Por Tino Santander Joo
La ideología neoliberal pretende ser la superación del antiguo liberalismo del laisse-faire (dejar hacer), por “la libertad de emprendimiento”. Los neoliberales promueven la desregulación del comercio y de la inversión privada, porque, son factores del crecimiento económico; para ellos no existe la sociedad, sino los individuos.
Los neoliberales confunden el proceso de globalización ineludible al capitalismo con un proyecto político e ideológico de las transnacionales que compran materias primas sin pago de impuestos y luego las venden como mercancía al país productor de las mismas. Se denomina extractivismo al modelo de desarrollo en base a la exportación de materias primas como el cobre, el gas, etc., por ejemplo, el Perú, exporta gas a precios viles y paga el gas doméstico más caro de Sudamérica.
La agenda neoliberal —según el FMI—, tiene como soporte la libre competencia, la desregulación y la liberalización de los mercados nacionales; la reducción del estado a través de la privatización de empresas estatales y reducción de déficits fiscales y deuda. El FMI, señala que muchas de las políticas sugeridas no han sido acertadas y hace una autocrítica histórica con relación a la liberalización de las cuentas de capital, la austeridad fiscal, la reducción de la deuda pública y los déficits fiscales; incluso señala que estas políticas han provocado desigualdad y pobreza extrema en los sectores abandonados por el estado y afecta el crecimiento económico sostenido[1]
Las conclusiones de la autocrítica fondomonetarista afirman que la desigualdad financiera socava el crecimiento económico; que los gobiernos tienen que distribuir mejor los recursos en educación y salud para generar igualdad de oportunidades y revisar las políticas de reducción fiscal. Es necesario regular los mercados como lo sostiene Joseph Stiglitz, premio nobel de economía. Finalizan sus conclusiones afirmando que el FMI no deben asesorar en base a la fe o los dogmas, sino a la experiencia.
El programa neoliberal en el Perú se implementó con Alberto Fujimori, a través del llamado consenso de Washington[2]. El fujimorismo económico es el dogma aceptado por los partidos tradicionales (AP, APRA, APP, los partidos fantasmales de centro derecha, el fujimorismo, la izquierda caviar y los movimientos regionales capturados por el crimen organizado). Todos ellos aceptan el modelo primario exportador y el oligopolio bancario que armoniza intereses en la informalidad económica con el crimen organizado.
Los neoliberales peruanos son fanáticos que creen en la magia de la mano invisible que regula el mercado; se congregan en grupos conservadores y han constituido partidos fantasmales. Sus escribas y defensores no comprenden que los grupos de poder económico controlan el origen y la implementación de la ley para consolidar y defender sus intereses; confunden adrede la libertad económica con la defensa de intereses empresariales.
Su hispanismo es de una ignorancia abrumadora; la derecha neoliberal peruana se alucina descendiente de una España goda inexistente, desconociendo la historia y el multiculturalismo español; se aferran a un catolicismo medieval de la extirpación de idolatrías y de la santa inquisición; desprecian a los partidos políticos dirigidos por “los cholos” y los compran por migajas para que defiendan sus intereses. El neoliberalismo ha creado un individualismo narcisista que es producto de la frustración que genera nuestro “capitalismo popular” que imaginan afiebrados intelectuales y escribas neoliberales.
El modelo neoliberal ha llegado a su límite en el Perú y el mundo. Los neoliberales no se dan cuenta que “la pobreza es el padre de la revolución y el crimen”. (Aristóteles). Los diez millones de peruanos sin agua, ni desagüe; los ocho millones de deudores aterrorizados por el sistema financiero; miles de colegios sin agua, sin luz, ni internet; millones de agricultores sin infraestructura, ni política agraria; millones de jóvenes sin destino que solo buscan huir del Perú. Podría dar las cifras de pobreza europea, norteamericana y, africana y no terminaría este artículo, pero, estoy seguro de que la revolución social mundial vendrá buscando justicia y libertad.
[1] Ver Jonathan D. Ostry, Prakash Loungani y Davide Furceri (junio del 2016) El neoliberalismo ¿un espejismo? https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2016/06/pdf/ostry.pdf
[2] Ver https://blog.selfbank.es/consenso-de-washington-que-es-y-como-funciona/