La experiencia en espacios culturales autogestionados

John Martínez G.

En el Perú todavía existe la percepción de que los lugares donde se realizan actividades son sólo para los sectores pudientes de la población, prevaleciendo la idea de la “alta cultura” que discrimina a aquellas personas que no pueden acceder a estos espacios. El crecimiento de las ciudades ha generado una demanda insatisfecha de estas expresiones, dando lugar a la formación de lugares propios. Esta salida nace por iniciativa de los mismos artistas, que al no ver un medio de soporte para su arte lo crea, generando además una identidad que los separa del resto.

Veamos un ejemplo clásico. En las aulas de la Universidad San Marcos han estudiado decenas de artistas e intelectuales de primer nivel que fueron estudiantes sin medios económicos para iniciar su carrera artística, y crearon revistas hechas de fotocopias  o grupos de teatro realizaron actividades en el patio de letras. Muchos escritores no tienen dinero para publicar un libro propio; asimismo, muchos grupos de teatro no tienen recursos para armar la producción en un auditorio de teatro. Entonces una revista universitaria o un grupo de teatro que tengan espectáculos  móviles, son los pasos iniciales que la mayoría de artistas han realizado.  Han sido su carta de presentación. Las revistas “Hueso Humero”, o “Tortuga Ecuestre”, revistas clásicas sanmarquinas, fueron en sus inicios elaboradas artesanalmente.

Pero cuando el medio no es el adecuado, el trabajo de promover la cultura es más duro y necesario. En Villa el Salvador los grupos de teatro “Arena y Esteras” y “Vichama”, son un claro ejemplo de la autogeneración de un espacio con identidad propia y un gran sentido de la interacción con su entorno. Primero trabajando sin apoyo, luego con el apoyo de lugares donde concurrían: bares, peñas, parques, locales comunales. Aprovechando plenamente los espacios públicos, llamando la atención de los vecinos con pasacalles, intervenciones, teatro callejero, etc. Con un trabajo de largos años promoviendo su distrito como “lugar de acción cultural”, hecho que también le facilitó la salida a otros escenarios y diversos países.

“Vichama” y “Arena y Esteras”, fueron espacios creados también como alternativa a una situación de vulnerabilidad social (jóvenes expuestos a la delincuencia, a la drogadicción) por artistas que residían en la misma zona  y que supieron utilizar las herramientas que el sector les brindaba. Al ser experiencias pioneras, su trabajo fue mucho más duro, mucho más largo el camino. Pero ambas experiencias exitosas fomentaron la creación de otras agrupaciones culturales en el distrito (CIJAC, Raymy), creando un circuito que ha sido aprovechado años después por la Municipalidad de Villa el Salvador, organizando desde hace un par de años el Foro de la Cultura Solidaria, que agrupa a decenas de movimientos y asociaciones culturales del distrito. Además, el éxito ha sido apoyado por ONG´s, como Desco, que actualmente financia económicamente ocho proyectos culturales en el distrito.

Por otro lado, en Los Olivos vemos un ejemplo de trabajo autogestionario trunco: el proyecto “Casa cultural Martín Olivos”, que funcionó por un año y cuyas actividades fueron muchas y muy bien logradas. Piloteado por jóvenes artistas de la zona, el proyecto dejó de funcionar por problemas económicos y diferencias internas. Si se hubiera trabajado con cooperación privada o ideando alguna salida gerencial para el funcionamiento de la casa a largo tiempo, quizá estaríamos hablando de una experiencia distinta.

Así, en Lima han surgido una serie de lugares fuera del circuito clásico. Espacios que han venido causando una interesante dispersión de la cultura.

Lo que no ocurre, sin embargo, es una integración entre estos grupos. En Lima las rencillas entre algunos artistas pueden ser extremas, lo que genera una actitud de rechazo a ciertas técnicas o métodos que emplean otros grupos culturales. Actitud que puede llevar a un estancamiento de producción. Un claro ejemplo de esto es el grupo “Poetas del Asfalto”, quienes editan un fanzine del mismo nombre hace 15 años, con el mismo formato y siempre alejados de lo que ellos llaman el “circuito profesional”.

Ejemplo exitoso es el Festival 5minutos5 de cine, ideado por Efraín Agüero, evento que muestra producción nacional de cortometrajes y documentales. Ideado inicialmente para el Centro Cultural de España, el festival se mudó rápidamente a las partes pobres de la ciudad. Agüero, viendo la ausencia de eventos de esa naturaleza en los conos, hizo móvil el festival llegando a integrar a la comunidad mediante el evento, coordinando con la policía nacional de la zona, las organizaciones vecinales y municipios, el festival fue llevado a los distritos más alejados de la capital, a zonas de extrema pobreza, donde antes de la proyección se realizaron campañas de salud, de corte de pelo, reparto de desayunos, etc.

Como hemos visto hay una gran diferencia de resultados en estos espacios autogenerados. Esos cambios dependen de dos cosas fundamentales: la motivación y el asesoramiento. Si uno está motivado, se la cree. Si me la creo busco por todos lados crecer. Es ahí donde el asesoramiento es fundamental para un cambio positivo.

A fin de año se llevará a cabo el “III Festival Cielo Abierto” en la ciudad de Barranca. Evento internacional que contará con lo más selecto de la creación literaria peruana y que tendrá como invitados a creadores del vecino país de Chile. El festival es el resultado de la gestión de John López Morales, poeta y estudiante de Derecho en la universidad de Barranca, que ha hecho evolucionar el proyecto, trabajando directamente con el gobierno regional y con la municipalidad, y que ha creado además un circuito turístico cultural interesantísimo: Supe, Barranca y Caral. Esa visión ha permitido hacer encuentros así dos veces al año. Una buena idea, debidamente asesorada, siempre da resultados.

En conclusión, el panorama para la creación de nuevos espacios y la mejora de los que ya existen se ve estrechamente comprometido con el compromiso de las entidades públicas y privadas para lograr una mejora en la educación y por lógica en la sociedad. Potencial existe, veremos si somos capaces de aprovecharlo.