En La Paz de la pluricultural Bolivia, veinte poetas provenientes de cinco países latinoamericanos se dieron cita en el Encuentro Poetas del Sur. Tengo el privilegio de representar al Perú en este encuentro literario que luego de haber realizado actividades en La Paz, seguirá por Sucre y concluirá en Tarija la siguiente semana.
El lunes 26 y el martes 27 de marzo, visitamos la Facultad de Idiomas y Linguística de la Universidad Pública de El Alto. Se intercambiaron ponencias sobre el quehacer creativo de los invitados y se brindaron recitales que concluyeron con un apthapi. El apthapi, proveniente de una palabra aymara, es una comida comunitaria que también se practica en nuestro pueblo Quechua. Todos comparten y brindan lo mejor de sus productos nativos, no sin antes agradecer a los Apus la providencia de los alimentos y también pedir por quienes no pueden llevarse nada a la boca. Los recitales se dieron en el Hotel Torino que a pesar de ser propiedad privada está completamente al servicio del arte y la cultura pues también funciona como Centro Cultural (digno de repetir en una ciudad como el Cusco si el turismo no fuese tan parasitario y destructivo). La Casa del Círculo de la Unión fue otro de los escenarios que abrieron sus puertas a poetas de todo el continente. El miércoles 28 viví una experiencia emocionante al haber estado en la Casa del Poeta recientemente reabierta y donde vivieron destacados poetas bolivianos como Jaime Sáez y Yolanda Bedregal. La casa está ambientada con textos de sus poetas referenciales y también cuenta con infografías y salas de exposición concentrando un altar para las letras de nuestro hermano país.
Entre el Cusco y la Paz se estableció un corredor histórico y comercial vigente hoy todavía. Nuestra condición de pueblos andinos y la información que brinda la etnohistoria, nos permite aseverar que las grandes poblaciones que migraron de la cultura Tiawanaco vivieron un intercambio cultural con los pueblos del valle del Watanay. Que Manco Qhapac y Mamá Ocllo -según el mito- saliesen del Titicaca es una metáfora de la relación y el fuerte vínculo que tuvimos los hombres y mujeres del Ande. Este vínculo, hoy se encuentra fortalecido desde la palabra escrita en poesía.
Nuestra travesía continuará por otras ciudades de Bolivia pero no podíamos dejar La Paz sin un manifiesto que exprese el por qué nos reunimos. Los poetas convocados consideramos firmemente que es un derecho histórico de Bolivia una salida al mar tras la infame Guerra del Pacífico (donde nuestro país también fue cercenado). Creemos que es un derecho de nuestros pueblos y las generaciones venideras, el Mar, los Andes y la Amazonia. Los recursos de nuestro continente se ven seriamente agredidos por políticas extraccioncitas y “proyectos desarrollistas” que incrementan la destrucción de la diversidad ecológica en cada uno de nuestros países.
Suscribimos el manifiesto, entregado al Gobierno Autónomo Municipal de La Paz en la persona de Fernando Losada de la Secretaría Municipal de Culturas. Esto me lleva a otra reflexión, es inconcebible que en la capital histórica de América y Patrimonio Cultural de la Humanidad como es el Cusco, no exista una gerencia exclusiva de Cultura dentro de nuestra municipalidad. No puede seguir compartiendo presupuesto y administración con Turismo, Educación y Deporte porque es una negación de la realidad y envergadura de nuestra llaqta en la historia del país y el mundo.
Los pueblos bolivianos, cuentan con la Constitución Pluricultural del Estado de Bolivia, de la cual tuve la oportunidad de aprender y participar en la Cumbre de los Pueblos hacia el año 2005 siendo apenas un estudiante de antropología rebelde e inquieto. Existen leyes contra la discriminación y los ministerios están en la obligación de atender mediante despachos que hablen las diferentes lenguas de los pueblos que sí están empoderados porque tienen una herramienta legal y su lucha es hacerla cumplir. En nuestro Perú del llanto, la Constitución Política del Perú fue fraguada por la dictadura Fujimorista la cual permite el latrocinio, la impunidad, la violación de derechos fundamentales y la corrupción institucionaliza en todos los sectores del Estado. El Perú necesita una constitución más avanzada que reconozca su diversidad cultural y la protección de sus recursos. Esto reforzaría el pacto social y brindaría otro camino a la desgastada moral de nuestro país al cual tengo el orgullo de llevar en mis amores y preocupaciones a donde quiera que vaya.
Por ello, no puedo dejar de agradecer a quienes hacen esto posible y es la Juntada de Poetas del Sur, los colectivos Delirium Tremens, Poesía Itinerante y el Gobierno Autónomo Municipal de la Paz. Igualmente, a los poeta participantes Malena Martinic, Nestor Cheb Terrab (Argentina), Henry Gómez, Laura Castillo, Favio Delgado (Colombia), César Hidalgo, Isabel Guerrero, Héctor Monsalve, Jaime Ignacio Magnan (Chile) y los poetas bolivianos, Marcia Mogro, Valeria Sandi, Oscar Puky Gutiérrez, Víctor Paz, Jorge Campero, Humberto Quino, Edgar Arandia, Javier Aruquipa y Julio Barriga, “el hombre que amaba a Amy Winehouse”. En este Viernes Santo, La Paz, está en Bolivia.