El sentenciado por corrupción hablando de cambios. El secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, durante su participación en un seminario de su partido mencionó la necesidad de querer cambiar nuestra Carta Magna para que supuestamente el país salga de su nivel actual de pobreza. Al parecer, luego de haber ofrecido entrevistas a distintos medios de prensa nacional y extranjera, al fundador del partido oficialista se le viene inflando el pecho y ahora no tiene tapujos para decir todo lo que tiene en mente.
Cerrón Rojas determinó que los cambios a nivel país solo llegarían por medio de una nueva Constitución, como el proyecto del Ejecutivo envidado al Congreso para preguntar a la ciudadanía, vía referéndum, si estaba de acuerdo o no con el cambio de Constitución.
“Nosotros reafirmamos desde que se fundó el partido: en el Perú no va a haber cambios si es que no se cambia la Constitución Política, ya sea por una vía pacífica o por una vía no pacífica, lamentablemente”, aseveró el pasado 3 de mayo en uno de los locales del partido del lápiz.
En otro momento, el ex gobernador regional de Junín indicó que la Constitución de 1993 fue impuesta por un gobierno dictatorial, dejando de lado los pactos sociales que debieron darse con los diversos sectores de la población.
“La Constitución Política es el consenso de la clase dominante y de la clase dominada para que no estén en una perpetua lucha (…) La constitución de 1993 no nació fruto del consenso, no nació fruto del pacto entre las clases sociales, fue impuesta por un golpe de estado”, manifestó.
Más adelante, cuestionó que el desarrollo hubiera llegado al Perú debido a la carta magna redactada durante la dictadura del ex presidente Alberto Fujimori. Asimismo, mencionó que el analfabetismo y crisis de la salud pública son pruebas de que todavía no se ha llegado al nivel deseado de desarrollo.
“Nos vienen con el cuento de decirnos que gracias a la Constitución somos un país desarrollado. ¿Desarrollado con 2 700 000 analfabetos?, ¿cuando el covid casi desaparece al Perú?, ¿cuando los jóvenes son explotados más de 12 horas y no tienen ningún beneficio laboral? ¿Desarrollados por dónde? No somos un país desarrollado, somos un país subdesarrollado y para contentarnos dicen ‘en vías de desarrollo’”, cuestionó.
Sin lugar a dudas que el fundador del partido oficialista ha dejado el rol de espectador dentro del gobierno de Pedro Castillo, para asumir una postura más activa y preponderante, de cara a las claras intenciones de querer cambiar las reglas de juego. Lo más peligroso de todo es el fondo de su mensaje, en clara alusión al uso de la violencia para ese propósito.