El nuevo rostro de la Biblioteca Municipal del Cusco, Gustavo Pérez Ocampo, es un largo anhelo que todos los amantes de los libros y la lectura, hemos perseguido desde hace mucho. Los terribles indicadores que registran un bajo nivel de comprensión lectora entre nuestros niños y jóvenes, alarmaron a la UNESCO que realizó serias recomendaciones al Estado peruano para revertir esta vergonzosa realidad que evidencia el mal momento del país. Aducimos siempre que la crisis política, social y económica, son fruto de la corrupción pero también debemos recordar que son producto de la ignorancia y la insensibilidad. Recordemos que los grandes cambios sociales, se dieron de la mano de los nuevos descubrimientos y la difusión del conocimiento a lo largo de la historia humana. Leer, es una posibilidad indiscutible de auto-superación.
En esta problemática, los distintos gobiernos de turno a nivel nacional, se han visto presionados por el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas), para desarrollar la Meta 06 que busca implementar el Plan Nacional del Libro, en el cual trabajó activamente la Mesa Consultiva del Libro y la Lectura Cusco. Uno de los ejes propuestos desde nuestra ciudad, para el acceso y fomento del libro, fue el reconocimiento de nuestra tradición literaria y la identidad de nuestros pueblos. Es sumamente importante para este objetivo, el fortalecimiento y actualización de la biblioteca tomando acciones estratégicas como mejorar el servicio y atención a los usuarios. Igualmente, era oportuno ampliar los horarios y días de atención, haciéndolo más asequible al ciudadano. Su rol debía ser más activo, y con diversas propuestas que desde enero de este año, volvieron la biblioteca en un espacio formativo desde la Sala de la Literatura Cusqueña.
Gracias a la Ley N° 28086, Ley de democratización del Libro y el Fomento a la Lectura, así como la Ley N° 30034, Ley del Sistema Nacional de Bibliotecas, tenemos un respaldo que nos permitirá acceder a un centro cultural moderno y útil, a la par de las restauraciones estructurales en la casona que ocupa nuestra biblioteca desde 1994. (Según un informe encontrado con fecha 30 de noviembre del año 1871, se menciona la existencia de la “biblioteca, museo y hospital”, las cuales ya habrían funcionado en la calle San Andrés aquel entonces, para posteriormente durante el siglo XX, abrir en la actual Casa de la Cultura de San Bernardo s/n).
Tras 24 años de funcionamiento ininterrumpido, la noble casona ha sufrido los embates del tiempo y la restauración de techos es sumamente importante para conservar el contexto arquitectónico. El patrimonio mobiliario atravesó el milenio de la mejor manera pero ya era necesario reorganizar y revitalizar la Biblioteca Municipal del Cusco que también es la memoria de nuestra ciudad. De julio a diciembre del presente año, nuestra biblioteca ha suspendido temporalmente su servicio al público y se realizarán trabajos de adecuación arquitectónica y reparación inmueble, así como la actualización del acervo bibliográfico y la hemeroteca. Se implementará un sistema informático y de seguridad eficiente para finalmente, contar con el punto cultural que el Cusco merece para fomentar lo literario.
El Equipo de Bibliotecología, viene trabajando de manera acelerada, inventariado los libros, periódicos y revistas como rescatando textos y estableciendo una distribución más eficiente y acorde al nuevo funcionamiento de nuestra biblioteca. También se ha realizado una convocatoria a las editoriales independientes de nuestra ciudad, así como a las autoras y autores cusqueños y cusqueñistas, con el fin de recibir sus publicaciones para la implementación de la Librería Municipal del Cusco. Los libros deben ser de los últimos años y los autores deben haber nacido en el Cusco o estar arraigados con publicaciones que aborden Literatura, Artes, Tecnología, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. La recepción de obras, se realiza desde ayer jueves 12 y se prolongará hasta el miércoles 16 de julio, en la BMC que mantiene abierta la Sala de la Literatura Cusqueña, la cual expone el proyecto de la biblioteca a futuro como también el espacio que nos vincula con nuestra población.