Un país en llamas por las protestas que se vienen suscitando en distintas ciudades de Colombia como Calí, Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y Maniezales, tras el anuncio de su presidente Iván Luque, quien intentó implementar una reforma tributaria que buscaba incrementar la base del contribuyente, elevar impuestos, reducir exenciones y aumentar el IVA del país cafetalero.
Esto motivó una serie de protestas sociales que veían gravemente perjudicado sus ingresos, saliendo a las calles para expresar su disconformidad con ese proyecto; a consecuencia de ello y la fuerte represión policial y militar que se vivió en esos días, según cifras ofrecidas por Defensoría del Pueblo colombiano han perdido la vida 19 personas en las manifestaciones.
«Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar la incertidumbre financiera», dijo Duque en una declaración en la Casa de Nariño, sede del Gobierno.
Duque explicó que habló con los diferentes partidos políticos, gremios de la producción y otros sectores de la población y que el nuevo proyecto de reforma fiscal que será presentado al Congreso recogerá las propuestas que salieron de esos diálogos.
Tras las protestas del domingo último, el ministro de Hacienda colombiano, Alberto Carrasquilla, dio un paso al costado y presentó su carta de renuncia al mandatario.
Carrasquilla, que estaba en el cargo desde el 7 de agosto de 2018 cuando comenzó el mandato del presidente Iván Duque, se convirtió en el villano de la actual crisis por la dureza del fracasado proyecto de reforma fiscal, que fue la chispa que encendió el fuego de las manifestaciones la semana pasada.
Para reemplazarlo, Duque nombró como nuevo titular de Hacienda al hasta hoy ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, un economista y académico que también acompaña al presidente desde el inicio de su Gobierno.
El origen del proyecto tributario
Colombia es considerada la cuarta mejor economía en Latinoamérica, sin embargo su Producto Interno Bruto (PIB) bajó al 6.8% en el 2020, llevando al 16.8% de desempleo, según cifras de febrero del año pasado. En cifras más cercanas, alrededor de 8 millones de colombianos pasaron a la informalidad.
Eso llevó al Gobierno equilibrar la balanza, replanteando la ampliación de la base tributaria, permitiendo que la economía colombiana mantenga su calificación crediticia a nivel internacional. El gobierno aspira recaudar unos 6.300 millones de dólares entre 2022 y 2031 para aliviar el bolsillo de la cuarta economía Latinoamericana, golpeada por la pandemia.