A mediados de julio, se fue gestando una luna nueva grande, luminosa y sencillamente llena de majestad. Esta, denominada la súper luna del ciervo o del trueno, alcanzó su máximo esplendor el sábado 16. El movimiento selenita norma desde antiguo los trabajos y costumbres colectivos y fue durante la etapa prehispánica, motivo de ritos que se practicaban en los templos y en las huacas.
Pero al margen de mitos y ceremonias que aún se realizan en pleno siglo XXI, hay personajes dotados de una sensibilidad muy superior a la común, que la adoptan por nombre. Una de ellas, es la soprano lírica Lilian Cornelio Pino, quien escogió rebautizarse como “Hatun Killa” nombre que traducido significa “Luna grande”. Un homenaje que la acerca a la diosa o dios shi de los mochicas o Killa de los quechuas.
La biografía de esta cantautora autodidacta, no tiene paralelo con la de Ima Súmac o Zoila Augusta Emperatriz Chávarri Castillo, pero Hatun Killa podría ser su sucesora ya que ella también interpreta música lírica andina y lo hace de manera excepcional.
Entre cantos ella se abriga
Hatun Killa ha sido invitada por el Ministerio de Defensa para cantar el Himno Nacional en la Gran Parada Militar este 29 de julio. Recientemente participó en el concurso “El Perú tiene talento” de Frecuencia Latina y si bien no obtuvo el ansiado premio, nos dejó conocer las magnificencias de esa voz privilegiada que podríamos comparar con el canto de un gorrión. Un gorrión andino que nos canta desde las playas de Lima.
Dice tener cerca de 100 composiciones propias entre las que destacan La Tierra y el Ruiseñor, Pacha mama, Resurrección del cóndor, entre otras. Pero sin apoyo institucional, el camino que ha emprendido esta soprano como tantas otras en el Perú, no tendrá relevancia. Es necesario que el Mincul se apunte a favor de la lírica clásica y andina, porque existen talentos que no deberían ser desperdiciados como Hatun Killa, por ejemplo.
Lima Gris pudo acceder a una entrevista online con esta excepcional intérprete, quien tuvo la gentileza de responder las preguntas, pese a encontrarse convaleciente.
En la reseña que diste en el concurso «El Perú tiene talento» mencionaste que ayudabas a tu papá en los trabajos de carpintería. Vale decir que eres una artesana. ¿Cómo pudiste conciliar este trabajo con tu vocación como soprano de coloratura andina?
El arte del trabajo en la madera es de mi padre, sus hijos lo ayudamos o en lo que estaba a nuestro alcance, porque los talentos como el suyo son irrepetibles.
Siempre le tuve miedo a las máquinas grandes como Garlopa, circular o el torno. Pero me gustan las molduras y sus sombreados que solo se pueden trabajar a mano por ser tan delicadas (lijar o sombrear, pincelar a mano) pues al ser muy pequeñas, es imposible hacerlo con máquinas. Nos turnábamos en la venta de muebles cuando tuvimos tienda antes de la pandemia, Allí también vendí mis dos únicos discos que grabé con mucho esfuerzo consiguiendo el dinero a través de préstamos que hasta hoy sigo pagando. Los grabé de manera empírica y sin estudios de canto solo guiada por el amor a las interpretaciones de la lírica andina.
Fue entre los años 2014 y 2018 que saqué estos discos titulados “Hatun Killa” e “Inti Mayu” y por mi cuenta organicé presentaciones de estos discos . En el tiempo que me quedaba libre, iba en busca de apoyo para poder alquilar un teatro y conseguí ser invitada para grabar composiciones ajenas.
Estas actividades, (la de la mueblería) han sido parte de mi vida privada y nunca vi la necesidad de exponerla al público que siempre juzga por las apariencias .A mí me fascinó ver a mi papá cómo convertía la madera en los muebles con tan bellos acabados Luis XV, XVI, giordana y reianana, etc. También nos enseñó a recibir un pago por nuestro trabajo desde niños para darnos a entender que todo esfuerzo siempre tiene una recompensa.
¿Cuándo surgió en ti esta inclinación? ¿Hay antecedentes familiares?
A los 19 años tuve un fugaz acercamiento con la música de coloratura. En una reunión en Chorrillos estaba interpretando “El Humahuaqueño” que pertenece al folklore argentino. Los nervios hicieron que me olvidara de la letra, pero recordaba la melodía que me encantaba escuchar a los vientistas y cerrando los ojos empecé a cantar como si yo fuera la flauta en notas sobre agudas, improvisando el momento para cubrir el olvido. La gente en aquel pequeño local se sorprendió y hasta me dijeron “Esperamos estar vivos para cuando usted tenga su academia”. No comprendía por qué la gente se asombraba. Yo pensaba que eso que había hecho no era cantar o que no era así realmente mi voz pues era algo fuera de lo común. Ese acercamiento con la lírica fue fugaz, no había tomado conciencia del enorme talento y registro innato que otros vieron esa noche, ya que por razones personales, salud, trabajo y estudio aún no creía intentar hacer una carrera artística hasta qué pasó 7 años después.
Tenía rutinas de trabajo ajenas al canto, pues no estaba en mis planes seguir la carrera músical que la veía como un hobby, para relax o para karaoke por ser una carrera tan cara y pensando además que era peligrosa por todas las advertencias que recibía jajaja. Pero poco a poco fui saliendo de mi aislamiento hasta que me invitaron a un programa nacional, sin embargo seguía siendo tan introvertida y nerviosa que en mi primera aparición en la televisión hace 10 años apenas podía hablar sin enredarme.
Aquella vez, fue mi debut en la lírica, pues me dijeron que era una referente en aquella especialidad, por mi registro de voz. A partir de entonces me fui preparando en el poco tiempo que me dejaban mis labores diarias..
¿Alguna vez te llamaron para que te presentes en alguna sala de conciertos, teatros o la tv, has realizado giras?
He organizado 4 recitales propios, 3 en Derrama Magisterial con el nombre de Esencia de Luna y dos en el Teatro Municipal, 4 meses antes de la pandemia. Todos fueron un fracaso en cuanto a ganancias pero el último en el Municipal sí fue un éxito y pude recuperar lo perdido. Fui invitada en algunas presentaciones como Alborada, que me sirvieron para darme a conocer
En los años 2016 y 2018 tuve que renunciar a mis trabajos rutinarios porque viajé durante meses como integrante de una agrupación de danzas folclóricas. Se promocionaba el nombre de la asociación pero no del artista mientras se cantaba y danzaba. Pasé por esos países, en un completo anonimato.
Aquí en Perú algunos medios crearon historias de éxito, sacaron que triunfaba en Corea del Sur e Italia y que daba conciertos, pero esas historias no eran reales. Hay muchas cosas pendientes con aquella asociación por eso prefiero no decir nombres pero sí aclarar la realidad. Nunca nos promocionaron como artistas.
Viajé a Estados Unidos para rendir homenaje a Carlos Valderrama, organizado por la comunidad peruana y a los que asistimos nos dieron reconocimientos. Tampoco fui a dar conciertos de manera grupal o individual, como se dijo después.
En 2019 pocos meses antes de la pandemia la embajada de Perú en Bolivia, me invitó a dar un concierto por Fiestas Patrias en el teatro Municipal de La Paz teniendo promoción local .En la capital boliviana, conseguí un éxito inolvidable. Y recalco que Bolivia es el único país latino y mundial en donde brindé un recital acústico de dos horas.
Tu participación en ese concurso, ¿Es puramente casual o alguien te convocó?
Los coordinadores de producción me convocaron al inicio del 2021 y me imagino que lo hicieron también con los otros participantes a través de las redes sociales.
Además de ser intérprete del canto andino ¿has incursionado en manifestaciones clásicas como áreas operísticas, canciones de zarzuelas o las del cancionero clásico universal?
Solo lo hice un papel en “La reina de la Noche” pero mi pasión es la música andina. Por eso en mis proyectos actuales busco una fusión con la esencia andina pero llevadas a un futuro con estilo propio.
¿A qué sopranos admiras?
Admiro a Tarja Turunen ex integrante de Nightwish, fue la primera soprano que admiré y fui a uno de sus conciertos en parque de la exposición a gritar con toda mi admiración por sus excelentes presentaciones.
¿Qué proyectos tienes?
Mi sueño es tener un álbum con mis composiciones, y otro de compositores nuevos, pero que sean exclusivos para mi tipo de voz. Tener un proyecto nuevo es controversial porque se arriesga una inversión Cuando me presenté en un círculo cultural pequeño, canté canciones tradicionales y allí conocí a los maestros Serapio Barrientos, Ramiro Fernández, Óscar Moreno Durand, Iván Raffo con quienes grabé música lírica de los años 50. Había gente que quería invertir pero solo en sus composiciones. Este proceso dura a veces años. Tengo más de 100 composiciones que aún no han sido mostradas. Una de las canciones es “Perú Inmortal” que hace unos meses pude grabar en conjunto con la Banda Sinfónica de la FAP y lo presentamos con mucho éxito en FaceBook
Gracias al concurso me di a conocer a la crítica nacional de especialistas, aficionados seguidores y detractores y ya me están buscando para nuevas presentaciones. Podré llevar a cabo mis proyectos en cuanto recupere mi salud (Hatún Killa tuvo un proceso infeccioso muy fuerte) Pues no son proyectos comunes
Me admiró saber que este estilo es la primera vez que llega al final de un concurso.
Datos importantes:
No vengo de una escuela de música, estatal o particular. Luego de grabar los discos que menciono líneas arriba, conocí a quien yo creo es el mejor educador de voces porque mantiene tu propio sonido. El es Andrés Santa Maria. Tomé algunas horas básicas entre los años 2017 y 2018 cada vez que coincidimos en Lima porque tuve que viajar fuera del país con las danzas y él a Tacna por su trabajo. Fueron un total de 15 horas en total y dispersas, que no se pueden comparar a estudiar 7 años en conservatorios o universidades con un horario de 8 horas diarias, pero me sirvieron para pulir mi estilo. Gracias al concurso hemos vuelto a retomar conversaciones pues yo nunca pretendo copiar a nadie ya que tengo mi propio estilo. Y para empezar música clásica es solo hasta los 25 años.
*Nací en Miraflores, viví en chorrillos y a menudo me llevaban a Huaraz de niña por problemas respiratorios.
*A partir del concurso he visto que algunos dicen ser mis profesores o utilizan fotos de otros eventos haciéndolos pasar como suyos. Todo eso es falso y solo buscan aprovecharse del momento.
Grabé dos discos con composiciones mías: “Hatun Killa (2014) e IntiMayu” (2018) y fue con el conjunto Sol del Perú cuyos miembros eran muy mayores. Los tomo como base para nuevos proyectos.
Soy de raíces cajabambinas por línea Paterna: mis padre es de La Libertad (Sartimbamba) y mis abuelos paternos nacidos en Cajabamba -Cajamarca. Mi abuelo fue Andrés Cornelio Sabogal. Uno de mis bisabuelos fue el pintor indigenista cajabambino José Sabogal.
Y por el lado materno tengo raíces Liberteñas , pues mis tatarabuelos sonde Tayabamba Pataz La Libertad. En ambas familias hubo músicos empíricos.
El dato: el 28 Hatun Killa se presenta en la FIL y el 29 estará en la Parada Militar.