Lita Aimé Verástegui Soto, hasta fines del año pasado fue designada como Directora General de Recursos Humanos del Ministerio de Cultura, cargo que llegó a ocupar gracias a su amistad con la ex ministra de Cultura, Patricia Balbuena.
El 27 de noviembre del 2018, luego que Lima Gris publicó una denuncia sobre el caso de estafa al banco GNB, Lita Verástegui Soto, renunció a su cargo en el ministerio de Cultura. La denuncia en mención por estafa de 12 millones de soles, fue presentada por Edgard Lázaro Alcántara, representante legal de la empresa Banco GNB Perú, en la Quinta Fiscalía Provincial Penal de Lima.
En la denuncia penal, además de Lita Aimé Verástegui Soto, también figuran Eduardo Dávila Morán, Mónica Pamela Torres Valverde, Alejandro Augusto Cerdeño Monrroy, Nelly Erquinio León, Juliana Huamán Fernández, Mario La Riva Mantilla, Jean Pierre León Fernández y L.Q.R.R, por la presunta comisión de los delitos contra el patrimonio, estafa agravada, contra el orden financiero y monetario; financiamiento por medio de información fraudulenta, contra la paz pública; asociación ilícita, contra la fe pública; falsificación de documentos y lavado de activos.
Sabemos que Lita Verastegui tiene buen tiempo trabajando en diferentes instituciones del Estado, entre ellas el SIS, SERFOR, Ministerio del Interior y Ministerio de Cultura. Para nuestra sorpresa, hace unos días acaba de ser contratada por el Ministerio de Educación en PRONABEC, en el cargo de coordinadora de incorporación y desarrollo, bajo el régimen CAS.
Lita Verástegui Soto, sin duda tiene buenos contactos en el poder, una de ellas es la ministra de Agricultura Fabiola Muñoz (con quien trabajó en SERFOR) y Patricia Balbuena, ex ministra de Cultura y actual asesora del presidente Vizcarra. Sorprende la gran facilidad que tienen algunas personas para acomodarse en puestos claves del Estado, a pesar de tener fuertes denuncias.
Obviar una denuncia tan sería contra una trabajadora del Estado nos demuestra que la llamada “lucha contra la corrupción” que pregona el presidente Martín Vizcarra, es una gran puesta en escena. Una real lucha contra la corrupción no permite que personas denunciadas por estafa agravada, asociación ilícita, falsificación de documentos y lavado de activos, trabajen en el Estado.