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Sobre “Quiero mirarlas, quiero imaginar cómo son”

Lee la columna de Mario Castro Cobos

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Hay muchas cosas que decir sobre una película prácticamente muda.

El sonido está, pero no lo escucharás, o no el conjunto sonoro ‘audible’ que esperas automáticamente escuchar: y sin embargo, si te fijas bien, solo hay que prestar un poco más de atención para que eso suceda. Cómo. Mirando… Escuchando con los ojos, como nos diría Quevedo. -Hago películas porque quiero que ‘todo empiece de nuevo’-. ¿No estaría bien recomenzar tu vida perceptiva por lo menos en algún aspecto? Ya no sabemos ni vivir, ni ponernos a mirar. Olvidamos ‘perdernos’ para hacer contacto con lo ‘esencial’. Porque mirar ¿adónde nos lleva? Quise concentrarme en ese lugar.

En otro sentido, sí quité el sonido. Lo desprendí de la imagen. Era una capa que no dejaba ver y escuchar otras. Yo quiero el arco, o el rango de expresividad, en este caso de tres rostros, bastante distintos, quiero los rostros y los gestos que componen una visión del interior de tres mujeres jóvenes, quise hacer un pequeño corte o un descanso en un momento preciso y cotidiano de sus vidas. Una muestra de un momento, casi como al pasar, casi sin querer. ¿Capté algo más de ellas, o solo lo imaginé?   

Retiré el sonido más obvio, la piel inmediata, las vibraciones comunes, pero lo hice para poder escuchar lo decisivo y lo oculto. Que siempre estuvo ahí, pero que no se suele escuchar. Los rostros, así como los movimientos, ‘suenan’. Quitando la capa del sonido directo ambiental, queda claro que hay más sonidos. La cámara se usa para entrevistar como los otros sonidos, la música, el discurso, más inconsciente que consciente, de tres rostros.  

Tal vez ellas te digan otra cosa a ti porque se trata de imaginar y  de sentir, no de saber lo que sabemos que nunca se podremos saber. Puedes sacar tus propias conclusiones o no sacar ninguna. La expresiva belleza -y la belleza expresiva- de tres seres humanos, de eso se trata, es el deseo de mirar a otro, del que sabes algo y no sabes nada, la presencia-diálogo simultáneo de lo inalcanzable y lo próximo.

La película pudo llamarse como un verso de Góngora, “La admiración muda habla callando”, pero me pareció mejor un nombre más humilde y más terrestre.

*“Quiero mirarlas, quiero imaginar cómo son” se estrena en el Teatro Cine Irracional (Av. Balta 170 – Barranco, a unos metros de la estación Balta del Metropolitano) el día martes 28 de marzo a las 7:30 pm. La entrada es libre.)

Trailer de la película

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