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La Carapulcrera: “Nosotros no jugamos a la comidita, aquí servimos bien”

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La Carapulcrera es un nuevo restaurant de comida festiva tradicional criolla ubicado en el distrito de Barranco, y desde que uno ingresa recibe un trato cálido y come como los dioses; y como si fuera poco, el chef responsable Renato Razzetto sale de la cocina y te invita una aromática copa de pisco.

Eso sin contar a los hermanos Franz y Gerd Toskano Kush (propietarios) que como buenos anfitriones acompañan tu aventura culinaria con una conversa de “patas” que culmina con la barriga llena y el corazón contento.

Lima Gris conversó con los tres responsables de La Carapulcrera

¿Cuál es el concepto de La Carapulcrera?

Renato: Nuestra comida es festiva, es una comida que no necesariamente la vas a encontrar un día de semana, sino, los fines de semana, o en fiestas tradicionales. La idea es mostrar parte de mi historia en el pueblito de Surco, porque cada tradición y festividad de Surco está a la par con la comida. Un ejemplo clásico es la festividad de la virgen del Carmen, donde el plato tradicional es la Carapulcra, junto a la Sopa surcana (le llaman el combinadito).

Franz: El público al que estamos llegando es muy abierto. A toda la gente que busca comer con el saborcito a casa que normalmente no encuentra, y comer bien con unas porciones lo suficientemente generosas y que vayan de la mano con un buen precio; y como siempre nos hemos referido con respecto de lo que encontramos afuera; pues no jugamos a la “comidita” y va un plato grande con un precio razonable, asequible para todo el mundo, y siempre cuidando esa sazón con el saborcito a casa.

Gerd: Nosotros hemos tratado de rescatar lo que es el huarique ese pequeño restaurante chiquito, casero y con ese sabor inigualable de casa. El huarique está en peligro de extinción porque lamentablemente nos están ganando algunos restaurantes por querer servir tipos de comidas muy especializadas y elitistas, que terminan sirviéndote muestras gratis y te cobran bastante.

¿Por qué en Barranco?

Renato: En realidad no fue planeado, nosotros nacimos en Surco viejo, pero no se dieron las condiciones para abrir el negocio en Surco. Ya de casualidad encontramos el local en Barranco, y nos cayó bien, porque es justo la entrada a Surco, y consideramos que estamos en una ubicación privilegiada.

Franz: Ellos me comentaron como anécdota y estaban algo decepcionados porque estaban golpeados por los precios de los alquileres, y cuando pasaron por la avenida Bolognesi y vieron el cartelito de “Se alquila” mi hermano apuntó el número telefónico, y luego de hablar con la dueña, llegamos a un buen acuerdo. Si bien es cierto que pudo haberse escogido cualquier otro sitio, Barranco es la puerta de entrada a Surco, y además es emblemático.

Gerd: Barranco es tradición, y era uno de los principales balnearios de antaño; es criollo, es comida, es gente, es juerga, es todo.

El comensal limeño es muy complejo y exigente ¿Ustedes cómo le dan ese “masaje” para que luego salga relajado y feliz?

Renato: Básicamente con la sazón. Definitivamente los peruanos somos sibaritas, somos expertos, y casi todos tenemos la receta de la abuela y la tía, y obviamente cuando uno va a un restaurant prácticamente empieza a comparar con la receta familiar. Nosotros tenemos una sazón de familia, y además para llegar al resultado final hemos hecho un montón de pruebas y la hemos mejorado. La idea es atacar con una comida honesta, y presentar buenos productos; en los aderezos nosotros no utilizamos preservantes ni aditivos. Solo es manejo y balance de sabores con las técnicas que hemos aprendido.

Carapulcra con panceta crocante.

Franz: Desde el día domingo a las 12.30 de la tarde abres la puerta y lo primero que hueles es ese olor de la panceta crocante; luego damos una buena atención, y nos dedicamos a nuestros clientes como lo venimos haciendo, con cariño, con amistad, y buen trato, y al momento de llevarles la orden y verles la cara de satisfacción cuando levantan la cuchara y prueban, entonces dicen: esto es espectacular, es comida de mi casa.

Gerd: Esto es una casa, y como tal todos son bienvenidos, y son tratados con mucho cariño. Mi hermano, Renato, y yo salimos a las mesas a conversar, y al final del almuerzo siempre sale Renato a ofrecer su botella de pisco como respectivo bajativo. Desde que abrimos, hasta el día de hoy no he visto una cara larga, ni de insatisfacción, o de descontento. Nosotros no jugamos a la comidita, aquí servimos bien, los atendemos bonito, y cobramos el precio justo.

Generalmente el comensal quiere comer rico, barato y contundente, y ustedes cumplen con esa condición ¿Cómo manejan sus costos?

Renato: El tema de los costos ya está manejado, no hay problema, por eso digo que nosotros hacemos comida honesta, no solo en sabor, sino también en precio, y la gente que viene al restaurant sabe de precios, por eso nosotros cobramos lo justo.

Franz: Al comienzo cuando vimos el tema de costos y presupuesto, se buscó un buen balance entre el conocimiento previo de la gente, como la persona que va al mercado y sabe, por eso tampoco podemos exagerar los precios; porque en lo personal, no me gustaría ir a un sitio donde me cobrarán 60 soles por un plato que cuesta 10, y encima quedarme con hambre; eso en La Carapulcrera no ocurre.

¿Cuáles son las especialidades?

Renato: Si bien es cierto que hay un arraigo con las tradiciones que yo he tenido en Surco-viejo, la idea es rescatar algunos platos que no vas a encontrar en cualquier lugar. Por ejemplo, nosotros tenemos como emblema además de la Carapulcra, la Huatia que es un plato que a la gente le gusta muchísimo porque no lo encuentra en cualquier sitio; ese plato solamente lo pueden encontrar en el pueblo de Surco, o en Pachacamac. Además tenemos otros platos que pude adaptarlos para que la gente los pueda compartir, me refiero al Osobuco con pasta de tomate, o el Seco de pato. El otro día lanzamos el Aguadito de Pato y quedó riquísimo, antes no estaba en la carta, y el último domingo la gente lo pidió. También tenemos platos clásicos como el Ají de gallina, el Lomo saltado, Tallarines a la huancaína.

Franz: Dentro de la carta, además de las pastas, tenemos la Sopa surcana que es jugosa con tallarín, y la Sopa seca.

Gerd: Alrededor de mi historia de trabajo he llegado a determinar dos tipos de comida criolla: la tradicional comercial, y la festiva de casa que no se prepara normalmente, y cuando asistes a un restaurant de buffet criollo tradicional siempre vas a encontrar lo mismo, me refiero a la Causa,  Arroz con pollo, Papa a la huancaína, Sangrecita, y Ají de gallina. En La Carapulcrera nosotros tratamos de rescatar eso platos que a la gente les gusta pero que normalmente no lo encuentran, como el Seco de pato, la Huatia, y la Sopa seca, que no encuentras normalmente en los restaurantes.

Algo muy importante, también ofrecen menús diariamente

Renato: Si bien es cierto que el servicio de La Carapulcrera está asociado a los platos de domingos; de lunes a viernes ofrecemos menú a oficinas y empresas, y obviamente en el local. La Carapulcra de todas maneras la ofrecemos durante toda la semana, porque sería el colmo que no la tengamos.

Franz: Si bien de lunes a viernes nuestro caballito de batalla es la Carapulcra con panceta crocante, o con chicharrón; por lo menos puedes encontrar tres veces a la semana Sopa seca, y/o la Sopa surcana, y el típico combinadito. Los menús también varían mucho día a día, y en el fan page de Facebook pueden encontrar la carta del día desde temprano, y atendemos los pedidos hasta las 11.30 de la mañana para así poder organizar bien la repartición.

Gerd: Nosotros ofrecemos menús diarios, de lunes a viernes, pero también ofrecemos catering, con una amplia gama de entradas, segundos, y postres, en caso deseen eventos especiales.

Los restaurantes normalmente cometen grandes errores ¿Están dispuestos a revertir eso, qué tan tolerantes son ustedes ante la exigencia del comensal?

Renato: La idea es ser honestos con los productos, y el cliente se percata cuando tú le ofreces un buen producto. Nosotros tenemos mucha confianza con nuestros proveedores que nos dan buenos insumos.

Si un cliente les pide algo que no está en la carta ¿Ustedes se disgustan?

Franz: La verdad que no. Como dijo mi hermano, La Carapulcrera es una casa, y si tú no comes carne, chancho, o pollo, te voy a presentar una variedad para que escojas. No tenemos mayor reparo ni problema de atender las necesidades y los gustos de la gente que viene a comer.

Gerd: Una de las grandes ventajas de nosotros tres es que manejamos todo, por eso decidimos en el acto; obviamente si hay algún pedido raro, le preguntamos directamente a Renato que es el chef, y él simplemente responde sí se puede. Nosotros nunca te vamos a recibir con una mala cara; como a veces sucede en otros restaurantes donde tajantemente te dicen: ¡No se puede…así sale nomás!

Huatia.

En La Carapulcrera, cuando comes te sientes en casa porque ustedes  acogen bien, y encima el chef sale de la cocina para brindar con pisco quebranta.

Renato: La gente se siente sorprendida porque en cualquier restaurant la atención es fría, e inmediatamente te dan el monto de la cuenta para que abandones la mesa y rápidamente se rote. La idea es que la gente se vaya contenta, y siempre poder compartir algo. Desde que estuve en Surco, siempre ofrecí una copa de pisco, y actualmente me han tocado varios clientes que no se van hasta que yo me acerque con el pisco, incluso algunos más antiguos, apenas llegan primero me piden el pisco.

Franz: Como anécdota, una vez a mi hermano lo han “bullyiado” en una mesa de ocho personas, pero todo de buena onda, y se carcajearon de broma en broma. Repito, es una casa, y queremos hacer que la gente se sienta en familia, y qué mejor que interactuar con el cliente. A veces cuando me llaman por algún menú y en confianza la señora me dice que no tiene ganas de cocinar, no me importa tener que hacer el viaje hasta el otro distrito, con tal de cumplirle, ayudarla, y satisfacer su necesidad.

Gerd: Desde que conocí a Renato que es muy amigo de mi hermano Franz hubo una buena química, y los tres trabajando juntos siempre cuidamos la amistad, y la unión, porque si no estamos unidos entonces el barco no marcha y nos quedamos estancados; y ese es uno de los motores principales de La Carapulcrera.

Sin duda La Carapulcrera va a crecer como empresa ¿Qué tan difícil va a ser que mantengan ese mismo servicio a futuro?

Renato: Cuando llegamos a Barranco, parte de lo que conversamos como empresa era mantener las viejas costumbres que teníamos en Surco, de conversar con los clientes, acompañando con el pisco; y hoy la gente está resaltando eso. Vamos a crecer poco a poco, y si eventualmente vamos a tener más personal, hay que tener como premisa eso, el seguir conversando con la gente, y nosotros mismos acercarnos para ver si el cliente tiene una inquietud, o buscar que esté satisfecho con el servicio; yo sé que va a hacer más difícil, pero hay que multiplicarse. La gente nos conoce por ese trato hacia ellos, y definitivamente no vamos a cambiar.

Franz: Dentro de las ideas principales cuando comenzamos nos trazamos un objetivo a largo plazo, y mientras más afluencia de gente tengamos, el restaurante quedará más chico, entonces se verá la forma de hacerle algunas ampliaciones, pero siempre lo mantendremos en esa misma onda familiar, amical, y con el personal nuevo que ingrese habrá que trasmitirle esa misma idea. Por eso, no se va a cambiar la forma cómo atendemos, cómo nos acercamos, y cómo les damos el agradecimiento personal, porque eso es algo que no se ve en los restaurantes de Lima.

Gerd: En algunos casos el crecimiento a veces te obliga a tener que variar algunas cosas; lamentablemente es algo con lo que vamos a tener que lidiar en el momento que crezcamos realmente. No tenemos planeado movernos de Barranco, creo que los tres esperamos que haya mucha más gente, y en el  momento que se contrate personal nuevo, tenemos que trasmitirle básicamente la filosofía y el espíritu de nosotros tres, y si estas nuevas personas lo captan bien, y lo llevan a cabo como es debido, en buena hora. Todo el tiempo siempre hay que estar pendiente de todos los pequeños detalles, lo que muchas grandes empresas pierden, porque crecen y se olvidan de sus inicios; eso definitivamente no será el caso de La Carapulcrera, porque tenemos bien claro nuestros valores, y sabemos de dónde hemos venido, sabemos cómo vamos a ir creciendo, tenemos metas, tenemos proyecciones, y todo, y si en algún momento fallamos, por favor discúlpennos, porque en todo momento estamos aprendiendo.

 

El dato:

Restaurante: La Carapulcrera.

Ubicación: Av. Bolognesi 936 (A pocos metros de Estación Balta del Metropolitano) Barranco, Lima, Perú.

Atención: De Lunes a Viernes de 12 pm. a 4.30 pm; domingos de 12.30 pm. a 5 pm.

Teléfono delivery: (01) 491-9728

Fan page: https://www.facebook.com/pg/lacarapulcrera/about/

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