Actualmente, la ciudad de Lima viene atravesando una serie de problemas que tienen que ver con la inseguridad, el desorden y los conflictos entre la Municipalidad Metropolitana de Lima y la ATU, con respecto a la nueva obra de la Estación Central de la Línea 2 del Metro de Lima. Dicha controversia, no hace otra cosa que retrasar el proyecto y los únicos perjudicados siempre serán los ciudadanos. Lima Gris conversó sobre este tema y sobre la actuación del alcalde de Lima Rafael López Aliaga, con el experimentado en temas municipales y exregidor metropolitano Jorge Valdez Oyola.
Aquí la entrevista.
Primero para contextualizar a la ciudadanía ¿Cuál es el verdadero rol de un alcalde?
Un alcalde, por la propia ley, se encarga de algunos temas puntuales de la administración de una ciudad. Por ejemplo, se encarga del ornato, de la limpieza, de la seguridad, pero que tiene que ver con el Serenazgo. Una cosa es el Serenazgo y otra cosa completamente distinta es la seguridad que nos tiene que dar la Policía Nacional y obviamente el Gobierno Nacional y el Ministerio del interior. Además de eso, se encarga del desarrollo de la propia ciudad y del reordenamiento de ésta. De cómo se administra el suelo de la ciudad; es decir, los permisos para construcción, las licencias para los negocios. Adicionalmente, también administran el tránsito, vale decir la circulación vehicular en su circunscripción. En este caso puntualmente la MML se encarga del tránsito en toda la provincia de Lima.
Hablemos del alcalde de Lima López Aliaga. Recordemos que primero quiso ser presidente y tras postular y perder las elecciones generales en 2021, inmediatamente optó por candidatear a la comuna metropolitana y luego de ser elegido se convirtió en alcalde ¿Qué opinión te merece esa actuación?
Puntualmente, en el caso de López Aliaga, siempre hay que preguntarnos ¿si estamos frente al candidato López Aliaga, o al actual alcalde de Lima? Porque yo soy de los que piensan que López Aliaga nunca dejó de ser candidato. Vale decir, postuló a la presidencia de la República, inmediatamente vio la elección municipal y continuó su candidatura; luego fue elegido como alcalde y mientras tanto, sigue actuando como candidato pensando en las siguientes elecciones presidenciales. Es una persona que desde mi punto de vista está ávida de poder y en ese deseo continúa actuando y continúa en su posición como un candidato. Y es ahí que vemos, no solamente que no ha colmado las expectativas del electorado, sino que, su propia actuación y su discurso, sobre todo confrontacional con el gobierno, me indican más bien una postura política y no tanto una postura de un alcalde que lo que quiere es conciliar y conversar para ver cómo la ciudad puede mejorar.
Entonces, ¿consideras que ya empezó su campaña presidencial, a pesar que es un alcalde en ejercicio?
Yo lo que creo, es que él nunca ha dejado de ser candidato. Incluso, electo alcalde, él ha continuado mirando con el rabillo del ojo el sillón presidencial y que cada acto que él toma como alcalde, se hace siempre pensando políticamente como candidato.
Ya es de conocimiento público que el alcalde de Lima ha utilizado las redes sociales de la MML para publicar imágenes donde se le ve con la banda presidencial ¿Esto puede tener efectos legales? ¿Se puede emprender una acción legal contra esta acción?
Por supuesto. Nada del recurso público debería ser utilizado para alguien que está manifiestamente y abiertamente pretendiendo una elección de un cargo que no tiene nada qué ver con el cargo que ocupa actualmente. Por eso la ley prescribe que un alcalde que quiera ser, por ejemplo, candidato a la presidencia, tiene que renunciar con una anterioridad. Lo que sucede es que esa anterioridad para mí es muy corta. Vale decir, si un alcalde en funciones pretende un cargo superior, yo creo que por lo menos, dos años antes debería dejar el cargo justamente para que no vaya a suceder esto que tú propones, la idea de que alguien podría estar utilizando recursos del Estado y municipales para una campaña presidencial.
Esa línea es bien delgada, porque todos tenemos claro y sabemos que López Aliaga es y va a ser candidato a la presidencia de la República. Entonces, la pregunta que tenemos que hacernos nosotros es ¿su entorno personal, sus asesores, sus funcionarios y los que manejan la página web y los que cuelgan los contenidos, están pensando en López Aliaga como alcalde para resolver los problemas? o ¿ya todos están pensando en el López Aliaga candidato? y ¿cómo le hago la mejor presentación para verlo como un presidenciable? esa es la pregunta. ¿Será que ya todo un entorno y toda una maquinaria pagada obviamente por la municipalidad, estaría al servicio de una eventual campaña? esa es una pregunta que tenemos que hacernos.
Con respecto a la controversia de la obra de la estación central de la Línea 2 en el centro de Lima, el alcalde ha ordenado instalar una veintena de carteles para desmentir al concesionario e indicar que han cerrado el Paseo Colón sin autorización de la MML ¿Es verdad que cada panel ha costado S/700 soles?
De repente podría equivocarme en el número, en uno o dos; pero yo circulé por el centro de Lima el otro día y si no me equivoco yo habría contado 20 paneles. Entonces, al ver que no es un panel informativo, sino, un panel que tiene que ver más bien con una respuesta política a algo, porque ese panel no informa nada y no tiene una comunicación virtuosa. Inmediatamente hice una llamada a una persona que provee paneles y le di las características y me dio el precio aproximado de S/700 cada panel.
López Aliaga ha salido a los medios a decir que el ‘malo de la película’ es el MTC, que desde hace muchos años dicha institución del Ejecutivo ha trabado la obra de la Línea 2. Sin embargo, la misión del alcalde de Lima es precisamente no trabar dicha obra, entonces, ¿Qué está sucediendo exactamente?
López Aliaga está abocado en tratar de instalar en la población el hecho de que él está haciendo algo, cuando en realidad no está haciendo nada. Ahora resulta que él es el paladín y defensor de la ciudad y de los ciudadanos. El alcalde no tiene porqué dedicarse al enfrentamiento con otras instituciones también abocadas al desarrollo. Deberíamos tener un alcalde, más bien conciliador, evaluador de la obra, con propuestas de cómo lograr que la empresa de verdad termine la obra en el plazo que le corresponde. Debería estar abocado a eso y no a ponerle trabas a la empresa a modo de hábeas corpus y de denuncias legales.
Él debería estar abocado a mejorar el tránsito y la circulación alrededor de la obra. A ver cómo hago para que el plan de desvíos funcione mejor. A plantear ideas y no el conflicto. Él continúa actuando políticamente, queriéndonos hacer pensar que lucha a favor del vecino contra el gobierno. Que él está enfrentado al gobierno; sin embargo, cruzando la avenida Abancay (en el Congreso) la bancada de Renovación Popular le vota todo a favor del gobierno y lo apoya en todo. Entonces, veo ahí la histórica ‘escopeta de dos cañones’. Yo juego por acá con este cañón a ser el que fiscaliza al gobierno y defiende al ciudadano; y por el otro, tú con la bancada apoya al gobierno en todo.
Mencionaste la palabra conciliación. Sin embargo, el alcalde se ha peleado con diversos gremios, e intenta desalojar a los emolienteros que desde hace 28 años fueron refrendados por una resolución de alcaldía gracias a Alberto Andrade. Asimismo, pretende desalojar a los canillitas. Ha cerrado ‘Las Cucardas’ y las trabajadoras sexuales están en las calles expuestas ante los extorsionadores. Incluso, ha despedido a 860 trabajadoras de limpieza con más de veinte años de servicio.
No sé cómo él está intentando iniciar una campaña presidencial y que en su acápite diga: “generación de trabajo”, cuando en realidad con la mano izquierda, está haciendo que cientos de familias puedan quedarse sin trabajo. Y me refiero a los emolienteros, a los canillitas y también a las trabajadoras sexuales. Él debería, por el contrario, ver cómo generar, no solamente la posibilidad de que se queden estas personas de manera ordenada, obviamente respetando el ornato, con limpieza, con calidad en los lugares que ya tienen. Si no, cómo puedo promover incluso mayores posibilidades para ese comercio ambulatorio que inunda Lima. Fracasó en una intentona que tuvo de llevárselos a Barrios Altos a una zona que era un poco más que un descampado. Debería generar posibilidades en zonas más urbanas, en zonas donde de verdad los comerciantes puedan tener negocio y donde puedan vender.
Hablemos de la revocatoria contra el alcalde López Aliaga. Ya se adquirió el kit electoral y ya se están recabando las firmas. Suena fuerte esta iniciativa contra él y contra otros alcaldes distritales de su partido ¿crees que finalmente se pueda destituir a López Aliaga?
La permanente incapacidad de gestión, la permanente falta de resultados, la permanente incapacidad para poder resolver los problemas de la ciudad, le han ganado a López Aliaga a pulso, la posibilidad de que un grupo de ciudadanos quiera revocarlo. Eso a mí no me cabe duda, porque no hay un resultado y no se ve un horizonte en la administración de la ciudad y por supuesto, me refiero también a algunos distritos donde casualmente hay alcaldes del partido del alcalde de Lima, donde los vecinos ya hartos han salido a buscar su kit y salen a las calles organizados a buscar las firmas.
Ahora, sobre López Aliaga, creo que de revocarlo, le estarían haciendo un bien, porque no solamente lo harían dejar el cargo con más tiempo para luego dedicarse a su campaña; sino, que va a salir a decir que le hicieron daño, que la izquierda, que los proterroristas y quien fuere. Va a decir que son malos y que como él ya estaba a punto de convertir Lima en Potencia Mundial, había que sacarlo. Entonces creo que la revocatoria, dado el proceso electoral tan cerca y dado que él ya es prácticamente un candidato a ese proceso, por el contrario, lo va a victimizar. Creo que dejarlo en el cargo donde está hasta el último momento que tenga que estar, va a evidenciar claramente la gran incapacidad que tiene de gestión, con lo cual, el electorado en el tema nacional seguramente lo castigaría, como tiene que castigarlo.
Ahora, conseguir dos millones de firmas es una tarea titánica en una ciudad compleja como es Lima. Verdaderamente, en otras condiciones yo estaría completamente de acuerdo, pero adelantándome a la posibilidad de una victimización, me manifiesto en contra. Sin embargo, soy también de los que firmaría el planillón de revocatoria, solamente como muestra de rechazo a una gestión incapaz, a una gestión sin una luz al fondo del túnel.
Para terminar, estamos acostumbrados a elegir al mal menor. En ese sentido, cuál de los dos alcaldes fue peor ¿Jorge Muñoz o Rafael López Aliaga?
Todos saben la profunda oposición que tuve a la gestión del alcalde Jorge Muñoz, porque no compartía muchas de las cosas que él hacía, pero increíblemente… y es una reflexión que he hecho; tengo que decir que Jorge Muñoz, de lejos, aún con sus falencias, era mucho mejor alcalde que López Aliaga y tenía una primera cualidad que lo diferencia. Jorge Muñoz sí era un hombre más dialogante. Era un hombre que sí dialogaba con todos los sectores. Seguramente él en una coyuntura como esta de la Línea 2, habría estado sentado con todos los actores buscando la solución y no provocando más conflicto y echándole más leña al fuego. Creo que finalmente, en el tiempo la gente va a terminar diciendo que Jorge Muñoz fue mejor alcalde que López Aliaga.