Opinión

El Senado que el Perú de hoy necesita

Bastaron dos años, para que un grupo de «bandoleros», mal llamados congresistas, destruyeran la frágil y poca institucionalidad democrática que nos quedaba, no podemos permitir que esto se repita, para ello, principalmente para ello, debe servir el próximo Senado.

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Por: Jorge Paredes Terry

En un contexto político tan dinámico como el peruano, donde la inestabilidad y la polarización han marcado la agenda nacional en los últimos años, la discusión sobre la reinstauración del Senado de la República cobra relevancia. Esta cámara, conocida como la «cámara reflexiva», no es un capricho del pasado, sino una herramienta institucional que podría aportar equilibrio, profundidad y calidad al proceso legislativo. Pero, ¿por qué es tan necesario un Senado para el Perú? Y, sobre todo, ¿qué características debe tener un buen senador?

La Función del Senado: Más Allá de los Congresistas o Diputados

El Senado no es simplemente una segunda cámara; es un espacio diseñado para la deliberación serena, el análisis técnico y la representación territorial. Mientras la Cámara de Diputados suele ser más dinámica y cercana a las demandas inmediatas de la población, el Senado actúa como un contrapeso que evita decisiones apresuradas o populistas. Su rol es revisar, enmendar y perfeccionar las leyes, asegurando que estas no solo respondan a coyunturas, sino que estén alineadas con los intereses de largo plazo del país.

En el caso del Perú, un Senado bien estructurado podría ser la clave para superar la fragmentación política y la falta de consensos. Al ser una cámara con menos miembros que la de diputados, pero con requisitos más exigentes para sus integrantes, el Senado podría convertirse en un espacio de diálogo y construcción de acuerdos entre fuerzas políticas diversas.

La Necesidad de Elegir Bien: Un Llamado a la Ciudadanía

La reinstauración del Senado no será efectiva si no va acompañada de una ciudadanía informada y comprometida con la elección de sus representantes. Elegir bien a los senadores no significa votar por quienes prometen más, sino por quienes demuestran capacidad, experiencia y un compromiso genuino con el país.

Un buen senador debe ser, ante todo, un estadista. Debe tener la capacidad de mirar más allá de los intereses partidarios o personales y trabajar por el bien común. Además, debe contar con una sólida formación en temas legislativos, económicos, sociales y ambientales, ya que su labor no solo implica aprobar leyes, sino también fiscalizar al Ejecutivo y representar a las regiones del país.

Otra característica esencial de un buen senador es su independencia. En un sistema político como el peruano, donde los intereses particulares y las presiones externas suelen influir en las decisiones, un senador debe ser capaz de mantener su autonomía y actuar con integridad. Esto implica resistir las tentaciones de la corrupción y priorizar siempre el interés nacional sobre cualquier otra consideración.

El Senado como Representación Territorial

Uno de los aspectos más valiosos de un Senado es su capacidad para representar a las regiones del país. En un Perú tan diverso y descentralizado, es fundamental que todas las voces sean escuchadas en el proceso legislativo. Un Senado bien diseñado podría garantizar que cada región tenga una representación equitativa, lo que contribuiría a reducir las brechas de desarrollo y a promover una mayor cohesión nacional.

Por ejemplo, un senador de la sierra no solo debe preocuparse por los problemas de su región, sino también entender cómo estos se relacionan con las dinámicas nacionales. Lo mismo aplica para un senador de la costa o de la selva. La diversidad de perspectivas en el Senado enriquecería el debate legislativo y aseguraría que las leyes respondan a las necesidades de todos los peruanos.

Un Senado para el Futuro

La reinstauración del Senado de la República no es un retroceso, sino una oportunidad para fortalecer nuestra democracia y mejorar la calidad de nuestra legislación. Sin embargo, este proyecto solo tendrá éxito si la ciudadanía asume su responsabilidad de informarse y elegir a los mejores representantes.

Un buen senador no nace, se hace. Y se hace con educación, experiencia, integridad y un compromiso inquebrantable con el país. Por eso, es fundamental que, en el debate sobre el Senado, no solo hablemos de estructuras y normas, sino también de las personas que las ocuparán. El futuro del Perú depende de ello.

Invitamos a la población a informarse, a participar activamente en este debate y a exigir a sus futuros representantes los más altos estándares de calidad y ética. El Senado puede ser una gran herramienta para el Perú, pero solo si lo construimos entre todos.

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