Escribe: Pavel Ugarte Céspedes
El movimiento astronómico del sol, la luna y las estrellas, fue el referente que estableció el Tahuantinsuyo para estructurar su calendario. A la par de las investigaciones de mentes brillantes como las de Tom Zuidema y Gary Urton, el Dr. Mariusz Ziólkowski ha ido más allá de su libro “Pachap Vnancha. El calendario metropolitano del Estado Inca” publicado el 2015, y en esta oportunidad ha traído la novedad de un programa que permite analizar el calendario juliano con el cual se ha escrito la historia oficial del Perú, para corroborarlo con el calendario inca que en estos años se ha ido estableciendo no sólo a la luz de las crónicas sino también las evidencias arqueológicas.
El Dr. Ziólkowski como en otras oportunidades, sugiere que a la par de otros calendarios que se establecieron, se asumió un calendario lunar y ritual. Ahora agrega los datos que reflejan lo decisivo que fue al momento de librarse las primeras batallas que hubieran evitado la progresiva invasión española. Referencias de Gonzalo Pizarro entre otros cronistas como también el sorprendente hallazgo de un Khipu de grandes dimensiones en la Laguna de los Cóndores o las Momias en el departamento de Amazonas, respaldan su hipótesis.
Las investigaciones del Dr.
Ziólkowski, son difíciles de retratar en estas breves líneas que tratan de
evocar un poco de lo que fue su última cita con el Cusco, este miércoles 9 de
octubre. En el Convento de Santo Domingo – Qorikancha, donde también develó
grandes hallazgos sobre arqueoastronomía andina, tuvimos el empeño de reunirlo
con el público joven y por las gestiones de Rosita Canasa de Amado, de la
Biblioteca Cultural Qhapac Yachay como también el Área Cultural de la Corp.
Educativa Khipu, se dio un encuentro donde los planteamientos del Dr. Ziólkowski
sobre astronomía, cosmogonía y los fenómenos sociales ocurridos durante los últimos
días de los Incas gobernantes, dejaron a todos boquiabiertos exigiéndonos leer
y estudiar más. Comprometernos con el conocimiento de los Andes y los nuestros
como tan bien lo hizo este profesor polaco de la Universidad de Varsovia, casa
de estudios a la que perteneció toda su vida pero siempre en contacto con los
países hermanados por el Qhapac Ñan, como son Ecuador, Perú y Bolivia.
El Dr. Mariusz Ziólkowski es
catedrático de arqueología de las Américas y Oceanía en la Universidad de
Varsovia (Polonia) y es autor de un centenar de artículos e investigaciones que
se agrupan en algunos de sus libros como son “Arqueoastronomía en la
investigación de las culturas andinas”, (con R. M, Sadowski, 1992); “La guerra
de los wawqi” (1996) y “Mythes, rituels et politique des Incas” (con. J.
Szeminski, 2015). Al presente, se desempeña como Director del Centro Estudios
Andinos y del Centro de Estudios Precolombinos de la Universidad de Varsovia en
el Cusco. Como parte de la Misión Arqueológica Andina, se ha desempañado en
diferentes y emblemáticos proyectos pero rescataremos algunos como el de 1996,
cuando se establece como jefe del Proyecto Arqueológico Condesuyos. Ha
realizado investigaciones en Machu Picchu, el Proyecto Arqueológico Tiwanaku-
Kantatallita y también el Proyecto Samaipata (Bolivia), dirigido por el
profesor Dr. Jacek Kościuk.
Como conferencista ha estado en universidades prestigiosas de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Escocia, Bélgica, Alemania y España. Su gran aporte también lo podemos ver en aproximadamente 70 congresos y simposios internacionales, entre los que destacan las múltiples versiones del Congreso Internacional de Americanistas donde fue Secretario General en su versión 50º realizado en Varsovia del 10 al 15 de julio de 2000. Actualmente, es miembro del Comité Permanente del Congreso Internacional de Americanistas y durante los 40 años de relaciones con América Latina, la arqueología y etnohistoria de los incas, las técnicas de datación absoluta, la arqueoastronomía y los estudios sobre religiones antiguas han sido los ejes temáticos de su trabajo que siempre despierta sorpresa y admiración por tener los ojos de un investigador que comulga con la magia de nuestros pueblos.
En virtud de ello, el Gobierno de la República del Perú le otorgó en 1998 la “Orden al Mérito” dados sus descubrimientos, estudios, artículos y decenas de libros que lo han llevado a ser miembro de los más prestigiosos círculos académicos de Europa. Desde el Qorikancha, lo mínimo que podíamos hacer era entregarle un Kero como recuerdo de su lúcida conferencia “La Conquista según las fechas del Calendario Inca” y un “Khipu” como solapera para homenajear su trabajo.