Cultura

Viernes Literario: El Corpus Christi del Cusco

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El Corpus Christi en el calendario católico, representa la festividad del Cuerpo de Cristo, pero en el Cusco, capital de la cultura Inca, tomó una connotación distinta desde su instauración en 1572 por el Virrey Francisco de Toledo.[1] Como apunta el Dr. Donato Amado en la conferencia el Corpus Christi de la parroquia de Santa Ana, la institucionalización de esta festividad guardaba un fuerte rigor político y religioso de dominación. El Tahuantinsuyo, su cosmovisión andina y las complejas relaciones sociales y de parentesco se ven retratadas en esta festividad así como en cada uno de los cuadros de la serie que se guarda desde 1970 en el Museo del Palacio Arzobispal pero que originalmente orlaron los muros de la Parroquia Santa Ana.

Los cuadros indiscutidamente pertenecen a la Escuela Cusqueña de Pintura pero no son autoría de Diego Quispe Tito como señala el profesor Teófilo Benavente, se ignora el nombre del artista que las pintó y por lo tanto son anónimas pero al mismo tiempo permiten conocer a personajes de la época. El Corregidor, el Alférez, el Cabildo, vecinos españoles y nativos, todos en una misma expresión ritual pero posiblemente con diferentes motivaciones. Para entender esta relación se han esgrimido diferentes conceptos como “sincretismo”, “paralelismo”, “aculturación”, “adaptación” y “transculturación”. Sin embargo, hoy blandiremos otra propuesta que cada vez goza de mayor aceptación. Para llegar a ella, suprimimos nuestros prejuicios y le quitamos el velo religioso al término “Inculturación”: “es la encarnación de la vida y mensajes cristianos en un área cultural concreta, de tal manera que esa experiencia no solo llegue a expresarse con los elementos propios de la cultura en cuestión (lo que no sería más que una superficial adaptación), sino que se convierta en el principio inspirador, normativo y unificador que transforme y re-cree esa cultura originando así una nueva creación. (Jeffrey Klaiber SJ, Los Jesuitas en América Latina, 1549 – 2000, pág.3, Universidad Antonio Ruiz de Montoya, 2007).

El Corpus Chirsti del Cusco, considero es una nueva creación cultural por los patrones que impuso la extirpación de idolatrías como también el espíritu andino de resistencia y adaptación ante la destrucción de su orden cosmogónico o sencillamente, su modo de vida. En Tesoros de la Catedral del Cusco, el Dr. Jorge Flores señala: “La celebración del Corpus ya es evidente el 1555. El primer Corpus fue celebrado en 1550, casi veinte años antes de las ordenanzas de Toledo y quince después de la fundación española del Cusco, Hay que recordar que por bula papal de 1 de junio de 1537, el corpus Christi se incluyó en la lista de días de guardar entre los habitantes del nuevo mundo. Garcilaso de la Vega, comenta que, en su época, ya desfilaban imágenes de nuestro señor o de Nuestra señora o de otro Santo o Santa de la devoción del español o de los indios sus vasallos. Continúa el Inca: Los caciques de todo el distrito de aquella gran ciudad venían a ella a solemnizar la fiesta, acompañados de sus parientes y de toda la gente noble de sus provincias. Traían todas las galas, ornamentos e invenciones que en tiempo de sus reyes Incas usaban en la celebración de sus fiestas.”

El estrecho vínculo entre cada parroquia y los descendientes inca, está expuesto de manera pormenorizada en libris como “El Estandarte Real y la Maskapaycha / Historia de una institución inca colonial” del Dr. Donato amado junto a otras de sus investigaciones donde cifra con conformación de las 8 parroquias del Cusco. Libros como “La festividad del Corpus Christi en el Cusco” de Luis Huayhuaca o “Restauración y Conservación de la Historia de la Cultura Cusqueña” de Jesús Latorre, brindan referencias sobre el origen y mestizaje de la festividad del Corpus, pero al mismo tiempo encontramos valiosas investigaciones como la de la Mgt. Emma Patricia Victorio Canovas, quien en la conferencia “Vestido e Identidad: Los Indios Nobles en la Procesión del Corpus Christi” destaca la urdimbre, el color y el símbolo de los textiles tan importantes para la cultura andina, incluso más que la cerámica. Entre el miércoles 10 y el jueves 11 de este mes, la Biblioteca Cultural Qhapaq Yachay, la Corp. Educativa Khipu, el Museo Palacio Arzobispal, los Defensores del Patrimonio, la Asociación ART-Restauro y el Instituto de Investigación en Arte Wiñay, nos propusimos no dejar pasar esta fecha desapercibida a pesar de las restricciones que vivimos. Decidimos congregar la memoria, el conocimiento y el talento de destacadas investigadoras como Emma Patricia Victorio Canovas, Victoria Francisca Jiménez Martínez, Alba Choque Porras, Janneth Escobar Aguirre, Constanza Acuña Fariña y Donato Amado Gonzales. Gracias a la indesmayable Rosita Canasa como también a Jorge Portugal, revivimos el Corpus cusqueño para celebrar la cultura viva que pase lo que pase en el mundo, seguirá siendo la mayor herencia de nuestro pueblo.


[1] Huayhuaca Villasante, Luis A. La festividad del Corpus Christi en el Cusco. Pp 18. DDCC, 2013.

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