En Lima existen artistas que han entregado su vida al arte, y han recorrido el Perú para conocer de cerca nuestra historia y sus comunidades, una de esas artistas es sin duda, Sonia Céspedes Rossel. Graduada en Dibujo-Pintura en Royal Academy of Arts en Londres, en Historia del Arte en la Escuela Santa María de la Reina, Barcelona y en Estudios en Antropología en la PUCP (Pontificia Universidad Católica del Perú).
Su trabajo en comunidades alfareras de Cusco fue el inicio de una intensa carrera como ceramista, en la que ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Lima, México D.F., Honduras, Guatemala, San Diego, California USD; Shandong-China. En su trabajo como artista destacan sus investigaciones con materias orgánicas, y sus esmaltes de cristales superpuestos en superficies y formas naturales, con temperaturas superiores a 1,250 grados centígrados.
Además, es miembro honorario de las Asociaciones de Ceramistas Vicus (Chulucanas – Piura) Huari (Quinua – Ayacucho) Perú. Miembro activo de la International Ceramic Artists Association con sede Zivo, Shangdong, China. Y acaba de recibir un reconocimiento de la UNESCO, que es la incorporación a la Academia Internacional de la Cerámica, con sede en Suiza.
En esta entrevista la artista Sonia Céspedes, nos habla sobre su experiencia, la cerámica y sobre la muestra colectiva de cerámica que se inaugurará el miércoles 21 en su taller, ubicado en Calle Navarra 170 Higuereta, Santiago de Surco. Aquí la entrevista.
¿En qué momento de su vida inició su relación con la cerámica?
Eso sucedió ya de grande. Cuando yo me fui a Inglaterra a los 18 años, estuve estudiando inglés, dibujo y pintura en el Royal Academy of Arts. Todo fue muy bonito. Cuando regresé le dije a mis padres que me quería dedicar al arte, entonces ellos me dijeron que me iba a morir de hambre. Entonces me fui a hacer estudios en antropología en la PUCP. Luego me casé y me fui a vivir a Cusco. Y en Cusco trabajando en el INC (Instituto Nacional de cultura) haciendo el diagnostico cultural de la región, me caminé todas las comunidades alfareras en todos lados, para conocer sus realidades ahí. En ese momento me fui cautivando más, y me fui como alumna libre a trabajar al taller de Ruiz Caro, y comencé hacer mis losetas. Esa fábrica quedaba en San Sebastián. Además, esa fecha yo estaba esperando a mi bebé Aureliano, que se siente cusqueño y que está en México doctorándose en artes visuales. Luego comencé a pintar losetas y me fui a todas las comunidades y me dije: Sonia, tu vida es con la cerámica.
¿Vivir en Cusco para usted fue una forma de descubrir el Perú?
La verdad que hacer estudios antropológicos e irme al Cusco, es por lo que a partir de ahí comienzo a trabajar con comunidades alfareras, para mí fue realmente el inicio de conocer a mi país y no dejarlo. Viajé y trabajé en muchos lugares. A mí país le he dedicado gran parte de los mejores años de mi vida.
Teniendo toda esa experiencia, debe ser complicado entender por qué el propio gobierno deja de lado la riqueza cultural de comunidades tan importantes que existen en el Perú
Pienso que siempre ha habido proyectos y sigue habiendo proyectos que de alguna manera u otra manera han capacitado a los artesanos, y se puede decir que los artesanos tanto en la cerámica como en los textiles han avanzado de una manera impresionante. Te estoy hablando como pionera, pero también te puedo hablar del maravilloso hombre que nos precedió, Félix Oliva, que ha sido mi maestro, y que también estuvo en comunidades alfareras, fue el primer ceramista que puso la cerámica en una galería de arte. Últimamente hay iniciativas muy buenas como por ejemplo, esta Runaq Maki, es una expresión de todo eso.
Sonia Céspedes en su taller escuela con sus alumnas.
Cuando Joaquín López Antay recibió el premio nacional de cultura en 1975, cree que el premio ayudó a eliminar el prejuicio que se tenía contra los artesanos.
Creo que el mismo caminar y la misma fuerza a nivel tanto de país y a nivel internacional ha ayudado a que ahora estemos mucho más considerados que antes. Tanto el arte popular como el arte urbano, ahora está en una mejor postura que cuando nosotros iniciamos. Nosotros tuvimos hasta que buscar cómo hay que hacer nuestras fórmulas para una buena pasta de alta temperatura de la arcilla, ahora ya nos ofrecen arcilla embolsada, antes no.
Curiosamente la Escuela de Bellas Artes y artistas como Fernando de Szyszlo no estuvieron de acuerdo que se le entregue el premio a López Antay en ese año. ¿Cómo vio ese momento?
Yo lo vi muy importante, justo y merecido. Pero creo que las personas también evolucionamos con el tiempo, creo que si Szyszlo viviera, ya no pensaría igual. Con el tiempo las personas también cambiamos nuestras ideas. En la actualidad el arte popular está totalmente valorizado. Si uno va a una feria de estás, todo el mundo está comprando. Aparte de eso, también hay muchos talleres que están capacitados por personas que vienen a mostrar otros diseños para que recreen la cultura. Una de ellas fui yo, en Chulucanas, Pucará, Quina (Ayacucho), Chazuta(San Martín) Ate Vitarte, Cusco. Ahora hay bastante más personas que están viendo diseños, mejorando tecnologías intermedias y atentos a las tendencias nacionales e internacionales. Eso también genera recrear nuestra propia cultura.
¿Cómo inicia su taller de cerámica en su casa?
Intentamos por varios años, Carlos, Runcie, Grimanesa Neuhaus y yo, crear un Centro de la Cerámica, en un país alfarero, por tradición. Mucho intentamos y no se dio por falta de capital y/o Instituciones y/o empresarios que no arriesgaban en nuestro proyecto y sueño.
Si te das cuenta todo tiene un hilo conductor, entonces en un momento yo dije que tenemos que hacer una escuela, hacer la currícula y comenzar con una escuela contemporánea, urbana totalmente. Entonces, hay cursos que siempre se llevan durante todos esos años, pero también hay pastas 1, pastas 2, pastas 3 y se va aumentando la cantidad de conocimiento y de otros materiales referente a pastas. Luego incorporé engobes, y por qué engobes, pues, porque esta es una escuela peruana. Y los engobes es de la época prehispánica, vienen de los huacos. Es por eso que le quise dar un sello peruano, pese a que los engobes son utilizados en el mundo moderno totalmente, y también lo utilizamos acá de una manera contemporánea. La escuela además tiene como misión de formar ceramistas urbanos, para que organicen después sus propios talleres. Ya tengo diez alumnas y alumnos que tiene sus talleres y están de una manera exitosa con sus productos en el mercado peruano, e inclusive algunas como Claudia Caffarena en Miami Art Week. También esta Diana Valarezo que está en Bélgica, Patricia León que está en Ecuador, El grupo de Alta Temperatura Studio integrado por Catalina Vial,Paola Baertl, Tatiana Mendoza, RWC de Rossina Winder, ellas son mis alumnas. Entonces, también hay una misión de formar para que salgan fuera del país.
Veo bastante presencia de mujeres en el taller ¿Cree que la mujer tiene más sensibilidad con el tema de la cerámica?
No diría que la mujer tiene más sensibilidad que los hombres, sino que es como una especie de división del trabajo, incluso tengo muchas alumnas mujeres que trabajan y que no pueden formarse, y otras que han decidido, como el caso de Tatiana Mendoza, dejar su empresa para convertirse en ceramista. Ahora también empiezo a tener más alumnos ligados a la gastronomía, que comienzan a querer hacer sus propias producciones, porque yo trabajo también para muchos restaurantes como La Mar, Gastón Acurio o Tanta, Dondoh, Carnaval, Ahora ellos mismos están viniendo acá a tomar clases de torno, por ejemplo, Diego Oka con su hermano Sebastián en La Mar Miami, están haciendo sus pequeños platos hace un mes para su propio restaurante.
Se puede decir que ahora la cerámica ha despertado gran interés y está tomando otro vuelo…
Definitivamente, es un boom. Al principio nos hemos estado uniendo los ceramistas que estamos haciendo producción, mucho más a la gastronomía que a los propios ceramistas. Hay para explorar, y como se dice hay mercados para todos. La felicidad nuestra es que habido un boom a nivel nacional e internacional que ha permitido avanzar. Nosotros somos de los del grupo de ceramistas que convencimos a Diego Muñoz y a Gastón Acurio, que sus maravillas de comidas tenían que tener un plato hecho en el Perú, original, hecho adecuadamente para la comida que ellos representaban. Nos costó no te imaginas cuánto.
Pero entendieron…
Entendieron y no dudaron. Se atrevieron, como nosotros nos atrevimos, entonces Carlos Runcie, Sofía Vidal, yo y otros más, empezamos a trabajar productos para ellos.
Veo que aquí en el taller la formación es mucho más personalizada que en Bellas Artes o la Católica
Es diferente. Creo que de alguna manera la Católica ha hecho un trabajo bueno que no se puede discutir, pero también se ha abierto y trabajamos en paralelo. Nosotros damos quizás otras herramientas. Nosotros somos un tipo de escuela. Digamos que todos aportamos y vamos sumando. Al menos es de esa manera como yo entiendo el movimiento cerámico.
Desde su mirada ¿cómo se podría generar más espacios para los artistas?
Así como hay galerías que se cierran, también hay otras galerías que se abren. Uno va encontrando caminos por donde exponer. Claro, qué vamos a hablar de una política cultural del gobierno, no se puede pedir mucho, infelizmente, pero no podemos quedarnos paralizados. Arriesgamos lo nuestro, que no es mucho, pero seguimos adelante. Yo creo que las personas que trabajan en Promperú , Ministerio de Cultural y en MINCETUR del Programa de Artesanias, hacen maravillas, tienen profesionales extraordinarios.
Creo que con un millón de dólares cualquiera hace un milagro, ya que esa cantidad pagó la gente de Promperú por dos videoclips.
Me reservo la respuesta.
Por un lado está Promperú y por el otro lado está el Ministerio de Cultura, y lo que no hace el ministerio es establecer políticas culturales.
Lo que pasa es que falta integrar, como país estamos desintegrados y eso se traduce en todos los campos. Tú estás viniendo a una Taller-Escuela privada pequeña que me cuesta mis esfuerzos y el de mis alumnas y equipo, porque estamos creyendo en algo. Esta es una iniciativa individual, y como está hay varios talleres que hacen el mismo esfuerzo. Y eso es porque no estamos esperando que el Ministerio de Cultura nos apoye (que debería) sí estamos conectados, pero salimos solos.
¿Qué opina sobre las críticas sobre la selección de artistas para la Feria Arco? Ya que hay artistas como Ramiro Llona que han levantado la voz
En todo gremio hay diferentes puntos de vista, pienso que hay que esperar el informe final del Ministerio de Cultura. Ahora la idea de ellos es que vayan nuevos artistas, que también representan el nuevo arte peruano, creo que en este tiempo van a ir sumando más artistas. Esto se va a resolver. Yo estoy feliz porque está Carlos Runcie, representando a la cerámica contemporánea de nuestro país y los grupos de la Amazonia, si, ellos representan un arte kené que es toda la cosmovisión de expresión artística de grupos étnicos, quizás nunca visto de esta forma en Europa.
Foto: Difusión.
En unos días aquí en su taller se va realizar una exposición con once artistas. Háblenos sobre esa muestra.
Sí, es una actividad que tratamos que se haga todos los años,, son alumnas y un alumno que han trabajado entre tres y cuatro años y van a presentar sus individualidades. Cada quien es un mundo diferente pese a todas las técnicas que nosotros les ofrecemos, acá trabajamos con la idea de que es ciencia y arte. La ciencia porque nos adentramos a un mundo de investigación de materiales y comportamientos. Nosotros incidimos muchísimo en eso. Para nosotros el arte se apoya en la ciencia. El título de la muestra Crónicas Contemporáneas, es el resultado de todo este trayecto. En esta oportunidad hemos trabajado sobre los testimonios de ellas y ellos, de qué piensan y qué sienten con su cerámica. No solo es la profesora que va a hacer la presentación, sino ellos con sus crónicas, historias y sus vidas.
Creo que sin duda para usted la cerámica es una forma de vida
Totalmente, la cerámica para mí se ha convertido en mi vida y es una forma de estar en ella.
¿Qué es lo que busca más el público dentro de la cerámica?
Hay distintos mercados, hay diferentes nichos de mercado. Unos que buscan la cerámica de arte de colección, otro de utilitario exclusivo, y otro lo que buscan la escuela para aprender, y también están los que buscan la cerámica utilitaria en general para exportación.
Acaba de recibir un diploma de la UNESCO como reconocimiento a su carrera
Hay algo que yo he recibido de mis padres, que quizá no ha sido una herencia de arte, pero ha sido una herencia de esfuerzo y de fortaleza muy grande. Me conmuevo cuando hablo de mis padres, ya no los tengo. La herencia que me dieron ellos fue la actitud frente a la vida. Mi padre era un empresario importador que viajaba a todas partes, y nos decía hijas tiene que conocer el mundo, tienen que viajar. En el primer viaje que hicimos tenía doce años, nos fuimos en Panagra, ese fue mi primer viaje a Nueva York. Hay algo muy importante, si hay sueños, hay que hacerlos realidad. He visto el ejemplo de mi padre, que los sueños se hacen realidad. Hace años que vivo mi sueño. He recibido de la IAC-AIC, (Academia Internacional de la Cerámica) con sede en Suiza, mi incorporación a la Academia como miembro activa, por mi trayectoria. ¿Cómo no sentirme feliz y plena?
Habrá cantando la canción de Violeta Parra “Gracias a la vida”
La he cantado y la sigo cantando. La canté desde la universidad. Ese tema lo conocí en momentos muy importantes, una nueva primavera rondaba el ambiente universitario, momentos que nacían los amores, que nacían los hijos, sobrinos, todos, y después la hemos cantado con la familia los amigos, amigas, y la seguiré cantando hasta el día que me muera.
Muchas veces dejamos de ver esas pequeñas cosas por toda la forma intensa que se vive, y nos olvidamos de compartir con la familia.
Yo creo que a veces utilizamos mal la palabra, decimos que estamos viviendo intensamente, cuando estamos viviendo “estresadamente” (risas). Entonces diría que confundimos la palabra de intensidad con el estrés. Yo trato cada vez más de integrar mi vida en una actitud de calma , hago yoga, tengo un espacio de reflexión donde justamente es estar en calma mientras haces tus cosas, mi templo blanco, este de cerámica, a veces se convierte en mi burbuja, porque no salgo muchas veces de acá. Comparto con mi familia y amigas/os, no tanto como quisiera, por el trabajo, pero es muy importante, ellos nos aman como somos y nos damos lo mejor, el amor, la amistad, la confianza, la incondicionalidad, el espacio afectivo del cual es posible seguir adelante
¿Qué le gusta leer?
Me encanta leer. Muchas veces leo muchísima cerámica, me pongo en mi sillón agarro mis librazos de tapa dura y leo horas y horas. Mis primeros libros son de cerámica. Después viene Gabriel García Márquez, “El amor en los tiempos del cólera”, Laura Restrepo, Rosa Montero, Ángeles Mastreta, me acompaña mi lado romántico y también mi lado pragmático.
¿Y poesía?
Me encanta, como no leer a Juan Gonzalo Rose. También me encanta la poesía nueva, como la de Tatiana Berger, Patricia Alba, Claro que siempre esta Mario Benedetti, Galeano. García Márquez me marcó mucho, a tal punto que su personaje Aureliano es el nombre de mi hijo, y Úrsula Coralí, el de mi hija
Para finalizar, invite a la inauguración de la muestra de la muestra Crónicas Contemporáneas
Invitarlos a todos y a los amantes del arte y del arte cerámico en especial, porque es lo que queremos realmente reforzar en el Perú. Los invito a esta muestra que se llama Crónicas Contemporáneas donde las obras son el testimonio de las vidas de las once participantes. Y por primera vez está bajo la curaduría del MG en Historia del Arte, Daniel G. Alfonso.
La muestra se inaugura el miércoles 21 y va a estar hasta el 30 noviembre (Calle Navarra 170 Higuereta, Santiago de Surco) en horario de 10 am a 6 pm llamando al teléfono 2710715, previa cita.