No ha habido registro vocal tan prodigioso en el planeta como la de nuestra soprano peruana Yma Súmac (Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo) quien un 13 de setiembre de 1922 naciera en el puerto del Callao, exactamente hace 100 años. A lo largo de toda su vida se fueron tejiendo fascinantes historias, como la que podía comunicarse con las aves, o el de ser descendiente del linaje del inca Atahualpa.
Es en la ciudad de Lima donde conoce, alrededor de 1938, al guitarrista y compositor ayacuchano Moisés Vivanco. Según testimonio recogido por la antropóloga Zoila Mendoza, en su libro Crear y sentir lo nuestro, Vivanco escuchó a Zoila Emperatriz tararear una canción en casa de un amigo y quedó deslumbrado por su voz. En poco tiempo, la novel cantante se transformó en Yma Súmac y guiada por Vivanco —quien pronto se convirtió en su esposo y mánager— pasó de las radios y escenarios locales a dar exitosos recitales en Argentina, Chile, Brasil y México.
Después de una estancia en Lima, la pareja decidió partir a Estados Unidos. Ahí ella fue la estrella del sello Capitol Records. Fue la virgen del sol y la ñusta que le daba voz a los mágicos Andes en un momento en que la imagen de Machu Picchu comenzaba a ser irradiada como destino turístico.
Sus dos primeros álbumes, Voice of the Xtabay (1950) y Legend of the Sun Virgin (1952), no solo fueron éxitos de venta, sino que significaron la fusión de la música andina con otras tradiciones, en un producto híbrido amparado en su calidad interpretativa. Todo esto le hizo ganar críticos célebres como José María Arguedas, pero también públicos maravillados en distintos puntos del orbe.
Durante las décadas de los sesenta y setenta, la voz de Yma Súmac cautivó escenarios en países de Europa, como Reino Unido, España y la entonces Unión Soviética, hoy Rusia; así como de Asia como Japón donde no solo fueron seducidos por la maravillosa voz lírica sino también por su fuerte y temperamental personalidad.
En 1970, veinte años después del primer concierto de lanzamiento de su carrera, la diva peruana regresó a Hollywood Bowl para presentarse en el programa “Nosotros” junto a notables artistas como Frank Sinatra, Tony Martin, Ricardo Montalbán (a quien tenía mucho cariño), Dionne Warwick y Charlton Heston, quienes siempre la elogiaron por su asombrosa voz y talento artístico. Además de estas celebridades, compartió escenario durante su brillante trayectoria con artistas de talla mundial como la francesa Edith Piaf y la mexicana Libertad Lamarque.
Yma Súmac fue la primera artista peruana en tener su estrella de la fama en Hollywood, en la esquina noreste de la avenida Wilcox.
En la década de los setenta y consagrada como una artista de talla mundial, Yma Súmac obtuvo la nacionalidad estadounidense, hecho que en aquella época fue rechazado por ciertos sectores nacionalistas en Perú, quienes consideraban que con ello traicionaba sus raíces peruanas.
En 1997 Yma Súmac recibe el “Life Achievement Award”, un galardón que reconoce su exitosa y prolífica trayectoria musical y artística, en una ceremonia celebrada en el teatro Wilshire Ebell de Los Ángeles. Ese año realizó su último concierto en el Festival de Jazz de la ciudad de Montreal, en Canadá.
Tras cosechar una laureada carrera artística y tras una década de retiro, Yma Súmac retornó de visita al Perú en 2006 y recibió condecoraciones de parte del gobierno y también de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Luego de una corta estancia volvió a los Estados Unidos.
Dos años después, en 2008, Yma Súmac falleció a la edad de 86 años, en su residencia del barrio Silverlake de Los Ángeles, ubicado a un kilómetro y medio al este de Hollywood.