De último momento. La titular del Ministerio Público, Zoraida Ávalos, debía de presentarse en Palacio de Gobierno para entrevistarse con el presidente de la República, Pedro Castillo, quien es tomado como testigo en el caso de los presuntos ascensos irregulares en las FF.AA.
En un principio la reunión fue concertada para el 29 de diciembre, pero el mandatario decidió adelantarla para hoy. Ante ello, se optó como lugar para el encuentro la casa de Pizarro. Sin embargo, la fiscal Ávalos, a través de un comunicado, informó que había ingresado de emergencia a una clínica local donde le diagnosticaron un cálculo renal, por lo que tendrá descanso médico por 72 horas.
En esa línea, la institución informó que la declaración testimonial del presidente Pedro Castillo estará a cargo del fiscal adjunto supremo, Ramiro González Rodríguez, coordinador del área de Denuncias Constitucionales de la Fiscalía.
Como se recuerda, el pasado mes de noviembre, el excomandante general del Ejército, José Vizcarra Álvarez, denunció que Ayala, Pacheco y también al presidente Castillo acusándolo de presionarlo para ascender irregularmente a militares allegados al gobierno, entre ellos los coroneles EP Ciro Bocanegra Loayza y Carlos Sánchez Cahuancama.
Vizcarra entregó los chats que intercambió con los involucrados, entre los que destaca el mismo Pedro Castillo, quien le pidió coordinar temas urgentes con Pacheco sobre los ascensos en las FF.AA.
Durante el interrogatorio, las preguntas que no pueden faltar son: si el mandatario reconoce o no los mensajes que tuvo con Vizcarra. De no hacerlo, es potestad de la Fiscalía el pedir un peritaje que demuestre que estas conversaciones son verdaderas, por lo que podrían pedir el levantamiento del secreto telefónico.
De aceptar que sí mantuvo conversación con el exjefe del Ejército, Castillo Terrones podría ser incluido en la investigación preliminar junto a Pacheco y Ayala.
Además, en la misma diligencia el mandatario tiene que aclarar si tenía conocimiento sobre la actuación de Pacheco y si le dio alguna orden a su exsecretario para tomar su nombre al momento de realizar tales exigencias.