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William Ospina: “Para las mujeres, éste sigue siendo un planeta difícil”

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Uno de los invitados internacionales a la 20 Feria Internacional de Libro de Lima es el escritor y periodista colombiano William Ospina, ganador del premio Casa de las Américas en el 2003 y del  premio Rómulo Gallegos en el 2008.

Su literatura navega entre la poesía, la novela y el ensayo,  y acaba de presentar en la FIL su reciente libro “El año del verano que nunca llegó”. Lima Gris conversó con el escritor colombiano, sobre su reciente novela histórica y los románticos del XIX. Nos confiesa que no le incomoda la etiqueta de chavista, hace una crítica a la desinformación que produce la concentración de medios, y señala que para las mujeres, éste sigue siendo un planeta difícil.

 

¿Te sientes más cómodo escribiendo ensayos?

Pues en la primera época escribía solo poesía, luego comencé a escribir ensayos sobre temas literarios y después sobre temas sociales, y luego los ensayos me han llevado a escribir novelas, una trilogía sobre los primeros viajes al Amazonas, y la novela que presenté esta noche:“El año del verano que nunca llegó”.

Háblanos un poco de lo que vamos a encontrar en tu nuevo libro.

Es una novela sobre el origen del movimiento romántico, sobre cómo a comienzos del siglo XIX  se reunieron los poetas ingleses en una casa a orillas del lago Lemán, en Suiza, y de casualidad o por una coincidencia misteriosa, en el momento en que se encontraron y cuando debía llegar el verano, llegó otro invierno; se apagó el mundo y hubieron tres días de oscuridad sobre Suiza.Y como suele ocurrir cuando se va la luz, comenzó una larga tertulia de estos poetas en esa casa, que terminó produciendo algunos de los hechos literarios más recordados de los tiempos modernos, porque uno de los jóvenes ahí reunidos era el médico de Byron, que concibió la historia de un vampiro humano, y la novia de Percy Shelley, quien ahí concibió la novela “Frankenstein”, de manera que en esa noche, que duró tres días, nacieron los dos monstruos más celebres de la modernidad.

La oscuridad es magia, sin luz se puede crear cosas maravillosas.

Eso decían los románticos, que la oscuridad estaba llena de cosas. La oscuridad no era un vacío, así como estaba llena de amores, de sueños y de fantasías, también estaba llena de preguntas y de futuro.

¿Encontramos algo de ficción en esta novela histórica?

No hay nada de ficción, es un hecho histórico, y es el relato de cómo yo, como escritor, perseguí por años a los personajes de esta historia para tratar de entender qué fue lo que produjo esas consecuencias, y de qué manera, como respuesta a las ambiciones del racionalismo, el romanticismo volvió a llenar el mundo de criaturas fantásticas, de magia, de milagros y de sueños que son a veces pesadillas.

Sé que admiras lo que hizo Hugo Chávez ¿Te parece un personaje romántico?

Podría decirse que Chávez es un personaje romántico, fue un soñador, alguien que no creía en las pautas  que nos han dictado al respecto de cómo debe ser la economía y la política, y creía que se podían intentar otras cosas. El hecho que uno crea que se puedan cambiar las cosas, no significan que se puedan cambiar para bien, pero intentarlo es válido. Como decía el poeta Eliot: si nunca podemos acertar, más vale que cambiemos de vez en cuando nuestra manera de estar equivocados.

Te han señalado como chavista ¿te molesta esa etiqueta?

Alguna vez me han señalado como chavista y alguna vez yo he dicho que no me molesta que me digan así. Chávez es un personaje valioso y creo que marcó una época de América Latina, ahora yo creo que América Latina no solo necesita transformaciones políticas, que Chávez recomendaba, creo que necesitamos grandes procesos culturales, grandes procesos sociales, no necesitamos solamente caudillos, necesitamos sociedades cada vez más activas, libres y cada vez más creadoras, y en esa medida Chávez me parece un momento de un proceso que solo será válido si hace que los ciudadanos de nuestros países sean cada vez más cultivados, hereden cada vez  con mayor energía y mayor creatividad todo el legado cultural de las distintas tradiciones a las que pertenecemos, y  bueno, necesitamos un mundo bello, un mundo en equilibrio con la naturaleza, un mundo creativo y un mundo afectuoso.

¿Cuál crees que ha sido el error de Maduro en la Venezuela actual?

No estoy enterado lo suficiente de lo que ocurre en Venezuela en estos momentos, no creo tener la información suficiente para juzgar y apreciar lo que se está haciendo allá, además,  sé que hay una conspiración mediática que no nos permite saber ciertas cosas.

¿La información se controla?

Creo que a nivel continental hay un esfuerzo porque pensemos ciertas cosas de Venezuela, pero no nos permiten ver todo lo que está pasando allí, y eso no es nuevo, eso no es de Maduro, ya en tiempos de Chávez la campaña mediática contra Venezuela era muy grande. Entonces, cuando existen esas miradas tan parciales sobre los procesos históricos, es difícil hacer una valoración objetiva de lo que pasa. Por ejemplo en todo el continente hay mucha criminalidad, criminalidad en la frontera norte de México,  en el mismo México por todas partes, en las favelas de Río, en las barriadas de Colombia, en las barriadas de Buenos Aires, y nadie le atribuye directamente esos crímenes a los gobiernos, pero en Venezuela, donde hay una alta criminalidad, si se le atribuye al gobierno todo lo que pasa, me parece que en eso hay un sesgo, hay problemas con la democracia en todos los países del continente. Colombia misma es un país donde la democracia y las elecciones son manipuladas y llenas de clientelismo que dejan mucho que desear, sin embargo nadie le hace un escándalo internacional a Colombia por su régimen electoral. Entonces, yo sí creo que  no es confiable la manera cómo se nos informa, porque se nos informa de una manera parcial y sesgada.

Esto es manejado por los grupos de poder y es una muestra de la desinformación de la concentración de medios.

Sí, porque se suele hablar mucho de los derechos del hombre y se discute de los derechos humanos, pero casi siempre el énfasis se pone sobre la libertad de expresión, sobre la libertad de empresa, pero el derecho a comer, a la salud, el derecho a tener vivienda y el derecho a tener educación no suelen contarse entre los derechos humanos por lo que se protesta aparentemente, y cuando un país pone su énfasis en dar salud, educación, vivienda y en dar alimento a la población, como me parece que ha sido el caso de Venezuela o el caso de Cuba, ese proceso no es valorado como un respeto a los derechos humanos; en cambio, sí se le pone cortapisas a las empresas de comunicación, sobre eso sí se hace un énfasis. Creo que es importante la libertad de expresión, y la libertad en todos los niveles, pero los países que no cumplen con el deber de darle empleo, salud, educación y de darle vivienda y alimentos a su población, deberían ser procesados como violadores de los derechos humanos.

Una de las fotos históricas de los últimos años, sin duda, es la del Presidente de los Estados Unidos, Barack  Obama, dándole la mano a Raúl Castro, después de más de cincuenta años de un bloqueo económico que sufrió Cuba ¿Esa imagen qué representa para ti?

Me parece que es el triunfo de la sensatez, en un mundo que había vivido en la simulación durante mucho tiempo. Yo no creo que todo lo que hayan hecho los cubanos sea acertado, pero creo que hubo un principio de generosidad en el proyecto cubano, que fue el bloqueo durante tantas décadas lo  que obligó al Estado cubano a imponer tantas restricciones sobre los ciudadanos, pero creo que ya se hicieron esfuerzos generosos. Más vale tarde que nunca que los Estados Unidos reconozcan las cosas positivas que se hicieron en Cuba, y, por otro lado, que reconozca que fue un error haber pretendido imponerle a una sociedad un rumbo, porque nosotros tenemos que tener derecho a cometer nuestros propios errores y a corregirlos. En cambio a la mayor parte de los países de América Latina solo se les ha permitido experimentar lo que nos dictan los grandes centros de poder.

En América Latina tenemos mujeres presidentes como en Chile, Argentina y Brasil, crees que tenga que ver con la percepción de honestidad en la mujer.

Me parece que es lo normal, todos los países de América Latina deberían haber tenido mujeres en su gobierno en algún momento de su historia, tampoco el hecho de que sea una mujer nos tiene que garantizar que eso va ser un acierto, no es fácil establecer una diferencia muy marcada entre Ronald Reagan y Margaret Thatcher, de manera que como uno de los derechos de la mujer está el derecho a gobernar, el derecho a ser elegida, pero creo que hay otro montón de derechos de la mujer que se descuidan mucho, creo que para las mujeres éste sigue siendo un planeta difícil.

Es alarmante también las cifras que existen de mujeres violadas y asesinadas.

Yo creo que todavía son muchas las cosas que la humanidad tiene que corregir, me gusta recordar que las feministas del siglo dieciocho no solo luchaban por derechos civiles, sino que también luchaban por el derecho a ser independientes, por el derecho a ser creadoras y a ser exploradoras de caminos para el arte y la estética.

Qué es lo que te llama la atención de Perú en el tema literario.

Perú es un país muy importante en términos literarios, desde los tiempos de las Crónicas de Indias el Perú marcaba la pauta del conocimiento del territorio, y poetas como César Vallejo, novelistas como José María Arguedas, Mario Vargas Llosa, Manuel Escorza,  son fundamentales en nuestra antología continental, o poetas más recientes como José Watanabe o Antonio Cisneros, son muy importantes en el proceso de construcción de una literatura latinoamericana.

¿Qué estás leyendo ahora?

Yo siempre tengo muchos libros abiertos en mi casa, quiero alternar la lectura de algunos autores contemporáneos como Javier Cercas, Tomás González, César Aira, Ignacio Padilla, con la lectura de los clásicos que siempre es fundamental, aunque a veces nos ponen demasiado énfasis en que hay que leer los autores de actualidad, y está muy bien, no hay que descuidarlos, pero tampoco hay que descuidar a Homero, Virgilio, Shakespeare y la Divina Comedia, y tanta literatura consagrada que es  fundamental para nuestra relación con el mundo.

¿Cómo te llevas con la tecnología? ¿Cuál ha sido el cambio que has sentido en el proceso de creación de tus libros?

No hay duda de que me han aportado muchas cosas al proceso creador, si bien un ordenador y un procesador de palabras es una conquista, yo creo que también fue una conquista la invención del papel y de la pluma, y todavía no deberíamos abandonar la caligrafía, yo creo que esas artes antiguas son algo más que una técnica, son verdaderamente instrumentos artísticos para la expresión de nuestro ser profundo.

Para finalizar, recomiéndanos algunos escritores colombianos.

No voy a insistir sobre los que se conocen mucho, voy hablar de un poeta, Porfirio Barba Jacob, es un poeta de la primera mitad del siglo XX, creo que todavía tiene muchas cosas para decirnos a los latinoamericanos,  otro es el poeta León de Greiff, que escribía con una gran erudición, con una gran ironía y con una gran riqueza musical. También un poeta mucho más austero, recientemente fallecido, José Manuel Arango, que construyó una obra de una gran densidad y una gran belleza humana.

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