Dedicado al Qhapac Qolla, Amador Salcedo, amigo y maestro de todos los que amamos a nuestro pueblo
Escribe: Pavel Ugarte Céspedes
La festividad de la Virgen del
Carmen en la región, inexorablemente nos lleva a la provincia histórica de
Paucartambo. Aproximadamente en el siglo XVIII, surge el culto a la sombra de
la Colonia pero con evidentes antecedentes en el Tawantinsuyo. La presencia
étnica de diversos grupos culturales, por citar un ejemplo, es hoy en día
visible en dos de las grandes danzas protagonistas de esta fiesta: los Qhapac
Chunchu y los Qhapac Qolla. Unos provenientes del Antisuyo, otros del
Qollasuyo. Ambos en disputa ritual por la veneración de la Virgen, como en el
tiempo mítico Inkari y Qollari se desafiaran para dar nacimiento al Incanato.
Gracias al Qhapac Ñan,
encontramos no sólo caminos, sino tambos, edificaciones, puentes y apachetas
que conectan a esta puerta de entrada al Antisuyo con diferentes grupos
culturales que ya realizaban intercambio comercial en el Cusco antiguo. Durante
la Colonia, sigue siendo un punto estratégico para el comercio de productos y
se aperturan nuevas rutas como al valle de Majes, por ello, sus mercaderes fueron
retratados en la danza Majeños. La evocación y escenificación en la actualidad
de las diferentes comparsas de danzantes, retrata las expresiones más representativas
y simbólicas de diferentes personajes arraigados a este mágico pueblo y el
sentir colectivo en el devenir del tiempo.
La devoción católica y popular, toma un plano teatral siendo alrededor de la Virgen de Carmen que la fiesta transcurre sin prejuicios étnicos, sociales o económicos. El día 15 de julio se da inicio a la festividad de la Mamacha Carmen que se desenvuelve con velo tradicional en la directriz de un programa en el que priman las celebraciones religiosas pero que a su vez van de la mano de actividades costumbristas como son el repique de campanas que anuncian la fiesta, el encendido de cohetes o la quema de fuegos artificiales que revisten de color esta fiesta patronal. La entrada de las comparsas, se realiza por las rutas históricas que referimos aludiendo a la identidad de cada pueblo. Por la ruta del altiplano llegan los Qhapaq Qolla, Qollacha entre otras danzas, así mismo Qapac Chunchu, Chunchacha, Chucchu llegan de la ruta proveniente del Valle de Kosñipata. Otras -tal es el caso de los Majeño-, hacen su entrada desde otro punto cardinal con orientación al Contisuyo.
De Paucartambo, se han escrito
canciones, investigaciones, narraciones, poemas como también creado danzas. Es
imposible en una sola página resumir todo ello, sin embargo de manera breve
acuñaré mi observación de un acto también ritual como el “Cera Apaycuy” que es
la traslación de velas y flores al templo mayor. Acontece en tres momentos, el
primero es de preparación y se realiza en la casa del prioste, consiste en
preparar las velas que serán llevadas desde la casa del cargo mayor a donde
acuden danzarines, músicos e invitados. Día antes los niños de la escuela preparan
botellas en las cuales vierten tintes de distintos colores, es en estas
botellas que serán colocadas las flores que a su vez a la hora indicada que
oscila entre las 4 y las 5 de la tarde serán entregadas a las asistentes
femeninas para que procedan con el traslado hacia el templo donde aguarda la
Mamacha Carmen. La preparación de las velas, consiste en quitarles el empaque
de papel y ordenarlas de acuerdo al tamaño, estas velas serán llevadas por la
asistencia masculina. Un segundo momento es el orden de la salida y su
transcurso hacia el templo, encabezan los mayordomos llevando la demanda y la
“guía” que es un estandarte de madera en el cual telas y tules forman un
elemento simbólico del que cuelgan figuras de los danzantes, alhajas y detentes.
En la parte superior lleva una
réplica en miniatura de la iglesia de Paucartambo, siendo esta “guía” el
elemento cursor de la fiesta. Las mujeres van al lado izquierdo y los hombres
al derecho, al medio las comparsas de danzantes bailan moderadamente acompañados
de sus respectivas bandas musicales. El tercer momento transcurre en el templo
donde las diferentes comparsas (de acuerdo al orden de llegada) se arrodillan
ante la puerta del templo, y entran siempre encabezados por el cargo mayor a
ofrecer las velas y las flores que han traído. Este es el punto de partida para
una emblemática festividad donde se reúnen historia, identidad y sentimiento
popular. Prestémosle atención a estos pequeños detalles que hacen grande la
cultura viva.