Viajes turísticos al espacio, nuevos dispositivos que en realidad son unas ‘mini computadoras’ portátiles, videoconferencias desde cualquier parte del mundo, esas son algunos de los avances que en estos últimos años el ser humano ha sido capaz de hacer realidad e insertarlo paulatinamente en su vida cotidiana. Por si eso fuera poco, ahora existen nuevas modalidades de pago ajenas a los cada vez menos utilizados billetes de papel.
Si la aparición de las criptomonedas ya fue algo que muchos hasta el día de hoy no logran entender su funcionalidad, ahora, desde hace casi cinco años el crecimiento y manejo de los NFT ha tomado por sorpresa a más de uno. Acá te explicaremos de la manera más sencilla para qué sirve y su uso en las galerías de arte.
Un dibujo, un mensaje, o incluso un olor en ocasiones para el artista o creador se le hace muy difícil otorgarle un valor monetario a su obra; para algunos solo pueden ser dos rayas negras en fondo blanco o cinco palabras que juntas hacen una oración, pero para los coleccionistas esa ‘creación’ tiene un significado mucho más elevado, y por ende de mayor valoración monetaria por ser algo único e irrepetible.
Los NTF, son las siglas en inglés de “Non Fungible Token” y consiste, como su propio nombre lo dice, en un token no fungible.
En nuestro sistema jurídico existen los bienes fungibles (una casa, un carro, un yate), y los bienes no fungibles (por ejemplo una obra de arte como un libro, una canción, o una pintura) que no están afectados a ser consumidos, es decir, que no pueden ser sustituidos por otro bien ya que poseen unas características que los hace únicos en su especie.
Los tokens son unidades de valor que se le asignan a un modelo de negocio, como por ejemplo el de las criptomonedas. Y es que los NFT tienen una relación estrecha con las criptomonedas, por lo menos tecnológicamente, aunque son opuestos, ya que un Bitcoin es un bien fungible, y un NFT es un bien no fungible, pero en esencia, son como las dos caras de una moneda tecnológica.
Podemos pensar en las criptomonedas como una reserva de valor, algo parecido al oro. Puedes comprar y vender oro, y cuando el número de compradores aumenta el precio sube, para bajar cuando este número de compradores disminuye. Es un comportamiento igual al de las criptomonedas.
Pero el oro al final es oro, y puedes cambiar una pepita por otra sin problema. Sin embargo, hay otros bienes hechos en oro que tienen también un valor, pero son únicos, y ese hecho marca la diferencia y les da otro tipo de valor. Al igual que ese valor hecho con oro o una obra de arte, los NFT son activos únicos que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor, ya que no hay dos NFT que sean equivalentes igual que no hay dos cuadros que lo sean.
Los NFT suelen estar adjuntos a algunas obras o ilustraciones digitales. Su precio es realmente el que la gente le quiera dar, y ahora que se encuentran en la pomada de las transacciones digitales, podemos encontrarnos con que hay personas que llegan a pagar hasta 300 mil dólares por el dibujo de una roca.
Ese es el caso del creador de EtherRock que tuvo la brillante idea de comprar el dibujo de una roca en formato PNG para reversionarlo con sutiles cambios de colores, creando una colección de 100 rocas casi idénticas que se comercializan desde 2017.
Todas las piezas han sido vendidas al menos una vez y revendidas a distintos valores. Sin embargo, el elevado valor de estas tuvo un incremento abrupto en las últimas semanas del mes de agosto del año pasado.De las 761 transacciones realizadas en total por EtherRock, 581 han ocurrido en las últimas dos semanas gracias al comentario de Gary Vaynerchuk, experto en criptografía. El precio más alto pagado hasta el momento por una de estas piezas es 96 ETH (294.378 dólares).
Cómo funcionan los NFT
Los NFT funcionan a través de la tecnología blockchain o de cadena de bloques. Es la misma tecnología de las criptomonedas, que funcionan mediante una red de ordenadores descentralizada, con bloques o nodos enlazados y asegurados usando criptografía. Cada bloque enlaza a un bloque previo, así como una fecha y datos de transacciones, y por diseño son resistentes a la modificación de datos.
A los NFT se les asigna una especie de certificado digital de autenticidad, una serie de metadatos que no se van a poder modificar. En estos metadatos se garantiza su autenticidad, se registra el valor de partida y todas las adquisiciones o transacciones que se hayan hecho, y también a su autor.
Esto quiere decir que si compras un contenido digital tokenizado con NFT, en todo momento siempre habrá constancia del primer valor que tenía, y de por cuánto lo has comprado. Es como cuando compras un cuadro y se lleva un registro de por dónde se mueve.
Por lo general, la mayoría de tokens o NFT suelen estar basados en los estándares de la red Ethereum y de su cadena de bloques. Gracias a utilizar una tecnología conocida y popular, es sencillo operar con ellos para comprarlos y venderlos utilizando determinados monederos que también trabajan con Ethereum. Sin embargo, estamos hablando de obras únicas por lo que no hay una compraventa activa como en las monedas digitales.