Voraz incendio de irresponsabilidades

Se habla mucho del voraz incendio sucedido el último jueves 16 de octubre. El siniestro ha dejado en ruinas la casona de estilo art noveau ubicada en la plaza Dos de Mayo, cuyos daños deberán ser reconstruidos.

Lo más lamentable del siniestro ha sido el saldo de 11 víctimas que se han visto afectadas por quemaduras y síntomas de asfixia. Felizmente andan recuperándose en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza.

Como es de costumbre, luego de presentarse estos fortuitos sucesos, el “superficial respeto” al patrimonio cultural de parte de las autoridades, sale a la luz. No obstante, las promesas están planteadas. Por su parte, la alcaldesa Villarán estuvo a cargo del apoyo a los 105 damnificados, mediante carpas para pernoctar, así como colchones, cobijas, botellas de agua, etc.

¿Acaso la señora Villarán a escasos dos meses de culminar su tan cuestionada gestión, busca reivindicarse? ella muy oronda sale a declarar que anda realizando las coordinaciones respectivas con Emilima (Empresa Municipal Inmobiliaria S.A.), y con la Dirección de Patrimonio Histórico de Inmueble de la Dirección General del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, para diagnosticar la situación actual del predio, y así poder decidir una probable elaboración de expedientes técnicos para reconstruir el inmueble siniestrado, respetando su antigua arquitectura.

Pareciera que a la alcaldesa la persigue un maleficio que recurrentemente sabotea sus maquilladoras obras. ¿Quién no recuerda, la gran ola que estropeó y se llevó la arena de la playa La Herradura, al poco tiempo de inaugurarla?, y esta vez, a un mes de haber entregado una Plaza Dos de Mayo con las fachadas de sus edificios estilo modernistas parcialmente pintadas; fortuitamente, ocurrió lo del incendio en un inmueble que hace unas décadas fue declarado monumento histórico mediante Resolución Suprema 2900-72-ED.

Ministra de Cultura Diana Álvarez-Calderón y Alcaldesa Susana Villarán.

No olvidemos el edificio El Buque de Barrios Altos, que hace dos años sufrió un devastador incendio, y que es otro de los ejemplos de la flagrante indolencia de las autoridades, y hasta el día de hoy se encuentra cercado con planchas de triplay, y abandonado en sus escombros.

Lo más sorprendente de la irresponsabilidad, y del desinterés de parte de la comuna limeña con respecto a esta coyuntura, es haber permitido en la casona de la plaza Dos de Mayo, la subsistencia, y el funcionamiento de depósitos de cueros, que son altamente inflamables, y que constituyen una alta peligrosidad en una construcción de quincha y adobe. Ellos dicen que sí fiscalizaron, y que incluso aplicaron multas que ascendían a las dos UIT.

El hecho, es que no existe un compromiso, ni identificación, ni respeto, ni del municipio, ni de la sociedad civil, y menos del Ejecutivo, que busque conservar las antiguas edificaciones que se encuentran en Lima.

Por su parte, la ministra Diana Álvarez Calderón ¿Qué sabe de patrimonio cultural material o inmaterial, o de nuestras expresiones culturales y artísticas? si apenas hace un tiempo, le cerró las puertas al destacado músico ayacuchano Andrés “Chimango” Lares León, que la buscó para su apoyo económico, para su gira a Europa.

Ella, en su rol de autoridad, y de defensora del patrimonio cultural, no ha podido ser más ineficiente, pues, nunca se dignó a recibir en su despacho a los representantes de los gremios, y colectivos patrimonialistas, que hasta el día de hoy, no desfallecen en su causa de defender la inminente vulneración del olvidado santuario Puruchuco del distrito de Ate.

En lugar de trabajar en las demandas culturales que requierende su cartera, la ministra sí es una capa para tomarse fotos, como lo hizo en la Filbo, y en el 18 Festival de Cine de Lima.

Aunque, para no dejar de ser indiferente ante el incendio del día jueves, ella, y a través de su director de Patrimonio Histórico Inmobiliario, Freddy Escobar Zamalloa, anunció que con arquitectos especializados en restauración, estudiará los deterioros producidos en la casona que fuera diseñada en 1924, por el arquitecto francés Edmond Guillaume y el escultor Louis-Léon Cugnot, para posteriormente, lanzar su propuesta a la comuna limeña para iniciar su reconstrucción (que por cierto, costará una fortuna, y habría que ver quién asumirá tal costo, o la MML, o el Mincul a través del MEF) fiel a su estilo art nouveau.

Por el momento, Icomos Perú, y ante la urgencia de solucionar el problema a fin de que todos los esfuerzos conjuntos, y no conjuntos, que inicien procesos para preservar el inmueble de Dos de Mayo, o en su defecto, reconstruirlo, ha convocado a todos los entendidos en el tema, como el Colegio de Arquitectos de Lima, y del Perú, y los Decanos de las universidades, a una reunión de emergencia para formar un Comité Técnico de Evaluación, y de toma de decisiones técnicas de intervención.

La alcaldesa Villarán, en los últimos años, no se ha encargado de remozar, ni recuperar el Centro Histórico de nuestra ciudad. Lo mismo sucede con la ministra de “Incultura” Diana Álvarez Calderón, que hasta el día de hoy, no ha dado muestras de estar a la altura de su embestidura; no por algo, en su discurso de juramentación de ministra, afirmó que la sagrada ciudad Inca Choquequirao es una Huaca.

Un detalle que merece resaltar permanentemente, es el trabajo y apoyo denodado de parte del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, que rápidamente intervino con más de diez unidades de apoyo, entre autobombas, ambulancias, cisternas, y brazos articulados.