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Luis Paredes: “El teatro es uno de los más abandonados por el Estado”

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Luis Paredes es sociólogo de la Universidad Mayor de San Marcos; sus criticas de teatro en diarios como La República y El Peruano fueron muy leídas por el público ochentero y noventero.

Actualmente ya no se escribe sobre teatro sencillamente porque los medios escritos no quieren pagar a los articulistas por sus textos, y apenas se puede observar reseñas pobres que solo transcriben horarios y títulos.

Lima Gris conversó con él en la Galerie Des Arts Oviedo & Hohagen, y nos narró una breve cronología del ambiente en el teatro contemporáneo en Perú.

 

En la primera mitad del siglo veinte el teatro en el Perú era asiduo a los montajes clásicos

Así es; había bastante Shakespeare. La década del cincuenta también se definió como una década que descubrió a Bertolt Brecht; y el primero en Perú que hizo un montaje de Brecht fue Reynaldo D´ Amore. Él hizo algunas escenas de “Terror y miseria del Tercer Reich”, y fue uno de los primeros que introdujo la dramaturgia de Brecht en el teatro peruano. Luego vinieron otros directores que también montaron obras más pequeñas de Brecht.

Precisamente, Reynaldo D´ Amore luego fundó una escuela de teatro ¿Qué otras escuelas surgieron en aquellas épocas?

En el año 1953 el historiador y pionero Guillermo Ugarte Chamorro estuvo a cargo de la Escuela Nacional de Arte Escénico (ENAE), entonces viajó con Sebastián Salazar Bondy para traer a un maestro argentino, y así trajeron a Reynaldo D´Amore, que se encargó de enseñar en la ENAE; y también formaron la Compañía de comedias en Perú. Después él se separó, y formaron ese mismo año en el “Negro-Negro” una escuela de Teatro de Lima

¿Te refieres en el sótano de la Plaza San Martin?

Ahí fueron las primeras instalaciones del Club de Teatro de Lima, y después, en la misma década cincuentera se trasladó al Le Paris de la avenida La Colmena que fue el espacio más conocido del club. Ya en la década del ochenta el Club de Teatro de Lima se trasladó a Miraflores.

Y luego nació el TUC

El TUC nació a comienzos de la década del sesenta, por iniciativa de Ricardo Blume que volvió de España y lo formó exactamente en el año 1961.

Entonces era la cantera de actores de teatro, pero había dos escuelas importantes

También existían otras escuelas, como la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENSAD) donde fueron formados Reynaldo Arenas, e Ismael Contreras, entre otros.

Las salas de teatro en los años sesenta apenas eran contables

Estaban como siempre el Teatro Municipal, la Sala Alcedo, La Cabaña, y la sala del grupo Histrión que también nació en los años cincuenta, ubicada en el pasaje García Calderón en el centro de Lima. La fundó Sergio Arrau, Delfina Paredes, y los hermanos Velásquez.

Pero luego se formaron otros grupos teatrales

Histrión fue como el papá de los grupos, aunque primero fue el Club de Teatro de Lima entre 1953 y 1954; y bueno, el grupo Histrión en 1957. Después, en 1969 se formó el grupo Telba; y en 1971 surgieron grupos como Cuatrotablas, y Yuyachkani.

Me parece que en Telba salieron actores que se convirtieron en mediáticos televisivos

Claro. Ahí estaban Jaime Lértora y su hermana, también Urrutia, Jesús Deleveaux, y Milena Alva.  Ellos empezaron fomentando al actor peruano, y buscaron dramaturgia nacional. Tenían a la mano a un escritor que en ese momento no era considerado dramaturgo, pero escribió varias obras para Telba y también fue autor de una sección en Caretas “La china Tudela”, hablo de Rafo León.

También llegó un argentino en los setentas, y se quedó a montar para siempre su propio teatro ¿Qué opinas de Osvaldo Cattone?

Él vino a trabajar para la novela Nino como uno de los galanes secundarios; con la pinta que tenía, además, vino de estudiar en Italia, y era alumno del Piccolo del teatro de Milán. Él tuvo primero el teatro Mariátegui de Jesús María, y después con Horacio Paredes y Regina Alcóver hizo sus primeros montajes que fueron un éxito en el teatro Marsano. A decir verdad, Regina es quien descubre a Cattone en Argentina, y así lo trajo a Perú porque se enamoró de su capacidad actoral.

Las obras de Cattone al principio fueron criticadas porque se trataba de un teatro muy comercial

Lo que pasa es que era un teatro que invertía muy bien en producción; era toda una empresa de teatro. Yo creo que el primero que hizo una empresa teatral estructurada en el Perú fue Osvaldo Cattone.

¿Recuerdas a dos hermanos españoles que hicieron buen teatro en Perú? Me refiero a Pepe y Lola Vilar

El primero fue Pepe. Él hizo Teatro como en el teatro.

Teatro como en el teatro fue una propuesta que luego de veinticinco años fue mal copiada por Ricky Tosso

Lo que pasa es que Teatro como en el teatro era aprovechado por el prompter, porque lo hacían en televisión, y grababan el libreto un día antes, así trabajaban con el teleprompter; y quien se daba el lujo de participar sin el promter era justamente Pepe Vilar porque improvisaba mucho, y además era un maestro. En cambio, Ricky Tosso convocaba gente más mediática, lo convirtió en algo comercial, y los libretos no eran de tanta calidad como los de Vilar.

Era un teatro para formato televisivo, pero al estilo de teatro

Claro, además Pepe Vilar hizo muy familiares a la mayoría de los dramaturgos poéticos y comediógrafos españoles que él conocía.  Su hermana Lola más se dedicaba a actuar, y también tenía su humor personal.  Leonardo Torres, el hijo de Lola es un teórico y creador teatral, él tiene su escuela de actuación en El Británico.

Mencionaste a Horacio Paredes que fue director de teatro

Horacio primero fue escenógrafo, pero como era muy carismático también fue locutor de televisión.

En el programa Magazine con Silvia Maccera

Y también en esos años él fue el contacto para un programa internacional que se llamaba “300 millones en Español”; lamentablemente tuvo una muerte muy trágica.

Recordemos a otros actores que desaparecieron

Tito Salas también murió, él era el socio de Cattone. También Alfredo Bouroncle que era un actor radial de una buena imagen televisiva; y Fernando Larrañaga que luego se fue a México justo en el tiempo que se fue Ricardo Blume, y ya no regresó más, él vive aún.

Mario Delgado del grupo Cuatrotablas falleció hace poco

Justamente en 2018 se hará el homenaje a Mario Delgado con la ayuda de otros grupos de teatro. Él generó un movimiento de teatro que estuvo desligado del teatro oficial, porque fue un teatro que buscó su propio financiamiento. Es un teatro independiente, hacia adentro, existencialista al cien por ciento.

¿Y qué fue de los Ureta Travesí?

Ahí la más importante fue Elvira Travesí que fue la madre de Gloria María, y de Liz Ureta; Elvira fue una actriz intuitiva e hizo personajes grandes; el que más se recuerda de ella es el que interpretó en la obra de Fernando de Rojas “La Celestina”, en esa época vino un tal José Osuna que era un famoso director español, y la dirigió en La Cabaña. La gente decía: cómo es posible que esta señora que no es una intelectual llegue a comprender bien el sentido del personaje. Ella trasmitía con una gran fuerza porque era una actriz muy intuitiva.

Su soberbio papel en cine en Maruja en el infierno rompió esquemas

Claro, pero allí no le salían las lisuras porque era una persona muy fina.

Luego todo el clan se fue a radicar a España ¿Por qué crees que pasó?

Para ellos la situación en Perú se puso mal, porque en un tiempo hicieron Café-Teatro y les iba muy bien; pero de pronto empezó a bajar la afluencia de la gente, no sé por qué, quizás por la televisión que cada vez ganó más audiencia; y lo que ellos invertían en el teatro ya no les convenía. Incluso eran dueños del Ático, una sala pequeña en Miraflores que siempre paraba llena de público porque el atractivo allí era Elvira, que era multifacética.

Ya que mencionas el Café teatro; háblanos un poco de este género que nació en los setentas

El Café teatro en realidad nació a mediados de los setenta, y fue el boom en Argentina. Y de ahí lo exportaron, hubo un actor argentino que se llamaba Luis La Roca que luego llegó a trabajar a Perú.

Me acuerdo de él en “El Precio del Amor” en el Café teatro El Diablo de la calle Manuel Bonilla con Larco

Allí trabajó Teddy Guzmán desnuda. Esa obra fue muy fuerte para esa época; Luis La Roca era un intelectual, y la obra no era nada chabacana. Era sobre un escritor que se enamora de una mujer, y escribe sobre la relación carnal que tuvo con ella. Muchos años después, ahí mismo en El Diablo hicieron una adaptación del Último Tango en Paris, con Reynaldo Arenas y Jenny Hurtado; ellos también hicieron desnudos y terminaron abrazados.

Pero luego surgió un Café teatro más chabacano, y se abrieron salas como el Jonel´s, La gata caliente, el Palace atenea, y el famoso teatro Leguía.

Muchos de los actores que hicieron teatro clásico también hicieron Café teatro, como Edgar Guillén, y Walter Taíman. Pero luego el Café teatro se fue haciendo más ligero y erótico. Hubo una obra que Juan Rivera Saavedra escribió para una Susy Díaz jovencísima, se llamaba “Don Quijote con la mano en la mancha”, y también fue en el teatro El Diablo.

Hablemos sobre el gran actor Ricardo Tosso

Él fue Mipayachi, y también hizo de Sancho Panza en la obra de Cattone “El hombre de la Mancha”. Ricardo era muy buen actor, y además fue un cómico toda su vida. Así también recordemos a “Achicoria” Mario Velásquez, la gente que lo frecuentaba no paraba de reír, porque era una persona muy ocurrente, y siempre tenía la precisa; y también fue el caso de Ricardo Tosso. Él fue contratado por canal siete para dirigir una serie de programas, porque además era director de espectáculos.

Lo que hemos descubierto con los años es que Teddy Guzmán es una gran actriz

Ella era muy hermosa de joven, pero cuando ya se volvió una mujer madura, no sé cómo se fue convirtiendo en la actriz que es hoy. Y cuando tú la comparas con Yvonne Frayssinet, ella no tiene nada que envidiar.  Además, en el cine ha logrado papeles muy buenos.

Desde Hugo Salazar no hay críticos de teatro ¿Qué opinas?

Después de Salazar la crítica bajó. Los periódicos le perdieron interés a la crítica en el espacio cultural, no valoraban a los críticos, y generalmente la función del crítico la hacía un periodista de culturales que hacia otras cosas, y si quedaba un espacio libre, entonces hacia la crítica, pero no le pagaban por eso. En el caso de “Alat” Alfonso La Torre, redactaba la página de opinión, y no le pagaban por la crítica. Él hacia critica simplemente porque era un hombre de teatro. En el caso de Alonso alegría, lo contrataban especialmente para que hiciera critica, y por eso es que él se esforzaba en hacer una crítica muy filuda y muy canina, y lo logró; pero al final cuando rompió con El Comercio, dejó de escribir esa página que era tan leída, con críticas pequeñas pero punzantes; pues todas sus críticas fueron negativas; y ese es el estilo también de muchos críticos que se hacen creer por esa mirada muy aguda.

Ya no hay críticos, aunque ahora creo que están reapareciendo. Actualmente hay un resurgimiento de la crítica a nivel internet, hay unos blogs de crítica importantes donde se valora el montaje, y se hace seguimiento de obras, de gente que se ha formado con Sara Joffré y con buenos críticos.

¿Y sobre los dramaturgos? Han surgido más de ellos

Es importante el hecho que hoy hay mucha oportunidad para que se escriba en teatro dramáticamente; hay muchos concursos, y más posibilidades para los jóvenes autores para propagandizar su obra; desde lo que hacía Sara Joffré que creo que fue una pionera, ella incluía a autores nuevos y los premiaba de una manera muy simbólica. Por ejemplo, sobre Mariana de Althaus, apareció a raíz de que fue una actriz formada por Roberto Ángeles, pero como es una persona muy leída y culta ha derivado a la dramaturgia con mucha fuerza, e incluso ella misma dirige; ha sido formada en España, y tiene un gran nivel a pesar que es relativamente joven. Su temática es sobre la familia, y hace un análisis de la clase donde ella ha nacido y con mucha crítica, de las formas y de los sentidos de su entorno.  Cuando ella monta un espectáculo es una forma de cuestionar a los prejuicios sociales.

Referente a los espacios; han proliferado más salas en los últimos años

Estos espacios están fomentados por gente nueva que desarrolla su arte, con nuevos bríos, y hacen talleres porque tienen la necesidad de un espacio. Hay un espacio que se llama El Galpón que es de un teatro más alternativo, bueno; entre los más conocidos están el Teatro de Lucía, la sala del Británico, la del Icpna, también Yuyachkani, y en el centro de Lima está la tripe AAA; es una pena que el alcalde Castañeda no ponga en funcionamiento aún el teatro Segura. Y en Barranco están el Teatro Racional, El Espacio Libre de Diego La Hoz, y Ensamble de Sergio Galliani.

¿Y el nivel de precios sigue siendo elevado?

Ahora hay precios más populares que los teatros más populares. Más o menos, el precio de los teatros está sobre los cincuenta soles por entrada; y en los teatros alternativos está la mitad, algo de veinticinco soles. Como hay variedad de teatro, también hay variedad de precios, pero Cattone siempre ha sido el más caro, ahora cobra ochenta, incluso le gana a la Plaza ISIL que cobra sesenta soles.

¿Entonces no está al alcance de las masas?

El teatro con lo que invierte en producción tampoco puede bajar mucho sus precios, entonces es caro; pero también hay teatro popular que está ligado a gente de bajos de recursos, y recolecta público de los conos para hacerse conocidos en espacios como Villa El Salvador, o Comas, por ejemplo.

Algo así como el FITECA, teatro vivo internacional, que además es gratis

Claro, el Fiteca es un ejemplo muy fuerte que se ha ido reproduciendo en otros espacios parecidos a La Balanza. Ellos están creando un gran público, y alimentan la avidez de la gente por buscar obras de teatro para enriquecer no solamente su cultura, sino, su vida misma. Y aún hay gente que desconoce de este gran festival, porque su círculo de acción es más del cono norte, y Magdalena, y el Centro de Lima. Pero cada vez está llegando a más gente, pues, ya son como quince años que anda funcionando.

El micro-teatro ha visto la luz con fuerza en estos años

Ahí hacen obras cortas, y muchas de ellas muy bien escritas. En quince minutos desarrollan toda una trama, y un conflicto; se hacen interesantes, y una obra va hacia otra, y otra, porque son temas que están encadenados, y si tú ves un espectáculo, luego tienes que ver el complemento que son otras dos obras de quince minutos cada una. Es como una continuidad, y ha resultado. Por ejemplo, el homenaje a Chejov fue muy bueno, con esa adaptación y en formato de quince minutos, todo un micro-teatro.

El Ministerio de Cultura luego de muchos años acaba de retomar un concurso nacional de dramaturgia que anteriormente lo organizaba el INC. Ya hay tres obras ganadoras desde 2015, pero parece que le falta algo a este concurso

El problema que tiene este concurso del Ministerio de Cultura es que ellos ponen un límite edad a los concursantes, lo que no debería ser porque para la creación no hay edad, y cualquiera la puede ejercer en cualquier etapa de su vida. Limitar eso me parece mal, porque hay gente que tiene más de treinta y cinco años y escribe muy bien. Entonces debe haber un formato de convocatoria para jóvenes, y otro de dramaturgia en general, para que así todos puedan participar.

¿Acaso el Estado alguna vez apoyó el teatro?

Es muy difícil. Creo que muy pocas veces ha habido regímenes donde han apoyado al arte en general; y el teatro es uno de los más abandonados por el Estado, y ahora que tenemos un ministro de Cultura que es de teatro, ojalá que haya un apoyo real al teatro. Yo creo que con el apoyo económico que haga el MEF será básico.

Esperemos que Salvador del Solar se faje, y le pida el dinero suficiente al MEF para su gestión. ¿Confías en él como ministro?

Yo sí creo que puede hacerlo, porque conoce desde dentro el problema del teatro, y puede hacer y organizar grandes cosas para que apoyen a nivel económico.

Actualmente algunos directores convocan en sus puestas a jóvenes modelos de programas realities que no han estudiado arte dramático

Esos muchachos como son conocidos en la televisión pueden lograr un arrastre de público. Y un “momentito” de televisión genera más conocimiento que hacer una obra de teatro, en donde muy poca gente te conoce, y los directores a veces sacrifican la calidad del actor por esa persona mediática. Ellos lo hacen para llevar más público al teatro, pero si se basan en ellos como actores, obviamente la puesta será de baja calidad. Los directores en ese sentido solo se basan en la taquilla. Ese fue el caso de Full Monty, donde invitaron a ese chico de “Al Fondo hay sitio” Andrés Wiese, y llamó mucho la atención, y tuvo éxito más por los participantes que eran mediáticos.

¿Consideras que el teatro está en auge en Perú?

Yo creo que sí, está creciendo; no será un boom como dicen otros, pero es una disciplina que cada vez tiene más gente enterada, y que tiene un nivel alto como Alberto Isola y Roberto Ángeles, que irradian su capacidad en el resto. Y también hay gente que ha dejado un trabajo importante pero que lamentablemente ha desaparecido, como Tomás Temoche, en el campo del teatro popular, para solucionar problemas inmediatos de la comunidad. Temoche hacia un teatro que incluía a la gente, y no se excluía a nadie, más bien se incluía a gente que estaba invisibilizada para que forme parte de una comunidad activa.

Hace un tiempo hubo una obra bien recibida por el público limeño, me refiero a La Cautiva, pero también fue muy polémica por el tema de terrorismo ¿Qué opinas al respecto?

Fue una gran patinada más de Daniel Urresti. Y que más bien contribuyó a que la gente averigüe más sobre La Cautiva; e hicieron una temporada adicional que congregó mucho más público, e inclusive, llegó a México al Festival Internacional Cervantino, y fue un boom; además, aquel festival se cuida siempre de llevar obras de calidad. Fue un trabajo excelente de un autor que proviene de las artes plásticas.

Para terminar ¿Cómo ves la temática gay en el teatro actualmente?

Yo creo que tiene más presencia porque hay más apertura, porque la propia gente está rompiendo los prejuicios, y los tabúes. Cada vez hay una presencia más fuerte de una temática que engloba a un sector importante de la población; ya no es nada ajeno. Ellos más bien están buscando una inclusión en la vida social.

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