El mensaje político de la detención del binomio Humala-Heredia es inequívoco: la hora del ajuste de cuentas fujimorista ha llegado. Sin Keiko en la presidencia (todavía) y con un indulto que ya se viene, el panorama político es claro. Si eres caviar, rojo, rosadito o un honesto activista de DD.HH. deberías hacer como Toledo e ir buscando un país donde exiliarte… mientras puedas.
Hasta a mí me sorprendió que se diera la orden de prisión preventiva primero, y luego que se ejecutara (¿de aquí a cuándo a justicia peruana es tan rápida que hasta trabaja fuera de horario de oficina?). Yo esperaba que como todo caso judicial contra un ex presidente todo este rollo se dilatara, o al menos la orden de detención fuese suspensiva (sin detención efectiva) pero no fue así y me descuadró.
Todo esto va más allá de Odebrecht y lavado de activos, todo esto es una cuestión política que deja claro tres cosas, el indulto a Fujimori es irreversible, PPK ya no tiene margen de gobernabilidad alguna, y la izquierda, las ONGs de DD.HH. y todo cuanto se pueda calificar de rojo esta en serios problemas. Lo que se viene son vendettas y la finiquitación de la democracia.
¿CUÁNDO SE JODIERON LOS CAVIARES?
Podríamos decir que anoche, pero en realidad fue cuando tuvieron la oportunidad del poder (en parte con Toledo, pero sobre todo con Villarán en la Municipalidad y Humala en la presidencia) y la desperdiciaron, por frívolos, alejados de la realidad social, falta de cálculo político y sobre todo por la corrupción de Odebrecht (eso a lo que llamaban “inversión buena” “socialmente responsable” solo porque lo promovía Lula), ello los desacreditó al punto de que ahora caviar es sinónimo de cinismo, pose, snobismo político y espíritu atorrante. Porque lo único que han sabido hacer es acusar, no buscaban justicia solo estar en la foto como pretendidos defensores de la cosa pública.
Cuando condenaron a Fujimori por teoría mediata, los fiscales a cargo de la acusación y los jueces que lo sentenciaron (todos caviares), se agarraron de una teoría jamás antes empleada en nuestro país, sin precedentes judiciales vinculantes firmes, se saltaron normas fundamentales del debido proceso y lo peor de todo, cuando acabaron los autos finales y la defensa oral, dos días después presentaron una sentencia condenatoria voluminosa y muy trabajada.
Las sentencias bien fundadas toman tiempo de redactarse, no se hacen en 48 horas, esa sentencia se venía escribiendo desde hacía meses (si hasta fueron a asesorarse a España para aplicar una teoría foránea) cuando la sentencia se debe empezar a formular y escribir apenas se acabe el último auto procesal y no al revés como hicieron. La sentencia del juez San Martin tenía todo el espíritu de una sentencia estalinista, sabia a venganza política y era jurídicamente coja. En su prisa por vengarse de Fujimori re fortalecieron el movimiento fujimorista que ahora agolpa a casi la mitad del Perú.
Un detalle de medición de respaldo popular ha sido la fracasada marcha contra el Indulto de este mes. No llenaron la plaza San Martín y eso es un fiasco. La bandera antifujimorista ya no flamea como antes, mientras marchas como contra la Ideología de Género la llenaron a reventar. La calle ya es de otros.
¿PODER JUDICIAL INDEPENDIENTE O CAPTADO?
El poder judicial peruano jamás ha sido independiente, el que se esté poniendo las pilas y de sentencias temerarias es porque hay presiones políticas muy grandes. A diferencia de Fujimori, esta es la primera vez que se lleva a cárcel a un presidente democrático. Porque en el Perú los jueces son de todo menos valientes e igualitarios a la hora de llevar a cárcel a los peces gordos.
PPK ha manifestado diplomáticamente su pena por el caso de su predecesor y ha evitado pronunciarse respecto a la orden del juez. Es obvio que esto ha sorprendido al mismo PPK. Si ni el presidente sabía que iba a ocurrir en un país tan poco institucional como el nuestro, ¿quién entonces podía saberlo (o mandarlo o evitarlo)? La conclusión es simple: PPK YA NO GOBIERNA.
No está claro la naturaleza política de quienes han captado al Poder Judicial, pero queda claro que una fuerza reaccionaria de cuño duro está detrás. Y solo es el comienzo, no sabemos a qué otros políticos bajo el escandalo/excusa Odebrecht se lleven preventivamente a prisión. En realidad podría ser cualquiera.
EN PERÚ EL TIEMPO ES UN CÍRCULO PLANO
De 1990 a 1992 hubo cientos de asesinatos y desapariciones de elementos incomodos al régimen. Líderes sindicales, periodistas, activistas, etc. Hoy parece que estamos a puertas de una regresión semejante pero menos violenta. Unas venganzas sin sangre pero venganzas al fin al cabo.
Si así están vengándose de sus enemigos la derecha bruta y achorada dentro de un gobierno democrático, ¿cómo será cuando estén en el poder Keiko, Kenji o algún outsider de extrema derecha? Yo no me lo quiero imaginar. Por eso amigo caviar, como diría Woody Allen, toma el dinero y corre.
Esta nota está dedicada a la memoria de la Democracia Peruana (2001-2017)