decidió postular e ingresó a dicha carrera profesional. Naturalmente, al enterarse, lo tomaron a mal, pensaron que Percy iba a dejar la ingeniería y hasta le llegaron a limitar el respaldo económico que recibió en los primeros años de su formación.

― Vivía con unos tíos y ellos le contaron a mis padres que estaba más con la guitarra que con los otros estudios ―contó su anécdota―. Ahora mis papás se sienten orgullosos y recién se dan cuenta de cuánto valía también la música, la cual es una profesión. 

En esta etapa ratificó su gusto por la música peruana, independientemente de que en los cinco años de formación universitaria, le inculcaron el género clásico; incluso, sostuvo que antes no había partituras de temas peruanos y la mayor dificultad fue adaptarse a cosas nuevas para él, a una técnica diferente hasta en el modo de tocar la guitarra.

― La técnica clásica que he aprendido en la universidad, ahora la he volcado a la música popular y es lo que me está dando éxito.

Percy tiene muy buenos recuerdos de su etapa juvenil. Aprendió mucho en manos de profesores como: Alejandro Dávila, Roxana Vento, Sócrates Díaz, entre otros; por supuesto, recibió mayor influencia del doctor Dávila, que siempre lo acompañó en su desarrollo profesional. Recuerda con cariño a la gente de la Tuna, donde conoció a Leoncio Barrenechea, cuando la integró los dos últimos años de estudios, y, en la estudiantina, a don Alberto Peña Rodas; allí participó más tiempo. Entonces, era rector Rolando Cornejo Cuervo, quien apoyó a los músicos:

― Me exoneró la matrícula, el comedor, todo gratis, con la condición de que toque en la tuna y la estudiantina. Participé en las actividades de la universidad.

― ¿Es difícil ser artista? ―pregunté.

― Es difícil porque muchas veces la gente te margina. No saben de qué estás hecho. Lo que llevas dentro ―respondió.

Percy ―que a la fecha tiene catorce discos y ha recorrido varias ciudades a nivel nacional y mundial― comentó que la música requiere disciplina, práctica constante, apertura. No hay día que deje de ensayar. Luego, poco a poco, alcanzó importantes logros, ganando la admiración de sus contemporáneos y rindiendo homenaje a quienes constituyeron un paradigma en su vida, como el maestro Raúl García Zárate, Pepe Torres, Manuelcha Prado, John Williams, Cholo Berrocal, José y Víctor Dávalos, entre otros.

― Cuando di mi primer concierto en Lima, Raúl García ya me había dado clases y asistió a mi presentación, no lo noté hasta que ingresó al camerino. Ha sido una gran alegría tener a un maestro, considerado el padre de la guitarra andina. Él nunca quería ir en taxi, siempre en bus y jamás dejó de hablar quechua.

― Hablando de estos temas, de la dimensión musical ―interrumpí―. Para ti, ¿qué define a la música arequipeña?

― El estilo del vals arequipeño, por ejemplo, no es bailable, es un vals romántico diferente al limeño. Un «Al pie del Misti» no lo puedes bailar; es netamente de salón, para escuchar. 

― ¿La música arequipeña es nostálgica?

― La nostalgia viene de la serranía. Yo he vivido eso y lo transmites.

El artista arequipeño ha llevado la esencia de su tierra a diferentes países. Ha recorrido Sudamérica, México, África, pero su mayor logro no está en los viajes, sino en academizar la música cayllomina con orquesta sinfónica, es decir, otorgarle un nivel académico. Esa propuesta se piensa difundir este año en Bolivia y Argentina.

― ¿Hasta qué punto podemos preservar los ritmos originales de nuestra música peruana? ―cuestioné recordando el debate en torno a la gran Yma Sumac.

― Yo también soy crítico como José María Arguedas, estoy en contra de que cambie la originalidad. Lo que trato de difundir es tal y como está; mantengo la autenticidad.

― ¿Y es permisible realizar algún cambio?

― Cuando es necesario, sí. Por ejemplo, si se orquesta alguna música popular es ideal realizar la introducción porque si no son muy monótonas. Se repite, se repite, se repite, por eso hay que estructurarlo un poco para que sea audible y no canse al público.

Finalmente, dialogamos sobre el aporte de la música local a la construcción de una identidad nacional y las reflexiones que Percy Murguía nos brindó, resultan, por demás, interesantes:

― Es un aporte porque la música arequipeña posee una identidad propia. Arequipa, inclusive, es la única región del Perú que tiene seis géneros musicales. No hay en Lima, pues solo está su marinera limeña, polca, vals criollo y su huayno. Puno dos: su marinera puneña y su huayno pandillero. Cusco similar. Mientras que Arequipa: vals y marinera arequipeña, pampeña, yaraví, huayno chuquibambino, cotahuasino, etc.; y en el Colca, la huayllacha, que estamos proponiendo como Patrimonio Cultural.

― La riqueza no solo es gastronómica, arquitectónica, si no musical ―reflexioné despidiéndome de aquel artista que conserva el espíritu de un niño, admirando a García Zárate, a Los Errantes; y que, de conocer a estas importantes figuras, de haber sido cargador de guitarra, pasó a compartir escenario con cada uno de ellos.

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Cultura

Los devaneos del poder y las ilusiones perdidas

Una entrevista realizada por Carlos Rivera

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Manuel A. Gago Medina (Huancayo, 1958) es un ingeniero   mecánico de la UNCP (Universidad Nacional del Centro del Perú) quien dice que sus únicas lecciones de lenguaje y literatura las obtuvo en el Colegio Salesiano con sus recordados profesores Jorge Nicho y Teófilo Acuña. Se mueve como pez en el agua pergeñando columnas de opinión en un conocido portal y dos diarios importantes.  Cayó seducido por una historia que lo llevó a escribir una potente novela política que nos conduce por vericuetos insospechados colmados de imágenes sugerentes y un placentero “clima narrativo” como diría el escritor y abogado Raúl Mendoza Cánepa. Aquí una pequeña entrevista:

¿Cómo nace el proyecto de tu novela El locutor tartamudo?

Hace 6 o 7 años colaboraba con una joven estudiante de ciencias de la comunicación. Fungía de extra en sus cortometrajes. Una tarde, después de filmar escenas en los arenales de la playa Santa María se me ocurre decirle por qué no hacia un corto de humor negro, sarcástico sobre la época terrorista, porque todo lo visto eran melodramas gastados. Andrea, mi amiga, me dijo haz el guion. Según yo, comencé a hacerlo. No era guion, pero con todo lo escrito y los continuos cambios, surgió la novela. 

¿Cuánto de testimonio personal podemos encontrar en tu obra?

Desde cuarto de secundaria estuve vinculado a la radiodifusión, e incluso fui parte de un noticiero matutino. Estaba enterado de lo acontecido. Por mi relación con la radio pude conocer todo tipo de personas. Algunos de ellos personificados en mi novela.

¿Qué hace un ingeniero en los fueros literarios?

Mi padre indujo a sus hijos a la lectura. Cuando era niño escuchaba cuentos infantiles en la radio. Aprendidos de memoria, los contaba a mis compañeros de clase. Asimismo, el profesor me hacía leer al frente del aula las composiciones, las tareas asignadas después de las vacaciones. Me gustaba mucho ser parte de los periódicos escolares publicados en murales. Cuando estuve en Madrid, mis compañeros de clase eran leídos. Y tenía que estar a tono. Para mi buena suerte, los hijos de un amigo, a escondidas me prestaban libros. Allí tuve tiempo suficiente para leer con sosiego.    

¿Qué autores influyen en tu novela o de tus proyectos literarios futuros?

Me gustan los autores historiadores (Ken Follet, Umberto Eco). Prefiero la lectura limpia. Soy de los que creen que no es necesario el uso y abuso de cierto lenguaje para resaltar una idea.

¿Qué significa para ti la política peruana?

La política, tal como se la pueda entender, no existe. Los intentos de Haya de la Torre de crear espacios para forjar líderes con conocimiento y valores, es una utopía. La política peruana es sinónimo de compadrazgos, amiguetes, aprovechadores, bases interesadas en proteger y lograr privilegios. Los políticos peruanos, con escasas excepciones, exhiben guapuras propias de esta sociedad de medio peso.   

¿Cuánto influyó tu papel de periodista o articulista en tu obra?

Bastante. Soy autodidacta en progreso. Hace más de 20 años, Willy Pinto Gamboa, profesor de la universidad San Marcos, corregía mis artículos frente a mí y tenía la paciencia de mostrarme mis errores. Fue muy generoso conmigo. Con Víctor Andrés Ponce, director de El Montonero, aprendí cuán rigurosos deben ser los editoriales y las columnas. Con ese conocimiento elaboré mi novela, muchas veces corregida y replanteada.    

¿Consideras que tu obra aborda las miserias del poder y la violencia política en el Perú de los últimos 50 años?

La docencia está presente en mi novela. Cuando escucho a lectores y escritores decir que no les agradan los textos que pretenden enseñar o guiar, les digo que es todo lo contrario. En El locutor tartamudo se aborda sin tapujos las miserias humanas, del poder y de la mala política peruana. Cuando trabajaba en radio aprendí que su principal función es entretener, educar e informar. Esa esencia fue trasladada a mi libro.      

¿Más allá de la ficción ves un mejor futuro en la política peruana?

Claro que no. Siempre pregunto en mis publicaciones qué cambia para bien en la sociedad para que cambie la política y el manejo del Estado. Y la respuesta es obvia: Nada. Los electores eligen mal, ganados por sus pasiones, por odios.  Además, con la anemia presente en el 50% de los niños, nos espera una sociedad cada vez sin desarrollo cognitivo suficiente para mejorar.  

¿Fuiste en algún momento fiel militante de alguna utopía política?

No he sido militante porque no recuerdo haber firmado padrones de militantes. Si he sido activista aprista en la universidad. Abandoné esa posición poco antes de acabar mis estudios. Volví al activismo después del 2000, cuando la persecución toledista se hacía descarnada y el fujimorismo se desbandaba. Como se cuenta sobre las catacumbas apristas me uní a un microscópico grupo clandestino. Desde entonces, hacemos esfuerzos por valorar todo lo logrado en los noventas. Después, ese microscópico grupo creció y volvieron los pesos pesados y oportunistas, y es cuando vuelvo a abandonar el activismo. Trato de ser ahora fiel militante de la letra y la palabra bien escrita y dicha, amparada en los hechos y no en las interpretaciones antojadizas.      

¿Qué mensajes nos puedes compartir para la juventud desde la lectura de tu novela?

Pocos jóvenes leen. Vender o regalar un libro no significa que será leído. Me apena cuando comparto con ellos y veo su escasa preparación en cuestiones políticas y sociales. Peor aun cuando los sonsonetes son repetidos como santas palabras. Es el resultado de la nula docencia social y política, la tarea de los partidos. Quisiera que esa “generación de cristal”, en un momento de iluminación, vea con buenos ojos mi novela. 

¿A qué personaje histórico admiras?

A Jesús, siendo el hijo de Dios y hecho hombre, es un personaje histórico único.

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Cultura

Martha Galdos, una voz en el espacio interior

Una entrevista realizada por Rodolfo Ybarra

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Martha Galdos es una cantante peruana de jazz y World music que vive y triunfa en Sao Paolo-Brasil. Ha trabajado con el artista portugués Luis Represas y el guitarrista de Amy Winehouse: Robin Banerjee; así como con el percusionista de Chick Corea y Esperanza Spalding: Richie Barshay. En 2016 representó al Perú en el Panamá Jazz Festival. Su canto se caracteriza por una voz melodiosa con matices agudos y un dominio escénico performático e hipnótico. Además de pertenecer a una familia de artistas, el pintor Enrique Galdos Rivas y la también cantante Blanca Galdos. Aprovechamos su presencia en Lima para hacerle esta entrevista sobre su canto y el trabajo de la voz.

-Cuéntanos, por favor, cómo ha sido tu evolución desde tu primer álbum Respiraré.

Respiraré representa la primera bocanada de aire como una creadora además de intérprete. Desde ya poder apropiarse de un tema, entenderlo y sentirlo es un desafío. Contamos en la historia con grandes intérpretes cuya versión de una música quedó para la posteridad. En mi caso fue atreverme a realizar arreglos musicales muy distintos a los originales. Para dar un ejemplo, un vals criollo en portugués (“Inocente amor” se la canté por teléfono a la propia Alicia Maguiña, que recibió bien la propuesta), un samba-jazz en festejo-jazz, entre otros. Hasta ahí hablamos de género o estilo musical. Siempre me llamaron la atención los arreglos complejos con ciertos desafíos vocales y las voces “trabalenguísticas”. Desde entonces, mi exploración personal fue hacia el lugar de la composición y la necesidad de expresar mi esencia desde la autenticidad, incluyendo la poesía.

-¿Cómo te ha ido con Aya T’ica?

Aya T’ica (flor ancestral o flor sabia en quechua) es una canción contemporánea latinoamericana con un significado universal: abrazar la vida, sentir la pulsión de ella. En esa búsqueda de una sonoridad propia, surgió un concurso por el Bicentenario de Chabuca Granda y decidimos participar. Entonces, al compartir algunos ingredientes como el landó, o el merengue venezolano (no es el dominicano, es un ritmo pegajoso pero diferente), Dante Ozzetti creó una música que evoca ancestro con un motivo constante en el bajo y percusión, una especie de shamanismo distintivo, y llamó a un letrista amazónico Joõazinho Gomes. Él encontró esa asociación entre el nacimiento del Rio Amazonas y Chabuca, ambos en Los Andes Peruanos, lo cual va trayendo una poesía epopéyica que asocia al Rio de Rios con la lágrima del Creador. Mi versión en español alimenta con otros términos como Altomisayuq o “sacerdote andino”. Lo que en portugués se denomina “Pajé”. La canción consta de tres partes y parece que hablará de los siete días de la creación y termina con la estrella de Belén. Las personas me preguntan “qué ritmo es” y me encanta no tener la respuesta.

El videoclip es otro viaje aparte (literalmente). Grabado con Iphone, una parte en el lecho de un río amazónico en Brasil durante la pandemia, con escenas de la Amazonía peruana y una parte en São Paulo, donde todo comenzó y desde donde evoco esa conexión con la naturaleza de la cual somos parte.

-El trabajo de la voz cantada implica un entrenamiento especial, cómo así también haces doblajes, imitaciones y hasta stand comedys. Esto es un don o es trabajo programático y esforzado.

Desde niña siempre tuve curiosidad y condición natural para imitar. En ese sentido podríamos señalarlo como un don. Ello me llevó a entender con el tiempo que es una facilidad para la profesión de locución y doblaje. Nunca he sabido contar chistes ni ser rápida para responder o ser sarcástica. Pero puedo imitar con facilidad una cantante, o contar un diálogo e imitar los gestos, voz e incluso asuntos que tocarían las personas que imito. Ahora soy clown en formación y sigo llevando cursos para poder estructurar mejor mis puestas en escena como stand up comedy. Son varios recursos, pero me gusta contar con una dramaturgia y un laboratorio para poder pulir y maximizar esas capacidades. De todos modos, este “don” me acompaña en mis shows, en mis trabajos y vida cotidiana.

-Este 18 de mayo te presentarás otra vez en Lima con el proyecto que has denominado “Volviendo”, cuéntanos al respecto. ¿Dejarás São Paulo para vivir en Lima?

Volviendo está en gerundio, porque volver a un país, a un lugar, toma un tiempo. Si bien regreso a mi tierra de nacimiento, fueron cinco años ininterrumpidos en Brasil. Siento que nunca dejaré de ser de alguna forma brasileña en parte. Al mismo tiempo nunca me sentí una peruana típica. Me siento del mundo, y creo que, dentro de nuestro propio país, que tiene pocos siglos de formado, hay varias nacionalidades, y me gustaría permearme más de ellas. Soy practicante de la “interculturalidad”. He decidido sí, que mi base sea Lima por ahora, sin que eso sea limitante para en un futuro poder trabajar algunas temporadas en otras latitudes. Los medios de comunicación actuales y la internet nos permiten ahora esa conectividad también.

“Volviendo” será una tertulia musical que tendrá dos partes, la primera con canciones escogidas vinculadas a mis viajes y exploraciones y una segunda donde compartiré composiciones, y con historias personales entre tanto y tanto. Les invito a mi universo ecléctico y a poder abrazarnos todos con la voz y las melodías que vendrán.

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Cultura

Eloy Jáuregui en su lugar

Eloy hizo del Queirolo su segundo hogar. Allí prácticamente habitó desde los años 70 con sus amigos poetas de HZ, según me lo recordó Oscar Queirolo. Allí yo solía encontrarlo, las veces que nos citábamos, en los últimos 20 años.

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Por: Edwin Sarmiento.

La fotografía de casi un metro de alto, de nuestro amigo Eloy Jáuregui, ya reposa en el lugar exacto que él quiso estar, en el Queirolo de sus amores, ubicado en la esquina de Quilca con Camaná, en el Cercado de Lima. Con el entusiasta auspicio de Oscar Queirolo, propietario del legendario restaurante-bar y la presencia de poetas del movimiento Hora Zero y de los miembros de la Tertulia del Chivo Castillo, fue develada la fotografía, por los periodistas Domingo Tamariz y Edwin Sarmiento. El rostro del poeta y prolífico cronista de impecable estilo había sido cubierto por una manta ayacuchana como expresión cultural de todas las sangres, como apuntó el poeta de HZ, Fernando Obregón. La ceremonia fue sencilla, pero de mucha calidez humana. Fue a la hora en que el lugar empezaba a poblarse por los comensales habituales del centro de Lima. Tamariz y Sarmiento recordaron pasajes de vida compartidos con el poeta, escritor, y cronista fecundo, compartidos a lo largo de casi medio siglo de trabajo periodístico, en distintas redacciones de la capital. Eloy fue un cronista muy querido por sus amigos, pero también visto con recelo por los envidiosos que no faltan. Él solía disfrutar, sin embargo, de unos y de otros. Para pintar al personaje que nos dejó los primeros días de enero del 2024, comparto las palabras de un amigo común, del poeta Miguel Silvestre, quien lo recuerda así:

En la redacción, en los almuerzos, en las enajenadas noches de bohemia dura, Eloy mostraba vereda y piso recorridos, lecturas y gusto omnívoro por la cultura. Leía de todo (su padre Néstor tenía un kiosco de libros en el Parque Universitario, y su mamá Juana lo alimentó con música criolla y tropical); lo oí en múltiples ocasiones hablar de Guillermo Cabrera Infante, José Lezama Lima y lo barroco; lo mismo que de Gabriel García Márquez, José María Arguedas, el Inca Garcilaso de la Vega o Guamán Poma de Ayala. Y en algunas ocasiones en los bares, en medio de los transportes y elevaciones de las bebidas, recordaba a César Vallejo de Intensidad y Altura en Poemas Humanos y decía: “Quiero escribir, pero me sale espuma, (…)/Quiero escribir, pero me siento puma; (…)”. Y seguíamos chupando. Amaba la música criolla, la música cubana, la música andina. Era un cultor de la salsa dura, el bolero, las diferentes vertientes de la mencionada raíz cubana.

Tenía su saoco para bailar. Paso chiquito, con elegancia, como se hace en la salsa de verdad. Y también le daba al canto. En medio de las conversaciones, hilando con el tema, metía a veces un bolero, un vals o un son, o un tema de Benny Moré. En los 80, después del cierre de edición, podíamos estar en el Pilsen de Jesús María, pasar a Las Pancitas de Quilca, el Queirolo del centro, la Máquina del Sabor de La Herradura, y terminar en la esquina de Abancay con Grau, en un restaurante con ventanales inmensos donde había unos lomos al jugo y unas chitas al vapor inconmensurables. Y harta chela. En ese momento, podían dar las 7 de la mañana. Y a las 9 a. m. o clock todos ya estábamos listos (y duchados) para un día más en la redacción. Siempre la música ha acompañado a Eloy Jáuregui. La Sonora Matancera, Benny Moré, Olga Guillot, Los Embajadores Criollos, Los Shapis, Chacalón, La Flor Pucarina, la Fania, Willie Rosario, Ray Barreto, Ángel Canales, Héctor Lavoe, Rubén Blades, Justo Betancourt, Irakere, Van Van. Manolito Simonet, Isaac Delgado, y un larguísimo etcétera.

Eloy hizo del Queirolo su segundo hogar. Allí prácticamente habitó desde los años 70 con sus amigos poetas de HZ, según me lo recordó Oscar Queirolo. Allí yo solía encontrarlo, las veces que nos citábamos, en los últimos 20 años. Ni los niños pirañas que atacaban en mancha por la calle Quilca y aledaños en los años 80, ni los apagones de todas las noches que los terroristas ocasionaban en Lima, ni la ausencia de sus amigos poetas, músicos, artistas y periodistas que fueron dejando el Queirolo en esos años aciagos, hicieron que Eloy dejara de ir a este lugar que para él representaba la vida misma. Por esos años su amistad con Oscar Queirolo creció y se robusteció, tanto que cuando el poeta cayó postrado, al borde de la muerte, atacado por el Covid-19, Oscar le llevaba a su casa un buen sancochado, para que su debilitado cuerpo se recupere, según me decía Eloy. Para recrear la relación de Eloy con el Queirolo de Quilca con Camaná, voy a compartir pasajes de una crónica escrita con la belleza y frescura que da la edad de un grupo de estudiantes del Quinto Ciclo de periodismo de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas:

El movimiento artístico que reunía poetas, músicos, narradores y demás integrantes de Hora Zero tenían dos hogares: la vivienda de cada uno y el Queirolo. Era su paradero ideal. Óscar Queirolo, el actual propietario del restaurante-bar junto con sus hermanos, jamás los olvidará. Eran chicos de 20 años, muchos de origen provinciano, que iban todos los días al bar, con o sin dinero; pero siempre terminaban con un cuba libre y otros piqueos en su mesa. ¿Recitaban en público? Casi nunca. Siempre a un miembro de Hora Zero le tocaba invitar. Eloy Jáuregui, Miguel Burga, Carlos Ostolaza, Jorge Pimentel, Tulio Mora y muchos otros artistas llegaban al bar al mediodía y tras acalorados debates de política, poesía, películas y libros se retiraban antes de la puesta del sol. Óscar y Eloy recuerdan que en el bar no se escribía; en el bar se debatía.

La familia Queirolo, dueña del bar, tiene raíces en Génova, Italia. En 1920, se abrió el local con el nombre La Florida. Recién en 1958, con el padre de Óscar como dueño, se cambió al nombre actual: Bodega Queirolo. Desde ese entonces, se ha puesto mayor énfasis en la venta de tragos y comidas para dejar completamente de lado los abarrotes. Ahora, Óscar y sus hermanos son los propietarios. El Queirolo es un templo de la sabiduría, no del alcohol. «En los bares de Lima de mediados del siglo XX uno conversaba, codo a codo, con grandes intelectuales de la época como Pablo Macera, Luis Lumbreras, Martín Adán y Raúl Porras Barrenechea, y así uno se formaba una concepción del país», dice Eloy Jáuregui. El cronista tuvo dos escuelas en la década de los 70: la Universidad Mayor de San Marcos y el bar Queirolo. Del primero no se acuerda nada; del segundo, casi todo. Los poetas de Hora Zero aprendieron de literatura, arte y política en un bar que no te hacía perder la conciencia.

En el acto de develación de la fotografía de Eloy, se hicieron presentes los miembros de la Tertulia del Chivo Castillo, Domingo Tamariz, Justo Linares, César de los Heros, Mariano Bailón, Henry Aragón, Edwin Sarmiento y los poetas Fernando Obregón y Hernán Flores.

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Cultura

Contraloría detectó graves irregularidades en contratación de Joinnus

El contundente Informe de la Contraloría halló irregularidades cometidas por los funcionarios Teresa Zenaida Quiroz Silva, José Antonio Vargas Oropeza y Walter Santos Galdós Morales, de las oficinas de Administración y Abastecimiento del Ministerio de Cultura. Asimismo, se recomendó a la ministra Leslie Urteaga que realice el deslinde de responsabilidades correspondientes.

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Tras las diversas denuncias del presunto lobby que se habría realizado desde el despacho de la ministra de Cultura Leslie Urteaga Peña para favorecer a la empresa Joinnus de Credicorp, y tras los informes reveladores del Órgano de Control Institucional adscrito a la Contraloría General de la República, que evidenciaron graves irregularidades en el servicio de la venta de entradas a Machu Picchu y tras el informe de Osce, que confirma que el contrato firmado con Joinnus fue irregular; por lo visto, la Contraloría continúa hallando más perlas negras en dicha contratación.

El informe de Control Específico N° 015-2024-2-5765-SCE ratifica que la contratación de servicios de la empresa Joinnus es irregular, porque luego del riguroso trabajo del Órgano de Control Institucional, se halló hechos irregulares precisamente en la contratación de servicios para la venta de boletos electrónicos para el ingreso a 23 espacios culturales.

¿Cuál fue específicamente el hecho irregular?

El Ministerio de Cultura contrató el servicio de gestión de venta de boletos electrónicos para la entrada a 21 espacios culturales, mediante dos órdenes de servicio, por montos que no superaran las 8 UIT, considerando un valor estimado que comprendía únicamente el servicio de alquiler de la plataforma tecnológica y la gestión de pagos, sin contemplar el importe estimado por comisiones de dicha venta, que implicaba ejecutar procedimientos de selección en el marco de la Ley de Contrataciones del Estado y además se suscribió una adenda para incluir 2 espacios culturales, a pesar de no contar con debido sustento, afectando de esa manera la legalidad de un procedimiento administrativo, limitando así la participación de otros postores.

Aquel servicio de control especifico comprendió el periodo de 1 de junio de 2023 al 31 de enero de 2024 y corresponde al análisis de la documentación desde el requerimiento de gastos de servicios presentado por la Oficina General de Administración, hasta la emisión de las órdenes de servicios n° 03480-2023-S del 4 de agosto de 2023, y la n°04938-2023-S del 18 de octubre de 2023; la revisión y análisis de la documentación que sustenta la suscripción de las Adendas n° 1 y la n° 2, del 7 de noviembre de 2023 y 19 de enero de 2024, respectivamente, y finalmente, a la Contratación realizada con la Orden de servicio n° 003480-2023-S; así como la documentación existente en los archivos de la sede principal del Ministerio de Cultura, en San Borja, Lima.

Informe de Contraloría deja sin piso a ministra Leslie Urteaga Peña.

Los 21 inmuebles prehispánicos, museos e instituciones Museables que obtuvieron recaudación por venta de boleto electrónicos son:

En Lima, El Museo de Arte Italiano, Monumento Arqueológico y Museo de Sitio de Pachacamac y el Monumento Arqueológico Caral-Supe.

En Ancash, el Monumento Arqueológico Chavín de Huántar y el Museo Nacional Chavín.

En Cajamarca, el Circuito Turístico Urbano comprendido por el Cuarto de Rescate, la Iglesia de Belén, el Museo Arqueológico y Etnográfico del Conjunto Monumental Belén. También el Sitio Arqueológico de Ventanillas de Otuzco y el Monumento Arqueológico Cumbe Mayo.

En Ica, el Boleto Turístico Parcia Aéreo de las Líneas y Geoglifos de Nazca, la Torre Mirador Líneas de Nazca y el Museo Arqueológico Tambo Colorado.

En Puno, el Monumento Arqueológico Sillustani, el Monumento Arqueológico y el Museo Lítico de Pukara.

En Lambayeque, el Museo Tumbas Reales de Sipán, el Monumento Arqueológico y Museo de Sitio Túcume, el Monumento Arqueológico Nacional Bruning y el Museo Nacional de Sicán.

En La Libertad, el Complejo Arqueológico y Museo de Sitio de Chan Chan, y el Complejo Arqueológico Huacas del Sol y la Luna-Moche. 

y en Ayacucho, el Sitio Arqueológico de Intihuatana-Pomacocha y el Museo Yacimiento Arqueológico y Museo de Sitio Wari.

El total de recaudación en estos 21 espacios culturales, dependencias del Ministerio de Cultura durante el 2022 fue de S/8 186 203.20. A partir del cual la comisión de control realizó el calculo proyectado con el porcentaje estimado de 4,2% de comisión ofertada por Joinnus SAC, obteniendo el importe de 343 820.53, por cierto, un monto que resulta de 8 UIT (39 600 soles); y ese gasto por comisiones de ventas no fue incluido como criterio para la determinación del valor estimado de acuerdo a los TDR.  

Cuadro n° 5 (Recaudación por venta electrónica de boletos de 21 espacios, durante 2022)

Adenda incluyó dos espacios culturales adicionales en Kuélap y Cusco

El 07 de noviembre de 2023 el director de la OAB/Mincul, Walter Santos Galdós Morales en representación del Ministerio de Cultura y la empresa Joinnus SAC suscribieron la Adenda N°01 a la Contratación realizada por servicio de implementación de Plataforma Tecnológica Virtual para los Visitantes de Bienes Inmuebles Prehispánicos, con el fin de modificar el punto 8 “Plazo y Lugar de ejecución del servicio”. Y en la misma se establece que: Adicionalmente, el servicio contratado se ejecutará en los siguientes sitios culturales:

-Kuélap

-Cusco, al cual se considerará una comisión de 3.9% y para los demás espacios culturales se mantiene el 4,2%.

De acuerdo a las necesidades del Ministerio de Cultura se podrá ampliar el servicio de la implementación de la plataforma digital a otros espacios culturales, previa comunicación de la Oficina de Administración, de ser el caso.

Conclusiones

Como resultado del servicio de Control Especifico a Hechos con Evidencia de Irregularidad practicado al Ministerio de Cultura, el órgano de la Contraloría concluye lo siguiente:

Que los funcionarios de la Oficina General de Administración y Oficina de Abastecimiento del Ministerio de Cultura, tramitaron la contratación de dos servicios vinculados con la gestión de venta de boletos electrónicos para la entrada a 21 espacios culturales, los cuales fueron formalizados  como contrataciones menores o iguales a 8 Unidades Impositivas Tributarias (UITs), mediante la emisión de 2 órdenes de servicios del 4 de agosto de 2023, y a su vez la Oficina de Abastecimiento determinó el valor de dicho servicios sin tomar en cuenta como criterio adicional el porcentaje de la comisión por entrada vendida y transacción efectuada, a pesar que ambos conceptos son fondos públicos.

Recomendación

A la señora Ministra de Cultura realizar las acciones tendentes a fin de que el órgano competente efectué el deslinde de las responsabilidades que correspondan. En especial a Teresa Zenaida Quiroz Silva, Directora del sistema Administrativo IV de la Oficina General de administración; José Antonio Vargas Oropeza Director del Sistema Administrativo III de a Oficina de Abastecimiento de la Oficina General de Administración y Walter Santos Galdós Morales Director del Sistema Administrativo III de la Oficina de Abastecimiento de la Oficina General de Administración.  

Con este contundente informe se concluye que la contratación de la empresa Joinnus se realizó de manera irregular. La ministra de Cultura Leslie Urteaga deberá explicar porque se buscó beneficiar a la empresa de Intercorp.

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Cultura

Chicha y ron, una historia de chanchos

Dramaturgia y dirección de Patricia Montero

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El Centro Cultural de la Universidad del Pacífico y LA FLECHA estrenarán el próximo sábado 04 de mayo la obra de teatro para toda la familia Chicha y ron, una historia de chanchos, dramaturgia y dirección de Patricia Romero, con un el elenco conformado por Claudio Calmet, Pedro Pablo Corpancho, Joaquín Escobar, Valquiria Huerta y Astrid Villavicencio.

Chicha es un cerdito que sueña con ser nadador. Un día, Chicha salva a una gallina de morir ahogada, lo que hace que se corra el rumor de que es un prodigio de la natación. La noticia llega a oídos de Ron, un cerdo que lidera la revolución porcina contra la opresión humana. Ron decide liberar a Chicha de su cautiverio y llevarlo a participar en un concurso de natación. Su plan es que Chicha gane el primer premio y demuestre al mundo que los cerdos son dignos de respeto. Chicha emprende una aventura junto a Ron. En el camino, se encontrarán con muchos obstáculos, pero también con grandes aliados. Por un lado, conocerán a Titino, un simpático perrito que les ofrecerá su piscina para que Chicha pueda entrenar. Pero también tendrán que enfrentarse a Fifí, una gata malvada que hará todo lo posible por sabotear su plan. ¿Podrá Chicha cumplir su sueño? ¿O se rendirá ante las dificultades y los peligros?

“Dirigir esta obra ha sido un viaje precioso. Los actores han dado vida a personajes entrañables que conducirán a los niños a vivir divertidas aventuras. Usando la creatividad, transformamos objetos simples en montañas, túneles y piscinas. Utilizamos títeres y teatro de sombras para transportar a los pequeños a diferentes lugares en un abrir y cerrar de ojos. Los personajes cantan en vivo, y sus pegajosas canciones harán que los niños quieran bailar y cantar junto con ellos. Hemos creado un universo muy divertido con un hermoso mensaje, para que grandes y chicos se enternezcan y disfruten al máximo”, nos comenta la directora y dramaturga Patricia Romero.

Con este montaje, Centro Cultural de la Universidad del Pacífico inicia la temporada 2024 para toda la familia. Chicha y ron, una historia de chanchos se presentará en el Teatro de la Universidad del Pacífico, ubicado en el Jr. Luis Sánchez Cerro 2121, Jesús María. Las entradas están a la venta en Joinnus. Las funciones son los sábados y domingos las 4:00 p.m. Estacionamiento gratuito sujeto a disponibilidad.


INFORMACIÓN IMPORTANTE

  • CHICHA Y RON, UNA HISTORIA DE CHANCHOS
    Dramaturgia y dirección: Patricia Romero.
  • ELENCO: Claudio Calmet, Pedro Pablo Corpancho, Joaquín Escobar, Valquiria Huerta y
  • Astrid Villavicencio.
  • Temporada: del sábado 4 de mayo al domingo 21 de julio. 
  • Días de función: sábados y domingos a las 4:00 p.m.
  • Lugar: Teatro de la Universidad del Pacífico (Jr. Luis Sánchez Cerro 2121, Jesús María).
  • Venta de entradas: Plataforma web Joinnus exclusivamente. Boletería no disponible en el teatro.
  • Link de venta: 
  • https://www.joinnus.com/events/theater/lima-chicha-y-ron-una-historia-de-chanchos-60922
  • Preventa: hasta el 3 de mayo. Válida para las funciones del 4 al 26 de mayo.

PRECIO PREVENTA: 

Adultos: S/35.00

Estudiantes y niños: S/20.00

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Cultura

Lomas El Mirador, trekking, rapel y aventura en un lugar que espera ser redescubierto por todos los turistas en SJL

Un lugar autogestionado por sus propios vecinos que de la mano de Jorman Cabello ofrecen en las lomas horas de aventura extrema en medio de la naturaleza.

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Verano, cae la tarde en el distrito más poblado del país. Quinientos años antes los habitantes de la serranía surcaban caminos empedrados y agrestes llevando productos típicos de las alturas, hasta llegar a lo que hoy son conocidas como las lomas El Mirador, para luego seguir su camino cuesta abajo. En lo alto, donde ahora se levanta una torre de electricidad, el antiguo hombre observaba por el Este la vastedad del valle de Lurigancho (o Rurincancho, como se conocía antes de la colonización), llena de vegetación, bosques y riachuelos; y por el Oeste el mar recibiendo a un anaranjado sol. Esa espectacular vista ahora ha variado en uno de sus lados; hace como quinientos años, desde lo más alto de la ciudad el aventurero aún puede contemplar el más bello y sonrojado atardecer, divisando a lo lejos los barcos y a los aviones elevándose por encima de las nubes.

Durante los siglos y decenios el ser humano se ha encargado de ir transformando lo que antes era espacio y dominio de la naturaleza, de los animales silvestres y del fluir del agua que caía libre de las quebradas de ese distrito. Mantener uno de los pocos espacios naturales resulta una batalla titánica, ya sea por los invasores de terrenos, por una ciudad que poco a poco va creciendo de manera frenética y acelerada, pero que en cada estiramiento ignoran lo que antes ahí había. Afortunadamente existe la organización ambientalista “Haz tu mundo verde”, en cooperación de todos los vecinos de las lomas El Mirador, se encargan, contra viento y marea, de preservar ese mágico lugar oculto por el tiempo y también por sus autoridades, limpiando la zona de desechos, llenándola de color, y sobre todo difundiendo para que no solo los vecinos de San Juan de Lurigancho (SJL), sino también turistas nacionales y extranjeros, vayan a conocerla.

Durante mi última visita a las lomas tuve la oportunidad de conversar con Jorman Cabello Arzapalo, director general de la organización ambientalista, quien muy amablemente me contó sobre la historia del distrito, el compromiso que tiene por conservar las lomas, y los proyectos a futuro que se vienen, eso sí, todo a favor del propio vecino luriganchino.

En primer plano, Jorman Cabello, y de fondo el distrito de SJL.

Desde lo alto de una gigantesca piedra, donde se ubica uno de los extremos del puente colgante que puede ser disfrutado por todos los visitantes, Jorman nos ve subir con esfuerzo la gran escalinata colorida construida por todos los vecinos. Ya en el primer punto, nos va explicando la importancia que tenía ese pasaje natural en la antigüedad, sobre el paso de los chivateros, las huacas olvidadas por el Ministerio de Cultura pero que antes eran centros administrativos, religiosos, o de recolección de los Rurincancho; el esfuerzo que viene realizando, junto con historiadores, antropólogos como Julio Abanto, y muchos ambientalistas en dotar de identidad al nuevo habitante de SJL, haciéndoles conocer la historia del distrito para que de alguna manera se vayan borrando prejuicios.

Así como las lomas de Lachay (Huaura) o de Lúcumo (Pachacamac), las lomas El Mirador (ubicada entre el límite de SJL y El Rímac) ofrece un día lleno de aventura y deporte extremo, pues los visitantes pueden realizar una buena y extensa caminata por las lomas, apreciando el atardecer durante la temporada de verano o caminando entre la vegetación en invierno, para luego animarse a cruzar por el puente colgante; o para los más intrépidos también existe la opción de hacer rapel.

Para llegar a las lomas El Mirador el visitante puede bajar en la estación del tren ‘Los Postes’ y de ahí tomar una moto que les lleve hasta la misma puerta que da inicio a la caminata, en el pueblo joven Nuevo Perú. Para mayor información y reserva de entradas para una visita guiada al número: 977 694 111.

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