MINEDU: ¿Una reforma universitaria con intereses ocultos? [VIDEO]
El discurso de Martín Benavides, ex jefe de la Sunedu y hoy ministro de Educación: cuando la realidad desnuda a las palabras y empieza a mostrar los entretelones de una reforma con intereses ocultos.
En una de sus lecciones, Nicolás Maquiavelo señala: “Busca una buena causa y esconde detrás de ella tus iniquidades”. El ministro de Educación, Martín Benavides Abanto, parece ser un maquiavélico seguidor de esa enseñanza. El día de ayer, 12 de junio, dio una entrevista en Radio Programas del Perú en la cual, parapetado en el escudo de la reforma universitaria, hizo afirmaciones que tergiversan la verdad, una actitud impropia en un funcionario público vinculado a la educación.
Nadie duda de que las universidades en nuestro país debían ingresar a una severa evaluación y muchas de ellas era necesario que cesaran sus actividades porque no cumplían con estándares básicos. En ese sentido, la reforma que emprendió la Sunedu fue una buena causa. Lo que no puede admitirse es que detrás de ella existan, por lo menos dos situaciones, muy cuestionables. La primera, el cierre de universidades sin haber diseñado alternativas para las decenas de miles de estudiantes que han visto truncado su futuro y hoy se encuentran sin opción de estudios profesionales.
La segunda, utilizar la reforma universitaria como escudo para encubrir irregularidades diversas y situaciones que, al parecer, terminarían mostrando presuntos actos de favorecimiento a intereses económicos.
En la entrevista en RPP, Benavides trató de cuestionar nuestras investigaciones. Es sencillo ponerlo a descubierto a partir de sus propias afirmaciones.
Benavides dijo:
“Yo he visto muchos abogados en medios de comunicación confundiendo a la opinión pública diciendo por ejemplo que Sunedu había emitido normas que discriminaban cuando eso no ha ocurrido así”.
La discriminación existe y está referida a los estudiantes que estaban matriculados en las universidades privadas a las que no se les dio licenciamiento. Estos alumnos se quedaron sin opción para seguir estudiando, pero para los estudiantes de las universidades públicas canceladas se expidió el Decreto Supremo 016-2019-MINEDU por el cual, los centros de estudios estatales, pueden presentar un plan de reorganización para poder seguir funcionando. De ese modo, sus estudiantes no se quedan en el aire. Además, aquellas universidades públicas que no logren reformarse, cerrarán definitivamente con lo cual no se daña el sistema educativo.
Esa opción se le niega a las universidades privadas que perdieron su licenciamiento. Es un acto de discriminación crear un régimen especial para las universidades públicas y excluir a las universidades privadas cuando ambas están en la misma condición: pérdida de la autorización de funcionamiento. Para dejar sin efecto la discriminación, los expertos han señalado que habría que incorporar a ese D.S. 016-2019 a las universidades privadas denegadas para que presenten un plan de reforma bajo el control de la Sunedu. Aquellas que no logren pasar esa barrera se clausuran definitivamente y las que aprueben será porque elevaron su nivel educativo bajo la tutela de la Sunedu.
Esto no significa una oportunidad para las “universidades chicha” que, incluso, ya no están operando. Es una medida que daría una salida a universidades, sobre todo en provincias, que pueden dar una alternativa para miles de estudiantes que hoy están privados de sus estudios superiores. ¿Por qué se niega tan rotundamente el ministro Benavides, autor de decenas de cierres en su gestión como jefe de la Sunedu? Porque, como lo ha señalado Lima Gris en informes anteriores, parece empecinado en entregar el mercado universitario de provincias a la UTP, el centro de estudios del grupo económico Intercorp al cual Benavides otorgó siete licencias para filiales que no existen. Ese es el dato concreto de la gestión de Benavides en la Sunedu: beneficio al poder económico y cero alternativas para estudiantes de menores recursos.
Benavides dijo:
“Siempre supimos que había que buscarles alternativas a los estudiantes, pero la primera alternativa era responsabilidad de los dueños de las universidades”.
Doble falsedad. Si se revisa toda la documentación de la reforma emprendida por la Sunedu no existe una alternativa diseñada para los estudiantes. El hecho es grave porque el actor principal en el sistema educativo es el alumno y hacer una reforma cerrando universidades sin plantear una alternativa para los estudiantes, es destruir el esfuerzo de las familias que venían pagando esos estudios, es dejar a jóvenes sin opción de un futuro profesional y es generar un problema social.
En cuanto a la afirmación del ministro Benavides respecto de que los dueños de las universidades canceladas son los principales responsables de hallar alternativas para los estudiantes que se quedan sin centro de estudios, solo cabe concluir en dos opciones: o se trata de un funcionario sumamente incompetente, o es una afirmación burlona.
Lo que el ministro Benavides afirma equivale a sostener, por ejemplo, lo siguiente: “si una fábrica es clausurada, los dueños están obligados a buscarle nuevos empleos a sus trabajadores”. Si las universidades están siendo sancionadas con el cierre ¿cómo se van a ocupar en conseguir alternativas para los estudiantes? Si las cierran por mal funcionamiento ¿qué le hace pensar al ministro Benavides que van a invertir dinero en reubicar alumnos? Y si existiera ese milagro ¿dónde los reubican si el sistema universitario estatal no puede absorber nuevos alumnos?
Las evidencias que están asomando empiezan a mostrar una presunción que las investigaciones convertirán en certezas: la gestión de Martín Benavides como jefe de la Sunedu tuvo la lógica de cerrar, a como de lugar, universidades que podían reformarse; de ese modo, se entrega el mercado universitario a grupos con poderío económico. En esa línea se inscribe el beneficio que otorgó a la UTP (Grupo Intercorp): siete licencias para filiales en provincias que no existen porque recién están en construcción. (Ver video).
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El Caso UTP y las falacias de Benavides
Entrevista en RPP sobre la investigación de Lima Gris.
Patricia del Río:Discúlpeme que le haga una pregunta sobre un hecho que se ha publicado en una página web, Lima Gris, pero que tiene un sustento interesante y es que, durante su gestión, se habrían aprobado siete sedes de la UTP cuando todavía no se habían construido o cuando estaban a mitad de construcción. ¿Eso no sería jugar con unas reglas distintas a las que se aplicaron a otras universidades?
Ministro Benavides: No para nada. (…) Sunedu tiene para las universidades nuevas que crean filiales nuevas un conjunto de exigencias que son las mismas que se han aplicado para esta universidad (UTP) o para otras, que obliga a las universidades que quieren crear nuevas universidades a que tengan todo implementado para los primeros dos años.
Patricia del Río: Sin embargo, se les otorgó la licencia cuando los locales no estaban terminados incluso no están terminados hasta ahora.
Ministro Benavides: Estaban totalmente implementados para sus primeros dos años.
Patricia del Río: Me gustaría que viera la investigación. Simplemente le hago las preguntas porque hay fotos y allí están los documentos. Edificio en construcción sede UTP 9 de junio del 2020, parado, sin terminar. La foto UTP de Ica también parado. Entonces, ¿a qué se refiere con que la implementación tenía que estar lista para que se le diera licencia a los dos años, o sea, qué cosa tenía que estar listo si allí no hay laboratorios, no hay bibliotecas, si la universidad todavía no está completa.
Ministro Benavides: El expediente de esa universidad (UTP) como de otras universidades que presentaron casos similares, claramente demuestra que tenían todo instalado para los primeros dos años de funcionamiento de la universidad.
Patricia del Río: El expediente.
Ministro Benavides: Sí, el expediente que ha sido verificado por el equipo evaluador de ésta como de otras universidades, no es solamente el caso de la UTP. Entonces, lo que se le da es la autorización de funcionamiento porque ha garantizado que tiene todas las condiciones para los primeros dos años de funcionamiento.
Patricia del Río: El único problema que me gustaría señalar, señor ministro, es que para que se licenciaran las otras universidades les pedían hasta que el caño del laboratorio estuviera puesto. (Ver video).