Por: Karyna Miranda Palacios – Antropóloga Fotos: Marco Nuñez
En época de carnaval ha llegado lluvias que generosas bañan muestras calles, campos y vastos paisajes, así se renova muestras almas llenándonos de sol radiante, de paisajes eternos y de ambiente fértil.
El Perú en esta época nos presenta todos sus carnavales llenos de algarabía con yunzas, bandas y tradiciones vivas; cada región, ciudad o pueblo con sus propias costumbres y sentir, pero esta oportunidad sumerjámonos para conocer el carnaval más elegante del país. El carnaval Jaujino quien expone claramente la simbiosis de la fiesta con la naturaleza y nos permite entender la idiosincrasia del poblador Jaujino y la elegancia de su baile.
Esta somera narrativa explica parte de las tradiciones y los muy sutiles sucesos que trascurren en estos días, esta costumbre tiene varios aspectos de religiosidad, tradiciones, ritos, reencuentros y acontecimientos importantes que están presentes en el desarrollo y tiempo de la fiesta. En toda la provincia de Jauja se celebra carnavales pero nos centraremos en la ciudad y sus barrios.
Nos atrapa el amanecer, con el impecable aire puro, de luz, y colores, y como despertándonos del paisaje se escuchan los Jallapachis cohetes de tiempo de carnaval, quiénes anuncian la fiesta; La traída de Monte (árbol) es el motivo principal de este día, que se inicia en la casa del padrinos. Los primeros amigos con sombrero y ushcata (manta de jauja) van llegando a la convocatoria de varones, donde el olor a patasca (sopa de mote), café y panes acogen a los invitados, quiénes comienzan a saludarse en un ambiente de bromas y tragos cortos, mientras la fiesta está dando su inicio.
El camión que los llevará, ya está esperando junto al sonido de la tinya y la wuajla (instrumento de viento del cacho de toro) esta ancestral melodía trasmitirá la fuerza que será primordial para levantar el árbol, el viaje es bullicioso se hacen notar en calles y alamedas gritando a viva voz agua, que con gusto los vecinos van tirando de ventanas y azoteas.
Por fin en el campo de paisajes verdes e imponentes eucaliptos, comienza el ritual de permiso y agradecimiento a la tierra con elementos como la hoja de coca, cigarro, maíz y frutas este es un rito que se está retomando en algunos casos, es hora de cortar y será el mejor árbol para subirlo al camión, todos ayudan, gritan y bromean hasta que culmine su primera jornada que terminara cuando el árbol este en el camión y todos brindarán y harán el Manshu (castigó y también juego que se aplicara a los que infringen con las costumbres).
Mientras tanto en la casa de la madrina las mujeres van
llegando con sombrero y ushcata, ahí presuntuosas Jaujinas bailan agarradas de
las manos haciendo un círculo y brindando con cocteles y bocaditos que la
madrina ofrece, ya a medio día es momento de salir a calles y plazas de la
ciudad rumbo al río al encuentro de los chicos. La orquesta se prepara para
entonar sus mejores huaynos, la madrina dirige adelante la cuadrilla con el
guapo a viva voz.
Organizadas damas salen en filas y van zigzagueando al
compas de la música, la alegría es desbordante y la ciudad nuevamente se viste
de juegos de carnaval, en el camino se hacen algunas paradas o caipín cruz para descansar, brindar y retomando
fuerzas para llegar al río.
Llegando al río hombres y mujeres se preparan para la encuentro es muy
importante llevar harina y talco, el juego carnaval comienza y la algarabía se
desborda, hasta que la madrina anuncia
que servirá el almuerzo (shajteo) luego el baile se inicia hasta que la orquesta
nos anuncia que debemos partir hacia la plaza del barrio.
La emoción se acrecienta muy alegres las parejas salen rumbo
a la ciudad dirigidos por los padrinos en calles y plazas se escucha la alegría
y emoción, las parejas piden aguas y todo se llena de aroma de carnaval,
sea lluvia o sol la fiesta se sigue viviendo. En la plaza del barrio aplicadas
invitadas van ayudando adornar el árbol mientras los varones se preparan para
levantar el monte, mujeres en un círculo bailan al compás de los huaynos,
viriles varones se disponen a parar el árbol la emoción termina cuando
este está parado y la fiesta sigue pero
hay que descansar por que se viene el segundo día del cortamonte.
Este día observaremos claramente como mujeres y varones separan sus roles y se
divierten, se puede observar sutiles detalles como la competencia
intrínseca entre padrinos midiendo casi siempre la cantidad de invitados y
amigos, y como están atendidos, detalles como la mejor orquesta, o mejor comida
y hasta la alegría, observar las generaciones que se encuentran para aprenden
unas de las otras, costumbres como el manshua,o los caipín cruz.
Las ropas de las parejas del día del central, el agasajo , los estilos de baile, y hasta la más elegante tarjeta, cómo se renuevan los milagros personales, frases, dichos, palabras y tradiciones de esta época, y cómo varía un poco las tradiciones por barrio o por familia cada uno con su propio sentir.
El día central del Cortamonte comienza con misa en honor a la cruz del barrio, todos llegan bien elegantes , la banda va afinando para dar su mejor espectáculo la capillita del barrio está repleta y cada uno vive su fe internamente, los invitados siguen llegando , terminada la misa ,la banda toma protagonismo y la música contagia a bailar al compás de mulizas, carnaval y huaynos, las parejas se esfuerzan para demostrar su mejor baile, mientras se dirigen a la plaza principal de Jauja donde los padrinos reciben los brindis de amistades, el baile continúa hasta la hora del almuerzo, ofrecido por la madrina que muy esmerada brindará a todos sus invitados.
Es la hora de cambiarse el atuendo típico, los padrinos que
impecables lucen su mejor ropa, dirigen la cuadrilla de baile rumbo a la plaza
del barrio, el recorrido de elegantes parejas retratan un bello espectáculo,
una ves en la plaza de baile, la banda toca su mejor repertorio y todas las
parejas al rededor de árbol exponen su mejor arte, la fiesta está en su cumbre.
Muy ceremoniosos los padrinos van invitando a hachar el árbol,
el baile continúa y los atardeceres de Jauja brillan con su tiempo de carnaval.
El monte a caído y hay nuevos padrinos, lo cohetes se escuchan y la alegría se acrecienta,
llegada la noche se dirigen a la plaza en un mar de gente con sombreros
guapeando con la emoción a flor de piel, con la alegría de haber celebrado esta
esta bella tradición.
En el baile cada pareja danza al compás exacto
de la muliza quien es la principal protagonista de esta danza con precisión de
cada paso y al ritmo de la banda. Este baile es muy sutil y cadencioso el varón
siempre muy solemne lleva a la dama en pasos de vueltas y medias luna, quien
con elegancia gira luciendo su elegante vestuario. El estilo de baile de cada
pareja es propio. Y la Música está dirigida por la banda, que tiene tres
tiempos: la muliza, el carnaval y el huayno.
El carnaval Jaujino nos envuelve en sus tradiciones y expresa
una de sus más hermosas manifestaciones de elegancia que nos permite apreciar la
cordial simbiosis con la naturaleza y la danza y en esta oportunidad nos invita
a conocer qué hay detrás de cada detalle de la fiesta, para seguir investigando
y aportando a muestra cultura, conociendo cada vez más que late dentro de
nuestro Perú.