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REFLEXIONES SOBRE EL PERÚ CONTEMPORÁNEO

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I.

PPK política o ideológicamente, no representó nunca una alternativa para el bienestar nacional. Involucrado en turbios temas gubernamentales desde los ya lejanos años sesenta cuando fue uno de los gerentes del Banco Central de Reserva depuestos tras la ascensión al mando de Juan Velasco Alvarado, siempre estuvo de acuerdo en ser una especie de garante del modelo económico y de todo el legado fujimorista que puede ser considerado “positivo”.

La problemática planteada nos lleva a preguntarnos si una democracia tan endeble como la nuestra deberá ser sostenida siempre sobre la figura del mal menor. Inmediatamente, advertimos que el mal menor no existe, el mal es el mal y no importa la jerarquía ente sus manifestaciones sino enfrentarlo, y sabiendo que somos un país enfermo y sin cura aparente, que se aferra a sus dolencias y heridas casi sin darse cuenta del daño que se hace a sí mismo, cursamos las siguientes consideraciones forzosas sobre nuestro Perú a fin de advertir el daño que nos provocamos consintiendo una larga sumatoria de mentiras que intentaré develar en las siguientes líneas:

 

  1. La promesa de la “transición” entre la dictadura y la democracia, supuestamente, representada por Paniagua, fue y es una fantasía en la que creyeron todos los que de política saben bien poco.

No pudo ni puede haber fujimorismo sin Fujimori, es decir, sin toda la inmundicia que le es inherente, no lo hubo ni lo habrá. Lo peor es que cuando debía erradicarse toda forma de “bienestar” respecto de su horrible figura no hubo quien saliese al frente a fin de aniquilarlo y esto se dio porque nunca se atacó la piedra capital de su dictadura, es decir, la Constitución Política de 1993. De hecho, el no haberla desestimado y haber retornado a la Carta Magna de 1979, significó la primera y más grandes de las caídas de Paniagua, la que tampoco ha sido asimilada como tal.

 

  1. La perversa forma que asumió el libre mercado en nuestro país desde los noventa, no se instaló autárquicamente en dicho periodo, sino que hubo todo un planeamiento gubernamental a fin de que este se introduzca en el país y empezó a regir la economía del mismo –hasta ahora no podemos escapar de ese callejón sin salida–. Sin duda, un mercado verdaderamente libre no debe estar sujeto a forma alguna de mercantilismo, lobbies o corrupción y, en ello, radica, uno de los más grandes defectos de sus entusiastas y propulsores ya que no existe forma en la que este mercado no degenere en favor de aquellos que gozan de privilegios o ventajas; por esto, el liberalismo es una utopía mediocre o una chapucería frontal dado que no puede existir un hombre maduro que crea cuentos como el de la autorregulación del mercado o el mito de la mano invisible.

 

  1. Debieron removerse todos los rastros de las maneras dictatoriales en el gobierno, luego de la huida del sátrapa nipón, para que la economía nacional, al menos, se vea liberada de los efectos más notorios que dejo su maldita estampa, que son la corrupción, el mercantilismo y el asesinato, pero sólo se hicieron en apariencia, el fondo nunca varió. Se habría querido la presencia de colosos políticos para remover el fondo de esta mala naturaleza. El Perú, en cambio, solo tuvo a disposición a los más tristes enanos del circo político de ese momento.

 

  1. Parece imposible que se haya creído en embustes como el de Perú Posible y en un individuo tan falso como Alejandro Toledo, al que basta ver un segundo u oírlo decir un par de palabras para ver el déficit de personalidad del que adolece de modo crónico. Creer en la marcha de los Cuatro Suyos pudo ser lo que correspondía en su momento, pero hacer extensivo dicho efecto a la figura de Toledo fue un error imperdonable y una muestra más de la imbécil pulsión nacional que se dedica a enaltecer aspirantes a caudillos en cuestión de días.

 

  1. No importa si el segundo gobierno de Alan García fue mejor que el primero, lo que importa es que nunca debería haber existido dicho segundo gobierno, no sólo por el desmadre económico que generó el primero sino por todos los casos de violación de los derechos humanos que hubo durante su nefasto mandato ochentero. Incidir en su segunda elección fue atarse las manos frente a un tren descarrilado absorto en su propia corrupción y desvergüenza y demostrar que en nuestra memoria colectiva el peso de nuestros muertos es similar al de la nada o que no existe un reconocimiento pleno de cuál debe ser nuestro duelo porque estamos más que divorciados respecto de los otros peruanos, lo que no puede sorprendernos ya que hasta los años sesenta se hacían romerías oficiales a los policías y militares caídos durante la Revolución Aprista de 1932, en tanto que los miles de desaparecidos, léase asesinados, cuyos cuerpos fueron eliminados a tal punto que ni siquiera dejaron el menor rastro sobre las arenas, no inspiraron siquiera una canción como la que si dejaron los estudiantes muertos en Huanta bajo Velasco, es decir, la célebre canción Flor de Retama. Deberíamos preguntarnos porque no nos duele tanto dolor, porque no se nos han manchado las manos con tanta sangre derramada en vano, porque hasta ahora no hemos aprendido a ser una sola causa común, un solo puño que golpee el rostro de nuestros verdugos hasta aniquilarlos, un solo pueblo que se defienda como una familia de verdad ante aquellos que intenten violentarla.

El Baguazo, los narcoindultos y todos los otros miles de desaciertos de la gestión de García son sólo un correlato de haberlo elegido. El APRA no se hunde luego de la muerte de Haya porque haya asumido el mando un canalla que ni siquiera fue designado por Haya como sucesor ni nada, sino que ya estaba hundido desde la falta de critica aprista ante los virajes ideológicos que dicho partido tuvo desde la década de los cuarenta. Por ello, los más auténticos apristas fueron los disidentes, sobre todo, los valientes, aunque irreflexivos militantes del MIR.

 

  1. Humala no era ni podía representar ninguna respuesta al sistema sino el mero bloqueo del ascenso de Keiko Fujimori a la presidencia. Haber creído en él es haber sido el más triste ingenuo o el más despreciable oportunista, no caben opciones intermedias en este punto. Que MVLL haya sido su garante nos refleja absolutamente el hundimiento que representó su paso por Palacio de Gobierno; que las investigaciones que recaen sobre su pareja y sobre él mismo, arrojen estiércol sobre la vista de todo aquel que se asome, sólo representa el evidenciamiento de lo que lúgubremente escondía bajo su apariencia sombría y de último orden.

 

  1. No existe democracia en nuestro país puesto que esta no se basa solo en formas o apariencias. Sin duda, existen formas “democráticas” en el país, pero no una práctica sostenida, ni siquiera una tendencia natural del pueblo hacia ella, sino todo lo contrario; los 73 congresistas fujimoristas son la más grande prueba del espíritu antidemocrático de la “ciudadanía” peruana actual.

 

  1. El Perú es un estado víctima porque no existe como nación, sus ciudadanos no existen como ciudadanos ni como patriotas ni como nada excepto un mero índice estadístico. Nunca se acostumbró el pueblo peruano luchar por su libertad ni por sus ideas y aquellos que lo intentaron fueron sacrificados en todo orden, no sólo a balazos, sino a través de exilios internos e internacionales como se dio en los trágicos casos de tantos grandes artistas que todos deberíamos conocer hasta el hartazgo.

 

  1. Los problemas de nuestro país no vienen del ochenta en adelante, son problemas estructurales e históricos a los que nunca se ha intentado hacer frente y es por ello que han devenido en irresolubles.

 

  1. La política republicana estuvo destinada desde su inicio a ser el emporio de los corruptos porque se varió de formas gubernamentales, pero se mantuvieron las formas secretas y protocolares de la coima, la argolla el compadrazgo, el abuso y la ley del embudo, malhadados estigmas que nos legó el Virreinato. Aquellos que más lucharon contra esta peste fueron los que más pronto cayeron o variaron tanto que hasta la fecha no es definitivo si se les considerará héroes o villanos en el curso de las próximas décadas.

 

  1. Lo que hubo en el Perú durante los últimos treinta años es una drástica involución de personajes representativos en todos los órdenes, hasta el extremo que esa representatividad se ha extinguido. Además, no existen de modo púbico, figuras que puedan equipararse a las plumas y mentes de nuestro reciente pasado, no se han manifestado ante la sociedad los sucesores de los viejos luchadores y patricios que ejercieron la política como un sacramento y una pasión. Enumerar los nombres de Manuel Vicente Villarán, Luis Alberto Sánchez o Luis de la Puente Uceda sólo sirve para demostrar la completa orfandad intelectual y de carácter en la que se ha sumido nuestro tiempo.

 

  1. Descontando la vergüenza infinita que representa el fujimorismo – y que deberá representar siempre, sobre todo en la memoria de todos los peruanos bien nacidos –, todas las otras fuerzas políticas “clásicas” se hundieron con el empoderamiento de aquel, quizás cuando aceptaron, en su casi totalidad, participar del infame Congreso Constituyente Democrático de 1992.

 

  1. Evaluemos el pasado de cada una de ellas y no esperemos hallar justificaciones a sus excesos y caídas. Por ejemplo, la democracia cristiana, léase su elemento supérstite, el PPC, tuvo como principal representante a un hombre vertical y duro que fue abogado de Cromotex durante un escándalo que tuvo varios obreros muertos y eso no le afecta ni afectó nunca a ninguno de sus seguidores. Me refiero, obviamente, a Luis Bedoya Reyes a quien no puede dejar de reconocérsele sus dotes de estadista pero que, a la vez, nunca fue sancionado socialmente como correspondía por este lamentable suceso, ni nunca se mostró una confesión suya en la que se mostrase siquiera arrepentido de haber ejercido la defensa de dicha empresa, etc. La ausencia del viejo Tucán, nos ha demostrado que fuera de él, su partido no tuvo ningún otro posible conductor u orientador de masas y Lourdes Flores fue la prueba viviente de ello, pese al porcentaje de electores que alcanzó durante sus candidaturas.

 

  1. Acción Popular nunca representó una opción distinta al APRA para el país, salvo por la exclusión de Haya de la Torre; cero en doctrina y mucha buena imagen gracias al porte y, en cierto modo, a la ética de Belaunde, pero nada orgánico ni, mucho menos, cuadros que alcanzasen a rivalizar con los portentos que se enfilaban en partidos contundentes como el APRA de aquellas épocas. Su actual debacle se demuestra en la recurrencia de cualquier candidato a fin de robustecer su alicaído panorama de adherentes y electores. Barnechea, caro y antiguo apristón, es la demostración absoluta de lo expuesto.

 

  1. El APRA es una comparsa vil del fujimorismo y nos pareciera que ha traicionado al gran jefe aprista Víctor Raúl, pero no debemos olvidar jamás los pactos infames que suscribió durante el siglo XX, el primero con Prado y el segundo y más ominoso, con el repugnante asesino y corrupto que fue Odría, además de haber catapultado al insignificante Alberto Fujimori de la campaña del noventa a la presidencia merced a la “bufalada” de orientar a sus miembros bajo el alineamiento partidario, cosa que a su manera y con sus limitaciones, también, hizo la izquierda, pero escribir sobre los yerros y equivocaciones históricas que ha cometido la izquierda peruana sería objeto de una publicación infinita.

La Tragedia, es decir, nuestra más grande tragedia política nacional, es que el APRA surgió porque en los años veinte no se podía ser ni pierolista ni cacerista ni leguiísta sin ser un batracio y porque el comunismo era impracticable en nuestra realidad, aunque el fervor de una revolución si era una necesidad histórica. Lamentablemente, dicha revolución nunca se realizó y aún espera la opción de materializarse, aunque desde otras perspectivas ideológicas, pero sí, con el fin de terminar con la corrupción, los compadrazgos, las argollas, el abuso y la ley del embudo que no han de regir más nuestro país si es que queremos garantizar un futuro más digno y pleno para todos nosotros.

 

  1. La entrada de los tecnócratas puros y duros a Palacio, representados por PPK & CIA, no se ha debido al odio al fujimorismo sino a la eliminación de otras opciones, acaso más deprimentes y deplorables, y al hecho de que su encumbramiento en las últimas tres décadas, se haya debido, precisamente, al régimen fujimorista que inició el fomento de este tipo de “estadistas”.

 

  1. Añadamos, para finalizar, que la presencia de PPK en Palacio se debe a otro hecho ignominioso, según se calibre el sentir popular: Keiko no es ni por asomo la heredera que esperaron los fujimoristas, la depositaria del legado de mano dura que la población más baja del país añora respecto de los tiempos de la dictadura.

 

  1. Quizás, si en el lugar de Keiko hubiese estado un varón mucho menos inteligente, pero si más vertical, más cercano a la baja estofa de la mayoría del pueblo y más cercano y devoto hacia el despreciable “patriarca” nipón, sin duda este estaría, prácticamente, “reinando” desde hace años en Palacio como se supone era la maldita utopía del asesino y corrupto, todavía encerrado y en espera de un indulto que sería el suicidio moral del país, que tiene a mal llamarse Alberto Kenya Fujimori Fujimori. El “lucimiento” de Kenji, en este sentido, puede enfermar a los politólogos más lúcidos y será un gran riesgo para el 2021, sobre todo, si Antauro Humala participa del proceso –otra opción reaccionaria y brutal con la que mucha gente estaría de acuerdo, dada la fascinación que tienen respecto de los “caudillos” inflexibles–, y aunque este orden de especulaciones excede el motivo de este escrito, es válido, al menos, mencionar estas oscuras posibilidades.

 

  1. Lo que debemos hacer es reconstituir nuestro país porque no sólo ha sido varias veces destruido, por no aprovechar las oportunidades que tuvo para desarrollarse, porque nunca ha sido pensado como un todo y porque quienes intentaron pensarlo nunca pudieron llevar a la práctica sus esbozos teóricos, sus posibilidades ni sus sueños – ya sea porque fueron destruidos por las seducciones típicas que ofrece el sistema, es decir corrompidos, domesticados y/o sobornados o aniquilados por la metralla, rodeados de pájaros y árboles – y porque debemos aceptar que todas las agrupaciones políticas habidas hasta el momento nos han fallado y nos seguirán fallando porque no depende de ellos satisfacer las necesidades de la ciudadanía sino sus propias ambiciones y requerimientos mezquinos y egoístas.

 

  1. Reconstituyamos al país, reconstituyéndonos a nosotros mismos, pero no sólo el país y su política sino el lenguaje, y también, nuestra ética y vida ciudadana. Con precisión y valentía, llamemos ladrón al ladrón y asesino al asesino y no dejemos que se mantengan impunes por más tiempo.

 

  1. El mal menor no existe, el mal es el mal y no importa la jerarquía ente sus manifestaciones sino enfrentarlo.

 

II.

 

  1. La corrupción es casi consustancial a la política, sobre todo a la política peruana. Los procesos que deben afrontar todos los ex presidentes peruanos son la prueba irrefutable de la premisa expuesta.

 

  1. Se requiere de grandes personalidades para no incurrir en este vicio de tan fácil acceso en los predios no sólo de la Administración Pública sino en casi cualquier aspecto que implique la vida cotidiana en nuestro país.

 

  1. El lobbysmo y la ambición de quienes regentan el poder para entrometerse en la economía, en el mercado y en el Estado no deja con pies ni cabeza a ningún izquierdista, ávido de ingresar a trabajar al Estado, malacostumbrados desde el velascato, en teoría; ni mucho menos a los grandes “liberales” tecnócratas que hemos reconocido, en la práctica, gracias al turbio chuponeo que realizó el ex contralor Alarcón.

 

  1. El empecinamiento de los estamentos públicos en sostener una desidia sin límite ante el embrutecimiento diario de la mayoría de jóvenes y niños peruanos expuestos a la miseria de los realities y de bibliotecas sin títulos excelentes.

 

  1. Los gobiernos que se han sucedido en nuestro país no afrontan la crisis del magisterio de un modo contundente, es decir separando a los pocos docentes de calidad de las bestias que degeneran en el hartazgo y la falta de conocimiento, que es otra forma de embrutecer a los menores en edad escolar, y satisfaciendo las pretensiones de tener una mejor calidad de vida por parte de la mayoría de profesores del país.

 

  1. Además, no contribuye a resolver el problema, el hecho de mantener el presupuesto nacional destinado a la economía en una tasa muy baja respecto de países desarrollados en los que la educación es la columna capital de su desarrollo.

 

  1. Y nos preguntamos, ¿hasta cuándo consentiremos la imbecilización e idiotización de nuestros compatriotas, hasta cuándo seguirá desperdiciándose la niñez nacional en escuelas sin futuro, la adolescencia nacional en colegios de los que sólo pueden egresar para ser unos explotados más por un sistema que les ofrece la falsa prosperidad del emprendimiento individual, la juventud nacional perdiéndose en el marasmo absolutamente técnico que ofrecen las universidades en la actualidad, depósitos de estudiantes en los que es más fácil hablar con los espíritus o con las paredes antes que encontrar un individuo auténticamente universitario y humanista?

 

  1. La servidumbre feudal o esclavista suprimida por Velasco respecto de los indígenas y trabajadores de la tierra ahora se ha expandido a todos los rincones del país sin diferenciar clases sociales. Los muchachos asesinados en las Galerías Nicolini, presos durante su jornada de trabajo, son el lado más oscuro y doloroso de una realidad que afecta, quizás con menor sentido trágico, a todo aquel que trabaja más de ocho horas sin recibir el pago de las correspondientes horas extras ya sea en el sector privado o, peor aún, en el sector público, a todo aquel que sube a los buses a vender caramelos exponiendo su miseria ante los ojos de todos los pasajeros porque no les basta ofrecer el producto que llaman horriblemente “golosinario” sino que , falsa o verdaderamente, describen sus tribulaciones, enfermedades y desamparo a fin conmover a sus potenciales consumidores.

 

  1. El centralismo limeño no desaparece ni se ha aplacado pese a la gestión de los Gobiernos Regionales y casi podría decirse que, si bien no existe más el Conde de Lemos ni el Palais Concert, Lima sigue siendo el Perú, aunque el Jirón de la Unión de la boutade valdelomariana, radique más bien en la Carretera Central, en Lima Norte o en San Juan de Lurigancho. Si algo no llega a Lima es como si no existiese y eso es, prácticamente, un infierno para la gente despierta y talentosa que suponemos vive en las provincias.

 

III.

 

  1. Mariátegui acertó al no seguir a Haya cuando este decidió participar en elecciones porque pasar de un dictador a un presidente sin haber transformado, previamente a la sociedad, sólo conlleva una declaración “democrática” en las formas y minúsculas aperturas a la crítica y al debate, censurados del todo bajo la opresión de un régimen antidemocrático, anestesiados bajo la estupidización planificada de las mayorías, véase los realities, los programas de espectáculos, véase casi todo el contenido de la televisión nacional, del cine nacional, de la música nacional; repárese hasta en la farsa que son nuestros símbolos patrios, nuestras “instituciones”, nuestra sociedad civil, nuestra “política”.

 

  1. Mariátegui acertó mas su propuesta socialista no puede convencer ahora ni nunca. El neoliberalismo es una estafa, pero el socialismo es otra porque es imposible conciliar la voluntad colectiva con la individual sin perder la libertad en cualquiera de sus variadas y preciosas formas.

 

  1. El futuro es la libertad. Por ello, luchemos, desde ahora, para garantizar esta comunión sagrada y no nos contentemos con las pantomimas que nos brindan el gobierno, las instituciones públicas, los movimientos “políticos” en boga y/o en extinción. Estudiemos los problemas de nuestro país, problematicemos nuestra conflictiva y turbia realidad a fin de esclarecerla y lleguemos a proponer las soluciones y remedios más adecuados para nuestros males. Claro está que esta labor no se satisfará en 6 días, pero debemos empezar en algún momento y nunca habrá mejor opción que HOY.

 

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