En el diccionario de la Real Academia, ‘Toque’ significa tocar algo. Sin embargo, hace algunas décadas en “Perusalén” apareció una expresión —digamos criolla— conocida como toquero (a), que se refiere al mentiroso y embustero. El adjetivo deriva de ‘Toque’ (mentira). Actualmente, este peruanismo ya figura en el diccionario de americanismos.
Esto no tiene nada qué ver con las creaciones musicales de Rulli Rendo, quien en 1976 lanzó el álbum “El Toque de Rulli”, por cierto, la producción discográfica más vendida en el Perú. Y que debido a su gran éxito luego vinieron “De Toque a Toque” y “Toqueteando”.
Pero esta vez dejemos del lado al nuevaolero y hablemos de los otros ‘toqueros’… de los que irremediablemente se la pasan ‘toqueando’ sin mayor reparo. Desafortunadamente, la cultura del ‘toque’ se ha consolidado y se ha normalizado en diversas instancias sociales y en especial en la política. Algunos sugieren que es mejor ser “políticamente correctos” para así evitar fricciones; es decir, se pretende oficializar la hipocresía desmedida y han proliferado demasiados asesores que sugieren a sus lideres meter ‘toque’ a tutilimundi.
Sin embargo, eso no quita a los políticos tener “pasta” para ser ‘toqueros’, porque la politiquería ‘toquera’ siempre ha sido “pajita” en el Perú, a tal punto que ha pasado piola hasta nuestros días, cosechando a presidentes ‘toqueros’ como Fujimori, Toledo, Alan, Ollanta, PPK, Vizcarra, Sagasti (que solo fue encargado de Palacio de Gobierno) y Pedro Castillo con su famosa frase ‘toquera’ “No más pobres en un país rico”. Pero quien prácticamente se ha ganado todos los títulos nacionales en la categoría de gran ‘toquera’, es la presidenta Dina Boluarte.
La señora de los Rolex desde que ingresó al despacho presidencial, no ha hecho otra cosa que ‘toquearnos’ sistemáticamente en nuestras propias narices, con el apoyo de los vasallos ministros de turno. No olvidemos que de ‘toque en toque’, y gracias al respaldo de los otros ‘toqueros’ cómplices del Congreso, Boluarte ha sabido durar hasta el 2024 y aún pretende atornillarse al poder hasta el 2026. No cabe duda que esta ‘toquera’ compulsiva no moverá un dedo para evitar que la criminalidad siga matando a más peruanos, porque apenas tiene dedicación para planear cómo saldrá librada de sus procesos penales, que a largo plazo la confinarán en un penal.
(Columna publicada en Diario UNO)
