El lingüista y poeta Mario Montalbetti nos convoca una vez más a pensar en nuestra realidad y no tragarnos las falacias que nos venden por cultura los aparatos de poder en el Perú. Frente a frente, en un espacio privilegiado de la mítica Librería El Virrey, el profesor Montalbetti lanza dardos a los que permanecen cegados con un solo objetivo: pensar. El gran amigo del recordado Antonio Cisneros resalta el poder de la poesía hoy en día como el último reducto de pensamiento crítico y su actuación como expresión artística desde los márgenes. Adelante, que ruede la cinta, las preguntas y respuestas del autor de “Fin desierto”.
Actualmente vivimos un periodo interesante en el cual la movida cultural está ganando un espacio en nuestra sociedad. ¿Qué opina al respecto?
Creo que hoy pensar nuestra posición en el mundo y en la sociedad en la que vivimos ya no tiene ninguna importancia. En un periodo de tiempo muy corto, como en las primeras novelas de Vargas Llosa “La ciudad y los perros” o “Casa verde”, se usaba el arte para pensar nuestra relación con el país; las últimas, ya no.Solo sirven para entretener, para contar, como dicen muchos, una buena historia. Igual ocurre en el cine que ya no se usa como una forma de pensarnos, sino como entretenimiento. Cuando dices que hay una expansión cultural, creo que más bien hay un cambio en su forma. Estas nuevas formas se ven como más banales, más light desde un punto de vista más tradicional porque la idea misma de pensar nuestra posición en la sociedad o en el mundo tampoco se ve como importante. La gente suele decir “ah, tú eres un teórico, que aburrido”, mejor cuento una buena historia, vamos a entretenernos. Por eso, creo que hay tener cuidado con esto de la expansión porque en realidad no es eso, sino es un cambio que está ocurriendo. Parece que hay más porque en efecto nuestros novelistas escriben 5 libros al año. Hay esta idea de que todo lo que se escribe debe ser leído porque ya habrán más por salir, lo cual es la forma que utiliza el periodismo o la de ver televisión con control remoto. ¿Cuántas novelas contemporáneas se releen? Ninguna. Es parte de ese fenómeno. Creo que hay una ilusión, una deformación de que parece que hay más cuando eso responde al cambio que está ocurriendo.
Peter Brook decía que cuando un país crece económicamente también lo hace su parte cultural, pero con una degradación de la calidad de la misma ¿Comparte esta opinión para el caso de nuestro país?
Claro, con el crecimiento económico hay uno cultural, pero es de aquellas formas que le interesan al mercado, es decir, solo ciertas formas de cultura o arte. Esto está vinculado al cambio del que te hablo. Le interesa que la gente utilice el arte para entretenerse, mas no para pensarse. Por ejemplo, en este país no hay crítica. ¿Quién hace una crítica? Hay 2 o 3 excepciones, pero digamos, en general, ¿Dónde están los espacios críticos? Al crecimiento económico no le interesa la crítica, ni que la gente piense a través de los productos culturales, sino que sean bonitos, decorativos, que los pueda comprar la burguesía, que no sean muy escandalosos, que entretengan.
Ese tipo de arte que menciona ¿Cree que se va a seguir sosteniendo por los próximos años o podría mejorar, sobre todo, en el espacio crítico?
No veo porque. La aparición de la crítica va de la mano con la idea de darnos cuenta de que pensar lo que hacemos es importante. ¿De dónde le metemos a la gente o nos metemos nosotros mismos la idea de que pensarnos es importante? Bueno tiene que comenzar con cierto tipo de educación, no salir últimos en el Informe de PISA. Creo que los Estados que hemos tenido se encargan sistemáticamente de que la población peruana sea cada vez más bruta o que no tenga ningún tipo de acceso a una educación buena. Fíjate lo que le pagan a los maestros, los datos son obvios. Si no hay interés por ahí, no hay sentido para el resto articularse para producir expresiones artísticas serias o que sirvan para pensarnos.
¿Entonces los medios de comunicación están involucrados con este ciclo de embrutecimiento?
El periodismo peruano es una caca, pero este está de la mano con el Estado peruano y el crecimiento económico. ¿Puedes leer el periódico? No se puede. Entonces, no existe el periodismo. El mal periodismo es parte del problema, no la solución.
Ahora que hablamos de los medios de comunicación, ¿Qué opinas de esta concentración de medios del Grupo El Comercio?
Si fuera perverso, ya se concentraron los medios, son uno solo y muy malos. Las diferencias son de matices. Mientras que los medios y la clase política peruana se alegran jugando a estas cosas del Mar de Grau, el límite marítimo, les ganamos a los chilenos, etc., archivan el caso de las esterilizaciones forzadas que se hicieron durante la época de Fujimori con la venia del cardenal Cipriani, eso ya no se discute. Ahora estamos con esta idea absurda de les ganamos a los chilenos. Ellos van al mundial, pero nosotros les quitamos el mar. Esa especie de discusión tonta, cortoplacista, inmediata, light. Esa concentración de medios que ya existe, en el fondo, es elegir A o B en la próxima elección, o las dos siguientes.
¿Crees que las empresas privadas están apoyando al arte y a la cultura?
No, porque, como ya he dicho varias veces, la burguesía peruana es muy bruta, no se dan cuenta. Se refugian en esta cosa estúpida de “yo hago lo que quiero con mi plata”. Ya hemos visto que haces con tu plata, te compras departamentos en Miami, en Asia o donde fuere. Lo que jode no es eso, sino lo que no hacen con su plata. Financia una película o una revista, abre una galería de arte. Por ejemplo, lo que hace Mulder con el Centro de la Imagen, ahí está, puso, apostó, hace un negocio, no importa, pero hay una cosa ahí, hay una galería, se enseña arte. La burguesía peruana no se ha dado cuenta que mejoraría muchísimo si soltaría un poco más de eso que le sobra. No para alentar la gastronomía peruana, sino para fomentar empresas editoriales, galerías, películas, cortos, etc.
¿Qué opina de asociaciones como el MALI?
El MALI tiene varias facetas. Desde las exposiciones de Mario Testino hasta los talleres de danza. Cuanto más abajo vas en el MALI, más interesante es su labor. Cuanto más arriba vas, es menos interesante. Está al servicio de una asociación del establisment más. Es mejor que exista a que no, sin ninguna duda. El MALI hace muchas cosas y no todas las hace bien.
Ahora que hablaste de Mario Testino, hace poco mencionaste que no hacía imágenes, sino fotografías…
Es toda esta ola llamada Marca Perú, hagamos algo que se pueda vender. Parece que la causa rellena y mostrar indígenas cusqueñas vestidas con sus trajes típicos es la forma de vender algo. La noción misma de Marca Perú me parece perversa, ya que muestra que lo único interesante en este país es todo aquello que se pueda vender o exportar, en otras palabras, cómo hacer más dinero. Se está convirtiendo en un país donde lo único que puedes hacer es plata, todo el resto casi no cuenta. Entonces, en efecto, estoy seguro que Testino es un buen fotógrafo, no en vano ha sacado fotos de la realeza y de modelos, pero eso es una especie de ilusión fotográfica. Testino no puede hacer imágenes, solamente hace fotos. Fotos muy buenas, pero no construye imágenes porque sus fotos no se pueden leer o se leen en bloque. Compáralo con una foto de Chambi o de Figueroa Aznar donde tú te detienes. Las fotos se han sumergido en esta nueva tendencia más banal, de impacto. Si la fotografía ha devenido en eso, que mala suerte. Construir imágenes requiere de un artista.
Hace pocos años hubo una reunión en el Ministerio de Cultura en la que se citaron a distintos artistas, entre escritores, poetas, pintores para destinarse un fondo para la promoción de cultura, como se sabe no se llegó a nada concreto ¿Crees que se ha perdido una buena oportunidad para difundir más el arte en el Perú?
No hay posibilidad, no va por ahí. El Estado tiene una forma de hacer cultura y la tiene que domesticar, de decirte “esto es lo que somos”. Lo que entiendo el Estado por cultura es un producto artístico más un relato. Colaborar con ese proyecto a mí no me interesa. El artista conceptual americano Kosuth decía “arte es lo que tú haces, cultura es lo que te hacen”. Entonces, hay una cosa que el Estado te hace, piensan “vamos a difundir cultura”.Todo suena muy bien hasta que difundimos a Testino y te das cuenta que no va por ahí la cosa. Todo artista que va de buena fe se da cuenta que esto es una especie de engaño, tenemos plata y hay usarla de alguna manera. Marca Perú, PromPerú, todos los Perús son un engaño. Como no hay una actividad crítica, no nos pensamos y hacemos lo primero que se nos ocurre, que es botar plata en algo que no sirve. No me extraña que no haya llegado a nada. La función del Estado es dar una versión domesticada de cómo se dan las cosas para que nosotros no tengamos que pensar.
¿Estamos lejos de tener un ambiente cultural/artístico como el de Chile o Argentina?
No los conozco en detalle, pero es difícil que sea peor que el nuestro. Lo poco que conozco en efecto lo es. Te doy un simple ejemplo, la Feria de Libro de Buenos Aires, en una crisis espantosa, no tienen plata para casi nada salvo para pagarles a sus futbolistas y eso, va Paul Auster y Coetzee. A nosotros nos va de puta madre, nos va muy bien. La Feria del Libro del año pasado a quién traemos, a Pedro Suarez-Vertiz, ya eso te dice todo. Estamos bien lejos. Estoy seguro que acá el de la Cámara del Libro no sabe quién es Paul Auster.
¿Cómo ves las actividades artísticas que hacen los jóvenes que se organizan de manera independiente y no están ligadas a las estructuras de poder?
La cultura se va a difundir sola, no hay que ser promotor cultural. Lo que ocurre en los márgenes es mucho más interesante, sobre todo, porque son personas a través de una serie de manifestaciones como música, video, poesía, danza, teatro, que nos les deben nada a nadie, es decir, que no están detrás de la subvención, que no están corriendo detrás del Ministerio de Cultura para que les apoye con un proyecto, pueden trabajar de manera más independiente. Si no hay plata para hacerlo, hagámoslo pobres pues, sin plata. Un amigo mío decía, “si no la haces sin plata, no la vas a hacer con plata”, y eso es verdad. El margen privilegiado es la poesía, que siempre insiste desde ahí y da su cuota de pensamiento, lucidez, que las otras manifestaciones han perdido.
¿Cómo ves el panorama poético en el Perú?
No te puedo responder porque no la conozco todo, pero han salido cosas muy buenas el año pasado. Cosas excelentes de viejosaurios, es decir, gente que viene escribiendo desde hace tiempo. Por ejemplo, el extraordinario poemario de Abelardo Sánchez León, “Grito bajo el agua”, estupendo. Luego de ese lapso con la narración, regreso con la poesía que lo hace admirable. Roger Santivañez sigue escribiendo a un gran nivel. Mirko Lauer ha regresado con “Alcohols” a su viejo neo-barroco, pero a su forma en altísimo nivel. Pero, claro, esos no son los jóvenes. Para mí, hay hechos interesantes como el de la presencia de la editorial Paracaídas de Juan Pablo Mejía. Juan Pablo me explicaba una vez que el título venía por la gente de San Marcos que quería escribir su primer poemario y tuviera un paracaídas donde caer. Ahora se ha vuelto paracaídas mío, de Mirko Lauer, de Balo, de un montón de gente. Eso me parece fundamental y que al final termine costando 20 o 25 soles un librito es admirable. Pero, regresando a esta especie de “recuento”, hay dos libros que me han gustado muchísimo. Uno de Willy Gómez que se llama “Construcción Civil”, no lo conocía y me parece de primer nivel. Y otro, una sorpresa porque tampoco lo conocía, William Siguas que ha publicado “El Hombre Triangular”, notable, muy bueno. Entonces, yo creo que la vitalidad de la poesía peruana sigue ahí, pero hay que leer mucho. Es gracias a Paracaídas que tenemos cada vez más porque básicamente antes el poeta te lo pasaba en copias ellos mismos.
¿Qué piensas sobre este boom de las editoriales independientes? ¿Se ha guardado cierto tipo de calidad?
No ha sido el caso, Paracaídas la mantiene, pero otras experiencias ha caído en ciertos títulos dudosos. Dejémoslo ahí.
Cuando eras más joven publicar un poemario debió costar entre 7 u 8 mil soles, ahora con mil ya se puede
Claro y no necesariamente 500 ejemplares, puedes comenzar con 150. Lo puedes poner en tu USB y lo vas sacando conforme vas avanzando. Esa es una forma interesante porque la propagación de la poesía es distinta a la de la narrativa, de otras expresiones culturales, es más sumergida, más clandestina. Lo interesante es hacer que la gente que no leía poesía, ahora la lea porque básicamente siempre nos hemos leído entre nosotros.
En estos últimos años se están realizando festivales internacionales de poesía en nuestro país, es más, participaste el año pasado en el marco del segundo festival, ¿Cómo crees que nutre este tipo de encuentros a nuestra escena poética?
Mira, es mejor que se hagan, a que no se hagan. Cuando se hace, unos dicen por qué está este y no este, siempre hay esas peleas más o menos tontas. Cada uno selecciona. Es como hacer una antología, no puedes contentar a todos. Si contentas a todos, la antología no sirve para nada. Es mejor que existan estos eventos, sobre todo me parece interesante este festival de poesía que realiza Renato Sandoval, esta idea de que se lea en los márgenes de la ciudad, con toda esta inconveniencia de que toco leer en Comas y yo soy un poeta miraflorino, pero creo que es una buena idea irradiar de poesía en sitios donde usualmente no se hacían. También en los festivales conoces gente interesante y estas expuesto a poéticas nuevas. Es bueno para los poetas estar al tanto de cómo es que escriben otros porque pueden darnos soluciones a problemas que tenemos en nuestro propio trabajo. Los mismo se puede decir de una revista como el BuenSalvaje, algunos pueden decir esta reseña está medio truncada, pero es mejor que exista a que no.
¿Qué piensas sobre los nuevos colectivos poéticos que están haciendo los jóvenes universitarios? ¿Crees que ayuda a difundir más la poesía, como es el caso de lecturas en los márgenes de la ciudad y/o al aire libre?
Mira creo que es fundamental escribir buena poesía, después puedes ser un promotor de la poesía. Yo no soy parte de un colectivo, ni lo sería, no puedo trabajar en grupo, prefiero trabajar solo. Que existan lecturas de poesía en ciertos ámbitos que tradicionalmente no los alberga, me parece fantástico. Asimismo, corremos el riesgo que hay en poética, es decir, como la del político profesional. Es como la idea del promotor cultural profesional. No soy muy buen poeta, pero organizo recitales. Prefiero que sean solo poetas. Los poemas se difundirán solos de alguna manera, pero no estoy en contra de ese tipo de ejercicios. Al contrario, puedes conectar a cierto tipo de personas a prácticas a las cuales no estaban acostumbrados, pero yo no participo de esas cosas.
Hace unos años mencionaste que la poesía peruana contemporánea no tiene un peso en el escenario mundial, ¿Crees que eso ha cambiado últimamente?
Si he dicho eso creo que ha sido un error, pero también depende hasta donde jalemos contemporánea. Nuestro Nobel debió ser Toño Cisneros. La poesía de Toño fue de primer nivel en todo el mundo como lo es la poesía de Blanca Varela. Si tú me dices de un joven actual, es posible que no tenga el peso porque aún no se conoce su trabajo, pero que la poesía peruana de la segunda mitad del siglo XX para acá tenga un lugar bueno, no hay ninguna duda. Lo más cercano que tenemos son estos dos poemarios de Rodolfo Hinostroza y casi toda la obra de Toño como muestra del prestigio y calidad de nuestra poesía. Han dado premios Nobel a poetas que han estado al mismo nivel que los nuestros.
¿Conocer a Toño Cisneros qué tanto influyó en tu vida y tu poesía?
Con Toño nos queríamos bastante. No sé si éramos muy amigos, en el sentido de que no nos veíamos todos los días, pero cuando lo hacíamos si teníamos una bonita amistad, y creo que cuando no nos veíamos también. Para mí conocerlo fue muy importante cuando comencé a escribir, inclusive, el primer borrador de “Perro Negro” se lo pasé a Toño e hizo un par de correcciones, sugerencias. Le hice caso porque una vez más tenía razón. Antes de eso, como estudiante en la Universidad Católica junto a otros compañeros nos íbamos caminando hasta San Marcos para escuchar sus clases de Literatura Inglesa. Era importante tenerlo a Toño ahí. Ver a Toño escribiendo, dando consejos, conversar con él, etc. He tenido el honor de que Toño presente “Perro negro”, y eso que él casi nunca presentaba, pero lo hizo justo aquí en la Librería El Virrey. Luego hemos tenido una amistad prolongadísima hasta una semana antes de su muerte. Recuerdo que la última vez que lo vi me lo encontré acá en la librería e insistía que las mejores galletas de soda eran las Club Social. Era el típico Toño Cisneros que mostraba su máscara de oxígeno con orgullo porque le parecía más de vuelo que los que no la tenían. Pero algo que he dicho y se pierde es que era un tipo extraordinariamente serio cuando escribía. Toño que era nuestro amigo con el que conversábamos, era distinto de Antonio Cisneros el poeta, muy individualista, muy asocial, era absolutamente riguroso con lo que hacía, por eso pudo producir todo lo que hizo: Una obra que casi no tiene baches, del primero al último poemario.
¿Qué les recomendarías a los jóvenes que recién quieren entrar a la poesía y tienen miedo porque saben que no es lucrativa?
Primero, no les recomendaría nada. Segundo, si tienes miedo no te metas. Esta idea de que uno tiene el derecho de vivir de su arte es peligrosísima porque te pasas la vida buscando financiaciones de empresas para las que terminas trabajando. Yo por una cuestión accidental trabajo de profesor de lingüística porque estudie eso, o sea, doy clases en la universidad y con eso me gano la vida y cuando escribo poemas es porque me da la gana, no porque me lo piden ni nada. Creo que es muy importante tener un oficio que te permita cierta libertad cuando escribas poemas. La otra recomendación es distinguir entre escribir y publicar. Hay esta idea de que deberíamos publicar todo lo que escribimos, pero eso me parece una aberración. Deberíamos ser más serios, estrictos con lo que hacemos. Es importante escribir, no tanto publicar.
¿Qué nos espera de Mario Montalbetti este 2014?
Estoy terminando de hacer una traducción de Lingüística General de Saussure que me ha pedido la universidad. Ya estoy bastante avanzado. En cuanto a lo poesía, sigo escribiendo, pero no estoy seguro si publicaré algo, aún no lo sé.