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La posverdad en el Pisco

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Escribe César Costa Aish

Acabo de leer un artículo en una revista donde se entrevistan a tres responsables de marketing de tres Piscos llamados Grandes  (por gran parte de su historia) o Industriales por los volúmenes de Producción: Ocucaje, Rotondo y Tabernero. En la misma los “especialistas” ofrecen sus opiniones a la entrevistadora destacando que comparten sus inquietudes para que los piscos retomen el espacio perdido entre las barras limeñas, a las que tildan de ir siguiendo los cánones extranjeros, y van comparando el Pisco con otros destilados, como el ron, el gin, el vodka, etc .

En otra opinión interesante uno de los “especialistas” señala que no se puede quedar la propuesta en  el pisco sour y el chilcano sino que hay ir abriendo el abanico de oferta de cócteles como “Piscotonic”, “Piscolada” o “PiscoPolitan”. Por si acaso para ilustrar a uno de los especialistas el PiscoTonic ya existía en los 50s del siglo XX, o sea, antes que él naciera.

Yo no voy a entrar a opinar sobre temas de números de cuánto debe costar un Pisco, o ¿cuántas botellas tiene que vender una bodega para llegar a su equilibrio financiero? Ni cuántas botellas del Pisco que ganó la medalla de oro en determinado concurso nacional o extranjero –y seguramente con un muy buen Pisco- son realmente vendidas en el mercado por esas bodegas, sean estas grandes pequeñas o medianas, ni cuántas bodegas venden como Pisco y como si fuese el ganador de la medalla de oro un aguardiente de uva que en realidad no fue el que ganó el oro, o la medalla de plata.

Ni tampoco cuanta ignorancia de las raíces del Pisco, su historia y sus orígenes e identidad peruanos demuestran aquellos que se jactan de conducir marcas o bodegas mismas, eso que lo evalúen los lectores, pero decir que el posicionamiento de la peruanidad del Pisco ha quedado obsoleta y que eso vaya en una revista supuestamente especializada dirigida por un Director que se fue nutriendo de esa peruanidad me parece bajo y una muestra más de lo que se conoce como posverdad.

Si eso piensa entonces que no vendan ni publiquen sobre Pisco, sería más sensato y que las autoridades los saquen de las rutas oficiales del Pisco, ¿saben por qué? Porque no creen en la peruanidad del Pisco, mientras otros pequeños y medianos productores si se rajan por la peruanidad del Pisco y son ignorados por el Estado. ¿O lo que se quiere es presentar alguna necesidad y con ello salir al frente con la revista  como plataforma para orientar a la gente y cubrir esa necesidad y gratis? No, acá hay maña, y maña de quienes le han hecho mucho daño al Pisco, promoviendo los destilados que si podían cubrir gastos que otros Piscos bueno no podían, y así entraron a  reemplazarlos en barras peruanas, ojo no digamos limeñas, sino peruanas.

Primero voy a decir algo que no les va gustar a las autoridades que en el 2017 adoptaron el discurso de los del sur que siempre ha sido “Pisco Peruano – Pisco Chileno” o sea, existen dos piscos en el mundo, o sea, que en vez de seguir promoviendo lo nuestro que además está establecido por ley del año 2016, las autoridades han empezado a hablar de Pisco Peruano – Pisco Chileno. Ante ello lo que nosotros como peruanos no solamente hemos dicho sino que se ha demostrado, investigado y se sigue presentando diversas investigaciones sobre la peruanidad del Pisco. Yo quisiera saber ¿Cuánto de la historia de la peruanidad del Pisco saben los “especialistas marketeros” de esas tres bodegas y su entrevistadora?  Para decir que quedó obsoleta  “la peruanidad del Pisco”.

Claro si en Santiago una de las marcas entrevistadas sacaba con una cadena de restaurantes de un reconocido Chef a quien mencionan en ese artículo que me ofende como peruano un cóctel llamado “chilecano” dos años atrás, ¿Quién entonces boicotea la peruanidad del Pisco con ganas de vender? Entonces ¿el pisco es chileno, australiano, sudafricano, francés, etc? Manan, o sea, “no”, en quechua como la palabra “pisco” para decir eso hay que ser “opa” o sea, bruto, escaso.

¿Con quién se han instruido sobre la peruanidad del Pisco y que están atrás de sus marcas para poder explotarlas marketeramente, solo cambiar botellas etiquetas, ponerlo de moda? Acaso no saben que las modas son pasajeras ¿o creen que decir “soy peruano a mucho orgullo” es una moda? Claro, tal vez preferirían brindar con whisky  mientras venden Pisco y  no saben que el consumo de whisky se incrementó en el Gobierno de Leguía con la introducción de una marca de whisky  -que no la digo para que el periodista que quiera lucrar con la info que doy investigue lea y se culturice y le pueda sacar la plata a esa marca de whisky en publicidad- porque ustedes dirigen la venta de tres marcas que están –al menos dos- arraigadas en la historia del Pisco, como Ocucaje (hoy de capitales ecuatorianos del grupo Eljuri -capos de venta de bebidas alcohólicas en el Ecuador-, antes de los Rubini y antes de los Zunino y en los 30s hacen el gran anuncio de que a partir de determinada fecha la marca Zunino será Rubini y después se convertirá en Ocucaje).

O Tabernero (de la familia Rotondo Donola, que es la fusión de productores del valle de Chincha a través de un matrimonio creando una dinastía de productores de Pisco que ha permitido que exista otra marca conocida como Finca Rotondo y que adquirió la marca de Pisco “Vargas” y de cuya calidad no opino) que dirían los ancestros italianos y españoles de ellos sobre la peruanidad de un país que los acogió los albergó y les permitió crecer en base a la elaboración de un producto que ya se hacía desde antes de su llegada a estas tierras y los siglos convirtieron en símbolo de peruanidad y están publicados en libros que deberían leer todo su staff de colaboradores más cercanos para saber la historia de lo que tienen en sus manos.

O sea, es como si les dieran un auto  –si toma no maneje por favor– con  la historia de Ferrari o un Maserati y lo quieren vender como si fuese Toyota y manejar  con las seguridades y calidad de un Tico o un Lada, o como estamos en verano y en Paracas al lado de Pisco –al cual el destilado peruano le debe su nombre– llegan yates, al igual que en la Punta y en Ancón, como si les dieran  para navegar el yate de Errol Flynn, por el litoral peruano, donde cada viaje debe ser un lujo y valer un ojo de la cara y cuando llegan a puerto les dicen a sus amigos ¡Oe cuñao, mira mi bolichera won, ta que paja bro, sí ta chévere, pero sabes qué ta obsoleta man, ya no digas que es peruana… di… hay que hacer alianzas con la gente de la barra cuñao… y así te ayuda a vender tu Pisco y no otros que tal vez  no puedan aportar lo que tú que necesitas vender en damajuana.

¿Saben cómo comienzan a proliferar las damajuanas en el mercado? Se las pongo en bandeja. En el Gobierno de Leguía  surgen cambios, hasta ese momento la gente bebía mas Pisco y vino peruano. Al pisco se llamaba puro de Ica o purito o quebranta. El Perú tenía mucha deuda por cobrar  a su favor de países –los cuales Leguía había sido su intermediario o contacto- que habían participado en la primera guerra mundial y que pagaron con productos entre ellos el whisky que empezó a venderse en Lima entre los señorones de la época que querían  hacer negocios con el gobierno en algunos casos (corrupción) y en otros por novedad (nunca lo habían degustado).

Así, el Pisco, el aguardiente purito, o puro de Ica  empieza a  estancarse y algún vendedor de esos que hay y abundan no tuvo mejor idea que ofrecerlo a bajo costo y en damajuana en los prostíbulos que habían en el jirón Huatica, (hoy Renovación en La Victoria) para atender a los parroquianos, desde esas fechas el Pisco empieza a ser desplazado y deja de consumirse masivamente en las alta esferas limeñas, y por algunos empieza a ser visto como bebida para lenocinios y prostíbulos, donde empezó a venderse masivamente el aguardiente, y así mucho pisquero empezó a salir de su stock acumulado.

Yo me pregunto ¿Cuándo han dejado de apoyar esas marcas y otras más a los bartenders antiguos? Pregúntenle a los mozos y bartenders antiguos de los Hoteles históricos de Lima ¿Cuándo? Digan ¿Cuándo? Ta que no se won… pero no apoyan… no apoyan como el gin, no apoyan como el vodka, no apoyan como el whisky, como el ron, que tienen más presupuesto que una  pequeña o mediana bodega peruana para comprar publicidad en una revista peruana que publica que ¿el posicionamiento de la peruanidad el Pisco es obsoleta? Mentira, los bartenders antiguos o nuevos que se respetan siempre han apoyado, pero otros nuevos no tienen el valor o el conocimiento para decirle al pisquero te apoyo y te sigo apoyando, pero no seas sinvergüenza y apóyame en lo que puedas para seguir apoyándote. “Ta que así no son las cosas bro… así no corre man”.

Publicar que el posicionamiento de la peruanidad del Pisco ha quedado obsoleta es traición al Perú, falta de respeto con quienes te enseñaron lo que era Pisco y le devolvieron su dignidad al producto peruano e ignorancia supina de quienes no han  leído y creen es fácil decir aquello porque no se han cultivado de peruanidad en los valles, en el polvo del desierto, en las amanecidas con gente que gana un sol por cada caja de uva que cosecha, o sea, díganle a PromPerú y al Ministerio de la Producción (CONAPISCO) del Estado Peruano que su producto de bandera es viejo, a MINCETUR que se raja para que vengan turistas extranjeros a que beban Piscos para decir y mostrar las bondades de la peruanidad del Pisco en rutas oficiales del Pisco que lo suyo es obsoleto, y eso que uno de los “especialistas”  se sienta como gurú de marketing en la mesa de CONAPISCO ah ¿o lo que quieren tendenciosamente es usar un medio para que las autoridades los contraten y promuevan a dedo? CONCURSO PÚBLICO SEÑORES Y TRANSPARENCIA EN EL ESTADO, ESO ES LO QUE FALTA, PARA COMBATIR LA CORRUPCIÓN Y QUE LAS COSAS SE LOGREN POR MERITOCRACIA Y NO POR AMIGOLOGÍA COMO BIEN LO DESCRIBE ALFONSO QUIROZ.

No voy a decir que muchos que etiquetan con Pisco le agregan Red Globe a su producto, y muchos dirán que soy un pobre y triste imbécil por decir que no estoy  de acuerdo con lo que opinan los “especialistas” y su entrevistadora a través de la revista que los publica y los publicita, yo me pregunto entonces ¿Por qué los verdaderos productores medianos y pequeños de Pisco de producciones artesanales sumados todos venden en proporción más que los grandotes  a quienes se les llaman industriales sin necesidad de bajar sus precios? Claro que cuando uno los ve individualmente venden menos que ellos, pero si los ven como grupo estoy seguro que venden más pisco de calidad que otros.

El tema de peruanidad no es nacionalismo viejo, ni chauvinismo, sino de identidad y  gracias a esa identidad que fue redescubierta en los 90s  hizo que muchos se atrevieran a invertir en el campo para hacer Pisco, y claro a los que ya tenían años ahí no les convino, porque quien entraba al mercado se convertía a la larga en competencia,  A ver ¿de los 23 concursos nacionales que ha habido a la fecha, desde que se retomaron? ¿Cuántas medallas han ganado los grandotes y cuánto los chicos y medianos productores? Revisen estadísticas y si no venden no es porque quizá su marketing sea malo, sino tal vez sea un tema de calidad y falta de compromiso de los consumidores de lo peruano, y si es así ¿Qué has  hecho tú por promover la peruanidad de  tu producto? Que vas a hacer pues si no sabes nada de la historia del Perú, de tu producto y tu bodega.

Qué pensará uno de los dueños de la bodegas  citadas en el artículo, quien es miembro o colaborador de la Academia Peruana del Pisco y que se publicó en un boletín uno de sus poemas exhortando la peruanidad del Pisco. ¡Don Pancho su poema es un vejestorio, obsoleto, además de una huachafería de peruanidad… con esa vaina no se vende! ¡Chochera eso de peruanidad es muy viejo, ya, ya está obsoleto, eso es para la gente que esta out, para los cholos que van en Soyuz a Ica y que compran en supermercado y que compran por precio y no por calidad y no esta in! O sea, para los que no compran en el Pozito, en Almendariz, y que no puede ir a la Destileria, a Carnaval, al Museo del Pisco, a Ayahuasca, porque ellos toman chela en la calle de las Pizzas o a los tradicionalistas que pululan entre el Pisquerito, Piscobar o  Capitán Meléndez, en que cada uno tiene su Pisco de la casa, y seguramente cobran por colocar tu botella en la barra.

Aún tengo fresca en la memoria, la voz y frase de una persona nacida en el Cusco llamado   Valentín, a quien por  tele le dijeron “Dicen que usted está muy viejo para ser candidato Dr. Paniagua”. El viejo  con la sabiduría que dan los años se rio y  dijo “Viejo es el viento y todavía sopla” y yo le agregaría como viejo es el Huáscar y aun navega para cualquier peruano en el viejo mar de Grau, y si quieren vender más Pisco no busquen Bartender mercenarios que se venderán a quien más les pague, sino gente comprometida en aprender y en llevar un producto peruano que hable dos idiomas por lo menos y sepan las raíces de su peruanidad, porque para pagar los 4 mil soles que debe costar la publicidad en cualquier revista impresa que quiera imponer una corriente de opinión,  además, de una mermelada por ahí, mejor inviértanlo en comprar madera para construir una biblioteca y llenarla de libros que hablan del Pisco, su peruanidad y aunque los “especialistas” no lo sepan de las marcas o antiguos dueños de las marcas que hoy dirigen en ventas.

Pero claro si vivimos en un país donde la “pose” de la moda es la que manda entonces claro ahí si la peruanidad queda obsoleta. Bueno sería hacer un libro y la historia llena de esfuerzo y sacrificio de los pequeños y en contar su propia historia, así no se gane dinero porque la peruanidad no tiene precio, además si de obsoleto se trata como dice el  refrán “más sabe el diablo por viejo que por diablo”.

Una última más antigua que todas esa bodegas que piensan que la peruanidad del Pisco es obsoleto les diré que las barras peruanas (limeñas) empezaron con las pulperías y quizá la primera barra moderna empezó en un pequeño café allá en 1771 y de ahí irradió a Buenos Aires, antes que sigan diciendo que lo extranjero es mejor que lo peruano es por dos cosas: 1. falta de liderazgo y 2. educación de lo que realmente es ser peruano, y porque somos monos amaestrados, antes que aves (Piscos) que vuelan con libertad, aunque claro algunos se convirtieron en aves guaneras y sus restos  nos caen encima cuando quieren volar sin saber cómo se hace y porque realmente un Pisco es peruano, y entonces le venden su pisco a un inversionista que ya fue expulsado del Perú hace años por concertar con Montesinos, aquel que fue el socio de quien rompió la institucionalidad del país, mientras ambos bebían whisky y el otro sake.

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