Los primeros tres osos de anteojos (Tremarctos ornatus) con un sistema de rastreo y monitoreo en el país nos brindarán valiosa información a través de un gran proyecto de investigación en Lambayeque. Este verdadero y detallado seguimiento permitirá establecer áreas de conservación para el único oso sudamericano.
Se calcula que en el Perú deben existir cerca de 5000 ejemplares del ucumari u oso de anteojos (u oso andino) distribuidos entre los 250 y 4500 msnm. Este úrsido se encuentra en peligro de extinción debido a la cacería y a la reducción de su hábitat. Es cazado por ser considerado peligroso y como una amenaza para el ganado, así como para ser utilizado en circos, y porque para algunos, sus órganos son afrodisíacos.
Para conservar a este importante mamífero diseminador de semillas, es necesario conocer, a través de la investigación científica, aspectos que nos permitan determinar sitios prioritarios que deben ser resguardados con el objetivo de asegurar su hábitat. Es así como la bióloga canadiense Robyn Appleton, con el apoyo de los comuneros Javier y José Vallejos, desarrolla desde el 2006 el proyecto «Ecología y abundancia de osos andinos en los bosques secos del noroeste del Perú: pozas de agua como oportunidades de investigación y desafíos en la conservación» en la zona de influencia del Refugio de Vida Silvestre Laquipampa en Lambayeque, específicamente en territorios de la comunidad campesina Mochumi Viejo y de (paradójicamente)la Asociación Ganadera «El Cebú».
Así, tras recibir los permisos del desaparecido INRENA y de las comunidades campesinas, Appleton y sus colaboradores iniciaron a finales de agosto del 2008 sus recorridos en la zona de estudio. El 7 de setiembre colocaron el primer collar (con GPS incluido) a un oso de anteojos hembra y luego de hacerle un seguimiento de tres horas, se observó que la hembra regresó a sus dominios como si nada hubiese pasado. El primer espécimen del oso de anteojos silvestre en el Perú con un GPS demostró que estaba dispuesto a colaborar.
La comunidad científica y conservacionista del país se enteró del suceso en el II Simposio Internacional sobre el Oso Andino, celebrado en Lima entre el 8 y 14 de noviembre del 2008. En dicha reunión, Appleton aseguró que la osa no reportó ningún síntoma atípico, lo cual se debe al poco stress que significó la operación. Asimismo, indicó que no hubo repercusiones negativas después de la inmovilización, ya que ella no relacionó esta experiencia con el ser humano, pues no hubo contacto antes de que sea dormida. Adicionalmente, se ha podido determinar que los osos utilizan algunos espacios naturales tales como peñascos donde, según la bióloga, se sienten seguros, tal vez porque hasta allá no llega su principal enemigo, el hombre.
Appleton ha logrado además ponerle un collar a un segundo y tercer oso (en febrero y en marzo del 2009 respectivamente), lo que hace más importante este hecho inédito en el país pues ya son tres los osos que nos develarán sus secretos. De manera complementaria, se han instalado 20 cámaras en la zona de estudio que brindarán información adicional para ampliar el conocimiento sobre los osos y otras especies de la zona como tigrillos, puma, sajínos y otros.
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Las baterías de los collares colocados a los osos duraron hasta finales del 2012. Esto le permitirá a Appleton registrar diariamente 3 ó 4 posiciones al día de cada espécimen, a fin de hacer un seguimiento y mapeo completo del rango de distribución de los osos en el bosque seco. Adicionalmente, ya se han detectado más de 30 individuos en la zona y se ha logrado —por primera vez— registrar científicamente el comportamiento de apareamiento de los osos andinos. Por otro lado, se ha logrado también observar por primera vez el nacimiento de un oso de anteojos en estado silvestre. Esta es una verdadera revelación de mucho valor científico.
Es meritorio destacar también el gran empuje, energía y ganas puestas por los pobladores de la zona, los cuales han entendido la importancia de realizar estos estudios en sus tierras. Esta es una manera además de crear conciencia y explicar en qué consisten los proyectos de este tipo que a veces suenan utópicos y lejanos para los implicados. Involucrarse en los mismos le da una dimensión especial que demuestra que sí es posible unir conservación y desarrollo.
Investigación científica sería y necesaria
Este importante proyecto es una muestra del valioso trabajo científico que se puede y debe hacer en el país para conservar nuestra diversidad biológica. Para esto, aún se debe lidiar con trámites burocráticos centralistas y con funcionarios en todo el país que realmente dejan mucho que desear. Es por eso que esta gran iniciativa tiene un merito suplementario por ser la primera en su genero que realmente aporte al país información de calidad sobre el os andino.
Al realizar este proyecto en territorios que no están protegidos y cercanos al Refugio de Vida Silvestre Laquipampa, se podrá determinar si existen corredores biológicos que conecten los territorios estudiados con esta área natural protegida o si estos están aislados debido a la fragmentación del hábitat. Este punto es esencial para analizar el intercambio y movimiento genético de la especie en la zona.
Cabe resaltar además que mediante el presente trabajo se podrán ejecutar acciones concretas, viables y bien manejadas en aras de conservar a esta especie. Contando con conocimientos sólidos provenientes tanto del saber del poblador local, así como de los resultados de investigaciones científicas serias, las tareas pendientes recaen en las autoridades locales, regionales y nacionales. Esperemos que se use la información de la mejor manera.
La conjunción de los conocimientos científicos con aquellos de los pobladores locales permitirá realmente proteger nuestra diversidad biológica. Es por eso que en este, y seguramente en otros casos también, es indispensable unir esfuerzos con el fin de trabajar de manera seria y responsable en busca de estrategias de conservación sostenibles en el tiempo que vayan de la mano con el desarrollo local.
Datos adicionales.
En el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa (RVSL), ubicado muy cerca al lugar donde se viene estudiando al Oso de Anteojos en Lambayeque, existe otra población que es protegida junto a otra especie emblemática del norte peruano: la pava aliblanca (Penelope albipennis). En dicha área natural protegida —ubicada en la sierra lambayecana específicamente en el distrito de Incahuasi— se puede ver a ambas especies en estado silvestre. Justamente, el estudio de Appleton busca identificar, entre otros, si existe una conectividad entre ambas zonas para justificar una ampliación del RVSL que proteja a ambas poblaciones. La extensión actual del espacio protegido por el Estado es de8,328.64 hectáreas.
El trabajo con la población local en esta importante e innovadora investigación científica es sumamente trascendente. Para alcanzar todos los objetivos planteados, es necesario un trabajo concertado con los pobladores dela zona. Esprimordial, en una primera instancia, explicarles qué se busca lograr y cómo es que se piensa alcanzar los resultados propuestos. Asimismo, qué mejor ayuda para un trabajo exitoso que la participación de aquellas personas que conocen muy bienla zona. Planteando, desde el principio, las reglas claras, se obtiene alianzas vitales para sacar el proyecto adelante y beneficiar a todos los involucrados.
La tecnología de punta utilizada en este proyecto de investigación científica permite realizar un monitoreo constante a los osos que portan un collar especial con un transmisor. De esta manera, se realiza un mapeo permanente de todos los puntos por donde se desplazan estos animales, con el fin de identificar sus principales rutas de movilización y determinar la amplitud de su territorio. Con dicha información se analiza también, cuáles son los espacios que deben ser necesariamente protegidos y que merecen vigilancia y monitoreo constante. Los osos recorren largas distancias para alimentarse y para encontrar bebederos.
El valle del río La Leche, donde se ubica la localidad de Batán Grande, se extiende desde las costas de la ciudad de Lambayeque hasta la localidad de Incahuasi cerca del límite con Cajamarca. En dicho valle se ubican las dos áreas naturales protegidas de Lambayeque: el Santuario Histórico Bosque de Pómac y el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa. El río La Leche nace de la unión del río Moyán —que atraviesa el refugio— y del río Sangana, proveniente del vecino departamento de Cajamarca. Este valle presenta diversas opciones para el turismo y la investigación científica.