Caminar por la estación desamparados me despierta la memoria, recuerdo cuando niño la primera vez que llegue allí, fue en busca de un viaje a Chosica con mi familia, tenía siete años, era totalmente distinto todo, la palabra tren me emocionaba y me hacia imaginar estar en una nave de hierro, era como un juguete gigante, que al escuchar el silbido lejano y el motor furioso me sentía como un capitán.
Ahora es todo distinto la estación ha sido tomada por los libros, en sus salas se puede encontrar la gran riqueza de nuestra literatura, al hacer el recorrido uno puede conocer históricamente los diferentes representantes, hombres y mujeres, diversas corrientes, soñadores de puño y letra, que comparten su obra con el mundo. Gracias a la gentil atención de sus guías, no sólo por el trato, sino también por la forma apasionada de expresarse, de compartir la vida y obra de nuestros escritores, uno disfruta el viaje, uno se encuentra con nombres como José Santos Chocano, Eielson, Vallejo, Ricardo Palma, César Moro y Mercedes Cabello entre otros.
La casa de la literatura es un lugar para chicos y grandes, ya que cuenta también con un ambiente especial para los niños, allí ellos descubren que leer no es aburrido, dándose cuenta que “sólo los tontos se aburren”. Uno puede llegar temprano y quedarse el tiempo que desee, y si el apetito se despierta existe el café literario, el ingreso es totalmente libre, no se cobra ninguna entrada, y la forma de adquirir un libro es simple, solo un documento como el DNI o carné de estudios, de una forma practica, sin colas, y podrán disfrutar con toda la tranquilidad del mundo de un nuevo viaje literario.
Dirección: Jr. Ancash # 207. A la espalda del Palacio de Gobierno y a 100 metros de la Plaza Mayor. Atención de 10:00 a.m. a 8:00 p.m.