Pilar Roca, es una investigadora de la vida y el legado de los Túpac Amaru (asumiendo sus reflexiones, es importante comenzar a estudiar y entender a toda la familia que lideraron José Gabriel como Micaela). Esta madre de nuestra historia, “Pilar de nuestra memoria”, está profundamente vinculada a la cultura andina y el estudio de la realidad nacional, hoy en día tan convulsionada. Es autora de libros como “El Holocausto andino” (2016) y “Terror en los Andes: La violencia como sistema en el Perú colonial” editado el 2014.
Su gran aporte para la peruanidad, como el de Federico García Hurtado, su inseparable compañero, lo encontramos en la emblemática película Túpac Amaru (1984). Si bien “Fico” fue el director y cineasta, sobre Pilar cayó la gran responsabilidad de producir e investigar para esta afamada película que todavía hoy encuentra escollos en las absurdas oficinas de quienes “administran la cultura”. Fico García nos ha dejado, pero también su amor grande por nuestra historia, ese amor vive en la escritora Pilar Roca, a quien tuvimos la suerte de escuchar retratando los apuntes de “Fernando, el hijo menor de los Tupac Amaru”. A la violencia y crueldad con la cual actuaron los españoles en el pasado, se le ha sumado la indiferencia de los peruanos en el presente. Como bien refiere la investigadora, nuestra historia está escrita por los vencedores y es una sucesión de infamia, abuso y genocidio. Se han distorsionado también, las motivaciones de la gran rebelión de 1780. Como amerita para todos los aspectos de nuestra cultura, es necesario dejar el velo occidental de raciocinio para asumir y entender desde la cosmovisión andina, la inspiración de esta gesta revolucionaria. Además agrega literalmente: “…el colectivismo, la reciprocidad, la dualidad y la concepción de que el hombre es energía como un ser más en este planeta, en la tierra que no está para servirlo, él está para ser uno más y guardar el equilibrio, eso es Tupac Amaru”.
Refuta de manera frontal, aquella versión que señala que la gesta revolucionaria se le fuera de las manos. Cita el bando (ordenanza o decreto de la época), encontrando en Silos, Colombia donde dicta como “José Gabriel 1° príncipe del Paititi y de los Mares del Sur digo…”. A su vez, las cartas a Montiel (aliado que conociera en Lima) donde le dice “ya comenzamos, ya es hora…”. “Hay documentos históricos que demuestran que él sí sabia lo que quería, quería la libertad, la independencia, la descolonización, volver al Tahuantinsuyo y él en calidad de Inca, por eso reclama su título de nobleza en Lima”, resume magistralmente la conferencista para entender el contexto, los acontecimientos y la familia en la cual nació Fernando.
El último de los Túpac Amaru, nació después de Hipólito y Mariano de quien dista en unos 7 años. Nace en un hogar revolucionario. Es la familia de los Tupac Amaru quien dirige la gesta y a la cabeza de ellos se encuentra Micaela Bastidas, como generala, más que como un apoyo para abastecer las tropas, como también se ha querido tergiversar en la memoria de los hechos sucedidos y que todos podemos conocer si escuchamos completa la conferencia en las redes sociales con el título de este artículo o los links al final. Como suelo hacer con los libros, quiero invitarlos a conocer a una cusqueñista que nos permite conocer el suplicio de un niño y su familia por los más puros y nobles intereses. Al ser un cacique estaba exento de mitas, tributos, obrajes, y repartos (que obligan a comprar incautando sus vienes e incluso familiares si no pagaban). Sin embargo José Gabriel, luchaba contra eso y lo sacrificó todo, su familia, sus posesiones y su lugar en la sociedad esclavista colonial.
Este “niño víctima” como acertadamente le ha nombrado Pilar Roca, es la prueba viva del ensañamiento y la injusticia con la cual se siguió un proceso que avaló la tortura y el suplicio de una manera nunca antes vista. Fernando es también, la prueba de la valentía y lo corroboran sus años de las 8 cartas que también nos da a conocer la autora de “Errores y horrores del imperio español. Fernando Túpac Amaru, apuntes sobre su vida”, publicado este año y donde vierte no sólo su investigación sino también un compromiso: Repatriar las cenizas de Fernando Tupac Amaru desde España. Su publicación es parte de un expediente que ha congregado a otros intelectuales de propuesta, para suscitar acciones en las instituciones gubernamentales a quienes les compete hacer este reclamo ante la ausencia de un familiar directo. El Foro de Patrimonialistas, Yachay – Universidad libre del Cusco y el Khipu Ayllu, también respaldan esta propuesta. Estamos seguros que el Cusco sensible y pensante también lo hará, porque ya va siendo momento de que se valore y conozco a los verdaderos héroes de la independencia continental. De la misma manera, debemos reunir a Fernando con sus padres quienes descansan todavía en la injusticia y el anonimato de las criptas de los franciscanos en la ciudad del Cusco.