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Sobre el FIP Lima 2017

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La muchedumbre prefiere lo que se cotiza. Friedrich Holderlin. Las almas heroicas son las únicas que un noble poeta puede aspirar a conquistar y esas almas, cuando la experiencia las ha sometido a esta tortura de la nulidad de la vida, son las arpas de Eolo suspendidas sobre lo más inaccesible y salvaje del desierto. Las únicas que las hacen vibrar son las águilas heridas y sangrantes que lleva el viento cuando se precipitan por última vez y baten sus alas desesperadamente contra el suelo antes de morir. León Bloy.

 

1.

El FIP Lima 2017 debería ser la última piedra de toque del medio literario nacional, pero, como de costumbre, la mayoría de “escritores” han preferido soslayar este problema ya sea por incapacidad, cobardía o indiferencia, según corresponda al talante individual de cada uno. Total, según la inveterada tradición literaria nacional, a nadie le va bien ganarse “enemigos” gratuitos así porque sí.

Sin embargo, no se pueden dejar en el aire las graves imputaciones dadas en contra de Renato Sandoval porque tanto si son ciertas como si no, él o sus acusadores -Luis Enrique Mendoza y Bruno Polack- deberán ser enjuiciados como corresponde ya sea por los ilícitos civiles imputados a la persona de R. Sandoval en caso que este resulte responsable de todos ellos o bien por la evidente difamación realizada por L.E. Mendoza y B. Polack en el caso de que no puedan demostrar la veracidad de todos los hechos que han denunciado, los que, sin duda, han ocasionado un perjuicio al realizador del FIP Lima 2017.

No es la primera vez que personas involucradas en el medio artístico-literario nacional llegan a este nivel de confrontación tan delicada. Pues bien, en razón de esclarecer este panorama tan sombrío y a fin de que este tipo de problemas se resuelvan y no sean pasados tibiamente y olvidados al cabo de pocas semanas -como suele pasar todo el tiempo en la amnésica y convenida sociedad peruana-, los involucrados deberán ajustar cuentas en sede judicial a fin de que tamañas acusaciones no degeneren en otra pelea a pañuelazo limpio como han sido casi todas las que consigna nuestra historia literaria reciente.

Pese a que el Poder Judicial es casi una garantía de impunidad para el corrupto o el adinerado que puede pagar las exigencias de dicho ambiente, una confrontación pública y vigilante por parte de la ciudadanía y de la gente de letras del país, respecto de todo lo acaecido en el FIP Lima 2017, limpiaría un tanto el pestilente cieno que es la literatura peruana actual.

Lo curioso es que ninguna de las imputaciones expuestas en contra de R. Sandoval tienen relevancia jurídica y de ser ciertas serían, en todo caso, faltas éticas, pero no serían pasibles de ningún tipo de sanción. El problema es que R. Sandoval no ha presentado los debidos descargos ni ha impugnado frontalmente las acusaciones de los poetas denunciantes por las mismas vías que emplearon aquellos en denunciarlo.

Esta inacción que puede deberse a mil motivos, para mal del organizador y último Premio Copé de Bronce de Poesía- 2015-, solo tiene la mala apariencia de la clásica figura “el que calla otorga” -que inclusive fue señalada por L.E.M. y B.P. en su oportunidad. Sin duda, R.S debería haber expuesto unos descargos en cualquier tribuna pública que él hubiese requerido, pero ya pasó la oportunidad. Considero este detalle como algo negativo que debe ser remediado prontamente y la única salida válida sería denunciar penalmente por difamación a los poetas denunciantes ya que en el curso del proceso se demostraría la calidad y pertinencia de las posiciones de cada uno de los involucrados.

Debemos dejar de considerar a la poesía y a la gestión cultural como un elemento y/o un entorno naif y permisivo con los excesos de cualquier tipo. Si este tipo de escaramuzas se dieran en otros ámbitos de la realidad tengan por seguro que los desenlaces serian severísimos.

2.

Respecto del Festival en sí, solo podemos decir que es modélico tanto en la calidad de los participantes como en la selección de los locales donde se realizaron las lecturas, aunque se pudo – de hecho, se debió-  haber ampliado su ámbito de realización. Quizás, este festival sea un tanto esnob y ciertamente elitista, pero no he visto ninguna mala intención en ello y, obviamente, esto puede mejorarse progresivamente.

Para alcanzar tales fines, pese a que se dispuso una fecha para una lectura de poemas en el Rímac, haría falta que en las próximas ediciones se descentralice plenamente el itinerario festivalero y se llegue a las grandes y populosas extensiones que forman las Limas – ya no la Lima-, es decir, el cono norte, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y, desde luego, el distrito más grande y más poblado de la capital, San Juan de Lurigancho.

4.

El FIP Lima 2017 es el único festival realizado en setiembre que puede denominarse internacional sin necesidad de poner este adjetivo entre comillas. De hecho, todos los otros eventos autodenominados festivales son poco menos que “fiestas chichas” al lado de este excelente evento.

El problema del FIP Lima es no hallar el equilibrio entre el minué o el free jazz que parece preferir y la música que pasa en la calle ya sea rock, chicha o lo que fuese que pueda aproximarse a las distintas formas poéticas que se están realizando en nuestro país. Es decir que el FIP Lima da una idea de la poesía que es bastante delicada, artificiosa y elitista, lo que no está tan mal, pero para hallar una armonía en sus planteamientos debe otorgar una entrada más directa al gran público y ofrecer muestras poéticas menos rebuscadas, más contundentes y más actuales.

¿Acaso los jóvenes poetas experimentales han sido convocados a uno u otro evento septembrino? ¿Acaso los pocos, pero notables poetas que viven fuera de Lima fueron convocados?  Se dan cuenta, este tipo de soslayamientos u omisiones no puede repetirse.

En este sentido, ni el FIP Lima 2017 ni el Festival “Internacional” Primavera Poética han cumplido con descentralizar el escenario poético capitalino ni, mucho menos, han llevado la poesía ante los sentidos de la mayoría de la población limeña, quienes embotados en la estupidez mayúscula que puebla la red de la información tradicional y buena parte de la red alternativa, no han accedido a la más alta manifestación de la palabra. Al menos, el Festival del que nos ocupamos en estas líneas ha preservado la calidad de la mayoría de sus invitados y eso es un acto loable dadas las “malas tierras” en las que se realiza la mayoría de eventos poéticos de la urbe limense.

5.

Sírvase leer tan solo los programas de los dos festivales de poesía que se realizaron en septiembre en la ciudad de Lima y concluirán en lo siguiente: La calidad del FIP Lima 2017 ha sido incomparable respecto de cualquier otro festival. Todos estos eventos, de alguna manera, representan lo mucho y lo poco que se ha desarrollado el sector privado en materia de gestión cultural y promoción de la poesía en el país.

6.

La poesía y los festivales de poesía no pueden timar a los ignaros levantando prestigios falsos sin atender a un orden de calidad que salvo controversias menores es más o menos claro para la mayoría de lectores exhaustivos. Por ello, fue un gran acierto dedicar el FIP Lima 2017 a la figura de la gran poeta peruana Magda Portal, aunque lamentablemente no se realizó una publicación acorde con el referido homenaje, lo que hubiese sido un acontecimiento muy valioso dado el soslayamiento que la crítica y el mundillo literario ha realizado respecto de esta intensa artista y relevante figura política del siglo pasado. Al menos para remediar esta situación, se hubiera conseguido algunos ejemplares de las obras completas publicadas hace pocos años a fin de que su propuesta sea asequible a los visitantes que llegaron al festival, etc. pero esta opción tampoco fue cautelada por los organizadores.

7.

Estoy en contra de los homenajes, en general, máxime si son injustificados ya que en ese caso realizar un “homenaje” es un acto falso, un timo absolutamente repudiable. Pero siendo que un homenaje solo debe rendirse a una persona que sea merecedora de tal gesto y no de cualquier advenedizo, la contrariedad desaparece casi de inmediato.

Renato Sandoval y sus colaboradores, en este orden de cosas, han tenido la elegancia de jerarquizar los reconocimientos que ha brindado el FIP Lima 2017 de un modo que debería ser imitado por los interesados en realizar eventos similares. Hubo, así, un homenaje merecidísimo para Magda Portal y dos reconocimientos, uno para Jenny Cano Hermoza y otro para Ricardo González Vigil.  Estos últimos en tanto reconocimientos no merecen mayor problematización ya que sería mezquino negar un detalle de esta naturaleza, pero si por azar o descuido se hubiera llamado homenaje, desde luego, no habría ninguna justificación. Por suerte, reitero, los organizadores tuvieron el gesto elegante de establecer una jerarquía entre las menciones de honor que han concedido.

Debe entenderse que no se puede otorgar un homenaje así porque sí a figuras que no tienen la adecuada prestancia -ni el talento, ni la obra- ya que eso es un acto de la más baja categoría. También, debe evaluarse a que artistas no se les ha dado, hasta la fecha, un reconocimiento a la altura de sus propuestas, a fin de exponer ante la sociedad o el gran público a autores verdaderamente trascendentes y de interés, pero claro está que para tomar este tipo de acciones debe importarnos más la poesía y la belleza que la “peliculina” o la política.

8.

Los festivales de poesía no solo deben servirse de la anquilosada forma del recital y de la simple lectura de poemas, sino que deben ser espacios en los que se haga evidente el grado de problematización que tiene la poesía en tal o cual circunstancia en la que se realicen estos eventos.

Es ridículo organizar un evento poético en el que los invitados y participantes van simplemente a escuchar la vocalización de sus poemas como si fueran letanías u oraciones o canciones y que luego no se converse de nada más. Este tipo de realizaciones ni siquiera son válidas para las cámaras, sino que solo sirven para saciar el apetito figurativo de sus organizadores.

Para suerte del FIP Lima 2017, al menos, sus organizadores tuvieron el decoro de incluir algunas jornadas en las que se pudo conversar sobre uno que otro tema literario, pero, en definitiva, esta sección fue insuficiente y esperamos que en el futuro se dé más importancia a los conversatorios e intercambio de opiniones entre los poetas invitados y el público asistente a fin de superar la mediocre, simplona y facilista presentación de meras lecturas “poéticas”.

En el sentido de transgredir la típica estructura de los recitales, es válido y necesario mencionar las acertadas performances de varios poetas invitados al FIP Lima 2017, en las que incluso se realizó una sofisticada fusión de poesía y música como fueron las lecturas de Tsead Bruinja- performance- y Jan Erik Vold, quien para mayor curiosidad, en algún momento de su larga carrera artística, grabó un disco con el maravilloso jazzman Chet Baker y el cierre final con los poemas hechos canción:

https://www.facebook.com/cultura24.tv/videos/1540233876083771/

9.

Un dato relevante que debe servir para futuras denuncias del tipo de la propuesta por L.E.M y B.P. es la pertinencia en el tiempo. Si la supuesta “malversación” que denunciaron sucedió hace 5 años, deberían haber actuado de inmediato y aunque es comprensible la falta de tino en la mayoría de poetas en temas de orden práctico – ¡grandísimo cliché! – se debe procurar una mayor lucidez al realizar actos de esta naturaleza puesto que pueden degenerar en especulaciones tendientes a hallar las razones por las que guardaron silencio durante tanto tiempo.

No obstante, el tiempo transcurrido, si de lo que se trata es de poner las cuentas claras, toda persona bien nacida e interesada en la poesía y la justicia estará de acuerdo con la realización de una serie de investigaciones exhaustivas al respecto, las que deberán materializarse, dada la gravedad del caso, en la vía judicial a fin de que se halle una verdad lo más próxima posible a lo que haya sucedido en la realidad.

Saludo, eso sí, un fragmento de los cuestionamientos de L.E.M y B.P. que me parece valioso porque exhibe la catadura ética de no pocos integrantes del medio literario-poético actual: “¿Por qué muchos poetas, muy valientes para denunciar temas políticos o sociales, rebeldes empedernidos, se quedan absolutamente callados ante denuncias de corrupción en un tema que los afecta directamente? ¿Tienen miedo de no ser invitados, con todo pagado, y viajar a las diversas ciudades donde se realizan los festivales?”

Lamentablemente, el resto de sus exposiciones deberán ser objeto de un control jurisdiccional y luego veremos quien tuvo la razón y quién estuvo desprovisto de mala fe. Lamentable, también, fue su mención respecto del Ministerio de Cultura, institución ampliamente controvertida que dudo mucho sea la mejor constituida para fiscalizar absolutamente nada.

Concuerdo en un punto con los poetas denunciantes. Me refiero a la obligación de Renato Sandoval respecto de confrontar las acusaciones vertidas en su contra, pero, siendo magnánimos, si consideramos su endeble estado de salud y la realización del festival casi en sincronía con las acusaciones de L.E.M y B.P., veremos que de alguna manera se pudo justificar, en ese momento, dicha omisión. Pero ahora que ya ha terminado el festival y que su salud, según lo expuesto en público, es más estable, sin duda, urge un pronunciamiento contundente de parte suya y ya he señalado, desde el inicio de este texto, que todo ello deberá ser objeto de una exhaustiva investigación formal y de una controversia objetiva en sede jurisdiccional a fin de dar al desenlace de este problema, toda la relevancia que merecen aspectos conexos tan importantes como la claridad presupuestaria y la rendición de cuentas tras la finalización de los eventos culturales y el combate de la corrupción en general y, en particular, en los predios de la gestión cultural y la poesía.

10.

Finalmente, me preocupa la nula cobertura de los medios de prensa respecto de un evento de tan notable categoría como el que comentamos. De hecho, que no haya recibido mayor atención puede atribuirse a la “contracampaña” realizada en contra del organizador principal del festival en cuestión, pero eso sería darle demasiado valor e injerencia pública a poetas que están demasiado distantes de tener tal ámbito de influencia. Siendo más estrictos y exactos, podemos atribuir esta deficiente cobertura periodística a una mala gestión publicitaria por parte de los agentes del FIP Lima 2017.

Para que este yerro se supere, los futuros encargados de la publicidad deberán moverse como es debido insistiendo en los diversos medios de prensa a fin de que presten la debida atención y debería pensarse en una estrategia que haga aún más atractivo al festival.

Un festival que no se da abasto para gestionar una adecuada promoción de los autores que invita, debe reestructurarse seriamente a fin de paliar esta deficiencia que perjudica a todos, tanto a los poetas por no acceder a una mayor difusión de sus propuestas, al público por no saber más datos de aquellos que deberían atraerlos a los recitales y lecturas poéticas y, desde luego, a los mismos organizadores que quedan en evidencia. Por ejemplo, los poetas invitados deberían haber sido entrevistados y/o más promocionados en el medio local y, lamentablemente, por la falta de cobertura periodística pasaron por la capital como si fueran polvo.

La deficiente publicidad que señalamos devino en la escasa concurrencia de público en la mayoría de las fechas del festival. Esta falta de asistentes se dio a notar con mayor nitidez en la clausura que, no obstante, tuvo uno de los mejores escenarios posibles de la capital, el auditorio del Colegio Médico del Perú, sito en la avenida 28 de Julio en Miraflores. Fue una lástima ver esta sala casi desierta pese a lo plácido de las instalaciones y a la calidad artística expuesta en dicha fecha final.

Al respecto, repárese en el clásico refrán – atribuido al filósofo inglés Francis Bacon-, “si la montaña no viene hacia Mahoma, Mahoma ha de ir a la montaña”. Presérvese, en este sentido, cualquier auditorio lujoso para la clausura del festival, pero priorícese llevar el festival a la gente, a los conos y a los estratos populares, y quizás a algunas universidades.

Procuremos o dispongamos una intensificación de la proximidad entre la poesía y el pueblo y entre la poesía y la juventud porque estas son las dos únicas opciones para asegurar un futuro más solicito con la poesía y una revitalización del vínculo entre los poetas y una ciudadanía que sabe cada vez menos de literatura, de grandeza y de belleza, en suma, de POESÍA.

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