Las ferias del libro, nacen con el fin de acercar a la población al hábito de la lectura y la valoración del libro como la expresión más alta de la sensibilidad y el conocimiento humano. El Cusco, vive ya su V Feria Internacional y debemos recordar que ha sido un camino establecido con tropiezos, aciertos y fuerza de voluntad. Los tres primeros años se realizó inadecuadamente en el estacionamiento del Centro Comercial Real Plaza y fue una propuesta y exigencia de la Sociedad Civil organizada la que también gestionó su actual lugar en la Plaza Mayor del Cusco, el Haukaypata, “lugar del encuentro y la algarabía”, no de los lamentos. (Véase El Estandarte Real y la Makapaycha de Donato Amado, PUCP, 2017).
La Mesa Consultiva del Libro y la Lectura, reúne a los actores en la Cadena Productiva del Libro. Autores, editoriales, librerías, bibliotecas, distribuidores y círculos de lectura representan un todo unificado en el objetivo de producir textos que lleguen a los lectores de los diferentes sectores de la ciudadanía. Trabajamos junto a la Mesa Técnica Editorial coordinada por la Hna. Violeta Pilares y la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura.
La meta, constituir políticas culturales que afiancen permanentemente recursos y espacios para vincular autores, lectores y gestores. Las ferias del libro son un instrumento para ello y de acuerdo al Plan Nacional del Libro, la Lectura y las Bibliotecas son: “Eventos temporales orientados al fomento del acceso al libro y la lectura, la difusión y comercialización del libro y productos editoriales afines”. Sin embargo, el proyecto de la Ley del Libro va más allá y cristaliza en el Artículo N° 2: “Promover la formación de lectores y escritores e incentivar las prácticas de lectura y escritura en la población”. Esta ley propone impulsar la creación intelectual expresada en obras científicas, técnicas, literarias, gráficas y/o culturales. “Difundir la obra de autores y libros peruanos a nivel nacional e internacional como también garantizar el acceso a la lectura y al libro” son otro punto importante junto a: “Impulsar la formación y el fortalecimiento de las capacidades de las personas que participan en las actividades reguladas por esta ley”.
Lo ideal sería que todo lo vertido en leyes y planes se cumpla al pie de la letra, porque hablamos de personas que proyectan una cultura impresa. Sin embargo es un esfuerzo latente y permanente. La V Feria del Libro, es solo un peldaño hacia una mayor aspiración. Crear en el Cusco una necesidad por la investigación y la lectura, y promover la naciente producción editorial de nuestra ciudad. Ante la carencia de una Facultad de Letras y Literatura donde se concentre la tradición literaria de nuestros pueblos, los colectivos organizados y las bibliotecas públicas deben volverse en los centros culturales que fueron en el pasado. La Biblioteca Municipal del Cusco, Gustavo Pérez Ocampo ha cerrado sus puertas con este claro interés y el compromiso es entregar a la colectividad un espacio permanente donde encuentren referencias bibliográficas pero por sobre todo, un espacio donde nuestra identidad sea retratada por la historia, memoria y literatura reflejada en sus libros.
Este año apreciamos poca producción editorial de las instituciones organizadores como son el Ministerio de Cultura Cusco, la UNSAAC y el Gobierno Municipal. Pese a ello, la producción editorial independiente va en ascenso aunque siempre contra viento y marea. Las malas prácticas en la administración pública no eximen el ámbito de la literatura. Faltan niveles de transparencia y diálogo honesto con quienes fungen de servidores públicos (sirviéndose a sí mismos).
Un ejemplo vergonzoso es que la Editorial Rey de Bastos, que estafara a la Municipalidad Provincial del Cusco así como a sus trabajadores sea este año invitada a la V FIL, cuando el rechazo a su proceder es masivo y enfático desde quienes trabajamos honestamente por una cultura impresa. Las 13 provincias también deben ser parte de este gran evento cultural. El Cusco reproduce el centralismo limeño del cual tanto se queja. Es inadmisible que narradores cusqueños y de repercusión nacional como Enrique Kawamura no hayan sido invitados. Habrá prestigiosos invitados de algunas ciudades pero considero que muchos más escritores cusqueños debieran ser convocados. Igualmente, sería saludable mayor investigación en nuestra historia literaria para mejores referencias de autores que siguen siendo desconocidos para el Cusco y para el mundo. Esperemos que esta fiesta de las letras, nos sirva para profundas reflexiones, pero también para llevarnos un libro a casa, conocer a un escritor o escribir nuestro primer verso.