Viernes Literarios: “Los objetos en el espejo están más cerca de lo que parecen”

Este libro llega a mis manos en un momento sumamente particular para mis lecturas. El rescate del acervo bibliográfico de la Biblioteca Municipal del Cusco ha reorientado mis reflexiones sobre el libro, su vigencia y presencia en el siglo XXI. Debo ser rotundo. El libro impreso “no pasará de moda” ni tampoco cambiará su esencia trasmitiendo espíritu y pensamiento. Posiblemente, se multipliquen los formatos digitales donde es importante notar que a la par del auge tecnológico en el mundo, en nuestro continente surgieron los libros cartoneros como una respuesta a la crisis pero también producto de la necesidad creativa.

Hago este preámbulo para recaer en la edición de “Objects in mirror are closer than they appear” de Javiermanuel Rivera que sorprende desde la disposición iconoclasta de su libro. Aletheya es una editorial donde Ruhuan Huarca Llamoca desde hace años hace notables esfuerzos por la edición independiente en nuestro país. Nuestra felicitación para él y quienes apuestan por la cultura impresa y debemos decirlo, este espejo, es un logro editorial también por el alto contenido literario del texto, y a él me quiero avocar.

No siempre tengo estas gratas sorpresas debo ser sincero. Encontrar un buen libro de poesía escrito en el presente condensando originalidad, profundidad y nuevos caminos literarios es motivo de alegría. En este espejo, como he decidido llamarlo para abreviar el título que motiva un ejercicio no sólo lingüístico de traducción sino también un acto de contemplación frente al texto que se avecina.

Historia, ciencia, religión, psicología, prosa y verso danzan en este libro que al preludio es determinante: “Los animales viven sin fe y viven”. Verso redondo, tácito y natural. Esa es la poesía que me gusta. Sin artilugios retóricos. Sin temerle al universo ni los protagonistas en sus dos expresiones humanas, la vida y la muerte. Dice Javiermanuel: “Duele amarte Grimanesa. / Duele verte morir. / Mañana compraré una planta de sombra / que sea feliz en mi permanente oscuridad.”. Entendamos al amor como la vida y a la muerte como la metáfora extendida de la nostalgia que acongoja al poeta y que se pregunta mirándose ante el espejo: “Tú que hablabas en lenguas / tú que curabas el cáncer / tú que desterrabas demonios / ¿qué harás ahora que todo está más cerca de lo que parece?”.

Hablo como lector pero también como hombre de letras que acaricia la poesía. Es difícil armonizar una propuesta creativa con el hilo de una historia que remonta tantos recursos como los hallados en este “espejo”. Es difícil pero no imposible y en ello está otro logro de esta publicación. Genera inquietudes, curiosidad y por en ende escuela. Los poetas memorables anidan en su intimismo pero también en el lugar donde nacieron. Javiermanuel no es la excepción: “¿De qué hiciste tu abrigo? / ¿Cuál es mi patria? / Quiero creer que todo mi país oculta todo mi país.”

Sin embargo, la patria más grande de este libro, me atrevo a decir que es el amor y estos versos lo corroboran: “Con la misma lengua con la cual él le hace el amor por horas, dice adorarla” / Con las mismas manos con las que ella le acarició el pecho, le señala el corazón.” “Son largos los caminos que él debe recorrer / y las horas de soledad hasta llegar a su destino transeúnte. / No supondrá su cuerpo otra vez ni las puertas cerrar ni la ropa caer…”

Es mi intención realizar una invitación a la lectura de este libro desde mi propia asimilación y no puedo ir deshilvanando todos aquellos versos que ya me son memorables pero por lo menos algunos debo citar: “El universo como es: pesadísimo, infinitesimal, tan absurdo como morir a los veintitrés”. “Lijan el Perú para borrarle su marca chancho / Lijan la pobreza.” “Viento de fuego / reja de nubes aún / pájaro libre”, cierra un conmovedor texto que recuerda una tragedia nacional donde  sentencia el poeta: “Porque afuera, en  el Perú, se puede trabajar secuestrado sobre dos mil toneladas de material inflamable funcionando de manera ilegal y aun así no llamarle esclavitud a la esclavitud. Se puede quemar vivo a dos veinteañeros pobres y llamarle accidente al crimen organizado. Infracción laboral, algún infeliz. Se puede blandir un fluorescente y gritar contra la muerte, reclamar que estamos vivos, que no nos dejen, que por lo menos no nos olviden.” Imagen, lenguaje y ritmo dan vida a los poemas de Javiermanuel quien expone con la poesía un noviazgo tórrido, bello y consecuente, por ello mismo, aún nos esperan mayores sorpresas impresas con fuego y tinta.