Como parte de la semana del Arte en Lima 2009 ayer martes se llevo a cabo en el centro cultural católica el conversatorio «Comerciar arte contemporáneo – El caso Damien Hirst» con la presencia de Elida Román, Moico Yaker, Javier Ruzo y Alberto Casari.
A todos el trabajo de Hirst les despierta algo, para algunos es arte, para otros es una aberración, pero el hecho es que mediante eso a encontrado un gran negocio de millones, el morbo de Saatchi y el de la gente lo a llevado a lo mas alto, y sus obras son vendidas en cifras alucinantes, incluso a superado la marca establecida por los cuadros de Piccaso, vendiendo sus obras en un total de US$ 200 millones de dólares.
¿Quienes adquieren dichas obras? Magnates petroleros, corporaciones asiáticas, grupos financieros o simples coleccionistas, el hecho es que ha sabido provocar los bolsillos utilizando la temática de la muerte y la vida en su trabajo. Hirts no es el artista que se mancha con pintura, como un típico pintor que vive su obra y esta respirando cada línea y forma mientras la va creando, Hirst es más supervisor de un producto que necesita vender, un egocentrista que rompe esquemas sabiendo aprovechar el momento.
Luego del charla estuvimos con los artistas conversando personalmente.